(FIC-Klaine) "Escenas borradas" We Built This Glee Club “I did it for you”

Junio de 2039





-¡Papá! —insistió Noah moviéndose entero como si quisiera ir al baño.
-Si cariño… —respondió Kurt guardando la carpeta y llevándose consigo también esos documentos.
-¿Lizzie Anderson Hummel, vendrá a cenar?
-…
-¿Papá?...
-¿Cómo cariño?
-Si Lizzie Anderson Hummel vendrá a cenar.
-Claro, claro que vendrá con su novio Colin… Cariño, ¿cuándo dijiste que fuiste a ese edificio elegante con el “Papáblen”?
-El mismo día que fuimos al a “biboleteca”.
-¿Te acuerdas que edificio era?
-Uno grande… —respondió Noah alzando sus brazos.
-¿Pero estaba en el centro?, ¿te acuerdas cielo?
-¿Por qué me preguntas?
-Porque me gustaría saber que hacían allí.
-Pregúntale al “Papáblen” cuando llegue, él sabe leer yo no —dijo Noah como si aquello zanjara el asunto.
-Tienes razón, perdóname cariño —dijo Kurt revolviéndole el pelo.
-Hola Papá, hola “Goblin”—saludo Lizzie entrando a la sala.
-¡Lizzie Anderson Hummel!... ¿Dónde está tu Colin?, el Papá dijo que vendrías a cenar con él —quiso saber Noah sentándose junto a “Desmond”
-Pues a “MI Colin”, se le ocurrió ir a ver un juego con sus amigos, ¿puedes creerlo?... ¡hola!, yo debería ser más importante que cualquier pelota —respondió Lizzie cruzándose de brazos mientras se sentaba en el brazo del sillón— ¿Qué sucede con los hombres?
-Pues no quieras interponerte entre uno y un juego cariño, o no te gustaran las consecuencias —dijo Kurt sentándose en frente de su hija con la carpeta entre sus brazos.
-¿Cómo el “Papáblen”?, los graba o no los ve simplemente porque prefiere estar contigo, ¿Por qué Colin no puede ser como él?... ¡hola!
-Lamento decirte que tu “Papáblen” es único cariño…
-¿Estas bien Papá?
-Por supuesto, ¿por qué lo preguntas?
-Porque tienes una cara de tragedia, como si alguien te hubiera dicho que Vera Wang se murió ates de diseñar mi vestido de novia o algo.
Kurt soltó una risa con un poco de nostalgia.
-El Papá está bien, solo que lloraba por lo del “pocedimento” del “Papáblen”
-¿Cómo? —dijo Lizzie levantándose de un salto.
-No es nada cariño.
-¿Cómo que no es nada?, ¿el “Papáblen” está bien?, ¿ya llego? —pregunto entre dietes mientras le daba una mirada a su hermano menor que fingía limpiar sus gafas con la camiseta que llevaba puesta.
-Esta bien cariño, es solo que llame a tu Abuelo Burt y al contarle el procedimiento me dio… ¿qué es esto? —pregunto Kurt abriendo sus ojos y sacando del cabello de su hija una hoja de árbol.
-¿Qué?... —pegunto tocándose— ¡ah!… es que con Colin, antes que le diera por lo del juego ese—agrego haciendo una amenaza con su puño en dirección de la salida— estábamos paseando por el parque —termino por decir como si aquella fuera la mejor explicación en el mundo de las explicaciones.
-Pero… tienes unas ramas, y… pasto… ¿cómo?... ¿que…?, ¿por qué? —trato de preguntar Kurt con el ceño fruncido como si quisiera descifrar el estilo que su hija quería imponer con esa intervención en su abundante cabellera.
-Íbamos caminando y él recogía cosas y yo las ponía en mi cabello… a mí me parece súper bello —termino por decir la chica mientras se hacía una especie de moño con un elástico que llevaba en la muñeca.
-Hija, quizás cuantas personas, animales y seres vivos pasaron por arriba de todo eso… y tú… —dijo Kurt poniendo cara de asco.
-¡Ay Papá!... la naturaleza no daña nadie… ¡hola!
-Si tú lo dices…—agrego Kurt aferrándose de manera inconsciente a los documentos que cargaba.
-¿Qué es eso? —pregunto Lizzie apuntando el pecho de su Papá.
-¿Qué cosa?
-Esa carpeta que sostienes como tabla de náufrago.
-Son cosas mías… —se adelantó en contestar Noah subiendo sus gafas.
-¿Qué cosas? —insistió Lizzie queriendo hurgar dentro de la carpeta verde.
-Son papeles de los cursos en los que inscribimos a tu hermano —explico Kurt mostrándoselos.
-¿Cursos?, ¿qué cursos? —agrego la chica comenzando a leer
-Uno sobre plantas y otro sobre “inseptos”, ¡son “sensasonales” Lizzie Anderson Hummel!
-Seguro y lo son… pero “Goblin”, ¿por qué quieres estudiar si aún ni comienzas la escuela?, si yo fuera tu estaría todo el día así…—dijo Lizzie dejándose caer en el sillón con la lengua afuera y todo como si estuviera agotada al máximo.
Noah se acercó a su hermana y se trepo en el sofá donde se encontraba sin parar de reír, la movió un poco para reaccionara pero sin encontrar respuesta.
-¡Papá! —exclamo el pequeño pensando que Lizzie ya no bromeaba y que le había sucedido algo.
-Lizzie, no asustes a tu hermano cariño.
-…
-¡Lizzie!
-¡Quien está asustado! —exclamo la chica de pronto, causando en Noah un salto de miedo que luego convirtió en una risa tan dulce que Kurt quiso volver a esa edad donde las preocupaciones no existían.
-¡No Lizzie Anderson Hummel! —dijo Noah ante las cosquillas que le provocaba su hermana.
-¡Ay! está bien… —dijo incorporándose— ¿y tú sabes de todo esto “Goblin”? —preguntó volviendo a los papeles.
-No mucho, por eso voy, para “apender”
-Y aprenderás todo el primer día, estoy segura de eso, ”Árboles Nativos”… ¿no hay unos libros de eso aquí? —dijo Lizzie mirando el techo como si buscara allí una respuesta.
-Papá, ¿tal vez deberíamos ver esos libros? —dijo Noah desde el lugar en que se encontraba.
-¿Libros?, ¿Qué libros cariño?
-Los que corresponden a mi taller y que “mensono” Lizzie Anderson Hummel.
-Claro cariño, te acompaño —dijo Kurt haciendo el ademan de levantarse.
-¿Qué tal si yo te ayudo a buscarlos “Goblin”? —se adelantó en decir Lizzie notando que su Papá no estaba como otros días.
-¿Tú Lizzie Anderson Hummel? —pregunto de vuelta como sorprendido.
-¡Obvio!... —exclamo levantándose con las manos en la cadera— ¿qué crees?, ¿que no se de libros de… árboles? —agrego releyendo el título de uno de los cursos de su hermano en la Biblioteca Pública.
-Pensé que solo sabias de números —agrego Noah dándose un golpe en la frente.
-Pues se de varias cosas… ¡a la biblioteca! —grito levantando una mano empuñada.
-¡A la “biboleteca”! —añadió Noah repitiendo el gesto de su hermana.
-Luego vendré a interrogarte —advirtió Lizzie apuntando a su Papá.
-Gracias cariño… —murmuro Kurt sonriendo a medias. Soltó un suspiro largo y hondo y dio un par de vueltas alrededor de sala mirando la carpeta con la póliza casi con miedo, la tomo y la dejo un par de veces indeciso a leerla, sintiendo tal vez que si se informaba sobre eso, la posibilidad que Blaine no saliera bien del procedimiento resultaría una realidad.

-Hola…—dijo Kurt desde su asiento en la oscuridad de la sala.
-¡Dios Kurt!... —exclamo Blaine tomándose el pecho— ¿no quieres que haga esfuerzos pero tú sí que me das un susto de infarto?... ¿qué haces aquí a oscuras? —pregunto mientras dejaba su guitarra y demás cosas sobre el piano y encendía un par de lámparas.
-Solo pereza de encender la luz, es todo —respondió sin ganas.
-¿Estas bien?... ¿nuestros hijos? —dijo mirando hacia el segundo piso como si pudiera ver a través de la losa de cemento.
-Lizzie está ayudando a Noah con los libros que necesitara para sus talleres.
-¿Encontraste las formas?
-Las encontré…
-¿Estás seguro y estas bien?, solo repites lo que te digo —advirtió Blaine iluminando más la sala.
-Estoy perfecto, ¿Qué tal tú?
-Pues perfecto también, de hecho… —dijo sentándose en la mesa de café para quedar frente a su esposo— estoy tan bien que creo y ese medicamento tiene algún componente afrodisiaco —agrego queriendo besarlo— ¡oye! —dijo al ver que Kurt se levantaba y se paraba frente a la ventana—¿Qué sucede?
-No deberías hacer esfuerzos lo sabes bien.
-No estoy haciendo ninguno… solo quería besarte, ¿estas molesto por algo?..
-…
-Si es por la hora en que llegue, sabes bien que los ensayos con la banda son así, además quería dejar todo listo antes de lo del sábado.
-No estoy molesto por eso, se bien como son los jueves —dijo Kurt mirando hacia la calle.
-¿Entonces qué sucede?
-No lo sé... tú dímelo —respondió tirando sobre la mesa la carpeta con los papeles del seguro de vida.
-¿Dónde encontraste esto?
-Creo que el lugar donde estaban esas formas es lo menos importante aquí.
-Kurt…
-¿Qué significa esto Blaine?... ¿acaso sabes algo que yo no?
-¡No!... ¡por supuesto que no!, se tanto como tu acerca de todo lo que pasara.
-¿Por qué entonces?
-¿Por qué?, ¿qué…?
-¿Por qué me ocultas algo así?... soy tu esposo —dijo Kurt haciendo valer su lugar en la vida del hombre con quien hablaba.
-Se quién eres, no es necesario que te pongas así.
