(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-¿Cómo conoces esta parte del parque?
-¡Vivo en New York!, sería un pecado si no me hubiera dedicado a buscar lugares poco visitados, pero maravillosos.
-Es muy bonito… —dijo Blaine sentándose en uno de los bancos bajo una pérgola de flores moradas que colgaban como racimos de uva— ¿por qué no vistamos este lugar el verano pasado?— añadió mirando a su alrededor.
-Porque, como buenos turistas que éramos aquella vez, nos concentramos en los lugares turísticos, y este es para alguien que sabe lo que es New York… ¿Qué?
-Nada… —dijo sonriendo
-¿Cómo que nada? —quiso saber Kurt  limpiando un poco el banco para sentarse luego al lado de su prometido.
-Nada, es solo que me gusta ese “nuevo tú”, extra conocedor de New York, independiente y confiado —respondió Blaine haciendo gestos con su cara como describiendo a alguien extremadamente independiente y confiado en si mismo.
-Sigo siendo el mismo… en especial cuando estoy contigo —contesto dándole un empujón con su hombro como de amigos de fraternidad.
-Claro… —dijo Blaine pensando que Kurt contestaba lo que el quería escuchar.
-Es verdad… cuando estas cerca de mí, me siento como el Kurt que se hizo pasar por estudiante de Dalton 3 años atrás.
-Pero no lo eres y debo decir que es un privilegio haber visto tu “evolución”
-Deberías decir que eres parte importante de mi evolución, ¿Qué estoy diciendo?... ¡Eres el responsable de todo esto!, si no fuera por ti, creo que seguiría en la escuela huyendo de todos.
-Gracias Kurt…
-Ya deja de agradecerme… deberías darte el crédito que corresponde y estar orgulloso de ello.
-¿No me dijiste ayer que no querías que me volviera engreído?
-Pero por la alabanza que hice a tus partes —exclamo dándole un ojo a la entrepierna de su prometido— no por lo que has hecho por mi… y ¡a propósito de ayer!, quiero que me digas cuanto gastaste en la habitación.
-¿Por qué?
-Porque quiero pagar la mitad, yo  estoy trabajando.
-Pero yo dije que era mi invitación… fin de la historia.
-Blaine, una habitación en  el “Four Seasons” no debió salirte una baratija.
-No, pero valió cada centavo.
-Eres muy terco en algunas ocasiones… ¿lo sabes verdad? —dijo Kurt mirándolo por sobre sus gafas de sol.
-¡No lo soy!.
-¡SI lo eres!... y ahora que decidimos pasar el resto de nuestra existencia juntos, me preocupa como serás en 30 años mas…
-Ok… —dijo Blaine sonriendo— este lugar es genial en realidad —insistió cambiando de tema y echando su cabeza hacia atrás en el asiento como si estuviera en la playa tomando todo el sol posible.
-Deberías ver el amanecer en el “Coservatory Garden”… pero supongo y será para tu próxima visita, ¿a qué hora sale tu vuelo?
-En dos horas… —contesto mirando su reloj.
-¿De verdad es absolutamente necesario que te vayas?
-Lo es… —contesto cruzando las manos sobre su panza— ¿o quieres que falte al colegio y me convierta en un ignorante?
-No… —contesto sonriendo y acercándose hacia el —pero si podrías falsificar una nota de tus padres diciendo que estás enfermo o algo…
-¡Kurt!... ¿Quieres que cometa un acto deshonesto?
-¡Vamos!... tienes 18 años es tu deber cometer uno que otro acto deshonesto… no conmigo por cierto.
-Me parece justo… ¿Qué planta es esta? —pregunto Blaine subiéndose al banco para tocar una de las flores.
-Se supone y es una gran planta de “Wisteria”, sino la pérgola se llamaría de otra forma.
-“Wisteria”… —repitió Blaine como separando las silabas— nunca la había escuchado.
-Ni yo… hasta que vine aquí… huelen maravilloso ¿no crees?
-En realidad si… —dijo Blaine tomando una con delicadeza y acercándosela a la nariz.
-No la arranques o nos pondrán una multa —advirtió Kurt apuntándolo.
-Lo sé… no acostumbro a hacer actos vandálicos en espacios publico —dijo bajándose de un salto.
-¿Por qué te tienes que ir? —volvió a preguntar Kurt como si Blaine no le hubiera explicado nada sobre aquel tema.
