(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Mayo de 2040


-¿Por qué Lizzie se pondrá ropa elegante?, ¿también debo ponerme yo?—pregunto Noah mientras ponía la mesa junto a su Papá.
-No…—contesto Kurt sonriendo— no es necesario que te pongas elegante para la cena, pero si quieres hacerlo no hay problema.
-¿Por qué Lizzie lo hace entonces?
-Lo hace… al otro lado cariño —dijo Kurt indicando el correcto lugar de los tenedores.
-¿Así? —pregunto Noah moviendo el cubierto hacia la izquierda del plato.
-¡Exacto!
-¿Por qué debe ir a allí?
-Porque lo dicta la formalidad bebé…
-Oh… —dijo Noah como con admiración.
-¿Sabes lo que es el “formalidad”? —pregunto Kurt doblando las servilletas.
-¿Algo como forma? —respondió Noah dirigiéndose hacia los gabinetes próximos al  refrigerador.
-No, no es eso… es algo así como corrección y educación de una persona o situación.
-Entonces yo soy muy “formalidad”.
-Formal… se dice formal… —corrigió Kurt sonriendo— ¡cuidado cariño!, yo los saco —advirtió adelantándose a su hijo que quería trepar en uno de los muebles para sacar los vasos, apoyándose en uno de los cajones del mueble de abajo— ahora si… —dijo entregándolos.
-Gracias Papá, eres muy amable.
-Por nada bebé…
-Responde mi pregunta —pidió Noah ubicando los vasos en cada unos de los puestos.
-¿Cual pregunta?
-La de  Lizzie Anderson-Hummel y su ropa.
-¡Ah!… ¡Claro!... pues esta elegante, porque hoy es su baile de graduación —contesto Kurt mirando la olla que hervía sobre la cocina.
-¿Bailara por su graduación? ¿Qué significa eso?
-Pues significa… —comenzó a  explicar Kurt mientras ponía unos platos extra grandes sobre cada individual y sobre ellos unos más pequeños— que celebrara haber terminado la escuela.
-Yo no quisiera que mi escuela se terminara nunca —dijo Noah encogiéndose de hombros.
-¿Te gusta mucho la escuela cariño?
-Mucho… ¿podría  vestirme elegante también para ir el lunes?
-Por cierto que podrías…
-¿Dónde está el “Papáblen”?
-Pues tenía que trabajar y luego pasaría a  recoger la ropa de la lavandería, ¿Por qué?
-Porque lo extraño —dijo Noah encogiéndose de hombros y haciendo un pequeño puchero.
-Lo sé cariño… —dijo Kurt agachándose para quedar a la altura de su hijo— yo también como que lo extraño un poquito, pero debes saber que el “Papáblen” nos ama mucho y si ha estado ocupado estos días es porque su trabajo se lo demanda, siempre es así cuando esta por terminar un disco —añadió haciendo una mueca igual a la de su hijo.
-¿Qué es demanda?
-Lo que debe hacer…
-¡Oh! —volvió a decir Noah, esta vez como si entendiera la formula de una ecuación cuadrática.
-¿Quieres que te cuente un secreto?—dijo Kurt al ver que su hijo no terminaba muy convencido  ni conforme con las razones de la ausencia de su otro Papá.
-Bueno…
-Cuando el “Papáblen” termine este disco en el que está trabajando, se tomara todo un año de descanso… ¿qué te parece?
-Me parece muy formal.
-¡Claro que lo es!… —dijo Kurt soltando una risa mientras meneaba a su hijo a la altura de panza.
-¡Tal vez es él! —exclamo al sentir el teléfono— Casa de la Familia Anderson-Hummel, habla Noah Anderson-Hummel —dijo el chico al contestar la llamada.
-¡Si es Nicholas díganle que no me moleste! —grito Lizzie desde su cuarto.
-Si es Nicholas dice Lizzie Anderson- Hummel que no la moleste —repitió el pequeño.
-Dame eso cariño —dijo Kurt tomando el auricular.
-¡Quien es!— insistió la chica asomándose en la puerta de la cocina.
-No es para ti hija, es Helen.
-¡AH!... ¡ES MUY TARDE! —grito Lizzie entrando a la cocina con un gorro de baño en la cabeza y una toalla cubriendo su cuerpo.
-¡Hija!,  terminaras enfermándote… ¿y porque aun o estas lista?, es bastante tarde —quiso saber Kurt apuntando el reloj de la pared.
-¡Lo sé!... ¡me atrase!... ¡Y ahora tengo hambre! —exclamo tomando un pequeño pan desde el centro de la mesa— ¡ese debe ser él! —dijo al sentir el timbre, todo en un grito continuado y agudo.
-Pues eso te pasa por demorarte tanto… ¡ve alistarte! —dijo Kurt anotando un par de datos que le diera su asistente y  dirigiéndose a la puerta después. Lizzie continúo gritando mientras se dirigía su dormitorio y Noah la observaba de lo más risueño.
-¿Sera el “Papáblen”?—pregunto el pequeño acercándose a Kurt.
-Pues no lo creo, ¿sabes quién debe ser?, el postre… ordene un “Chocolate Nougat cake”  de la pastelería “Bien Cuit”  y deben haberlo mandado ahora, ¿vamos a  abrir? —dijo Kurt tomando a su hijo menor de la mano —te encantara el idioma que hablan.
-¿Qué idioma hablan?
-Pues todos hablan inglés, pero como los postres son inspirados en Francia, hacen que sus empleados saluden en francés… ¡es genial! —dijo Kurt mas emocionado que su hijo
-“Bon après-midi, "Bien cuit" merci pour votre préférence, voici votre commande”…—dijo una chica en la puerta del departamento de Kurt pero que enmudeció al verlo.
-“Bon après-midi”… —dijo Kurt sonriendo.
-¿Es usted…?... es… —trato de articular la empelada de la pastelería olvidando el francés.
-Es Kurt Hummel-Anderson y es mi Papá… —dijo Noah sonriendo como si dijese un poema en el día del maestro.
-Kurt… Hummel… ¿el esposo de Blaine… Anderson? —quiso saber la chica que sostenía la caja del pastel en sus manos.
-El mismo… ¿eres nueva verdad? —dijo Kurt estirando sus brazos, tratando de tomar su pedido.
-¿Quien?... —pregunto media embobada.
-Tú… ¿eres nueva en “Bien Cuit”?
-Ayer… empecé ayer…
-Con razón… —dijo haciendo como que se llevaba la caja pero encontrando la resistencia de la muchacha— ¿te importaría…? —añadió mirándola divertido.
-¿Cómo?... ¡sí!... ¡perdón!... por favor… —dijo soltando la caja por fin.
-Gracias… ¿puedes sostener esto cariño? —dijo Kurt entregándole al caja a Noah.
-Por supuesto— respondió el pequeño que siempre se mostraba de lo más servicial.
-Déjame pagarte… —agrego Kurt metiendo la mano en el bolsillo de su pantalón para buscar efectivo— ¡Vaya!... pensé que tenía el dinero… ¿me esperas un momento?, voy por el…
-¡AAAAAAAAAAAAAH!... —grito Lizzie que volvió a correr con su vestido de toalla por todo el departamento.
-¿Ella está bien? —pregunto la chica del “delivery”.
-Lo está, es mi hija, y esta desquiciada, llevo escuchándola 18 años así es que no hay problema, ¿me esperas por favor? —dijo Kurt medio juntando al puerta.
-Claro…—respondió apartándose.
-Pero pasa… entre mi hija que perdió la cordura, la cena y la búsqueda de efectivo puedo demorarme un poco.
