(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

-¿Está bien? —pregunto Blaine al segundo que vio salir al doctor por la puerta de los ingresados. El resto de los chicos se puso de pie de inmediato y se acercaron ubicándose tras su amigo para escuchar las noticias.
-Está bien —respondió el doctor cargando una ficha médica— tiene una fractura encima del ojo derecho, algunos cortes y moretones… esta vivo y se pondrá bien —todos soltaron un suspiro de alivio, y Blaine miro al cielo como agradeciendo a un poder superior— está durmiendo ahora por la morfina, pero pueden verlo— añadió mirando a todos.
-Gracias doctor… —dijo Blaine esbozando una pequeña sonrisa— ¿Dónde…? —agrego partiendo primero que todos.
-Síganme —respondió el doctor abriendo la puerta para que entraran todos— por aquí —agrego señalando el pasillo que estaba a su derecha— Señor Anderson, ¿me dijo que quería que hablara con el Padre del Señor Hummel?
-Si… pero no he podido comunicarme con él…
-Pues mi turno acaba en 40 minutos —señalo el doctor indicando hacia donde debían dirigirse— así es que si logra comunicarse con él, no tengo problema en ayudarlo… aquí es —dijo deteniéndose en una de las puertas— les advierto que esta sedado como les indique y sus heridas podrían causar algún impacto y hacerlos pensar que la situación es peor de lo que es, pero les aseguro que se pondrá bien en poco tiempo —explico como previendo algún colapso nervioso de alguno de los presentes.
-Gracias doctor —dijo Blaine tragando saliva.
-Pasen… la bolsa blanca bajo la cama tiene las pertenecías del Señor Hummel, puede llevárselas al momento en que se retiren.
-Claro —respondió Blaine queriendo que ya no le impidieran su encuentro con Kurt.
-Señor Anderson, pude hablar con los policías que llevan el caso del Señor Hummel y me informaron que su pareja intercedió en la golpiza de otro sujeto, lo quiso defender y termino siendo él el más perjudicado, asumo y el Señor Hummel es de aquellos que no se conforma solo con un discurso —termino por decir el doctor retirándose de la habitación.
-No lo es…—dijo Blaine entrando por fin.

Blaine entro de los primeros y cerro sus ojos con impotencia al ver a Kurt conectado a una maquina que le monitoreaba el pulso y cerciorarse que las heridas que tenía en sus manos y rostro hacían, en efecto, parecer que la situación era más grave de lo que realmente era. Rachel soltó un grito ahogado y se tapo la boca con sus manos. Mercedes miro al cielo sin poder creerlo y Artie negó con su cabeza pensado que aquello era tan increíble como injusto. Sam no dijo nada y solo se acerco hasta la cabecera de la cama de su amigo.
Todos se ubicaron alrededor de la cama y Blaine se sentó con cuidado a la vera de su prometido.
-¿Oye?, ¿Kurt?... se que estas bajo los efectos de muchos sedantes amigo, pero puedes despertarte cuando quieras —dijo Sam tocándole las manos.
-Déjalo Sam —pidió Mercedes desde el extremo contrario de la habitación.
-Me siento tan responsable, tuvimos una enorme pelea y luego lo deje solo —dijo Rachel con sus manos entrelazadas.
-Si hubieras estado con él, hubiera hecho lo mismo. —aseguro Blaine sin quitar los ojos de su prometido.
-Quiero matar a quien le hizo esto —advirtió Sam como con impotencia.
-No digas eso Sam, sé que no lo dices enserio… —dijo Mercedes ante la amenaza que lanzaba su amigo.
-Ojala y pudiera escucharme, para decirle que estoy aquí —murmuro Blaine cogiéndole la mano con cuidado.
-El sabe que estamos aquí… lo sabe —sentencio Rachel mirándolo fijo.
Blaine comenzó a cantar un verso de “Not While I'm Around” del musical “Sweeney Todd”, como si a través de aquello que los había unido hacia tiempo, pudiera darle el confort y la protección que Kurt necesitaba. Rachel, Sam, Mercedes y Artie se retiraron en silencio de la habitación sintiéndose casi unos intrusos en aquel momento que resultaba tan íntimo como conmovedor. Blaine canto un par de estrofas mas y se acomodo en la pequeña cama de hospital, lo miro a la cara y le arreglo el flequillo cuidando de no pasar a llevar ninguna de las heridas, le acaricio la cara y termino por acostarse a su lado refugiándose en su hombro y allí se quedo por un largo rato, lo acaricio con suavidad y se lleno con su olor, reconoció su perfume de siempre, mezclado esta vez con otros productos como de desinfección y medicamento.
-Estoy aquí Kurt… —murmuro soltando un suspiro— a tu lado… no voy a dejarte solo ni ahora ni nunca… el Doctor dijo que te pondrás bien, yo también lo creo… solo tendrás que lidiar con un par de cicatrices. Tuve mucho miedo… ¿sabes?... pensé que… no importa —dijo soltando un par de lagrimas que se enjugo con el puño del sweater— todos están aquí, Rachel, Mercedes, Artie y Sam… también llame a Elliot dijo que vendría en cuanto pudiera, y tu Papá no me responde… pero se lo diré no te preocupes… no te libraras de su reto —dijo soltando una risa— ahora solo debes despertar… porque estarás bien, vas a estar bien, tenemos tanto por ver y vivir, que no hubiera perdonado nunca al destino si hubiese truncado nuestros planes. Nuestra boda, nuestros bebés… tu triunfando en Broadway y yo… no se… solo me conformo con que la vida me permita abrazarte cada noche —añadió Blaine rozando su nariz con el cuello de su prometido— te amo Kurt… tanto… tanto…—dijo mientras le daba pequeños besos que le supieron a sus propias lagrimas.
-Blaine… disculpa…—dijo Sam entrando a la habitación— Rachel consiguió comunicarse con Burt y quiere hablar contigo —añadió mirando hacia la pared, como arrepentido de haber interrumpido aquel momento que les pertenecía solo a ellos.
-Gracias Sam… —respondió Blaine levantándose y disimulando su llanto tras la manga de su sweater— ¿hola?
-¡Anderson!, ¿Qué diablos sucedió?, por favor dime que mi hijo está bien.
-Burt… primero te pido que estés tranquilo, todo está bien ahora.
-¿Qué este tranquilo?, ¿Cómo me pides eso?, ¿Qué demonios paso?
-Kurt trato de defender a alguien que estaba siendo golpeado, pero termino recibiendo la peor parte.
-¡¿Cómo?!
-Eso… mira ahora estoy con él, esta inconsciente…
-¡Inconsciente!
-Sí, pero es por los medicamentos, el Doctor que lo atendió me aseguro que está bien, tiene algunos cortes y moretones en la cara…
-¡Con un demonio!... ¿Quién ataca a alguien sin razón?, ¿no están en New York acaso? ¿Cuántos tipos eran?
-No lo sé… cuando despierte asumo y nos contara… ¿vas viajar?
-¡Apuesta a que si!… me estoy yendo al aeropuerto ahora mismo… espero y conseguir un vuelo dentro de esta misma noche.
-Burt, llama a mi casa…
-Si Anderson, yo le aviso a tus Padres…
-No… yo me ocupare de eso, lo que sucede es que mi Mamá tiene una amiga que trabaja en el JFK y te puede conseguir pasajes de inmediato, ya lo hizo cuando sucedió lo de Finn, llámala y podrás volar esta misma noche.
-Gracias Blaine… por favor mantenme al tanto…
-Lo hare, que tengas un buen viaje… y tranquilo, Kurt estará bien, yo no me pienso mover de aquí…
-Se que no… nos vemos Blaine.
Blaine corto la llamada y soltó un suspiro largo y hondo, se golpeo varias veces con el teléfono en la frente y cerró los ojos como pensando, miro a Kurt y volvió a salir de la habitación.
-¿Qué te dijo Burt?, ¿viajara esta noche? —pregunto Sam que se había quedado en silencio al otro lado de la puerta.
-Si… tratara de conseguir un pasaje, le dije que una amiga de mi… ¿escuchaste todo?, ¿verdad?
-Así es… y no es que haya querido, es que me quede aquí no sé porque… —dijo Sam con sus manos en los bolsillos.
-¿Todos se fueron?—quiso saber Blaine caminando hacia la sala de espera.
-No, pero estamos pesando en hacerlo, tú también deberías.
-¿Qué?...
-Blaine, ya sabemos que Kurt está bien, y el doctor dijo que estaría inconsciente por un buen rato.
-¡Yo no me moveré de aquí! —exclamo como si alguien le estuviese pidiendo que entregara a su primogénito a la hoguera.
Sam lo miro como con miedo y cruzo la puerta hacia la sala de espera donde estaba el resto de sus amigos.