-Porque tengo que ir clases mañana…
Kurt hizo un gesto de reprobación frunciendo el seño y la boca, además de cruzarse de brazos.
-¿Qué?... ¿de verdad quieres que me quede?
-¡Obvio que si Blaine!... ¿no me crees cuando te digo que te extraño mucho? —dijo Kurt acrecentando el puchero— yo podría falsificar al letra de tus padres.
-¿Y como sabes como es la letra de mis padres? —quiso saber Blaine moviéndose hacia un rincón en el asiento al ver que Kurt se acomodaba para recostarse sobre él.
-La se… y punto… —dijo poniendo su cabeza en el regazo de él.
-Te amo Kurt Hummel.
- Lo sé Blaine Anderson futuro Hummel —respondió sonriendo— ahora la carta…
-¿Qué diría esa misiva? —pregunto arreglándole el flequillo.
-“Estimada Directora Silvestre…”
-“¿Estimada?”... esa palabra jamás la utilizarían mis padres, menos para alguien que los perjudico financieramente y les hizo pensar que su pequeño hijo estaba al borde morir tiroteado.
-No digas eso por favor… —dijo Kurt poniendo cara seria.
-¡Estoy bromeando!... lo más probable es que por mi tamaño, muriera aplastado por una avalancha de estudiantes— insistió Blaine riendo de  su broma.
-Blaine... de verdad… deja eso… —contesto Kurt incorporándose y sentándose en el otro extremo del asiento
-Ok… ¿te molestaste?... ¿Kurt? —dijo Blaine inclinándose hacia adelante para mirarlo a la cara.
-No… Blaine escucha —comenzó a decir quitándose las gafas de sol— cuando sucedió eso en el colegio… yo pensé que era el fin de todo… y no me pude tranquilizar hasta que hable con tu mamá y después hable contigo… y sé que todo salió bien y que esta más vivo que nuca pero… solo pensar en eso… y después de lo que sucedió con Finn, que hables de forma tan liviana de la muerte me… —tarto de decir Kurt silenciándose antes de terminar la frase.
-Ok, lo siento… no vuelvo a bromear sobre eso, pero dime si no es gracioso imaginarme a mí, pequeñito y todo tratando de salir entre una multitud —dijo Blaine moviendo sus brazos como si fuera un pequeño hombre tratando de mirar por sobre el resto.
Kurt soltó una pequeña risa y negó con la cabeza imaginando aquello.
-Ahora… la carta —añadió Blaine dando unos tres golpecitos en sus piernas para invitar a Kurt, a que retomara la posición en la que estaba antes.




Noviembre de 2011

-¿Estás seguro que tu Papá te autorizo para esto?
-¡Claro que sí! —exclamo Kurt caminando junto a Blaine en dirección al taller mecánico.
-¿Seguro? —insistió Blaine dudando de aquello.
-100% seguro, le dije que era algo relacionado contigo y no pudo negarse… insisto en que eres su favorito.
-Mentiroso…
-¡Es la verdad! —exclamo deteniéndose en frente de él en la puerta de “Hummel Tires and Lube”— le dije: “Papá, Blaine necesita practicar con un auto como los de la oficina de transito para que pase su examen” y él me respondió: “En el taller tengo uno, puedes usarlo si lo deseas” —dijo Kurt tratando de imitar la voz de su padre en el dialogo que desarrollaba como si fuera una obra teatral.
-Está bien… te creeré… y me parece genial, debo decir.
-Ahora, si logramos entrar eso si que será genial., no tengo idea cual es la llave y porque razón este llavero tiene más de 15 y porque, en nombre de todo lo bueno y puro,  en vez de llavero tiene este pedazo de madera —dijo Kurt mirando el manojo de llaves a la luz del farol de la entrada.
-Creo que algunas son llaves de muebles, además de las de las puertas y de los candados de las cortinas metálicas —aseguro Blaine mirando también— prueba con la más grande —añadió apuntándola.
-¿Esta?—dijo seleccionando aquella.
-La misma…
Kurt tomo la llave poniendo cierta cara de asco al tomar el candado que desbordaba un poco de aceite y grasa de auto, la probo sin éxito y miro a Blaine como culpándolo.
-¿No es?
-No…—respondió insistiendo con la misma.
-¡Prueba con otra!... mira, esa de ahí tiene grasa también…—dijo Blaine apuntando otra llave más pequeña y ancha.
