(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-¡Blaine!... —grito el Sr. Anderson desde la puerta de la cocina que daba a la cochera—¡Blaine!... ¿puedes venir un segundo? —insistió poniendo agudo su oídos para comprobar que su si hijo lo escuchaba
-¿Qué? —dijo Blaine llegando desde el segundo piso.
-¿Dónde estabas te llame unas cuantas veces?
-Estaba en mi cuarto… ¿Qué sucede Papá?
-¿Tu Mamá salió?
-Sí, me dijo que iría al supermercado, que le faltaba algo… ¿por qué?, ¿la necesitabas a ella?
-No… te necesitaba a ti… ven… —dijo entrando en la cochera y haciéndole señas con la mano, como cuando se guía a alguien por un camino desconocido— ¿estabas ocupado?
-No… estaba en mi cuarto como dije ordenando mis cosas, mire el curriculum de Dalton y es bastante exigente, creo que entrare retrasado en todas la materias.
-¿No estarás arrepentido de que te matriculáramos allí?
-No… cuando fuimos pensé que estaba soñando en especial con el “Club Glee”… es fantástico, creo que han ganado casi todas las competencias —explico Blaine sentándose en uno de los muebles del lado de la puerta.
-¿”Club Glee”?... ¿eso es algo que te interesa?...
-Mucho… —respondió tomando un frasco con tuercas.
-Me alegro… —dijo el Sr. Anderson un poco incomodo— cuéntame, ¿aceptaras la invitación de Cooper?
-No lo sé… igual quisiera revisar algunas materias en el verano y buscar un trabajo… además siento que su invitación es mas por lástima que por otra cosa.
-¿Lástima?... ¿Por qué dices eso?
-Porque si… desde que les conté que era gay, todos me tratan como si tuviera lepra o algo peor.
-Sabes que eso no es cierto, además tu hermano fue extra amable y costeara todos los gastos, es raro que pienses eso…
-Lo pienso porque es verdad…
-Tal vez estas demasiado sensible al respecto…
-Tal vez… ¿Qué quieres Papá?
-Lo que quiero… —dijo tomándolo de los hombros y guiándolo hacia un gran bulto que ocupaba casi toda la cochera— es que me ayudes con esto…
-¿Con que?...—pregunto extrañado.
-¡Con esto! —respondió descubriendo el bulto y dejando ver un auto que los ojos de Blaine era más viejo que él, Cooper y sus Padres, todos juntos. Era un auto rojo y enorme, con el capo y el portamaletas excesivamente grandes, comparado con los autos de la actualidad. Tenía unas líneas de cromo que lo recorrían entero y las luces traseras eran como dos ojos de gato. Los dos “tailfins” que tenía en la parte de atrás, delimitaban el maletero con la forma de dos alas aplastadas. Blaine pensó que era el auto más gay que había visto en su vida.
-Es un auto… —dijo sin entender nada.
-Es un gran auto… —corrigió su Papá entusiasmado casi como un niño.
-¿De dónde lo sacaste?… esta… un poco viejo… ¿no crees? —dijo Blaine tocando el óxido que se asomaba entre el capo y el vidrio del parabrisas.
-Es un Chevy del 59, es su deber ser viejo —dijo el Sr. Anderson levantando el capo— ven… —agrego apuntando el motor— este motor es algo incomparable, y merece una segunda oportunidad.
-Papá, ¿Qué quieres que haga?, yo sé bastante poco de autos… —dijo arrugando su nariz.
-Pues yo igual…—respondió su Padre haciendo el mismo gesto de su hijo.
-Entonces…
-Entonces… creo que dos cabezas piensan más que una, así es que entre los dos podremos rearmar este —dijo apuntando las dos cabezas pensantes.
-¿Crees que podamos? —quiso saber Blaine sonriendo mientras volvía a tocar el oxido con sus dedos.
-Pues yo creo que si… especialmente si comenzamos ahora.