Mayo de 2041


-Con cuidado cariño o terminaras todo empolvado —dijo Kurt a su hijo mientras quebraba huevos dentro de la batidora.
-¿Por qué hay que hacer esto? —quiso saber Noah manipulando el cernidor de harina con extra delicadeza.
-Porque así… —contesto mientras sacaba un vaso de uno de los muebles— nuestras galletas quedaran extra esponjosas.
-¡Papá!... ¿Qué tal si hacemos una sola galleta con toda la masa?
-¿Una súper galleta?—dijo Kurt sacando una caja de leche de la heladera.
-¡Si! —exclamo el pequeño poniendo sumo cuidado en la labor que le habían encomendado.
-Tal vez deberíamos probar si resulta… toma cariño —añadió Kurt entregándole un vaso con leche.
-No quiero… —señalo meneando su cabeza.
-¿Por qué no?
-Porque la leche sabe a vaca…
-¡Noah!... ¿cómo puedes decir eso?
-Es la verdad…
-¿Has probado una vaca alguna vez? —pregunto Kurt sentándose a su lado en uno de los pisos altos que rodeaban el mueble central de la cocina.
-No… —contesto el pequeño soltando una pequeña carcajada
-Entonces, ¿cómo puedes saber a que saben las vacas?, la leche es buena y te ayuda a crecer sano y fuerte, además de guapo por cierto —sentencio Kurt acercándole el vaso.
-¡Esta bien! —dijo Noah como si se resignara a lo inevitable— sírvele un poco a “Desmond”
-Muy bien…—respondió Kurt llenando un vaso hasta un poco menos de la mitad y dejándolo al lado del dinosaurio.
-Di gracias “Desmond”—añadió el pequeño mirando su juguete.
Kurt sonrió y continuo con a la elaboración de las galletas.
-¿Por qué Lizzie Anderson Hummel tiene tantos novios?
-¿Como? —pregunto Kurt apagando la batidora.
-Eso, ¿por qué siempre trae a un niño diferente a la casa?
-Lo preguntas como si fuese algo malo hijo…
-No, es solo que es diferente a Henry Anderson Hummel.
-Todos somos diferentes bebé, y el hecho que tu hermana tenga muchos novios, ¿es algo que te molesta?
-No… pero me da “curiosodad” —dijo Noah entregándole el pocillo con la harina ya cernida. Kurt lo tomo y vertió el contenido en la batidora obteniendo en un instante la masa lista para el horno
-¿Curiosidad?
-Eso… —dijo Noah sacudiendo la harina de las manos mediante tres aplausos.
-Pues veras cariño, cuando nos hacemos grandes y tenemos la necesidad de compartir nuestra vida con otra persona, a veces es necesario que busquemos hasta encontrar con quien queremos hacerlo por el resto de nuestra vida… y Lizzie es eso lo que está buscando.
-Pues ha buscado harto… —dijo Noah abriendo sus ojos.
-Así es —dijo Kurt sonriendo mientras alistaba la lata del horno— pero eso no la hace una mala persona ni nada, ¿lo sabes verada?
-Obvio… —dijo Noah pasándose las manos con harina por la nariz y la frente.
-Ahora lo que tú necesitas es que te limpie tu hermosa carita —dijo Kurt buscando un paño de cocina— quedaste igual que tu “Papáblen” cuando me horneo por primera vez unas galletas.
-¿El “Papáblen” hizo tal cosa? —pregunto Noah como impresionado.
-Lo hizo —contesto Kurt limpiando con delicadeza la cara de su hijo— y quedo más empolvado que tú —agrego tomándole el mentón y dándole un toque en la nariz con el paño.
-¡”Papáblen”! —exclamo al ver llegar a su otro padre.
-Hola bebé… —dijo Blaine sonriendo apenas pero dándole un abrazo extra largo al menor de sus hijo.
Kurt arrugo el entrecejo y se dio cuenta de inmediato que algo no andaba bien.
-¿Dónde estabas? —pregunto Noah volviendo a su asiento.
-Estaba en el estudio cariño…—respondió besando a Kurt.
-¡Pero si estas en lo sabático!
-Lo sé… pero hay cosas que solo puedo arreglar yo, cosas de las canciones y los arreglos —explico Blaine mientras comía un poco de masa de galletas.
-¿Estás bien? —murmuro Kurt mientas Noah no les prestaba atención.
-No… —respondió Blaine de la misma forma.
-Si quieren hablar cosas de casados yo puedo irme a mi habitación.
-¿Qué dices cariño? —dijo Kurt disimulando.
-Eso, cuando se miran así y hablan en silencio es porque hablaran cosas de grandes, y como yo soy el único pequeño que queda aquí, creo y debo irme a otro lado —dijo Noah encogiéndose de hombros.
-¿No te importa bebé? —dijo Kurt mirándolo con ternura.
-No… tengo cosas que hacer… —dijo Noah mirándose los dedos llenos de harina.
-¿Qué cosas hijo? —pregunto Blaine sonriendo.
-Cosas mías — insistió el pequeño chupándose un par de dedos y poniendo cara de asco después.
-¿Me dejas a solas con el “Papáblen”, entonces?
-Claro, por algo lo dije… —señalo Noah bajándose de su asiento, tomo a Desmond en sus brazos y se dirigió a su habitación.
Kurt lo quedo mirando hasta que desapareció por la escalera que daba al segundo piso y luego miro a su esposo que parecía más apesadumbrado que nuca.
-Muy bien… —dijo acercándosele para ubicarse entre sus piernas— ¿Qué sucede Blaine Anderson-Hummel? —agrego hundiendo sus manos en el cabello de su esposo.
-Cooper me llamo mientras estaba en el estudio…
-¿Y?
-Y… me dijo que había hablado con mi Mamá y que tenía algo que decirme.
-¿Algo que decirte?... ¿qué sucedió?
-Sucedió… —comenzó a explicar Blaine soltando un poco de aire al tiempo que lo acercaba a él por la hebilla del cinturón—… que mi Mama se hizo sus exámenes anuales y uno salió mal.
Kurt lo miro sin decir palabra y continúo acariciándole el cabello.
-Y… le… le encontraron una lesión en uno de sus riñones.
-¿Una lesión?
-Un… ¿Cómo fue que dijo Cooper? —respondió Blaine como mirado hacia un costado en busca de la respuesta— un “nódulo sospechoso en el polo superior del riñón derecho”— añadió como si leyera el informe del scanner pélvico.
-Blaine…
-No sé qué significa, ni qué consecuencias puede tener, Cooper no me supo explicar y yo…—dijo Blaine tomándose la frente— ¿abrázame?… —pidió mientras descansaba su cabeza en el pecho de su esposo.
Kurt hizo lo que le pidiera y lo rodeo con sus brazos, le dio un beso en el cuello a la altura de la nuca y Blaine termino por acomodarse en el abrazo, Kurt pudo sentir que se tragaba el llanto como siempre y volvió besarlo en el pelo.
-Escúchame… —dijo apartándolo y mirándolo a los ojos— todo saldrá bien…
-¿Cómo sabes eso?
-Porque lo sé, porque soy sabio, guapo y justo… ¡y siempre tengo la razón! —advirtió Kurt dándose ínfulas divertidas.
Blaine esbozo una pequeña pero maravillosa sonrisa.
-Tengo miedo Kurt… se que en un momento de nuestras vidas perder a nuestros Padres se vuelve algo casi natural, pero… ¿no se supone que a esta altura de su vida mi Mamá debería preocuparse solo de… no se… podar las rosas de la casa e irse con mi Papá de crucero o algo…?
-Lo se…—interrumpió besándole la frente y tomándole la cara con ambas manos— pero todo saldrá bien, mi Papá paso por lo mismo y salió airoso, cuando había menos información y menos avances que hoy en día. Haremos lo que sea necesario, lo que tú quieras y lo que tú Mamá necesite… viajar a Westerville, traerla a New York, acompañarla en todo… ¿de acuerdo?
-¿Qué hay de tu obra?
-¡Al diablo con la obra!, tengo un sustituto que se muere por subirse al escenario, ahora será su oportunidad de brillar como “Farrell McLoughlin”, créeme y me lo agradecerá.
-Pero los Tonys, “The good old days” tiene 10 nominaciones…
-¿Y?... ¿sabes lo que es “recibo el premio a su nombre”?, ¿verdad?
-Me lo explicaste una vez… si —respondió Blaine con el ánimo un tanto más arriba.
-Mira, para mí no hay nada más importante que tú y nuestra familia, que tu bienestar, y si acompañar a tu Mamá mientras resuelve este problema de salud es lo que necesitas, entonces es allí donde estaré yo, nunca dudes de eso.
-No lo hago… —dijo Blaine emocionándose un poco— Kurt, si lo que tiene resulta ser… ya sabes… ¿crees que podamos alojarla aquí?, después de todo vivimos a 5 minutos del mejor hospital para ese tipo de enfermedad.
-¡Por supuesto que podríamos!, es lo que te dije… por lo demás, siempre me ha encantado tratar con mi suegra, ella y tu Papá pueden quedarse aquí con nosotros si es necesario… ¿cuando quieres viajar?
-No lo sé…
-Yo si se… —dijo dándole un beso y apartándose para comenzar con las llamadas.
-¿A quién vas a llamar?
-Primero a Julianna para decirle que no estaremos durante las próximas dos semanas y que prescindiremos de ella, segundo a nuestra hija y tercero a nuestro hijo mayor.
-Pero no les digamos nada a los chicos todavía, no es necesario preocuparlos sin razón.
-Blaine, nuestros hijos adoran a tu Mamá, no sería justo ocultarles lo que está pasando.
-Sí, pero aun así, no les digas nada que pueda alarmarlos sin motivo.
-Le diré lo que sabemos… ¿de acuerdo?
-De acuerdo… —dijo Blaine comiendo más masa de galletas.
-Muy bien… —dijo Kurt dando unos aplausos y mirando su teléfono como si organizara la agenda de su compañía de teatro— luego de hablar con nuestro hijos llamare a Helen para que nos consiga pasajes para pasado mañana, ¿te perece bien?
-¿Pasado mañana?
-Sí, así hablamos mañana en colegio de Noah.
-No creo que le guste ausentarse del colegio
-En normales circunstancias no, pero si le decimos que pasara tiempo con tu Papá y el mío, creo que no se negaría por nada.
-Claro… ¿Qué le diremos?
-La verdad, ya sabes lo listo que es, en una de esas termina explicándonos a nosotros.
-Lo más probable…
-Además, como ya está terminando el semestre no habrá problema que se ausente un par de semanas.
-¿Le pedirás a Helen que lidie con lo del teatro?
-No, no, no… eso debo hacerlo yo, debo asegurarme que mi sustituto no se tome atribuciones y termine por quitarme el trabajo— aseguro Kurt blanqueando sus ojos.
-Eres el director, escritor y protagonista de la obra… no es posible que te quedes sin empleo —dijo Blaine sonriendo con más soltura.
-En el teatro todo es posible.
-Gracias Kurt…
-Por nada… y lo hago porque te amo Blaine Anderson-Hummel —dijo Kurt mirándolo con amor— y porque además, será una excelente oportunidad de convivir un par de semanas con mi cuñado —agrego moviendo sus cejas.
-¿Qué?... ¿Cooper?... ¿te has fijado que tiene más canas que cabello normal?
-Sí, y le quedan fantástico… quien diría que al abandonar aquello de “apuntar”, se convertiría en el “George Clooney” de esta generación…
-¿Ya puedo salir?... quiero comer galletas —dijo Noah asomando su cabeza y la de “Desmond” por la escalera.
-Claro que si hijo, tenemos una galleta que hornear… ven… —dijo Kurt haciéndole una seña mientras se comunicaba con Julianna.
Noah bajo a saltos la escalera y retomo su lugar en uno de los pisos altos.
-¿Una galleta? —quiso saber Blaine poniendo acento en lo de “una”
-Sí, una grande —explico Noah haciendo la forma de una galleta gigante con sus brazos.
-¿Una galleta grande?
-¡Una súper Galleta! —contestaron Noah y Kurt al mismo tiempo.
Blaine sonrió y los miro trabajar en la “súper galleta”, pensando que tal vez era verdad aquello que le dijera su esposo, aquello que todo estaría bien.






