(FIC-Klaine) "Escenas borradas" All or Nothing “Awkward and Clumsy”

-¿Aceptas este té como pipa de la paz?—dijo Kurt acercándose a Rachel que estaba tirada en el sillón junto a Brody.
-En realidad, preferiría la pipa…—respondió la chica enderezándose.
-Bueno, en vista y considerando que todo ha cambiado con los días, esto es bastante aceptable—respondió Kurt mirando a Brody cuando pronunció “todo”—¿podemos hablar?
-Claro…Brody, ¿te importaría?
-No por supuesto que no…—dijo el chico levantándose y estirando su cuerpo con toda la confianza del mundo—iré a caminar un rato…Adiós—agrego dando un beso a su novia.
-Adiós—respondió Rachel sonriendo de oreja a oreja.
Kurt le hizo un gesto con la cabeza en señal de adiós y Brody le respondió de la misma forma.
-Entonces…—comenzó a decir Kurt mientras tomaba ubicación en el puesto que Brody dejara libre—solo quería decirte que si quieres exponer tu cuerpo de esa manera, es decisión tuya, lo que opine yo da lo mismo, además yo mismo no me niego a la posibilidad de interpretar a “Alan Strang” en “Equus”.
-Lo sé y lo recordé esta tarde, pero para tu información, no lo hice, no pude, estaba todo listo y me paralice, así es que, puedes decir “te lo dije”
-“Te lo dije”…pero Santana ya me lo había contado…
-¡KURT!
El chico sonrió y dio un sorbo a su taza de té.
-Es decir que todo tu discurso de apoyo ¿no fueron más que palabras vacías?
-Me temo que si—dijo sonriendo de nuevo tras la taza.
-Bien…ahora en castigo deberás masajearme la cabeza mientras me cuentas todo, TODO lo que has hecho esta semana—sentencio Rachel poniendo su cabeza en el regazo de Kurt y apoyando su taza en su propia panza.
-¿Qué?, ¿estás loca?, ¿por qué haría tal cosa?—refunfuño Kurt mientras no sabía qué hacer con la cabeza de Rachel.
-Porque me lo debes Kurt, me hiciste sentir bastante mal el otro día en el desayuno…
-¡Qué me dices tú!... con tu novio paseándose desnudo sin ningún pudor, créeme que “eso” no es particularmente lo que quiero ver a la hora del desayuno…
-Está bien, le diré que no lo vuelva a hacer, pero cuéntame…cuéntame por favor de tu cita con Adam… ¿Se besaron?—pregunto haciéndole una especie de cosquilla bajo el mentón.
-¡Rachel!...no, por supuesto que no…
-¿Fuiste?... ¿verdad?
-Claro que si, no pudimos ver la película por que llego 10 minutos tarde, pero fuimos al ”The West Bank Café”, lo que resulto bastante agradable.
-¿Y?...
-¿Y qué?
-¡Que mas paso Kurt!, parece que tienes problemas de memoria o concentración, o ambos, ¿Qué sucedió en el café?—dijo Rachel exasperada mientras se incorporaba y se sentaba con los pies sobre el sillón.
-Bueno hablamos, quiso saber algunas cosas sobre mí, yo se las conté, pero…
-“Pero”… ¡Pero nada Kurt!, ¿Qué sucede contigo?, estoy segura que estuviste pensando en Blaine todo el tiempo… ¡UUUUYYY!, me dan ganas de golpearte en esa cabeza bien peinada que tienes.
-Pues espero que no…ahora ¿me vas a dejar que te cuente?, ¿o vas a interrumpir de esa manera histérica todo el tiempo?
-Te interrumpiré de manera histérica…—afirmo Rachel moviendo la bolsa de té dentro de su taza.
-Tendré que acostumbrarme entonces…
-Así es…continua por favor…
-Como te decía, le conté lo que quería saber, pero sentí que todo el tiempo estaba hablando estupideces, que no era lo suficientemente inteligente o interesante, que no estaba a la altura de alguien como él, mayor y sofisticado.
-¿Por qué te sentiste así?, tu eres inteligente y sofisticado y tienes más de 100 temas de conversación diferentes, ¿Qué te paso?—dijo Rachel moviendo sus manos, como si fuese increíble lo que estaba escuchando.
-Estoy de acuerdo, pero…no se… creo que estaba nervioso o…
-“Estaba pensando en Blaine”—agrego Rachel terminando la frase de Kurt, movió su cabeza de un lado a otro y dio a su voz una entonación como si se hubiera tragado 20 granos de uva enteros.
-Rachel…
-Respóndeme…
-Si esta bien, pensé en él un par de veces pero, ¿no es normal acaso?
-No…
-Rachel Berry, ¿me vas a decir que tú no has pensado en Finn en todo este tiempo?
