[Resuelto]FanFic Brittana: La Luna de Media Noche (Adaptada) Epílogo

Capitulo 12

Brittany esperó hasta que estuvieron lejos de las luces de la fiesta antes de tomar su mano.

Caminaron muy juntas y los dedos de Santana se aferraron fuertemente a los suyos.

Había sido cautivada por esta mujer desde el momento en que puso sus ojos en ella, pero no estuvo muy segura de cómo se sentía Santana hasta unos diez minutos antes.

Había esperado que la atracción no fuera unilateral y que no hubiera sido demasiado desagradable en su búsqueda.

Pero en los pocos minutos que estuvieron sentadas en la mesa… a solas… finalmente vio lo que había estado esperando. Esos ojos oscuros se habían vuelto de un tono más oscuro, si era posible, y Brittany habían visto el deseo en ellos, a pesar de que sospechaba que Santana todavía estaba tratando de ocultarlo.

Sí… quería devorarla y apenas podía esperar a desnudarla, pero su instinto le decía que debía ir despacio con Santana.

Muy despacio.

Así que aminoró el paso, llevándolas más cerca del agua. La luna estaba a un par de horas pasada de su mayor ascenso pero aún estaba alta en el cielo.

No era la luna llena y luminosa que habían visto la noche anterior, pero aun así estaba brillante sobre el agua.

Hizo una pausa, mirando el reflejo de luz sobre las olas. Había una brisa cálida y agradable esta noche y suspiró con satisfacción. Sentía que los dedos de Santana se movían contra los de ella y se dio la vuelta, encontrando los ojos de Santana sobre ella.

Se movió atrayendo a Santana más cerca de ella.

Había suficiente luz para ver los ojos de Santana con claridad. Mezclado con el deseo lo que vio fue un poco de incertidumbre, un poco de miedo. Bajó la mirada a la boca de Santana.

—Voy a besarte—dijo en voz baja.

Se sorprendió al ver una rápida sonrisa en los labios de Santana.

—¿Siempre adviertes a las mujeres antes de besarlas?

—Sólo cuando se ven aterrorizadas cuando estoy a punto de hacerlo.

La sonrisa de Santana se desvaneció.
—Tal vez estaba aterrorizada de que no lo hicieras.

Cuando la mirada de Brittany bajó a sus carnosos labios una vez más, se dio cuenta que esta no era sólo una estudiante universitaria con las que había estado.

Santana era una mujer madura, adulta que Brittany estaba un poco fuera de su elemento. Y de igual manera, Brittany estaba un poco fuera del de ella. Sin embargo, Brittany sintió una imperiosa necesidad de protegerla por alguna razón.

Extendió su mano acariciando ligeramente la mejilla de Santana, notando la rápida inspiración, el oscurecimiento de sus ojos, el pulso acelerado en la base de su cuello.

Sintió un estremecimiento y no estuvo segura sí fue de Santana o de ella.

Se inclinó más cerca, sus labios rozaron ligeramente los suaves y carnosos labios de Santana, probándola. No hubo ningún gesto de retirada así que profundizó el beso, cerrando los ojos cuando escuchó un sutil gemido de Santana.

No iría más lejos, no aquí en el lago.

Se alejó lentamente, sonriendo ante el cambio de respiración de Santana y el apretón de dedos contra los suyos.

No dijeron nada a medida que continuaban caminando por el lago, el agua golpeando cerca de ellas.

Cuando llegaron al límite de las dunas que les llevaría hasta el paseo del lago y su hotel, Brittany vaciló.

—Si no estás segura… si no te sientes cómoda… no tenemos que.

—No estropees el estado de ánimo Britt—dijo Santana.

Brittany sonrió.

—No. No me atrevería. Vamos.

Una vez más, no fueron pronunciadas palabras y el único sonido fueron sus pasos en el paseo.

Escucharon las risas procedentes de la piscina de ropa opcional y Brittany desvió la mirada viendo cuatro mujeres jugando en el agua.

—Ni siquiera pienses en ello—dijo Santana mientras alejaba a Brittany.

Brittany rio en voz baja y luego hizo un gesto hacia la esquina.

—Mi habitación está en el primer piso.


Luchó con sus llaves finalmente abriendo la puerta. Dejó la luz apagada mientras cerraba la puerta detrás de ellas. Estaban de pie una frente a la otra en la oscuridad.

—Yo… no suelo hacer este tipo de cosas—dijo Santana—De hecho.

