(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

31 de Octubre de 2011


-¿Aun no estás listo?
-¿Qué hora es? —pregunto Kurt mientras cerraba la puerta de su casa y se reajustaba la bata azul de seda que vestía.
-Las siete —respondió Blaine mirando su reloj.
-¿Y a qué hora debemos estar en la fiesta?
-A las nueve…
-Entonces tenemos tiempo... me reprendes sin motivo —dijo Kurt haciendo un puchero.
-Sí, pero, recuerda que dijimos que pasaríamos a alguna que otra casa a pedir dulces…—respondió Blaine ilusionándose como si tuviera ocho años.
-Alcanzaremos a hacer todo eso… ¡hola!..
-Hola…—respondió Blaine dando un beso.
-¿Trajiste lo que te pedí?
-Lo traje… espero y sea de tu agrado, mi mamá a veces compra cosas estrafalarias y este bolero de animal print es una de ellas —explico Blaine sacando de una bolsa de papel una chaqueta corta, cuya tela asemejaba ser la piel de un leopardo café.
-¡Blaine es perfecta!...—exclamo Kurt mirándola por todos lados y leyendo la etiqueta para ver la talla y la marca de la pieza de ropa— es muy costosa, ¿estás seguro y tu mamá te la presto?
-¡Claro que sí!, ¿Qué crees que voy por ahí robando piezas de ropa femenina?... le explique lo que haríamos para Halloween y no pudo negarse.
-¿Ve el programa acaso? —quiso saber Kurt probándose la pequeña chaqueta— ¿de verdad?—insistió al ver que Blaine hacia un gesto positivo con su cabeza.
-Creo que ama a “Nicole Polizzi”
-Eso sí es algo que no me esperaba… ¿Qué?... —dijo Kurt al ver que Blaine lo miraba con cara divertida.
-Nada… es solo que… creo y  podrías ponerte un saco de patatas y te verías bien igual…
-Gracias… me hacían falta tus halagos… déjame mirarte —dijo Kurt tomando la mano de Blaine y elevándosela por sobre la cabeza para hacerlo girar y poder admirarlo de todos los ángulos.
-¿Qué tal?...—pregunto mientras se movía y hablaba como originario de New Jersey.
-¡Excelente!... y porque te he visto sé que ocultas tu propia “Situation” bajo esa camiseta—agrego levantando una ceja.
-Gracias…—dijo Blaine sintiendo un poco de calor.
-¡OK!... creo que me desmaye por un segundo —exclamo Kurt moviendo su cabeza— ¿incluiste gafas?— pregunto como si se hubiese quedado hipnotizado pensando en la “Situation” que Blaine ocultaba bajo su camiseta blanca sin mangas.
-Por supuesto… —respondió sacando un par del contenedor en forma de  la cabeza de calavera de un pirata que traía para recibir los dulces— “Estoy protegiendo a los elementos de la brillantez de mis ojos”— respondió sonriendo y hablando como el sujeto a quien representaba.
-Ok… ¿esos pendientes?...
-Son con broche no te preocupes —dijo Blaine quitándose uno y enseñándoselos a su novio.
-Son muy bonitos, ¿de tu mamá también? —pregunto Kurt mirando uno en la luz del recibidor, como si avaluara los quilates en un diamante.
-No… los compre en el centro comercial… además de esto —dijo entregándole una pequeña bolsa de la tienda por departamentos—creo que es algo que necesitaras para dar más realismo a tu disfraz.
-Estas muy entusiasmado… ¡Me encanta eso!… —dijo abriéndola— ¡ah!... mucha razón—añadió sonriendo y leyendo las instrucciones de la base de maquillaje.
-Es la más oscura que había, asumo que es color “Snooki”
-Decir algo así, ¿no es una especie de racismo?, Blaine Devon Anderson…
-En realidad… lo siento…—respondió haciendo una mueca.
-Está bien, además  lo pasare por alto porque me agrada cuando derrochas entusiasmo por algo…  
-Es porque me gustan las fiestas, bueno San Valentín es mi favorita como sabrás, pero en realidad me gustan todas, en especial porque ahora estoy contigo…
-Tienes razón… nuestro primer día de brujas juntos… será una fiesta genial, te lo prometo…
-¿Prometes bailar conmigo? —dijo Blaine acercándolo a él por la solapa del bolero.
-Tendrás que embriagarme lo suficiente.
-Hare lo posible —respondió Blaine mirando a todos lados antes de besarlo.
-OK…—dijo Kurt apartándose— si no me comporto, terminaremos saliendo para “Thanksgiving”… termino en un instante
Blaine hizo un gesto de incredulidad ante aquella afirmación que por todos lados resultaba ser falsa.
-¡Esta bien!... no será un instante pero juro que terminare antes de las nueve —dijo dando una especie de salto y otro beso a su novio— ¡Lo juro! —exclamo mientras se dirigía a su cuarto.
-¿Estas solo?...
-¡No!... ¡Mi Papá y Carol andan por ahí! —grito Kurt de vuelta— ¡si tienes hambre come lo que quieras! —agrego menando su mano, como si abarcara todos los lugares donde había comida en la casa de los Hummel.
-¿Puedo encender el televisor?
-¡Claro!... ¡creo que están pasando películas de terror en el canal de clásicos!
Blaine sonrió y se dirigió a la sala, encendió el televisor con propiedad y se acomodo en el sofá, guardo las gafas oscuras en la “cabeza de calavera” y se puso el pendiente que se había quitado, dejo sus cosas hacia un costado y subió los pies en la mesa de café. Cambio un par de canales y se quedo en canal de películas que Kurt le recomendara.
-¡Los pies en el piso Anderson!…
-¡Burt!... hola, disculpa… —respondió bajando sus pies de inmediato— estoy esperando… bueno Kurt me dijo que encendiera el televisor…—agrego apuntando el aparato con el control remoto como excusándose de su comportamiento confianzudo.
-No hay problema… ¿Cómo estás? —pregunto estrechándole la mano.
-Bien… ¿tú?
-Si no fuera porque estoy usando un disfraz, estaría fenomenal… ¿adivinas quién soy? —dijo Burt acomodándose un gorro de los “New York Yankees”.
-Bueno, juzgando por tu gorro y tu camiseta número 5 y lo antiguo del diseño de ese uniforme… diría que “¿Joe Dimaggio?”
-¡Exacto!... —exclamo apuntándolo y soltando una risa como de terror— Kurt creyó que era el muñeco que mueve la cabeza en los autos —añadió sonriendo— ¿tú?... ¿un rapero o algo?—dijo mirándolo de arriba abajo.
-No… soy  “Michael Sorrentino”...
-¿Quién?
-Uno de los chicos de “Jersey Shore”…—agrego apuntándose de arriba a abajo.
-¿Eso es una banda?
-No, un programa de televisión, Kurt será Snooky y yo… ”The Situation” —contesto Blaine moviendo sus manos, como si sus dedos fuesen dos armas cargadas.
-¡Ah!... ¡genial! —dijo sentándose en su silla sin tener idea de quienes hablaba el novio de su hijo.
-¿Iras a una fiesta?