-No…
-¡Mentira!, se que lo llamaste después de que ganaste el “Winter Showcase”—exclamo Kurt apuntándola.
-¿Cómo sabes eso?, ¿has registrado mi teléfono?—quiso saber Rachel tomando su teléfono desde la mesa de centro y guardándolo en el bolsillo de su pantalón.
-Blaine me lo conto, de acuerdo con él, tu llamada lo inspiro y con eso pudo reunir al club de nuevo.
-¿De verdad?—pregunto enderezándose un poco. Kurt creyó ver en sus ojos el destello de ilusión inocente que tenia la antigua Rachel, la de Lima.
-Así es—respondió subiendo sus piernas al sillón y sentándose de medio lado.
-Bueno, pero eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando y eso es, de tu primera cita con Adam, ¿quedaron en verse de nuevo?
Kurt sonrió con picardía antes de beber un sorbo largo de té.
-¡KURT!...—exclamo sonriendo y dejando su taza en la mesita.
-Quedamos, pero ¿puedo ser honesto?
-Me encanta que los seas…
-Creo que fue una gran cita, un poco apretada al principio pero después, cuando surgió el tema de las películas antiguas, todo fluyo como un rio…pero…
-¡Otra vez un pero!, no quiero escuchar esa palabra de tu boca de nuevo—advirtió Rachel apuntándolo con su dedo.
-Sin embargo…—Rachel echo su cabeza hacia atrás con tanto dramatismo, que si no fuera por lo cojines que la rodeaban, hubiera perdido el conocimiento en el borde metálico del sofá—no sentí las mariposas en el estomago, que sentía cada vez que tenía una cita con Blaine.


Agosto de 2012
-¿Dónde estabas?, dijiste hace media hora que irías a averiguar el menú de la cena—dijo Blaine apagando el televisor y cambiando de posicionen la cama, de acostado a sentado en la orilla.
-Estaba haciendo algo… ¿Crees que si tomamos esto, los administradores se molestaran?—quiso saber Kurt dando cero importancia al reclamo de Blaine y tomando el edredón que cubría el arcón de los pies de la cama.
-¿Qué?, ¿Por qué?
-Porque lo necesito…
-¿Qué estás haciendo?
-Estoy haciendo algo, ya te dije—respondió caminando hasta el fondo de la habitación.
-Hacer “algo”, abarca un montón de posibilidades—agrego Blaine mientras miraba a Kurt pasearse por la habitación del Bed&Breakfast, buscando algo en especifico que solo él sabía.
-Lo sé, pero no puedo contarte nada o si no será la peor sorpresa de la vida.
-¿Sorpresa?, ¿Para mí?—pregunto sonriendo y llenándose de ilusión sin saber muy bien porque.
-¿Quien dijo que era para ti?
-¿Ah?...
-¡Por supuesto que es para ti!...estaba bromeando contigo…—dijo haciendo un gesto con su mano como si le pegara un golpe en la cabeza a un enano.
-Tonto…—respondió Blaine tomándolo de la hebilla del cinturón.
- ¿Me puedes esperar un segundo?—pregunto Kurt, con el edredón doblado bajo el brazo y una bolsa de género en la mano llena de cosas que saco de los gabinetes dispuestos para los pasajeros.
-¿Pero dónde vas?, ¿está todo bien?
-Todo está perfecto…—dijo tomándole el mentón y dándole un beso después—espérame, ¿sí?
-¡Kurt!...—exclamo Blaine haciendo como que salía tras de él.
-¡Y no me sigas!—advirtió apuntándolo y dándole un toque en la nariz.
-Bien…
-Vuelvo de inmediato—dijo cerrando la puerta tras de él.
Blaine camino hacia la ventana que daba al bosque, por si es que podía espiar en algo lo que Kurt estaba tramando, pero solo puedo ver a una familia que se disponía a cenar en una de las terrazas y un par de jóvenes amantes perdiéndose entre los árboles, aprovechando que ya comenzaba a oscurecer. Volvió a echarse en la cama y a encender el televisor sin despegar los ojos de la puerta de tanto en tanto. Estaba en eso cuando vio que alguien deslizaba un papel por debajo de la puerta.
-¿Kurt?—pregunto levantándose y abriendo la puerta, sin encontrar a nadie. Tomo el papel y lo abrió. En el, había dibujado un mapa donde aparecía el “The Lake House Inn” en el centro, árboles alrededor y un camino dibujado con una línea entrecortada, que partía desde la B&B y seguía alrededor de la terraza que daba la lago y continuaba hacia la derecha por la escalera de madera del costado terminando en la playa, en lo que Blaine interpretó eran unos cuantos metros.
