(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee “10 days for Christmas”

Enero de 2022






-¿De qué bando te pondrías tú? —insistió poniéndose el abrigo.
-De ninguno…
-¿De ninguno?, pero… ¿qué tal si Britt hizo algo malo o Santana fue quien lo hizo?, siempre hay que ponerse del lado de la víctima, ¿no crees? —aseguro Kurt tomando la caja de vuelta.
-Lo creo —contesto acomodándose la ropa de abrigo— pero si el fin de su matrimonio, si es que hubo tal fin, no fue en buenos términos, no creo que asistan ambas, y si lo fue, creo que no tendremos problemas ni necesidad de tomar bando alguno… ¿vamos?... —termino por decir Blaine ofreciendo su brazo para que su esposo lo cogiera— ¿estás bien? —pegunto al ver que Kurt se quedaba como pensando en algo.
-Si… es decir… ¿no crees que esta notica es un tanto… no se… devastadora?
-¿Devastadora?... —repitió acercándosele— Kurt, las chicas me caen bien, pero de ahí de hacer de su tragedia algo que nos incumba… no creo que este bien.
-No es eso, y créeme que lo que suceda con ellas, en especial con Santana me da lo mismo, es solo… nos casamos juntos… y si bien como dije no soy un fan “Brittana” —dijo haciendo el gesto de comillas con la mano que tenia libre— si soy un fan del matrimonio, por lo que es, por lo que representa, en especial para nosotros… —dijo encogiendo sus hombros— es estúpido, puedes decirlo.
-¿Cuál es ese afán tuyo por denostarte? —contesto Blaine tomándolo por los brazos— lo que dijiste no es estúpido, es dulce y honesto.
-¿Si?
-Si…—dijo dándole un beso en la frente.
-¿También se considera un fan del matrimonio Señor Blaine Anderson-Hummel? —pregunto Kurt aprovechándose del cuello tibio y perfumado de su esposo para templar su nariz congelada.
-No… más bien me considero un fan de nosotros… —respondió sonriendo.
Kurt se apartó y lo miro un segundo.
-Gracias… —dijo haciendo un puchero.
-De nada… y ahora.. ¿entremos?, mira que por muy lujos y exclusivo que sea este condominio, hace un frio del demonio igual que en todos lados…—agrego dando un par de saltos como para entrar en calor.
-Vamos… antes… ¿me sostienes esto un instante?... creo que el cuello de algo me quedo torcido —explico Kurt retorciéndose un poco como si le molestara algo a la altura de la nuca.
-Claro… ¿cuantos años tendrán estos edificios? —pregunto Blaine mirando hacia arriba las tres torres del condominio.
-No lo sé… —respondió solucionando su problema con los cuellos—pero estoy seguro y no estaban aquí cuando recién nos mudamos, por lo tanto, saca tus cuentas.
-¿De verdad?... bueno, nunca note… ¡oye!, no sabía que te habías puesto eso… —dijo Blaine señalando el colgante de corazón que le había regalado hacía tiempo.
-Pues como bien me dijiste en esa ocasión, es posible también usarlo como prendedor, por lo tanto… —indicó Kurt ajustándolo en su solapa con mimo.
-Te queda muy bien.
-También lo creo… eso sí, Señor Anderson-Hummel… debe pensar en regalarme una extensión para cuando nazca nuestra hija.
-¿O cambiar la foto tal vez?
-Tal vez… —dijo Kurt listo para seguir.
-¿Quieres que lleve el postre?
-No… yo lo hice, yo lo llevare… —respondió tomándolo de vuelta.
-¿Temes que me de crédito por el?
-¡Por supuesto que sí!, no dudarías en hacerlo, eso de seguro.
-Como quieras… estos edificios en realidad son muy bonitos —insistió Blaine volviendo a creerse arquitecto especialista en urbanismo.
-Pues yo creo que son horribles, iguales a todos los que vemos a diario en toda la ciudad, además, si vas a vivir en New York es obvio que debes hacerlo en un edifico con historia… ¿Cuál torre es?
-El vigilante de la entrada dijo que era ese del medio —contesto Blaine apuntando con la mano que tenía entrelazada con la de su esposo.
-¿Cómo puede Quinn costear un apartamento así? —dijo Kurt mirando a su alrededor.
-¿A qué te refieres?
-A todo, mira esta puerta… asumo y la renta debe superar los 3 dígitos.
-¿No se supone y estudio drama en Yale?
-¿Y?, ¿la has visto en algo?, ¿cine?, ¿televisión?... yo no la he visto en ningún teatro, ¡mira esta puerta! —insistió apuntándola de arriba a abajo.
-Es solo una puerta Kurt —dijo Blaine abriéndola para él.
-Pues es extraordinaria… —acoto sonriendo— espero y sea una reunión entretenida…
-Son nuestros amigos, obvio que lo será… espérame aquí —pidió dándole un beso en la mano antes de soltársela, se acercó al conserje y le enseño la invitación, este tomo el teléfono y anuncio la llegada de ambos, luego hizo una venia que apuntaba el ascensor.
-¿Qué piso es?
-El 15 —respondió releyendo al invitación.
-¡Detengan el elevador!
Kurt puso su pie entre las puertas evitando que se cerraran y ambos vieron aparecer a uno de sus amigos muy bien acompañado.
-¡Sam!... —exclamo Blaine dándole un abrazo— ¿cómo estás?
-¡Oye!… ¡que gusto de verte hombre! —dijo este saludándolo como unos hermanos de fraternidad lo harían— Kurt… vaya no pasan los años por ti… ¿Cómo estás? —agrego saludando al esposo de su amigo de una manera más formal.
-Bien.. ¿y tú?, te ves muy bien también… —respondió el aludido mirando a la chica que lo acompañaba.
-No vas a… —agrego Blaine apuntándola.
-¿Qué?... ¡oh!... claro… Natasha ellos son unos grandes amigos, Blaine y Kurt… chicos ella es Natasha…
-Hola… gusto en conocerte —dijo Blaine estrechándole la mano.
-¡Oh por dios en realidad eres Blaine Anderson!
-Lo soy…
-¡Oh por dios!, juro y no pasa un día sin que escuche una de tus canciones, “My Universe II” cambio totalmente el concepto de las baladas románticas, cambiarte de sello fue lo mejor que pudiste hacer… ¡y tu película!... es al mejro del mundo.
-Solo aparezco 15 minutos…
-¡Pues lo mejores quince minutos de toda la cinta!, ahora dime, ¿Cuánto debo esperar para el lanzamiento del “Croosover” que harás con la Dear Beth”?, ¿Cómo fue trabajar con ellos?
-Bueno…
-¿Tuviste al oportunidad de ver a Dylan Westbrook?, ¿es tan alto como se ve?
-Si… aunque…
-¡Oh por dios!, ¡él es tan guapo que podría desmayarme y vomitar si lo veo en persona!, ¡todo al mismo tiempo!
-Terminarías ahogándote querida… —murmuro Kurt mirando al cielo.
-¿Pudiste conocerlo?
-¿A quién?
-¡A Dylan!... —exclamo dándole un empujón. Blaine puso cara de sorpresa, lo mismo que su esposo, Sam contuvo una risa como si le hubiera ocurrido una explosión atómica dentro de la boca.
-Sí —respondió alejándose un tanto de Natasha — de hecho él es un buen amigo mío.
-¡Cállate!...—volvió a exclamar la chica empujándolo de nuevo.
-¿Cómo?...
-¡Dylan es un sueño!... ¿Cómo que son amigos? —acortando la distancia entre ambos.
-Fuimos juntos a la universidad y…
-Hola… gusto en conocerte también… —interrumpió Kurt poniéndose entre la amiga de Sam y su esposo— me encantan tus aretes, ¿son vintage?
-¿Cómo?
-Tus aretes… son geniales…
-¡Oh!.. si, son… eran de mi Mamá… una larga historia… —respondió al chica tocándose la orejas.
-Estoy seguro y a todos les encantaría escucharla… ¿ponemos en marcha esta cosa? —dijo Kurt mirando a Blaine.
-Por supuesto… —respondió este apretando el número 15.
-¿Qué tal todo en Lima Sam?
-Pues todo sigue igual… bueno excepto que… ¡hemos ganado las nacionales seis veces seguidas! —exclamó queriendo chocar los cinco con sus dos amigos, Blaine le siguió el juego y Kurt señalo sus manos ocupadas con la caja del postre.
-Han hecho un excelente trabajo, siempre estamos teniendo noticias, ya sabes Burt y Carol nos mantienen al tanto, ¿verdad Kurt?
-Sí, no se callan al respecto en realidad… al igual que mis suegros.
-¿Este es el piso? —dijo Sam mirando los números del ascensor.