-¿Ahora?...
-Si… dijiste que no estabas haciendo nada… dame esa llave que está en el mesón.
-Papá, estaba estudiando, además…—explico mientras buscaba la llave de todos modos— no crees que deberíamos tener un plan primero.
-¿Un plan?... ¿para qué?
-Para que nos resulte esto es decir, yo sé un poco de autos en especial de los clásicos, pero es solo teoría, tu igual, necesitamos un plan —dijo separando las silabas mientras golpeaba el dorso de su mano derecha contra la palma de la izquierda.
-¿Y cuál sería ese plan? —pregunto su Papá tratando de soltar una tuerca del motor sin éxito alguno.
-Por ejemplo, no sé… buscar que tipo de auto es este…
-Es un Chevy del 59…
-Lo sé… —dijo Blaine entornando sus ojos— pero, ¿Cómo desarmaremos un auto en este espacio tan pequeño?, piensa los días en que Mamá lava la ropa —advirtió apuntando a la lavadora y secadora que estaban en uno de los rincones.
-¡Ah!, eso lo tengo resuelto… —dijo tomando un pequeño control remoto y abriendo la puerta de la cochera— lo moveremos hasta aquí…—dijo señalando la entrada.
-¿A la calle? —pregunto como si aquello fuera algo desquiciado a hacer.
-Es nuestra salida… nadie tiene porque decir algo —respondió el Señor Anderson mirado las casas vecinas, como esperando que uno de sus vecinos viniera a reclamarle.
-Ok... otra cosa… ¿sabes si las piezas que necesita deben ser originales?...
-Pues no lo sé…—respondió el Señor Anderson rascándose la cabeza con la llave de ¾.
-Entonces… ¿no crees que deberíamos tener un plan?
-Pues yo tengo un plan, y es que luego que arreglemos este auto, tú y yo nos iremos en un viaje hasta donde lleguemos.
-¿De verdad? —pregunto Blaine arrugando el entrecejo.
-De verdad… bueno si quieres y si tu Mamá está de acuerdo claro…—dijo el Sr. Anderson haciendo un gesto con su cara como si su esposa fuera la jefa de todo y de todos en la casa.
-Claro…—respondió riendo.
-¿Entonces?... ¿Qué dices?...
-Me encantaría…
-Listo entonces…
-¿Dónde iríamos?
-No lo sé… ¿México?
-Un poco lejos, y dudo que este auto llegue ni siquiera a cruzar Illinois, además mejor vamos hacia el norte, así no tendremos problemas con el idioma si conseguimos llegar a Canadá.
-Muy cierto —dijo apuntándolo— pero confiaba en tu español… yo solo sé decir “gracias” “cuánto cuesta” y “por favor”—dijo su Papá hablando en un trabado y rustico español.
-“Bueno, yo sé mas palabras que esas”—respondió Blaine en uno más fluido y elegante.
-¡Perfecto!...—exclamo sin entender una sola palabra— ahora a tu plan…—dijo su Papá apuntándolo con dos llaves diferentes.
-Iré por mi computadora, en el sitio Web de la Chevrolet, habrá mucha información.
Blaine subió a su habitación por su computadora y su Padre se quedo en la cochera pensando que la idea que había tenido era estupenda, el tiempo que pasaría con él le serviría para estrechar lazos con su hijo y tal vez para que dejara lo que él llamaba “Su asunto”
-¿Papá?...—pregunto Blaine llegando con su computadora en la mano.
-¿Si?—respondió este casi dentro del motor y hablando como si estuviera cargando 500 kilos en las olimpiadas.
-¿Por qué quieres hacer esto conmigo?... es decir, ¿lo haces porque quieres? o ¿Por qué crees que así dejare de ser gay?
-¿Cómo?... ¡Auch! —grito al sentir el capo caer sobre su cabeza
-¡Papá!... ¿estás bien? —dijo Blaine acercándosele y mirándole la cabeza.