-“Encuéntrame aquí”—leyó Blaine en voz alta donde se terminaba el camino y había dibujado un corazón y una carita sonriente.
Blaine sonrió y tomo su cárdigan, el verano ya estaba finalizando y la brisa de la tarde era más helada que a comienzos de las vacaciones. Bajo las escaleras de la entrada siguiendo el mapa y camino hacia la escalera grande que conducía al lago, la madera bajo sus pies se convirtió en grava fina al llegar a la playa. Miro el mapa y enfilo hacia su derecha, en el lugar no había nadie, solo pudo distinguir a Kurt unos 10 metros más adelante, donde parte de la vegetación del jardín de la “The Lake House Inn” le comenzaba a ganar terreno a la arena. Subió la pequeña loma y vio la más preciosa de las dedicatorias.
-Pensé que te perderías, no soy muy bueno en cartografía—dijo Kurt arreglándose el pelo que la brisa del atardecer insistía en despeinar y acercándose con la dificultad que produce caminar descalzo por la arena irregular.
-Kurt…
-Ven…—le dijo tomándole la mano.
-¿Qué significa todo esto?
-Esto, es algo que te debía hace tiempo—respondió guiándolo hacia lo que había estado preparando durante casi una hora. Había extendido el edredón en la grava y conseguido 6 antorchas como de jardín, las que clavadas alrededor de la manta iluminaban de manera perfecta todo el alrededor. Sobre ella, una hielera con una botella de champaña dentro, dos copas, un pocillo con fresas y en el centro, media docena de velas que peleaban por no voltearse. Había tanta comida además de la fruta que Blaine creyó que si algo sucedía con el hotel, ellos podrían sobrevivir un par de días sin recurrir a la pesca y recolección de frutos silvestres
-Kurt…—repitió sintiendo que sus ojos se aguaban.
-¿Qué?...—dijo frotándose lo brazos por el frio que le provocaba la brisa y la humedad de esa hora.
-Todo esto…es…—dijo soltando un suspiro y sintiendo su garganta estrecha.
-Ven…—repitió Kurt moviéndose demás por el frío.
-Te estás congelando, toma…—respondió Blaine, sacándose el cárdigan gris que se había puesto antes de salir de la habitación y entregándoselo a Kurt.
-Gracias…—dijo recibiéndolo desde su espalda, se puso las mangas y con sus manos las estiro para cubrir la porción restante que la diferencia de talla le debía— ven…—agrego.
Kurt avanzo con Blaine cogido de la mano unos cuantos pasos, hasta llegar al lugar preciso.
-Oye…se supone y es una ocasión alegre—dijo Kurt acercándosele y tomándole la cara, al ver que lagrimas corrían por ella.
-Lo sé… lo siento—respondió Blaine agachando su cabeza.
-¿Por qué lloras?, ¿no te gustan lo sándwich que escogí?—pregunto Kurt sonriendo
-No…no es eso…—contesto enjugándose los ojos y la nariz con la manga de su camisa —son lagrimas de felicidad…esto…es muy hermoso, gracias Kurt…—dijo Blaine dándole un beso.
-Por nada, tu mereces todo y mas y mira…—dijo tomándole ambas manos—se que no soy bueno en estas cosas y que eres tú el que siempre me está sorprendiendo y mimando, lo mismo que diciéndome que me amas, pero quiero que sepas que yo también te amo y que siempre lo digo antes que tú, al menos dentro de mi cabeza. Nunca había tenido la ocasión de mostrarme vulnerable con alguien sin recibir un insulto o un golpe a cambio, hasta que tu llegaste a mi vida y todo esto—dijo mirando a su alrededor—es una estupidez comparado con todo lo que haces por mí, así es que ahora—agrego balanceando sus brazos y avanzando con él hasta el edredón—disfrutemos de una cena a la luz de la luna…se supone—termino por decir mirando el cielo.
-¿No sabes si habrá luna llena?—pregunto Blaine sonriendo mientras se enjugaba las lagrimas que brotaban como el agua de un grifo descompuesto.
-No, eso no lo averigüé—indico Kurt sentándose y entregándole la botella para que la abriera.
-¿Es champaña de verdad?—pregunto Blaine leyendo la etiqueta y soltando el alambre que cubría el corcho— ¿Cómo te la vendieron?
-La encargue a la habitación y nadie me pregunto nada…—dijo tomando las copas.
Blaine termino de quitar la protección de alambre y movió el corcho para quitarlo sin que se produjera la explosión de las finales del automovilismo, sin embargo, la presión de gas término por lanzar el corcho unos cuantos metros del lugar donde estaban.
-¡Eso!—exclamo poniendo ambas copas para que se llenaran con la Champaña que brotaba de la botella.