-¿Así como?... ¿te das cuenta que si Noah no hubiese sentido curiosidad por lo de su taller nunca me hubiera enterado de esto?
-Bueno si todo sale mal el sábado te habrías enterado de todas formas —contesto Blaine soltando una pequeña risa como si quisiera hacer una broma con todo aquello, pero sin los resultados que esperaba.
-¿Qué?, ¿te atreves a bromear con todo esto?, ¿sabes que…? —dijo saber Kurt alzando sus brazos demostrando con ello que ya no le quedaba más paciencia.
-Kurt escucha… si no te lo dije fue porque sabía de sobra que no estarías de acuerdo con algo así, pero querámoslo o no, es algo necesario de hacer.
-¡¿POR QUÉ?!
-Porque… porque si… —contesto Blaine acercándose a él con el fin de que bajara la voz— porque tenemos tres hijos y si algo sale mal necesito saber que ni tú ni los niños tendrán problemas.
-¿Crees que el dinero es lo que le importa más a nuestros hijos?, o esto que dice aquí —dijo Kurt tomando los documentos— “su ser amado merece tranquilidad, ¿está dispuesto a dársela?”, ¡Ni siquiera sé qué significa eso! —exclamo aventando los papeles al sofá.
-Kurt, sé que ni para nuestro hijos ni para ti lo más importante es el dinero, pero hay cosas en las que hay que pensar, lo que me harán no es un juego, y si hice eso fue porque quería encargarme de todo para que tu no tuvieras que pasar por nada.
-Claro, lo hiciste todo por mí —dijo Kurt derramando algunas lágrimas de miedo y rabia.
-Aunque te cueste creerlo ahora… así fue…
-¿Sabes cuál es mi parte favorita del día?, ¿de nuestros días?
-¿Qué?
-Eso…
-Kurt, ¿de qué…?
-Pues yo te lo diré —interrumpió avanzando un par de pasos en dirección de su esposo— mi parte favorita del día es la noche, y no porque tenga la expectativa permanente de intimar contigo, ya que hace ya casi 25 años me enseñaste que no solo en la noche es posible amar, sino por todo lo que involucra nuestra rutina de alcoba. Generalmente yo me acuesto primero y tú lo haces luego de componer, o ver algo en la televisión de la sala y que sabes que me desagrada, como una película extra violenta o algún juego, cuando llegas al dormitorio me sonríes como primera cosa, luego te metes al baño y sales un par de veces antes de terminar todo lo que haces antes de acostarte, primero con el cepillo de dientes en la mano y me preguntas que estoy leyendo o que miro en la televisión, cualquier cosa que te diga la respondes con un “genial, luego me cuentas”… vuelves a entrar al baño y por segunda vez sales, esta vez con la boca llena de dentífrico, miras tu teléfono y te quitas los zapatos, que a todo esto, no sé porque en nombre de todo lo bueno y puro, nunca los dejas en el lugar que corresponde —Blaine sonrió al ver que su esposo no dejaba pasar ninguna ocasión para llamarle la atención por el desorden— terminas de vestirte en el baño y cuando sales, miras por la ventana y mientras estas mirando algo que has visto cada noche los últimos 20 años, te quitas el reloj, y esa es la señal que espero para dejar lo que estoy haciendo y acomodarme en el lado de mi cama… pregúntame porque lo hago.
-Kurt…
-Vamos, me debes eso y más… —dijo Kurt derramando más lágrimas.
-¿Por qué lo haces Kurt?
-Porque sé que lo que viene después es por lo que he esperado todo el día y es por lo que vale la pena cada día, cada mes, cada año que he vivido contigo… te acuestas asegurándote que tienes tus almohadas y no las mías… siempre tienes las tuyas, pero insistes en revisar la etiqueta que marcaste con un botón rojo hace no sé cuánto tiempo, luego me abrazas y en el segundo que lo haces mi cuerpo se acomoda al tuyo, como si ambos fuéramos imanes de diferente carga destinado a atraerse… me respiras en el cuello y luego me besas un hombro, yo te digo que me encanta eso y te cuento un par de estupideces que hice durante el día, tú me respondes que lo sabes y me hablas de otras tantas que te sucedieron a ti, incluyendo tu infructuoso intento diario de toparte con el Señor Murdoch en el ascensor… ahora Blaine… ¿crees que exista alguna clausula en ese seguro de vida que me entregue eso si tú llegas a faltarme?—termino por decir Kurt soltando un llanto más que desconsolado.
-Kurt… —dijo Blaine conteniéndolo entre sus brazos— lo siento, no debí hacer eso a tus espaldas… sé que estas asustado, yo también lo estoy, pero esto que hice fue mera precaución, escúchame, escúchame bien —agrego tomándolo por los hombros para mirarlo a los ojos— yo te prometo, te prometo que todo saldrá bien, yo al menos hare el mejor de mis esfuerzos, cualquier cosa que diga el doctor la hare, si tengo que hacer reposo de aquí al final de mis días también lo hare, si me recomienda ordenar mis zapatos obedeceré sin cuestionarlo, te lo prometo —dijo sonriendo y contagiando con esa mueca incomparable a su esposo también.
-Te amo mucho, es todo… —dijo Kurt limpiándose la nariz con el dorso de su mano.
-Yo te amo a ti, más que a mi vida… no llores —pidió Blaine quitándole las lágrimas con sus dedos.
-Abrázame Blaine…
-Es para ello que existo… —respondió este envolviéndolo con todo el amor que le tenía y que parecía y era inagotable.

Diciembre de 2014





-Estas son las mejores palomitas que has hecho… eres un experto, debo decirlo —dijo Kurt mientras comía un par del tazón gigante que Blaine había dejado en la mesa de café.
-¿Hablas en serio? —pregunto desde la cocina.
-¡Obvio!, ¿Por qué mentiría? —respondió comiendo otro puñado— solo tú puedes tomar un envase de “Pop Secret” y ponerlo en el microondas como todo un experto —dijo Kurt sonriendo.
-¡Ah!...—exclamo Blaine mientras sacaba un par de botellas del refrigerador— ya sabía que había algo de sarcasmo en tu comentario —agrego cerrando la puerta con llave.
-Nada de sarcasmo… solo digo la verdad, ¿me has visto a mi tomando un envase de “Pop Sectet” e introducirlo en microondas? —pregunto Kurt gesticulando las acciones de tomar y poner algo en otra cosa.
-No…
-¿Entonces?, ¿dónde está el sarcasmo Blaine Anderson futuro Hummel?
-En ningún lado —respondió entregándole una de las botellas— y si no lo haces, no es porque confíes que soy un experto, es... porque eres un consentido— sentencio Blaine acercándose a él con un par de palomitas en la comisura de sus labios, Kurt se incorporó desde donde estaba y las comió como propias— eso fue un robo —añadió sonriendo.
-Soy un consentido recuérdalo.
-Y me encanta ser yo quien te consienta —termino por decir Blaine acercándose al mueble donde estaban las películas— ¿has hablado con Rachel?— pregunto mientras miraba las caratulas.
-Hable… viene a New York el próximo año, lo que suena bastante raro ya que el próximo año empieza en tres días.
-Claro… —dijo Blaine tomando una película en cada mano.
-¿Tu hablaste con tus Padres?
-También hable…
-¿Y qué te dijeron?
-Que si quiero estar en New York que este, “no puedes despreciar la posibilidad de celebrar tu primer año Nuevo en New York y en el Time Square”, fueron las palabras de mi Mamá, lo que me lleva a pensar que está un poco obsesionada con esta ciudad, no quiero ni imaginar que pasara cuando nos casemos y nos establezcamos en otro lado… estoy seguro y será una visita bastante frecuente cuando nuestros hijos comiencen a llegar —dijo Blaine tomando otras tres películas.
Kurt sonrió complacido como lo hacía cada vez que su prometido se adelantaba en el tiempo y pensaba cosas del futuro de ambos.
-Este no es tu primer año nuevo en New York—dijo soltando un suspiro.
-Lo se…
-¿Y por qué no la corregiste?
-Porque si lo pienso bien este año nuevo sí que será digno de celebrar, el anterior fue bastante bizarro, con nosotros allí… en el limbo —explico Blaine haciendo un movimiento de ola con la película por la que se había decido.
-Bueno, sea como sea, me alegra que rechazaras la fiesta Anderson para estar aquí conmigo.
-¿Dónde más podría estar?... ¿Qué vamos a ver? —pregunto enseñando dos cajas, una en cada mano.
-…
-¿Kurt?
-¿Cómo? —dijo este dejando su teléfono a uno de sus costados.
-¿Qué película vamos a ver? —insistió moviendo las cajas.
-No sé, elige tú una…—agrego Kurt mirando su teléfono de reojo.
-¿Yo?... ¿seguro?
-Seguro, pero que sea sin violencia, y sin autos.
Blaine lo miro como si le faltara algo a aquella frase.
-¿Qué?
-Nada… es solo que me has concedido dos cosas en menos de cinco minutos, lo que me lleva a pensar… —dijo Blaine mientras trataba de decidirse entre ambas películas— que en realidad quieres pedirme algo —agrego leyendo el resumen de la película que había escogido— o… que hiciste algo malo y quieres resarcirte por ello.
-Eso es bastante injusto e insultante.
-¿No es así? —pregunto acercándose.
-¡Obvio que no! —exclamo Kurt subiendo los pies al sofá— ¿por quién me tomas?... —añadió mirando su teléfono nuevamente.
-¿Por alguien sumamente guapo y dulce? —respondió Blaine sonriendo.
-Excelente respuesta, ¿qué escogiste?
-“The Hollydays”
-Especial para la época.
-Así es y una buena oportunidad de ver el torso de Jude Law —dijo Blaine poniendo la película en el reproductor.
-Muy cierto —agrego apuntándolo con cara picara.
-¿Te parece bien? —pregunto ajustando los aparatos.
-¿Esta bromeando?, ¡amo esa película! —exclamo levantando sus brazos como si rezara en una iglesia.
-Y yo… —dijo Blaine sentándose a su lado.
-¿De verdad te gusta?
-Me encanta…—añadió tomando unas cuantas palomitas.
