[Resuelto]FanFic Brittana: Eres Para Mí (Adaptada) Epílogo

Capitulo 20 - Fin

Día domingo temprano en la mañana y Brittany se preparaba para su viaje.

Arreglaba su maleta pensado qué debería llevar para la locura de la que sería testigo.

Estaba metiendo ropa la cual, al segundo sacaba de la maleta, para luego volverla a meter.

La verdad es que estaba muy nerviosa, o mejor dicho ansiosa pensando en cómo iría a salir esa aventura.

Revisó todo una vez más y por fin cerró su maleta para comenzar a vestirse y estar lista para cuando Quinn pasara por ella.

Había estado tan ocupada esos días planeando cada detalle junto a Quinn que, no había tenido tiempo de pensar en nada más que en ese viaje.

Bueno, tal vez, había pensado una que otra vez en Santana y en dónde diablos se encontraría ésta.

Santana no había dado señales de vida y ella estaba comenzando a preocuparse.

Tomó su bolso y su maleta y llegó hasta la sala para dejar todo ahí. Luego fue a la cocina y bebió un refresco esperando la llegada de su amiga.

Quinn apareció a la hora acordada y ella y su maleta se montaron en el auto para ir hasta el aeropuerto.



Una vez en el avión pensó en todo lo que pasaría, en cómo la vida le cambiaría a Quinn y en cómo ella sería testigo de todo eso.

Pensó en que le hubiera gustado estar viviendo ese momento con Santana.

Trató de dormir en el avión, pero apenas si pudo hacerlo. Cerraba los ojos y veía los de Santana. Trató de ver una película, pero ya la había visto con Santana, todo le recordaba a la morena y era una tortura para ella.

Pensó que, apenas llegara a Las Vegas, la llamaría solo para escuchar su voz y saber que estaba bien.




Luego de un largo vuelo de casi diez horas, y de no haber dormido nada, ya estaban en su destino.

Tomaron un taxi hasta el hotel para descansar ya que, al día siguiente, tendría que ver que todo estuviera en orden para lo que ocurriría el martes.







*******************************************************************************************************************




Santana entraba en el vestíbulo del piso de la naviera Pierce-Wilde y a paso dudoso llegó hasta el escritorio de Sue.

―Buenos días, Sue―saludó alegremente.

Se notaba a simple vista que los días que había estado alejada del trabajo le sentaban de maravilla.

―Buenos días, señorita López. Pensé que no volvería verla―dijo la secretaria con ironía a lo que la morena solo sonrió.

Ya se había hecho inmune al sarcasmo de Sue.

―Lamento desilusionarla, pero solo fueron unos días de vacaciones y ahora toca volver al trabajo.

―Juraría que hoy no vendría, pensé que estaría acompañando a la señorita Brittany. Como usted es su mejor amiga, pensé que tal vez estaría presente en este momento tan importante para ella.

Santana pestañeó un par de veces, miró a la mujer frente a ella y ladeó su cabeza dando a entender que no sabía a qué se refería Sue, pero el solo hecho de que mencionara a Brittany ya le había preocupado.

―Lo siento, Sue, hoy estoy de muy buen humor como para quebrarme la cabeza con un acertijo de su parte.

―Vaya, ¿no lo sabe verdad?

Sue le contaría a Santana dónde estaba Brittany, pero no le diría la verdad por completo, se la diría a medias y esperaba que la abogada reaccionara como ella pensaba.

Así vería si esta mujer realmente se merecía a Brittany.

―¿Qué es lo que no sé? ¿Qué pasa con Britt?

―Bueno no sé si debería contarle, si ella no le dijo nada es por algo y…

―Déjese de payasadas, ya empezó así que ahora termine de hablar.

―Está bien, le diré lo que sé―dijo Sue alargando demasiado el silencio para el gusto de Santana―La señorita Brittany viajó ayer a las diez de la mañana a Las Vegas.

―¿A Las Vegas?―preguntó confundida sin entender qué haría Brittany en Las Vegas.

―Sí. Mire, la verdad es que la señorita Pierce estaba tan emocionada que me dijo todo tan rápido, pero…

―¿Pero, qué fue lo que le dijo?―el tono de la voz de Santana denotaba desesperación―¿Por qué ella está en Las Vegas?

―Bueno, si me deja hablar le digo.

―Entonces hable, hable.