-Gracias…—dijo la chica entrando con timidez y sentándose en la banca que había a un costado de la puerta.
Noah la observaba sujetando la caja con ambas manos.
-¡Llegue!... ¿porque está abierta la puerta? —dijo Blaine entrando al departamento con una bolsa grande de ropa de la lavandería en una mano, otra pequeña bolsa  en la otra y su guitarra colgada al hombro.
-¡”Papáblen”!... llegaste —dijo Noah meneándose entero de pura felicidad.
-Hola hijo… ¿porque sostienes esto tan pesado?, dámelo… —dijo agregando a su carga la caja con el pastel— ¿Quién eres tú?—agrego al ver a una chica toda circunspecta a un lado de la puerta.
-Es quien nos trajo el pastel —advirtió Noah bajito y  disimulando.
-¡Oh!... muy importante…—dijo Blaine de los más formal— Hola… ¿Cómo te llamas?
-I…ma… —respondió la chica como si se estuviese ahogando en un lago.
-¿”Ima”?—repitió Blaine mirándola en medio de una sonrisa.
-¡Por Dios sí que es atractivo! —murmuro al verlo sonreír.
-¿Cómo?
-Irma… mi nombre es Irma —contesto la chica echándose una porción de cabello tras la oreja.
-¡Qué bello nombre!... ¿que estas esperando?
-Que su Kurt… que su esposo… me pegue… es decir me pague… estoy esperando que su esposo me pague —repitió Irma de corrido, como queriendo no equivocarse de nuevo.
-¡Oh!... disculpa… yo te puedo pagar, no te aflijas... ¿me puedes?… —dijo Blaine señalando todo lo que cargaba.
-Claro… —contesto Irma tomando los colgadores con ropa y la caja con el postre y pesando que si fuese mas osada habría salido corriendo con toda esa ropa que pertenecía Blaine Anderson.
-¿Cuánto es? —pregunto contando billetes de 5 y 10 dólares
- $35,00… —dijo Irma como si se desinflara.
-Muy bien… aquí tienes 50 por la espera —añadió Blaine entregándole los billetes.
-Gracias… —dijo retirándose con todo.
-¿No deberías  dejar eso aquí? —advirtió Blaine mirándola divertido.
-¿Qué?... ¡claro!... disculpe… —dijo entregando la ropa y la caja con el “Chocolate Nougat cake”. Noah rio junto con su “Papáblen”
-Adiós… —dijo Blaine cerrando la puerta— eso fue divertido, ¿verdad? —agrego mirando a su hijo.
-¡Llegaste! —exclamo Kurt al verlo pasar de la galería de la entrada hasta la sala.
-Así es…
-Con Noah ya pensábamos que nos habías abandonado para siempre —dijo Kurt dándole un beso de bienvenida.
-¿Y perderme esto todos los días?, eso nunca Kurt Hummel-Anderson… —respondió Blaine aludiendo al beso que le diera su esposo y dando otro él de vuelta.
-¿La chica de la pastelería?, ¿se fue?
-Sí, le cancele y se fue.
-¿No se desmayo al verte?
-No… pero estuvo a punto de llevarse mi ropa.
-¿Perdón? —dijo Kurt levantando una ceja.
-Mi ropa… —repitió Blaine moviendo la bolsa de la lavandería.
-¡Oh! —exclamo Kurt sonriendo y tomando la caja del pastel. Blaine dejo la ropa sobre el sofá y siguió a su esposo e hijo a la cocina.
-¿Qué es eso? —pregunto Kurt apuntando al bolsa más pequeña.
-Es algo que le compre a Lizzie, ¿no se ha ido aun verdad?
-No, anda como loca porque  no esta lista todavía, ¿qué le compraste?
-Esto —contesto Blaine sacando un “corsage” dentro de una caja transparente.
-¡Blaine!... ¡qué cosa tan hermosa! —dijo Kurt tomándolo entre sus manos. Tenía un par de rosas rosadas, más otras de color purpura, junto con unas gardenias blancas y unas hojas verdes lustrosas que lo hacían lucir extra elegante— ¡y huele sensacional! —añadió abriendo un poco un extremo de la caja plástica.
-Se que no le gusta el rosado, pero con esas otras flores se ve muy bonito, ¿crees que le gustara?
-¡Le encantara!... pero Blaine, Nicholas se supone y debería traerle uno.
-Lo sé… pero por si se le olvida… no quisiera que nuestra princesa se quede sin este importante detalle en el día de su baile de graduación —explico Blaine mirando el ramillete con mimo.
-Es un hermoso detalle “Papáblen” —aseguro Kurt dándole un beso.
-¿Y bien?... —dijo Lizzie apareciendo en la puerta de la cocina con su traje puesto. Kurt la había ayudado a elegir un vestido azul cobalto de “corte imperio” con una pollera “evasé” que le llegaba un poco más arriba de la rodilla, y que la hacía ver más alta de lo que era. Tenía tacones y un peinado desordenado, pero que la hacía ver sofisticada de todas formas, se había puesto maquillaje y unas joyas que le regalara la Mamá de Blaine cuando cumplió 16.
Se dio una vuelta presumiendo de su amplio vestido y sonrió a sus padres como buscando la aprobación que necesitaba.
-¡Lizzie!... te ves hermosa —dijo Kurt dando unos aplausos y  tomándose la cara después.
-Te ves…. Te ves muy bonita hija… —dijo Blaine escondiendo el “corsage” tras la panera del cetro de la mesa.
-¿De verdad?... ¿no lo dicen solo porque son mis Padres?... ¿verdad?
-Por supuesto que no, Nicholas caerá rendido a tus pies…—aseguro Kurt emocionándose un poco al ver a su hija tan grande.
-Pues espero que no… ¡tenemos mucho que hacer esta noche!... si saben a lo que me refiero —dijo al chica con cara de travesura y bajando el tono de su voz cuando pronunciaba las últimas palabras.
-¡Lizzie! —exclamo Kurt incomodándose como siempre.
Blaine sonrió por el disgusto de su esposo y por el "¿Que?" inocente que murmuraba su hija de vuelta.
-¡Te ves linda y formal Lizzie! —dijo Noah desde la silla donde estaba trepado— el “Papáblen” te compro una cosa —añadió queriendo entregarle el mismo la caja con el “corsage” de rosas.
-¡Noah! —exclamo Kurt haciéndole una seña de “no” con su cabeza.
-¿Que cosa?... ¿me compraste algo “Papáblen”?... ¿un auto? —pregunto la chica acercándosele y mirando a todos lados.
-No, no es un auto… es una estupidez, pero esperemos que llegue tu cita y luego veo si lo necesitas.
-¿Me compraste un novio inflable?
-Tampoco… —añadió Blaine sonriendo.
-¿Entonces?... ¡Papáblen! si es algo para mí, yo debo saberlo… ¡obvio!… ¿de que estamos hablando?… ¡hola!
Blaine miro a Kurt y este le guiño un ojo de vuelta con ternura.
-Toma… —dijo entregándole la cajita— se que tu novio debe comprarte uno, pero no pude resistirme… lo siento…
-¡”Papáblen”!... esta súper bello… —exclamo la chica sacándolo del empaque— ¿Dónde va? —pregunto probándoselo  en el pecho y en una de las manos.
-Tiene una cosa… —explico Blaine poniéndoselo en la muñeca— que lo sujeta aquí —añadió ajustando la cinta.
-¡Me encanta!... ¡te amo “Papáblen”!— dijo dándole un abrazo.
-Hija, si Nicholas te trae uno puedes dejar este, no te preocupes por nada.