-¿Despertó? —pregunto Mercedes al ver aparecer a Blaine junto a Sam.
-No aun no… chicos yo me quedare aquí, Burt llegara en un par de horas… por lo tanto…
-Blaine, no deberías pasar la noche aquí, hace frio, es incomodo y creo que esa persona estaba hablando con su mano hace un rato —dijo Rachel mirando a uno de los pacientes que parecía y tenía sus facultades mentales perturbadas.
-Me da lo mismo, además estaré en la habitación…—insistió comenzando a despedirse de todos.
-¡Oye!, no puedes quedarte aquí solo, al menos deja que me quede contigo, te mantendré despierto, te lo aseguro.
-Gracias Sam pero la preocupación ya me tiene lo suficientemente despierto.
Sam miro a sus amigos como buscando apoyo a su idea, sin embargo todos ya habían comprendido que nadie haría a Blaine cambiar de parecer al respecto.
-Vamos Sam, pasaremos a la iglesia, tengo que hablar seriamente con Dios con respecto a esto —dijo Mercedes tomando a su amigo por la espalda.
-Los acompañare —añadió Rachel poniéndose su ropa de abrigo.
-Está bien —accedió por fin Sam— pero toma, quédate con esto —agrego quitándose el chaleco sin mangas que vestía.
-¿Qué?, ¿estás loco?, ¡te morirás de frio! —exclamo Blaine echándose un tanto hacia atrás, como si la pieza de ropa lo fuese a atacar o algo.
-No es para que te lo pongas, lo puedes usar de almohada, ¿ves? —explico enrollándolo como si fuera una pelota de futbol y poniéndoselo bajo su propia cabeza después, para demostrar que aquello era útil de todos modos— vamos… — agrego entregándosela.
-Esta bien… gracias…
-Muy bien… dale nuestros mejores deseos a Kurt cuando despierte —dijo el chico abrazando a su amigo.
-Dile que lo amamos —añadió Mercedes secundando el abrazo.
-Adiós Blaine —dijo Rachel besándolo en la mejilla— llámanos, no importa la hora —agrego la chica enseñando su teléfono.
-¿Estas bien Blaine?, ¿necesitas algo? —quiso saber Artie despidiéndose de los últimos.
-Estoy bien, so quiero llevármelo a casa…—respondió medio sonriendo.
-Lo harás… no te preocupes… dale mis mejores deseos —termino por decir Artie estrechándole la mano al tiempo que se hacía espacio con su silla.
Blaine vio salir a sus amigos de a uno y les hizo una seña de despedida a todos antes de volver a ingresar al sector de los hospitalizados.

-Buenas noches —dijo Blaine desde el asiento en donde se encontraba.
-¡Ay!... pensé que estaba durmiendo… —dijo al enfermera en tono bajito, pero impresionado.
-Perdone, no quise asustarla —agrego el chico poniéndose de pie y acercándose a la cama de Kurt.
-No lo hizo…—respondió la mujer sacando un termómetro de uno de sus bolsillos— ¿hace cuanto rato esta aquí?
-Hace un par de horas, trate de dormir pero creo que estos sillones están hechos para que la gente no descanse.
-Son bastante incómodos, he llegado a pensar incluso que se hicieron para que las personas pasen directo al traumatólogo del quinto piso —señalo riendo— voy a controlar los signos vitales del paciente — explico la enfermera enseñando el termómetro de oído y acercando un aparato para tomar la presión arterial que tenia ruedas y una pequeña pantalla.
Blaine se acerco más y observo el procedimiento.
-Perfecto… —dijo quitando el brazalete del brazo de Kurt.
-¿Está bien? —quiso saber tomándose el codo como si se hubiera golpeado en algo.
-Muy bien…—añadió revisando la bolsa del suero.
-¿Puedo preguntar algo?
-Por supuesto —contesto la enfermera poniéndose unas gafas de lectura.
-¿Cuánto tiempo se supone y debe dormir?, es decir, está bajo muchos sedantes, pero supongo y tendrá que despertar en algún momento, ¿verdad? —dijo Blaine mientras le acariciaba el cabello a su prometido.
-Generalmente un par de horas, ¿a qué hora fue ingresado? —pregunto la enfermera mientras anotaba datos en la ficha que permanecía a los pies de la cama de Kurt.
-Bueno hace… —dijo Blaine mirando su reloj y tratando de recordar a qué hora había comenzado la peor de sus pesadillas.
-Acá dice que fue ingresado… —añadió la mujer pasando hoja en la ficha— a las 21:45, y ahora es…—añadió mirando su teléfono— la 1:05, creo y debería comenzar a despertar en cualquier momento.
-¿Si? —dijo Blaine como si hubiera estado pensando que no despertaría jamás.
-Así es... ¡Ay perdone! —exclamo la enfermera al darse cuenta que había pasado a llevar la bolsa con las pertenencias del paciente cuando ponía el toma presión en su lugar.
-No se preocupe —dijo Blaine recogiendo lo que se había caído— me dijeron que la sacara de aquí y no lo hice.
-Aun así… —insistió la mujer agachándose para recoger una pequeña bolsa que contenía una billetera, un teléfono y un anillo, además de los zapatos que Kurt vestía aquel día.
-Gracias —dijo Blaine dejando todo sobre el asiento del rincón.
-Por nada, vuelvo en una hora —añadió al enfermera retirándose de la habitación.