-¡Ay!… —dijo el Señor Anderson tocandose el lugar del golpe— estoy bien…
-¿Seguro?...es la cabeza…—advirtió su hijo poniendo cara de neurocirujano.
-Si… —respondió desordenándose el pelo, como si quisiera producir energía estática — ¿Qué?— agrego al ver que su hijo comenzaba a reírse.
-Tienes la nariz sucia… y la frente también…—advirtió Blaine riendo y apuntando esas partes en la cara de su Papá— y ahora el mentón…
-¡Dame una toalla entonces!...—respondió riendo también.
-Toma…—dijo Blaine sin poder parar de sonreír.
-¿Qué me estabas diciendo?...—pregunto limpiándose.
-Nada… mira… —dijo abriendo el computador sobre el capo oxidado del auto— busquemos… “59 Chevy” —agrego tecleando las palabras.
-¿Qué dice? —quiso saber el Sr. Anderson limpiándose ahora las manos como si ya hubiese trabajado media mañana en labores de mecánica y poniéndose la toalla en la cabeza, como esperando verla llena de sangre o masa enecefalica.
-Bueno, hay 59 millones de resultados en Google, veamos esta —dijo escogiendo la opción que a su juicio era la más apropiada— mira… —añadió mostrándole la pantalla— es la distribuidora de las piezas originales, ¿sabes si el auto funciona?
-Funcionaba hasta 1995, no se ahora…
-¿Qué tal si lo arrancas y vemos?
-Excelente idea… —dijo su Papá buscando las llaves en uno de los tantos frascos de vidrio que tenia colgados en el estante de la cochera.
-¿Y de quien es este auto? —quiso saber Blaine, mientras buscaba información sobre autos antiguos y talleres donde podrían encontrar las piezas que pudieran necesitar.
-Era de tu abuelo…—dijo abriendo la puerta.
-¿Del abuelo?, ¿cómo llego hasta aquí?
-Lo mande a traer de la bodega donde estaba… lo trajeron anoche.
-¿Y por qué, él nunca quiso repararlo?
-Trato de hacerlo conmigo, pero yo era muy torpe y descuidado, nunca consiguió que me comprometiera 100% en su proyecto.
-¿Qué te hace pensar que yo no actuare como tú?—dijo Blaine mirándolo por sobre la pantalla de la computadora.
-Porque tú eres diferente, diferente a mí, diferente a Cooper, no paras algo hasta que no lo terminas, eres más comprometido y mucho, pero mucho más listo que yo…—dijo subiéndose al auto y haciendo conexión para encenderlo.
Blaine sonrió al escuchar a su Padre halagarlo con tanta pasión.
-¿Listo?... mejor quitas el computador, no vaya a estallar o algo —advirtió el Sr. Anderson dramatizando demás.
-Ok…
-¿Ahora si?...
-Dale…
El Sr. Anderson encendió el auto y al principio hizo un ruido como de alguien que se está ahogando para continuar con uno que asemejaba un tren recién emprendiendo la marcha, piso el acelerador y una gran nube de humo salió del tubo de escape, seguido de una pequeña explosión, el auto dejo de funcionar en ese mismo instante.
-Creo que no funciona… —concluyo el Sr. Anderson como si hubiera descubierto la penicilina.
-Al parecer no… mira aquí hay un video de alguien que hizo lo mismo que intentas… que intentamos hacer nosotros, tal vez si lo vemos podemos saber las piezas que necesitaremos.
-Gran idea, pero aunque necesitemos piezas, ¿Dónde las conseguimos?
-¿Páginas amarillas?
-No lo decía yo, eres mucho más listo que yo… voy por ella… —dijo cerrando la puerta de un golpe, casi enojado con el auto porque no funcionaba como él lo esperaba.
-No es necesario que traigas la guía telefónica, “Páginas Amarillas” tiene también su sitio en internet.