―La señorita viajó con la señorita Quinn Fabray y dijo algo de una boda.

―¿Boda?―repitió sintiendo que su cuerpo se estremecía por completo―¿Está segura de que escuchó la palabra boda? No lo puedo creer ¿Kitty lo sabe?

―Sí, señorita. Es más, acá tengo todo escrito. El día de mañana, la señorita Brittany, junto con la señorita Fabray, tienen que estar en la capilla del hotel Luxor en Las Vegas.

Santana le quitó de las manos la libreta donde ella había anotado la información que acaba de soltar y no lo podía creer.

Leía y leía las palabras escritas por Sue en aquel papel sin poder convencerse de lo que veían sus ojos.

―Estoy segurísima y creo que la señorita no quería que su hermana se enterara aún. Pienso que quiere darle una sorpresa.

―¿Cuándo viajaron? ¿En qué hotel me dijo que están? ¿Sabe a qué hora es la boda?

―Viajaron ayer en la mañana y están en el Luxor y la boda será en la mañana del día martes.

Santana se pasó las manos por el pelo, nerviosa y con la rabia y la desesperación hirviendo en su interior.

No podía permitir que Brittany se casara con otra persona, no cuando la rubia la amaba, no cuando ella estaba perdidamente enamorada de su rubia, no cuando no había arreglado el maldito mal entendido de Dani.

Brittany era suya o mejor dicho para ella.

Tenía que hacer algo, pero su mente estaba en blanco, solo pensaba en la ojiazul y en que estaba a punto de perderla.

Sue la miraba divertida por la travesura que había cometido.

Podía notar la tensión en la abogada, pero no veía que se moviera para salir de ese edifico en busca de la mujer de su vida y esa no era la reacción que ella esperaba.

―¿Está usted bien, señorita López?

―No, claro que no estoy bien. Cómo quiere que esté bien después de todo lo que me ha contado.

―Entonces, ¿Qué hace parada aquí? Muévase, vamos, qué espera. Debe salir de inmediato hacia Las Vegas si quiere llegar antes de que sea demasiado tarde.

Santana miró a Sue y entró en razón.

Debí viajar de urgencia a Las Vegas.

Apenas venía llegando del extranjero y ya debí volver a subirse a otro avión en el cual estaría horas, pero debí hacerlo para recuperar al amor de su vida.

―Gracias, Sue―dijo y salió corriendo por el vestíbulo hasta el ascensor, para luego llegar hasta su auto.



Mientras conducía llamaba a la aerolínea para conseguir un vuelo a Las Vegas.

No pudo conseguir uno que saliera de inmediato.

Solo podrí viajar ese día a las diez de la noche lo que le daba como llegada las diez de la mañana del martes.

Solo esperaba llegar a tiempo.

Fue hasta su oficina y dejó todo listo para ausentarse unos días, luego llamó al Luxor para hacer una reserva de habitación y preguntó si la señorita Fabray ya se encontraba ahí. La recepcionista le dijo que sí que ella y su novia ya se encontraban entre sus huéspedes.

Sintió que un puño se hundí en su estómago y que el corazón se le iba a salir del pecho de un momento a otro.


Llegó a su departamento donde hizo su maleta.

Trató de calmarse, pero no pudo, solo quería que el tiempo pasara rápido y emprender ese viaje.



Ya se encontraba en el avión, sentada al lado de la ventanilla, incómoda en ese asiento y deseando tener la capacidad de volar como Superman para poder llegar lo más rápido posible al lado de Brittany.

Cada cierto rato, se removía en su lugar, nerviosa, ansiosa, solo quería que ese avión que, había despegado hace apenas unos minutos, tocara pronto el suelo de los Estados Unidos.

Trató de dormir, pero no los consiguió pensando en Brittany.

En qué la habría llevado a tomar la decisión de casarse con Quinn.

En su mente la increpaba y la trataba de cabeza dura que, si solo lo hubiera escuchado, ahora estaría ella casándose con la ojiazul.

Ese pensamiento nunca antes había pasado ni por asomo por su cabeza y le sorprendió querer eso y más con Brittany.

Quería formar una familia con su amiga, su compañera y pensando eso se sentía más angustiada y deseaba poder manipular el tiempo y como no hacía desde hace mucho, se sorprendió rezando al cielo, pidiendo poder llegar antes de que Brittany cometiera semejante locura.