Blaine miro un instante a Kurt y se dispuso a ordenar sus pertenencias dentro de la bolsa, doblo con cuidado la camisa y el abrigo y tomo la bufanda para acercarla a su nariz, cerro los ojos y pensó en él, en cuanto lo amaba y que de todas las cosas que quería que tuvieran en común, ser atacado por intolerantes, no era una de ellas. Tomo la pequeña bolsa y le reviso el teléfono, miro el anillo de compromiso un instante y decidió ponérselo, la diferencia de talla de sus dedos era evidente y el tamaño de sus manos, mas grande y amplio, lo obligaron a acomodándoselo en el dedo meñique. Dejo la bolsa en el suelo y se arreglo como pudo otra vez en el sillón, desecho la “Chaqueta-almohada” que le había facilitado Sam y uso la bufanda de su prometido en cambio, se la puso enrollada cerca de la oreja y cerró los ojos nuevamente para tratar de dormir.

Kurt comenzó a recobrar la conciencia de a poco, abrió sus ojos como si los sintiera pesados y tarto de enfocar su mirada a lo que lo rodeaba, primero en la luz que tenía casi encima de su cabeza y luego al cielo raso que parecía medio desteñido. Humedeció sus labios sintiendo la sed de una semana y trato de identificar donde estaba. Miro al frente y vio una puerta y un par de afiches enmarcados uno a cada lado de la entrada, distinguió una pantalla con imágenes radiológicas y unas maquinas como para procedimientos de urgencia. Soltó un suspiro recordando lo que le había pasado y cerro sus ojos nuevamente, se movió un poco en la cama sintiendo como si alguien hubiera desarmado su cuerpo hueso por hueso y lo había vuelto a armar con dificultad. Volvió su mirada hacia la única ventana de la habitación y allí lo vio, vio a Blaine durmiendo torcido en uno de los sillones y pensó desde cuando estaría en esa posición incómoda, quiso levantarse y abrazarlo, preguntarle si había comido, si tenía frio o si estaba cómodo, quiso rodearlo con sus brazos y llenarlo de besos, por no dejarlo solo, por estar allí para él, por ser quien era para él.
Blaine estaba medio doblado sobre el asiento, tenía una pierna en uno de los brazos del sillón y se había acurrucado en la bufanda roja como un gato en un rincón particularmente dificultoso. Casi presintiendo que su prometido había despertado, Blaine también lo hizo, soltó un poco de aire y se tomo el entrecejo, estiro su cuello como si tuviera una tortícolis recién diagnosticada y miro a Kurt que lo observaba desde su cama de enfermo.
-¡Kurt!...—dijo levantándose con un poco de torpeza— hola…
-Hola… —respondió este con un hilo de voz— ¿Dónde estoy? —añadió en un susurro un tanto seco.
-En el hospital, en el Presbiterian… ¿recuerdas lo que paso? —pregunto acercándosele despacio.
-Un poco… ¿me das agua por favor?…
-Claro… —dijo Blaine llenando un vaso que se encontraba en el mueble de su costado— cuidado —agrego dándole a beber con suma delicadeza.
-Gracias… —contesto Kurt saboreando el sorbo que había podido tragar— ¿de qué hora que estas aquí?
-Desde que me avisaron… —respondió Blaine dejando el jarro y el vaso en donde los había encontrado.
-¿Quién te llamo?
-El Doctor que te estaba atendiendo… —dijo limpiándole el agua que le había caído en la barbilla— casi me morí cuando me dijo que estabas aquí —explico Blaine mientras comenzaba a acariciarle el cabello.
-Lo siento… —contesto Kurt soltando un suspiro largo y entrecortado.
-No es tu culpa, culpo a quienes te hicieron esto —aseguro Blaine como si quisiera llorar a gritos.
-¿Te contaron lo que paso?
-Algo me dijo el Doctor… ¿presentaras cargos verdad?
-Obvio que si… nadie puede quedar impune después de golpear a otro —dijo Kurt tratando de arreglarse el cabello.
-Déjame ayudarte… —se apresuro en decir, se le quedo viendo un instante y le arreglo el pelo con los dedos, le tiro hacia un lado el flequillo y se preocupo de corregir el sentido de los cabellos cerca de las orejas para que quedara lo mejor posible.
-¿Cambiaras de profesión? —pregunto Kurt al ver con que concentración se encargaba Blaine de arreglar su apariencia.
-Tal vez… —respondió este soltando una risa.
-¿Hablaste con mi Papá?
-Lo llame, debe estar volando en este momento…
-No era necesario que le dijeras que viniera… estoy bien... ¿verdad?
-Así es…
-Entonces, mañana hubiera hablado con él.
-¿Crees que Burt se hubiera quedado tranquilo y conforme solo con escucharte?
-Creo que no…
-¡Obvio que no!
-¿Estas enojado?
-No… ¿por qué dices eso?
-Porque pareces enojado… —insistió Kurt mirándolo arreglar los cobertores sin que hubiese necesidad de aquello— mira estas todo así… ¡auch! —dijo al tratar de imitar la mueca de su prometido.
-Tienes un corte en el labio, y un ojo imposible… no te esfuerces sin motivo —pidió Blaine acercando una de las sillas hasta la cabecera de la cama.
-¿Me robaron algo? —pregunto como repasando en su cabeza el momento en que se enfrento a los sujetos del callejón.
-No, solo se conformaron con golpearte, tus cosas estan en esa bolsa.
-Exceptuando mi bufanda…
-Exceptuando tu bufanda, como pudiste darte cuenta, la use de almohada…
-¿Sabes que es una bufanda de diseñador hecha de verdadero “cashmere”?
-¿Y tú no sabes que solo tu olor me ayuda a dormir? —rebatió Blaine cogiéndole la mano con cuidado.
-No sabía eso… —dijo Kurt tomándole la mano devuelta— ¿esto? —pregunto al sentir su anillo en el dedo pequeño de Blaine.
-Estaba entre tus cosas, no quería que se perdiera o algo, así es que me lo puse.
-Es mío… recuérdalo —advirtió Kurt acariciándole la mejilla con uno de sus dedos.
-Lo sé… —dijo dándole un beso en los nudillos magullados y negando con su cabeza después.
-Vieras como quedaron ellos —agrego Kurt mirándose la mano y dándose cuenta del gesto de impotencia de su prometido.
-No bromees con esto por favor…
-Si no bromeo, terminaras por volverte loco…
-No, por supuesto que no, ¿Por qué crees eso?
-Porque pareces enojado y triste, casi culpable de que yo este en estas condiciones…—agrego Kurt mirándolo como pudo.
-No siento nada de eso —dijo Blaine mirando hacia abajo.
-Claro que si… como dije antes estas todo así… ¡maldición! —dijo al sentir sus labios y entrecejos tirantes.
-No trates de imitarme, no estás en estado de hacer eso.
-No podía pasar por allí sin hacer nada…
-Lo sé… —dijo Blaine soltando un par de lagrimas.
-No llores… estoy bien…
-Lo sé también… —contesto Blaine llorando igual.
-Tú me enseñaste a ser más valiente de lo que nunca fui… no puedes retractarte y cambiar de pensamiento ahora.
-No lo hago… solo… —trato de decir Blaine ahogándose un poco con la pena.
-¿Solo qué?...
-Kurt… tuve mucho miedo… mucho… cuando me llamaron pensé en salir corriendo para llegar hasta ti, y los minutos que estuve sin saber cómo estabas fueron los más aterradores de mi vida, pensar en perderte, es…
-Estoy aquí, te prometí hace mucho que nunca ibas a perderme…
-Tuve mucho miedo… es todo… —insistió Blaine.
-Y yo… pero sentí que era lo correcto a hacer, no me pidas que actué de manera diferente…
-No puedo pedirte que seas menos de lo que eres…—dijo Blaine soltando toda la angustia que había guardado en sus corazón— lo siento… —dijo emitiendo unos cuantos sollozos y limpiándose la nariz con el puño de sweater.
-Está bien… me mantendré alejado de los pleitos por unos días.
Blaine sonrió en medio del llanto y se levanto para darle un beso. Acerco su cara la de él, dejo caer unas lagrimas sobe sus mejillas y le beso la comisura del labio con ternura.
-Debiste hacer eso desde el minuto uno que caí en inconsciencia, habría despertado enseguida…
-Lo tendré en cuenta para el próximo pleito —respondió Blaine buscando en sus bolsillos un pañuelo sin éxito, termino de nuevo sonándose con su ropa.
-¿Estás bien?
-¿No debería yo preguntarte eso a ti? —sentencio Blaine volviendo a limpiar su nariz, esta vez con su camisa.
-Te amo…—dijo Kurt buscando su mano.
-Y yo te amo a ti… tanto… —respondió dando un beso en cada dedo.
-¿Los demás?
-Se fueron…
-¿Qué hora es?
-Van a ser las tres… —contesto mirado su reloj.
-¿De la tarde?
-No de la mañana… es de noche aun… mira —señalo levantando un poco la persiana de la ventana.
-¿No deberías de irte a la casa?, ese sillón no está hecho para dormir.
-Creo que ni siquiera está hecho para sentarse —dijo Blaine contorsionándose un poco, como si le doliera toda la columna vertebral.
-¿Entonces?...
-No me moveré de tu lado…
-Blaine…
-No insistas, si tú eres tozudo, pues yo lo soy el doble…
-No rebatiré eso… —dijo Kurt cerrando sus ojos como agotado.
-Deberías seguir durmiendo… mañana será otro día… —aseguro Blaine arreglándole un poco la almohada.
-Muy bien “Scarlett O'Hara”, no prendas fuego al hospital eso si…
-No lo hare… —dijo Blaine dándole un beso en la frente.
-Despiértame cuando llegue mi Papá…—pidió como quedándose dormido instantáneamente.
-Dalo por hecho… —aseguro Blaine dándole un beso en la frente y dejándolo dormir de nuevo.