-Por supuesto que lo tiene —respondió dándose un golpe en la frente, como evidenciando estupidez y retrocediendo lo que había avanzado hacia la cocina.
-Bien, en Westerville hay una que está cerca del centro comercial,..
-¿Solo una?... ¿qué clase de pueblucho es este?
-Hay mas ciudades en Ohio Papá… mira en Lima… hay 5… creo que este es la más grande…”Hummel tires and lube”… esta la dirección y todo.
-No queda tan lejos… ¿vamos?
-¿A Lima?...
-Si…
-¿No crees que está muy lejos? —dijo Blaine continuando la búsqueda— ¡mira!... aquí hay otra en Westerville.
-¡Ah!... genial, ¿no dije que eres el mejor?... vamos a esa…—dijo el Sr. Anderson sacudiéndose un poco el polvo que le había caído en la ropa.
-Pero… ¿Qué hay de Mamá?... ¿no le avisaremos?
-La llamare desde el auto, además, dijiste que iba al supermercado ¿verdad?
-Si así es…
-Pues tardara un par de horas en eso… ¿vamos?
-Vamos… pero no esperes que entre allí… yo hice todo el trabajo de buscar las piezas, tú debes enfrentar el resto.
-Perfecto…

-Ese debe ser…—dijo Blaine apuntando al entrada del taller.
-Así es… acompáñame…
-No… te dije que no quería, tú debes hacerlo solo, es tu idea la del auto.
-Bien… —dijo bajándose— cualquier cosa me tocas la bocina— agrego dando dos bocinazos.
-“¿Cualquier cosa?”, Papá no tengo seis años… —dijo Blaine moviendo los botones de la radio.
-¿Estas molesto por algo?
-No…
-¿No querías venir?
-Papá, estas prácticamente en medio de la calle, o cruzas o te metes al auto, pero ese limbo puede provocarte un accidente.
-Bien… pero aun necesito una explicación —dijo mientras se retiraba— ¡llama a tu Mamá!—grito mientras cruzaba corriendo.
-¿Qué?... ¡Papá!...—exclamo de vuelta un poco harto de todo el trabajo que le estaba dando el plan del auto, y eso que ni siquiera había comenzado. Tomo su teléfono y llamo a su Mamá para contarle la idea que había tenido su Papá, y que en ese momento se encontraban al este de Westerville buscando repuestos para un auto. Le explico que llegarían tarde y dijo unos cuantos “si” a las advertencias de su mamá sobre el esfuerzo que estaba haciendo su papá para reforzar su relación con él. Blaine le explico que temía que solo estaba haciendo aquello para tratar de cambiar lo que era, su madre le respondió su acostumbrado “Tonterías”.
Blaine termino la llamada y echo su cabeza hacia tras en el asiento, subió la radio y se quedo un buen rato esperando a su Papá, nunca había estado en esa parte de la ciudad y lamentaba que fuera para buscar algo que le interesaba bien poco.
-¡Listo!—dijo el señor Anderson subiéndose al auto.
-¿Listo qué?... no traes nada.
-Te recuerdo que tu plan comenzaba por buscar, y aquí lo tiene todo aunque me recomendó que visitara ese taller que mencionaste en Lima, el de “tires and lube”
-¿Si?... preguntaste por el auto.
-Pregunte… —dijo el Señor Anderson— me atendió un señor extra amable, y lo creas o no me felicito por tener esta idea con mi hijo— dijo el Señor Anderson haciendo una seña por la ventana a los autos que venían, con el afán de que lo dejaran salir.
-¿De verdad?, bueno, yo también creo que es una buena idea Papá, gracias.
-A ti hijo… —respondió el Papá de Blaine desordenándole el pelo— ahora cambia esa música y pone mi disco de los “Foals”
-¿Qué te dio por esta banda?— pregunto Blaine sacando un CD de la guantera.
-Oye…son geniales.