-¡Asco!...—exclamo soltándolas y limpiándose en el sweater de Blaine acto seguido— ¡puse eso en bolsillo de mi pantalón!… ¿Por qué mi Papá no me lo advirtió? —dijo como si estuviera cubierto de grasa maloliente de pies a cabeza.
-Exagerado… ni siquiera se traspasa a las manos… —aseguro Blaine mostrado su palma limpia— déjame a mi…—agrego metiéndose entre la puerta y su novio para intentar abrir el candado. Kurt sintió su olor y suspiro sin disimular siquiera, Blaine sonrió al sentir el aliento de su novio en su nuca.
-¿Qué fue eso? —pregunto sonriéndole.
-Nada… —se defendió Kurt irguiéndose como una jirafa de cuello extra largo.
-Ok... ¡listo!… —dijo apuntándole a la llave correcta y quitando el candado para abrir la puerta del taller— adelante —añadió haciendo como un ademan de portero de hotel.
-Gracias… —contesto Kurt tomándole la mano.
-¿Dónde está la luz? —quiso saber Blaine mirando y tanteando las paredes.
-Aquí… —respondió Kurt moviendo los interruptores para alumbrar el taller. Los tubos fluorescentes se encendieron de a uno y todo se ilumino en “Hummel Tires & Lube”, comenzaron a pestañear de pronto y Kurt lo resolvió con un golpe al tablero.
-¿Es seguro eso? —pregunto Blaine como temiendo una muerte por electrocución.
-Lo es… le he dicho a mi Papá un millón de veces que contrate un electricista, la instalación de esto tiene casi mi edad —añadió avanzando junto con su novio.
Ambos entraron y pasaron una especie de recibidor con un mesón para atender a los clientes, Blaine bajo  de un salto y Kurt lo hizo siguiendo la rampa de acceso como correspondía.
-Se supone y estas tablitas tiene los números de los autos con sus respectivas llaves —dijo Kurt mirando la pared inmediata a la entrada donde colgaban más de una veintena de tablas como las fichas clínicas de un hospital.
-¡Kurt busca esta! —dijo Blaine apuntando un “Corvette” de los años 60.
-Pues yo no sé mucho de autos, pero si hay uno con una funda y todo, asumo que debe ser bastante costoso… ¡vuelve a cubrirlo! —dijo Kurt haciendo un movimiento con sus brazos como si tendiera un paño gigante sobre algo.
-¡Pero es el mejor!
-Si tú lo dices…—contesto Kurt volviendo a mirar las llaves disponibles.
-¿Entonces? —dijo acercándoosle.
-¿Qué tal si le sucede algo? —respondió poniendo cara de inspector de escuela— uno de estos debe ser el que mi Papá me dijo —agrego poniéndose las manos en la espalda baja, como si sufriera una nefritis aguda y repentina.
-Es un “Corvette Q” —aseguro Blaine abrazándolo desde atrás— y seria más que fantástico conducirlo —agrego bajándole un poco el cuello alto del “medio sweater” que llevaba y comenzando a besarle el cuello.
-Estamos aquí con una misión muy clara —dijo zafándose— y creo que este es el sedan que necesitamos —añadió tomando la llave con el numero 18.
-No veo porque no podemos utilizar cualquiera de estos vehículos —insistió Blaine tomando una llave que producía un ruido chistoso cuando se la movía por el mango.
-Porque debes pasar ese examen de la manera más cómoda posible y si usas un auto de los que tienen en la dirección de tránsito, te será más fácil.
-¿Es lo que hiciste tu?
-No… mi Papá me enseño en su camioneta y cuando llegue a rendir el examen me pusieron en frente de un auto compacto, tan pequeño que parecía un botín de bebé y me costó un mundo adaptarme a el —advirtió Kurt apuntándolo con las llaves del auto— por lo tanto… —agrego señalando en  la dirección donde se encontraba el vehículo.
-Como quieras… aunque insisto que subirnos a un “Corvette” seria la mar de excitante —insistió Blaine dándole un agarrón a su novio cuando paso por su lado.
-¿No escuchaste que estamos en una misión muy clara?
-Lo escuche… —respondió sonriendo coqueto.
-¿Entonces?, ¿Por qué insistes?
-Porque te amo… —respondió sin tapujos.
-Ok… —dijo Kurt como si le faltara el aire— tomémonos… es decir el auto… ¿tomemos el auto?... para empezar… la… la lección.