—Shhh—Brittany le detuvo colocando un dedo suavemente en sus labios—Sólo somos nosotras. Nadie más.

Entonces Santana le sorprendió separando sus labios, su lengua salió para rozar el dedo que todavía descansaba ahí. Eso fue suficiente para provocar la acción de Brittany, quien tiró de Santana contra su cuerpo antes de encontrar su boca con la suya propia.

Su intención de ir despacio se desvaneció en el momento que el cuerpo de Santana se amoldó al de ella. Gemidos silenciosos se mezclaban mientras sus manos se movían a voluntad, acercándose aún más la una a la otra.

Brittany realmente sintió que sus rodillas se debilitaban cuando su beso se profundizó, sus lenguas combatían por el control.

Cuando sintió que las manos de Santana se deslizaron debajo de su camiseta supo que la había subestimado. Sonrió contra sus labios, recibiendo una sonrisa en respuesta.

—¿Podemos quitar esto?—susurró Santana, sus dedos ya estaban trabajando en los botones de su camisa.

—Por supuesto.

La camisa de Brittany cayó al suelo, pero detuvo a Santana cuando trató de desabrochar su sujetador. En cambio, hizo un trabajo rápido con la blusa de Santana, dejándola caer donde la suya propia había aterrizado.

El corazón de Brittany latía rápidamente por la anticipación.

Apenas había suficiente luz en la habitación para definir las facciones de Santana pero vio el rápido ascenso y descenso del pecho de Santana, evidenciando así su propia excitación.

Brittany se acercó, deslizando suavemente los dedos por el borde del sujetador de Santana, notando la brusca inspiración de Santana mientras tocaba la suave curva que apenas ocultaba el material de encaje.

Continuó sus movimientos, sintiendo como los pezones de Santana se endurecían mientras los acariciaba. Bajó su cabeza, su boca se movió a través del cuello de Santana y luego más abajo, siguiendo el camino que sus dedos habían trazado segundos antes.

El aliento de Santana se aceleró aún más y las manos que se apoyaban ligeramente en la cintura de Brittany ejercieron presión cuando su lengua salió para lamer sus pezones a través de la fina tela de su sujetador.

El gemido que escapó de Santana fue la perdición de Brittany.

Buscó detrás de ella, luchando momentáneamente con el seguro antes de soltar el broche. Santana se alejó, permitiendo que Brittany le quitara el sujetador.

La boca de Brittany se hizo agua cuando miró sus pechos llenos y firmes y sus pezones duros como una roca.

—Hermosos—susurró mientras sus manos los ahuecaban, acariciando cada pezón con sus pulgares, haciendo que la respiración de Santana se acelerara aún más.

—El tuyo…—dijo Santana—…Quítatelo.

Brittany hizo lo que le pidió, casi arrancando el sostén de su cuerpo en su prisa por desnudarse. Santana la llevó a la cama y Brittany le siguió apoyando su peso sobre ella.

Santana le guio hacia sus pechos para que la boca de Brittany la cubriera, su lengua giró alrededor de un pezón tenso antes de cubrirlo con su boca succionándolo suavemente.

Santana gimió nuevamente, moviendo instintivamente sus caderas contra Brittany.

Brittany presionó, gimiendo con frustración ya que sus pantalones cortos impedían el contacto que anhelaba. Liberó el pezón de Santana el tiempo suficiente para desabrochar sus pantalones cortos y luego los de Santana.

Sus manos impacientes los bajaron y ambas los patearon liberándose de ellos, finalmente, quedando desnudas. Los muslos de Santana se abrieron y Brittany se deslizó entre ellos, regresando su boca al pecho de Santana, luego de regreso a su boca, sus lenguas nuevamente rozando contra la otra.

Santana agarró las caderas de Brittany presionándola con fuerza contra las suyas mientras sus muslos se abrían aún más.

—Dios, puedo sentir lo mojada que estás—murmuró Brittany contra su boca mientras empujaba contra ella.

—Sí—respiró Santana—Ha pasado… ha pasado un largo tiempo… desde que estuve con alguien.

Brittany la besó con fuerza.

—Entonces voy a hacer que te corras toda la noche—dijo Brittany encontrando su pezón nuevamente, cerrando los labios alrededor de él.

Se movió un poco, deslizando su mano entre ellas, sintiendo la humedad de ambas que recubrían sus muslos. Con sus dedos abrió a Santana, dejando al descubierto su clítoris. Empujó hacia adelante, abriéndose a sí misma hasta que sus clítoris se tocaron.