-¿¡De que estás hablando!?... si Nicholas me trae uno me lo pondre en el otro brazo o donde sea pero esto no me lo sacare aunque me sigan las hormigas—aseguro Lizzie oliendo las flores.
-Las hormigas no comen flores Lizzie, esas son las abejas… te mostrare —corrigió Noah bajándose de la silla para buscar el libro que indicaba aquello.
-¡Gracias Goblin! —dijo sonriendo.
-¿Te gusta de verdad?
-Me encanta “Papáblen”… gracias…
-¡Esa debe ser tu cita cariño!... recuerda no volver muy tarde.
-Lo sé Papá.
-Y si vas a hacer algo de “grandes” recuerda protegerte —agrego Kurt poniéndose medio colorado.
-SI voy a dormir con Nicholas, me asegurare que tenga preservativos —corrigió Lizzie diciendo las cosas como debían ser.
-¡Siempre tienes que ser tan sincera!... incomodas a tu padre por si no lo habías notado —dijo Kurt acompañando a Lizzie hasta la puerta.
-Lo he notado… ¡y me encanta!—exclamo alzando sus brazos y haciendo una especie de paso de baile gracioso— Bien… ¿me veo bien verdad? —dijo la chica dando una vuelta completa antes de abrir la puerta.
-Te ves hermosa princesa —insistió Blaine no pudiendo mas de orgullo.
-Muy hermosa —dijo Kurt parándose al lado de su esposo.
-¡Genial!... ¡me voy a mi baile!... ¡deséenme suerte!…
-Buena suerte hija…
-Disfruta Princesa…
-Un momento —dijo sacando su teléfono de una cartera diminuta y llena de brillos— no es posible que no inmortalicemos este momento… ¡GOBLIN! —grito como si estuviera a campo traviesa.
-¿Qué sucede? ¿le paso algo a tu ropa elegante? —pregunto el pequeño llegando con un libro sobre abejas.
-¡Ay como se te ocurre!, ven a tomarte una foto con nosotros —dijo Lizzie tomándose una punta de la pollera de su vestido para subirse junto a Noah a la banca de un costado de la puerta. Blaine y Kurt se ubicaron un poco más abajo y la chica procedió a tomar la foto—¡Salimos geniales! —opino mirando la imagen— ahora, Goblin… ¡espera un momento! —grito al escuchar que su cita volvía a tocar a la puerta.
-No deberías hacerlo esperar tanto cariño —opino Kurt medio nervioso.
-Serán dos minutos… ¡hola!... Goblin tómame una foto con el Papá y luego con el “Papáblen” y después una con los dos.
-OK… —contesto el pequeño haciendo, lo que le pidieran.
-Ahora ven tú —dijo haciéndole una seña a su hermano pequeño— Papá tómanos la foto —pidió Lizzie a Kurt entregándole el teléfono.
-¡Sonrían preciosos hijos! —exclamo Kurt antes de tomar la foto.
-¿Cómo quedo?
-¡Fantástica! —contesto enseñando el teléfono a su hija.
-¡Genial!... ahora sí que me voy, ¡los amo Padres! —grito Lizzie dando un beso a cada uno— y a ti también Goblin… —añadió abrazando a su hermano— ¡guárdenme pastel! —volvió a gritar como último argumento mientras salía del departamento.
-¿Estás bien? —pregunto Kurt mirando a su esposo.
-Bien… crecen tan rápido que me llega  a dar dolor de estomago —respondió Blaine al tiempo que lo abrazaba por la cintura y caminaba con él hacia la cocina.
-Lo sé… pero aun tenemos trabajo que hacer —advirtió Kurt señalando a Noah que avanzaba delante de ellos leyendo su libro sobre abejas.
-Así es… y uno maravilloso por cierto.
-Como tú...—dijo Kurt dando otro beso.
-Te amo…
-Y yo te amo a ti…
-¡Papás!... ¿sabían que las abejas pueden decirle  a otras donde está la comida bailando? —conto Noah con tanto entusiasmo que ambos creyeron para navidad pediría una colmena en vez del juguete de moda.
-¿En serio?—dijo Blaine tomándolo en brazos. Noah afirmo lo dicho gesticulando un exagerado si con su cabeza.
-Cuéntanos más cariño…—dijo Kurt llegando a la cocina donde se instalaron los tres a cenar, a esperar a Lizzie y a aprender sobre las abejas.

Julio 2039



-Es Henry…—dijo Kurt que aun tenía el teléfono de Blaine en su bolsillo.
-¿Se habrá enterado? —pregunto murmurando.
-Lizzie debió decirle, mejor le contesto o podría preocuparse —respondió Kurt hablando bajito.
-Mejor…
-Permiso bebé… —dijo Kurt dándole un beso en la frente al menor de sus hijos. Se levanto despacio y salió de la habitación para hablar con Henry, quedándose un par de segundos en la puerta para observar a Blaine y lo maravilloso que era como padre, luego de la pesadilla que había resultado todo lo de su tratamiento, verlo así arropado junto a Noah, era lo mejor de la vida.
-¡Kurt!... —exclamo Blaine medio bajito.
-¿Si? —contesto desde la puerta con el teléfono en la oreja.
-Habla con Julianna, después de todo esto no es su culpa.
-Lo sé… me comporte un tanto desadaptado, pero ya sabes —respondió haciendo un puchero y señalando a Noah, que se había quedado dormido refugiado en los brazos de su “Papáblen”
-Claro, ella entenderá si te disculpas como corresponde.
-Ok… vuelvo enseguida —dijo saliendo y volviendo a tratar de contactarse con Henry.
-¿Puedo ver al Goblin? —quiso saber Lizzie llegando a la puerta de la habitación con un vaso en la mano.
-Se quedo dormido, pero…
-¿Cómo que se quedo dormido? —interrumpió poniéndose en puntas de pie para mirar hacia adentro por sobre su Papá— ¿no sabe acaso que hemos estado en vela aquí esperando su recuperación?
-Hija…
-¡Exijo verlo!, ¡es mi hermano por todos los Santos!
-Lizzie, puedes pasar… pero trata de no despertarlo está un poco asustado pensando que pasara la noche la aquí.
-¿Cómo que pasara la noche aquí?... ¿es más grave de lo que nos dijeron? —dijo Lizzie alzando sus brazos como si demandara una explicación de la propio Doctora Huiqing Yuán.
-No lo es… ¿estás bebiendo café?
-Obvio… estamos en una sala de espera en un hospital, es lo que corresponde… ¡hola!
-Si claro, luego te quejaras que no puedes conciliar el sueño —dijo Kurt quitándole el vaso.
-¡Pero Papá!…
-Entra a ver a tu hermano, yo me beberé esto…
-¡Como sea! —exclamo moviendo sus dedos cerca de sus sienes como lo hacía siempre que quería evidenciar locura en alguien.
-Hija… —dijo Kurt tomándola de un brazo antes que entrara— ¿tú llamaste a Henry?
-Claro, es el hermano mayor… ¡hola!... debería estar aquí pendiente de todo.
-¿Asumo y no exageraste la situación al punto de preocuparlo?
-No, solo le dije lo que sabía, hablo con Julianna también, que a todo esto… Papá… creo que y deberías disculparte con ella —dijo Lizzie alzando una ceja y apuntándolo con inquina.
-Lo hare hija… voy a ello… entra despacio que tu hermano…
-Está durmiendo, ¡Lo sé! —exclamo en un tono más que alto.
-¡Lizzie!...
-Perdón… —agrego como si fuera una muda.