-Con Carol, iremos a una en el Rotary Club… con tantos socios dueños de funeraria era lo menos que podían hacer, organizar una fiesta de terror, con toda esa disposición de ataúdes, se supone y el tema es libre o algo así… pero Carol insistió que debíamos ir como una pareja famosa, así es que…
-Marilyn Monroe y Joe Dimaggio… una de las mejores.
-Deberías decirle eso a Kurt, según él haber elegido a Dimaggio es casi una ofensa al recuerdo de Marilyn.
-¿Por qué?
-Porque Dimaggio solo la hizo sufrir…—respondió Burt encogiendo sus hombros y haciendo un gesto de ignorancia con su boca.
-Creí que había sido su verdadero amor —reflexiono Blaine perdiendo su vista en el televisor.
-¿Tus padres asistirán a alguna  fiesta?
-Sí, bueno… no disfrazados, lo lúdico no es su fuerte, pero asisten a alguna que otra reunión, ¿Carol no está?
-Aun vistiéndose... ¿Qué película es esa?
-No lo sé… acabo de encender el televisor… si quieres ver algo… —dijo Blaine entregándole el control remoto.
-No, está bien, además debemos salir en… ¡cinco minutos! —grito Burt hacia los dormitorios— a ti en cambio, te aguarda una larga espera…
-Lo más probable…—respondió Blaine asintiendo  en tono resignado y poniendo ojo a la película que estaba comenzando
-Creo que es “Nosferatu” ... ¿o no Anderson? —dijo Burt apuntando el televisor.
-No, es “The Cabinet of Dr. Caligari” , un clásico de clásicos, debo decir.
-Ah…claro, bueno nunca la había escuchado… ¿sabes que Kurt odia todo lo relacionado con el terror?, ¿verdad?
-Lo sé… tengo un par de video juegos  a los que tuve que removerles la caratula, porque lo ponían nervioso —conto Blaine sonriendo complacido,  como si consentir a Kurt fuera lo mejor de la vida.
-Buenas noche Señor Anderson…—dijo Carol poniendo voz sexy.
-¡Carol!... ¡wow!... ¡te ves espectacular! —exclamo Blaine al ver a la madrastra de Kurt con un vestido Blanco y una peluca rubia, que la identificaban como la diva del cine.
-¿En serio?... ¿no crees que exagere? —dijo mirándose la pollera del vestido.
-No, te ves muy bonita…
-¡Cuidado Anderson!, es de tu suegra de quien estás hablando… pero debo darte crédito porque en realidad mi mujer se ve espectacular…
-Gracias cariño…—dijo Carol dándole un beso— ¡Burt!, ¿Qué clase anfitrión eres? —añadió dándole un golpe en el hombro—¿no le has ofrecido nada a Blaine?
-La verdad es que no… ¿quieres algo Anderson?
-No… no es necesario, nos iremos a una fiesta después, asumo y habrá comida.
-Por supuesto que la habrá, ¿Finn y Rachel van a la misma fiesta?—quiso saber Carol abultándose la peluca a la altura de las orejas.
-Supongo… Artie nos invito a todos —contesto Blaine volviendo a sentarse y a mirar el clásico del terror de 1919— como es el director del musical, cree que servirá para conocernos y unirnos como compañía… aunque en realidad somos los mismos que nos vemos a diario… a excepción de Santana y Britt…
-¡Ah claro!, las desertoras…
-¡Exacto!, y no sé si ellas aceptaron la invitación, pero vamos… ¿quién discute con el director del musical de otoño?
-¡Claro el musical!... Kurt nos conto que,  ¿obtuviste el papel principal?
-Si, seré Tony…
-¿Pereces decepcionado?...—dijo Carol sentándose en el brazo de la silla de su esposo.
-No… no lo estoy, es un gran papel es solo que… da lo mismo —dijo Blaine acomodando la “cabeza de calavera” junto a su cuerpo.
-¿Solo que, que Anderson?—dijo Burt inclinándose hacia adelante en su silla y recibiendo una mirada de reprimenda de Carol— ¡Que! —agrego mirándola.
-No se preocupen, está bien.
-¿Pediste un taxi Carol? —dijo Burt como queriendo que su esposa saliera de la habitación.
-¿No debías pedirlo tú? —respondió esta mirado su amplia pollera y deseando que hubiera un ventilador bajo de ella.
-No… tu debías pedirlo… —insistió Burt dándole una mirada con las cejas alzadas a ella y luego a Blaine.
-¡AH!, ¡claro! —dijo por fin cayendo en la cuenta— permiso…
-¿Qué sucede Blaine?, ¿te peleaste con mi hijo?
-¡No!... ¡por Dios no!... es solo que todo este asunto del musical es un poco complicado…
-¿Por qué?
-Porque… Kurt quería ese rol desde el comienzo y a pesar que ha sido un gran apoyo y a comprendido que no quise quitarle el puesto ni nada, pienso que igual, se siente un poco pasado a llevar o algo así —termino por decir Blaine tragando saliva y pensando que como era posible que sintiera más confianza con un par de extraños que con sus propios padres.
-¿No está siendo pesado contigo o sí? —pregunto Burt apuntándolo.
-No… por favor, eso sería imposible, es solo una sensación que tengo, Kurt desea tanto ir a NYADA, que creo que quiere hacer lo que más pueda en su último año.
-Pero si correrá para presidente… y estoy seguro que ganara y eso abultara su postulación a la universidad más que cualquier otra cosa, por lo tanto no te sientas mal, estoy seguro que cuando te dijo eso de  que te merecías el rol, lo dijo de verdad, mi hijo no es de dobleces.
-Lo sé…—dijo Blaine sonriendo.
-Mira, el día que hiciste tu audición recuerdo que me dijo que habías estado alucinante y que  moría de orgullo de estar contigo… no digas que te lo dije…—dijo como advertencia de peligro.
-Gracias Burt…
-Por nada ahora… si me disculpas —dijo levantándose y arreglando su uniforme de los Yankees— debo asistir a una fiesta —agrego acomodándose el gorro— que tu y mi hijo lo pasen de maravilla, disfruten y no beban si no tienen 21 años…
-Ok…
-Pero si deciden hacerlo, que alguien mas conduzca el auto… ¿tu tienes licencia Anderson?
-Aun no, pero tengo hora para dar el examen en una semana.
-Excelente… que mi hijo no beba entonces.
-No creo y lo haga.
-¡Llegó el taxi! —dijo Carol desde el recibidor ¡adiós Blaine!, ¡que disfruten Halloween!
-Igual ustedes…—exclamo haciéndoles una seña de despedida.
Blaine volvió al sofá y continuó viendo el clásico de terror, se acomodo nuevamente y casi como un reflejo puso sus pies sobre la mesa de café, dejo el control remoto a un lado y se cruzo las manos sobre el vientre sonriendo.
-¿Qué hay con esa sonrisa? —quiso saber Kurt llegando a la sala ya en la piel de “Nicole Polizzi”
-¡Terminaste!... ¡wow!... gran trabajo…
-No me cambies de tema, ¿Qué hay con esa sonrisa soñadora que amo?