-Este es…
-Vamos entonces, ¡vaya departamento Quinn Fabray!… —exclamo Sam al salir primero que nadie, Blaine sonrió, cogió a Kurt de la mano y salió con él sintiendo que los ojos de la amiga de Sam permanecían en su nuca como dos clavos bien fijos— ¿Golpeo o solo entramos?... como para sorprender… —añadió gesticulando esa sorpresa con sus manos.
-Siempre es mejor golpear… —aseguro Blaine haciendo aquello.
-¡Chicos!... —dijo Quinn apenas abrió la puerta— ¡qué bueno que vinieron!... Sam Evans, guapo como siempre… ¿Qué tal? —dijo saludando a Sam antes que a nadie, le dio un abrazo y un beso, este le presentó a su acompañante y Quinn la saludo de lo más encantada, le indico un par de cosas de donde podían dejar sus abrigos y los dejo pasar para seguir saludando.
-Estas como quieres Quinn Fabray… —dijo Kurt saludándola.
-¡Eso quisiera!, los años ya empiezan a pasar, ¿Cómo están?, les juro y que de todos los que quería ver hoy, ustedes eran los que más ansiaba saludar, partiendo por ti y tus Tonys.
-Gracias… mira traje esto…—respondió Kurt entregándole la caja.
-Considerado como siempre… gracias Kurt… pero pasen por favor… ¿Qué tal tu Blaine? —agrego la chica saludándolo con un beso.
-Muy bien gracias…
-He escuchado hablar de tu último álbum a varios de los presentes, así es que prepárate para recibir muchos halagos.
-Gracias Quinn…
-Póngase cómodos y bueno, como no hay necesidad de presentar a nadie solo mézclense…
-¿Quién ha llegado? —pregunto Kurt quitándose el abrigo.
-Casi todos, solo faltan Mercedes, Santana y Britt, pero estas últimas es comprensibles que no vengan.
-¿Es verdad entonces? —quiso saber Blaine al tiempo que ayudaba a su esposo con la ropa de abrigo, se quitó la propia y sostuvo ambos en uno de sus brazos.
-En realidad no se… pero les aseguro que terminaremos por averiguarlo… —contesto señalando a Tina que en ese momento hablaba con Mike, su respectiva acompañante, además de Rachel y Jessie.
-¿Dónde…? —dijo Blaine señalando los abrigos.
-Primera… puerta… del pasillo —respondió Quinn como si tuviera que pensarlo— permiso… —agrego dirigiéndose a la cocina.
-Ok…
-Eso fue raro… —dijo Kurt acompañando a su esposo.
-¿Qué cosa?
-Eso… lo de los abrigos, cualquiera creería que no conoce su propia casa.
-¿Tú conoces todas las habitaciones de la nuestra? —pregunto Blaine colgando la ropa.
-Desde que las “inauguramos” Señor Anderson-Hummel…
-Muy cierto… bien… a que grupo vamos primero —pregunto mirando los tres grupos de conversación que estaban en la sala, la terraza y la cocina respectivamente.
-Bueno, tenemos que saludarlos a todos así es que no tenemos tantas opciones… a ver… en la cocina esta Sam con esa mujer y Quinn con esas dos chicas que nunca vi en la escuela.
-Deben ser unas amigas de la universidad.
-Deben ser… podemos esperar a que ella nos las presente, por lo tanto voto por solo saludar a los de la sala y quedarnos en la terraza, allí esta Rachel, y aun tengo que preguntarle ese asunto de las faldas.
-Nada de trabajo esta noche Señor Hummel-Anderson.
-No trabajare, solo le hare une pregunta… una… —respondió señalando el número de preguntas con su dedo índice.
-A la terraza entonces.
Ambos se dirigieron a donde habían decido, de camino saludaron a Puck y Artie, intercambiaron un par de palabras con ellos y continuaron su camino.
-¡Mis amigos favoritos en todo el universo! —exclamo Tina al verlos aparecer— ¡y me dijeron que no vendrían!... ¿qué significo eso “Bling Bling”? —agrego mientras daba un abrazo a cada uno.
-Estrategia para obtener información, ¿qué tal?
-¿Quién se quedo con Henry? —quiso saber Rachel al tiempo que saludaba.
-Lily se ofreció de voluntaria.
-¿Henry es su bebé? —pregunto Mike haciendo espacio para alguien en el sofá que ocupaba.
-Si… pero ya no es un bebé, tiene cuatro años, habla, camina y tiene sus propias posturas sobre cosas —dijo Blaine desbordando orgullo.
-¿De verdad?... ¿Cómo eso posible? —añadió Tina gesticulando asombro.
-Lo mismo digo —añadió Kurt sentándose junto a ella.
-¿Tienen fotos?
-Por supuesto que si… —respondió Blaine sacando su teléfono, busco las imágenes y se sentó junto a Mike.
-Rachel me contaba que estrenaran una obra, toda tuya Kurt... ¿es verdad?
-Claro que es verdad Tina, ¿acaso dudas de mi palabra?
-Creo que cree que estas bromeando con lo de que eres protagonista cariño —dijo Jessie al tiempo que recibía un par de tragos del mozo que acercaba con bebidas y comida.
-¿Es cierto que es protagonista? —insistió mientras comenzaba a ver las fotos que Blaine le iba enseñando— ¿no temes que te deje abandonado como lo hizo con “Funny Girl”?
-¡Eso fue hace más de un siglo Tina! —se defendió Rachel— ya nadie se acuerda…—agrego cruzándose de brazos.
-Yo creo que mucha gente se acuerda, y pensándolo bien y para evitar cualquier malentendido creo que debería echar un vistazo a tu contrato nuevamente.
-¡Kurt!
-¿Qué?... hay que pensar en todos los detalles, lo que me lleva recordar… ven, acompáñame, quiero hablarte de algunas cosas que me dijo Lily —pidió Kurt poniéndose de pie y apuntando el sector de la cocina que se había quedado vacío.
-¿Quién es esa Lily? —pregunto Tina mientras reía al ver una foto de Henry con la cabeza llena de shampoo.
-Es una amiga nuestra, yo la conocí en la NYU, y ahora trabaja con Kurt en la obra que estrenaran.
-¿Cuan genial es eso?
-Pues mucho, de hecho…
-¿Blaine Anderson?... ¿verdad? —pregunto una de las chica que habían visto al lado Quinn al principio de la velada, era tan rubia como ella, pero más alta y voluptuosa.
-¿Disculpa?...—pregunto este levantando su vista para mirar a la recién llegada.
-Quinn me dijo que al menos tres de sus antiguos compañeros de escuela eran extra famosos, pero nunca pensé que tú eras uno de ellos, por lo tanto… —dijo tomando su teléfono, se ubicó al lado de Blaine y sin mediar palabras se tomó una foto con él.
-Ok…
-Mira… te sigo desde hace como dos años, tu primer álbum, “My Universe”… ¡oh por dios!... te juro y lo escuche a diario hasta que sacaste el segundo… eres súper extra talentoso —aseguro tomando otra fotografía.
-¿Quién eres tú?
-¡Oh!... ¿dónde se fue mi educación? —pregunto al aire, Tina, Mike, Jessie y el propio Blaine se miraron sin saber muy bien si debían responder a eso— mi nombre es Kathryn Schweitzer.
-Creo y tendrás que deletrear eso linda —dijo Jessie poniendo cara rara, como si contara mentalmente cuantas letras tenía ese apellido.
-¿Eres novia de alguien?, ¿acaso de Artie? —agrego Tina apuntándola con el vaso que sostenía en una mano.
-No... bueno, lo soy, pero de nadie de aquí... soy hermana de Quinn.
-¿Hermana? —preguntaron los cuatro al mismo tiempo.
-Si... hermana…
-Quinn no tenía hermanas… —sentenció Tina mirándola fijo.
-No de sangre, de la hermandad… “Kappa Alpha Theta”…—respondió como si todos supieran de lo que estaba hablando.
-¡Oh!… —exclamaron todos poniendo cara de que si sabían de lo que la chica estaba hablando. Tina empequeñeció los ojos como si necesitara mas datos a aquella explicación, miro un instante a Kathryn para luego desviar la mirada a la revolución que se había armado en la sala.
-¡Mercedes! —dijo al ver llegar a su amiga— debo enterarme de muchas cosa… permiso—agrego retirándose.

-Kurt estamos en una fiesta, no deberías hablar de trabajo.
-No hablare, solo te hare… una… pregunta.
-¿Qué sucede?
-¿Te fijaste que en todas las fotos del corredor no aparece Quinn?
-¿Como?
-Las fotos, aparece solo esa chica que nadie sabe quién es…
-¿Te refieres a la que se está tomando “selfies” con tu esposo?
-¿Qué? —dijo estirando su cuello al máximo— ¡qué demonios!... ¿acaso esta reunión es una del fan club de Blaine Anderson?