-Claro… —respondo Blaine sintiéndose  invencible
-¿Abrimos la cortina hora?... o…
-Creo que me gustaría practicar todo lo que hay que hacer antes… aunque no sé si lo necesito,  me viste conducir hasta “Scandals” y lo hice súper bien por lo que… ¿Por qué se apagaron las luces? —pregunto interrumpiendo su discurso al ver que la mayoría de los tubos se apagaba y el resto bajaba su intensidad lumínica.
-Te dije que la instalación eléctrica deja bastante que desear —explico Kurt dirigiéndose al tablero de interruptores. Le dio un golpe con su puño cerrado y todas las luces volvieron a encenderse.
-Todo se soluciona con un golpe…—dijo Kurt sonriendo— ¿a qué hora tienes el examen?
-A las 4…
-¿Te acompaño?— pregunto rodeando el auto y subiéndose por el lado del chofer.
-Me encantaría —respondió Blaine entrando al auto por el asiento del lado— ¿No se supone y yo debería estar allí para aprender lo que me falta?
-¿Qué?-… ¡ah!... claro —exclamo Kurt dejando la botella de agua que cargaba al lado de la palanca de cambios y  haciendo como que se bajaba.
-Pero no te bajes… mira… —advirtió Blaine haciendo un movimiento como de contorsión circense para ubicarse en el asiento de atrás.
-¿Como hiciste eso? —pregunto Kurt mirándolo por el espejo.
-Tengo experiencia en cambiarme de asientos.
-¿Y esa experticia de donde viene?
-Pues de mi edad pequeña, cuando salíamos con mis Padres y yo “ganaba” el asiento de adelante, pero tenía que cambiarme para atrás cuando Cooper aparecía.
-¡Oh!...—dijo Kurt con ternura al imaginar al pequeño Blaine decepcionado por tener que renunciar a su puesto en el auto familiar.
-Da lo mismo, al menos puede desarrollar esta destreza.
-Pues fue genial —respondió moviéndose hacia el asiento contiguo— yo ya pensaba que tendría que montarme sobre ti y luego moverme a este lado.
-Pues yo hubiera preferido eso… —murmuro Blaine mientras se movía hacia adelante nuevamente.
-¿Quieres concentrarte? —pidió Kurt dándole una mirada como de inspector de escuela  nuevamente— ¿Qué te falta? —pregunto destapando la botella y bebiendo un poco de agua.
-Bueno… ya te dije que conduje bien hast…
-¿Qué?...—quiso saber Kurt al ver que su novio se le quedaba viendo y sonreía como sonrojado.
-Te… el agua…—trato de decir Blaine apuntando las gotas de agua que corrían por el cuello y se perdían en el pecho de Kurt.
-¿Agua?... —dijo tocándose la comisura del labio y mirándose el cuello en el espejo retrovisor—¿esto te provoca algo? —pregunto entre sorprendido y divertido.
-Lo siento… pero debo decir que fue muy sexy…
-¿Sexy?... ¿en serio? —pregunto volviendo a mirarse.
-Si… es decir, no pude evitar imaginarme esa gota de agua corriendo por tu pecho y perdiéndose… ya sabes dónde —explico Blaine sonriendo y evitando la mirada de su novio unas 5 veces. Kurt soltó una risa media nerviosa y trago saliva pensando en la misma situación pero al contario, se imagino a Blaine bebiendo una botella de agua, en un día de calor y a  pequeñas gotas del líquido corriendo por su cuerpo de ensueño, casi como comercial de bebida energética. Soltó un poco de aire y tosió como si la situación extra sensual del momento desapareciera con una carraspera. Blaine volvió a mirarlo y coincidió con sus ojos a la tercera vez, vio a su novio humedecer sus labios con su lengua, ganoso igual que él y sin pensarlo dos veces se le abalanzó para besarlo.
-¡Eres tan sexy Blaine Warbler!... —dijo recibiéndolo encima.
-Ya no soy un Warbler…—respondió besándolo de vuelta, y quitándole el “medio sweater” que vestía, le desabotono la camisa roja que llevaba debajo y  saboreo el toque de manzana que tenían las gotas de agua que aun permanecían en el comienzo de su pecho.
-¿No es que… si eres un “Warbler, siempre eres un Warbler”? —pregunto Kurt mientras le ayudaba a quitarse el chaleco gris y le desataba la corbata de moño listada que llevaba, le rozo el cuello con su nariz y le abrió la camisa negra de un solo tirón.