-Te amo loca…
-Y yo te amo a ti Papá… —respondió devuelta lanzando unos 15 besos mientras entraba a la habitación de su hermano —¡cómprame una gaseosa como compensación!

Kurt se dirigió a la sala de espera para disculparse con Julianna, si bien sabía de sobra que él tenía la razón en todo, prefería corregir su comportamiento antes que perder los servicios de alguien tan valioso como Julianna Gilmore.
-¿Señor Hummel-Anderson? —dijo una enfermera acercándose a Kurt.
-¿Si?...—pregunto en medio de un trago de café.
-Necesito que llene estas formas antes de firmar la “Epicrisis” de su hijo.
-¿La que…? —dijo Kurt medio asustado al escuchar solo la parte de la “crisis”
-Es la ficha electrónica de su hijo y la posterior alta.
-¡Mi hijo esta de alta!, ¿eso quiere decir que no dormirá aquí?
-Por supuesto, la Doctora Yuán solo quería cerciorarse que no existía riesgo posterior alguno, y como el pequeño ha evolucionado muy bien, no ha tenido vómitos ni dolor de cabeza, estará de alta en cuanto llene estas formas y cancele la factura.
-¡Por supuesto!, ¡por supuesto!... ¿donde debo ir?
-Debe ir al tercer piso a la oficina contable, es la única que existe allí, la vera en cuanto salga del ascensor.
-Perfecto… muchas gracias —dijo Kurt tomando las formas y dirigiéndose a hablar con Julianna primero y a resolver los asuntos burocráticos de la hospitalización de su hijo después.

-Señor Hummel… ¿Cómo esta Noah? —pregunto Julianna poniéndose de pie casi como si su trasero se estuviera quemando de pronto.
-Está bien, incluso le darán de alta —contesto Kurt enseñando las formas y desechando el vaso ya vacio.
-Señor Hummel, lo siento de verdad… no debí dejar solo a Noah… si desea que deje trabajar para Usted lo entenderé, incluso puedo hacerme cargo de los gastos médicos, mi seguro es muy bueno, déjeme ver —dijo la chica tomando las formas desde la mano de su jefe.
-Julianna… por favor… —interrumpió Kurt quitándoselas— no es necesario que pagues nada, ni tampoco estas despedida, reaccione mal en especial contigo… te pido me disculpes por favor—añadió sonriendo y haciéndole una especie de cariño en el antebrazo.
-Señor Hummel, usted no tiene que disculparse por nada, fui yo la negligente, estaba en su derecho a reaccionar como quisiera, después de todo se trata de su hijo, si al mío le pasara algo creo que me volvería mas loca que usted.
-¿Perdón?… —dijo Kurt alzando sus cejas.
-¡No!... no quise decir que usted fuera una loca… es decir loco, por favor… mejor me callo en este instante.
-Mejor querida… si deseas puedes pasar a ver a Noah, estaba dormidito, pero con el torbellino enrulado que acaba de entrar, dudo que haya podido seguir así —explico Kurt sonriendo de nuevo.
-Me encantaría eso… gracias Señor Hummel.
-No hay problema y gracias a ti por proceder de manera tan certera y calmada con todo esto, fue un alivio escuchar que la situación no era tan grave.
-Por supuesto… voy a ver a Noah entonces.
-¡Julianna!... —dijo Kurt antes que la chica se retirara.
-¿Señor Hummel?…
-¿Puedes decirle Blaine que iré al terminar de llenar estas formas y a pagar la cuenta?… por favor.
-Se lo diré… Gracias de nuevo Señor Hummel.
-Gracias a ti… ¡ah!... ¡y dile también que esta de alta! —exclamo mientras caminaba hacia los ascensores.

Kurt se dirigió adonde le indicaran para realizar las gestiones pertinentes. Pudo por fin comunicarse con Henry y le explico que todo estaba bien y que se irían esa misma tarde con su hermanito de alta. Le pidió que no viajara apresurado y que se quedara tranquilo en Philadelphia y esperara el fin de semana para verlo. Dejo de hablar con su hijo y al ver el ascensor tan repleto de pacientes y personas esperando, decidió subir por la escalera los pisos que le enfermera le indicara.

-¿Kurt?... ¿Kurt Hummel? —escucho desde adentro de una de las consultas del segundo piso. Se volteo pensando que vería a un fan moribundo y que le pediría quizás que.
-¿Sebastián?... —dijo medio descolocado al ver parado frente a él al hombre que nunca abandonaría su lista de “enemigos mortales”
-¿Cómo estás?... —respondió acercándose a él y estrechándole la mano acto seguido— ¿Por qué estás aquí?... ¿estás enfermo?
-No… nada de eso…
-¿Blaine entonces? —pregunto Sebastián mostrando todos sus dientes. Kurt creyó que le habían salido un par de piezas dentales extras en los años que no lo había visto.
-No, mi esposo Blaine esta perfecto —contesto Kurt haciendo hincapié en lo de “mi esposo”
-¿Entonces?... ¿acostumbras visitar hospitales a la hora de la cena?
-Tampoco… es mi hijo menor que…
-¿El menor?... ¿cuántos hijos tienen?
-Tres…
-¡Vaya si no perdieron el tiempo!... ¿yo a cual conozco?
-A Henry… claro que ahora está bastante más grande, está en la Universidad y todo.
-¡OK!, eso me hizo sentir como de 80 años… ¿En la Universidad?... ¡qué cosa tan genial!, ¿y qué carrera sigue? —pregunto Sebastián apoyando un hombro en el canto de la puerta de la consulta por la que había aparecido.
-Arquitectura en la “PhilyU”
-Excelente escuela… imagino lo orgullosos que están.
-Lo estamos…
-¿Estas con tu hijo pequeño me dijiste?
-Sí, Noah, tuvo un accidente en el parque.
-Nada grave espero… ¿Está bien?
-Perfecto, se subió a un árbol y se cayó, esta con un yeso y un parche en la cabeza, pero fuera de eso… todo está bien —respondió Kurt sonriendo.
-Me alegro escuchar eso, ¿esta hace cuanto aquí?
-Solo hoy, de hecho ahora tengo que entregar estas formas para llenar algo que tiene un nombre bastante horrible.
-¿”Epicrisis”? —pregunto Sebastián haciendo un gesto de que sabía todo lo relacionado con la medicina.
-¡Exacto!… un momento, ¿cómo sabes eso?
-Porque trabajo aquí —dijo enseñando su credencial.
-¿Aquí?... ¿no eras abogado constitucionalista?, ¿o algo así? —quiso saber Kurt poniendo cara de que Sebastián volvía a tomarle el pelo.
-Lo soy, pero una vez aprendí de alguien que hay que seguir al corazón… por lo tanto cambie Washington por New York.
-¿Vives en New York?—pregunto Kurt pensando que aquello era peor que un fan con difteria pidiéndole una foto.
-Así es…—contesto sonriendo con las manos en bolsillos.
-¿Aun sales con ese doctor?, ¿Cómo se llamaba tu novio?
-Tyler, Tyler Crawford y es más que mi novio ahora… —dijo enseñando su anillo de casado.
-¡Wow!... te felicito… ¿hace cuanto?
-15 años
-¡Wow! —repitió Kurt con mas sorpresa y un dejo de sarcasmo— lo siento no quise…—añadió al darse cuenta que su gesto se había cargado de ironía.
-Está bien, puedes reaccionar así… —dijo Sebastián soltando una risa— yo también me pregunto qué me paso que me volví un hombre de familia.
-¿Familia?... ¿tienes hijos?
-No el familión que tienen ustedes pero si... tenemos uno... tiene 8 —dijo Sebastián mientras sacaba su billetera para enseñar unas fotos de su hijo.