-¿No deberías estar orgulloso de eso, tú mismo me confiabas cuan preocupado estabas de que Blaine no conseguía tener éxito con sus discos, ¡pues ahí lo tienes!
-¡Obvio que estoy orgulloso de él!… pero eso no quiere decir que deba tolerar que chicas lo anden agarrando por todos lados —respondió sin despegar los ojos de lo que sucedía en la terraza.
-Nadie está agarrando nada… —dijo Rachel también mirando.
-Da lo mismo… —agrego mirando de reojo— a lo que vinimos, Lily me dijo que estas teniendo problemas con el vestuario, ¿es eso cierto?
-¿Quien?
-Tu Rachel Berry.
-No problemas…es decir… algunos… es decir… muchos…
-¡Rachel!, ¡quedan menos de cuatro meses para el estreno!
-Lo sé, lo se… pero no puedo evitarlo… no creo que Mrs. Bown use faldas tan largas, no estamos en una reinvención de “The book of the mormon”
-Rachel…
-Escúchame…
-¡Mercedes Jones está aquí!... —exclamo la chica entrando como si lo hiciera al escenario de uno de sus conciertos. Todos se levantaron a saludarla incluyendo Rachel que dejo a su amigo con la reprimenda entre los dientes.
-¡Rachel!
-Mercedes Jones esta aquí…. —repitió saliendo de la cocina.
-¡Vaya revolución!... ¿Quién es esa chica? —quiso saber la otra amiga de Quinn allegándose a Kurt.
-Mercedes Jones, joven promesa del soul… —contestó sirviéndose un vaso de agua.
-¿Es famosa? —agrego mirándola.
-Lo es… ¿y tú quién eres?
-Soy Danyelle Mackendrick —respondió la chica estirando su mano, era casi tan blonda como Quinn y Katrhyn pero más baja en estatura, vestía de manera elegante y llevaba gafas de prescripción de un rojo brillante, Kurt pensó que ser rubia era requisito indispensable para pertenecer al círculo de nuevas amistades de Quinn Fabray.
-Kurt Hummel-Anderson… —dijo este estrechándosela de vuelta— ¿eres amiga de Quinn?
-Compañeras de hermandad —contesto haciendo un par de señas con una de sus manos, como si diera la contraseña secreta de algo a alguien.
-Que bien… ¿también vives en New York? —pregunto bebiendo.
-Claro, vivo aquí… —dijo señalando el piso del departamento.
-¿Aquí?... ¿eres compañera de piso de Quinn?
-No por favor, soy tan quisquillosa que no podría compartir vivienda con nadie —respondió Danyelle soltando una risa.
-¿Cómo es que vives aquí entonces?
-¿Cómo?
-Aquí… dijiste que vivías aquí, y si no eres compañera de piso de Quinn no sé cómo puede ser eso —dijo Kurt mirando a Tina y Rachel que se llevaban a Mercedes hacia la terraza.
-No... es decir, no vivo aquí, aquí… vivo… ¡en este edificio!… eso… soy vecina de Quinn, por eso la conozco.
-Creí que la conocías por ser compañeras de hermandad —insistió Kurt haciendo también una seña con sus manos que resulto ser más parecida a la de un entrenador de béisbol más que otra cosa.
-Claro… ¡me encanta tu prendedor! —dijo la chica como para cambiar de tema.
-Gracias…—contestó Kurt tocándoselo— me lo regalo mi esposo —agrego sonriendo.
-Claro… Quinn me dijo que habrían un par de parejas… ya sabes…
-¿Gays?
-Si… me lo advirtió hace semanas…
-¿Advirtió?... ¿cómo se advierte de una enfermedad contagiosa o algo? —dijo Kurt rascándose un lado de la cabeza esperando con ello que Blaine advirtiera el código de auxilio que habían acordado.
-¡No!, ¿Cómo se te ocurre?, por favor… tengo muchos amigos gays, son muy tiernos…
-¿Pero? —agrego frotándose con mas ahínco.
-Pero nada… bueno hay algo en lo que tengo una mirada diferente…
-¡Kurt Hummel-Anderson!, ¿no pensabas saludarme?… —dijo Mercedes llegando junto a Tina hasta donde este estaba.
-Hola cariño… ¿Cómo estás?
-No tan bien como tú… dime si es verdad lo que Rachel acaba de referirme.
-¿Lo de la obra?
-¡No!… ¡lo de tu nuevo bebé!
-¡Ah eso!, si… es verdad…
Tina y Mercedes plantaron un grito acompañado de un aleteo como de pájaro salvaje. Danyelle se apartó un poco y las quedo mirando con cara de impacto extremo.
-¡Qué maravilla!, ¿ya saben lo que es?
-Si… es… es una niña
-¡Niña! —gritaron ambas volviendo a lo del baile.
-Kurt, que noticia tan maravillosa, ¿cómo la llamaran?... ¿Mercedes?
-No… —respondió sonriendo— la llamaremos Lizzie, Lizzie Anderson Hummel.
-¡Que bello!... iré a felicitar a Blaine…—dijo Tina retirándose mientras daba pequeños aplausos.
-¿Qué paso con Hepbrum?, creí que así llamarais a tu niña —pregunto Mercedes sentándose en el mueble al lado del fregadero.
-Si bueno, era el plan pero con Blaine optamos por algo más tradicional, jamás nos perdonaríamos por causarle un trauma a nuestra pequeña —añadió Kurt comiendo un par de frituras de un tazón cercano a él.
-Claro… y Henry dice alg…
-Disculpa… —interrumpió Danyelle levantando un poco su dedo como si pidiera autorización para hablar en una clase de Yale— ¿acaso adoptaste un hijo?
-No… no adoptamos, con Blaine recurrimos a una sustituta —contesto sonriendo.
-¡Oh por dios! —exclamo la amiga de Quinn llevándose la mano al centro del pecho.
-¿Algún problema? —agrego Kurt comenzando a sentir nervios.
-No… es decir si… mira yo no tengo problemas en que ustedes se casen, viajen y se apoderen de Provincetown, San Francisco, y secretamente de Utah y el partido Republicano pero… ¿no crees que incluir a un niño en ese tipo de familia es algo irresponsable?
-¿Cómo? —dijo Kurt volviendo a lo de la llamada secreta de auxilio.
-Eso, es decir, ¿no has pensado que será de “tus hijos” cuando crezcan?, ¿Cuándo “tus hijos” les pidan explicaciones a ti y a tu pareja? —añadió la mujer haciendo el gesto de comillas con sus dedos cuando mencionaba lo de los hijos.
-¿Explicaciones?, ¿porque mis hijos habrían de pedirme explicaciones? —pregunto rascándose tan fuerte que unos cuantos cabellos cayeron al piso de la cocina. Blaine por fin advirtió aquello y dejo la conversación que sostenía con Sam y con Artie para ir en auxilio de su esposo, se acercó a la cocina dispuesto a inventar una excusa para sacarlo de allí.
-Kurt, ¿qué tal si me acompañas…?... ¿estás bien? —pregunto al ver la cara de complicación que este tenía.
-¿Él es tu esposo? —dijo la chica señalando al recién llegado.
-Blaine Anderson-Hummel, gusto en conocerte… —respondió estirando su mano mientras hacia una pausa en espera de escuchar el nombre de su interlocutora.
-Danyelle, mi nombre es Danyelle… y dime, ¿tú también crees que eso que hicieron está bien?
-¿Qué cosa? —pregunto Blaine con la mano estirada, miro a Kurt, a Mercedes y a la propia Danyelle como en busca de explicación.
-¿De qué siglo eres mujer?—dijo Mercedes bajándose del mueble para acercarse a la discusión.
-De este… solo digo que un niño necesita una familia normal para crecer, en especial una madre, ¿se imaginan que futuro puede tener un niño si es criado por dos hombres?...
-Muy bien… ya es suficiente —dijo Blaine poniéndose delante de su esposo, como si lo protegiera de cierto modo— mira Danyelle, nuestro hijo no necesita una madre, o tal vez sí, no lo sabemos, pero de una cosa si estamos seguros y es que lo único que necesita…
-Lo único que necesita un niño es amor —interrumpió Quinn llegando hasta donde estaban todos— creo que necesitas disculparte con mis amigos.
-¿Cómo?
-Lo que escuchaste, discúlpate ahora…
-No me hables así…
-Te hablo como quiero, te estas poniendo en vergüenza y ni siquiera te das cuenta… discúlpate…
-Quinn, sabes que puedo decir algo que te dejara muy mal parada frente a “tus amigos”, no te metas.
La chica hizo un gesto como de retroceso y miro a sus amigos que se habían acercado a ver lo que sucedía, tomo un poco de aire y se alejó.
-Lo sabía…—murmuro Danyelle negando con su cabeza.