Santana gimió fuertemente cuando Brittany se movió contra ella, moliendo sus centros juntos.

—Querido Dios—gimió Santana sosteniendo con sus manos a Brittany firmemente contra ella.

Brittany se sorprendió al sentir que su orgasmo crecía y esperaba que Santana también estuviese cerca.

Estaba demasiado excitada como para siquiera pensar en detenerse.

Empujó con más fuerza contra ella, jadeando mientras sus clítoris se estrellaban juntos.

—Oh… sí—siseó Santana mientras sus caderas se sacudían con fuerza contra Brittany.

Su cuerpo se arqueó cuando alcanzó el clímax y Brittany cedió a su propio orgasmo, sintiéndose a sí misma latir contra Santana mientras continuaban presionándose juntas.

—Jesús—suspiró Brittany mientras colapsaba encima de Santana—No quería que fuera tan rápido—dijo.

Su respiración todavía entrecortada.

—No hay nada de malo con la rapidez—dijo Santana aun moviendo suavemente sus manos sobre la espalda desnuda de Brittany.

—¿No?

Santana le sorprendió girando a ambas y ahora ella estaba sobre Brittany.

—Pero despacio también es bueno— dijo Santana.

Brittany contuvo el aliento cuando la boca de Santana encontró su camino hacia su pecho.

—Sí, despacio también es bueno—murmuró Brittany cerrando sus ojos cuando los labios de Santana se cerraron sobre su pezón—Muy bueno.

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Capitulo 13

Santana estiró sus piernas, sus músculos adoloridos protestaron por su noche de actividad.

Sintió el cálido cuerpo de Brittany a su lado y abrió los ojos preguntándose qué hora sería. La habitación todavía estaba oscura así que los volvió a cerrar cuando sintió el movimiento de Brittany.

Brittany rodó hacia ella y deslizó un brazo por su cintura posesivamente. Santana se volteó dejando que sus labios rozaran el rostro de Brittany.

Debería estar exhausta.

Estaba exhausta.

Pero después de casi un año de abandono, su cuerpo todavía estaba haciendo demandas.

A pesar de que habían estado en cama durante horas y Brittany había cumplido con su promesa… Santana de hecho se había corrido toda la noche… su cuerpo todavía quería más.

Los ojos de Brittany se abrieron y sonrió mientras la mano de Santana se movía sobre su cadera y lo largo de la curva de su cintura.

Santana también sonrió.

—Es como si alguien se hubiera apoderado de mi cuerpo—trató de explicar.

—Sí. Fui yo—dijo Brittany y entonces se sentó—Vamos.

—¿Vamos qué?

—Tiempo de baño, entonces tenemos que irnos.

—¿Irnos? ¿A dónde?

Brittany se puso de pie junto a la cama, desnuda. Inclinó la cabeza hacia Santana.

—Es casi amanecer—dijo Brittany como si eso lo explicara.

Santana cerró los ojos sin moverse.

Y Brittany nuevamente volvió a ser Brittany, pensó ella con una sonrisa.

—Y eso significa ¿qué?

Brittany le quitó las mantas.

—Eso significa… que nadaremos desnudas, Sanny.

Santana se sentó tratando de alcanzar las mantas.

—Oh, no. No, no, no. No haré nado al desnudo.

—Vamos, San. Va a ser divertido.

Y eso, por supuesto, fue todo lo que necesitó.

Sacó las piernas de la cama, diciéndose a sí misma que no serviría de mucho decir que… nunca… había nadado desnuda.

Al parecer, eso estaba a punto de cambiar.

Se pusieron la misma ropa que habían usado la noche anterior, ninguna de las dos se molestó con la ropa interior o los sujetadores.

Santana fue sorprendida por el tiempo.

Eran casi las cinco, pero el cielo aún no mostraba las primeras señales del amanecer.

La oscuridad aún se cernía sobre el lago.

Brittany agarró su mano y la llevó a la piscina privada. Las pocas luces en el agua eran una mezcla de rojo y amarillo, por lo que la piscina lucía sensualmente atractiva.

Sin embargo, todavía estaba nerviosa.

Como si lo sintiera, Brittany la atrajo hacia sí.

—Estamos solas.

El roce de su cuerpo disipó algo de su nerviosismo y Santana saboreó el dulce beso que Brittany le dio. Su pulso volvió a la vida ante el contacto, haciéndole muy consciente de que ninguna de las dos llevaba nada debajo de la ropa.