-Es Rock progresivo Papá, son pocos los que lo entienden realmente… me gustaba más tu fase de “The Beatles”
-Esa va y viene así es que apróntate… ¡escucha por favor! —dijo subiéndole el volumen a la radio, comenzó a mover su cabeza y a cantar a medida que conducía. Blaine creyó que nunca se había sentido tan cerca de su Padre como en ese instante, sonrió satisfecho al comprobar aquello.

Noviembre de 2010

-Hola… siento llegar tarde.
-No te preocupes, yo también llegue un poco tarde… —respondió Blaine sentado en una de las mesas del Lima Bean.
-¿Tu?... ¿tarde?... ¿Qué paso con tu reloj interno?...
-¿Cómo?
-Eso, todos los días vienes aquí a las 15:30 y pides tu “Médium Drip”, luego te vas a tu casa, hasta el otro día, que haces lo mismo…
-¿Me has estado siguiendo? —pregunto Blaine divertido.
-¿Qué?... ¡NO!... —dijo Kurt pensando en ese instante en lo que había dicho y sintiendo su cara como un tomate al sol.
-Ok… voy por café —dijo sonriendo—… ¿Qué quieres?
-Un “Moca desnatado” por favor…—dijo Kurt con la voz media ida, tanto por lo que había sucedido en la escuela y como también, porque casi se pone en evidencia frente a su amigo.
-¿Estás bien?... ¿quieres algo de comer?
-No solo el café… gracias.
-Ok…—dijo Blaine dirigiéndose a la barra.
Kurt dio un suspiro y saco de su bolso un envase de plástico del porte de un sándwich, lo puso sobre la mesa y espero que Blaine tarjera su café.
-“Moca desnatado”… —dijo poniendo el vaso delante de él.
-Gracias…
-¿Qué es esto?...—quiso saber Blaine apuntando el contenedor de comida.
-Es para ti… —contesto Kurt moviéndolo por la mesa hasta dejarlo al alcance de su amigo.
-¿Es torta?...—dijo abriéndolo— ¿de la boda de tu Papá? —agrego oliendo el contenido del envase y metiendo el dedo para probar la crema.
-Así es… quise traerte parte del coctel, pero los invitados estaban especialmente hambrientos en la recepción, ¿Qué pasa con la gente en las bodas?...
-Gracias Kurt… ¿Qué tal estuvo todo?... espera, voy por una cuchara… —dijo Blaine levantándose de nuevo y chupándose los dedos que tenia cubiertos de crema.
Kurt sonrió y pensó que no sabía cómo era posible sentirse tan conectado con alguien luego de tan poco tiempo.
-Una para ti… —dijo entregándole el cubierto de plástico— y la otra para mí —agrego limpiando la suya con una de las servilletas de la mesa— ahora cuéntame todo por favor.
-Todo salió a la perfección, mi Papá canto y bailo como nunca en su vida, los chicos del Club Glee también lo hicieron… todo fue maravilloso.
-Y todo lo organizaste tú… lo que es un merito extra y por lo que deberías darte crédito, ¿tu Papá estaba contento?— pregunto mientras comía del pastel.
-¡Súper contento!… Carol es una mujer fantástica, me alegra que pudiera encontrar a alguien…
-¿Nunca salió con nadie luego que tu mamá murió?
-No… —dijo Kurt sacando un poco de la torta de novios, antes que Blaine se la acabara por completo— o al menos que yo sepa… —dijo sonriendo.
-¿Cómo se conocieron?
-Yo los presente…
-¿De verdad? —dijo Blaine bebiendo café y tragando torta.
-Si, en una reunión de Padres, pensé que si ambos eran viudos y estaban solos en el mundo, era mejor que se juntaran, así es que… ¡los presente!
-¡Qué bonito Kurt!... dos almas solitarias se juntaron gracias a tu intento altruista.