-¿Sabias que? —dijo Quinn devolviéndose en sus pasos — ¿sabes qué?, da lo mismo… si tú no te disculpas lo hare yo en tu nombre… Blaine, Kurt… perdonen por favor la actitud de Danyelle, no tenía ida que la ignorancia de alguien arruinaría esta velada.
-No es tu culpa Quinn… no te preocupes amiga —dijo Mercedes acercándosele para hacerle un cariño en el brazo.
-Si lo es… tal vez no soy culpable de esto, pero sí de querer negar lo que realmente soy y de lo que aprendí junto a ustedes en el Club Glee… escuchen —añadió la chica soltando antes un poco de aire, como si se preparara para decir algo sumamente importante— necesito decirles algo…
-Quinn… —interrumpió Puck presintiendo lo que esta quería confesar.
-Está bien Noah… no hay problemas…
-¿Qué está sucediendo?... ¿aun están juntos? —pregunto Tina acercándose más, al tiempo que los apuntaba ambos
-Esto será un festín para ti los próximos años, pero no me importa…—Tina dio un respingo ofendida y se cruzó de brazos al sentirse aludida por aquel comentario— chicos, yo no vivo aquí…—todos se miraron y pusieron caras de sorpresa.
-¿A qué te refieres Fabray? —añadió Artie moviendo su silla hasta donde estaban todos.
-A que este no es mi departamento, yo vivo en Harlem… en uno que es del tamaño de esta sala…
-¿Por qué nos citaste aquí entonces?... ¿Quién vive aquí?—quiso saber Rachel mirando a las chicas rubias.
-Danyelle vive aquí… podría decir que me convenció de esta mentira pero no es así, fue solo idea mía.
-¿Qué pretendías Quinn?
-No sentirme una fracasada frente a todos…
-No eres una fracasada… —dijeron todos en diferentes tiempos.
-Por favor, ¿de que me puedo vanagloriar yo frente a dos súper ventas, un par de ganadores de Tonys y una promesa del cine? —insistió Quinn apuntando a cada uno de sus invitados.
-Tu estuviste en dos películas… —se adelantó en decir Puck tomándola de la cintura.
-¿Acaso siguen juntos? —volvió a preguntar Tina buscando la respuesta en el resto de sus amigos.
-No tenemos nada más que hacer aquí entonces… —dijo Blaine tomando a su esposo de la mano para salir de la cocina después, no sin antes darle una mirada reprobatoria a la dueña del departamento.
-Lo siento chicos…
-No te preocupes y oye, Harlem es un excelente barrio, te lo digo yo que comencé mis años en New York viviendo en Bushwick —agrego Kurt sonriendo.
-Gracias Kurt.
-Ok, ya basta de lamentaciones… ¿quién pago por todo esto? —pregunto Mercedes señalando la comida y bebidas.
-Eso sí que lo costee yo.
-Pues no se hable más, tomamos todo y nos vamos a Harlem… ¿alguien vino en auto? —agrego señalando a todos. Jessie levanto su mano, lo mismo que Blaine y Kurt, Mike dijo que costearía los taxis de los que no cupieran en los autos y Mercedes termino por organizarlos a todos.
Quinn sonrió y recibió por ello un beso de Puck.
-¿¡ACASO AUN ESTAN JUNTOS!? —exclamo Tina ya al borde de la desesperación.

Diciembre de 2014






-Por favor, que se haya descompuesto este aparato del demonio y que aun sean las tres de la mañana… —murmuro Kurt al sentir la alarma de su teléfono, se enderezo un poco y miro la pantalla con los ojos empequeñecidos— no hay error…. —añadió al ver la hora. Soltó un suspiro de quien no quiere despertarse y encendió la luz para dar comienzo a su día, se volteo hacia su esposo que aun dormía y se quedó observándolo un instante. Blaine estaba sobre uno de sus lados y tenía puesta su cabeza mitad en la almohada, mitad en una de sus manos, se veía tan pacifico que Kurt no pudo evitar esbozar una sonrisa a pesar de la modorra que lo invadía, se acercó un poco a él moviéndose sobre el colchón y le toco la cara, Blaine hizo el ademan de despertar pero a cambio, se acurruco a su lado como un gatito bebé lo haría.
-Blaine…. —susurro besándole la frente— oye…—agrego acariciándole las mejillas.
-…
-Blaine… —insistió rozando su nariz con al de él, se llenó con su olor y se quedó un instante pensando en cuanto lo amaba y en cuan feliz era en ese minuto.
-¿Qué hora es?...—pregunto este con voz adormilada.
-Las 6:30… —respondió Kurt dándole otro beso, esta vez en el entrecejo.
-¿Por qué nos despertamos tan temprano?, ¿no es sábado?
-No… —dijo riendo— apenas estamos a martes… es día de escuela, de práctica de “The New Direction”, de café en Lima Bean y si Rachel estuviera aquí diría que faltan 78 días para las seccionales —agrego mientras le acariciaba la espalda.
-Espero y eso ultimo nunca suceda… —dijo Blaine acercándosele más.
-¿Las seccionales?, ¿acaso lo invadió un pánico escénico Blaine Warbler?
-No… me refiero… a que Rachel este en medio de nosotros.
-¡Ah!... ni yo… ¿te despiertas entonces? —pregunto Kurt apartándose un poco para mirarlo a la cara y cerciorarse que tenía los ojos abiertos.
-No….
-¡Blaine!
-¿Por qué tenemos que levantarnos?, la práctica del club Glee no es hasta las tres de la tarde… eso es en… en… bueno en muchas horas —respondió abriendo y cerrando sus ojos, como si quisiera enfocar un punto a la distancia.
-Porque tú debes exponer tu idea a Mister Schuester, y te recuerdo que Rachel organizo un desayuno en su casa por ese motivo.
-Creo que empiezo a recordar algo de todo eso que dijiste —respondió acomodándose en las almohadas de todos modos.
-¿Te quieres despertar?... si no lo haces me veré obligado a utilizar un método menos ortodoxo para hacerte reaccionar —advirtió Kurt metiéndole sus manos bajo la camiseta del pijama.
-Sabes que siempre estoy llano a cualquier tipo de método, por mas poco ortodoxos que estos sean…—dijo Blaine sonriendo.
-¡Dios!... ¡como amo tu sonrisa!... ¿la incluí en los top 10 de mis preferencias? —pregunto delineándole los labios con su dedo pulgar.
-Me parece que si… —dijo Blaine acercándolo a él entre las sabanas— aunque no deberías…
-¿Por qué no?... tienes una sonrisa de ensueño, y no me digas que no lo sabes porque siempre la esbozas cuando quieres conseguir algo..
-Pues yo creo que tengo estos dientes muy puntudos, como si fuera un vampiro o algo… —agrego señalando uno de sus caninos.
-¡Eso no es cierto!
-¡Sí que lo es!... fíjate… —insistió sonriendo medio chueco.
-¡Oh por dios!... es verdad…—exclamo tomándole la cara a la altura del mentón como un dentista lo haría con un paciente particularmente difícil.
-¡Auch!... —dijo de vuelta Blaine al sentir que casi se le dislocaba el cuello.
-Lo siento… —agrego Kurt dándole un par de besos como consuelo—¿por qué nunca había notado eso de tus dientes?
-¿Cómo nuca habías notado el tamaño de mis orejas tiempo atrás?
-¿Cómo recuerdas eso?...
-Ya sabes que recuerdo todo, en especial si nos involucra a nosotros en una bañera.
-OK…, pero da lo mismo, porque tu sonrisa sigue siendo de ensueño y si fueras vampiro… te dejaría que me mordieras cuando quisieras.
-¿Si?
-Si…
-En ese caso… —dijo Blaine trepándose sobre él, le dio un par de mordiscos en el cuello y una vez instalado le tomo las manos alzándole los brazos hasta por sobre la cabeza, los recorrió despacio desde los dedos hasta las axilas y sonrió al sentir el estremecimiento que provocaba en él.
-No creas que con esto te liberas de levantarte —advirtió Kurt moviéndose en la cama para acomodar su cuerpo a las formas de su esposo.
-¿No?... yo creí que sí… —afirmo mordiéndole una de las orejas— apostaría mis mejores partes a que esto… te encanta —insistió cambiando los mordiscos por besos en el cuello.
-¿Por qué usas mis líneas?—dijo hundiendo su cabeza en la almohada para dar más amplitud a su cuello.
-No cambies de tema… te reto a que me digas que no te gusta.
-Me gusta —asintió acariciándole la espalda— pero no esto de las manos, es controlador y un tanto atemorizante.
-¿Qué? —pregunto Blaine incorporándose un poco.
-Que…
-Kurt… lo siento… no sabía… —dijo apartándose del todo mientras le soltaba las manos— ¿Qué? —agrego al ver que su esposo ponía la cara de quien sabe un secreto particularmente divertido.