-¿Aunque no tuviera torsos a la vista?
-Aunque así fuera, creo que es dulce y romántica y pongo todas mis fichas en la relación de Jack Black y Kate Winslet—dijo Blaine arreglando los cojines a su antojo.
-¿Si?... ¿no crees que es una pareja irreal y que algo así no sucedería en la vida real?.
- Cuando hay amor puede suceder lo que sea… —sentencio Blaine encogiendo sus hombros— ¿Qué? —pregunto al ver que Kurt lo miraba como si él fuera el regalo que esperaba en Navidad.
-Nada… es solo que me gusta cuando descubro cosas que reafirman esa teoría tuya que en realidad no nos conocimos, sino que más bien nos recordamos de vidas pasadas donde siempre acabamos enamorándonos.
-Creo en esa teoría más que en nada en este mundo— dijo levantándose nuevamente.
-¿Qué vas a hacer?
-Arreglare el fuego, sino terminaremos casándonos en la otra vida.
-Yo lo hago… tu siéntate… —dijo Kurt poniéndose de pie y empujándolo al sillón.
-OK Kurt Hummel, necesito que me digas que está sucediendo —contesto Blaine extrañándose aún más.
-No sucede nada… —respondió Kurt atizando un par de leños— ¿tan incapaz me crees de realizar estas labores “outdoor”?
-No, tú eres capaz de todo, es solo que si ya estas acomodado en una parte, es bastante difícil que te levantes ni siquiera al baño, menos lo es… para… hacer… algo… hay algo que vibra bajo estos cojines… dime por favor que es tú teléfono.
-¡Por supuesto que lo es!... —exclamo poniéndose mas colorado que el fuego que calentaba la sala en ese momento.
-Dice número desconocido —advirtió Blaine tomándolo desde la profundidad del sofá.
-Dame eso… —contesto apagándolo y escondiéndolo dentro de un tarro de colección que había en una de las mesas laterales.
-¿Qué fue eso? —quiso saber Blaine mirando el tarro y luego a su prometido que se sentaba como enojado en el otro extremo del sofá.
-¿Veamos la película? —pidió Kurt apuntando el televisor.
-Kurt…
-Podemos adelantarla hasta la parte en que Jude Law se quita la ropa —agrego tomando el control del reproductor desde las manos de su prometido.
-¡Oye! —exclamo Blaine tomándolo de vuelta.
-¡Esta bien!.. pero debes prometerme que no te pondrás todo… —dijo Kurt haciendo cinco gestos seguidos y diferentes con su cara.
-Ok, te juro y no me pondré… —respondió repitiendo los gestos de su prometido y agregando unos dos más. Kurt no pudo evitar soltar una pequeña risa.
-Primero, es cierto eso de que quiero pedirte algo.
-Diría “lo sabía” pero sé que no ayudaría en nada… sigue —dijo Blaine sentándose con las piernas cruzadas sobre el sofá.
-¿No vas a preguntarme que quería pedirte?
-Asumo y algo relacionado con el Año Nuevo, con Rachel o con el mueble ese que siempre crees y puedes mover tú solo pero nunca lo consigues— respondió Blaine enumerando sus respuestas con los dedos de su mano.
-Nada más alejado de la realidad, y ese mueble lo puedo mover cuando se me plazca… solo… estoy buscando el lugar preciso donde quiero dejarlo —respondió casi ofendido— pero tiene que ver con la opción uno.
-Año nuevo… —acoto Blaine tomando un puñado de palomitas.
-Exacto… —concordó Kurt tomando una servilleta para entregársela a su prometido y evitar algún desastre que implicara la utilización de productos de limpieza mas tarde.
-Ok…—dijo Blaine comiendo sobre la servilleta— ¿Qué quieres?
-¿Sabes lo que es el “Good Riddance day”?
-Creo que si —respondió como pensando.
-Sabes entonces que se realiza en el “Time Square” y que la gente escribe sus malos momentos del año que se va, como queriendo olvidarlos.
-Es lo que se… si…¿Por qué?
-Porque…—dijo poniéndose de pie para sacar dos hojas de papel desde una revista que mantenía en la repisa junto a los vinilos— me gustaría que fuéramos este año —agrego entregándole una a su prometido y quedándose él con la otra.
-¿Cuándo recogiste esto? —quiso saber Blaine leyendo las letras negras y rosadas.
-Internet… —respondió sentándose.
Blaine sonrió y volvió leer la hoja mirándola por todos lados.
-¿Qué dices? —pregunto Kurt tomando un par de lápices desde la mesa de café.
-Me parece genial… pero este año ha sido tan perfecto para mí, que no creo y tenga algo malo o molesto de lo que quiera deshacerme…
-¿No?... —dijo como si el tuviera una lista interminable de cosas de las que quisiera librarse.
-No… es decir… volvimos a estar juntos, te pedí matrimonio y me dijiste que sí, estoy viviendo en New York, contigo… nada de eso me suena a algo molesto o no deseado.
-¿Qué tal cuando nos pelamos por tu culpa?
-¿Perdón?
-Sí, cuando cambiaste todo aquí y esperabas que yo reaccionara como si nada.
-Kurt, esa fue una estupidez, y ya la superamos —dijo Blaine apuntando el “espacio de trabajo” —aunque si podría escribir que el mudarme de aquí es algo que quisiera que no pasara nunca otra vez —agrego haciendo el ademan de escribir aquello en la hoja de “liberaciones”.
-Eso no pasara, no necesitas escribirlo y que una maquina lo destruya… vamos piensa… debe haber algo…
-¿Por qué no hicimos esto el año pasado?, yo estaba aquí en año nuevo, y en ese entonces sí que tenía cosas que dejar atrás.
-Lo sé... pero el año pasado… no fue lo que esperaba…
-¿No lo sabias verdad?
-¿Cómo? —dijo Kurt abriendo más sus ojos.
-No sabias que existía esta tradición… ¿no es así?
-¡Bien!... lo confieso, no lo sabía… pero estoy totalmente justificado porque era un nuevo en New York y habían tantas cosas por descubrir que esa se me paso de largo.
-Claro… ¿por esto es que creías que me pondría…? —pregunto Blaine volviendo a lo de las caras.
-¡Obvio!...—exclamo Kurt bebiendo un poco de agua.
-Un momento… ¿quién te la enseño?
-¿Qué cosa?
-Esto de los mensajes con tragedias.
-¿Que quien me lo enseño?... —repitió Kurt medio nervioso— pues… Isabelle… ella fue.
- ¿Isabelle Wright?, ¿la de Vougue.com?... ¿esa Isabelle?
-Obvio, es la única que conozco… lleva más años aquí que la Estatua de la Libertad… así es que..
-Estas mintiendo.
-¡No lo estoy!
-¡Claro que si! —insistió Blaine sonriendo— me dijiste que la última vez que estuve aquí no tenías idea de esto, y ya dejaste de trabajar con Isabelle hace tiempo y que yo sepa no sigues en contacto con ella.
-Ok Señor Memoria… —dijo Kurt como burlándose.
-¿Quién te conto sobre esto?
-¿Vale la pena saber quién?... yo diría que no… es más, estamos hablando y haciendo otra cosa—sentencio Kurt sentándose a la mesa de la cocina como si se dispusiera a escribir una lista larga y abultada.
-¿Tiene que ver con la persona que te ha estado llamando?... ¿acaso…?... ¿acaso esa persona “Alan” o algo fue el que te conto sobre esto?
-…
-¿Kurt? —insistió Blaine sentándose a su lado.
-¿Cómo se llamaban esa cosas horribles que les dio a las celebridades por ponerse en los dientes?... porque quisiera que eso, más las pieles anaranjadas y las puntas decoloradas en los cabellos desaparecieran para no volver jamás.
-¿Él te está llamando? —volvió a preguntar Blaine queriendo tomar el teléfono de su prometido para disipar cualquier fantasma.
-Creo que se llamaban “Grillz” o algo… pero parece que fueron del 2013… —dijo Kurt mirando a techo y haciéndose el desentendido.
-¿Me puedes responder por favor? —dijo Blaine tomándose una oreja.
-¿Para qué quieres saberlo?
-Porque si…
-¿No eres tú el que siempre me dice que esa respuesta es la que daría uno de nuestros hijos?
Blaine lo quedo mirando sin dar más explicaciones a sus dichos.
-Ok… pero prometiste no… ya sabes…—dijo Kurt haciendo el esta vez unas 8 caras diferentes, Blaine sintió que estaba manejando su “WhatsApp” y había seleccionado todos los emoticones de una sola vez— veras… cuando Adam y yo estábamos en eso que nunca le puse un nombre, quedamos en que si ambos estábamos solteros al finalizar cualquier año, nos juntaríamos en “Time Square” y haríamos esta tradición.
-Tú no estás soltero… —dijo Blaine apuntando el anillo en la mano de su prometido.
-Yo lo sé, pero él no…
-¿Por qué no?
-¿Por qué tendría que saberlo?, hace MESES que no sé nada de él —respondió Kurt dando énfasis en “meses”
-¿Y por eso te llama?, ¿por qué hace MESES que no sabes nada de él? —insistió Blaine dando el mismo tono que su prometido a la misma palabra.
-¿No íbamos a ver una película?... ¡me muero por ver una película!
-Bien…
-¡Es lo que íbamos a hacer!
-Tienes razón… —dijo Blaine levantándose— no esperemos más por el torso de Jude Law —añadió moviéndose hacia el sofá y pensando que como siempre, se quedaría sin escuchar una disculpa ni una explicación.
-Blaine… espera… —dijo tomándolo de una mano— dime que hacer y lo hare.
-No tengo derecho a decirte que hacer Kurt.
-Pero yo te lo estoy pidiendo, dime que hacer y lo hare, cualquier cosa que sirva para demostrarte que esa llamada no significa nada para mí.
-Me da temor esa parte de nuestro pasado Kurt, tú lo sabes…
-Lo se… pero no hay nada porque temer, dime que hacer.
-Contéstale… contéstale y dile que no estas soltero, que estás conmigo, que vivimos juntos y que nos vamos a casar.