Cuando el avión por fin aterrizó, Santana soltó el aire que al parecer había estado conteniendo durante todo el viaje.

Trató de salir desde ese aparato lo más rápido que se lo permitieron. Caminó apresurada entre el gentío hasta que llegó a la salida y logró tomar un taxi indicándole al conductor que lo llevara hasta el Luxor.

El conductor le hablaba de las maravillas de Las Vegas cosa que no le interesaba en lo más mínimo, estaba sobre el tiempo.

No sabía a ciencia cierta a qué hora sería la boda, pero esperaba llegar a impedir todo.


El taxi la dejó fuera de la imponente esfinge que dominaba la entrada del gran hotel Luxor.

No reparó en la belleza del lugar ni en la forma de pirámide del hotel, todo perdía sentido cuando pensaba en Brittany.

Apresurada llegó a la recepción donde una sonriente mujer le daba la bienvenida y le entregaba la llave de su habitación. Pero ella solo quería saber de Brittany y pronto.

―Necesito que me de una información.

―Claro, señorita ¿Qué desea saber?

―Quiero saber si la señorita Quinn Fabray tiene programada una boda para el día de hoy.

La chica consultó en su computador y luego de revisar y chequear algunas cosas le dijo:

―Sí, señorita. La señorita Fabray está en este momento celebrando su boda en la capilla del hotel. La ceremonia comenzó hace cinco minutos.

Santana sintió que el corazón se le subía a la garganta.

No sabía si lo lograría, pero tenía que hacer lo imposible para detener esa boda.

―¿Dónde está la capilla?―preguntó con prisa.

―Camine hacia su izquierda y encontrará un pasillo. Al final de éste está la capilla y….

Santana no escuchó nada más y caminó a paso raudo por donde le había indicado la recepcionista y de inmediato vio el letrero luminoso frente a ella que le indicaba que esa era la capilla.

Sin pensar en nada abrió las puertas con fuerza y se quedó parada en el umbral.

Miró al frente y vio a Brittany y a Quinn en el altar junto al ministro que la miraba sorprendido seguramente por la inoportuna interrupción.



Brittany que, llevaba un vestido de gasa en color rosa pálido, giró y no podía creer lo que veían sus ojos.

Tuvo que pestañear un par de veces para asegurarse de que no era una visión y que de verdad era Santana la que estaba ahí en esa capilla.

―¿Santana?―preguntó aún impactada por lo que ocurría.

―Britt―comenzó a decir mientras caminaba y llegaba hasta el altar―, No lo hagas, por favor, Britt.

―¿Qué? Pero… pero…

―Britt, escúchame. Por favor no te cases con esta mujer, no lo hagas.

Brittany abrió la boca para replicar, para decirle que todo era un error, pero la cerró de inmediato.

Ella no podía más de felicidad, Santana había ido hasta ahí para impedir la que creía era su boda.

Levantó la vista hacia Quinn quien estaba disfrutando la situación y asintió disimuladamente con la cabeza, diciendo con eso que, no diría nada y que Brittany podría gastarle una broma a Santana, a ver si ésta por fin confesaba su amor ante el mundo.

―¿Por qué vienes hasta aquí a interrumpir la boda? ¿Qué te crees?

―No puedes estar hablando enserio, no puedes pensar en casarte con ésta… ésta… mujer.

―¿Por qué no? Yo creo que es una idea genial―dijo cruzándose de brazos y levantando la barbilla.

―Señorita―dijo el ministro―, Quiere hablar de una vez, tengo que celebrar una boda y está interrumpiendo, ¿sabe?

―Qué boda ni que nada, usted no se mueva de ahí, ¿me oye? Usted no celebra ni una mierda de boda. Britt-Britt, recapacita por favor.

―Te estoy pidiendo que me des el porqué no debería casarme con Quinn y no me has dicho nada…

―Bueno…lo primero es que no la conoces, ella no te conoce de nada. No sabe nada sobre ti. Yo si que sé todo sobre ti.

―Así que crees que me conoces mejor que nadie, ¿eh?

―Sí, te conozco a la perfección―dijo irguiéndose y con aire de suficiencia.

―¿A la perfección dices? No me hagas reir, qué mentirosa eres.

Brittany no sabía por cuánto más aguantaría la pose de mujer dura cuando lo que quería era lanzarse a sus brazos.