-No hables de eso… —dijo Blaine besándolo de nuevo y sintiendo que no tenía aire para hablar y besarlo al mismo tiempo, ni coordinación para evitar rasguñarse los dedos con las múltiples tachas del cinturón de su novio.
-Pero es sexy como… como lo del agua…—contesto Kurt suspirando gozo al sentir las manos de Blaine recorriéndole el torso y descansando cerca de sus axilas.
-Seré quien quieras que sea entonces —susurro sonriéndole cerca de la quijada. Volvió a recorrerlo con sus manos y bajo con ellas hasta la entrepierna de Kurt, este soltó una cantidad extra de aire tibio, haciendo sentir a Blaine capaz de cambiar cincuenta neumáticos de camión él solo.  Tanteo con una de sus manos debajo de ellos y consiguió dar con la palanca que liberaba el asiento, lo corrió hacia atrás ayudado por una de sus piernas y se sintió con más espacio para maniobrar como correspondía, movió otra palanca más pequeña que se encontraba a un costado y el asiento se reclino casi en 90°
Kurt soltó una risa pensando que  la experticia que mostraba Blaine en relación a los autos, por fin servía para algo bueno, antes de recostarse del todo, se quito la camisa y su novio lo ayudo con la camiseta que seguía, apoyo su espalda denuda en el asiento y volvo a sonreír pensando que solo Blaine podía lograr que apoyara sin resquemores su cuerpo desnudo en un asiento donde se había sentado quizás quien.
-¿Se apagaron las luces de nuevo? —dijo Blaine mirando hacia afuera.
-¿Qué te preocupas?...—advirtió Kurt tomándole la cara— mejor así…—añadió moviendo sus manos para agarrarle el trasero.
-¿Y si viene alguien? —añadió incorporándose un poco, medio agitado y dejando la huella de su palma en el vidrio empañado.
-Me preocuparía más que apareciera con iceberg —opino recobrando un poco el aliento y sonriendo al recordar la escena de “Titanic”
-Solo tú haces que me atreva  todo… —musito Blaine olvidando las luces y  volviendo a arrebatarse.
-Digo lo mismo… eres único Blaine…—le susurro de vuelta cerca del oído, sin poder evitar recorrerle la oreja con su lengua.
-Te amo Kurt…
-Lo sé… —contesto dejando hablar a sus manos, dejándose llevar por el hombre que amaba de la mas placenteras de las maneras y sintiendo que el tiempo se detenía, allí mismo en “Hummel Tires and Lube”




-No vuelvas a hacer eso…
-No lo hare… —dijo repitiendo lo de los golpes.
-¿Lo prometes? —insistió Kurt acercándose de a poco.
-Por supuesto…
-¡Di lo que corresponde Blaine Anderson futuro Hummel!
-Te lo prometo… ahora dime lo de la carta.
-Está bien… —dijo Kurt recostándose como lo hiciera antes— “Directora”
-¿A secas?...
-Dijiste que no usara “estimada”, por lo tanto…
-Muy bien… prosigue —contesto poniéndole un mano en la panza.
-“Espero y al recibo de esta carta este mal”…
-¡Kurt!...
-Vamos, tus Padres vieron mermado su crédito en el banco por culpa de ella, tu mismo em contaste…
-Sí pero, no es necesario ser agresivo si han pasado casi seis meses…
-Ok… —respondió Kurt sin convencerse— “espero y al recibo de esta carta se encuentre bien. El motivo de mi nota es para avisar que mi hijo, Blaine “labios sexys” Anderson…
-¡Mis padres no me llaman así! —interrumpió riendo.
-¿Yo puedo llamarte así?
-Creí y no te gustaban los sobrenombres en las relaciones.
-No me gustan… estoy bromeando porque prefiero hacer eso a pensar en cuanto te extrañare una vez que te vayas —advirtió Kurt encogiéndose de hombros.
-Siento eso…
-Bueno… ¿en que iba?
-“Para avisar…” —dijo Blaine como  “teleprompter” humano.
-“Para avisar que mi hijo está enfermo y no podrá asistir el resto del año a la escuela. Sírvase enviarme sus calificaciones, diploma, toga y birrete de graduación… Atentamente Señor y Señora Anderson”…  ¡fin! —exclamo estirando sus labios para recibir un beso.
-¿Todo el resto del año?...
-¡Obvio!... estoy seguro y ya tienes los créditos suficientes para graduarte y estas yendo a Mckinley solo a calentar un asiento…
-Tal vez… pero mis amigos esta allí y debo vivir mi último año hasta el final.