-No fue tan altruista, así que no me alabes tanto… —respondió bebiendo café.
-¿Por qué no?
-Porque no… y no quisiera hablar de eso, además la razón ya no existe —dijo sonriendo y pensando que mirándolo a él, resultaba casi ridículo que alguna vez pensara que Finn era atractivo— ¿quieres ver fotos? —añadió Kurt sacando su teléfono para cambiar de tema y no tener que explicar las verdaderas razones que tuvo entonces para juntar a Carol con su Papá.
-Ok…—respondió Blaine limpiándose con tres servilletas.
Kurt puso el teléfono en medio de los dos y comenzó a pasar las fotos.
-¿Ese es el salón?...
-Si… no sabes con todas las personas que tuve que hablar para conseguirlo en tan poco tiempo... nadie le advirtió a mi Papá que una boda requiere de un año de planeación como mínimo —dijo Kurt haciendo el 1 con su dedo índice— ¡Mínimo!
-¿Tanto tiempo?
-¡Obvio! —exclamo pasando la siguiente foto— son muchas las cosas que hay que preparar…
-¡Qué lindo los colores! todo se ve rojizo y coñac... los colores oficiales de las bodas de otoño, debo decir… —dijo Blaine acercándose al teléfono para ver mejor las tres fotos siguientes que mostraban el salón ya listo para la fiesta.
-Es lo que dije yo… ¡amo las bodas!
-Y yo… ¿crees que alguna vez habrá oportunidad para nosotros?
-¿Noso...?... ¿nosotros?...—pregunto Kurt tragando saliva.
-Si… es decir… no tú y yo… sino que tú con alguien y yo con alguien...—trato de explicarse Blaine, tapando su incomodidad con una carraspera— me refiero a nosotros como gays… siempre me he preguntado si algún día se darán cuenta que tenemos el mismo derecho que los heterosexuales de casarnos y formar una familia.
-Claro… estoy seguro que es día llegara tarde o tempano…—dijo Kurt mirando un instante a Blaine e imaginando todo lo que era posible de imaginar referente a aquello, en los cinco segundos que tenía antes que este se diera cuenta que lo estaba observando.
-Kurt las flores son hermosas… todo combina perfectamente… ¿de dónde sacaste las ideas?
-Gracias… al fin el baúl con revistas de bodas que tengo desde que tenía dos años sirvió para algo —dijo pasando las siguientes fotos.
-¿Esa es Mercedes?, se ve muy bonita…
-Es gracias al corte “godet” de los vestidos, estilizan cualquier talla.
-Pues se ve preciosa…—insistió Blaine mirando la siguiente foto.
-Merito también de la costurera que entendió que existen personas que necesitan otro tipo de trabajos, mas allá de una bastilla o reemplazar un cierre defectuoso, claro que convencerla a que lo hiciera como yo quería, fue otra tarea titánica.
-¿Tu los diseñaste?
Kurt hizo un gesto positivo levanto una ceja engreído.
-Son hermosos… ¿Por qué no los cociste tú?
-Porque eran muchos, buen eran solo seis, pero tenía más cosas que preparar y no tendría el tiempo suficiente.
-Bueno, para ser una señora que solo se dedica a los cierres…quedaron perfectos —dijo Blaine moviendo el teléfono para mirar el vestido de Mercedes desde diferentes ángulos —merito del diseñador…
-Gracias…—dijo Kurt un tanto avergonzado por el tercer halago consecutivo que recibía de parte del chico irresistible de Dalton.
-¿Quién la chica al lado de Mercedes? —pregunto Blaine apuntando la pantalla.
-Es Rachel, es la novia de Finn…
-¿La que siempre quiere cantar los solos?
-La misma… ella y Finn tienen una relación, pero yo no le doy mucha vida…
-¡¿Por qué?!...
-Porque es Rachel… es tan talentosa como irritante… —Blaine lo quedo mirando con una ceja levantada— cuando la conozcas lo entenderás… —sentencio Kurt haciendo un gesto.