-Escuche algo bonito sobre ti…
-¿Si?... ¿que cosa? —dijo Kurt arreglándose la peluca mientras hacía caras de “Snooki” en la superficie pulida de la mesa de café.
-No puedo revelarlo… lo siento.
-Ok… ¡Deberías bajar los pies! —exclamo Kurt notando el comportamiento desaliñado de su novio— ¿esos eran mi Papá y Carol saliendo? —añadió apuntando hacia la puerta.
-Eran…—respondió Blaine mirándolo divertido.
-¿Viste a Crol?... ¿se veía preciosa no crees?
-Se veía muy bonita, asumo y tú tuviste mucho que ver…
-¡Hasta el lunar!…—respondió Kurt chasqueando sus dedos mientras meneaba su mano.
-Hazlo otra vez…—pidió Blaine sonriendo con más ganas.
-No te rías…—dijo Kurt repitiendo el gesto con sus dedos.
-No pensaría en hacerlo… aunque me parece un poco confuso que te encuentre atractivo vestido así.
-¿De verdad?... ¿crees que me veo bien?
-Te ves muy “guapa”—respondió acercándosele—lo que insisto es muy confuso.
-Bueno… todo lo que no te confunde y te gusta sigue intacto bajo este disfraz —aseguro Kurt  tomando a Blaine por la cadena que tenia colgada al cuello.
-¿Tendré la oportunidad de verlo? —pregunto mirándolo de medio lado.
-¿No te rindes?, ¿verdad?
-No…—respondió sonriendo— aunque podría hacerlo si me das un beso.
-Eso si te confundiría, además estamos… —dijo mirando en el reloj de su novio— a 20 minutos de quedarnos sin “Trick’r treat” así es que… vámonos… —sentencio Kurt hablando como “Snooki” mientras meneaba una de sus manos y le daba a su cabeza un movimiento oscilante, como si sus cervicales se hubiesen convertido en un resorte.
-Ok…—respondió Blaine tomando su contenedor de cabeza de calavera, pensando en que todo era más divertido si Kurt estaba presente.

Agosto de 2015


-¡Hablaste con Dylan?...—pregunto Kurt desde la cocina mientras se preparaba una taza de té.
-…
-¿Blaine?
-¿Cómo?...—respondió este moviendo su cabeza hacia donde estaba Kurt, pero sin quitar los ojos del juego que estaba viendo.
-Si hablaste con Dylan… ¿no quedo traumado luego de nuestra visita?
-¿Con tu comportamiento dices tú?
-Por cierto…
-No, me dijo que su mamá quedo encantada contigo y con todo… ¡pásala hombre! —exclamo gesticulando frustración ente la pantalla— ¿Qué estaba diciendo?...
-Que hablaste con Dylan…
-¡Ah claro!, la Señora Westbrook quedo encantada, especialmente contigo por todos tus conocimientos sobre la realeza británica y en realidad Dylan era el que estaba preocupado de que no fuéramos nosotros los que quedáramos traumatizados con el comportamiento de sus padres.
-¿Pero por qué?, si fueron un dulce con nosotros.
-Eso le dije yo…—respondió Blaine apuntándolo sin mirarlo— ¡hacia el otro lado! —volvió a gritar a la pantalla.
-¿Quieres un té? —quiso saber Kurt poniéndole azúcar al que se había preparado para él.
-No, tengo una cerveza… —contesto tanteando la mesa para toparse con la botella y no perderse así nada del partido
-¿Quieres otra?
-No…
-Rachel vendrá a cenar… ¿te lo había dicho? —dijo Kurt dando un sorbo a su taza.
-No… ¿Por qué?
-¿Por qué vendrá? o ¿por qué la invite?…
-Am… ambas…—dijo haciendo un gesto como de emoción profunda ante la jugada que acababa de ver.
-La invite porque iremos pasado mañana a inscribir algunos cursos y nos pondremos de acuerdo de cual horario nos conviene mejor, por todo el asunto de la obra y el curso del Profesor Campbell que tomare el semestre entrante… ¿te acuerdas que te conté?
Blaine respondió con un gemido que parecía decir “me acuerdo”
-¿Me estas escuchando?
-Por supuesto, a cenar, inscribir cursos, mejor horario por lo de la obra, profesor Campbell—respondió Blaine contando con los dedos sus respuestas como si justificara el inventario del licor frente a Julio, su jefe en  “The Shelter”.
-Pues pareciera que si me quito toda la ropa y me paro frente al televisor, ni notarias mi presencia —advirtió Kurt bebiendo mas té.
-Pues si te paras frente al televisor por cierto que notaria tu presencia… me taparías el juego—advirtió Blaine en tono divertido gesticulando las posiciones con sus brazos estirados.
-¿Qué estás viendo?... ¿no se supone que este es un mes de descanso para los deportes? —dijo acercándose al sofá y parándose justo tras  su novio.
-Lo es, bueno aquí en nuestro país, esto… es la liga europea.
-¿Cuál liga?, ¿ellos no descansan acaso?
-La de futbol… y si descansan, pero las copas internacionales empiezan en agosto —explico Blaine creyéndose el director técnico del "Manchester United".
-¿Futbol?... ¿por qué si juegan futbol, visten pantalones cortos y corren tras un balón?
-Porque es futbol europeo, es decir Soccer… Dylan me enseño todo lo que hay saber sobre el.
-¿Ahora también te gusta el Soccer?
-Por supuesto… —respondió cruzándose de brazos y concentrándose al máximo en el marcador y la jugada de casi gol que repetían una y otra vez.
-Ok…—murmuró como resignándose.
-¿Cómo?
-Nada… ¿recuerdas que Míster Winston murió verdad? —dijo Kurt revolviéndole el pelo.
-Lo recuerdo…
-¿Y recuerdas también que dijiste que podríamos tener un gato o un perrito como mascota?
-Sí, pero también recuerdo que tú dijiste que no querías un gato porque arañaría todos los muebles, ni un perro porque no tendrías tiempo ni animo de sacarlo a pasear a diario—respondió Blaine  haciendo como que arañaba un mueble y paseaba algo desde una correa.
-¡Vaya!... si tan solo tuvieras la misma memoria cuando te digo lo del orden de tu ropa…
-¿Por qué estas tan quisquilloso?... ¡NO!... —grito gesticulando frustración al ver que un tiro libre terminaba en las galerías del estadio.
-¿Tengo que responder a eso?...
-¿Es porque estoy viendo el juego? —quiso saber Blaine poniendo pausa a la trasmisión y echando su cabeza hacia atrás en el brazo del sillón.
-No…—respondió revolviéndole los rizos.
-¿Entonces?... ¿Tenias algún plan para hoy?
-Tampoco… es solo que…
-¿Qué?
-¡Quiero estar contigo!… —respondió en medio de un quejido infantil.
-Pero ven entonces… —dijo Blaine haciendo espacio en el sofá— ¿quieres ver el juego conmigo? —pregunto acto seguido moviendo sus cejas como si aquella invitación fuera de lo más excitante.
-¿Intentas complacer mis ganas invitándome a ver un juego extranjero, que nadie entiende y que tiene más reglas que un convento? ¿Qué pasa contigo?