-¿Me estas poniendo por debajo de tus amigos?—pregunto Kurt dándole una mirada pro sobre sus gafas de sol.
-No… nunca te pondría por debajo de nada… excepto de mi, claro…
-¡Sexy! —exclamo pidiendo un segundo beso, de la misma forma que lo hiciera segundos atrás.
-Pero es algo que debo hacer… ¿lo entiendes verdad?
-Por supuesto…
-Ahora…—dijo mirando su reloj— creo y debemos irnos.
-¿Tan pronto?
-Mi avión sale en una hora y media y aun debo ir por mis cosas…
-¡Esta bien! —exclamo Kurt levantándose de manera lenta, como un oso que despierta de su hibernación.
-¿Me llamaras para contarme lo de tu banda? —pregunto levantándose también.
-¡Por supuesto!... ¿tú me llamaras para saber qué hiciste en el día?
-Lo hare… —dijo estirando su mano para que Kurt la cogiera.
-Perfecto entonces —respondió haciendo lo que Blaine le sugiriera y encaminándose con él a la salida del  Central Park.

-¿Estas en la sala de tu casa? —pregunto Kurt acercándose a la pantalla de su computadora mientras se abotonaba la camisa del uniforme.
-Si… hace bastante calor… prefiero estar donde hay más aire…—contesto Blaine como aireándose con sus manos.
-Pero menos privacidad…
-¿Tienes algo en mente Kurt Hummel?
-No… y aunque lo tuviera… dime, ¿como estas?
-Bien… hoy Míster Schue nos dio la tarea para la semana y además nos informo acerca de contra quienes iremos en las nacionales…
-¿Alguien bueno?
-Dentro de los posibles el peor…
-¿Creí que “Vocal Adrenaline” estaba descalificado?
-Lo está, me refiero a… “Throat Explosion”
-¿Los chicos extra dedicados de “Fort Wayne”?
-Exacto…
-¡Vaya si la tendrán difícil!
-Lo sé… es un grupo espectacular, juraría y ensayan como 10 horas al día.
-Es suena duro —respondió Kurt revisando un par de cosas en una de sus mesas de noche.
-¿Estas ocupado?...
-No lo estoy, solo aprovecho el tiempo… ¿te molesta?
-No… es solo que  no quiero interrumpirte, podemos hablar por la noche… o cuando tengas tiempo —dijo Blaine tocándose la oreja.
-Tengo tiempo ahora… pero aprovecho cada segundo… —contesto Kurt moviendo sus manos como si revolviera las fichas de “Scrabble” sobre una mesa.
-¿Seguro?, porque puedo esperar a que…
-Blaine, ya deja eso, no me interrumpes ni molestas, te amo y no quiero perder ninguna  de nuestras citas cibernéticas, ¿de acuerdo? —sentencio Kurt acercándose tanto a la pantalla que Blaine creyó que saltaría de ella hasta donde él se encontraba.
-De acuerdo… lo siento… fantasmas del pasado supongo…
-Pues ya deberías olvidarlos… ¡y te lo digo yo!, que tengo una lista digna de Dickens, con fantasmas del pasado, presente y futuro.
-Pues los del futuro pueden largarse... y si no lo hacen yo me encargare de ellos.
-Lo sé… mi futuro contigo lo visualizo fenomenal desde ya, pero igual hay ciertas cosas que siento y no me están funcionando como quisiera…
-¿Qué cosas?
-Nada, que valga la pena mencionar…
-¡Kurt!
-De verdad —insistió mientras corregía su atuendo frente al espejo.
-Ok… ¿no deberías  de estar en la cafetería?
-Así es, pero le pedí a Rachel que cubriera mis espaldas, estuve en “Cooper Square” poniendo anuncios para lo de la banda… también puse algunos en NYADA, luego vine  cambiarme de ropa y saldré a trabajar en cuanto terminemos nuestra cita…  pero estábamos hablando de ti, cuéntame mas de la tarea de la semana… ¿algo particularmente desafiante?
-Katy versus Gaga…
-¿Otra vez?... bueno no Katy, esa la hiciste tu durante mucho tiempo, pero Gaga, ya lo habíamos hecho, ¿Qué le pasa a Míster Schuester?
-No lo sé…
-Estoy pensando que hará Brittany 3.0 dentro de un par de semanas.