-¿Por qué brindaremos?—pregunto Blaine recibiendo su copa.
-Creo que por lo obvio, por nosotros y por este verano que gracias a ti, se convirtió en el mejor de toda mi vida—respondió Kurt haciendo el brindis respectivo.
-El mejor de tu vida hasta ahora, ¿Qué tal si los siguientes son mucho mejor?
-¿Estas bromeando?, nada, NADA, supera a hospedarse en el Plaza de New York.
-¿Qué tal el Ritz de Londres?
-Buen punto— dijo Kurt apuntándolo con su copa.
-¿Estás seguro que podemos estar aquí?, ¿pediste permiso?—pregunto Blaine tomando un fresa.
-Lo pedí, por eso me demore cuando dije que iría a averiguar lo del menú.
-¿Qué hay de la comida?, ¿de dónde la sacaste?
-Pues veras, existe una opción llamada “Private gathering Menu”, que es para las fiestas privadas y cenas románticas, así es que contrate eso y lo trajeron para acá—contesto Kurt apuntando todo lo que tenían enfrente.
-Excelente…pero, ¿no te importa que la gente nos vea interactuando?, porque te advierto que no sé si voy a poder resistir las ganas de darte un beso.
-No me importa… al menos no esta noche.
-Entonces…—dijo Blaine poniéndose de pie y manipulando su teléfono, lo guardo en su bolsillo y comenzó a escucharse “Something” de The Beatles—Disculpe… ¿Me concede este baile? —pregunto estirando su mano.
-Ciertamente se lo concedo…—respondió, dejando su copa y poniendo de pie.
Blaine sonrió y lo abrazo con su mano derecha, extendió la otra y recibió la palma de Kurt, este le puso su otra mano en la espalda y comenzó a moverse al ritmo de la música.
-La arena nos pondrá una dificultad extra—murmuro Kurt en el oído de Blaine.
-Lo sé…—dijo respirándole en la oreja—pero lo superaremos, como todo…
-Voy a extrañarte Blaine…yo…—trato de decir Kurt apoyándole la cabeza en el hombro.
-Oye… se supone y es una ocasión alegre…tu lo dijiste…no pensemos en eso ahora y sigamos bailando…¿de acuerdo?
-De acuerdo…—dijo Kurt sintiendo que 100 mariposas peleaban por un espacio dentro de su estomago.


-¡Es porque recién lo estas conociendo!, cuando tengas confianza con él, cuando ya se hayan besado o incluso…cuando ya hayan dormido juntos, toda esa tensión desparecerá…créeme—explico Rachel haciendo chocar sus nudillos como si peleasen por cierto espacio.
-Espero…
-Así será, confía en mí, cuando con Brody dormimos juntos, cambio todo, y así será contigo y con Adam.
-¿Quieres dejar de decir eso?—dijo Kurt sacando y metiendo la bolsa de té de su taza unas 8 veces seguidas.
-¿Qué cosa?
-Eso…de yo durmiendo con Adam…
-¿Por qué?—pregunto Rachel entre risas.
-Porque si… ¿de acuerdo?...
-¡Kurt!... ¿Ya dormiste con él?... ¿Kurt?...
-Rachel…
-Dímelo…
-No…pero no quiero escucharlo…al menos no todavía…
-Somos adultos ahora, ¿lo recuerdas verdad?
-“Somos adultos ahora”—repitió Kurt en todo de burla—lo recuerdo, gracias…y ¿sabes qué?, hay muchas cosas que hacer aquí, ya que tu novio no levanta un dedo aunque le dé un calambre, tú debes ayudarme a limpiar un poco aquí—sentencio, levantándose y dejando hasta allí la conversación que le incomodaba sin saber bien porque.

-¿Mamá?...
-Blaine, hijo…¿terminaste de estudiar?, la cena estará en 10 minutos…que es el tiempo que demoro en desempacar todo esto—dijo la Señora Anderson apuntando a los diferentes envases del restaurant de comida India que recientemente había abierto en el centro de Westerville.
-¿India?...y, ¿a Papá le gustaran una comida tan condimentada?—pregunto Blaine tomándose la frente y el entrecejo, mientras analizaba uno de los envases que tenia la etiqueta de “Channa Masala”
-No lo sé…—respondió pensando y golpeándose la cabeza con una de las cucharas que tenia para poner en la mesa—tendrá que gustarle—agrego encogiéndose de hombros divertida.
-Claro, “el mañoso pasa hambre”, ¿verdad?—recordó Blaine al tiempo que tomaba un trozo de papel toalla y se sonaba con fuerza desmedida.
-¿Estás bien?
-No…creo que voy a resfriarme…—dijo tragando saliva con dificultad.