-¡Qué lindo!… ¿Cómo se llama? —dijo Kurt mirando las diferentes fotos.
-Se llama Gable y es tan lindo que creo que podría llorar cada vez que lo veo —contesto más amable que nunca.
-Que hermoso nombre y que hermoso niño… te felicito Sebastián —dijo Kurt entregándole la billetera.
-Gracias.
-Bueno… ahora debo irme… tengo algo por hacer… —añadió enseñando las formas.
-Si quieres yo te puedo ayudar, la oficina contable está cerrada por lo tanto…
-¿Cómo que está cerrada?... se supone y una enfermera me mando para acá asegurándome que podría hacer las gestiones pertinentes —reclamo Kurt mirando sin convencerse que Sebastián sabia más que él del funcionamiento del hospital.
-Lo siento… ¿te ayudo? —dijo estirando su mano para tomar las formas.
-¿Tú?...
-Si… bueno si quieres…
-Por supuesto solo deseo llevarme a mi hijo a la casa… ¿Qué haces aquí exactamente?
-Trabajo en la parte legal, siempre hay personas que quieres demandar por negligencia… ahí entro yo para explicar que no es posible —explico Sebastián apuntándose a si mismo.
-Y bien bueno que eras para salirte con la tuya.
-Claro…—respondió soltando una risa— dame tus papeles.
-Ok… gracias.
Sebastián tomo las hojas y reviso que todos los datos estuvieran en orden, pidió a Kurt que lo siguiera hasta una oficina que se encontraba al final de uno de los pasillos laterales y allí termino la “Epicrisis” de Noah, le hizo par de preguntas sobre Blaine y como se encontraba luego de su intervención a la que había sido sometido y que de alguna forma los medios se encargaron de revelar a la gente. Kurt explico que ya todo estaba bien y que hubiese dado su brazo derecho si el tratamiento de su esposo así lo demandaba. Hablaron del éxito que ambos habían alcanzado y Sebastián termino por confesar que seguía a Blaine en “Twitter”, “Facebook” e “Instagram” y que descargaba los álbumes en cuanto aparecían en la página oficial de “My Universe”, Kurt pensó que si los celos tiñeran de azul él parecería un nuevo tipo de “smurf”, “Fashion smurf” o algo por el estilo.
Sebastián se encargo también de emitir la factura y de llamar por teléfono a la sección contable para advertir que había un paciente que necesitaba cancelar su cuenta. Kurt se admiro del uso que daba ahora Sebastián al poder que siempre hizo gala tener.
-Listo…—dijo imprimiendo los documentos correspondientes.
-¡Genial!... ¿Qué hago con esto? —quiso saber Kurt tomando las hojas.
-Pues si la enfermera te dijo que lo darían de alta luego que los firmaras, asumo y debes llevarlos hasta la habitación donde está tu hijo y esperar allí a la doctora, de todas maneras —dijo manipulando el teléfono de nuevo— la llamare para avisarle ¿Qué doctora era?
-¡Uf!… tenía un nombre impronunciable, “Chinchi” o algo así —dijo Kurt en medio de una risa—pero era bajita y con el cabello hasta acá…—añadió gesticulando los detalles que describía.
-Debe ser la Doctora Huiqing Yuán, ella es la única traumatóloga de pediatría que esta de turno hoy.
-¡Vaya si sabes de todo! —dijo Kurt medio olvidándose de cuanto odiaba a Smythe y de que pasara el tiempo que pasara seguiría encabezando su lista de enemigos mortales.
-Es mi trabajo, bueno no “mi trabajo”—respondió haciendo el gesto de comillas— pero lo hago porque me gusta saber de todo, pero oye, es como si tú no supieses el parlamento de “Míster Peabody”
-Toda la razón —dijo Kurt señalándolo con las formas— ¿entonces?—añadió moviendo sus manos como señalando las diferentes direcciones a las que podía dirigirse.
-Pues ahora solo debes esperar a que llegue la doctora, le envié un mensaje con clave 911 para que vaya de inmediato, luego puedes llevarte a tu hijo.
-Gracias Sebastián… de verdad —contesto estirando su mano.
-Por nada —respondió estrechándosela de vuelta.
-Sebastián… si quieres saludar a Blaine estamos en el —dijo Kurt contando las habitaciones y pasillos en su mente— primer piso, segundo pasillo, cuarta habitación del lado izquierdo—agrego como imaginando un mapa del hospital en su cabeza.
-Ok… pero si no alcanzo dale mis saludos… —termino por decir Sebastián mostrando mas dientes que al principio de la conversación.
-Se los daré —dijo Kurt saliendo de la oficina raramente complacido con la nueva actitud de Smythe, pero pensando eso sí, que la próxima vez que Blaine lo invitara a ver en internet los mensajes que le escribían sus fans en las redes sociales, diría “Si” de inmediato.

Enero de 2041


-¿Estas consiente que podría hacer esto todo el día?... ¿verdad? —dijo Kurt mientras besaba los labios de su esposo casi encima de él en el sofá de la sala.
-Lo estoy…—respondió Blaine más que complacido.
-¿Entonces?, ¿no te importaría… que… este… sea nuestro… plan… para… el… día… de hoy? —quiso saber Kurt dando 8 besos seguidos.
-No me importaría… pero…
-¡NO!... nada de peros…
-Kurt…
-¡Blaine!… ¡arruinas mi momento súper intimo y romántico! —reclamo Kurt apartándose y volviendo su lugar en el sillón.
-Lo siento… y te creo lo de romántico, pero ¿“intimo”?, ¿con nuestro hijo menor recorriendo la casa?.
-¡Ah!... en eso te equivocas —corrigió Kurt acercándose de nuevo y comenzando a desabotonarle la camisa— Noah esta  mas que concentrado en el nuevo libro que le compramos.
-¿El de las arañas?
-El mismo, por lo tanto asumo y no vendrá hasta que lo termine.
-¿Qué hay de Lizzie?
-Lizzie ya no vive aquí… ¿estás teniendo un flashback de nuestras vidas?
-No… nada de eso —dijo Blaine tomándole ambas manos para zafarse del intento de su esposo por desvestirlo— llamo y dijo que vendría a vernos esta tarde.
-¿Hoy?... ¿pero es martes?
-¡Kurt!
-Lo siento... me retracto, es nuestra hija y puede venir cuando quiera… pero insisto que es martes… ¿Dónde vas?
-Quiero trabajar un poco en el estudio si no te importa.
-¡Pero si estas en periodo “sabático”!, eso quiere decir descanso, hasta para las tierras de los hebreos… si no descansas  serias el peor judío de todos.
-Bueno, yo no soy judío, por lo tanto… —sentencio Blaine besándole ambas manos y levantándose del sofá. Kurt hizo un puchero como Noah cuando quería algo y se lo negaban.
-¡No pongas esa cara!... tengo una idea en la cabeza y no quiero que se me escape.
-¡Bien!... pero no vengas a pedirme besos después… he dado por cerrada la sesión por hoy día —aseguro Kurt tomando el periódico y poniendo cara de juez marcial después.
-Ok… avísame cuando llegue Lizzie.



-¿”Goblin”?....—dijo Lizzie a media voz entrando en el cuarto de su hermano— ¿”Goblin”? —repitió en el mismo tono y mirado dentro del closet, el baño y debajo de la cama— ¿Noah?, ¿estás aquí? —pregunto por ultimo abriendo la tienda de campaña roja que había a un costado de su cama. Allí vio a su hermanito con sus lentes enormes y un libro sobre arañas en su regazo, a su lado tenia instalado a “Desmond” con un libro más pequeño sobre dinosaurios.