-Ok… —dijo perdiéndose en la mirada de su prometido por un rato, saco el teléfono de donde lo había ocultado y puso cara de sorpresa al ver cuantas llamadas perdidas tenía en el registro.
-¿Qué?... —pregunto Blaine acercándose y queriendo espiar en el aparato— ¿25? —agrego levantando una ceja.
-La mayoría son de Rachel… —advirtió sonriendo mientras se apartaba con el teléfono en la oreja, Blaine no supo si esa mueca divertida era por la insistencia que él ponía en averiguar que sucedía o por la satisfacción que le provocaba el interés que aun despertaba en el tal “Alan”
Kurt se alejó un poco y hablo con Adam, Blaine lo observo como de reojo y lo vio poner diferentes caras, hasta que concluyo con una entre asombro e impacto.
-¿Puedes creerlo? —dijo Kurt apuntando su teléfono.
-¿Qué sucedió?
-Me dijo un montón de cosas… hasta unos insultos que creo y solo utilizan en Essex —explico tirando su teléfono en el sofá.
-¿Y eso es algo que te molesta?
-¡Claro que sí!, no me gusta ser insultado por nadie… menos en acento Ingles.
-¿Pero le dijiste lo importante?
-Se lo dije…
-Muy bien… creo que eso escribiré en mi hoja de “Good Riddance day”: “no conocer a Adam”… me es más difícil odiarlo si no sé cómo es su cara —dijo Blaine señalando su propio rostro.
-Pues tu eres 10 veces mejor… con eso tendrías que quedarte —aseguro Kurt abrazándolo por la cintura.
-¿10 veces?... ¿y en qué?
-En todo…—dijo dándole un beso— en especial por las palomitas.
-¡Ah!... claro… ¿echo andar la película? —pregunto señalando el televisor con el control remoto del aparato reproductor que aun sostenía en sus manos.
-Claro… pero tengo una condición.
-¿Cual? —quiso saber Blaine ya sentado en un extremo del sofá.
-Que demando el mejor lugar de la sala para sentarme.
-¿Y ese es?...
-Tú… —respondió tomando las piernas de su prometido para ponerlas sobre el sofá y treparse luego sobre él— no hay mejor lugar que tus brazos Blaine Anderson… —agrego acomodándose.

Febrero de 2041






-“Réveillez-vous mon amour”… —susurro Blaine en el oído de su esposo. Kurt soltó un poco de aire y se retorció un tanto en su lado de la cama sin ganas de despertar— Kurt… —insistió dándole un par de besos en el cuello.
-Es muy temprano…—respondió a media voz.
-Lo es… pero recuerda que debemos estar en el aeropuerto a las 8 —insistió Blaine acariciándole el pelo— Paris nos espera… —agrego dando otro par de besos— lo mismo y eso que dijiste que haríamos en “Les Champs-Élysées”
-Es muy temprano —repitió refugiándose en el pecho de su esposo.
-Dijiste que tú te levantarías primero para encargarte de Noah…
-No dije tal cosa…
-Si la dijiste… —respondió Blaine dándole un beso sonriente en la frente— está bien, yo me levantare primero y tu podrás quedarte en la cama un par de minutos más… pero despierto, ¿de acuerdo?
Kurt emitió una especie de quejido como si asintiera a lo que Blaine le pedía, pero continuo con sus ojos más cerrados que antes.
-Kurt…
-No quiero despertar… me tendrás que llevar al aeropuerto durmiendo en tus brazos.
-Lo haría encantado, pero creo que la gente se nos quedaría viendo extrañados… Kurt…
-Estoy despierto… ve al baño —dijo abrazándolo.
-Déjame ir entonces… —agrego acariciándole la espalda.
-Deja de acariciarme entonces… —sentencio Kurt volteándose para abrazar su almohada a cambio.
-¡Despierta!… —termino por decir Blaine levantándose y dirigiendo sus pasos al baño, confiando en que su esposo si se despertaría del todo.
Kurt continuo durmiendo y se abrazó a la almohada de Blaine esperando que al menos por esa vez, su esposo se demorara un buen rato en el baño, volvió a rodar en la cama y se sintió observado de pronto.
-¿Noah?...—dijo Kurt con voz rasposa mientras abría un solo ojo. El pequeño sonrió y le hizo una seña como de saludo desde el borde de la cama donde se encontraba parado junto a “Desmond” hacia un rato bien largo
-Golpee pero nadie me respondió, así es que entre.
-¿Hace cuento rato que estas aquí cariño?
-Hace harto…
-¿Y porque no me despertaste y ya? —dijo Kurt incorporándose un poco.
-Porque estabas durmiendo…
-Sí que estaba medio dormido… ¿Qué…?... ¿Qué sucede bebé?... es muy temprano para que estés levantado, yo se supone y te iba a despertar —dijo Kurt mirándolo con los ojos empequeñecidos.
-Estoy esperando al “Papáblen”… ¿está en el baño?
-Lo está cariño… —respondió Kurt restregándose la cara— ¿para que lo necesitas?
-Necesito contarle un secreto…
-¿Cómo?
-Necesito contarle un secreto… —repitió Noah en voz baja como si ya estuviera contando el secreto en sí.
-¿Un secreto?, ¿y no me lo puedes decir a mí?
-No…
-¿Por qué no?
-Porque es algo sobre ti…
-¿Sobre mí?... —repitió Kurt señalándose a sí mismo— pues… entonces con mayor razón debería saberlo… ¿no crees?
-Tal vez… —dijo Noah mirando en dirección del baño.
-Ven cariño… —agrego Kurt levantando los cobertores para que su hijo se metiera a la cama también.
-¿Puedo acostarme contigo?
-Un ratito al menos… hasta que el “Papáblen” salga del baño.
-Está bien… —dijo el pequeño subiéndose a la cama, se acurruco al lado de su Papá y allí se quedó como en el mejor de los lugares— ¿Puedo decirte mi secreto a ti Papá?
-Solo si quieres cielo… —contestó Kurt besándole el pelo.
-Creo que quiero —respondió acariciando el copete del dinosaurio.
-Pues te escucho…
-Te mentí…
-¿Como?... —pregunto apartándose, ya despierto del todo.
-Te mentí… —repitió Noah tapándose la cara con su compañero inseparable y azul.
-¿Sobre qué mentiste bebé?
-Sobre una cosa —respondió tras “Desmond”
-¿Qué cosa?, ¿sobre para que quieres los 180 dólares tal vez?
-No…
-Entonces…
-Sobre que estaría bien viajar con ustedes a Francia.
-¿No crees que lo esté?
-No… pienso que Lizzie Anderson Hummel y Henry Anderson Hummel se enojaran conmigo.
-Cariño… —dijo Kurt acariciándole la cara— eso es imposible, tus hermanos te adoran, jamás, jamás, jamás se enojarían contigo.
-Pero es que este era un viaje para dos no “tes”
-Es un viaje y punto hijo… tal vez simplemente no quieres ir… —dijo Kurt con un poco de tristeza.
-Creo que es eso… ¿me puedo quedar?
-…
-¿Papá?
-Claro cariño, como quieras… no hay problema.
-¿En serio?
-Muy enserio…
-Pero te pusiste “tiste” —dijo Noah tomándole la cara a su Papá con sus pequeñas manos.
-Un poco…—respondió dando un beso a cada una— no te mentiré al respecto… pero no es por tu decisión, cualquier cosa que decidas en tu diminuta vida tendrá el apoyo mío y del “Papáblen”, solo me pongo triste porque nunca nos hemos separado y te voy a extrañar mucho.
-Y yo a ti y al “Papáblen” —agrego Noah abrazando a Kurt con tanta fuerza que este sintió una opresión en el pecho difícil de explicar.
-Solo será una semana bebé… y yo no estaré triste si tú me prometes que tampoco lo estarás.
-No lo estaré y cuando vuelvan podemos hacer un paseo nosotros.
-Muy cierto… y ¿sabes dónde podríamos ir?
-¡Al Zoológico de enfrente!
-¡Excelente idea!, pero ¿sabes?, pensaba que podríamos ir a un lugar que se llama “Animal Adoption Center”, es un refugio y esta en New Jersey.
-¿Refu…?... ¿regu…?
-Refugio cariño…
-¿Y que es un “Rejufio”?
-Es un lugar donde hay muchos animalitos que necesitan un hogar, y como tu quieres tener un gatito… podríamos ir por el allí.
-¿Un gatito?, ¿de verdad Papá? —pegunto Noah lleno de ilusión.
-De verdad hijo… ¿te parece bien?
-Pero, ¿qué hay de la ordenanza esa?
-Pues… averigüe, y el Señor Jenkins me dijo que ya no existía… por lo tanto…
-¡Que súper “sensasonal”!... ¿escuchaste “Desmond”?... tendremos un nuevo amigo… —dijo Noah mirando a su juguete.
-¿Estas contento? —quiso saber Kurt acariciándole la cara.
-Mucho… —respondió el pequeño esbozando una sonrisa tan grande que enseñaba todos sus dientes.
-Me alegra… y… ¿de verdad no quieres viajar con nosotros?
-No… lo siento…—dijo como apesadumbrado.
-No lo sientas cariño, si es lo que quieres, no hay problema…
-¿Puedo quedarme entonces?, sin provocar un “conflipto”.
-Puedes quedarte, no provocaras conflicto alguno —dijo Kurt besándole la cabeza.
-Gracias Papá… ¿qué hora es?... ¿ya es muy tarde para dormir?
-No lo sé bebé… —respondió Kurt mirando su teléfono.
-¿Qué dice? —pregunto Noah rascándose la nariz enchuecando con ello sus gafas sin vidrio.
-Dice que si quieres puedes dormir un par de horas más antes de irte a la escuela —contesto su Papá corrigiendo la torcedura.