-¡Estoy bromeando!… —exclamo Kurt mordiéndose el labio.
-¿Qué?
-Estoy bromeando… —repitió sonriendo.
-Eso... eso lo sabía… —dijo Blaine como defendiéndose.
-¡Claro que no!, ya estabas poniendo tu cara de circunstancia…—aseguro soltando una pequeña risa.
-No estaba poniendo cara de nada… reconozco cuando estas bromeando —insistió volviendo al lugar donde placentero donde estaba antes.
-¿Ah sí?
-Oh si… te conozco Kurt Hummel-Anderson… —sentencio siguiendo con lo de los besos.
-Bueno, entonces si me conoce tanto, debería saber que me encanta cuando toma el control de acto señor Anderson-Hummel —dijo mientras le acariciaba la espalda.
-¿Si?
-Obvio que si... es súper extra sexy, pero… —agrego mirando su teléfono— no hay tiempo para eso, debemos levantarnos, asearnos, vestirnos y salir en… menos de media hora —moviéndose hacia la orilla de la cama.
-Kurt…
-Vamos… yo usare el baño primero —dijo levantándose— te quiero bien despierto y alerta en cuanto salga.
-Está bien… —respondió Blaine acomodándose en las almohadas como si le fuera permitido quedarse dormido nuevamente.
-¡Blaine! —exclamo dando unos golpes desde la puerta del baño.
-¡Estoy despierto!... ¡lo estoy!... tranquilo… —añadió sentándose en la cama.

-Creo que tenemos un nuevo record —dijo Kurt mirando la hora en el reloj de su esposo.
-¿Cuánto nos demoramos? —pregunto de vuelta Blaine al tiempo que comenzaban a subir al departamento de Rachel.
-Contando que hicimos todo lo planeado, menos de lo que yo creía, son apenas las 8:30.
-Vaya… habríamos tenido tiempo de hacer otras cosas entonces.
-¿No tenemos el resto de nuestra vida para eso?
-La tenemos… ¿Kurt?
-¿Si?...—dijo este evitando el pasamanos de la escalera del último piso que subían y que parecía y no había sido pulido en años.
-¿Qué opinas de mi idea?
-Es brillante te lo dije…
-No pero… dime la verdad… —pidió Blaine parándose frente a él.
-Te digo la verdad, siempre te digo la verdad… es una gran idea…
-¿Pero?
-No hay peros… solo tal vez deberías de barajar la posibilidad que Mister Shuester diga que no por el poco tiempo que disponemos, pero eso no la hace ser una mala idea.
-Ok… —respondió tomando un poco de aire, le dio un par de golpes a la carpeta que cargaba con todo lo necesario para explicar su plan del musical navideño y se dispuso a tocar la puerta del departamento de Rachel.
-Oye… —dijo Kurt impidiendo aquello, le tomo una mano y lo acerco a él— esto no es tu examen de grado… tranquilízate… —agrego dándole un pequeño beso.
-Gracias… ¿Qué?...—dijo al ver que los ojos de su esposo se quedaban fijos en los de él.
-¿Crees que en 5 años más… o en 20 años más… seguiremos igual que ahora?
-¿Dices jóvenes, guapos y con un cabello envidiable? —pregunto Blaine mientras le ordenaba el cabello de la frente.
-No… digo… así… mirándonos de esta forma… hablando como lo hacemos ahora, amándonos de la manera en que lo hacemos…
-¡Por supuesto que sí!... porque desde el día en me enamore de ti, mi plan es el mismo, pasar el resto de mi vida amándote.
-Suena como un excelente plan para mi… —dijo Kurt tomándolo por las caderas.
-Lo se… —respondió Blaine dándole un beso, le tomo la cara haciéndole retroceder algunos pasos, y dio un giro con él hasta que su espalda se encontró con la pared justo al lado de la puerta del departamento de Rachel.
-Creí que había escuchado unas voces… —dijo esta abriendo la puerta, miro hacia los dos lados y termino por encontrarse con sus amigos otra vez en una situación de índole privado, blanqueo los ojos y pensó que aquello ya se estaba volviendo una tanto incómodo y repetitivo— ¿chicos?
-Otra vez esa corriente de aire…—dijo Kurt soltando un suspiro.
-¿La misma de la sala de maestros? —agrego Blaine sin voltearse hacia la recién llegada.
-La misma..
-“Ja, Ja, ja”… muy gracioso chicos, ¿quieren entrar?, Mister Schuester está aquí —dijo Rachel señalando hacia el interior de su casa.
-Mister Schuester está aquí… —repitió Kurt tiempo que arreglaba la corbata de moño en el cuello de su esposo.
-Nada es más importante que Mister Schuester este aquí… —agrego Blaine sonriendo.
-¡Uy!... ¡ya terminen de entrar!, ¿saben cuántos días faltan para las seccionales?
-78… —respondieron los dos al mismo tiempo mientras cruzaban el umbral de la puerta.
-Ni uno más, ni uno menos… —dijo Rachel entrando tras de ellos— pueden dejar sus abrigos aquí— agrego señalando una pial de tres cajas de cartón— aun no termino de instalarme del todo, cosa que es rara, porque vivo aquí hace ya dos semanas, pero que también es comprensible sabiendo que no viviré aquí para siempre. Kurt se quito el bolso que cargaba y lo dejo con reticencia en el piso, recibió el abrigo de Blaine y lo puso junto al propio sobre las cajas.
-¡Hola chicos! —exclamo Will llegando desde el baño.
-Hola Mister Schuester…—saludo Blaine dándole la mano.
-¿Cómo están? —pregunto estrechándosela de vuelta.
-Bien, ¿usted?, ¿Daniel?
-Excelente… cada día es una aventura con él… ya lo sabrán cuando se conviertan en Padres.
Blaine miro a su esposo y este le sonrió y le guiño un ojo en respuesta.
-¿Sentémonos?... si sus platos no coinciden con las tazas, no es apropósito… y no es lo que quisiera.
-¿De que estas hablando?, combinar es lo último en tendencias —dijo Kurt sentándose en una silla que parecía y se le había quedado al encargado de la pintura de la sala.
-Todo está perfecto gracias Rachel… —dijo Will tomando un plato— chicos, Rachel menciono algo sobe una idea que tenían para reforzar las practicas —agrego sirviéndose un par de tostadas.
-Si… bueno no es una idea comunitaria, sino que de Blaine… ¿cierto? —respondió Kurt sirviendo café para él y para su esposo.
-¿Eso es verdad Señor Anderson?
-Lo es…, veras Will, es decir Mister Schue… a Kurt el plantee la idea de que sería bueno organizar un musical con los chicos del club Glee, incluyendo a los Warblers por supuesto, tengo algunas propuestas… —comenzó a explicar Blaine tomando la carpeta de cuero negro que había dejado a su lado en el sofá.
-Un momento… —dijo Will haciendo la señal de alto con su mano, tomo una servilleta y se limpió la boca dejando el plato con comida sobre la mesa de café— ¿tu idea es un musical?, ¿de qué?—pregunto entrelazando sus manos.
-Bueno… le decía a Kurt que sería bueno uno de Navidad, hay muchas opciones que he averiguado, incluso tengo las partituras de las canciones de tres de ellos —dijo Blaine abriendo la carpeta en la mitad.
-Blaine… solo queda una semana para las vacaciones de Navidad, de ninguna forma se podría organizar un musical, menos uno con un tema tan especifico, no me tomes a mal, es una gran idea, pero… no hay forma de montar una obra en, no se… ¿cuatro días?
-La verdad es que pensaba que podría estrenarse la tercera semana de Diciembre, eso nos da más de cuatro días para prepararlo.
Will se tomó la cara y guardo silencio un instante.
-Todos colaboraremos —se adelantó en decir Kurt presintiendo que la respuesta de Schuester seria negativa.
-Asi es , además estuve averiguando con el conserje de la escuela y aun existe mucha utilería de montajes navideños anteriores, incluida esa máquina que deja caer nieve —explicó Rachel simulando una nevazón con sus manos.
Blaine sonrió complacido al sentirse más que apoyado.
-Chicos, debemos ser realistas aquí, la idea es genial, lo repito… pero si vamos a hacer algo, debemos hacerlo bien, siempre pensando en algo que nos ayude, más que no quite tiempo necesario para practicar, los musicales no solo requieren que la utilería este en buenas condiciones, sino que los actores también lo estén.
-Los chicos son muy talentosos —dijo Rachel mirando de reojo a Blaine.
-Muy cierto y si bien los Warblers no son mucho de musicales, estoy seguro que no demorarían en aprender lo que les indiquen, cuando estaba en Dalton, juro y ensayábamos una canción diferente cada tres horas —aseguro Kurt dando un sorbo a su taza de café.