―Aunque no me creas te conozco más de lo que tú piensas―dijo Santana comenzando a acercarse más a la ojiazul sin dejar de mirar a sus ojos ni una sola vez.

Brittany se quedó hipnotizada, prendada a esos ojos oscuros que amaba y podía sentir que Santana miraba en su interior.

―Déjate de payasadas y termina todo de una vez, ¿quieres?

Brittany quería que Santana confesara de una vez por todas lo que realmente sentía, que le dijera que la amaba, quería escuchar de los labios de esa mujer solo dos palabras… Te amo.

―Bien… Tu color favorito es el blanco, aunque igualmente te gusta el azul. Tu placer culpable es comer chocolate y sobre todo si trae almendras. Eres alérgica al pescado.

Brittany iba a decir algo, abrió la boca, pero Santana, posando su dedo índice sobre los labios de la rubia, la hizo callar.

―Te gusta el fútbol y amas gritarle palabrotas al árbitro. Le temes a los truenos, amas a los gatos y odias los lunes y cuando lloras tu nariz se pone roja y se queda así por un largo rato. Te gusta la música de los ochentas, sobre todos las baladas rock y así puedo seguir enumerando todo lo que sé de ti, pero lo más importante de todo es que me amas.

―Creo que ya escuché suficiente…

―No, no has escuchado todo. Te conozco demasiado y sé que no podrías casarte con alguien que no amas y que yo no podría dejar que cometieras esa locura cuando te amo con toda mi alma… yo… yo te amo Brittany Susan Pierce, te he amado desde el día en que Kitty nos presentó hace años atrás, solo que no quería darme cuenta. He sido una estúpida y casi te pierdo por eso, pero te amo y te quiero conmigo, Britt-Britt.

A Brittany la emoción la embargó y no pudo contener las lágrimas.

Escuchar decirle que la amaba era la cosa más maravillosa del mundo y sintió que su corazón reventaría de felicidad.

―Tú si que eres lenta, abogada―dijo Quinn con sorna―Pensé que iba a morir antes de verte actuar como correspondía.

Brittany y Santana sonrieron por lo que escucharon y se miraron por unos segundos sin decir nada, solo hablándose atreves de la mirada.

―¿Qué pasa aquí, Quinny?

Santana giró la cabeza hasta la entrada de la capilla para encontrarse a una mujer vestida de novia. Luego miró a Brittany para volver a mirar a la novia.

―Es que acaso tú… tú… tú no…

―No, San, esta no es mi boda. Es la boda de Quinn y Rachel.

―Sí, abogada, no suelo fijarme en mujeres que están enamoradas de otra persona. Ahora, que ya estás aquí, me pregunto si quisieras ser testigo de mi casamiento.

―Claro, me encantaría, pero antes tengo que hacer algo.

―¿Qué cosa?―preguntó Brittany extrañada.

―Esto.

Santana se acercó a Brittany y con una mano en su cintura y la otra en la nuca de rubia la besó con pasión, como llevaba deseando hacer hace días y la ojiazul la recibió con gusto, pero todo eso fue interrumpido cuando el ministro se aclaró la garganta y la morena se tuvo que separar de la mujer que le quitaba el sueño.

Brittany la tomó de la mano guiándolo para que se ubicara junto a ella en el altar.

Lo único que pasaba por su cabeza era que tenían que hablar y en hacerle el amor y no necesariamente en ese orden, solo esperaba mantener la compostura en la ceremonia.



Unos minutos después, Quinn y Rachel salían de la capilla felizmente casadas.

Brittany y Santana tenían que hablar así es que la rubia le pidió que fueran hasta su cuarto.

Una vez en él la rubia fue la primera en hablar:

―San, siento haber sido tan testaruda y no querer escuchar tu explicación. Pero es que cuando vi a Dani ahí contigo lo peor se pasó por mi cabeza y los celos me cegaron.

―Lo sé, Britt. Sé que era difícil de creer, más con mi historial, pero desde que estoy contigo no he pensado en nadie más. Solo tú ocupas mi mente y mi corazón, bueno… ese siempre lo has ocupado por completo.

Brittany alargó su mano y le acarició la mejilla. Luego, Santana la tomó por la cintura y la atrajo más a su cuerpo para besarla. Luego se separó un poco y la miró a los ojos para preguntarle:

―¿Y cómo supiste que estaba aquí?