-¿De verdad?—pregunto con preocupación la Señora Anderson. Se acerco a su hijo y le toco la frente, las mejillas y la garganta, mientras miraba un punto fijo en el cielo raso, como si allí estuviese escrito el diagnostico que buscaba.
-Tus manos huelen a curry—advirtió Blaine, haciendo una especie de carraspeo ahogado.
-¡Lo siento!—exclamo, yéndose a lavar las manos al fregadero—¿te duele la cabeza?, ¿la pancita tal vez?
-No, no me duele “la pancita”—respondió riendo y pensando que en ocasiones su Madre no recordaba que tenía 18 años y no 5—solo me duele la cabeza y un poco la garganta.
-Pero como te fuiste a contagiar…ni tu Papá ni yo lo estamos, ¿alguno de tus compañeros en la escuela lo esta?—averiguo hurgando en uno de los gabinetes de encima del extractor de aire y sacando una caja plástica que cumplía las funciones de botiquín.
-No, nadie—dijo sentándose, poniendo sus codos en la mesa y apoyando su cabeza en sus manos—creo que fue ese día que fui al centro comercial con Tina, la calefacción estaba muy fuerte.
-¿Te desabrigaste demás?, ¿no es así?—pregunto en tono de reprimenda mientras lo apuntaba con frasco de alcohol y un rollo de tela adhesiva.
-¿Qué?...no, no lo se, no me acuerdo en realidad…
-Estoy segura que aquí había un termómetro—dijo registrando la caja como si fuera un barril sin fondo.
-¿Es necesario un termómetro?, creo que puedo deducir que tengo fiebre sin necesidad de uno—advirtió Blaine tocándose su propia frente y mejillas.
-¡Aquí esta!... y si, es absolutamente necesario—respondió batiendo el termómetro para que la gravedad hiciera su trabajo sobre el mercurio—¡abre!...—pidió su Madre, abriendo su propia boca y volviendo a tratar a Blaine como si tuviera 5 años.—yo atenderé…—agregó al sentir replicar el teléfono.
- ¿Hola?
-¿Sra. Anderson?
-¡Kurt!... ¿como estas?
Blaine se levanto de la silla de un salto, como si el termómetro lo hubiese tenido en otra parte de su cuerpo.
-Bien ¿y usted?
-Bien también, ¿cómo te ha ido?, ¿Cómo se porta la “gran manzana”?
-Excelente…todo perfecto…Señora Anderson, estoy tratando de hablar con Blaine, pero no me contesta su teléfono, ¿sabe usted donde esta?
-Pues está aquí…
Blaine camino hacia donde estaba su Madre y se paro al lado de ella aun con el termómetro en la boca.
-¿Están cenando?, no quiero molestar.
-No está aquí porque enfermó y se siente pésimo por lo que necesita algunos arrumacos de su madre—respondió al tiempo que le desordenaba el cabello a su hijo.
-¿Enfermo?
-Si, un resfrío, pero no te preocupes, lo cuidare bien por ti.
-¡Mamá!—exclamo Blaine hablando de medio lado para no dejar caer el termómetro al suelo.
-¿Gracias?... ¿puedo hablar con él?
-Por supuesto, aquí esta retándome y queriendo quitarme el teléfono, gusto en saludarte Kurt
-Gracias Señora Anderson…
-¡Esta bien!, ¡toma!—exclamo la Mamá de Blaine, entregándole el auricular y sacándole el termómetro—¡Se muere porque lo cuides tú!—grito mientras su hijo se escabullía entre ella y el marco de la puerta de la cocina, para hablar con Kurt de manera más privada.


Noviembre de 2016

-¡Listo!...
-Espectacular…—dijo Blaine apagando el televisor y tomando la postura quien se levanta luego de reposar de 1 año.
-Pero no te levantes, llevare todo en una bandeja— advirtió Kurt señalando la mesa puesta.
-No, tienes todo listo, estoy saliendo de una cirugía de apéndice no de un trasplante cerebral—contesto Blaine un poco molesto al verse limitado.
-Lo sé...—respondió rodeando el sofá y extendiendo sus manos para ayudarlo a levantarse.
-Gracias— respondió Blaine emitiendo un quejido de esfuerzo, como si levantara seis cajas de cerveza en el “The Shelter”
Kurt lo llevo de la mano hasta la mesa, si bien habían pasado dos semanas desde su cirugía, aun no podía desplazarse con normalidad ni realizar todas las actividades a las que estaba acostumbrado.
-Su mesa Señor Anderson—dijo Kurt abriéndole la silla y haciendo una venia con sus brazos como si enrollara una madeja de lana.
-Mmmm… verduras otra vez…
-Es lo que debes comer, lo siento…—respondió un acongojado Kurt mientras le tomaba la mano.