-¿Te gustan? —pregunto Blaine poniendo un arreglo de globos de colores en el mueble del costado de la cama.
-Me encantan —dijo medio sentándose.
-Déjame mover la cama por ti… —sugirió Blaine apretando los botones correspondientes.
-Gracias… y esos globos son muy… coloridos… —agrego sin saber muy bien que decir.
-Son estúpidos lo sé, pero pensé que te alegrarían tu “semiprivada” habitación —explico Blaine apuntando la cama de junto.
-Bueno, si me hubieran consultado prefería la otra.
-Obvio que si... pero veo difícil que en un hospital pregunten a los pacientes que habitaciones prefieren.
-¡Pues deberían!, en los hoteles lo hacen…
-En los hoteles se va por decisión propia, aquí estas medio obligado —dijo Blaine crispando la nariz.
-¿A qué hora llego mi Papá?
-Llego alrededor de las 4, el vuelo se atraso y tuvo que hacer una escala no programada en Pensilvania por el viento, así es que vendrá en cuanto inicien el horario de visitas.
-¿Qué es…?
-Es… —contesto Blaine mirando su reloj— dentro de 15 minutos.
-Perfecto… ¿Dónde se está quedando?
-En tu departamento… yo… también, espero y no… te moleste.
-No Blaine no me molesta —dijo Kurt dando un tono medio cansino a sus palabras como si aquello fuese algo que había repetido cientos de veces— ¿Cuándo dijeron que me darán el alta?
-El Doctor no ha dicho nada, pero cuando ingresaste dijo que antes que acabe la semana estarás listo para irte —recordó Blaine arrimando una silla.
-Genial... estaré listo para mi actuación en la “Critique”.
-¿Vas a retomar las clases de inmediato?
-¡Obvio que si!, no pretenderás que me quede sentado en la sala de mi casa con una manta a cuadros sobre mis piernas —dijo Kurt presionando el botón que bajaba la cabecera de la cama.
-Nadie te está pidiendo eso, pero si el doctor te pide que tomes las cosas con calma, tal vez deberías de escucharlo.
-Esperemos si me lo dice y  vemos… —dijo Kurt haciendo una mueca.
-Kurt… estuviste inconsciente, ¡por varios minutos!
-¿Esperemos al doctor? —insistió abriendo sus ojos más de lo normal.
-Como quieras…
-¡Su medicina Señor Hummel! —exclamo una enfermera extra entusiasta con una bandeja que contenía un vaso de agua y un pequeño recipiente plástico sobre ella.
-Llego la “Señorita ‘Prozac’”—murmuro mientras Blaine lo ayudaba a incorporarse un poco.
-¿¡Como se ha sentido hoy?! —pregunto como cantando.
-Bien gracias, aunque quisiera que el Doc…
-¡Muy bien!... ¡su medicina!... —interrumpió entregándole el vaso y el recipiente con tres píldoras diferentes— ¡tómeselas por favor! —añadió como si cantara la segunda estrofa de algo.
Kurt la miro medio raro y se zampo las píldoras de una sola vez, luego se bebió casi toda el agua e hizo una mueca de asco al final. Blaine le sonrió con ternura e hizo un puchero como acompañándolo  en aquel sacrifico.
-Gracias… —dijo aun sintiendo el amargo de los medicamentos.
-¡Por nada!... ¡vuelvo en tres horas!... —añadió meneando la bandeja y desechando el vaso en el papelero del costado de la puerta.
-Si… y bajo los efectos de quizás que… —volvió a murmurar Kurt tocándose la garganta, como si las píldoras aun no hubiesen terminado de bajar por su  tracto digestivo.
-Dudo que este bajo los efectos de algo… —dijo Blaine mirando hacia la salida.
-¿Cómo no va estarlo?, como enfermera tiene acceso a todas las píldoras… ¡por Dios!... juro y este tranquilizante es de efecto inmediato —añadió apuntándose  a sí mismo.
-¿Te sientes adormilado ya?
-Un poco… pero cuéntame, ¿qué tal tu actuación?, ¿Carmen quedo conforme esta vez?
-Sí, quedo muy conforme, creo que fue un error de los grandes escuchar a Rachel con lo del dueto.
-Casi siempre es un error escuchar demasiado a Rachel —dijo Kurt soltando una risa— ¿Qué cantaste?
-De “Sweeney Todd”, “Not While I'm Around” —respondió Blaine como exudando satisfacción.
-¡Me encanta esa canción!
-Lo sé… disculpa… —dijo tomando su teléfono— es tu Papá, debe estar perdido— ¿hola?—agrego levantándose con el teléfono en la oreja.
-¡Anderson! —exclamo Burt del otro lado del aparato— ya estoy aquí, ven por mi hombre.
-Voy de inmediato, espera un segundo —aseguro terminando la llamada enseguida.
-¿Esta perdido?
-Efectivamente, voy a buscarlo y recuerda que debes almorzar esta vez.
-La comida de aquí es un asco… no comeré si no me gusta —aseguro Kurt arreglándose como para dormir.
-¿Cómo que no?
-No… ya quisiera verte a ti comiendo todo eso tan insípido… y hablando de comer, ¿tu te has alimentado?
-No, pero me comprare un par de “cronuts” camino a la Universidad.
-Ya estoy pensando que estas adicto a  aquellas pastas.
-¡Claro que no!, son deliciosas es todo… y cuando ya estés en casa, te incluiré un par en el desayuno para que lo compruebes por ti mismo.
-Si no sabe a cartón como todo lo de aquí, lo pensare.
-Dile eso a Burt haber si acepta que no comas —advirtió Blaine corriendo una de las cortinas que separaban las camas de la sala.
-¡Claro que lo aceptara!, bueno, a no ser que se ponga de tu lado como siempre y los dos se confabulen en mi contra.
-¿Yo y mi suegro? —dijo Blaine haciéndose el ultra ofendido.
-Ve a buscarlo o es capaz de llamarte por altavoz —indicó Kurt cerrando sus ojos de nuevo.