-No dudo eso…
-Mister Schuester, si no quiere hacer esto, está bien, no tiene que decir que si solo porque el entusiasmo nos desborda —advirtió Blaine cerrando su carpeta.
-No es que no quiera, por favor no me malinterpreten, es solo que… no se… si esta idea hubiese nacido en octubre… podríamos haber montado algo excepcional, pero con tan poco tiempo, imposible… lo siento chicos.
Kurt miro a Blaine y el susurro un “lo siento”, este le respondió sonriendo con tristeza.
-Chicos… no se pongan así… ¿Qué tal…? ¿Qué tal si en vez de un musical organizamos un festival?... ya lo hemos hecho antes, por lo que no sería algo difícil de llevar a cabo.
-¡Habla de algo como “Night of Neglect”?, porque le recuerdo que eso fue un fracaso total —recordó Rachel poniéndose de pie con las manos en la cintura.
-No, no de algo así Rachel, hablo de algo navideño, podemos cantar diferentes canciones, villancicos, algunas de las pertenecientes a los musicales —explico Will señalando al carpeta con las partituras e información.
-¡Podemos vender “egg nog” para recaudar fondos! —exclamo Rachel entusiasmándose.
-Podemos, aunque sin alcohol, recuerden que estamos en una escuela pública.
-Igual podemos usar las utilerías como decoración —dijo Kurt como pensando como quedaría una cosa puesta en una parte.
-Muy cierto…
-Anotemos antes que se nos vayan las ideas… Blaine…¿me alcanzas un par de lápices? —añadió Rachel haciendo espacio en la mesa de café entre las vajilla y la comida.
-Claro…—respondió este levantándose. Rachel le señalo uno de los muebles y Blaine comenzó a hurgar en los cajones que le dijeran.
-Iré a por un cuaderno, tengo uno en mi bolso —agrego Kurt levantándose.
-¡Esto es tan emocionante!, ¡me encanta organizar cosas! —exclamo Rachel haciendo una especie de baile feliz mientras se acercaba a Will.
-Lo siento lo que paso… ¿estás bien? —quiso saber Kurt acercándose a su esposo.
-¿Cómo?... aquí no hay ningún lápiz… más parece un mueble de baño —respondió Blaine moviendo algunos cepillos de dientes y maquillaje, entre otras cosas.
-Blaine… —añadió Kurt tocándole la espalda.
-Lo estoy… lo estoy, no te preocupes, como bien dijiste era solo una idea, no mi examen de grado o algo…
-Pero era una idea perfecta… no dudes de eso.
-No lo hare…
-Además, mira el lado positivo de todo esto…
-¿El que es…?
-Que podremos cantar nuestro dueto navideño… enfrentémoslo, no hay Navidad si ambos no cantamos algo.
-Eso verdad… gracias Kurt… —dijo Blaine dándole un beso en la mejilla.
-De nada, ¿viste si guarde una libreta en mi bolso?
-No lo sé, organizaste todo antes que saliéramos… ¡aquí hay uno!... ¿Quién guarda los lápices al lado de…?… ¿qué es esto? —pregunto señalando un pequeño tubo envuelto en papel.
-No creo y quieras saberlo —respondió Kurt poniendo cara de asco.
-¿Por qué…?... ¡oh!... espero y Rachel nunca los confunda con los lápices —agrego Blaine sonriendo y guardando el objeto de lo más rápido.
-Muy cierto… ¡ah!... la sonrisa que amo… —advirtió Kurt señalándole los labios —pensé y no la vería luego de lo ocurrido— agrego señalando hacia la sala.
-Te dije que estoy bien, además... alguien me dijo que consigo todo con ella... por lo tanto… —respondió volviendo a sonreír aun mas maravillosamente.

Agosto de 2033





-Hola Cariño… —dijo Kurt llegando a la sala.
-Hola Papá…
-¿Qué tal las compras para la escuela? —pregunto al tiempo que dejaba sus llaves y se acercaba a saludar a su hijo, cargaba su bolso más un par de bolsas de tienda y un manojo de correspondencia, todo en una sola mano.
-Bien... aunque cada vez es más difícil creer que solo nos resta una semana de vacaciones —respondió Henry haciendo un gesto de modorra con todo su cuerpo.
-Todo lo bueno acaba hijo, pero… debes pensar que este año… empezaras la secundaria —advirtió Kurt mientras revisaba el correo.
-¿Quieres animarme o pretendes que me dé un ataque de nervios?
-¿Estas nervioso cariño?
-No… bueno un poco… lo normal…—advirtió apuntándolo con el control remoto del televisor.
-Eso es bueno, ¿compraron todo lo necesario?
-Si… aunque el “Papáblen” es un tanto compulsivo a la hora de llegar a las caja registradoras, creo que terminamos con más cosas que las necesitábamos.
-¿Por qué no me sorprende eso? —dijo Kurt mirando un punto en el infinito— ¿tu hermana?
-Está llamando a alguien, creo a su amiga Alaska, como estaba de vacaciones creo y aun no le entrega las cosas que le trajo de Italia, ¿tú también te fuiste de compras? —pregunto el chico señalando las bolsas.
-¿Esto?... no… son unas tonterías que traje del teatro… ¿que ves?
-Estoy esperando que empiece un programa, dentro de… 24 minutos —respondió Henry mirando la hora en su teléfono.
-¿Algo educativo y de apropiado para tu edad supongo? —pregunto Kurt antes de abandonar la sala.
-Lo es… y no sé si educativo, es más bien una tontera, pero la he esperado toda la semana.
-Perfecto… —dijo dándole unos besos en la mejilla— ¿el “Papáblen”?
-Está en la cocina, pasamos al supermercado también.
-¿Por qué no me sorprende eso tampoco?… permiso cariño.
-Si.. ¡Papá!... ¿cómo te fue en el teatro?
-Muy bien cariño, gracias por preguntar.
-¿Todo listo para el estreno en septiembre?
-Todo listo… hoy fueron a tomar las fotos para los afiches promocionales, por lo que solo falta la última prueba de vestuario y estamos listos para estrenar.
-¿Y el “Papáblen” actuara la primera semana como siempre?
-¡Obvio que si cariño!, es mi centavo de la buena suerte… —Henry sonrió complacido al escuchar aquello
-¿No hay cartas para mi? —pregunto el chico mirando a su Papá con la cabeza colgando del borde del asiento.
-Creo que no… —contesto mirando la correspondencia— pero hay muchas invitaciones a diferentes cosas, si quieres aprovechar alguna… —dijo entregándole el manojo de cartas para que las revisara el mismo— lo que sea para mi o el “Papáblen” nos lo entregas después, permiso —repitió retirándose.
-Súper perfecto… —agrego Henry tomándolas, se las puso en el regazo y las comenzó a revisar de a una.

-Hola…
-Bienvenido a casa —dijo Blaine mientras tragaba una cucharada de yogurt.
-¿Comiendo directo del envase Señor Anderson-Hummel? —pregunto Kurt dejando las cosas que cargaba sobre una de las sillas.
-Es yogurt, solo se puede comer directo del envase —agrego limpiándose con una servilleta.
-Sí, pero no creo que esa regla se aplique a un envase de tamaño familiar… porque para eso, tenemos estas cositas muy bellas y que se han guardado aquí por años —sentencio Kurt sacando un par de vasos bajos y anchos, los limpio con una toalla de papel y los puso en el centro de la mesa— tengo mucho que contarte… hola… —añadió dándole un beso.
-Y yo… hola… —contesto Blaine respondiéndole el beso.
-¿Estabas bebiendo también? —pregunto mientras saboreaba algo más que yogurt.
-No… es el sabor que escogí, “pasas al ron y nueces” —explico Blaine señalando la etiqueta al tiempo que comía otra cucharada bien grande.
-¿Nueces?... ¿por qué comparas algo que contiene ingredientes que pueden provocar que nuestra hija enferme?
-Ella no comerá, sabes que este tipo de lácteos no le gustan, además yo me encargare de que se acabe lo más pronto posible —dijo sirviendo en los vasos que su esposo había dispuesto para ello.
-Espero y no sea así… ¿todo bien con las compras?
-Todo perfecto… nuestro hijos necesitan muchas cosas, ¿lo sabias?
-Lo sabía … ¿cómo te fue en el sello?... ¿les dijiste que la primera semana de septiembre eres todo mío?
-¿Creí que por el resto de mi vida era todo tuyo? —contesto Blaine guardando el envase de yogurt en el refrigerador.
-¡Ah muy cierto!... ¿les dijiste? —pregunto mientras se lavaba las manos en el fregadero.
-Se los dije… la primera semana de Septiembre estoy a tu disposición, luego empiezo las grabaciones de “My Universe VI”
-¿Y la gira?
-No habrá gira si no hasta Noviembre o Diciembre, eso depende de la disponibilidad de recintos en México, Colombia y Panamá.