-OK…
-La rubia es Quinn y el aun mas rubio que está a su lado es Sam, su novio —explico Kurt apuntándolos
-¿Todos salen con alguien en tu Club Glee?...
-Todos menos yo… y Mercedes… —dijo Kurt mirando fijo a Blaine y esquivando la mirada cuando este se sintió observado— en fin… siguiendo con las parejas, esta es Tina y su novio Mike.
-Esa foto es preciosa… ¡me encantan las bodas!
-Lo es… aunque creo que si mi Papá tuviera cabello su traje luciría más.
-¿Por qué lo conozco a él? —dijo apuntando a Artie y echándose a la boca una gran porción de torta.
-¿A quién?...
-A “ed”… —trato de decir Blaine con la boca llena. Con una mano se cubrió la comida que masticaba y con la otra hizo un gesto como de retroceso, para que Kurt volviera a la foto de antes— a él…—agrego apuntando y tragando al mismo tiempo.
-¡Ah!... el es Artie, lo conociste en Mckinley, ¿recuerdas? ¿en la cafetería?
-¡Ah claro!, cuando yo te invite un almuerzo —dijo Blaine poniendo énfasis en el “yo”, y apuntándose así mismo mientras hablaba.
-¿Me estas cobrando la invitación?
-No… pero que quede claro que tú me debes una invitación a mí.
-Lo recordare…
-¿Este es el pastel que nos estamos comiendo? —pregunto Blaine apuntando una foto de la torta de novios.
-El mismo, chocolate y glace de limón.
-Pues esta exquisito… y creo que el hecho que puedas estar más tranquilo en la escuela te ayudo a organizar todo esto… ¿no lo crees?
-Lo creo… la presencia de ese Neanderthal me crispaba los nervios… si tan solo entrara en razón.
-Nadie puede hacerlo entrar en razón, sino acepta lo que es…
-Sí, supongo que tienes razón… hablando de Karofsky… quería contarte algo.
-¿Qué cosa?...
-Volverá a la escuela…
-¿Cómo?... Kurt… ¿Cuándo?, ¿el próximo año?
-No, volverá mañana…—explico Kurt que seguía pasando las fotos en su teléfono sin que ninguno de los dos las mirara.
-Creí que lo habían expulsado por lo que te hizo —exclamo Blaine tirando al cuchara a la mesa, como si el cubierto de plástico tuviera la culpa de algo.
-Así es, pero también tenía la opción de apelar a la Junta Escolar, y todos ellos decidieron que no habían ni suficientes evidencias, ni testigos, ni nada que reafirmara mi versión, así es que… volverá mañana.
-Kurt… ¿como estas?
-Aterrado…
-Que estupidez de Junta Escolar… ¿Qué puedo hacer?
-No hay nada que hacer…
-Claro que sí, siempre lo hay… tal vez podría hablar con él de nuevo, hacerlo ver que su actitud no conduce a nada, podría recomendarle algunos grupos de apoyo, ¿Qué tal tus amigos?, ¿ellos no pueden protegerte o algo?
-Me ofrecieron su protección, pero es diferente sentirse asustado a sentirse amenazado, y es lo que siento cada vez que lo veo, o cada vez que siento que alguien camina tras de mí, o escucho un ruido en los pasillos… y no quiero vivir así… no es justo.
-Por supuesto que no lo es… ¿quieres un vaso de agua?... espera… —dijo Blaine dirigiéndose a la barra— toma —agrego entregándosela.
-Gracias…
-¿Qué vas a hacer?
-Bueno, Papá y Carol encontraron una solución…
-Cual…
-Transferirme a Dalton.
-¿Estás hablando enserio?
Kurt asintió con su cabeza con una mueca entre alegría y desazón en su rostro.