-¡Hola Lizzie Anderson-Hummel!
-¡”Goblin”!... ¿no escuchabas que te buscaba como desquiciada?, ¿no me escuchaste acaso?—dijo Lizzie entrado a la tienda y sentándose sobre unos cojines.
-Si… —respondió pasando pagina a su libro.
-¿Y por qué no me respondías entonces?... ¿me quieres tomar el pelo?
-Habría mucho que tomar —contesto Noah soltando una risa que se escucho tan dulce que Lizzie creyó que su hermano estaba hecho de masa de galleta.
-¡Oye!... ¡respeta a tu hermana!… —exclamo Lizzie dándole un empujón fraternal— ¿en serio no me oías?
-Si te oía, pero nunca dijiste que querías, pensé que solo decías mi nombre…
-OK… ya estoy pensando que tienes “Asperger” por esa actitud que tomas, te escuchare decir “Bazinga” cualquier día de estos.
-¿Qué cosa?
-Es de un show antiguo de televisión… ¡olvídalo!
-¿Qué es “Asperger”?
-Un trastorno.
-¿Estoy  trastornado acaso? —quiso saber Noah poniendo cara de impacto extremo.
-¿Qué?... ¡no!... ¡obvio que no!... ¿Qué cosas tan raras dices? —agrego Lizzie tomando el libro que “leía” “Desmond”
-¡Lizzie!... interrumpes a “Desmond”…
-¡Ups!... lo siento, perdóname dinosaurio —dijo la chica corrigiendo su error— sigue leyendo sobre tus parientes— añadió acomodando el libro sobre las patas del juguete— ¿así esta mejor?
-Si…
-Oye, te quería recordar…
-¿Por qué ya no vives aquí Lizzie?
-¿Cómo? —dijo la chica medio perdida.
-¿Por qué ya no vives aquí con nosotros? —repitió Noah encogiendo un hombro.
-Porque ya soy un adulto “Goblin” y los adultos vivimos por nuestra cuenta.
-Pero el Papá y el “Papáblen” también  son adultos y viven aquí.
-Porque esta es su casa, no es lo mismo.
-También es tu casa, y la mía y la de Henry… el Papá siempre lo dice.
-Lo dice, pero cuando uno crece las necesidades cambian.
-¿Por qué?
-Porque si… por ejemplo que tal si quiero invitar a unos amigos a una fiesta… o a que se queden a dormir, si no tengo donde, ¿Cómo lo podre hacer?
-¿Cómo yo invito a Liverpool cada vez que el Tío Dylan Westbrook y la Tía Lily Stewart-Westbrook vienen a New York?
-Si pero eso es…
-Siempre se puede quedar y nos quedamos a dormir aquí o el “Papáblen” arma una cama al lado de la mía.
-Si pero, “Goblin” eso es…
-Yo no quisiera irme nunca de esta casa...
-Noah, concéntrate… ¿te acuerdas que tenemos que hablar de nuestro plan? —pregunto Lizzie cambiando el tema de la mudanza, pensando que si no lo hacía estaría debatiendo con su hermano hasta la media noche.
-¡Si! —exclamo el pequeño abriendo mas sus ojos.
-Pues lo primero es planear algo para que distraigas al Papá y no se dé cuenta cuando llegue Henry.
-¡Pero a él le gusta que venga Henry!
-Lo sé… pero esta vez no debe saber sino no podremos planear nada… ¿de acuerdo?
-De acuerdo  —dijo Noah exagerando un “si” con su cabeza.
-Bien, se supone que Henry llegara en menos de 15 minutos y el Papá está en la sala leyendo, debemos hacer que salga de allí para que Henry pueda entra sin que lo vea o se distraiga lo suficiente y podamos subir.
-¿Qué hay del “Papáblen”?
-No, el está en el estudio, no habrá problemas con él… —dijo Lizzie tratando de acomodar su cuerpo de adulta a los cojines tamaño niño que tenía su hermano esparcidos en el piso de la tienda de campaña.
-Pero… ¿no nos vera en la reunión si sale del estudio?
-¡Tienes razón!... ¿cómo no pensé en eso?… ¡hola!, esta habitación esta súper expuesta —dijo Lizzie mirando un punto distante, como si pensara en un nuevo numero inventado por ella— ¡ya se! —exclamo dando un aplauso— nos reuniremos en el que era mi cuarto, el “Papáblen” no tiene que pasar por ahí, vaya a donde vaya en la casa.
-Bueno idea Lizzie Anderson-Hummel
-Entonces, ahora solo debemos pensar que le dirás al Papá —dijo Lizzie tomándose le mentón y dándose pequeños golpecitos con su dedo índice.
-¿Qué tal si le enseño mi libro de arañas?
-¿Estás loco?, terminarías por espantarlo… ¡ya se! —exclamo repitiendo lo del aplauso— ve a la sala y pregúntale sobre las partes del cuerpo, pero no sobre las tuyas, sino que las de las chicas, eso lo hará sentir súper incomodo y seguro y no prestara atención a nada más. ¿entiendes lo que digo?
-Si, le preguntare porque nosotros tenemos pene y las chicas vagina…
-¡Exacto hermanito!... ¡ay me encantaría ver la cara del Papá cuando se lo preguntes?
-¿Por qué no la puedes ver?
-Porque se supone y yo no estoy aquí y porque además, debo estar atenta a la puerta, Henry me llamara cuando llegue y yo debo bajar para distraer al portero, si no terminara diciendo que Henry vino un día en la semana.
-El Señor Jenkins no dirá nada, te lo aseguro.
-Pues yo te aseguro lo contrario. Muy bien, Henry está llegando a la “107th Infantry Regiment” en el Central Park… yo voy  bajar a hacer lo del portero… ¿recuerdas que hacer?  ¿verdad?
-Por su puesto.
-Vamos entonces…
-Vamos entonces —repitió Noah
Lizzie camino como un duendecillo en puntas de pie junto a su hermano que la imitaba al avanzar, ambos iban en silencio y se hacían callar el uno al otro cuando producían algún ruido o la cola de “Desmond” chocaba con alguno de los adornos del pasillo. Bajaron la escalera de la galería y Lizzie le hizo un gesto a su hermano para que fuera a la sala a distraer a Kurt, este hizo otro de vuelta como si la vida de alguien dependiera de lo que iba a hacer. Lizzie movió sus dedos como si caminaran señalando con ellos que bajaría hasta el hall del edificio.
Noah abrió  la puerta de la sala y se acerco a su Papá que leía  concentrado el periódico del día.
-¿Papá?
-¿Noah?... hola cariño… ¿no estabas en tu cuarto leyendo?
-Si, pero ya termine.
-¿Ya terminaste tu libro sobre… arañas…? —dijo Kurt tragando saliva como si alguna de los arácnidos fuera  a atacarlo.
-No, pero termine de leer…
-Claro… ¿quieres sentarte conmigo un ratito?
-¿Dónde está el “Papáblen”? —pregunto Noah sentándose en frente de Kurt para observar  la llegada de Henry.
-Está en el estudio trabajando…
-Pero si iba a descansar, ¿por qué no lee aquí contigo mejor? —quiso saber Noah mirando hacia  a la entrada.
-Porque… ¿sabes qué?, tienes toda la razón, debería estar leyendo aquí conmigo… ¡iré a buscarlo!
-¡NO! —grito el pequeño poniéndose de pie.
-¿Que?... ¿por qué no?
-Porque…. Porque… si él está en el estudio, es porque se le ocurrió una canción…
-Claro… cuéntame tú… ¿qué has aprendido con tu nuevo libro?