-¡Burt! —grito Blaine al ver al padre de su prometido parado frente a un cartel con información sobre la donación de sangre.
-¡Anderson! —exclamó haciéndole una seña— ¿mi muchacho no necesita de esto?, ¿verdad?——agrego señalando lo de la donaciones.
-Gracias a Dios no… ¿Cómo estas? —pregunto dándole un abrazo.
-Preocupado… ¿Cómo esta mi hijo?
-Está bien… hoy amaneció mucho mejor,  te está esperando, acompáñame —dijo Blaine indicando el camino.
-¿No me dijiste que estaba en el primer piso? —quiso saber Burt al ver que Blaine lo conducía hacia los ascensores.
-Sí, eso fue el día que lo ingresaron, después lo trasladaron a cuidados intermedios, que es donde está ahora.
-Eso quiere decir…
-Quiere decir que esta mejor, ya lo desconectaron del monitor cardiaco y lo liberaron del suero, aunque no ha querido comer.
-¿Por qué no ha querido comer? —pregunto Burt entrando al ascensor junto a su futuro yerno.
-Porque dice que a comida… disculpa —se excuso Blaine haciéndose un espacio para presionar el piso correspondiente— dice que la comida es un asco.
-Pues si no se alimenta bien difícil  veo que se recupere 100% —advirtió Burt moviéndose hacia un lado.
-Pienso lo mismo… —respondió Blaine mirando los números—  ¿Cómo están las cosas en Lima?
-Bien… todo está bien, hable con tu Mamá y ella me contacto con su amiga,  ¿Rebecca?
-Rebecca García…
-¡Ella!, pues bien, me consiguió los pasajes y todo, tu Madre vale su peso en oro.
-No le digas eso a ella o creerá que la estas llamando gorda o algo.
-Gracias por la advertencia —dijo Burt mirando a las personas que subían al ascensor y que parecían y estaban más enfermas que nadie.
-¿Has sabido algo de cómo están las cosas en Mckinley?
-Pues escuche que Will dirigirá a “Vocal Adrenaline”
-¿De verdad?
-Bueno es lo que escuche, en realidad es lo que Sue se encargo de decirme en el taller, cuando llevo su “Lecar” para que le desinfectara el tubo de escape porque había estado en contacto con unos perros vagos.
-Bueno yo no confiaría mucho en lo que Sue pueda decir.
-¡Ni yo!, ¿a quien crees que le gane ese asiento en el congreso?… ¿es aquí? —pregunto Burt asomándose por el ascensor una vez que se detuvo.
-Aquí… ven… —contesto Blaine haciéndole una seña para que lo siguiera— Burt… —dijo deteniéndose en la puerta de la habitación— quiero advertirte que la cara de Kurt lo dice todo, pero por muy impresionante que resulten sus heridas, el está bien y más entero que nadie —termino por decir Blaine al tiempo que le daba un par de palmadas en el hombro.
-OK… me estas asustando un poco, pero gracias por la advertencia —dijo Burt tomando aire.
-Disculpa, no quise… pero pensé que era importante advertirte, Elliot casi se desmaya cuando lo vio.
-¿Quién es ese Elliot?
-Un amigo de Kurt, esta con él en su banda.
-¿El alto ese?
-El mismo… pasa…
Burt volvió a exhalar un poco y se quedo un segundo en la puerta.
-¿Tu no vas  a pasar?
-No… tengo que hablar con el Doctor para que venga dar las últimas instrucciones y Kurt escuche de su boca que debe tomar las cosas con calma.
-¿A qué te refieres?
-A que esta semana es el “Mid-winter Critique” y quiere actuar en cuanto salga de aquí.
-¿Y eso es algo malo?
-Si quiere hacer una rutina como la de “Not the boy next door”,  creo que si… —dijo Blaine riendo medio chueco.
-Hablare con él… luego de retarlo un poco por cierto.
-¿Retarlo?
-¿Me vas a  decir que tu no le diste ningún regaño por lo que paso?
-Bueno… yo no estoy en posición de regañarlo, por nada en realidad.
-Mira, estoy orgulloso de él…—comenzó a explicar Burt.
-Y yo…
-Pero, ¿no crees que fue muy arriesgado e imprudente su comportamiento?, ¿Qué diablos estaba pensando?, ¿que era “John McClane” o algo?
-Yo diría que más bien  un atlético “Ted Lautner”…
-¿Quién?..
-Da lo mismo —dijo Blaine moviendo su mano como si quisiera espantar un par de mosquitos— el asunto es que si bien su comportamiento fue imprudente, tú conoces a Kurt mas años que yo, sabes que no hubiese actuado diferente.
-¡Maldita situación! y ¡malditos los tipos que le hicieron esto a mi hijo!… ¿se sabe algo de ellos a propósito?
-Nada, bueno la policía estuvo aquí con un set de fotos, pero Kurt no pudo identificar a nadie, estaba oscuro y todo fue muy rápido, pero sinceramente creo que esos tipos no han caído nunca en la cárcel por lo que no deben tener antecedes, así es que será bastante difícil encontrarlos de esa manera… en fin… voy donde el doctor —termino por decir Blaine apuntando hacia el pasillo siguiente.
-Anderson... espera… —dijo Burt tomándolo del sweater— ¡gracias hombre! —añadió dándole un abrazo extra apretado y que pillo a Blaine por sorpresa, sonrió a pesar del sofoco y lo abrazo de vuelta.
-Por nada… es parte de mi trabajo —señalo apartándose.
-Te lo agradezco igual, Rachel me dijo que no has abandonado esta sala de hospital.
-Solo para cambiarme de ropa y asistir a las clases que no puedo faltar…
-Mi hijo es afortunado de tenerte.
-No… yo soy el afortunado aquí suegro…—dijo levantando una ceja.
-¿Suegro? ¿eh?
-Lo siento…
-¿Por qué?, es lo que seré para ti en cuanto sea el gran día…. ¿Cuándo se casaran?
-Serás el primero en saber la fecha —añadió sonriendo y retirándose a hablar con el doctor.
Burt soltó una risa y entro en la habitación, se quedo como impresionado como Blaine le había dicho que sería al ver el rostro de su hijo, negó con la cabeza impotente de  no haber podido hacer nada al respecto y se hizo notar con un carraspeo.
-Hola… —dijo Kurt despacio.
-Kurt… ¿En que estabas pensando?... quiero decir, se en que estabas pensado pero… ¿quien te crees que eres?, ¿”Die hard” o “Charles Bronson” o algo? Esos tipos podrían haber tenido un arma —dijo Burt gesticulando con rabia.
-¿Qué habrías hecho tú?, ¿salir corriendo como ellos nos dicen?
-Yo jugué Futbol Kurt…
-Yo también…
-¡Como pateador!
-Esa es la misma actitud que les hace pensar a esos tipos que pueden hacer lo que quieran.
-¡Por favor! —exclamo Burt rodeando la silla dispuesta para las vistas— pudiste llamar a la policía, pudiste conseguir ayuda— dijo haciendo una pausa mientras se sentaba— Mira estoy orgulloso de lo que hiciste pero… ¡vamos hombre!.... ¡usa tu cabeza! —agrego apuntándolo— ¿te das cuenta de lo afortunado que eres?, ¿y qué dices sobre ese otro chico gay a quien salvaste esa noche? ¿él no es valiente?, ¿no es tan fuerte como tú?
-No sé cual es su historia —respondió Kurt— pero se cual es al mía, y he estado luchado contra estos tipos durante mucho tiempo.
-Yo también he luchado… —advirtió Burt un tanto emocionado— ¿OK? —agrego tragándose el llanto— No lo sé hombre… quiero decir… no puedo creer que esto haya pasado aquí… quiero decir, ¡esta es la ciudad de New York!, no es Kansas… ¿soy un idiota por pensar que estarías seguro aquí?... ¿más… seguro?... ¡mira tú hermosa cara!
-No estoy molesto por eso… —dijo Kurt mirando el techo mientras escuchaba el sentido discurso de su Padre— de hecho estaba deseando una cicatriz… ¿es raro?
-¡Si!... es raro.
-Duele, no solo interiormente, y ¿sabes qué?, ahora si se quien soy sin ninguna duda, ¿sabes quién es ese?
-¿”Braveheart”?
-Tu hijo… el hombre que criaste.
Burt soltó un suspiro y se inclino hacia adelante para acercarse a su hijo.
-Me alegra que estés bien… solo… no lo vuelvas a hacer, a no ser que este junto a ti… los venceremos juntos.
Kurt sonrió y Burt le dio un beso en al frente.
-¿Buscaremos pleitos juntos?
-Apuesta a que si, entre ambos podremos darle una paliza a cualquiera
- ¿A quién le darán una paliza?, ¿me puedo unir? —pregunto Blaine entrando a la habitación.
-Tres contra dos, ¡vaya justicia! —opino Kurt sonriendo con dificultad.
-Me traería a todo el club Glee para hacer justicia, espero y lo sepas desde ya —apunto Burt quitándose la chaqueta y el gorro.
-De los que quedaron en Mckinley, nadie podría pegarle a nadie aunque quisieran —advirtió Kurt como acomodándose sobre piedras.
-¿Qué tal Jake y Ryder, ellos eran bastante fuertes?—opino Blaine sentándose a una orilla de la cama.
-¿De verdad?, ¿de los que pegan fuerte? —pregunto Burt como si en efecto estuviese reclutando miembros para un club de la pelea o la venganza o ambos.
-Yo diría que si, de hecho cuando a “Unique”…
-Eso… dale motivos para que cuando regrese a Lima vaya a buscarlos…—interrumpió Kurt— ¿viste al doctor?
-Si… lo vi y hable con él —contesto Blaine acariciándole una de las manos.
-¿Que te dijo Anderson?
-Dijo que mañana podrías irte sin problemas, volverán a tomarte una radiografía de tu cabeza y si todo está bien, estarás de alta.
-Genial…—respondió Kurt sonriendo.
-¿Blaine dijo que retomarías las clases en cuanto salgas del hospital?
-Así es… —dijo Kurt blanqueando los ojos como si Blaine lo hubiese acusado de no hacer los deberes o algo— ¿opinas igual que él?, ¿qué debo quedarme sentado en una silla mirando por la ventana?
-No… opino que debes hacer lo que debes hacer, pero sin tomar riesgos excesivos
-¿Se pusieron de acuerdo a mis espaldas? ¿no es verdad?
-No…—respondieron los dos al unísono.
-Si claro…
-¡Por supuesto que no!, Blaine me dijo lo que opinaba y yo estoy de acuerdo.
-Hare lo que tenga que hacer como bien dijiste… y tu estarás allí para verlo.
-¿Yo? —dijo Burt apuntándose.
-Así es, te quiero en primera fila y a ti también —añadió mirando a Blaine.
-No me lo perdería por nada… —respondió este besándole el pelo.
-Ni yo… —agrego Burt reafirmando sus dichos con una seña usando sus pulgares.