Blaine hizo un gesto positivo con su cabeza sonriendo ampliamente.
-Creo que estas equivocando tu público objetivo.
-Ven, siéntate aquí conmigo —insistió acomodándose.
-¡¿Cómo crees que querría ver deportes?!... ¿no me conoces acaso?
-Te conozco, y por eso sé que mueres por saber cada detalle de lo que estoy viendo, de otro modo no harías tantas preguntas y estarías en este instante en el dormitorio leyendo un libro, ven —pidió nuevamente.
-No gracias…—respondió Kurt bebiendo más té.
-¡Vamos!, es Domingo en la tarde, acabamos de llegar del “Brunch” más sofisticado que he comido en mi vida y…
-¿Crees que ir al “Balthazar Restaurant” fue una opción muy sofisticada? —interrumpió Kurt poniendo cara de cronista gastronómico.
-¿Tu no?... 13 dólares por una ensalada de frutas y 21 por una cesta de pan… creo que dice bastante.
-¿”Cesta de pan”?, ¿Dónde fuimos? ¿a “Oshkosh”, Wisconsin?, es “Le Panier” y gastas menos saliva.
-Esta bien…”Le Panier”… aun así, creo que fue excesivo.
-Estamos en New York, siempre hay lugar para un poco de vanidad —respondió Kurt encogiéndose de hombros.
-Pues ahora es tiempo de hacer nimiedades, ven… no hay nada mejor que hacer esta tarde—dijo estirando su mano.
-Pues a mí se me ocurren unas quince cosas diferentes…
-Ven…—repitió ocupando esta vez sus dos manos.
-¡Blaine!
-Cuando hacen una anotación algunos jugadores se quitan la camiseta…—dijo Blaine en tono de advertencia graciosa.
-Bien, me convenciste para el primer cuarto —respondió rodeando el sillón.
-¡Sí!...— exclamo alargando la “i” y cogiéndole la mano, como si necesitase ser guiado en aquella sala diminuta.
-Primero —dijo moviendo su cuerpo hacia atrás para hacerle espacio entre sus piernas— no son cuartos, se juegan dos tiempos de 45 minutos cada uno.
-¿45 minutos?... ¡Uy… lindas piernas! —exclamo al ver el primer plano de uno de los jugadores que se disponía a lanzar un saque de esquina— como pueden jugar tanto sin cansarse… o querer ir al baño… —agrego acomodándose en el pecho de su novio.
-Creo que por esa razón América nunca jugara bien al Soccer, estamos acostumbrados a periodos más pequeños de esfuerzo físico.
-Te advierto que ya estoy aburrido…
-¿Cómo es eso posible no han pasado ni 2 minutos? —advirtió Blaine señalando el tiempo de juego en una esquina de la pantalla.
-Pues lo estoy….
-¿Quieres frituras? —pregunto alcanzando un envase extra grande de papas fritas y que escondía tras uno de los cojines— todo mejora con frituras.
-¿De dónde sacaste esto? No recuerdo haberlo comprado.
-No, lo compre yo… abuse de la confianza que depositaste en mi para comprar los víveres de esta semana —respondió riendo.
-Blaine Devon Anderson, ¿con que  otra sorpresa me encontrare en la alacena? —quiso saber Kurt comiendo de todas formas la comida “chatarra” que tenía prohibida desde hacía más de un año.
-Ninguna mas, lo juro.
-Debo decir que esto no ayuda… además no sé porque accedí a ver esto, mi Papá nunca pudo lograrlo con los otros deportes.
-Porque esto es diferente…
-¿Por que usan pantalones cortos y zapatos de colores?
-No, porque te doy mi palabra que  responderé a todas las dudas que tengas —prometió Blaine cruzándole las manos en el pecho.
-Mi Papá también me aclaraba las dudas, con muy poca paciencia cada vez, pero me las aclaraba de todas formas.
-Bien, pues yo prometo además hacer esto… de tanto en tanto—dijo besándole el cuello.
-Ok… —respondió haciendo su acostumbrado gesto de cosquillas— eso mejora las cosas de manera ostensible.
-Te lo dije —respondió Blaine repitiendo lo del beso.
-¿Cuántos jugadores andan corriendo?
-Son once por lado, pero solo corren diez.
-¿Por qué?... ¿hay dos holgazanes? —pregunto riendo de su propio chiste y sacando mas frituras de la bolsa.
-No, es porque uno se queda en la portería, ese es el arquero.
-¿Cómo en el Hockey?
-¡Exacto!... ¿ves como conoces de deportes?
-Conozco, pero de ahí que me gusten, existe una gran diferencia… ¿Quienes juegan? y ¿de parte de quien estamos?
-Los blancos son de un equipo español y los azules de uno ingles, como se que odias a España desde que conociste la devastación que produjeron los conquistadores en los nativos de Latinoamérica, mejor nos ponemos de parte del cuadro inglés.
-¡Yo no odio España!… la comida es fantástica y tiene como un millón de pintores famosos, pero como estuvimos en Inglaterra hace menos de un mes, me pongo del lado de ellos también.
-Excelente…—dijo Blaine besándole la cabeza.
-¿Esto es una final o algo?
-No es un partido por la Champions League, que es…
-¡Mucha información que no necesito ni me interesa! —interrumpió Kurt levantando sus manos para que Blaine detuviera allí mismo su discurso de agregado de la FIFA.
-Está bien… dejémoslo con que es un partido y punto…
-Final o no,  es bastante monótono debo decir…
-No lo es… mira esa jugada puede producir un gol…
-Creo que estas tan aburrido como yo y solo lo estás viendo por las piernas de los jugadores… nunca te había visto tan concentrado en algo…
-Pues ponte un pantalón como esos y veras como me concentro en ti…—advirtió Blaine comiendo más frituras.
-¿Puedo contarte algo?
-Por supuesto que puedes…
-Pero me gustaría que me prestaras atención —dijo Kurt incorporándose y subiendo sus pies al sofá, para luego sentarse sobre sus talones— no que tuvieras un ojo en el juego y otro en mi…—añadió apuntándose a sí mismo y al televisor.
-Ok… —respondió apagándolo.
-No, pero si quieres ver ese juego, espero a que termine y después hablamos, a pesar que me prometiste que vería torsos esculpidos, pero nada de eso ha pasado —dijo Kurt encendiendo el de nuevo el partido.
-Es porque no han anotado ningún gol, te aseguro que ese jugador, el de la camiseta número 7 es el mejor de todos…
-¿Debo empezar a sentir celos? —preguntó mirando el juego y buscando al jugador de la camiseta número 7.
-Por supuesto que no, tu cuerpo no se compara al de él… pero —añadió Blaine apagando el juego— lo que quieras decirme es más importante para mí  que cualquier otra cosa.
-¿Seguro?
-Muy seguro… —respondió acomodándose sobre el sillón de la misma manera que Kurt lo hiciera.
-Ok… pero antes no quiero que te sientas presionado ni pienses que estoy desesperado o algo.
-¿Por qué habría de pensar eso?
-Porque quiero hablar del futuro…
-¿Del  año 2170?