-Iré a hacerlo… —dijo Noah bajándose de la cama— gracias otra vez Papá, perdóname por mentir, “Desmond” dijo que era un secreto “incofesabe”
-De nada cariño y no hay nada que perdonar, gracias a ti por confiarme tu secreto inconfesable —dijo Kurt mirándolo salir. Soltó un poco de aire y se echó hacia atrás en la cama un tanto decepcionado sin saber bien cómo reaccionar ante aquello, si bien el viaje que haría con Blaine lo llenaba de expectativas, la idea de dejar al menor de sus hijos era algo que no terminaba por convencerlo. Dio un par de vueltas en la cama para finalmente optar por levantarse ya sin una pizca de sueño.
Entro al closet y escogió atuendos para él y para su esposo, tomo un par de cosas de su mesa de noche las guardo en un bolso de mano y lo dejo sobre la cama por si Blaine quería agregar algo de su propiedad, chequeo mentalmente las cosas que había puesto en las maletas un par de noches atrás y se metió al baño con el afán de apurar las cosas.
Blaine se bañaba despreocupado sin pensar en la hora ni en nada, se aplicaba shampoo en la cabeza y terminaba usando la botella como improvisado micrófono, Kurt termino por sonreír pensando que a su esposo no le pasaban los años ni por su alma, ni por su cuerpo, en ningún caso por su cuerpo.
-Hola…—dijo abriendo la puerta de la ducha.
-¿No te deje durmiendo Kurt Hummel-Anderson? —pregunto Blaine con la cabeza llena de espuma.
-¿Te puedo acompañar?
-Siempre… —respondió extendiendo su mano para ayudarlo a entrar sin resbalones.
-Gracias… —dijo Kurt quitándose el pijama y entrando acto seguido.
-¿Se te quito el sueño? —pregunto bajo el chorro de agua.
-Algo así… —respondió mirando el agua correr por el cuerpo de su esposo.
-Me alegra… —agrego quitándose el exceso de agua de la cara con sus manos— así no nos atrasamos —dijo Blaine moviéndose para dejarle el lugar a Kurt— ¿Sabes lo que pensaba?
-No… pero encantaría saberlo —contesto este moviendo su cuello para que el agua caliente le cayera en toda la cabeza.
-Pues… ¿dónde está tu shampoo?, no está aquí…
-Empaque el que estaba usando…
-¿Y tienes otro?
-Está en mueble… —dijo Kurt con los ojos cerrados como si ya todo estuviera tan mal que hasta sus productos estaban en su contra.
-Iré por el…
-No... usare del tuyo… prefiero tener el cabello con ondas hoy día que lidiar con marcas de jabón en el piso cuando regresemos —advirtió enjabonándose el cuello.
-Muy bien… —dijo tomando su botella— ¿puedo? —pregunto vertiendo un poco sobre una de sus manos.
-Por favor… —respondió Kurt sonriendo a medias. Blaine sonrió del todo y le aplico el producto en la cabeza.
-Huele como tú…—dijo Kurt dejándose atender.
-Luego tendrás que lidiar con un volumen similar…
-No me importa… cuéntame… ¿en que estabas pensando?
-¡Claro!... pensaba… que deberíamos llamar al hotel antes de embarcarnos, después de todo esperan a dos adultos solos y no a una pareja con su hijo —dijo mientras le masajeaba la cabeza.
-Ya no será necesario…
-¿Por qué no?... ¿ya llamaste tú? —agrego al tiempo que tomaba la cabeza desmontable de la ducha y comenzaba a quitar el shampoo.
-No… es solo que…
-Solo que ¿qué?…
-Noah ya no quiere acompañarnos —añadió con tristeza.
-¿Como?... ayer dijo que si…—dijo Blaine dejando la ducha en su lugar.
-Lo se… —respondió Kurt vertiendo más jabón en la esponja— y estoy molesto con él por eso.
-Kurt…
-Lo se… lo se…—dijo levantando al esponja— Bill Cosby debe estar revolcándose en su tumba, ¿quién se puede enfadar con un niño de 6 años que cambia de opinión?
-Estoy seguro y no estas enfadado con él… solo estas un poco molesto porque llevarlo te llenaba de ilusión y alegría —aseguro Blaine acercándosele.
-Es verdad… pero dime, ¿quién cambia de opinión de la noche a la mañana?
-Como bien dijiste… dame eso… —dijo tomando la esponja cargada de espuma— como bien dijiste —repitió pasándola por la espalda de su esposo— es un niño de 6 años, tiene derecho a cambiar de parecer con cada segundo.
-No puedo evitar sentirme decepcionado, lo siento.
-No lo sientas —dijo besándolo un hombro— tal vez, podríamos aprovechar esta oportunidad para enseñarle responsabilidad y que no puede decir algo y luego querer hacer lo contrario.
-Tal vez… pero no quiero llevarlo obligado porque yo soy un aprehensivo que aun piensa que su hijo menor tiene 2 meses de vida.
-Tú piensas hasta que Henry tiene dos meses de vida —sentencio Blaine soltando una risa.
-¡Tú actúas igual, no digas que no! —exclamo moviéndose hacia el agua— también crees que nuestros hijos no han crecido.
-Debe ser un asunto de la Paternidad entonces.
-Noah se sentía pésimo, debiste ver su carita, me pidió perdón por mentirme y por decir que si quería ir cuando en realidad no quería.
-Precioso… tal vez podríamos hacer algo exclusivamente para él cuando regresemos —sugirió Blaine aplicándose otro producto en la cabeza y que dio a sus rizos un orden inmediato.
-Ya se lo sugerí —agrego haciendo un gesto con su mano para que esposo se acercara hasta donde él estaba— le dije que cuándo volviéramos iríamos al “Animal Adoption Center” en New Jersey a recoger un gato —explico mientras distribuía el producto de manera pareja en la cabeza de Blaine
-¿Le dijiste eso? —pregunto Blaine sonriendo
-Se lo dije, y ahora me doy cuenta de lo que dije… ¡soy un estúpido!, y un mal padre… primero le miento sobre los animales en el edificio, luego lo hago que acepte el viaje casi obligado y ahora me enfado con él porque no quiere ir y porque tendrá un gato que yo mismo ofrecí… ¡soy un padre horrible! —dijo moviéndose hacia un lado para ceder él esta vez el lugar bajo el chorro de agua.
-¿De que estas hablando?, no eres un padre horrible, eres el mejor… —respondió Blaine moviendo su cabeza como un perro mojado lo haría— lo que si eres, es un hombre muy guapo con un bigote de jabón…—añadió señalándole la cara.
-Tonto…—dijo Kurt echándose agua.
-No te aflijas por Noah —termino por decir Blaine cortando el agua— es tan correcto que creo que recordó el propósito de este viaje que había organizado con sus hermanos, que decidió no ser una “molestia”.
-¡Pero no lo es!…—exclamo Kurt tomando un frasco pequeño de la repisa de los productos.
-Claro que no lo es… oye…—dijo buscando su mirada— podemos cancelar todo si así quieres…—aseguro Blaine quitándole el agua de la cara.
-No quiero eso… mal que mal tengo toda una idea de lo que puede ser este viaje desde que los chicos nos lo regalaron, es solo… ¿él estará bien?, ¿verdad?
-Lo estará… claro que lo estará —contesto Blaine dándole un beso.
-Prométeme que esta será la primera y última vez que nos alejemos de él… por favor.
-Esta será la primera y última vez que nos alejemos de nuestro hijo, te lo prometo —repitió Blaine dando otro beso al tiempo que tomaba una toalla extra grande y mullida con la que se rodeó la cintura — ¿quieres una?
-No… debo quitarme esto primero… —dijo señalando su cara y el frasco pequeño que sostenía en una mano.
-¿Estas bien? —pregunto mirándolo.
-Muy bien…
-Perfecto… —añadió dándole un beso en la frente para salir de la ducha acto seguido— iré a preparar el desayuno y a hablar con Burt.
-Ok… ¡Blaine!
-¿Si?...
-Gracias…
-¿Por qué te preste shampoo?
-Porque me prestaste shampoo… —repitió Kurt sonriendo y pensando que por lo que realmente agradecía era por tenerlo a su lado de la más incondicional de las maneras.

Enero de 2022





-¿Cuántos gramos son?
-300…
-¿300 gramos de mantequilla?—pregunto Kurt extrañado.
-Es lo que dice… —respondió Blaine mientras hojeaba un periódico al tiempo que leía la receta que su esposo preparaba.
-Muy bien… —dijo este consultando su teléfono.
-¿Qué haces?
-Miro mi teléfono…
-¿Estás buscando la receta en línea?, ¿no es así?
-¿Qué?... ¡no!... ¡obvio que no! —respondió poniéndose sus lentes de lectura— ¿por qué crees que haría eso?
-Porque no me crees por ejemplo…
-Obvio que te creo, creo todo lo que me dices, incluso cuando me insistes que guardaste tus zapatos donde corresponde y van los zapatos.
-¿Qué estás leyendo entonces? —insistió Blaine levantándose desde donde estaba.
-No leo nada, estoy… estoy charlando con Lily porque insiste que la obra esto, que la obra lo otro… me está aburriendo, te lo advierto —señalo apuntándolo con el aparato.
-Estás viendo la receta, si no me crees léela tu... —dijo Blaine acercándose a él con el libro en la mano.
-Como dije antes, te creo… creo todo lo que me dices… es especial si es sobre mantequilla —contestó sonriendo y echando un ojo a la página de todas formas.
-¿Lo comprobaste por ti mismo?
-¿Ese fue Henry? —dijo como escuchando el aire.
-Sí, cambia de tema… —respondió Blaine sentándose nuevamente a la mesa de la cocina.
-Es la verdad… ¿no lo escuchaste decir algo?
-Kurt, está durmiendo su siesta no puede estar hablando entre sueños —aseguro sacando un bote pequeño de helado desde el refrigerador.
-Pues puede haber despertado, además estoy seguro y escuche que dijo “Papá ven” —insistió Kurt tomando el “baby monitor” para ponerlo cerca de su oído. Blaine sonrió mientras comenzaba a comer helado
-¿Te vas a comer todo eso?
-¿Por qué? —pregunto tragando.
-Porque se supone y estamos invitados a cenar, de ahí toda esta ceremonia por hacer algo que podamos llevar.