Brittany profundizó el beso, su lengua trazó el labio inferior de Santana, antes de introducirse en el interior. La boca de Santana se abrió, gimiendo en el beso mientras Brittany deslizaba un muslo entre sus piernas.

—¿Alguna vez has hecho el amor en el agua?—susurró Brittany.

¿Lo había hecho?

Tenía su propia piscina.

Ella y Elaine la habían compartido, sin duda. Pero en este momento, estaba teniendo dificultades en recordar el rostro de Elaine, mucho menos si alguna vez habían hecho el amor en su piscina.

—No ¿Estoy a punto de hacerlo?

La respuesta de Brittany fue una sonrisa sexy y se quitó la ropa.

Santana se quedó congelada en su sitio cuando Brittany se acercó al borde de la piscina y se lanzó con apenas un murmullo.

Dios, tienes un gran cuerpo.

Y Santana lo deseaba.

Una vez más.

Rápidamente se quitó su propia ropa y la arrojó sobre la tumbona donde anteriormente habían tirado sus toallas.

Brittany la estaba esperando y también se zambulló, aunque no tan elegantemente como Brittany lo había hecho.

El agua estaba fría, pero no demasiado.

Nadó hacia Brittany. Tenía que admitir, que de hecho era liberador estar en el agua totalmente desnuda. Era una sensación completamente diferente que cuando usabas un traje de baño.

—Agradable—dijo Santana—Se siente… sensual.

—Sí. No hay nada como esto.

Brittany les llevó a aguas menos profundas, justo por encima de la cintura. Sintió el duro borde de la piscina contra su espalda mientras Brittany se acercaba más, sus manos deslizándose sobre y alrededor de su cuerpo, el agua le hizo sentir ligera cuando Brittany la levantó, haciéndole descansar en su muslo.

Su beso fue cálido, mojado, sus bocas contendieron mientras sus lenguas se enfrentaban.

No hubo preámbulos cuando Brittany la penetró y Santana no lo necesitó.

Estaba lista y gimió cuando los dedos de Brittany la llenaron. Sus bocas estaban todavía unidas, intercambiando besos entre lenguas y labios y nuevamente lenguas.

Brittany tenía un brazo alrededor de su cintura, sosteniéndola mientras su otra mano se movía entre ellas, sus dedos deslizándose dentro y fuera de ella rápidamente, frotando su pulgar sobre su clítoris con cada golpe.

—¿Puedes sentirlo?—susurró Brittany, su boca moviéndose a la oreja de Santana—Me gustaría que fuera mi lengua en lugar de mis dedos.

Santana gimió al imaginarlo.

—Chuparía tu clítoris dentro de mi boca, te haría gritar mi nombre.

Las palabras resonaban en su oído mientras recordaba como Brittany había hecho eso mismo durante la noche.

Jadeaba mientras se aferraba a Brittany, el agua chapoteaba entre ellas mientras los dedos de Brittany seguían sumidos en su interior.

—Cuando regresemos a la habitación, te voy a devorar con mi boca—dijo Brittany todavía moviendo sus labios contra su oreja—Mi lengua dentro de ti, no mis dedos. Estarás tan húmeda que voy a beberlo todo, voy a comer cada pedacito de ti, San.

Pero Santana no escuchó más cuando el rugido de su orgasmo le dejó sorda.

Trató de ahogar su grito en el hombro de Brittany cuando sintió su mundo girar. Apretó sus muslos con fuerza, manteniendo los dedos de Brittany profundamente dentro de ella.

—Querido Dios—jadeó Santana—Eso fue… increíble.

Con sus brazos extendidos sobre los hombros de Brittany, se sentó a horcajadas sobre la cintura de Brittany, envolviendo sus piernas alrededor de ella mientras se balanceaban suavemente en el agua.

La boca de Brittany encontró su pezón y Santana echó la cabeza hacia atrás, disfrutando la sensación cuando la lengua de Brittany se sacudió contra él. Fue sólo entonces cuando Brittany retiró sus dedos y Santana se sorprendió al darse cuenta que todavía estaba increíblemente excitada.

No sabía si era el agua o las palabras anteriores de Brittany o simplemente Brittany por sí misma, pero Santana quería devorarla… en ese momento, ahí mismo.

Sintiéndose audaz, sintiendo como si alguien realmente se hubiera apoderado de su cuerpo, dejó caer sus piernas alrededor de Brittany y se puso de pie, su mirada intensamente ardiente mientras le miraba.

—Te deseo. Ahora.

No esperó una respuesta.