Blaine se tomo la frente y se toco las sienes como si quisiera hacerse un auto masaje.
-¿Estás bien?... ¿Te sientes mal?
-No…me siento bien…estoy un poco aburrido de todo esto…discúlpame.
-Blaine…
-¿Cuánto tiempo tengo que seguir comiendo así?
-Son tres meses…Blaine…
-¿Tres m…?...—interrumpió tragándose la ultima la palabra.
-Tú escuchaste al doctor ese día, debes cuidar tu organismo, para que siempre este limpio y funcionando bien.
-¿Asumo que para eso son todas estas hojitas?—pregunto Blaine tomando con su tenedor cuatro de los casi 6 tipos de lechuga que contenía su plato.
-Para eso, para ayudar a tu digestión y también para que el plato se vea bien con todos esos colores—explico Kurt sonriendo y apuntando el plato de ensalada mixta y colorida.
-¿Puedo comer un poco de tu pasta?
-No, no puedes comer harinas blancas, mira este pan en 100% integral—dijo pasándole la panera respectiva.
-¿Qué hay de la leche?
-Tampoco puedes tomar o comer lácteos…
-Bien…—dijo retirando su tenedor y tomando del jugo dispuesto para él— ¡Qué demonios es esto!—exclamo escupiendo un poco de jugo y poniendo cara de asco.
-Jugo de zanahoria, aloe y alfalfa.
-¿Qué?
-Lo que escuchaste—dijo Kurt comiendo de su pasta.
-¿Qué soy?, ¿un conejo?
-Bueno, eres lo suficientemente tierno como para ser un conejo pequeñito de orejas caídas.
-¿Quién te dio todas estas ideas?—pregunto empequeñeciendo sus ojos y saboreando el jugo con cara de desagrado extremo.
-Por segunda vez, el doctor, nos dio aquella minuta que está en el refrigerador—recordó Kurt apuntando en esa dirección.
-“Una Minuta”, eso lo explica todo—respondió de manera sarcástica mientras desordenaba los vegetales de su plato— ¿Cuándo volveremos a las papas fritas y las hamburguesas?
-Dentro de tres meses…
-Es tan agradable cenar con mi gentil y conversador esposo, a propósito, ¿sabes donde esta?
-No me culpes de la tensión del ambiente, tú comenzaste a reclamar por todo…
-¿Por eso me contestas con frases repetidas y condescendencia?—pregunto Blaine molestándose de mas y volviendo a beber del jugo, olvidándose por completo que era tan malo que parecía ser hecho de maldad—¡con un demonio esto es asqueroso!
Kurt no dijo nada y siguió comiendo tranquilamente, no quería por ningún motivo tomar el hilo de la pelea que Blaine quería empezar a tejer.
-¿Has probado esto?—dijo Blaine limpiándose con la servilleta y apuntando el vaso.
-Por supuesto, yo lo prepare, ¿recuerdas?, así como toda esta cena y toda y la parafernalia que ves sobre la mesa…
-Kurt… lo siento…mira, empecemos de nuevo—dijo moviendo sus manos como borrando toda su actitud fastidiosa e insoportable de hace algunos segundos—Mmmm… que rico…gracias Kurt por preparar esta exquisita cena, nunca en mi vida vi tan preciosa selección de hojas verdes.
-Ridículo…y de nada…sé que es difícil, pero es mi deber cuidarte…
-¿Si?... ¿por qué?
-Porque te amo… y porque me da la oportunidad de usar la licuadora VELA de Bugatti que nos regalo tu mamá.
-Ok…—dijo comiendo de su ensalada sin poder evitar hacer un gesto de rechazo con cada mascada que daba.
- Dame eso…
-¿Qué cosa?...
-Tu tenedor, dámelo…
-¿Por qué?
-Porque vamos a jugar algo…
-¿Jugar?, no creo que en tu minuta diga algo sobre jugar, además se supone que no debo hacer esfuerzos, como cargar objetos pesados o ejercicio de ningún tipo.
-¡Entonces SI escuchaste al doctor después de todo!—señalo Kurt estirando su mano para recibir el cubierto—este será un juego sin esfuerzo, dámelo.
-Está bien…
-Ahora, cierra los ojos…
-¿Qué?
-Eso, cierra los ojos, vamos Blaine cuando tu quieres jugar a algo yo sigo todas tus reglas sin preguntar nada...ahora me toca a mi…cierra los ojos—insistió.
-Pero yo tengo la propiedad intelectual del juego con la comida y los ojos vedados, te lo advierto…
-Lo sé, pero esta es una versión, digamos que terapéutica.
-OK…—dijo Blaine cerrando de a poco sus ojos.