-¿Debemos ir?
-¿Como que si debemos ir?…—dijo Kurt dejando de batir lo que cocinaba— ¡por supuesto que sí!, es lo que dice la invitación “Matrimonio Anderson Hummel”, agrego tomando la misiva desde la puerta de la heladera, donde estaba adherida junto con otras a diferentes eventos.
-Es lo que dice… la he visto cada mañana desde que nos llego —respondió descuidado mientras pasaba página al periódico— a lo que me refiero es porque razón, motivo o circunstancia, debemos asistir, en vez de quedarnos aquí, con nuestro hijo, viendo una película o amándonos sin descanso ni control.—agrego moviendo sus cejas.
-Ok, por tentador que suene lo que acabas de decir, en especial eso ultimo…—dijo Kurt echándose aire con la invitación— son nuestros ex compañeros de escuela, es la reunión del décimo aniversario desde que nos graduamos y…
-Yo me gradué después… —interrumpió Blaine levantando su mano como si estuviese en una clase sin haberse graduado nunca.
-Estas bien… —dijo Kurt tomando un poco de aire— es la reunión del décimo aniversario desde que LA MAYORIA de nosotros nos graduamos… ¿cómo podemos faltar?
-Así… —contestó Blaine cruzándose de brazos y encogiéndose de hombros como demostrando total desinterés.
-Odio a mi Papá por haberte enseñando ese gesto —dijo encendiendo el horno.
Blaine sonrió y continuo con su lectura y bote de helado.
-¿No te da curiosidad saber que paso con cada uno? —insistió Kurt ajustando la temperatura.
-En realidad no…
-¿Ni siquiera saber que paso con Sam?
-Siempre se de Sam, no necesito una reunión para saber qué pasa con él… —dijo cuchareando más helado.
-¿Y Dylan sabe que siempre sabes de Sam?
-Lo sabe…— Kurt lo miro ceñudo sin creer nada de aquello— ¡es la verdad!... bueno no es la verdad, no sabe nada pero no tiene por qué saberlo tampoco, así es que tu… “shhhh”… —agrego haciendo el gesto de silencio.
-¡Por favor!, jamás armaría un pleito entre tus amigos si es que no me beneficia a mí de cierta forma —respondió levantando una ceja— pero volviendo al tema… yo si siento curiosidad, en especial por que la anfitriona será Quinn y no espero algo pobre de su parte.
-¿Por qué?
-¿Sabes dónde vive?, ¿verdad?
-¿En New York?
-Vive en TriBeCa… por lo tanto algo sensacional nos espera.
-Pues si querían hacer algo sensacional, debieron contratar un lugar, se me hace raro que la celebración sea en la casa de alguien.
-Blaine, si viven en el "Triangle Below Canal Street", te aseguro y no será una casa como en los suburbios de Lima.
-¿No queda como a una hora de aquí?
-¿Estás buscando cualquier excusa verdad?
-¡No lo estoy!…
-¡Si que lo estas!, ahora me dirás que nuestra hija puede nacer adelantada o algo —dijo Kurt gesticulando con una espátula cargada de chocolate en su mano.
-Si lo piensas bien, nuestra hija puede nacer adelantada o algo —repitió Blaine con cara de convencimiento.
-Eso no sucederá y lo sabes —dijo Kurt abriendo las puertas de los anaqueles que tenía justo encima.
-¿Qué hay de la obra?, ¿no tengo que actuar hoy día?
-La obra aún no se estrena Blaine…
-Pues creo que tengo que ir al sello —agrego mirando su teléfono como si chequeara su agenda del día.
-No tienes que ir al sello…
-¿Que haremos con Henry?... Julianna está enferma.
-Lily vendrá cuidar a nuestro hijo… ¿qué pasa contigo?, ¿por qué no quieres ir?
-No es que no quiera ir... como dije antes solo pienso que hay mejores cosas que hacer, además sé que tu solo quieres ir para presumir de tus Tonys y de la obra que estas por estrenar.
-Tal vez… —dijo abriendo el refrigerador— pero a mí no me engañas… sé que hay algo más.
-Ok… si precisas saberlo, no tengo ganas de ir, porque no quiero que las personas comiencen a preguntarme sobe mis primeros discos y que porque fueron un fracaso y no sé qué más —explico Blaine comiendo tres cucharadas seguidas de helado
-Eres exitoso ahora, ¿Qué importa lo que paso antes?
-¿Crees que a Kylie Minogue no le enrostran el video de “Locomotion” cada vez que al entrevistan?
-Pues por esas mallas y ese movimiento casi de zombie, hasta yo se lo enrostraría.
-Kurt…
-¡Es la verdad!, nadie puede vestirse así y luego negar su pasado… —insistió vertiendo su preparación en un molde grande y redondo.
-Bueno, sé que alguien sacara “mi pasado” y no quiero que alguien saque ese tema, en especial Santana o Tina que si sigue con su costumbre de no quedarse callada es altamente posible que lo haga
-Eso no lo negare… en especial viniendo de Tina.
-¿Ves?
-Pero no es razón para no asistir, ¿qué dirías si yo decido que tampoco quiero ir porque a mí también me da un poco de pudor que alguien mencione mi paso fracasado por los Tony de hace dos años?.
-Los has ganado todos desde entonces, si alguien hace hincapié en el que no obtuviste sería bastante desubicado.
-Como sea… cuando se trata de burlarse de alguien —dijo Kurt como pensando un segundo antes de meter su preparación al horno.
-¿Ves que no debemos ir?, las señales nos lo indican.
-Aquí no hay ninguna señal y ninguna de las expuestas es razón para no ir… ¡ya sé! —exclamo dando un aplauso— ¿Qué tal si inventamos una señal que indique que necesitamos ser salvados?
-¿Cómo?
-Eso… si yo estoy en medio de una conversación de la que quiero desesperadamente zafarme, te hago la seña acordada y tú vas a buscarme con alguna excusa… no sexual por cierto…—advirtió al ver que Blaine esbozaba esa sonrisa con la que siempre conseguía todo.
-Ok… de que tipo entonces —pregunto sonriendo.
-No sé… ¡ya sé! —exclamo repitiendo el gesto con sus palmas— que tal si me dices: “me acompañas un segundo quiero mostrarte algo” —agrego levantando una ceja con cara de quien dice la mejor excusa de todo el universo.
-Creí que dijiste nada sexual.
-¡Oye!... pervertido… eso no es nada sexual, dejara a todos intrigados pero a la vez comprenderán que una pareja con un hijo y otro en camino tiene mucho por lo que solicitarse, ¿Qué te parece? —pregunto abriendo el refrigerador.
-Me parece genial… ¿y cuál sería la señal?... ¿un estornudo o algo?
-No, porque si comenzamos a estornudar de manera alternada todos pensaran que tenemos una peste Neoyorquina o algo peor, ¿qué tal…? — dijo mirando hacia el techo.
-Que tal un rascado de cabeza, sutil, por cierto, no como si tuviéramos parásitos.
-¿Así?... —pegunto Kurt rascándose la cabeza en uno de los lados como si se hiciera un pequeño masaje de relajación.
-¡Excelente!, aunque trata de hacerlo más disimulado o efectivamente creerán que tenemos parásitos —pidió Blaine haciendo el mismo gesto pero de una manera más natural y no tan forzada.
-¿Así entonces? —volvió a preguntar corrigiendo el ímpetu que le había puesto al principio.
-Perfecta… esa será nuestra señal entonces.
-Genial… me encanta tener estas cosas cómplices contigo, debo decirlo —dijo Kurt comenzando a buscar algo en el refrigerador.
-Y a mí.
-Sobre todo porque… ¡oh!… ¡oh! —agrego con medio cuerpo aun dentro del refrigerador.
-¿Qué sucede?
-No tenemos frambuesas…
-¿Y eso es un problema porque….?
-¡Porque las necesito para mi receta! —exclamo buscando de todas formas.
-Creí que hacías “soufflé au chocolat”—dijo Blaine mirando dentro del tazón donde estuvieron todos los ingredientes.
-Es lo que hago… —agrego Kurt saliendo desde el refrigerador con un envase de leche vacío y un yogurt a medio comer— ¿esto es broma verdad? —dijo mostrándolos.
-Lo es, y una muy divertida por cierto —contesto Blaine tomando los envases y deshaciéndose de ellos de inmediato en el basurero bajo el fregadero— ¿para que necesitas frambuesas?
-Para ponerlas encima… ya sabes, crema y frambuesas arreglan cualquier desastre.
-¿Por qué habría de haber un desastre?, este es tu postre estrella.
-Siempre existe el riesgo de que lo haya con el “soufflé au chocolat”, en especial cuando la cocina está llena de negatividad —añadió moviendo sus manos como si extrajera la negatividad desde el aire que rodeaba a su esposo— iré a comprarlas— dijo quitándose el delantal.
-¿No podemos recogerlas de camino al asunto?
-¿Quieres que terminemos un postre en medio de la calle?, ¿no escuchaste donde vive Quinn?
-No digo en la calle…. ¿tal vez en el auto?
-Claro, con Robert De Niro y Mariah Carey mirándonos por la ventana —insistió tomando su abrigo desde el perchero del lado de la puerta.
-Te acompaño…—dijo Blaine levantándose.
-¿Qué?... no…
-¿Por qué no?
-¿Qué hay de Henry?, ¿piensas dejarlo solo?
-No, pienso que lo llevamos… —sentencio Blaine sacando un porción extra de halado, como si fuera su última oportunidad de comer un poco.
-No podemos despertarlo, luego se pondrá de mal humor.
-No lo hacemos… estoy seguro y ya está despierto.
-¿Cómo lo sabes?
-Recién, cuando creíste escucharlo, pues era efectivamente él, estoy seguro y juega en este momento con sus bloques de construcción.
-¿Que?... ¡Blaine!, me hiciste creer que…
Blaine lo silencio con un beso y Kurt retrocedió unos pasos como sorprendido.
-¿Qué diablos fue eso? —pregunto una vez que su esposo se aparato de él.