Llevó a Brittany a la parte menos profunda, hasta los escalones.

—Siéntate. Túmbate.

Brittany obedeció su orden y Santana se arrodilló en el último escalón.

Extendió los muslos de Brittany, revelando así su reluciente humedad. Santana se sintió casi delirante mientras enterraba su rostro ahí, gimiendo mientras disfrutaba de Brittany.

Su lengua frotó contra su clítoris, luego más abajo, deslizándose dentro de ella. Las caderas de Brittany se sacudieron y Santana las sujetó. Regresó a su clítoris, chupándolo con fuerza dentro de su boca, amando los sonidos que provenían de Brittany mientras se alimentaba de ella.

Escuchó el jadeo de Brittany y sintió su mano en su cabello, reconociendo el arco de sus caderas mientras se acercaba a un orgasmo, pero no quería que terminara.

Aún no había tenido suficiente de ella, pero Brittany llegó a su clímax de todas maneras sacudiéndose con fuerza mientras gritaba, entonces mantuvo presionada la boca de Santana contra ella, su lengua estaba presionada con fuerza contra su clítoris, sintiéndole latir contra ella.

—Por Dios, mujer—murmuró Brittany cuando relajó su mano.

Santana todavía no podía alejar su boca. Movió sus labios hacia atrás y adelante, todavía saboreándola, provocando un estremecimiento en Brittany con cada toque.

Deslizó la lengua arriba y abajo por toda su longitud, teniendo cuidado de evitar su clítoris sensible. Podría haberse quedado ahí durante horas, pero Brittany finalmente tiró de ella hacia arriba.

Se deslizaron nuevamente al agua, abrazándose con fuerza, sus cuerpos muy apretados. Sus besos eran gentiles, moviendo lentamente labios contra labios, besos que hicieron vibrar el corazón de Santana con cada caricia.

Flotaron así durante largos minutos, besándose, tocándose, acariciándose.

Sólo se separaron cuando se dieron cuenta que se acercaba el amanecer. El cielo estaba cambiando al rosa suave de la mañana y el primer sonido de la mañana fue escuchado cuando las gaviotas volaron hacia la orilla.

Salieron de la piscina juntas y Brittany le lanzó una toalla.

—Entonces ¿cómo fue tu primera experiencia de nado al desnudo?

Santana rio en voz baja.

—Muy agradable. Gracias.

Brittany sonrió.

—No. Gracias a ti. Este fue el mejor cumpleaños de mi vida.

Santana suspiró.

—Bien. Estoy totalmente exhausta.

—¿Sí? Pienso que tienes una gran resistencia para tu edad.

Santana se puso la camisa.

—No es una gran línea del día después—dijo ella—Inténtalo nuevamente.

Brittany se rio.

—Te estoy tomando el pelo. Ahora tengo 25, ya sabes. Somos prácticamente de la misma edad.

—Voy a tener 32 en menos de un mes. Eso no es prácticamente la misma edad.

Y recordándose a sí misma la edad y su falta de sueño, tuvo que cubrir un bostezo.

—Estoy tan cansada, Britt.

—Mi cama está disponible—ofreció Brittany.

Santana negó con la cabeza.

—Tengo miedo de que no logremos dormir ni un poco—dijo Santana mientras observaba como Brittany se ponía sus pantalones cortos.

Sus manos anhelaban quitárselos nuevamente.

—¿Debería ofrecerte café y desayuno?

—Tal vez más tarde—dijo Santana y se acercó besando a Brittany suavemente en los labios—Tuve un tiempo maravilloso. Gracias.

Brittany asintió.

—Te veré de nuevo ¿verdad?

Santana frunció el ceño.

—Ni siquiera sé qué día es hoy, Britt.

—Jueves—suministró Brittany—¿Has perdido algunos días?

Santana se echó a reír.

—Se siente de esa manera. Voy a dormir un poco. Encuéntrame después—dijo Santana sin dudar que Brittany lo haría.

Sintió que Brittany le miraba mientras se alejaba, pero no se atrevió a voltearse.

Si Brittany hubiera insistido sólo un poco, habría ido a su habitación con ella. Pero sospechaba que Brittany estaba tan cansada como ella.



Fue sólo cuando abrió la puerta de su propia habitación que la magnitud de la tarde… la noche, la mañana… le impactó.

Acababa de tener el más increíble sexo de su vida con una mujer que sólo había conocido por unos pocos días.

Hizo una pausa, esperando sentir vergüenza o incluso arrepentimiento.

Le sorprendió al no sentir ninguno.