-Pero el dinero… dijiste que…
-Renunciaran a su luna de miel, lo que me hace sentir aun mas mal…—interrumpió Kurt restregándose una sien y el entrecejo con dos de sus dedos.
-No te sientas así… si lo hicieron fue porque no quieren verte pasarlo mal… —advirtió Blaine casi tomándole la mano, pero dándole tres golpecitos en el antebrazo en cambio.
-Claro… bueno ahora me tendrás de compañero, no de clases porque soy más grande que tú… pero si de escuela.
-Kurt eso es genial…
-Lo sé… una escuela con cero tolerancia la abuso es lo que necesito ahora, y es lo que al parecer es la tuya.
-Lo es… Kurt…. lo pasaras muy bien en Dalton, será como un nuevo comienzo… y los chicos de los Warblers te darán la bienvenida como si te hubieras unido desde siempre… te lo prometo —dijo Blaine poniéndole una mano en un hombro.
-¿Crees que soy lo suficientemente bueno para que me dejen entrar a los Warblers?
-¡Por supuesto que sí! —exclamo sacando el ultimo trozo de pastel del contendor de plástico.
-¿Cómo los sabes?... nunca me has escuchado cantar… —dijo Kurt tapando el envase ya vacio y guardándolo en su bolso.
-Bueno…—respondió Blaine limpiándose la boca y bebiendo café— el otro día cuando fuimos ver “Rent” al teatro comunitario, Greg Evigan tuvo que hacer un gran esfuerzo por hacer que su voz superara a la tuya en “One Song Glory”
-No cante tan alto… —dijo Kurt sintiendo un poco de vergüenza.
-Yo diría que si…—insistió Blaine arrugando al nariz y mirándolo como de lado— el asunto es Kurt, que yo te recomendare con lo Warblers… y solo deberás audicionar si quieres tener un solo…
-Vaya… eso si que será difícil.
- No lo será… encajaras perfecto… solo me preocupa que extrañes demasiado a Mckinley…
-Bueno aun no me he ido y ya los estoy extrañando… y lo peor es que creo que no es justo que yo tenga que arrancar si no he hecho nada malo…
-Y eso lo sabes tú, que es lo importante…
-Supongo… —dijo Kurt mirando su vaso de café.
-¿Cómo puedo hacerte sentir mejor?
-No tienes que hacer nada… no es tu obligación.
-¡Claro que lo es!... eres mi amigo… ¿o no?, ¿otro “moca desnatado”?
-No, estoy bien con este… además, eso significaría que te debería dos invitaciones.
-¡Ya se! —exclamo chasqueando los dedos de una mano, como si se le ocurriera de pronto la mejor idea del mundo. Tomo su teléfono y comenzó a buscar algo— “Ocean's Eleven”, la original y única en el “Revival House”… ¿Qué dices?—dijo enseñando la cartelera de la pagina web del cine de películas antiguas en el centro de Lima.
-No tienes que hacer esto Blaine…
-Claro que si… —respondió levantándose— ¿vamos? —insistió colgándose el bolso y poniendo la silla en su lugar.
-Bueno, creo que disfrutar del “Rat Pack”, sin la mafia y sin los Kennedy, es algo que podría animarme —dijo soltando un suspiro mientras ordenaba sus cosas para levantarse.
-¡Por supuesto que si!—exclamo Blaine extendiendo su mano para que Kurt saliera primero.
-Ok… gracias… —dijo Kurt sonriendo con más ganas y comenzando a avanzar con él hacia la entrada.
-Eso sí… —dijo volteándose— después del almuerzo de la otra vez, de ese “Moca Desnatado” que no te cobrare y de las entradas al cine… me debes tres invitaciones… tres —dijo sonriendo de manera divina, mientras contaba sus acciones con los dedos de su mano derecha.
-Lo tendré en cuenta —respondió Kurt soltando un suspiro y pensando que tal vez no era tan malo el abandonar Mckinley y llegar a la Academia de Dalton después de todo.