-Tenías un poco de chocolate aquí… —explico Blaine señalándole los labios.
-Estas como quieres, ¿no Blaine Anderson-Hummel?
-No… solo te pago con la misma moneda —respondió poniéndose su ropa de abrigo.
-¿A qué te refieres?
-A que tú me obligaras a ir a un lugar que no quiero, así es que yo te hare bromas lo que resta del día.
-Apuesto tus mejores partes a que lo harás… mejor iré a buscar a nuestro hijo.
-Los espero en la sala —dijo Blaine sonriendo.
-¿Blaine?
-¿Si?
-¿De verdad no quieres ir? —quiso saber Kurt poniendo cara seria mientras avanzaba unos pasos en dirección de su esposo.
-La verdad es que no —respondió encogiendo sus hombros.
-¿En serio? —insistió empequeñeciendo sus ojos.
-¡Obvio que no! —exclamo soltando una risa— solo estoy bromeando contigo— agrego arreglándole el flequillo.
-De verdad estas como quieres Blaine Devon Anderson-Hummel —dijo Kurt arreglándole las solapas del abrigo.
-Lo estoy…
-Y… eso me lleva a preguntarme si… ¿estás seguro?, porque tú eres más importante que nada en este mundo, y eso incluye entre otras cosas a los ex compañeros de escuela.
-Pero no el orden de los zapatos.
-¡Nada es más importante que el orden de los zapatos! —exclamo levantando sus brazos.
-Bien… —dijo Blaine sonriendo y haciendo el ademan de retirarse hacia la sala.
-Oye… —agrego impidiendo que se fuera— ¿de verdad?
-De verdad, será bueno ver todos, además tenemos nuestra señal y mucho, mucho de lo que presumir, te amo…
-Y yo… —respondió Kurt dando un beso— voy por Henry.
-Los espero en la sala —repitió Blaine retirándose a donde dijera.

Agosto de 2039






-¿Qué sucede aquí? —pregunto Sebastian mirando sorprendido el comportamiento de su hijo— ¿Gable?
-“Papa 2”… —dijo Gable sentándose con corrección de inmediato— con los chicos estábamos chocando palmas por las cosas en que coincidimos —explico apoyando toda su espalda en la silla para cruzar sus manos sobre la panza luego.
-¿Y para eso tenias que treparte casi en la mesa?
-No se preocupe Señor Smythe, no hay problema —dijo Henry justificando la actitud de Gable.
-Si Señor Smythe, solo era un juego de solidario…—explico Noah mirando a todos los involucrados.
-¿Cómo solidario hijo? —quiso saber Blaine acercándose al más pequeño del clan.
Noah miro a Sebastian que seguía con su ceño fruncido y le hizo un gesto a Blaine para que se le acercara y contarle así en el oído toda la historia de los apendicectomizados.
-¡Oh!...—dijo Blaine poniendo cara de sorpresa una vez que escucho todo. Noah soltó una pequeña risa y termino escuchando en su propio oído la opinión que “Desmond” tenia al respecto.
-¿Ves Sebastian?... todo era solo un juego.
-Nada justifica el desorden y él lo sabe… —insistió Sebastian mirando a su hijo con cierto reproche.
-Si Kurt estuviera aquí te diría que esa actitud te llevara a tener una arruga en el entrecejo—dijo Blaine apuntando al frente de Sebastian.
-¿Si?... ¿por eso entonces tú no te enfadas con nada?, ¿para mantenerte alejado del “Botox”?
-No… sonrío porque soy inmensamente feliz —contesto dándole un golpe en la espalda— me llevare esto a la cocina— añadió señalando la pila de platos sucios.
-Te ayudo “Papáblen” —dijo Henry levantándose.
-No hijo, tranquilo, me ayuda mas si con tu hermanita te quedas con los pequeños aquí —contesto Blaine tratando de armar un segundo montón con las tazas.
-Está bien… nos moveremos a la sala —añadió Lizzie organizando a los pequeños.
-Perfecto… —dijo Blaine mirando todo lo que tenía que cargar y pensando a la vez como lo haría.

-Esta casa es ultra grande —opino Gable sentándose en uno de los sillones.
-Lo es, tiene dos pisos —agrego Noah como si nadie más supiese aquello.
-¿Por eso hay una escalera? —pregunto de vuelta el hijo de Sebastian apuntando hacia la galería y moviéndose sobre el sillón como si comprobara su calidad.
-Por eso… —sentencio Noah acomodando a “Desmond” a su lado.
-¿Desea algo Señor Crawford?,¿Señor Smythe?... hay de todo aquí —dijo Henry señalando el mueble donde estaba el licor.
-No Henry, gracias yo paso, y Tyler no quiere nada, ya ha bebido suficiente… ¿verdad? —se adelanto en decir Sebastian dando unos golpes en el hombro de su esposo.
-¿Tienes Whiskey? —pregunto de toda formas.
-Por supuesto… —respondió Henry enseñando una botella de “The Famous Grouse”—¿quiere uno? —agrego mirando de reojo a Sebastian.
-Si es posible… gracias chico.
Henry hizo un gesto como de agradecimiento por lo de “chico” y se dispuso a preparar un trago para el invitado de sus padres con la experticia de un “bar tender”
-Vaya si te manejas en eso hermanito… espera y lo sepan los Papás… —advirtió Lizzie como cantando agudo.
-Tengo 21 años “Rizzie”, te lo recuerdo… —dijo Henry imitando el tono de su hermana.
-¡Aun así! —agrego la chica alargando tanto la “I” que pareció y cantaba una nota interminable,
-¿Divirtiéndote en la Universidad Henry? —pregunto Sebastian levantándose para mirar de manera disimulada en dirección donde Blaine se encontraba.
-Bueno, trato de complementar todo… ¿cuantos hielos Señor Crawford?
-Dos por favor.
-¿Este es un “Pollock” verdadero? —agrego apuntando el cuadro que coronaba la chimenea de la sala
-Lo es… y vale una fortuna, lo que francamente no entiendo, porque hasta el “Goblin” aquí presente hace dibujos más bonitos que ese enredo de cosas… ¡hola! —respondió Lizzie poniéndose de pie también para observar la obra de arte.
-¿No te interesa el arte al parecer? —dijo Sebastian sonriéndole a la chica.
-La verdad es que lo encuentro todo igual —contesto con sus manos en la cadera– ¿a ti si te gusta?
-Lo suficiente…
-A una “Hepbrum” si le hubiese gustado el arte —acoto Gable entre dientes.
-¿Vas seguir con eso pequeño?...¡ya no sigas con eso! —exclamo Lizzie sentándose al lado de su hermano menor.
-Es la verdad… —insistió el pequeño encogiéndose de hombros.
-“Es la verdad”…—repito Lizzie como si tuviera la misma edad que los menores allí presentes— Henry… pregunta cuál iba a ser tu nombre —añadió apuntando a su hermano.
-¿Cómo? —dijo el chico entregándole el trago a Tyler con un posavasos más una servilleta como digno hijo de Kurt que era. Este se lo tomo de un solo trago y le hizo una seña para que dejara la botella.
-¡Tu nombre!, ya te dije que ambos íbamos a tener diferente nombres antes de nacer.
-¡Claro!... Señor Smythe, ¿Sabe usted cuál iba a ser el mío?
-Pues el tuyo iba a ser Taylor…
-¿Taylor?… ¿cómo usted Señor Tyler Crawford? —dijo Noah inclinándose hacia adelante para mirar al esposo de Sebastian a la cara.
-El mío es diferente Noah —respondió sirviéndose mas alcohol.
-Se escuchan igual… —insistió el pequeño aún más inclinado.
-Son diferentes Goblin, “Taylor”… “Tyler”…. diferentes… —explico Lizzie haciendo hincapié en el sonido de las vocales en las que ambos nombres se diferenciaban.
-Señor Tyler Crawford, ¿es verdad lo que dice mi hermana? —insistió Noah ya tan doblado que parecía y su espalda se había partido en dos.
-¡”Goblin”!, ¿Cómo puedes dudar de mí?... yo tu hermana favorita… ¡hola! —exclamo Lizzie tomándose el pecho.
-Tu hermana tiene razón Noah, son nombres diferentes —explico Tyler dando un trago a su vaso.
-Pues Taylor es un gran nombre…
-Al igual que Hepbrum… ¡hola! —agrego Lizzie blanqueando sus ojos.
-¿Y cuál era mi otro nombre? —pregunto Noah levantando su mano.
-Tal vez los Papás los cambiaron de pronto, o los abuelos tuvieron algo que ver —dijo Henry sentándose frente a su hermana.
-Yo creo que los eligió el Papá y el “Papáblen” no estuvo de acuerdo —agrego Lizzie apuntando a su hermano.
-Claro… —dijo Henry sobándose el mentón como si resolviera un enigma inmenso— él era muy tradicionalista en ese entonces.
-¿Cuál iba a ser mi otro nombre? —insistió Noah aun con el brazo levantado.
-Lizzie…—dijo Sebastian como queriendo que notaran la inquietud del más pequeño de la reunión.
-Claro, si usaba reloj de bolsillo y todo…
-¡Y se peinaba muy correctamente! —exclamo Henry señalando su propia cabeza.
-Todas las piezas calzan…¡hola!
-Lizzie… —insistió Sebastian haciéndole una seña
-¿Qué?, ¿sabes tú el motivo del cambio?
-No, por supuesto que no, es solo que creo y tu hermano quiere saber algo —dijo recibiendo a su propio hijo en su regazo.
-¿Qué sucede “Goblin”? —pregunto Lizzie poniéndole toda la atención del mundo.
-¿Cuál iba a ser mi otro nombre Lizzie Anderson Hummel?
-Pues no lo sé… tal vez Sebastian lo sepa, él me dijo el mío.
-¿Señor Sebastian Smythe?, ¿cuál iba a ser mi nombre?
-La verdad Noah que tú no estabas contemplado para ese entonces, y en el video ese que yo vi, Kurt solo hablaba de dos hijos.
Noah puso cara de impacto sin saber bien cómo reaccionar frente a aquella revelación ni que implicaba no ser contemplado en algo.