-No, no tan en el futuro, pero si en… dos… años mas… espero… —contesto Kurt dando un tono de pregunta extra pausada a su respuesta, como si temiera que Blaine enloqueciera si decía todo de una sola vez.
-Bien… 2020 entonces…
-Deberías revisar tus matemáticas Blaine Anderson.
-Lo siento…
-Mira, sé que no estamos casados ni nada pero también sé que aquello esta en nuestros planes…
-Muy cierto…
-Entonces, como bien sabrás también, además del matrimonio,  una de las cosas que hacen una familia son… los… bebés…
-¿Bebés?…
Kurt hizo un gesto de aprobación con su cabeza y su boca.
-¿Qué hay con ellos?
-Bueno, nuestra forma de traerlos al mundo no es algo que resulte fácil ni de lo más tradicional que digamos.
-Lo sé…
-Porque ya sabes, hay que buscar a alguien que quiera hacerlo, además de ya sabes… —dijo apuntando a su entrepierna y haciendo luego un gesto con su mano como si mostrara un vaso pequeño enfrente de una audiencia concurrida.
-Kurt… ¿de qué estás hablando?... ¿acaso quieres tener un hijo ahora?
-No… no… ¡NO!... ¡por Dios no!
-¿Entonces? —pregunto cruzándose de brazos.
-Es solo que lo que te quería contar es lo que leí un articulo el otro día, cuando estaba esperando que Rachel se hiciera su bronceado en spray en “Sundara”. Pues bien, en ese artículo decía que existía la posibilidad de que en el futuro existieran tres progenitores para un solo bebé… ya sabes, pensando en las parejas gays…
-¿De verdad?
-Sí, bueno no lo leí completo porque me lo tope cuando ya Rachel estaba terminando, pero…
-Un momento —interrumpió Blaine haciendo la señal de alto con una de sus manos— ¿había una revista científica en  la sala de espera de un salón de belleza?
-No de belleza… de bronceado —corrigió Kurt, como si el giro comercial del salón fuese el tema a discutir.
-Es lo mismo —dijo Blaine soltando una risa.
-Si pero, lo importante no es donde estaba la revista, lo importante es de que se trataba el articulo… ¿Qué te parece?
-Me parece maravilloso…
-¿Pero?...
-Pero, creo que esa tecnología debe estar en… ¿cómo decirlo?, en pañales, para usar una analogía acorde al tema…
-¿Qué quieres decir con eso?
-Que, si bien tu conversación sobre el futuro es para unos cinco años más —Kurt entorno los ojos queriendo corregir la cantidad de años— dudo que aquello esté listo para entonces… no quisiera que te ilusionaras y decepcionaras antes de tiempo.
-Lo sé, es solo que la noticia me pareció tan espectacular que quería comentártela y preguntar tu opinión en relación a ello… además de maravilloso, y si existiera la posibilidad de hacerlo… ¿lo haríamos?—quiso saber Kurt incorporándose un poco quedando casi de rodillas frente a Blaine.
-Por supuesto que si… me encantaría tener un hijo que sea mitad tuya y mitad mía, nuestras mejores mitades eso si…—dijo Blaine acercándose a él  sobre el sofá.
-Cualquier mitad tuya es una buena mitad.
-Gracias… digo lo mismo—contesto Blaine tomándolo por la cintura.
-Bueno, la mía tendría que ser este lado… —dijo apuntando su lado izquierdo— es donde la nariz se me ve más pequeña y donde me asegurare y me tomen las fotos en las alfombras rojas.
-Eso no es cierto, eres estupendo desde todos los ángulos —aseguro Blaine tomándole la cara por el mentón y moviéndola de un lado a otro, como demostrando que aquella belleza era cierta— pero debes saber que si en seis años aquel avance científico no está listo y la genética aun no lo permite, tener entre mis brazos a un bebé que sea solo tuyo seria igual de fascinante.
-Nunca dejes de hacer eso… —dijo Kurt pasando por alto que Blaine agregaba un año más a la fecha propicia para tener un hijo.
-¿Qué cosa?
-Eso… —insistió Kurt —decir lo que quiero oír, en el momento justo y de la mejor de las maneras, es irresistible— añadió dándole un beso.
-Ok…
-¿Estás bien?, ¿no te sentiste presionado?
-Por supuesto que no…
-Bien, porque quiero casarme contigo y tener muchos bebés a quienes cargar.
-Que bueno, porque yo…Señor Kurt Hummel… también quiero lo mismo.
-Esto no vale como proposición, lo sabes ¿verdad?
-Lo sé, si he de proponerte algo,  tendría que ser con mas producción que una bolsa gigante de frituras.
-Perfecto… ahora… me prometiste torsos desnudos así es que…
-Bien…—dijo Blaine acomodándose en el sofá y encendiendo nuevamente el juego— puedes seguir preguntando lo que quieras.
-Perfecto…—respondió Kurt amoldándose a las formas de su novio.

Mayo de 2022


-Insisto en que lloverá —dijo Lily mirando por uno de los ventanales hacia la calle.
-Y yo insisto en que estamos por comenzar el verano, sería bastante raro que cayera agua—rebatió Kurt ordenando la mesa para el café y el postre al tiempo que chequeaba su teléfono, tal y como lo hiciera durante todo el almuerzo.
-Insisto en que lloverá —repitió Lily bebiendo de su copa.
-Yo estoy con Stewart aquí… hay muchas nubes en el cielo y hace bastante frio—dijo Dylan ubicándose al lado de la chica con una cerveza en la mano y moviéndose entero como si un tiritón enorme lo recorriera de pies a cabeza.
-Deberían dedicarse  a predecir el tiempo —acoto Rachel dejándose caer en el sofá.
-¿Estas cansada bonita? —pregunto Dylan sentándose junto a ella.
-Un poco… este rol es más exigente que cualquiera de los que he hecho hasta ahora, culpo a Kurt de ello —respondió Rachel alzando la voz y dirigiendo el sonido hacia donde estaba su amigo.
-¿Qué?... ¿de qué tengo la culpa yo? —pregunto  al escuchar su nombre desde el comedor.
-De que Rachel este cansada, al parecer el rol que escribiste para ella la tiene agotada—respondió Blaine poniendo la cafetera en el centro de la mesa.
-Rachel Berry, que injusta eres… te trato mejor a cualquiera de los otros… ¿apóyame aquí Lily?—contesto Kurt haciéndole una seña.
-Es verdad amiga, eres la favorita del director…
-Yo diría que el favorito es otro… —respondió la chica estirando sus labios para apuntar en la dirección de Blaine.
-Contra eso no hay nada que discutir —dijo Lily sentándose junto a Dylan y levantando sus manos como si en realidad no hubiera nada que decir contra aquello.
-¡Oigan!, yo solo estaré en el estreno, por lo tanto no me metan en líos —se defendió Blaine apuntando con un par de tenedores.
-Dejen de elucubrar y vengan al postre mejor…—dijo Kurt apuntando la mesa y mirando su teléfono de nuevo.
-“¡Cheesecake!”... que novedad chicos… —exclamo Dylan abriendo sus palmas y apoyando sus brazos en una de las sillas después.