En cambio, se quitó la ropa y se dejó caer en la cama. Después de haber estado inactiva durante tanto tiempo, su cuerpo estaba muy vivo.

Sonrió satisfecha, preguntándose que traería el siguiente par de días.

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Capitulo 14

Brittany estiró los brazos por encima de su cabeza y dejó escapar un sonoro bostezo antes dejarse caer en una de las sillas de Marley.

Había logrado dormir hasta casi mediodía, encontrándose cuando despertó en la misma posición en la que había caído. Aunque todavía estaba cansada, no podía evitar la sonrisa en su rostro.

La noche… y la mañana… habían sido fantásticas.

Marley colgó el teléfono, dándole finalmente toda su atención a Brittany. Una lenta sonrisa se formó en su rostro.

—Bueno, sí que luces… resplandeciente—dijo Marley.

—¿Resplandeciente? No sé si usaría esa palabra. En todo caso diría extremadamente… extremadamente… saciada—dijo con una sonrisa—Fue el mejor cumpleaños de todos. Si todos fueran como la noche anterior, en realidad podría empezar a celebrarlo.

—Estoy feliz por ti—entonces se detuvo—Santana no va a… como a… presentar cargos ni nada ¿verdad?

Brittany se rio.

—No lo creo. Sobre todo porque nuestro tiempo juntas no terminó hasta el amanecer. Abajo… en la piscina—añadió con un guiño.

—Dios ¿lo hiciste en la piscina? Siempre has estado obsesionada con eso de nadar desnuda. Es un milagro que no te hayan arrestado—dijo Marley con una sonrisa.

—Sí, sí—dijo Brittany con desdén—Ahora ¿de dónde es ella?

—¿Santana?—Marley negó con la cabeza—No. Por supuesto que no.

—Vamos, Marley—suplicó Brittany.

—No. Una cosa es que puedas acecharla aquí. Pero no voy a darte su dirección para que puedas acecharla en su casa.

—No voy a acecharla—prometió Brittany—Sólo quiero saber dónde vive.

Marley negó con la cabeza.

—Si ella quiere que lo sepas, ella te lo dirá.

Brittany dejó escapar el aliento.

—Supongo—entonces dijo—¿Al menos dime su apellido?

Marley se echó a reír.

—No. Pregúntele tú misma si quieres saberlo.

Brittany supo por la expresión del rostro de Marley que no iba a divulgar información personal de Santana.

Darle su número de habitación era una cosa.

Su dirección de casa era otra muy distinta.

Bueno, suponía que Marley tenía razón. Si Santana quería que ella supiera, se lo diría.

—Está bien. Entonces ¿qué tal almuerzo? Iba a ir en coche a Taco Barn ¿Quieres que te traiga?

—Suena grandioso—dijo Marley mientras su teléfono sonó—Tráeme tres. Combinado—dijo antes de contestar el teléfono.

Brittany asintió y dejó trabajar a Marley.

Se detuvo afuera, luego se dirigió en torno a la piscina. Una rápida mirada a su alrededor le dijo que Santana todavía no estaba. Lo más probable era que aún estuviera en cama, bajo las sábanas. Ese pensamiento le hizo sonreír, sabiendo que ella era la razón del agotamiento de Santana.

Sí… había sido un gran cumpleaños.



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En su camino a la ducha, Santana fue sorprendida por el sonido de su teléfono.

Lo miró fijamente durante mucho tiempo, sólo entonces se dio cuenta que ni siquiera había mirado la cosa en casi tres días. Entró en acción, lo contestó al reconocer el tono de llamada de Mercedes.

—¿Cuál es el problema?

Mercedes se echó a reír.

—¿Por qué supones que algo va mal?

—Porque me dijiste que no llamarías a menos que hubiera una emergencia—le recordó Santana.

—Eso fue porque asumí que me llamarías un par de veces cada día. Como no he escuchado de ti…

Santana sonrió.

—Seguí tu consejo. He estado descansando. Recargando—dijo Santana.

—Eso es genial ¿Así que la estás pasando bien?

Ante eso, Santana se sonrojó abiertamente.

—Sí… me he estado… divirtiendo.

—¿Así que no tenemos que preocuparnos por ti?

—No. De hecho, he conocido a algunas personas aquí. De hecho, tuvimos una cena de grupo la noche anterior.

Y eso técnicamente era verdad, se dijo a sí misma.

No vio ninguna razón para entrar en los porqués y los cómo de la cena de grupo, así como no había razón para mencionar el nombre de Brittany.