―Sue. Ella me dijo que te estabas casando con Quinn y yo volé hasta aquí. Te lo dije, la mujer me odia y me quiere ver sufrir, pero tengo que agradecerle que me diera este escarmiento.

―Quién lo diría de Sue. Tan correcta que se ve.

―Bueno, ahora que ya tenemos todo este lío resuelto, ¿qué dices de mi propuesta?

―No sé… ¿estás segura?

―Ya te dije que sí. Te amo y tú eres para mí, y no necesito nada más.

―Ah, estás como en la novelas románticas con eso de "Tú eres mía"

―No Britt-Britt, tú no eres mía… Tú eres para mí.

―No hay diferencia, ¿sabes?

―Sí hay diferencia y mucha.

―¿Sí? ¿Y cuál sería esa diferencia?―preguntó mientras metía sus manos bajo la camisa de la abogada para acariciar su piel.

―No eres mía, no eres un objeto ni una posesión. Eres para mí, porque la vida te puso en mi camino para que fueras mi amiga y mi compañera, esa es la diferencia.

Brittany estaba emocionada, nunca se había imaginado escuchar tan bellas palabras de parte de Santana, se volvieron a besar y la morena la levantó en andas para llevarla hasta la cama.

―¿Y qué me dices? Sí o no.

―Claro que sí. Mil veces sí―contestó Brittany y la besó con locura.


Se amaron esa noche como si la vida se les fuera en ello.

El día siguiente sería especial y luego debían volver a su hogar y a escuchar los gritos de Kitty, de seguro nada de lo que tuvieran que decirle le gustaría.








Cuatro Días Después.



―¡¡¡¿Que ustedes dos qué?!!!

Fue el grito que se escuchó hasta más allá del vestíbulo del piso diez.

Kitty no creía lo que oían sus oídos y su reacción era de total sorpresa y enojo.

―Lo que oyes, hermana.

―No lo puedo creer, ¿por qué, Brittany? Qué es lo que estabas pensando, y a ti Santana qué te poseyó para que cometieran esta locura.

―Bueno, amiga, no iba a desperdiciar más el tiempo, así es que fue así y ya, tampoco le pongas tanto drama.

―Pero es que es mi hermana de la que estamos hablando, imbécil. Cómo se les ocurrió casarse en Las Vegas. Díganme que no es verdad.

―Sí, amiga―dijo Santana mostrando el dedo anular de la mano izquierda donde lucía una alianza de oro blanco―Esto es muy verdadero.

―Esto es una broma de muy mal gusto. Brittany dime que no es verdad, nuestros padres deben estar revolcándose en la tumba. Su hija adorada casándose en Las Vegas como esas estrellas del pop que se separan al día siguiente.

―Kitty, ¿cuál es el problema? Sanny y yo nos amamos y nos casamos, pensé que estarías feliz por mí.

―Estoy feliz por ti Brittany, aunque te hayas casado con esta idiota. Pero creo que deberían haberlo hecho aquí como la gente normal, no como los fugitivos en un casino… por Dios, en un casino…

Brittany miraba divertida la reacción de su hermana ante la noticia de que ella y Santana se habían casado en Las Vegas.

Santana le pidió hacerlo de inmediato aprovechando que estaban en esa ciudad, ya no quería estar lejos de ella nunca más y Brittany accedió.

―Kitty, sé que estás molesto porque no te dijimos nada, pero yo estoy feliz.

―Britt, ¿nunca soñaste con una boda normal? ¿Con una iglesia y una fiesta?

―La verdad es que sí, pero…

―Kitty, si quieres celebrar otra boda aquí, podemos hacerlo. Brittany se vestirá con un vestido en el que lucirá hermosa y entrará del brazo de su hermana en un iglesia adornada para lo ocasión ¿Eso te dejaría tranquila?

Brittany cayó en cuenta del porqué de la reacción de Kitty.

La quería entregarla en el altar y la había privado de ese momento.

Se sintió fatal, pero como decía Santana, ahora podrían celebrar una hermosa boda con sus amigos y conocidos.

―Lo siento, hermano. Pero podemos hacer una boda religiosa acá con una hermosa recepción.

―Bien―dijo Kitty satisfecha, pero con el ceño fruncido.

―Bueno, Kitty, amiga, ¿me concederías la mano de tu hermana en matrimonio?