-¿Cuánto hemos esperado la cuenta? —dijo Kurt mirando por sobre su hombro a los meseros tras él.
-No tanto… —advirtió Blaine sin dejar nada de helado en su copa— además, aun no terminas eso —agrego señalando el “Frozen hot chocolate” a medio comer.
-¡No me comeré todo esto!.... con lo que comí siento que no bastara con que me vaya trotando a casa, ni subir los 1576 escalones del “Empire State” me ayudaran a eliminar la mitad de las calorías.
-¿No estás exagerando? —señalo Artie mirándolo con suspicacia.
-No… —respondió Kurt sonriendo como si su argumento fuera irrebatible.
-Aquí esta su cuenta —dijo la mesera del “Serendipty” dejando la factura en medio de la mesa.
-¡Yo pagare! —se adelanto en decir Blaine tomando el papel.
-Tu pagaste la ultima vez, yo lo hare ahora… —rebatió Kurt quitándole la factura.
-¿Qué tal si pagamos entre todos?— sugirió Artie tomando el recibo del total de lo consumido.
-Me parece justo —dijo Kurt mirando hacia los servicios.
-Como quieran —añadió Blaine mañoseando de la copa de Kurt.
-¿La divido por?... —dijo Artie mirando a Sam.
-OK, sé que soy pobre, pero prometo que cuando sea ultra famoso yo los invitare a diario —se excuso el chico sintiendo algo de vergüenza.
-Está bien Sam, no te preocupes, yo pago tu parte —dijo Blaine haciendo un gesto como de descuido con sus manos.
-Gracias amigo…
-La pagaremos entre todos —añadió Kurt sonriendo.
-Muy bien… U$ 8.95 por tres… —murmuro Artie sacando cuentas mentalmente.
-No olvides la propina, aunque si yo me hubiera comportado como ella en el “Spotligth Dinner”, no me darían nada de nada —sentencio Kurt levantándose.
-¿Dónde vas? —quiso saber Blaine acercando el helado que Kurt no había terminado para termínaselo él.
-¿No vas a ir a trotar o si? —pregunto Sam mirándolo raro.
-No, voy al baño… —dijo Kurt arreglándose  el sweater a la altura de la cintura.
-No deberías aguantarte… ya que vamos a ir a la clínica y hay frascos que llenar —advirtió Sam apuntándole la entrepierna.
-No… primero porque  son casi 20 minutos en el subterráneo para llegar allí y ninguna vejiga aguanta tanto, y segundo… ¿vamos a ir ahora? —dijo Kurt como si se enterara recién de algo.
-Cuanto antes mejor —aseguro Blaine encogiéndose de hombros al tiempo que comenzaba a comer helado.
-Además ya me decidí, deben apoyarme en esto y aprovechar este impulso…. —señalo Sam auto convenciéndose.
-Bien… iremos ahora…—contesto Kurt levantando un poco sus brazos y dirigiéndose al baño.
-¡Kurt!...—exclamo Artie terminando con los cálculos— aunque suene muy “Rachel Berry” ¿puedo ir contigo? —agrego levantando su dedo y apuntando a hacia donde estaban los  baños luego.
-Claro… —respondió Kurt haciéndole una seña para que lo siguiera.
Blaine los observo ya comiendo con toda confianza.
-¿No estás comiendo mucho de eso? —pregunto Sam mirándolo de medio lado.
-¿Qué?... ¡No!... nada que ver… ¡no me lo comeré!… solo estoy… ya sabes —respondió apartando la copa.
-¿Estás bien?
-¿Por qué lo preguntas?—dijo Blaine limpiándose con una de las servilletas.
-Por lo que dijo Kurt…
-¿Lo de trotar?... no te preocupes por eso, esta un poco obsesionado con mantenerse en forma, pero no creo que vaya a desarrollar una “Vigorexia” o algo…
-No… lo de… —comenzó a decir Sam cambiándose de asiento para quedar al lado de su amigo. Blaine miro a todos lados como queriendo descubrir de quien Sam quería ocultar información— me refiero a lo del tipo ese… se que te molesta cuando Kurt lo saca a colación.
-¡Oh!… no…  gracias Sam, pero estoy bien.
-¿Seguro?, mira que estoy pensando que por eso te quieres acabar el helado… ¿recuerdas a Britt cuando se comía todo porque no sabía qué hacer con lo de Santana y lo de las Cheerios?… y creo que el tipo de Facebook es tu propia Santana y ahora te la quieres comer…—termino por decir Sam mirando un punto en el infinito como si escuchara en su cabeza lo que acababa de decir y no entendiera nada.
-¿Qué?
-Ya sabes…
-Ok, no entendí nada de lo que dijiste, pero de verdad estoy bien, y  si, me molesta un poco cuando menciona toda la situación, pero creo y debo acostumbrarme, como lo hice con el hecho que odiara a Sebastian por sobre todo.
-Está bien, te creeré… ¿de verdad te obligo a que te hicieras una prueba?
-No… no me obligo Sam, me lo pidió y yo accedí… —explico Blaine cruzando sus brazos sobre la mesa.
-¿Por qué?, tu eres el hombre más cuidadoso de todo Estados Unidos y sus alrededores, no te descuidarías con algo así… ¿o me equivoco?
-No, no te equivocas, aquello no fue nada y como tal me protegí…
-¿Entonces?, ¿por qué accediste?
-¿Por qué decidiste tu hacerte estas pruebas?, eres tanto o más cuidadoso que yo.
-Porque amo a Mercedes y quiero probarle que puede confiar en mi.
-Ahí está la respuesta—dijo Blaine echándose hacia atrás en la silla.
-¿Tu amas a Mercedes y quieres que confíe en ti?
-¡No!... a Kurt, yo amo a Kurt y si eso era lo que necesitaba para confiar en mí, eso era lo que yo le daría…








Febrero de 2013


-¿No te mande a hacer palomitas? —pregunto Kurt saliendo del baño.
-¿‘No te mande’?, ¿así será esta nueva etapa en nuestra relación?, ¿tú mandando y yo obedeciendo? —quiso saber Blaine de vuelta mientras se ponía sus pantalones amarillos.
-“Bien sûr monsieur!”...
-Ok… —dijo acercándosele  con los pantalones a medio poner, tomo aire como para resistir 10 minutos bajo el agua y se acerco mas como si fuera a besarlo, pero termino sonriendo presuntuoso a cambio— voy a por las palomitas —dijo apartándose.
-Aprovecha y trae la película —sugirió Kurt comenzando a  arreglar la cama.
-¿Esa no era labor tuya? —pregunto Blaine desde la puerta.
-Lo era, pero ya que vas a bajar, no tiene sentido que lo haga yo también y… culpo a tu mamá por todo ese orden que dio a la cartelera cinematográfica de los Anderson —sentencio apuntándolo con dos de las almohadas.
-Esta bien… ¡pero no te quejes de lo escoja!
-Cualquier cosa me gustara… a no ser que sea violenta y con disparos… escoge una de reconciliación.
-¿De reconciliación? —repitió Blaine devolviéndose en sus pasos— ¿hablas de algo triple “x”? —añadió moviendo sus cejas al tiempo que lo arrimaba  a él mediante un agarrón en el trasero.
-No… sabes que esas películas me producen un poco de… —contesto moviéndose entero como si alguien le hubiese arrojado un hielo por al espalda— busca algo bonito y dulce… como tú.
-¿Bonito y dulce? —volvió a repetir Blaine dándole tres besos, en los labios, la nariz y el cuello.
-Y sexy… —agrego Kurt soltando un suspiro con calor.
-¿Sexy?... —dijo Blaine dando más besos.
-Muy sexy…—insistió comenzando a tocar a su novio desde la espalda hacia abajo.
-¡Voy por algo así entonces! —exclamo aparatándose de pronto.
-¡Blaine!... —reclamo Kurt del todo ganoso.
-¿Qué?... —dijo este como con inocencia.
-¿Vas a buscar la película ahora? —pregunto Kurt gesticulando explicaciones que involucraban su entrepierna.
-Si…—respondió sonriendo mientras se ponía la camiseta.
-¿Es tu venganza por lo del documento que quiero que descargues y luego firmes?, ¿no es así?
-Solo voy por la película… ya sabes, mi novio manda y yo obedezco, tan simple como eso —dijo levantando sus brazos y encogiendo sus hombros mientras salía de la habitación.
-¡Te odio Blaine Anderson! —grito mientras continuaba con el orden de la habitación.
-¡Y yo te amo más que nunca!—exclamo de vuelta Blaine desde la escalera.