—Bueno, bien por ti—dijo Mercedes—Tenía miedo de que pasaras todo el tiempo en la habitación leyendo ¿Al menos saliste al lago?

—Sí, He ido al lago. Y he hecho un poco de lectura… pero en la piscina. Así que he tenido un tiempo agradable y relajante. Gracias por obligarme a hacer esto—dijo Santana.

—De nada. Dejaré que regreses a eso, entonces ¿Tu vuelo es el sábado? ¿Estás segura que no necesitas que te recoja?

—No. Dejé mi coche ahí, pero gracias.

—Está bien. Entonces supongo que te veré el lunes en la oficina. No puedo esperar a escuchar todo acerca de tu viaje.

—Nos vemos entonces.

Dejó caer el teléfono, preguntándose cuánto le diría a Mercedes. Se encogió de hombros.

Podría no decirle nada… o podría contarle todo.

Podía imaginar el rostro sorprendido de Mercedes mientras le contaba lo de anoche. Decir que estaba fuera de carácter para ella sería un eufemismo.

Oh, bueno.

No iba a preocuparse por eso.

Ahora mismo, lo único que quería era una ducha y algo de comer. Y entonces se pondría su bikini y se dirigiría a la piscina. Luego, esperaba que Brittany le quitara el bikini.

Dios.

Se encontró con su reflejo en el espejo, preguntándose quién era la mujer que le estaba sonriendo.

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Capitulo 15

Brittany sonrió ampliamente cuando divisó a Santana dirigirse a la tumbona junto a la piscina.

Miró su burrito a medio comer, preguntándose cuan rápidamente podría terminarlo.

—¿Supongo por la expresión de tu rostro que Santana está allá afuera?—preguntó Marley con una rápida mirada por la ventana.

Brittany borró su sonrisa.

—Estoy segura que no tengo ninguna expresión en mi rostro—dijo mientras mordía su burrito.

—Pareces muy enganchada con ella, hermana. Nunca he sabido que alguna vez hayas salido con alguien mayor de 25 y mucho menos que te acostaras con ellas.

—No estoy enganchada—dijo Brittany con un movimiento de cabeza—Ella es linda y sexy y la pasamos muy bien juntas—dejó el burrito considerando el comentario de Marley—Tienes razón. Creo que jamás he salido con alguien mayor de 25. De hecho, 24 podría ser más preciso—tomó un sorbo de su té—¿Por qué crees que haya pasado eso?

Marley se encogió de hombros.

—No estoy segura. Tal vez te habituaste a salir con universitarias.

—Bueno, sí. Estuve en la universidad una vez. Sin embargo ahora tengo 25 ¿Cuál es mi excusa ahora?

Marley terminó lo último de su taco, luego se limpió la boca.

—Por favor, no te ofendas—empezó Marley—… Pero creo que mucho de ello se debe a tu papá.

—¿Ted? ¿Por qué?

—Él es muy relajado. No es afín a nada que le dé trabajo. Le gusta divertirse. Preferiría ir a pescar que ir a trabajar.

—¿Y quién no?

—Sí… pero la mayoría de las personas van a trabajar incluso aunque prefieran pescar. No es el caso de tu papá.

—Está bien. Sé que no es exactamente responsable. Espero que no estés insinuando que yo tampoco—dijo Brittany.

—Por supuesto que no. Sé que sin ti el negocio de pintura hubiera quebrado años atrás. Pero también te gusta divertirte. Y eso es genial. Todo el mundo debería hacerlo. Pero a medida que envejecemos, tenemos más responsabilidades y menos tiempo para hacer las cosas a nuestro antojo. Sin embargo, sigues teniendo ese estilo relajado de tu padre. Y sigues siendo tan espontánea como lo eras en secundaria—dijo Marley.

—Está bien. Así qué. ¿Qué estás tratando de decir?

—Estoy diciendo que todavía tienes ese lado tuyo en el que deseas fugarte del trabajo y dirigirte directamente al lago. Pero la mayoría de las personas no pueden hacer eso. A menos que no trabajen o sean estudiantes universitarios que se puedan fugar de clases.

Brittany sonrió, pero negó con la cabeza.

—¿Ese es tu razonamiento del por qué salgo con universitarias? ¿Por qué todavía no tienen responsabilidades de adultos?—Brittany se inclinó hacia delante—¿No crees que tenga que ver con las piernas largas, cuerpos bronceados y cómo se ven en bikini?

Marley también se inclinó hacia adelante.