-Si quieres no comes…
-¡Oye!... ¿por qué la tomas conmigo?... yo que siempre he sido tan amable contigo, poniéndome de tu parte cuando el pequeño aquí ha hecho alguna travesura… ¿por qué Kurt? ¿Por qué?... —dijo Dylan bajando su cabeza como demostrándose ultra ofendido.
-Ridículo... además perdona, pero no se qué haces aquí, este es un almuerzo de celebración para los involucrados en la obra, porque por fin estrenaremos dentro de dos días, y tú, no tuviste  nada que ver con ella —contesto Kurt apuntando el lugar donde debía sentarse cada quien.
-¡¿Cómo que no?!—exclamo defendiéndose y sentándose donde le asignaran— recuerdo que un día te lleve en mi auto al teatro y… también impedí otro día,  que el pequeño Henry usara tu libreto como servilleta en su merienda… y… —insistió alargando el sonido de la letra y apuntando como si no recordara nada mas— todo lo demás —concluyo comenzando a comer.
-¿Dónde está Henry a propósito? —pregunto Rachel tomando la servilleta y estirándola en su regazo.
-Esta con mis padres —respondió Blaine abriéndole la silla a Kurt y sentándose frente a él después.
-¿Esta en Westerville?
-Así es…
-¿Por qué? —pregunto Lily sirviéndole café a Dylan y causando en Kurt una reacción como de perro de la policía antinarcóticos.
-Porque los padres de Blaine querían pasar un tiempo con su nieto, porque  Julianna pidió sus vacaciones, porque estábamos con lo de la obra y porque cualquier día de estos nos llamaran del hospital para avisarnos del nacimiento de Lizzie —explico Kurt comiendo pastel.
-¡De verdad!... ¡qué maravilloso!... ¿pero no estaba programado para comienzos de Mayo?
-Estaba Rachel, pero el Doctor Jacobs nos explico que tal vez el parto demore algunos días, así es que estamos a la espera —dijo Kurt sonriendo, enseñando su teléfono y dejándolo al lado de su plato con el postre.
-¿Por eso lo del bolso?—quiso saber Dylan apuntando hacia la puerta.
-Por eso…—dijo Blaine.
-Creí que alguien estaba  preparando una fuga.
-Tú eres experto en eso, ¿verdad?
-¿Por qué sigues atacándome?... ¡Blaine! —dijo Dylan apuntando a Kurt como si lo acusara de quitarle el columpio en la hora del recreo.
-Dejen de discutir y hagamos mejor un brindis — propuso Lily alzando su taza de café.
-¿Un brindis con café?, ¿qué pasa contigo?—se apresuro en responder el británico.
-¿Por qué no?... no querrás seguir bebiendo un miércoles por la tarde.
-¡Por supuesto que sí!
-¿Estas como quieres no Westbrook? —dijo Lily sonriéndole y  dándole un golpe en un hombro para luego bajar su mano de manera disimulada, Kurt pensó que le agarraría justo allí. Si bien Blaine le había comentado que sus amigos habían dormido juntos, él por si solo ya  había concluido que aun lo seguían haciendo.
-¡Oh si!…—respondió Dylan en el tono más sexy que sabía.
-Brindaremos con café y punto… —sentencio Lily levantando nuevamente su taza.
-¿Por qué brindamos? —pregunto Blaine limpiándose antes con la servilleta.
-Brindemos porque por fin, dentro de dos días estrenaremos una obra espectacular que es la opera prima de nuestro talentosísimo amigo Kurt Hummel-Anderson.
-Gracias…—dijo Kurt sonriéndole a Blaine primero y al resto después.
Todos chocaron sus tazas y bebieron un poco de café.
-¡Otro Brindis! —dijo Rachel alzando la suya— quiero brindar por nosotros y por todo lo que hemos logrado, ¡y!…—agrego al ver que todos se acercaban la taza a sus bocas— porque nuestros queridos amigos se convertirán en Padres nuevamente de un momento a otro… ¡y!— insistió impidiendo que todos bebieran nuevamente— porque la obra ya agoto sus primeras tres noches antes del estreno— concluyo Rachel sonriendo y moviéndose en su silla como si aguantara las ganas de usar el baño, todos la miraron indecisos a brindar, como esperando otro “y” de la chica.
-¿Y?... —dijo Blaine mirándola fijo…
-¡Esto es todo!... ¡salud!
-Salud entonces…—dijo Lily divertida.
-Gracias Rachel… ahora yo… y pidiéndote disculpas querida Lily —comenzó a decir Kurt —… quiero proponer un brindis por… el señor Richard Morgan.
-¿Debemos? —pregunto Lily de mala gana, seguido de un blanquear de ojos y un chasquido con su lengua.
-Debemos… él estuvo el año pasado trabajando con nosotros y nos ayudo en la preproducción… lo siento amiga, pero…—agrego Kurt levantando su taza— por Richard, que donde quiera que este…
-Se haya ahogado con su bigote horrible…
-¡Lily!... —exclamaron todos al unísono. Dylan soltó una risa al ver a la chica murmurar un “¿Qué?”, como si lo que hubiese dicho no estaba para nada fuera de lugar.
-¡Por Richard! —insistió Kurt dando a Lily la mas reprobable de las miradas.
-¡Por Richard! —repitieron todos. La ex novia de Morgan hizo un gesto como de burla infantil.
-¡Mejor sigamos Brindando!, y antes que la cafeína se nos suba a la cabeza, quiero brindar por ustedes, porque estoy seguro y que “Knowing Mr. and Mrs. Bown” arrasara con los premios el año entrante— aseguro Dylan empinándose hasta el fondo su café.
-Gracias Dylan…
-Si gracias Dylan… pero más allá de los galardones que podamos ganar, no puedo dejar que este ritual de brindis termine antes de hacer uno muy especial…—dijo Kurt mirando a Blaine.
-¡Pero se me acabo el café!
-¡Y a mí!
-Mi taza está vacía —concluyo Rachel, enseñando a todos lo vacía que estaba.
-Pues entonces brindemos con el postre —dijo Kurt viendo que todos tenían una porción de pastel en cada plato.
-¡Eso es peor que el café!, ¡trae licor mejor será!—reclamo Dylan haciendo un gesto de orden.
-Habrá bebida en la noche del estreno…
-¡Pero eso es el viernes!, yo hablo de beber ahora… además para esa noche tengo como a cinco chicas diferentes para llevar y créeme, eso, no me dejara tiempo de beber.
-¿En serio?...—pregunto Lily arreglando sus gafas.
-¡Esta bien ya basta!... soy el codirector de la obra, escritor y dueño de esta casa, cosas que nadie está respetando… por lo tanto ¡ahora me escuchan! —dijo Kurt como si reprendiera a los mas desordenados alumnos.
-Lo sentimos Kurt… —dijo Rachel poniendo cara de pena.
-Perdónanos por favor…—agrego Lily poniendo sus manos en posición de suplica.
-¡Por favor! —añadió Dylan con dramatismo divertido.
-No puedes hablar en serio  frente a ellos —dijo Blaine apuntando a sus amigos.