-¡Papá ahora sé que mi nombre iba a ser Taylor! —exclamo Henry al ver entrar a su Papá a la sala.
-¿Cómo? —dijo Kurt mirándolo extrañado, entro de la mano de Blaine y este lo rodeo sin soltársela hasta que se sentó junto a él, antes de acomodarse del todo aprovecho de darle una mirada a Sebastian que decía claramente “es mío… ¿de acuerdo?”
-Taylor Papá… el señor Smythe me dijo que mi nombre iba a ser Taylor.
-¿Estas empeñado en poner a mis hijos en mi contra Sebastian?
-¡No!... por favor… jamás querría eso —respondió este haciendo un gesto de inocencia con sus manos.
-Hijo, ese iba a ser tu nombre, pero lo cambiamos luego de reflexionar mejor, ¿verdad? —dijo Blaine mirando a Kurt mientras le hacía un cariño en la espalda.
-Así es…
-Pero Taylor es un gran nombre… yo podría haberlo llevado con orgullo —insistió Henry apuntándose a sí mismo.
-Tal vez hubo un Taylor en la vida de tus padres que ambos quieren olvidar —acoto Sebastian sonriendo.
-¿Eso es verdad? —pregunto Henry abriendo más sus ojos.
-No, no es verdad cariño.
-No Henry, además si vamos a hablar de nombres que traen malos recuerdos, debemos partir por el de Sebastian… ¿no crees amor? —dijo Tyler bebiendo más Whiskey.
Lizzie miro a Henry y luego a sus Padres, después otra vez a su hermano y termino por coincidir miradas con Sebastian, que prefirió concentrarse en acariciar el cabello de su hijo.
-¿Puedo hacer una pregunta? —dijo Lizzie levantando su mano tal y como su hermano pequeño lo hacia
-Claro Princesa, ¿Por qué pides permiso?
-Porque el ambiente aquí… es decir… ¡hola!... la pregunta, ¿alguno de ustedes dos salió con alguno de ustedes dos? —quiso saber Lizzie apuntando a sus padres y luego a Sebastian y a Tyler.
-¿¡QUE!?... ¡no! —exclamo Blaine soltando una risa enorme que termino escuchándose casi maquiavélica.
-Nadie salió con nadie cariño… ¿qué preguntas son esas? —dijo Kurt mirándola como si la fuera a castigar de por vida.
-¿Seguro? —insistió la chica mirando a todos con el ceño bien fruncido.
-¿No crees que algo así lo recordaríamos?
-Mi esposo tiene razón “Linsay”… —dijo Tyler a quien el trago ya le había provocado falta de memoria y traposidad en su lengua— aunque… ¿no me dijiste que cuando por fin habías quedado de salir con Blaine, no pudiste por una reunión?— añadió empinándose el vaso a pesar que ya no tenía nada dentro.
-¿Perdón?... —dijo Kurt alzando una ceja y apartando la mano de su esposo que hasta ese momento la tenía sobre una de sus piernas.
-Ok, será mejor que nos vayamos…—acoto Sebastian haciendo el ademan de levantarse junto a Gable que parecía querer dormirse allí mismo.
-¡Ay amor!… mira Sebastian aquí se las da de…—contesto Tyler gesticulando con sus brazos de manera tan graciosa que ni Noah ni Gable pudieron evitar reírse por casi un minuto seguido, olvidándose que tenían sueño y sin darse cuenta de la indignidad de todo aquello— mi hijo.. te adoro…—agrego haciéndole cariño en el pelo— en fin.. ¿de que hablaba?
-De la vez que operaste a un señor que no paraba de crecer, ¿Qué parte del cerebro le fallaba?—aseguro Sebastian tratando de que su esposo cambiara de tema.
-No hablaba de eso… no estoy tan ebrio como piensas —respondió Tyler chasqueando su lengua tres veces— lo que decía es que al parecer, niños su “Papáblem” y el Papá de mi hijo… —señalo haciendo chocar sus dedos índice como si le sacara filo a uno usando el otro.
-¡Que cosa! —exclamo Lizzie poniéndose de pie.
-¡”Papáblen”! ¿eso es verdad?
-Mira Tyler, sé que no estás en todos tus cabales y que no debería decirte esto delante de mis hijos, pero por alguna razón parece y hoy te levantaste con el propósito de arruinar mi vida —dijo de corrido.
-Kurt…
-No, es la verdad Blaine… disculpa Sebastian pero creo que tu esposo está traspasando la línea de lo perdonable por los grados de alcohol y lo reprochable y que involucra mentiras,
-Kurt… —insistió Blaine tomándose una oreja.
-Creo que deberías prestarle atención a tu esposo.
-¿Qué?... ¿Qué? —repitió mirando a Sebastian primero y a Blaine después.
-¿Me acompañas a la cocina por favor?
-No, no quiero ir a la cocina, ¿hay algo que necesitas decirme Blaine Devon Anderson Hummel?
-¡MUY BIEN! —exclamo Lizzie levantándose de pronto como si todo el entusiasmo del mundo le hubiera caído como un balde agua fría— ¿Qué tal si vamos nosotros a la cocina pequeños? puedo enseñarles donde se guarda el chocolate —añadió moviendo su cejas.
-¡A mi si me gusta el chocolate!…—respondió Noah abrazando a “Desmond” para irse junto con el.
-¡Y a mí! —añadió Gable emitiendo un bostezo y mirando su Papá como si pidiera permiso.
-¡Vamos entonces! —agrego Lizzie haciéndole un gesto a su hermano para que la acompañara.
-No es necesario cariño, tranquila, aquí no hay nada que esconder, ¿verdad Blaine?
-Eso no es… totalmente verdad…
-¿Disculpa?...
-Kurt, yo y Sebastian nunca… ya sabes —respondió moviendo sus índices como Tyler lo había hecho— pero si quedamos de salir un día, cuando tú y yo no estábamos juntos… pero me dejo plantado… —agrego mirando a Sebastian como si el reprochara tal cosa— y nunca sucedió nada, creo y te lo había contado.
-Si… esta es la cara de alguien que si manejaba esa información.
-Bueno… —dijo Sebastian levantándose por fin— creo que es hora que nos vayamos… Gable tiene sueño y mi esposo aquí los dejara sin licor para lo que da del año, así es que…
Tyler se empino el vaso vacío por ultima vez y se conformó con mascar uno de los hielos, se levantó medio tambaleante y se ubicó al lado de su esposo.
-Fue un gran gusto de verlos, su casa es muy bonita y sus hijos sin maravillosos, felicitaciones Kurt—dijo Sebastian acercándose para estrecharle la mano.
-Gracias… pero todo esto no solo es mérito mío.
-Blaine… —dijo dándole un abrazo— me encanto verte y espero con ansias ese concierto sinfónico que le ofreciste a una de tus fans por “Twitter”
Kurt abrió más sus ojos y pensó que Sebastian era un acosador de las redes sociales y que debía ser denunciado a las autoridades.
-¿Me visitaras Gable? —pregunto Noah abrazando por un hombro a su nuevo “amigo”
-No lo sé, todo depende de mis Papás —respondió encogiéndose de hombros mientras se encaminaba la salida.
-Espero que así sea… me gusto hablar contigo.
-Y a mí… eres raro, pero simpático.
-¡Podemos ser amigos!, seria “epcelente”…
-Claro que los será… eres un gran chico Noah… harás que tus padres se sientan muy orgullosos en un futuro cercano—dijo Sebastian tomando a su hijo y esposo con cada una de sus manos.
-Ya lo estamos… —acoto Kurt que no pensaba darle una tregua a Sebastian ni por muy pequeño y fuera el error que cometiera.
Todos se despidieron de todos y Tyler termino por abrazar a cada uno de los integrantes de la familia Anderson Hummel, Lizzie soltó una risa al ver tanta efusividad y Blaine le hizo gestos desde atrás para que disimulara un poco.
Kurt abrió la puerta y volvió a despedirse de todos deseando que no volvieran.
-¡Muy bien!, ¡todos a dormir!… —dijo poniendo llave.
-Papá yo voy a salir con mis amigos.
-¿Cómo? —pegunto Kurt como si Henry tuviera dos años y medio.
-Eso… —dijo el chico tomando un sweater del closet próximo a la puerta— no los veo nunca así es que… no volveré tarde—agrego dando un beso a Kurt y un gesto de adiós a Blaine que se había quedado ordenando los cojines de los sillones y los vasos repartidos por las mesas.
-¡Yo iré a hablar con Reuben! —exclamo Lizzie dando unos aplausos y saltando como una cabra de cerro.
-No hasta muy tarde “Princesa”… es la regla.
-Lo sé “Papáblen”… ¡hola!... vayan a despedirse de mi, no se avoquen solo al “Goblin”—dijo mientras se marchaba.
-No lo haremos… —respondió Kurt sonriendo ala verla hacer tanta pirueta— ¿y tú? —pregunto al ver que Noah estaba muy correcto esperando junto a “Desmond”—¿tienes planes para esta noche?
-Dormir supongo…para eso es a noche —respondió subiéndose las gafas.
-Pues comencemos por arreglarte para ello… ¿subes y te lavas los dientes?
-Si… ¿irán a decir “Buenas noches Noah”?
-Iremos bebé… —respondió Kurt mirándolo subir los peldaños de a uno.
-Ordeno esto y voy… —dijo Blaine con un vaso en cada dedo para encaminarse hacia la cocina.
-No hemos terminado de hablar de eso que dijo Sebastian, te lo advierto.
-¿Cómo?
-Lo que escuchaste Blaine… —insistió Kurt acercándosele— vamos a poner esta pelea en pausa y la continuaremos cuando Noah y Lizzie se hayan dormido.
-Yo no estoy peleando…—dijo Blaine como inocente.
-Pues yo si… una de las cosas que debiste contarme fue esa salida con Sebastian, sabes que lo odio, y ahora al imaginármelo en una cita contigo me hace odiarlo aún más.
-Kurt…
-¡En el dormitorio dije! —respondió mientras subía a la habitación de su hijo.