-¿Me invitara al caribe esposo mío? —pregunto Kurt acercándosele de manera sexy.
-Ese es el plan… —respondió Blaine sonriendo, lo tomo del bolsillo del pantalón y lo acerco más a él, Kurt le tomo la cara y le dio un beso— creo… y ese beso no respeta el horario de protección al menor Señor Hummel-Anderson… —agrego en medio de un suspiro.
-Lo se… —dijo Kurt sonriendo.
-Me alegra que hayas recuperado el buen humor…
-Bueno… —contesto Kurt sentándosele en el regazo— de acuerdo al Doctor Jacobs podemos intentarlo nuevamente…
-Lo intentaremos las veces que sea necesario…
-Lo se… —dijo Kurt mirándolo un segundo— ahora… Señor Anderson-Hummel, ¿tendrá libre este mes entonces? —agrego mientras le acariciaba el cabello.
-No necesariamente…
-¿Cómo es eso?
-No necesariamente porque al parecer, tengo que actuar en Chicago, en el festival Lolapalloza.
-¿De verdad?... creí que el “lineup” lo definían con año de anticipación.
-Lo hacen, pero de acuerdo a Sir Elwood Gardner, Perry Farrel pregunto por mi de manera personal, sé que no es verdad y que me lo dijo para que aceptara una actuación que no tenía agendada, pero sonó bastante bien cuando me lo conto.
-¡Blaine eso es fantástico!… ¡y obvio que es verdad!... ¡eres tan talentoso! —exclamo abrazándolo.
-Gracias…
-Y arriesgándome a sonar superficial y materialista… ¿te pagaran más de lo que corresponde?
-La cantidad es francamente obscena…
-¡Mas genial aun!... y estoy tan orgulloso de ti que creo y podría seguir infringiendo el horario de protección al menor en este preciso instante —aseguro Kurt volviendo a acercar sus labios a los de él.
-¿Papás?... ¡uy!... lo siento… —dijo Henry desviando su mirada.
-¿Que sucede hijo?
-Siento interrumpirlos, pero como el Papá me dijo que viera la correspondencia... aquí traje las cartas que no son ni invitaciones ni propaganda de ningún tipo —añadió Henry poniendo cara de complicación.
-Gracias cariño… —dijo Kurt tomándolas al tiempo que se levantaba de donde estaba.
-De nada, ahora voy a ver mi programa… ¡luego les digo que invitaciones aprovechare! —dijo retirándose rápido.
-¿Qué programa es ese?, parece más que entusiasmado —aseguro Kurt apuntando hacia la salida.
-Me dijo algo sobre “Sesame Street”
-¿Ese programa de hace mil años?
-Así es, con sus amigos encontraron unos videos en internet y descubrieron que aun lo pasan en uno de los canales internacionales.
-Genial… —dijo Kurt mirando la correspondencia.
-Ahora cuénteme de su día Señor Hummel-Anderson —pidió Blaine dando unos golpecitos a la silla de junto.
-Bueno… —respondió sentándose a su lado— esta semana estarán listos los carteles… por lo tanto empezaremos los ensayos con el vestuario en tres días.
-¿Yo debo ir?
-¡Por supuesto que debes ir!… es indispensable que vayas.
-Ok… ahora dime que hay en esas bolsas.
-¡Ah!... gracias por preguntar —dijo Kurt levantándose, tomo ambas bolsas, saco de ellas dos cajas de zapatos y las dispuso sobre la mesa.
-¿Compraste zapatos? —pregunto mientras volvía a comer de su yogurt.
-No… los traje del teatro —respondió acomodando las cajas como si en su interior contuvieran algo muy preciado.
-¿Del teatro? —dijo tragando— Kurt, sé que los chicos provocan gastos a esta altura del mes, pero de ahí a empezar a usar ropa usada… —añadió crispando la nariz.
-No se trata de eso… además están nuevos —agrego abriéndolas de una— estos son de tu numero… y estos del mío… —explico dejando a la vista dos pares de zapatos, eran negros y tenían aplicaciones blancas en el sector de los cordones y parte del talón, además de unas placas metálicas en el taco y la mitad de la suela.
-¿Zapatos de tap? —pregunto Blaine mirando los que asignados a él.
-Si… —contesto Kurt sonriendo.
-¿Por qué…?... ¿para…?... ¿zapatos de tap? —repitió un tanto descolocado.
-Si… mira… “Yes My Dear” ya está lista y a punto de estrenarse, por lo que es mi deber pensar en lo que hare para la próxima temporada.
-¿Tan pronto?
-Obvio… mira ya tengo algo en mente, y para gran parte requiere el uso de estos zapatitos —explico moviéndolos en la mesa como si alguien los estuviera usando, provocando con ello un sonido armonioso y divertido.
-Muy bien… ¿y porque tengo un par para mí?
-¿Cómo que porque?, tú debes estar la primera semana del estreno como siempre, como le dije a Henry eres mi centavo de la buena suerte.
-¿Cómo?
-Lo que escuchaste Blaine Anderson-Hummel desde que haces esa parición especial en mis obras, estas son un éxito rotundo… ahora… ¿dirás que si? —dijo haciendo un puchero.
-Por supuesto que si… pero asumo y… ¿no tengo que ponérmelos en este instante?
-No.. ¡obvio que no!...
-Kurt…
-¿Qué?... de verdad… no es necesario que te los pruebes ahora… a pesar que los busque en el cuarto de utilerías por más de treinta minutos… también perdí mi hora de almorzar… —explico mientras guardaba los zapatos en sus cajas— y estoy bastante seguro que contraje un par de enfermedades por todo el polvo que inhale… —añadió levantándose— pero está bien… puedes…
-Dame eso… —interrumpió Blaine sonriendo al tiempo que tomaba una de las bolsas— que conste que lo hago en contra de mi voluntad— agrego sentándose nuevamente para quitarse las zapatillas que vestía — ¿escuchaste eso?
-¿Qué cosa?... —pregunto Kurt mirando a su alrededor.
-Creo que son Henry y Lizzie… ¿peleándose? —respondió parándose en la puerta de la cocina para poner oído hacia la sala.
-Eso es imposible… ellos nunca se pelean —advirtió Kurt ubicándose al lado de su esposo.
-¿Intervenimos? —pregunto Blaine asomándose.
-¡Por supuesto que intervenimos!, ¡no tienen razón para pelearse! —exclamo abriendo la puerta.
-Kurt… primero cálmate…
-Estoy calmado…
-Kurt…
-De verdad que lo estoy… ahora vamos antes que hayan heridos… —sentencio saliendo de los primeros.

-¿Qué haces “Rizzie”?
-Viendo la televisión… ¿qué más podría estar haciendo?... ¡hola! —respondió Lizzie instalada en el sofá donde hacia menos de 5 minutos estaba sentado él
-Si… pero… yo estaba ahí y estaba viendo la televisión… —insistió el chico acercándose.
-Cuando llegue aquí no había nadie… solo tu teléfono…
-“Rizzie”, vamos… dame el control remoto.
-¿Qué?... ¡no!
-¿Cómo qué no?... ¡dámelo!…
-¿Por qué?
-Porque si…
-Vaya respuesta, ¿cuántos años tienes?, ¿cinco?
-Mira… he estado esperando ese programa toda la semana, y hoy por más de media hora… tú no estás viendo nada… —dijo apuntando el televisor.
-Claro que veré algo, Alaska me dijo que pasaran la película que vimos una vez en el cine.
-Y si ya la viste, ¿por qué la veras de nuevo?
-Porque es súper extra entretenida… ¡hola!
-Cambiare de canal, he esperado toda la tarde por este programa y lo veré… —dijo Henry cambiando de canales directamente desde el televisor.
-¡Oye!... ¡no seas imprudente! —exclamo Lizzie sintonizando nuevamente lo que ella quería ver.
-¡“Rizzie”!, ¡vete a tu cuarto!, ¡tienes televisor allí!—agrego su hermano cambiando los canales otra vez.
-¡Tú también tienes televisor en tu cuarto!... ¿qué demonios te pasa?
-¿Qué me pasa a mí?... ¿qué te pasa a ti?... ¿acaso crees que siempre te saldrás con la tuya “Princesa”? —dijo Henry enfureciéndose cada vez más.
-¿Qué se supone y significa eso?
-Significa que estoy harto, harto de hacer 50 cosas al día por ti y que tu no me des ni siquiera una…
-Henry, es solo un programa de televisión.
-¡Pero es lo que quiero ver!, ¡hace días!… ¿cómo no puedes entender eso?
-¡Ay que desagradable! —exclamo Lizzie echando su cabeza hacia atrás como si estuviera harta de todo— con razón Amelia no te da ni la hora….—agrego cambiando más rápido de canales.
-¿Que dijiste?