-No quiero hablar de eso… quiero saber otra cosa.
-¿Qué cosa?
-¿Por qué el cuerpo de Lizzie es diferente al mío?
-¿Cómo?... —pregunto Kurt tragando saliva.
-Eso… —insistió Noah encogiéndose de hombros y arreglando sus gafas.
-¿Por qué?... es decir… ¿Por qué quieres saber eso? —trato de articular Kurt moviendo su mano en el sofá y deseando que existiera una especie de botón de pánico que le avisara a Blaine que debía presentarse enseguida.
-¿No lo sabes? —pregunto el pequeño mirando a su Papá de medio lado.
-Claro, claro que lo sé, pero… hijo… ¿estás bien?
-Muy bien…—respondió subiéndose las gafas por el centro.
Mientras Noah incomodaba cada vez más a Kurt, Lizzie entro con Henry y subieron la escalera tratando de hacer el menor ruido posible. Casi al llegar al segundo piso, la chica se agacho y le hizo un gesto de pulgares arriba a su hermano y otro con su mano para que fuera a reunirse con ellos.
-Veras hijo,  lo que sucede es que las niñitas son diferentes porque…
-Tienen vagina…
-¿Qué? —dijo Kurt carraspeando como si se hubiera tragado una mosca— ¿Cómo sabes eso?
-Lo sé… solo quería comprobarlo —dijo Noah levantándose— ¡gracias Papá! —añadió dándole un beso— despídete de “Desmond”
-Adiós… “Des…mond” —repitió Kurt casi perdiendo al voz— ¡Noah!... ¿está todo bien?
-Todo perfecto —grito mientras se retiraba.
-¡Noah! —exclamo Kurt entre aliviado y sorprendido.

-Deberíamos haber inventado una contraseña o algo —dijo Lizzie mientras se paseaba en su antiguo cuarto.
-¿Para qué? —pregunto Henry sentando en la que había sido la cama de su hermana.
-¿Qué tal si el “Goblin” no es capaz de cumplir con su tarea?, ¿Qué tal si aparece aquí con el Papá?... eso arruinaría todo… ¿no crees?... ¡hola! —respondió gesticulando con sus brazos en alto.
-Primero cálmate y segundo, no puedes pedirle al “Goblin” que solo tiene 6 años que no cometa ningún error.
-¡¿Por qué no?!... no se supone que es superdotado o algo.
-No es superdotado Rizzie, es inteligente que es diferente.
-Superdotado, inteligente, papa, patata… da lo mismo.
-¡Llegue! —dijo el pequeño entrando junto a su dinosaurio.
-¿Cómo te salió todo?, ¿no te siguió ninguno de los dos? —pregunto Lizzie casi como si estuviesen en una guerra.
-Ninguno… ¡Henry Anderson Hummel! —dijo Noah mientras corría a abrazar a su hermano mayor. Este lo levanto en sus brazos y le dio cuatro vueltas antes de soltarlo.
-¿Cómo estas “Goblin”?
-Bien… ¿tu?, ¿ya has hecho muchas casas?
-Ninguna aun, pero prometo que en cuanto haga una, tu serás el primero en ver los planos.
-¿Los que?
-Los planos, son los dibujos de…
-Muy bien, muy bien, muy bien…. No estamos aquí para hablar de casas y planos, esta reunión es súper especial por lo tanto —dijo Lizzie mirando a todos lados como buscando algo.
-¿Qué buscas Lizzie Anderson Hummel?
-Busco algo que me sirva para…. ¿me prestas este juguete? —pregunto la chica tomando a “Desmond” por la cola.
-Bueno, pero con cuidado.
-Lo tendré… lo siento “Desmond”, la causa lo amerita —dijo Lizzie hablándole al dinosaurio azul— Muy bien… ¡queda inaugurada la decimoquinta reunión de los chicos Anderson Hummel “Gay o lo contrario…”
-¡”Somos los mejores de este barrio”! —contestaron los chicos sonriendo.
-Comencemos —dijo Lizzie golpeando la cama con el trasero de “Desmond”, como iniciando la reunión en ausencia de un martillo.
-Yo quiero hablar algo —dijo Noah levantando su brazo.
-Tiene la palabra el señor Noah Anderson Hummel.
-Quiero decir que los extraño.
-¡”Goblin”!... —dijeron Henry y Lizzie al mismo tiempo.
-Nosotros también te extrañamos a ti… pero no nos hemos dejado de ver… ¿verdad? —le recordó Henry haciéndole un cariño en la cabeza.
-Así es… yo al igual que Henry vengo todos los domingos y te prometo venir además un día de la semana.
-¿De verdad Lizzie Anderson Hummel? —dijo Noah lleno de ilusión.
-De verdad… tu escoge el día… ¡pero no ahora! —advirtió al ver que su hermano se pondría a pensar en otra cosa y la reunión terminaría siendo un fiasco total.
-Bien…
-Entonces, estamos aquí reunidos para organizar el viaje que queremos regalarle  a los Papás, Henry… ¿Cuál es el computo que tenemos hasta ahora?
-Tenemos… —dijo el chico mirando en su libreta— U$12.326 dólares y cero centavos.
-Excelente cantidad, como sabemos nuestra meta es 16 mil, para comprar tickets de primera clase.
-¿Por qué deben ser de primera clase?
-Si Rizzie, ¿por que deben ser de primera clase? —repitió Henry imitando el acento infantil de Noah.
-¡Porque el Papá no viajaría en clase turista aunque fuera el Rey Williams de Inglaterra a su lado!… ¡vamos!, ustedes sabían eso desde que comenzamos a ahorrar hace casi un año.
-Tiene razón “Goblin” —dijo Henry haciéndole un gesto de conformidad a su hermano.
-Entonces… ¿si Noah Anderson Hummel?
-¿Qué tal si los invitamos a un lugar más cerca?
-NO… ¡Noah!... ¿no recuerdas nada de la última reunión?... ¡hola!... Francia es su lugar favorito en todo el mundo y…
-¿No es New York?
-Además de New York —dijo Lizzie soltando un poco de aire, como perdiendo la paciencia. Henry rio disimulado con la interacción de sus hermanos menores.
-Paris lo escogimos hace meses… ¡Henry!... ¿ayúdame aquí?...—exclamo Lizzie apuntándolo a él y a su hermano menor.
-“Goblin”… Paris es una ciudad que los Papás siempre han querido, tu aun no existías cuando estuvimos allá en una de las giras del “Papáblen”, pero te puedo asegurar que ambos quedaron fascinados.
-¿Por qué no se lo regalamos para su aniversario?, tendremos más tiempo para juntar dinero—insistió Noah que parecía y tenia mil ideas por exponer dentro de su cabeza.
-Porque debe ser ahora en San Valentín, sabes bien que nunca han podido tener un día de los enamorados como corresponde… ¡desde que eran novios por todos los santos!, además, debemos aprovechar que este año el “Papáblen” se lo tomo sabático, si no con lo de las giras que tiene ya proyectadas para 2042, terminaran viajando el 2180 o algo.
-Nadie estará vivo para entonces —dijo Noah sacando la cuenta con sus dedos.
-Lo sé…—dijo Lizzie poniendo caras— Henry, ¿tienes tú una idea para conseguir el dinero que nos falta?
-La tengo… —respondió el mayor de los chicos Anderson Hummel poniéndose de pie y todo— hermanos, mi idea puede causar controversia, pero es la más acertada.
-¿Cuál es? —quiso saber Noah levantando su mano a todo lo que su brazo le daba.