―Te demoraste demasiado, pensé que nunca iba a escuchar esta proposición. Ustedes son unas cabezonas y me tenían loca con sus estados de ánimos de mierda que se traían. Espero que todo eso se haya terminado y que hagas muy feliz a mi hermana, Santana, o ya sabes lo que haré. Ah y te digo que, el jardinero compró una nueva tijera de podar, que está con el filo intacto.

―¿Tijera de podar? ¿A qué se refiere?―preguntó Brittany a Santana con curiosidad.

―No sé amor―dijo Santana tragando en seco ante la amenaza velada hecha por Kitty.








Tres semanas después, Brittany y Santana se volvían a casar, pero ahora en una iglesia hermosamente decorada y con más gente que en su primera boda.

La recepción se realizó en un céntrico salón.

Ellas, estaban felices de que toda la gente invitada los acompañara en tan importante momento de su vida.

Kitty y Marley que, eran las madrinas, saludaban a toda la gente que llegaba al salón.

Rachel y Quinn, habían vuelto de su luna de Miel y se les veía muy felices.

Sue se veía muy contenta con aquella unión después de todo y Santana la separó de la gente hacia un rincón y le agradeció todo lo que ella le había dicho sobre Las Vegas.

Sue se sentía una parte importante de ese matrimonio.


El vals de las novias se iba a empezar a bailar, pero Santana se acercó al musicalizador de la boda y le pidió algo.

Fue hasta donde su flamante esposa que, lucía como una visión enfundada en su delicado vestido de novia y tomándola de una mano la guió hasta la pista.

I got you under my skin se comenzó a escuchar en el salón y Brittany, sonriéndole a su esposa por el significado que aquella canción tenía para ambas, se dejó guiar por la pista.

Los invitados aplaudían la felicidad de la pareja la cual parecía que estaba en otro mundo.

En un espacio privado donde nadie más era bienvenido.

Mirándose a los ojos y sonriéndose como si estuvieran solas, danzaron por la pista al ritmo que les marcaba Frankie.

Santana no podía imaginarse estar compartiendo ese momento con otra mujer que no fuera la que ahora estaba entre sus brazos. Algo en su interior siempre lo supo y de tonta no quería dar su brazo a torcer.

Agradecía a la vida por poner a Brittany en su camino, porque ahora la rubia estaría junto a ella compartiendo su vida.

Porque Brittany era y sería para ella.

******************************************************************************************************************************
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D

Epílogo

¡¡¡Sorpresa!!!

Fue lo que escuchó Santana cuando hacía ingreso en su casa mientras que su esposa se acercaba para besarlo.

―Feliz cumpleaños, mi amor. Espero que te gustara la sorpresa.

―Sí, claro―dijo no muy convencida mirando a toda la gente que se encontraba en su casa.

―Bueno, vamos, muévete. Ve a saludar a los invitados.

Santana comenzó a caminar por la sala de su casa saludando a sus amigos que le habían organizado la fiesta sorpresa por su cumpleaños.

Entabló conversación con sus amigos y con su cuñada, hablando temas de contingencia.

Otros más atrevidos hacían el intento de cantar algo en el karaoke.

Todos brindaban y hablaban formando un murmullo que pocas veces se veía en esa casa.

Santana estaba animado con aquella celebración.

Bebía y reía a las bromas de sus amigos. Estaba feliz con ese gentío, aunque lo que realmente deseaba era tener una celebración como Dios manda junto a su esposa.

Brittany era una anfitriona estupenda, preocupada hasta del último detalle de la fiesta y de sus invitados.

Santana la veía deambular por la sala, llevando alguna bebida o conversando con alguien.

Buscaba a su rubia entre la gente y sus miradas se anclaban prometiendo muchas cosas cuando todos se marcharan.

Santana notaba algo distinto en la mirada de su esposa, tal vez fueran imaginaciones suyas, pensó, pero tenía la mirada más brillante, más alegre y risueña que de costumbre.

Si bien Santana lo estaba pasando fenomenal, en el instante en que Brittany la miraba con esos ojos, deseaba correr a todos los queridos invitados a patadas de su casa.



La fiesta transcurrió hasta altas horas de la noche, al parecer todos se la estaban pasando muy bien y nadie quería salir de ese lugar.

Pero luego de una buena celebración la gente comenzó a despedirse de las dueñas de casa hasta que por fin quedaron solas.