Kurt llego a sentir que el movimiento de sus deslumbrantes pestañas lo despeinaba un resto, lo miro un segundo y le dio a probar tres hojas diferentes.
-Mira…estas a punto de comer una papa frita, desbordante de aceite…
-¿Qué?... ¿de qué estás hablando?
-Imagínatelo…vamos…una papa frita desbordante de aceite, crujiente y calentita…mmmm deliciosa—agrego.
Blaine recibió las hojas verdes imaginándose que llenaba su boca con las frituras que tanto le gustaban, no sabía si el efecto Placebo también se aplicaba a los alimentos, pero aquello que Kurt había inventado, le estaba resultando bastante creíble.
-Toma…aquí hay otra…espera un momento… ¿eso es un trozo de hamburguesa?
Blaine sonrió con sus ojos cerrados y pensó que algo muy bueno debió haber hecho en algún momento de su vida, para que esta lo premiase de vuelta regalándole a alguien como Kurt.
-¿Te gusta la hamburguesa?...
-Esta exquisita…—respondió Blaine saboreándose.
-Ahora bebe esto, una soda cargada de azúcar y colorantes artificiales.
-No creo que mi mente sea tan poderosa para convertir eso, en una gaseosa.
-Inténtalo—insistió Kurt sonriendo a pesar que Blaine no podía verlo.
Kurt continuo fantaseando con la comida de Blaine hasta que la porción de ensalada se redujo a la mitad y el jugo a un tercio del vaso. Él termino su pasta y su vaso de leche, y se levanto para buscar el postre.
-¿Puedo comer postre?
-Puedes comer esto…—dijo Kurt poniendo frente a él un pocillo con frutas.
-¿Fruta?
-Deliciosa…ya veras...
-¿Qué comerás tú?—pregunto irguiendo un poco su cuello para ver que sacaba Kurt del refrigerador para servirse como postre.
-Pues comeré fruta, igual tú…solidarizare contigo en este punto.
-Puedes comer tu Cheesecake, no diré nada, lo prometo.
-Pues prefiero comer esta selección de frutas, saludables y nutritivas.
-La fruta es fruta, no es postre…—murmuro dando una mirada a Kurt que comenzaba comer sin darle importancia a su reclamo.
-¿Dormirás conmigo? ¿Verdad?
-Blaine, ya hablamos de esto, prefiero que duermas solo, al menos hasta que se te acabe el dolor, no quiero darme vuelta y pegarte en la ingle con mis rodillas o algo así…
-Pero te extraño…
-Y yo te extraño a ti, pero serán solo un par de días más… ¿de acuerdo?
Blaine sonrió con tristeza y se termino la fruta. Kurt se levanto y comenzó a ordenar todo.
-¿Hago algo?
-No ayudas cuando estas sano y lo harás ahora…
-¡Oye!, yo si te ayudo…
-Tienes razón, no sé qué haría si tu no abrieras las botellas de vino y las latas de atún—dijo Kurt dándole un beso en la frente— ¿Por qué no te vas a acostar?, yo iré a estar un ratito contigo antes de irme a la cama.
-¿Insistes en dormir en esa cama diminuta?
-¿Y tu insistes en desobedecer a todo el mundo?
-Soy rebelde, que puedo hacer…
-¿Te ayudo?—dijo Kurt al ver que Blaine hacia el ademan de enderezase manteniendo recta su pierna derecha
-No…listo—respondió ya de pie—me voy a la cama entonces…—agrego dándole un beso.
-Ok…
Kurt miro a Blaine retirarse al dormitorio y siguió con la limpieza y el orden. Una vez que dejo todo los utensilios lavados y ordenada la cocina, se dirigió a la habitación para regalonear un rato con Blaine, dormir separados lo estaba matando, pero no quería hacer nada que perjudicara la recuperación de su esposo, bien mal lo había pasado ya cuando fue sometido a la cirugía aquella lluviosa tarde de comienzos de noviembre. Hablaron de todo como siempre, incluyendo la molestia que Blaine sentía al verse limitado de cierta forma. Kurt lo escucho y le respondió medio bromeando y medio en serio como era su costumbre, le acaricio el pelo y la espalda hasta que se quedo dormido. Se levanto despacio tratando no despertarlo y se dirigió al otro dormitorio. Se acosto pensando en él y en que sería capaz de enfrentar cualquier cosa con tal de procurar su bienestar.
-¿No se supone y te dormirías de inmediato?
-¿Blaine que haces aquí?, ¿te sucede algo?—pregunto Kurt sentándose preocupado en la cama.
-Pues veras, estuve leyendo los papeles de nuestro matrimonio y una de las cláusulas principales dice que necesariamente debemos dormir juntos—explico rodeando la cama mientras hablaba.