—¿Entonces por qué estás salivando por la mujer de 32 años que está allá afuera?

—No estoy salivando—dijo Brittany—Mucho. Pero ¿la has visto en bikini?

—Exactamente. Y no es una universitaria. Y si estás salivando por ella.

Brittany se rio.

—Bueno… si hubieras tenido la noche… y la mañana… que yo tuve, también estarías salivando.

Marley sonrió.

—Tengo mi propia salivación, muchas gracias.

—Significa que viene sin bagaje.

—Tú lo has dicho, no yo—Marley asintió—Es refrescante, de verdad. No hay drama con ella ¿Cuándo fue la última vez que fui capaz de decir eso de alguien con quien estaba saliendo?

—Nunca.

Marley también recogió su basura, entonces despidió a Brittany con un gesto.

—Ahora vete.

Brittany sonrió.

—Gracias, hermana.

—Gracias por el almuerzo. Disfruta de tu tarde.

—Eso espero.

—No te metas en problemas—agregó Marley cuando Brittany cerró la puerta.


Brittany descubrió que en realidad estaba silbando mientras se dirigía a la piscina. Se detuvo, tratando de recobrar la compostura.

Caray, cualquiera pensaría que nunca había estado con una mujer anteriormente.

Así que respiró profundamente antes de pasar por la puerta, su mirada viajó a través de un puñado de mujeres antes de aterrizar en Santana. Estaba tendida en la tumbona, con el cabello negro peinado atrás de su rostro, gafas de sol cubriendo esos ojos tan oscuros.

Brittany disfruto rápidamente de todo lo que estaba ante ella aunque sus ojos permanecieron pegados a la pequeña parte superior del bikini que cubría sus pechos.

Hoy un bikini negro, notó ella mientras su mirada se deslizó a través de su estómago, caderas y piernas… y luego de regreso.

Sí… definitivamente estaba salivando.

Tragó saliva y se acercó.

Santana giró su cabeza aunque Brittany no pudo ver sus ojos por las gafas de sol.

Brittany alzó las cejas.

—Tu piel está brillante. Veo que tomaste mi consejo y usaste loción hoy.

Santana levantó lentamente sus gafas de sol, dejando al descubierto los ojos en los que Brittany quería sumergirse. Santana sonrió y Brittany hizo lo mismo.

—Sí, lo hice.

Brittany inclinó la cabeza de lado, deslizando nuevamente su mirada a través del cuerpo de Santana.

—Nunca pensé que podría haber algo mejor que el bikini rojo—dijo Brittany—Pero… wow— susurró.

—¿Y por qué tienes tanta ropa?

—Si quieres quitármela, puedes hacerlo.

Santana se echó a reír.

—No estoy segura que me haya recuperado aún.

—¿No?—Brittany acercó una tumbona y se sentó, estirando sus piernas—Bueno, no quise tentarte, así que pensé en ponerme pantalones cortos.

—¿Tentarme? Recuerdo exactamente como luces sin ropa—dijo Santana en voz baja.

Brittany se encontró con sus ojos, sintiendo un aleteo en el estómago.

—¿Sí? Así que ¿cuándo crees que te habrás recuperado?

Santana levantó una ceja interrogante.

—Porque quiero quitarte ese bikini—Santana sonrió—Pensé que te gustaba.

—Sí, me encanta. Y me va a gustar más cuando lo esté quitando de tu cuerpo.

Brittany se alegró al ver que los ojos de Santana se oscurecían aun más, complacida de escuchar su rápida inspiración.

—Creo que realmente me gustaría hacer eso en este momento—continuó ella, su voz poco más que un susurro—Primero voy a quitarte lo de arriba. Luego voy a acariciar tus pezones con mi lengua, con mi boca—hizo una pausa—Voy a chuparlos hasta que ruegues que me detenga—tragó mientras su propia respiración se volvía entrecortada—Luego voy a quitarte la parte inferior. Vas a estar tan mojada en ese momento. Entonces voy a…

—Está bien… está bien—Santana dio un salto y agarró la mano de Brittany tirando de ella—Me he recuperado lo suficiente.


Corrieron a la habitación de Brittany y estuvo avergonzada al descubrir el temblor en su mano mientras trataba de abrir la puerta.

Maldita sea, estaba excitada y aún no la había tocado.

Entraron y Brittany cerró la puerta con el pie, sonriendo cuando Santana le hizo señas que se acercara.

—Ahora ¿qué era lo primero que ibas a hacer?

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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D