Cuando el último de los personajes salió por la puerta de la casa, Brittany fue hasta la cocina mientras Santana se sentaba en el sofá para descansar un momento.

Brittany entró de vuelta a la sala con dos copas de champagne y se paró frente a la morena. Santana la miró sorprendido y la rubia le alcanzó una de las copas para que la recibiera. Luego se sentó a horcajadas sobre su esposa lo que a Santana le pareció maravilloso.

―Brindemos por tu cumpleaños y por las sorpresas―dijo alzando la copa y chocándola con la de su esposa para luego darle un pequeño sorbo.

Santana dejó su copa a un lado y pasándole un brazo por la cintura a Brittany, la acercó mucho más a su cuerpo y la comenzó a besar en el cuello, mientras que la rubia se estremecía por las caricias de la boca de su esposa.

―¿Te gustó tu fiesta de cumpleaños, cariño?

―Mucho―dijo sin dejar de besarla―, Todo estuvo genial.

―Amor, tengo que darte tu regalo.

―¿Y tiene que ser ahora?―dijo levantando un poco sus caderas―No te quiero soltar.

―Pero es que para darte el regalo no me tengo que mover de donde estoy.

―Me parece genial. Dame mi regalo entonces.

Brittany se distanció solo un poco del agarre de su esposa y comenzó a desabrocharse la blusa lentamente y con la mirada fija en los ojos de Santana.

Cuando llegó al último de los botones se sacó la blusa y la dejó caer al suelo, quedando ante la morena con un hermoso sostén de encaje en color negro.

Santana la miró excitada, solo deseaba besar esos senos que la volvían loco, y sin esperar invitación posó una mano sobre uno de los pechos de Brittany, pero al instante se detuvo.

Miró fijamente el escote de su mujer y vio que en el espacio entre ambos senos había algo. Una cosa delgada y alargada de color blanco, con sus dedos la tomó y luego la sacó desde la prisión que era el encaje del sostén.

Se lo llevó más cerca de la cara y lo miró con detenimiento, sabiendo lo que era, pero no entendiendo nada.

―¡Feliz cumpleaños, Sanny! Espero te guste mi regalo.

Santana volvió a mirar a Brittany tratando de unir todos sus pensamientos en la mente y cuando vio la cruz roja en medio de aquel aparato todo estuvo claro para la morena.

―Britt… esto es… esto es… ¿funciono?―Santana no podía hablar producto de la emoción.

―Sí, amor. Estamos embarazadas, vamos a tener un hijo.

Santana se lanzó a la rubia atrayéndola a su cuerpo, abrazándola con el alma.

Brittany era la mujer de su vida, llevaban dos años de luna de miel y ahora tendrían a su primer hijo, el primero de muchos, pensó.

―Te amo, Britt-Britt y estoy feliz de que vayamos a tener un hijo o hija, ¿qué crees que será?

―Bueno, no sé, no quiero pensar en eso. Ya sabremos a su tiempo.

―Quiero verle la cara a la ogra Kitty cuando le digamos que va a ser tía. Odiaba cuando me molestaba porque Marley estaba embarazada y tú no. Llegó a decirme que yo no te tocaba ni un pelo, pero ya verá esa idiota ¿Y si tenemos mellizos? Eso sería genial y se lo podría presumir ¿Cuándo sabremos cuántos son?

―Calma, cariño. Faltan unos meses para que sepamos bien todo. Y no le sigas el juego a mi hermana, si es que ustedes parecen dos niñas pequeñas.

―Tienes razón, perdona, pero es que estoy emocionada… ¡¡¡voy a ser mamá!!!

―Sí, amor. Y bien, ¿te gustó mi regalo?

―Me encantó, pero ahora, ya que soy la chica sexy del cumpleaños, quiero un regalo más―dijo mientras frotaba a Brittany sobre ella.

―Está bien, cariño, soy toda tuya.

―Sí, Britt-Britt, siempre para mí.

Santana se levantó del sofá cargando a su esposa quien le rodeaba la cintura con sus piernas.

Llegaron al dormitorio donde tendrían la celebración privada que tanto deseaba al cumpleañera.

******************************************************************************************************************************
Hola, bueno aquí el fin de otra linda historia. Muchas Gracias por leer y más aun por comentar!

GRACIAS!

Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"

Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D