-No existen tales papeles y lo sabes…
-¡Claro que existen puedo probarlo!—exclamo levantando las mantas para meterse a la cama.
-¿Qué estas haciendo?
-Pues lo que ves—respondió acostándose al lado de él.
- Blaine, esta cama es minúscula no cabemos los dos.
-Claro que si—corrigió acomodándose—además hemos estado en superficies más estrechas.
-Blaine…
-Oye, si Dylan y su chica de turno pueden hacer cosas en esta cama que enloquecerían a cualquier miembro del clérigo, tu y yo, que estamos hechos el uno para el otro, podemos demás solo dormir—dijo Blaine haciéndose espacio.
-Al menos vamos a nuestra cama que es ma…
Blaine lo silencio con un beso, con sus labios atrapo el labio inferior de Kurt y lo sintió rendirse de inmediato.
-Está bien…—dijo suspirando y moviéndose hacia un lado para darle la mayor comodidad posible.
-Gracias Señor Hummel –Anderson.
-No me digas nada, eres un consentido.
-No lo soy—dijo abrazándolo—es solo que dormir contigo no se compara con nada, tu olor—agrego besándole el pelo—tus formas, la tibieza de tus manos, todo me fascina, no puedo evitarlo.
-Bien, pero en castigo mañana tendrás que beber dos vasos de ese jugo que odias…
-Lo hare…si me dejas estar contigo, seguro y me tomo dos...o tres… o cuatro…—aseguro Blaine mientras le daba el mismo numero de besos en el cuello, que los probables vasos de jugo que bebería al día siguiente.


-¿Hola?... ¿me estuviste llamando?
-De hecho si, como no contestabas tu teléfono, decidí llamarte a tu casa, pensé que habías salido o algo así.
-No, estoy aquí…siento lo de recién.
-¿Qué cosa?, ¿no contestarme?
-No, lo de mi Mamá…
-¿De qué estás hablando?, ella es súper amable, creo que le agrado y que me quiere más que a ti…
-Lo más probable, pero disculpa igual por aquello que dijo sobre que me cuidaría para ti, creo que aunque no lo quiera puede ser un poco desubicada en algunas ocasiones.
-No te aflijas y me alegro que te cuide…para mí o para quien sea…
-Claro…
-¿Cómo te sientes?, ¿es verdad que estás enfermo?
-Bien, bueno estoy recién comenzando a enfermarme, así es que no se que pasara mañana o pasado.
-Pues haz caso de lo que diga tu Mamá y cuídate…
-Lo hare…¿estás en la escalera de incendios de nuevo?, escucho ruido.
-No, estoy en la calle, salí a caminar un poco y estoy pensando en entrar al cine….
-¿Si?, ¿con Rachel?
-NO… ¡Por Dios NO!, debido a ella que decidí salir, cada día tiene más aires de Diva, lo que resulta mas desagradable con cada minuto que pasa.
-Siento oír eso…—dijo Blaine soltando un par de carraspeos—lo siento…—agrego excusándose.
-No te preocupes, tal vez deberías acostarte.
-Es lo que hare… ¿Qué vas a ver?
-Estaba pensando ver “Le Misérables”, ¿tú ya la viste?
-No, no he tenido tiempo…aunque a decir verdad no quiero verla solo y hasta hora pensaba que tu tampoco…tenía la idea de que la veríamos la próxima vez que vinieras a Lima.
-Si bueno, yo también tenia esa misma idea, pero el otro día no pude y me muero por verla ya…
-¿Por qué no pudiste?, ¿estaban agotadas las entradas?
-No fue por otra cosa…pero espero y verla ahora
-Lo imagino… ¿la veras solo?
-…
-¿Kurt?—pregunto Blaine respirado mas mucosidad que aire.
-No, no estoy solo, estoy esperando a…a un amigo…la veré con él…
-¿Un amigo?, ¿Quién?
-Un chico que conocí en el coro de NYADA, ¿sabías que hay un club Glee aquí?, me uní para conocer gente.
-Que bueno, me alegra escuchar que interactúas con más gente además de Rachel.
-Gracias…y oye… tal vez vaya a Lima pronto…
-¿De verdad?
-Sí, la boda de Will y Emma es la próxima semana, ¿lo olvidaste?
-No, no lo olvide… ¿de verdad vendrás?
-Indudablemente, se lo prometimos al Señor Shuster, ¿ o no?
-Por cierto que se lo prometimos—dijo Blaine pensando por un instante que vendría para verlo a él, termino de aclarar aquellos pensamientos con una gran carraspeada.
-Creo y mejor te acuestas.
-Mejor…
-Cuídate… ¿de acuerdo?
-De acuerdo…
-Adiós Blaine, te llamo para ver como sigues…
-OK…adiós…