-Pues debería… en fin, por lo que quiero celebrar es porque mi genialísimo y guapo esposo acepto interpretar al “Sr Bown” aunque sea por la noche del estreno —Blaine sonrió haciendo una especie de venia con su cabeza.
-¡Por fin Blaine! —exclamo Lily haciendo ruido con su tenedor sobre el plato
-¡Eso Blaine!… desde “West Side History” que no compartíamos escenario —agrego Rachel levantando su porción de postre y repitiendo el gesto de Lily con su propio cubierto.
-¿Compartieron escenario?, ¿te las diste de actor pequeño? —dijo Dylan cruzando uno de sus brazos por sobre el hombro de Lily tratando de pasar inadvertido.
-Y era uno muy bueno, para que lo sepas.
-¡Ja!...—exclamo Dylan como única respuesta.
-¿Qué se supone y significa eso?—pregunto Blaine en medio de una risa.
-¡Ja!… significa eso… “Ja”…—respondió encogiéndose de hombros,  como si el “Ja” que acababa de emitir no requiriera explicación alguna.
-Ok… lo de actuar fue hace muchos años —advirtió Blaine— y que conste que esto lo hago porque Kurt fue muy persuasivo —añadió tomándolo de la mano por sobre las servilletas de género.
-¡Uy!, no quiero imaginar cuales técnicas utilizo… —acoto Lily divertida mientras se apartaba con disimulo del brazo de Dylan.
-Las mejores —advirtió Kurt levantando una ceja— pero el asunto es que todos en la compañía están encantados porque será un acierto en publicidad que “Blaine Anderson” sea la estrella invitada en la primera función…
-Gracias… —dijo Blaine inclinándose hacia adelante para darle un beso de agradecimiento.
-Tal vez después deberían intentarlo con Dylan.
-¡Que! —exclamo el ingles dando un salto en su silla, como espantado por un espectro.
-¿Qué?... tu cantas y de cierta manera bailas… lo harías perfecto —insistió Rachel haciendo un gesto de conclusión absoluta.
-¿Estás loca bonita?, yo no sé nada de Broadway…—contesto Dylan moviendo sus manos como si fuera un mimo bailarín.
-¿Qué se supone y es eso?.... —quiso saber Kurt riendo— pareciera que fueras….
-¿Qué sucede? —quiso saber Rachel al ver que Kurt se interrumpía y sonriendo miraba su teléfono.
-¡Es el Doctor Jacobs! —exclamo poniéndose de pie.
-¡Contesta!... ¡Contesta! —dijo Lily moviendo sus manos como si espantara unas moscas de los postres.
Kurt se levanto y contesto la llamada, todos se quedaron en silencio y dedujeron por lo que decía que el segundo de los bebés Anderson estaba por nacer.
-Nos vemos… —dijo Kurt terminando la llamada— ¡Es Lizzie!
-¿Ya nació? —quiso saber Blaine poniéndose de pie de un salto.
-No, pero según el doctor todo está sucediendo muy rápido, ¡debemos ir al hospital! —respondió Kurt tomando los platos y tazas de la mesa, como si quisiera dejar todo ordenado antes de irse— le avisare a Helen…—agrego llamando a su asistente para que chequeara todo en el hospital y se ocupara de redactar  un comunicado para la prensa de Broadway.
-Voy por mis documentos —dijo Blaine dirigiéndose al dormitorio.
-¡Ay qué emoción! —grito Rachel dando pequeños saltos y aplaudiendo rápido cerca de su cara.
-¡Deja eso hombre!... las mujeres se encargaran —dijo Dylan señalando los platos.
-¡Oye! —exclamo Lily dándole un golpe en uno de sus brazos— pero es cierto Kurt, no te preocupes por nada, vayan nosotros nos quedamos aquí.
-¿Seguros? —pegunto Kurt entre dejando y volviendo a tomar las cosas de la mesa— ¡Blaine!
-¡Seguro!... ¡vayan! —dijo Rachel dirigiéndose a  abrir la puerta.
-¡Póngase ropa de abrigo!… ¡hace frio! —sugirió Dylan volviendo a lo del estremecimiento.
-¡Blaine! —grito Kurt nuevamente estirando su mano.
-Vamos por nuestra hija…—dijo este sonriéndole y agarrándole la mano con fuerza. Se puso su abrigo negro y tomo el bolso con las cosas del bebé y se alisto para salir.
-¡Lleven un paraguas! —exclamo Lily dirigiéndose al closet de la entrada.
-¿Paraguas?... ¿estas loca!... no es posible que llueva… —dijo Kurt en la puerta.
-No le hagan caso, esta si porque debe lavar los platos —contesto Dylan haciendo un gesto—vayan por esa hermosura… ¡y no le hablen mal de mí! —agrego mientras salían.
-¡Llamen!...—alcanzo a gritar Lily con un par de paraguas en su mano antes que ambos desaparecieran en el ascensor.

-Gracias Doctor…
-¿Qué te dijo?—quiso saber Blaine mientras conducía lo más rápido posible
-Que está sucediendo todo muy rápido que la persona tiene una dilatación de 10 centímetros y   ya está en la  sala de partos, cosa que por lo demás no me hubiese gustado saber.
-Maldición… te juro y pensé que esta avenida estaría menos transitada.
-No te preocupes… —dijo Kurt tomándolo la mano por sobre la palanca de cambios— el hospital esta menos de cinco minutos, mira ya están avanzando… —añadió apuntando hacia adelante—llegaremos al parto a  tiempo.
-¿No sabía que querías entrar al parto esta vez?
-¡Que!... no quiero ¡por Dios No!... menos después de saber eso de “la dilatación”—dijo Kurt poniendo cara de asco— prefiero que me la entreguen limpiecita y revisada igual como sucedió con nuestro primer hijo.
-Ok… —dijo Blaine soltando una pequeña risa.
-Echamos todo en el bolso ¿verdad?
-Por supuesto, lo tienes listo desde hace semanas.
-¡No instalamos su sillita!... nos multaran si la policía nos hace un control —exclamo mirando hacia el asiento trasero— ¿cuando la instalaste? —pregunto viendo que estaba perfectamente puesta junto a la silla de Henry.
-Ayer, cuando estabas en el ensayo de la escenografía.
-Gracias…
-Por nada…—respondió sonriendo.
-¿La manta que nos dio tu Mamá cuando fuimos a dejar a Henry?... no recuerdo si alcance a guardarla —dijo Kurt tomándose la cabeza como tratando de recordar aquel detalle.
-La guardaste, diciendo que era perfecta para nuestra hija…
-¿Por qué era rosada?
-Porque era rosada… ¿Aparcamos el auto aquí?… ¿o entramos al edificio?
-Según Helen es mejor acá afuera… así nos costara menos salir si es que la prensa se entera de alguna forma.
-¿Aunque los pronósticos de Lily se cumplan y se ponga a llover?
-Eso no pasara… estamos en Mayo… ¿Qué clase de primavera seria esta?—dijo Kurt mirando un tanto dudoso el cielo— Allí hay un lugar…—agrego apuntando el estacionamiento que acababa de desocuparse.