-Vendamos algo de nuestras pertenencias —respondió abriendo sus palmas como esperando una reacción extra positiva de sus hermanos.
-¿Vender cosas?... yo me mude hace poco… ¡no tengo cosas!
-Rizzie, lo sé, no hablo que vendas tu cama o algo, si no que cosas de las que podamos prescindir, yo por ejemplo venderé el auto.
-¿Tu auto?... ¡Henry los Papás se pondrán como locos si lo haces!... yo no venderé el mío —advirtió Lizzie poniéndose como a la defensiva.
-¿Cómo vas viajar si no tienes tu auto? —pregunto Noah que parecía haber escondido a Desmond tras su espalda, como presintiendo que sus hermanos lo obligarían a venderlo.
-El asunto es que comenzare a trabajar en  “L.F. Driscoll Co”, por lo tanto tendré una camioneta a mi disposición, así es que no necesitare mi auto, y al venderlo, tendremos por lo menos U$3.000 dólares mas.
-Henry… ¡eso es fantástico!... esa compañía es enorme…
-Lo sé…—dijo sonriendo— fueron a la escuela a buscar a alumnos destacados y bueno…—agrego un poco engreído.
-¡Que cosa tan genial!... —exclamo Lizzie abrazándolo— ¿los Papas lo saben?, ¿Qué hay de tu tesis?
-No lo saben, se supone y les diré este fin de semana cuando de “verdad” este aquí.
-¿Pero si estás aquí? —dijo Noah mirándolo raro.
-Así es “Goblin”, pero se supone que nadie debe saberlo… ¿recuerdas que no debes decir nada?, ¿verdad?
-No me gusta mentir…
-Ni a nosotros, pero esto amerita una pequeño ocultamiento de información, confía en nosotros, no estás haciendo nada malo si te quedas calladito con respecto a esto —explico Lizzie acercándose a su hermano.
-Está bien.
-¿Qué hay de tu tesis Henry?
-Pues la terminare este semestre, no habrá problema.
-Los Papás estarán súper orgullosos…
-Espero…
-Muy bien… entonces con los de tu auto tenemos U$15.326… solo nos faltarían U$674 —dijo Lizzie pensando y restando en su cabeza más rápido que nadie.
-Yo tengo 100 dólares en mi alcancía… —advirtió Noah causando una sonrisa conmovida en sus hermanos.
-¿De dónde sacaste esa cantidad? —pregunto Lizzie mirándolo chueco como Blaine lo hacía.
-De lo que me dan los abuelos, el Tío Cooper, la Tía Rachel… etcétera.
-No hace falta que los gastes en esto “Goblin” —aseguro Henry haciéndole un cariño en el mentón.
-¿Por qué?... ¡también son mis Papás!
-Lo sabemos hermano, pero ese dinero lo estas guardando para algo… ¿verdad? —Noah hizo un gesto positivo con su cabeza.
-¿Ves?... no te aflijas, yo también se cómo conseguir lo que falta —aseguro Lizzie levantándose y haciendo una especie de baile.
-¿Cómo? —pregunto Henry mirándola hacia arriba.
-Trabajare en un bar que hay cerca de la NYU, con lo que paguen y mas las propinas, creo que podre tener una par de miles en unas semanas.
-¿Qué bar es ese? —quiso saber Henry levantándose y poniendo cara de hermano mayor.
-¡Ay Henry!... es un bar decente… ¿Ok?
-Eso espero, porque con esas propinas tan abundantes…
-¿Qué es un bar decente? —pregunto Noah volviendo a poner a Desmond en su regazo, convencido que no sería parte de la venta de las pertenencias.
-Es uno que tiene las mesas muy limpias “Goblin” —respondió Lizzie poniendo cara de travesura.
-Muy bien…
-Entonces… tenemos todo listo, Henry tú te encargaras de comprar los pasajes en cuanto reunamos todo el dinero.
-No hay problema —dijo el chico haciendo un gesto con su cabeza.
-Bien… ahora…
-¿Escucharon eso? —pregunto Henry bajando la voz.
-¡Es el Papá! —grito Lizzie con ambas manos cerca de su boca, como si se comiera las diez uñas  a la vez.
-¡Escóndanse!... —exclamo Noah apuntando el armario vacío y el baño de la habitación.

-¿Noah?... ¿estas aquí? —dijo Kurt entrando a la que era la habitación de su hija.
-Hola, Papá… —contesto el pequeño sentando en la cama de su hermana y simulando normalidad extrema
-¿Qué haces aquí?... ¿con quién hablabas?, creí escuchar voces…—pregunto Kurt mirando a todos lados.
-Hablaba con “Desmond”, me contaba lo que leyó en su libro…
-¿”Desmond” estaba leyendo?
-Si un libro sobre sus “patentes”
-¿Sus parientes? —corrigió Kurt sonriendo.
-Eso…
-Bien, pero ¿sabes qué?, no deberías estar aquí, porque aunque Lizzie ya no viva con nosotros, esta habitación sigue siendo de tu hermanita, no creo y le gustaría encontrarte aquí husmeando
-¿Por qué?, si no viene hasta el Domingo.
-En eso te equivocas, hablo con el “Papáblen” y le dijo que vendría hoy de visita.
-¿Hoy?
-Así es… además, hijo la persona que limpia la casa no vino hoy por lo de la nieve, puede aparecerte una araña o algo —dijo Kurt mirando el piso.
-Yo creo que esta todo limpio y a las arañas no les gusta lo limpio… además… extraño a Lizzie Anderson Hummel
-Lo sé cariño, tu “Papáblen” y yo también la extrañamos, pero así es como es la vida, nada podemos hacer.
-Claro, ¿a qué hora llegara mi hermana?
-Llamara cuando este por llegar.
-¿Y por qué vendrá hoy?... es martes no Domingo —dijo Noah actuando con tanta veracidad que sus hermanos pensaron que merecía un Oscar en ese instante.
-¡Lo sé!... ¿no es genial?, ven —pidió Kurt tomándole la mano— vamos a la sala a esperarla y a recordarle al “Papáblen” que está en periodo sabático y no debería estar trabajando.
-Ok…
-¿Sucede algo? —dijo Kurt mirándolo y luego observando la habitación completa.
-¿Por qué?
-Porque nunca habías obedecido tan rápido, sin antes pronunciar un “¿Por qué?” a mis razones.
Henry y Lizzie aguantaron la respiración en sus respectivos escondites pensando que algún error de Noah terminaría por delatarlos
-No sucede nada…
-¿Seguro? —insistió Kurt poniendo cara de inspector de narcóticos.
-Seguro…
-Hijo, siento no haber resuelto tus dudas anteriormente.
-No te preocupes, se que te puse nervioso.
-¿Si?... pero aun así cariño, quiero que sepas que cualquier cosa que quieras preguntarme a mi o al “Papáblen” puedes hacerlo, es nuestro deber resolver tus dudas.
-Muy bien —dijo Noah haciendo como que limpiaba sus gafas sin vidrio.
-¿No quieres saber lo que es “sabático”?
-Ya lo sé…
-¿Si?, ¿y qué es? —pregunto Kurt sin creer nada
-Descanso, viene de sábado y se relaciona con la religión judía.
-Bien… —dijo Kurt recuperando la confianza— ¿vamos?
-¡Vamos!…—contesto Noah saliendo de la mano de su Papá. Antes de salir, echo un ojo a sus hermanos que se asomaban un poco desde closet y del baño y les guiño un ojo con complicidad, ambos rieron y pensaron que su hermano pequeño era más inteligente y dulce de lo que ellos habían sido nunca.