-O chicas versus chicos…
-También…
-Ahora, ¿háblame más de tu día?...
-Bien… bueno tengo turno en la cafetería como te dije e hice aquello de los carteles, además… ¿sabías que hay que pagar para utilizar los salones en NYADA?
-¿Pagar?... ¿cómo es eso?
-Lo que escuchaste, yo pensé que estaban a disposición de los alumnos, pero no, hay que arrendarlos,  así es que arrende el salón de Cassandra, porque si había que desembolsar por ello, preferí hacerlo por uno de los bueno… ahora doy gracias que tu solo costeaste lo de la habitación en el “Four Seasons”… si no…
-¿Ves que tenía razón en invitarte? ¿y no era por ser terco como me dijiste?… espero la disculpa —dijo Blaine mirando hacia el cielo, como si quisiera escuchar algo a lo lejos.
-Está bien… disculpa.
-Ok…
-Pero, debo contarte que cambie lo de Madonna…
-¿Ya no será una banda tributo a ella?
-No… prefiero una que toque música más armónica... e independiente.
-Excelente, ¿tomaras en cuenta los consejos que te di?
-Por supuesto… además empezare por preguntarles a las tres mujeres talentosas y hermosas que me rodean, si es que desean ser parte de ella.
-¿Tres?
-Santana, Dani y Rachel…
-¡Ah!...—exclamo Blaine moviendo su cabeza como que recordaba lago— olvidaba la novia de Santana, me hubiera gustado conocerla… me perdí de eso, culpo al “Four Seasons” y a nuestra noche allí.
-Pues yo me quedo con esa noche en el hotel, ya tendrás mucho tiempo para conocerla, pero es un dulce así es que te agradara, te lo aseguro… ¿esa?... ¿es tu mamá? —pregunto Kurt sonriendo al escuchar una voz femenina acercándose y alegando en contra del calor.
-Es ella… lo siento…
-No hay problema…
-Viene para acá… —advirtió Blaine poniendo la cara de quien avisa que viene un tiburón o algo más peligroso.
-¡Hola hijo!... ¡hace un calor de los mil demonios!… ¿Cuándo tu Papá hará que reparen el aire acondicionado del segundo piso?... ¡Cuando! —exclamo levantando los brazos como si predicara en un templo— me lo hubiera dicho a mi ya estaría funcionando —insistió apuntándose a ella misma con intensidad evangélica.
-Hola Mamá… —dijo Blaine como ocultando su computadora— estoy ocupado…
-¿Ocupado?, ¿Qué haces?... ¿estás viendo algo prohibido? —pregunto con sus manos en la cadera y poniendo cara chistosa.
-¿Qué?... ¡NO!… estoy hablando con…
-¡Cooper!... ¡ay!, ¡déjame hablar con él! —dijo sentándose en el suelo junto a su hijo.
-No mamá, no estoy hablando con mi hermano estoy hablando con…
-¡Con Kurt!... ¡ay!... ¡déjame hablar con él!…—repitió como disco defectuoso y como si no existiera diferencia alguna entre hablar con su hijo y hablar con Kurt.
-¡Claro que no!...
-¡Claro que sí!… ¡vamos! —dijo haciendo un gesto. Kurt esperaba conteniendo la risa, por quien hablaría con él finalmente
-¡Esta bien!… Kurt, mi Mamá, que no tiene sentido de lo que es el espacio privado de las personas, quiere saludarte.
-¡Blaine!...—respondió este haciéndole una mueca de reprobación.
-¿Dónde está?...
-Allí Mamá… —respondió Blaine como desbordando paciencia.
-¡Ah!... ¡hola Kurt! —exclamo haciendo un gesto de saludo extra energético.
-Hola Señora Anderson… ¿Cómo esta?
-Bien gracias… ¿Cómo estas tú?
-Bien también, aquí esperando para irme a trabajar.
-¿Trabajas donde?, esa camisa te es muy sentadora —dijo la Señora Anderson soltando una risa.
-¡Mamá! —exclamo Blaine revolviéndose el pelo, perdiendo un poco la paciencia de antes.
-Gracias señora Anderson y trabajo una cafetería al estilo Broadway, se canta y se sirven las mesas,  el trabajo es fácil y la paga es buena, así es que no me puedo quejar…
-Por supuesto que no… ¿te ha ido bien en tus clases?
-Bien, todo está bien, ¿Cómo esta su esposo?