-Perfecto…—murmuro Blaine estacionando el auto y bajándose acto seguido, abrió el maletero y saco el bolso, puso la alarma y entro de la mano de Kurt al hospital. Subieron al ascensor y se miraron sonriendo, como si fueran hablando de corrido acerca de todo lo que estaba sucediendo. Cuando llegaron al piso correspondiente Kurt volvió a estirar su mano y Blaine la tomo, le dio un beso en el dedo del anillo y le sonrió como el príncipe en el que se convertía cuando derrochaba felicidad.
-¡Doctor Jacobs! —exclamo Kurt al verlo transitar por uno de los pasillos.
-Señor Hummel, Señor Anderson —respondió estrechando la mano de cada uno—llegan tarde.
-¿Por qué?... ¿Qué sucedió?
-Su hija ya nació…
-¡¿Cómo?! —exclamo Kurt emocionándose.
-Eso, el parto fue extremadamente rápido, y su hija ya nació— repitió el doctor buscando la ficha de la paciente entre las múltiples que cargaba
-¿Cómo están? —quiso saber Blaine arreglándose el bolso y acercándose a la conversación tomando a Kurt por la cintura.
-Están perfectas, la madre está en recuperación y no tuvo grandes problemas, hubo una baja de presión, pero dentro de lo normal por la pérdida de sangre. Kurt volvió a esbozar una mueca de asco.
-¿Y Lizzie?
-Bella…—respondió sonriéndoles— peso… —agrego mirando los datos de la ficha— 8 libras  y midió 23 pulgadas…
-Dos menos que Henry…—interrumpió Kurt haciendo una mueca tierna pensando que su hija seria hermosa y pequeñita como Blaine lo era.
-Es fuerte y sana, aunque  nunca había visto un bebé con tanto cabello —término por decir el Doctor Jacobs mirando un punto distante, pensando tal vez en como lidiaría Lizzie con tantos rizos cuando fuera mayor.
-Eso es culpa tuya… —dijo Kurt mirando a Blaine y derramando algunas lagrimas.
-Lo sé… ¿podemos verla?
-Claro que si… síganme —contesto el Doctor haciéndoles una seña.
Ambos siguieron al doctor Jacobs hasta la sala donde se encontraba Lizzie, había una enfermera al lado de la pequeña cunita que parecía y la arropaba con la hotelería de la clínica.
-Pasen…—dijo el Doctor parándose en el umbral de la puerta— Señor Anderson, ¿se encargara usted del papeleo nuevamente?
-Por supuesto… — respondió entrando tras Kurt.
-Lo espero en recepción entonces…—dijo retirándose.
-¡Gracias Doctor! —contesto Kurt, devolviéndose un resto para estrecharle la mano.
-Por nada, el placer es mío… y ¡felicidades!…
Kurt se acerco a la enfermera  y recibió a Lizzie en sus brazos, estaba sin ropa y solo tenía puesto un pañal, la tomo con delicadeza y no pudo evitar emocionarse tal y como cuando le entregaron a Henry la primera vez.
-Blaine… es igual a ti… ¡mírale sus ojitos!... — dijo Kurt sonriendo entre lagrimas.
-Tienes razón… —respondió  descolgándose  el bolso, se agacho en el piso de la sala y busco la ropa que habían traído para ella.
-Ocupe este mesón —sugirió la enfermera al tiempo que chequeaba su “bíper”.
-Gracias…
-Bueno, los dejo solos, debo ir a otro nacimiento —explico la señora enseñando su aparato localizador— es una niña preciosa… —opino sonriéndole a ambos— y  Señor Anderson su último álbum… —agrego mostrándole sus pulgares hacia arriba mientras se retiraba.
-Gracias… —repitió Blaine sacando la ropa del bebé.
Entre ambos comenzaron a vestirla, Lizzie estaba despierta y los observaba con sus ojos maravillosos, le pusieron una camiseta y unos calcetines, así como el vestido de vuelos y flores que les diera Lily como primerísimo regalo antes que naciera. Blaine miraba en silencio a su hija y daba pequeñas miradas  a Kurt, todo en medio de unas cuantas lagrimas.
-Voy a hacer lo del papeleo —dijo retirándose y enjugándose el llanto con la manga de la camisa.
-Blaine… ¿estás bien? —quiso saber Kurt mientras tomaba a Lizzie en sus brazos.
-Si… lo siento —dijo apuntando su cara y sus lágrimas— estoy más emocional de lo que corresponde.
-Está bien… es normal, después de todo es tu hija —señalo Kurt tomándole la cara.
-No, no es eso, sabes que me da lo mismo… es solo que… soy feliz —dijo soltando una cantidad de aire que casi revuelve los pequeños rizos negros de Lizzie— y no puedo dejar de pensar, a pesar del tiempo que ha pasado, en lo afortunado que soy de que me hayas dado una segunda oportunidad, de que me hayas aceptado de nuevo… gracias Kurt… —concluyo besándole la frente.
-Gracias a ti por no darte por vencido —respondió sosteniendo a su hija hacia un lado de su cuerpo y acariciándolo en el cabeza y la cara con su otra mano— nada de esto habría sucedido si hubieras pasado página en nuestra historia…
-Te amo Kurt…
-Y yo te amo a ti…—respondió Kurt dándole un beso tan dulce como su hija recién nacida.
-Voy a lo del papeleo… —dijo besándolo de nuevo a  él y  a Lizzie.
Una vez hecho todos los trámites, Blaine se encontró con Kurt en la recepción de la maternidad, cogió el bolso y lo ayudo a envolver al bebé con la manta, tomaron el ascensor y se dirigieron a la salida.
-Voy a matar a Lily… —dijo Kurt al ver que había comenzado a llover tal y como la chica lo pronosticara con tesón horas atrás.
-Creo que tendremos que  hacerle caso las próximas veces… —dijo Blaine parado junto a Kurt en la entrada del hospital.
-¿Qué hacemos?... ¿compramos un paraguas?
-El auto no esta tan lejos… mira… —propuso Blaine mientras se quitaba el abrigo e improvisaba un techo para cubrirlo a él y a su pequeña hija, empino sus pies un poco y avanzo con ellos por la Madison Av. Kurt se perdió en sus ojos un instante y sin palabras le dijo un millón de cosas diferentes, Blaine le contesto de la misma forma otras tantas de vuelta, tantas como cabían en su mirada infinita.
-Me subo atrás para acomodarla en su sillita —dijo Kurt apuntando la puerta trasera.
-Claro…—contesto Blaine abriendo la puerta y rodeando el auto para subirse del otro lado y ayudar a acomodarla.
Kurt libero a Lizzie de la manta y sus ojos estaban más abiertos que antes, la acomodo en la silla para bebé y distinguió algo que creyó que solo él había visto.
-¡Kurt!... ¿viste?... —dijo Blaine emocionándose.
-Lo sé… ¿sonrió o estamos locos?
-No, yo la vi… lo juro… —aseguro poniéndose la mano en la boca— princesa… —agrego dando una mirada a Kurt.
-¡Que cosa tan maravillosa!... — dijo Kurt soltando un suspiro y guardando silencio un instante.
-¿Qué?...—pregunto Blaine acariciándole la espalda.
-Nada… es solo que... yo también soy feliz…