-Listo… —dijo Blaine llegando con la película y una fuente de palomitas— ¿Qué sucede?—pregunto al ver que su novio estaba acostado en la cama como reflexionando algo de suma importancia.
-…
-¿Kurt?...
-¿Qué?... no… es decir… nada,  lo siento… ¿Qué dijiste?
-Que si estás bien… —pregunto subiéndose a la cama.
-Sí, solo estaba pensando en algo, pero no quiero decirlo porque arruinaría nuestro súper momento de reconciliación.
-¿En que estabas pensando?—insistió Blaine sentándose sobre sus talones.
-¿Qué película trajiste?
-¡Kurt!...
-Ok… mira, no quiero que te molestes, ni que pienses lo que no es,  pero… sin contar el día de la “no boda” de Mister Schue, esta es la primera vez que estamos juntos luego de todo lo que nos paso.
-Ok… —dijo Blaine alargando la “o”.
-Pues… sé que me contaste que lo tuyo con ese tipo de “Facebook” no fue nada, y que fue solo una vez.
-Lo fue… ambas cosas son verdad.
-Si… lo sé y te creo…
-¿Entonces?
-Entonces… hay algo que me preocupa… tal vez a ti también pero no lo has dicho…
-¿Qué cosa? —quiso saber Blaine rascándose la cabeza y comenzando a comer palomitas más rápido de lo normal.
-¿Tú…?… ¿fuiste cuidadoso cuando te metiste con ese otro tipo?
-¿Cuidadoso? —pregunto Blaine como no entendiendo lo que Kurt quería decirle entre líneas.
-Si… cuidadoso, ya sabes… —contesto haciendo los gestos de quien abre algo con los dientes y saca una cosa de lo ya abierto.
-No sé a qué te refieres… —aseguro Blaine comiendo más y mirándolo como si estuvieran jugando “Pictonary”
-¡Blaine!... —exclamo dejándose caer en las almohadas.
-Kurt, te juro y no se… ¡de verdad!
-¿Usaste preservativos cuando estuviste con él? —dijo de corrido y mirando al techo.
-¡Oh!... eso… —contesto riendo medio nervioso casi atragantado por las palomitas.
-¿Los usaste?
-¡Sí!... ¡obvio que si!…
-¿Seguro?
-Muy seguro, nunca me expondría de esa manera
-¿De verdad?, mira que cuando te entusiasmas, es bien difícil que te concentres en los detalles.
-¿Qué?... ¡Kurt!... eso no es verdad.
-¡Es la verdad!
-Pues esa vez los recordé, por muy molesto que estuviera, los recordé, confía en mí.
-¿Molesto?...
-Kurt… no quiero abordar este tema nuevamente, pero si… es decir, ese mismo día me llamaste y parecías más interesado en tu trabajo que en lo que yo podía decirte… solo quería que alguien me tratara bien y me hiciera sentir que valía algo… necesitado, no se… —dijo Blaine sintiendo que aunque pasaran mil años hablar de aquello le seguiría doliendo igual.
-No quiero que pienses que quiero hacerte sentir mal toda la vida… es solo que, pensé que podías haberte descuidado y ya sabes lo que sucede cuando tienes sexo sin protección.
-¿Quieres pedirme algo? —pregunto Blaine presintiendo hacia donde iba aquella conversación.
-No… dime qué película trajiste, ¿es de reconciliación?, ¿verdad? —dijo mirando el mueble donde su novio la había dejado.
-Kurt… dime…
-¿Te harías unas pruebas por mi?
-¿Pruebas?, ¿qué clase de pruebas?…
-¿La de ETS?.
-¿No me crees?
-Te creo, por supuesto que te creo,  pero te confieso que estaría contigo mucho más confiado si supiera que todo está bien.
Blaine miro hacia otro lado y se tomo la oreja como lo hacía cada vez que sentía nervios o frustración por algo.
-¿Arruine el momento verdad? —dijo Kurt encogiendo sus piernas y acomodando su trasero en las almohadas.
-¿Qué?... ¡No!… ¿de qué estás hablando?, no arruinaste nada… y lo hare, si es lo que necesitas para confiar en mí, me hare esas pruebas.
-Confío en ti… es… solo precaución, nadie sabe lo que esconden nuestros amigos de “Facebook”
-Me las hare por precaución entonces…—dijo Blaine blanqueando sus ojos.
-Ok… yo me las hare también.
-¿Por qué?, ¿no me dijiste que entre  tú y “Alan” nunca había sucedido nada?
-Y no sucedió, pero…
-Ok… —dijo Blaine agachando la cabeza y  sintiendo un poco de culpa y remordimiento.
-Oye… —dijo Kurt estirando su mano para tocarle una pierna— no pienses lo que no es…
-¿Qué sería…?
-Vamos… acabamos de decidir retomar esto de nuevo, no desperdiciemos saliva en verbos y sus tiempos condicionales… ¿no te enojes? —dijo Kurt acariciándole la cara.
-No me enojo, pero quiero que sepas que yo nunca… nunca… haría algo que te hiciera daño o te perjudicara de manera gratuita… ¿lo sabes verdad?
Kurt sonrió y se incorporo un poco para besarlo.
-Lo sé…—dijo juntando su frente con la de él— gracias… ahora… —añadió saboreándose— ¿qué película escogiste?
Blaine sonrió y se levanto a por el DVD que había escogido y se lo enseño a Kurt como si estuviese en una exhibición de productos para limpiar.
-¡‘Pretty in PInk’!, Excelente… pero, ¿esto tiene la reconciliación que te pedí?
-¿La que me mandaste, querrás decir?
-¿La tiene?
-¡Obvio!,  “Andy” y “Blane”… se pelean primero y luego se reconcilian al final.
-¿La escogiste porque tiene tu nombre?
-No, además el del personaje se escribe diferente, pero —explico acostándose una vez que dejo todo presto para ver la cinta— debo contarte que mi Mamá escogió mi nombre por esta película.
-¡Pero si dijiste que se escribe diferente!
-Así es, pero el enamoramiento de mi mamá por “Andrew McCarthy”, superaba cualquier error tipográfico —explico Blaine poniéndose cómodo cerca del cuerpo de su novio— lo que si no entiendo es porque no me llamo “Andrew” si al final era de él de quien estaba enamorada.
-Menos mal que no… no imaginaria estar de novio con un “Andrew”—dijo Kurt haciendo el gesto de las comillas en el “casi nombre” de su novio.
-Claro…
-Excelente historia, yo creo que mi nombre lo produjo un error de la enfermera que escribió mi brazalete y que me iba a llamar “Burt” como mi Papá, pero al persona se equivoco y termino por escribir Kurt.
-¿Qué tal si es por uno de los chicos “Von Trapp”?
-Tienes razón... esa explicaciones mucho mejor, será la historia que contare de ahora en adelante, gracias Andrew Anderson —dijo Kurt escogiendo la panza de su novio por sobre la mejor de las almohadas— luego descargas el documento del sitio de “Oprah”—añadió sonriendo.
-Lo que quieras Kurt Hummel… lo que quieras… —respondió Blaine poniendo “play” a la película.




-¿Y cómo salió esa vez?
-¿Qué cosa? —pregunto Blaine comiendo un poco de crema del helado que parecía que rogaba por ser comido.
-¡La prueba! —dijo Sam como si tuviera una deficiencia en el lenguaje.
-Bien… todo estaba bien…
-¿Y Kurt se disculpo?
-No… ¿por qué habría de hacerlo?
-No se, por desconfiar en ti… ¿Quieres concentrarte y dejar de mirar los postres de los demás?
Blaine se encogió de hombros como si disculpara de algo y siguió hablando con su amigo.
-¡Listo chicos!... ¿ya vinieron a cobrar? —pregunto Artie mirando que todo estaba como lo había dejado.
-No… además falta que pongan el dinero ustedes dos —advirtió Blaine apuntando a ambos.
-Tienes razón… te diría que estas en mi silla… ¿por que estas en mi silla? —dijo Kurt mirando  Sam.
-Blaine me estaba sacando una espinilla que tenia aquí —explico Sam mostrando su barbilla.
-¡Asco! —exclamo Kurt poniendo una cara acorde.
-Eso no es verdad… —se apresuro en decir Blaine negando con sus manos.
-Espero que no —dijo Kurt sacando su dinero— pero si hubiese sido asi, culpen a todas esas calorías que les ha dado por comer.
-¿Vas a seguir con los de la grasa? —pregunto Artie dejando 15 dólares sobre la mesa.
Kurt lo miro y soltó una risa mientras dejaba un billete de 20 y tomaba los cinco de Artie
-Vamos… una prueba nos espera —agrego tomando su abrigo desde el respaldo de su silla.
Blaine hizo lo mismo y se abotono la ropa y ayudo a Kurt con una de sus mangas, le sonrió como siempre y espero que saliera primero. Artie maniobro con su silla y se encamino a la salida
-Ahora… —dijo Sam tomando a Kurt pro los hombros— ¿cuánta sangre me van a sacar?... ¿un litro? —quiso saber mientras salían por el estrecho pasillo del “Serendipty”