-Bien también, te envía saludos…
-Gracias… le da los míos por favor.
-Lo hare… ¿extrañas a mi hijo? ¿verdad?, mira que él…
-Mamá… el cartero… mira la puerta… —interrumpió Blaine moviendo su computadora lejos del alcance de su mamá.
-¿Qué?...
-Eso mira… —insistió— te traen la correspondencia.
-¡Ay!, egoísta  con tu novio… —dijo la Mamá de Blaine dándole un golpe en la cabeza, Kurt sonrió al ver aquella escena casi sacada de una comedia de horario “prime”— al menos deja que me despida… —insistió inclinándose por delante de él para seguir hablando con su futuro yerno— ¡adiós Kurt!… que estés bien…—añadió menando su mano con mas energía que antes.
-Adiós señora Anderson… gracias.
-Por nada… —respondió la mamá de Blaine retirándose, alegando por el calor, por la pereza de su esposo a la hora de arreglar los desperfectos en la casa y pellizcándole una mejilla a su hijo antes de desparecer del todo.
-Lo siento… —dijo Blaine sobándose la cara medio avergonzado.
-No hay problema… tú Mamá es muy dulce… a su manera… claro está —dijo Kurt aplicándose un poco de fijador en el cabello y de perfume en el cuello.
-Eso me pasa por estar aquí, la próxima vez me quedare en mi dormitorio aunque hagan 100 grados de calor.
-Oportunidad perfecta para que estés sin camiseta.
-Mucha razón… ¿en New York no hace calor? —pegunto Blaine de manera coqueta.
-Al menos en el departamento no —respondió Kurt como dando los toques finales a su atuendo frente al espejo— puedo ver que me miras —agrego echándole un ojo a su computadora a través del espejo.
-¿Ya te vas?
-Así es… le dije a Rachel que me demoraría cinco minutos y ya han pasado más de 20…
-¿Me llamas…?
-Esta noche… sin falta… y mañana te quiero conectado a esta misma hora para contarte todo lo de las audiciones, asumo que el salón estará repleto de ansiosos músicos emergentes y pequeñas rarezas en busca de fama.
-Lo más probable es que así sea…
-Espero… que tengas suerte con lo de… ¿Qué te toco me dijiste?
-No te dije…
-¡Dímelo!
-Estas apurado… ¡ya vete!…—dijo Blaine moviendo su mano frente al cámara.
-¡Dímelo!...
-Terminaras por perder el empleo… ¿no dijiste que ese señor Gunther era extra exigente?
-Dímelo… dímelo… dímelo… —repitió Kurt como una metralleta.
-Bien… la tarea es hacer lo opuesto a lo que a uno le gusta, por lo tanto como yo soy “un Katy Perry” y orgulloso de ello, me toco hacer Gaga…
-¿Blaine Anderson de Lady Gaga?... Quisiera verte en esas plataformas…
-O con un traje de carne…—añadió Blaine sonriendo como solo él lo hacía.
-¡Oh!... eso es mas tú… delicioso y suculento… —contesto Kurt bajando el tono de su voz y guiñándole un ojo a su prometido.
-¡Ah!... ¡me encanta cuando haces eso!... esa actitud atrevida me hace soñar con días mejores.
-Pues vaya acostumbrándose Señor Anderson futuro Hummel porque esos días vendrán…
-¿Si?...
-¡Obvio que si! , además… —dijo Kurt levantando un dedo como si quisiera hacer notar un punto importante— solo faltan… cinco semanas…—agrego mostrando la pagina del calendario “The Men of Mckinnley”, donde tenia marcado los días que faltaban para la graduación de su futuro esposo.
-¿Cuentas los días?
-¿Tu no?... —respondió haciendo un gesto de sospecha.
-¡Claro que sí!... aunque si te digo que cuento los segundos, me llamaras exagerado.
-¡Exagerado! —dijo Kurt sonriendo— pero, el asunto principal es que cada vez falta menos… así es que…
-Si… —contesto Blaine sintiendo un poco de nostalgia.
Kurt se le quedo viendo un instante y ambos sintieron que el tiempo se detenía.
-¡Ok! —exclamo Kurt de pronto— si no me voy ahora, si que perderé mi súper y espectacular empleo.
-Ok… hasta la noche…
-Hasta la noche… te amo Blaine Anderson —dijo sonriendo.
-Y yo te amo Kurt…
-Adiós…—añadió guiñándole un ojo de nuevo.
-Adiós…