-¿Quieres moverte?... no veo nada… ¡hola!
-Retira lo que dijiste —advirtió Henry parándose frente a su hermana con cara de furia.
-No tengo por qué… es la verdad, toda la escuela sabe que ella y Liang tienen algo, y el único que no lo quiere entender eres tú…
Henry tenso su cara y se mordió la rabia que sentía, camino un par de pasos hasta donde estaba Lizzie y le arrebato el control de las manos.
-¡Oye!... ¡devuélvemelo! —grito la chica subiéndosele por la espalda para tratar de alcanzar el aparato.
-¡NO!
-¡Henry!
-¡No dije!
-¿Qué demonios está sucediendo aquí? —pregunto Blaine al llegar a la sala junto a Kurt y ver a sus hijos peleándose como dos monos de zoológico.
Ambos vociferaron sus versiones de la historia al mismo tiempo mientras Blaine los miraba a cada uno sin saber si había entendido algo.
-Muy bien, silencio… ambos… —dijo Kurt parándose en frente de ellos con los brazos cruzados—¿Henry?
-¡Eso!... ¡que el niño cuente su versión antes que nadie! —añadió Lizzie dejándose caer en el sofá.
-¿Quieres contarla tú?... pase lo que pase te darán la razón a ti —dijo Henry tirando el control remoto a uno de los asientos.
-¡Suficiente! —exclamo Kurt alzando la voz como nunca antes sus hijos habían visto, ambos se miraron casi arrepentidos de lo que había sucedido—¿Qué significa este comportamiento?... quiero una explicación en este instante, me da lo mismo quien la de, siempre y cuando sea la verdad—aseguro cambiando de posición sus manos para ubicarlas de manera condenatoria sobre sus caderas.
Lizzie y Henry guardaron silencio y se miraron uno al otro nuevamente, Kurt creyó que talvez le había puesto mucho énfasis a su reto y ahora sus hijos le tenían miedo.
-Muy bien, si no desean dar las explicaciones que les está pidiendo su Papá, se fueron ambos a sus respectivos cuartos…
-¿Qué? —exclamaron al unísono.
-Lo que escucharon, este comportamiento casi salvaje no está permitido en esta casa… a su cuarto ambos —repitió Blaine señalando en dirección de los dormitorios.
-¡Eso no es justo!... ¡yo no hice nada!, “Rizzie” llego aquí a provocarme —se defendió Henry apuntando a su hermana.
-¿Eso es verdad Lizzie? —quiso saber Kurt mirándola fijo.
-No lo es… ¡hola!
-¡Claro que sí!… Papá, yo estaba aquí viendo mi programa y ella llego a cambiar de canal.
-¡Eso no es verdad!, cuando llegue aquí no había nadie… ¡nadie! —contesto la chica levantando los brazos.
-¡Porque yo había ido a entregarles unas cosas al Papá!, ¡no me fui a China!
-Claro el siempre servicial y perfecto Henry Anderson… —murmuro Lizzie haciendo gestos de burla con su cara.
-Lizzie…
-Lo siento… —dijo mirando hacia otro lado.
Blaine miro a Kurt como si se pusiera de acuerdo con él de manera telepática en lo que debían hacer frente a esa situación.
-Ok… —dijo Blaine soltando un poco de aire— Princesa, tu hermano estaba esperando el programa que quería ver desde hacía mucho, tu misma lo escuchaste mientras hacíamos las compras… ¿verdad?... ¿hija?
-Es verdad… —murmuro como para que nadie la escuchara.
-¿Crees entonces que es justo que tu cambies esos planes?
-Pero si yo no cambien nada, ¡él no estaba aquí!... ¿Cuántas veces he de repetirlo?... ¡hola!
-¿Tu hermano te dijo que él estaba viendo la televisión antes que tú?
-Si…
-¿Por qué no has de creerle entonces?
-¡Bien!... me voy a mi cuarto… ¡que vea su programa del demonio!
-No tan rápido jovencita… —se adelantó en decir Kurt alzando la voz nuevamente— creo y necesitas disculparte…
-¿Y él?... también me dijo un montón de cosas… ¡hola!
-Muy bien… y él se disculpara por ello.
-¡Uy!... disculpa Henry… no quise arruinar tu súper programa —dijo la chica blanqueando los ojos.
-OK, ¿Qué cosas son esas Henry? —pregunto Blaine tocándose la frente.
-Cosas “Papáblen”… “Rizzie” perdóname por lo que te dije… estaba ofuscado y… —Henry guardo silencio y no término su respuesta, se sentó en uno de los sofás restregándose las sienes y se quedó mirando el piso.
-Cariño… ¿qué sucede? —pregunto Kurt adoptando una actitud más tolerante y calmada.
-Lo siento Papá… no quise…
-Está bien, ya se disculparon… y así es como se procede, se lidia con las peleas y luego se sigue adelante… —explico Kurt agachándose frente a su hijo.
-Claro…
-Henry… ¿estás bien? —agrego Blaine acercándose también. Lizzie soltó un poco de aire pensando que su hermano acaparaba la atención de todos de nuevo.
-Papás... sé que dije que no estaba nervioso… pero lo estoy…
-¿Por empezar la secundaria? —pregunto Kurt mientras le acariciaba una pierna.
Henry gesticulo un sí silencioso.
-Soy un estúpido…
-No digas eso cariño… es normal sentir nervios, pero la secundaria no es algo a lo que debas temer… ¿verdad Blaine?
-Muy verdad… todo te parece atemorizante ahora, pero... ¿sabes qué?... así es con todo lo que no conoces… estoy seguro y los años de escuela que estas a punto de empezar se convertirán en los mejores de tu vida escolar.
-No lo fueron para ustedes….
-No cariño… —respondió Kurt mirándolo hacia arriba— pero estamos en una época diferente, y la historia que vivimos nosotros no tiene por qué ser la tuya.
-Lo siento… soy un gran cobarde…
-Por supuesto que no.
-Yo diría que si… —murmuro Lizzie como cantando— ¿Qué? —añadió al ver que sus dos Papás y su hermano se le quedan viendo.
-“Rizzie”… —dijo Henry levantándose— toma…—añadió entregándole el control remoto del televisor— si quieres ver esa película que te recomendó tu miga… puedes verla aquí… yo me voy a mi cuarto, y disculpa por llamarte Princesa de manera sarcástica… y por ofuscarme por lo que dijiste sobre Amelia… tienes razón… toma —insistió.
-¡Ay Henry!....—respondió la chica colgándosele del cuello— discúlpame tú a mi … no quise decir que la tal Amelia no te daba ni la hora… no te la da… pero no debí decirlo…
-Da lo mismo… no te preocupes —agrego el chico abrazándola de vuelta.
-Así se comportan los hermanos… no vuelvan a pelear, menos por una cosa tan estúpida —dijo Kurt dando un beso a cada uno de sus hijos que aún permanecían abrazados.
-Muy cierto… —añadió Blaine haciendo lo mismo.
-¿Crees que si nos abrazamos un rato bien largo quedaremos inmunes de castigo? —susurro Lizzie en el oído de su hermano, este soltó una risa al escuchar aquello y le dio una vuelta completa sosteniéndola entre sus brazos.

Octubre de 2041






-Kurt tú no eres estúpido…
-Tal vez, pero en ocasiones como esta afloran mis inseguridades y estupideces, esas de cuando tenía 15 y tú aun no llegabas a mi vida, y por más que trate, creo que esos sentimientos me acompañaran por siempre, como un lunar o un mal corte de cabello...
-Kurt, te juro que no pasó nada con ese sujeto, solo me pidió una foto, e hizo un par de bromas que no entendí y unos guiños que me hicieron pensar que tenía una enfermedad neuronal o algo.
-Lo sé, tranquilo —dijo tomándole las manos—además… él me lo dijo.
-¿Peleaste con ese sujeto o algo? —quiso saber Blaine mirando a su hijo pequeño de reojo.
-Establecí algunos puntos…
-¿Puntos que me contaras en algún momento? —agrego bajando su voz al ver que Noah se aproximaba a ellos.
-Puntos que te contare en algún momento… gracias Blaine.
-¿Por qué?
-Porque…
-“Papáblen”, ¿acompáñame al baño? —interrumpió Noah meneándose un poco.
-Yo te acompaño cariño, también debo ir —se adelantó en decir Kurt imitando el baile de su hijo— ¿te parece bien?
-Si…
-Vamos entonces… —añadió tomándolo de la mano.
-Volvemos enseguida “Papáblen”, cuida a “Desmond” —dijo el pequeño entregándole el muñeco.
-Salvado por la campana…—dijo Blaine mientras se alejaban.
-Es genial tener hijos, ¿no crees?
-Kurt…
-Escucha… —respondió este devolviéndose el par de pasos que había alcanzado a avanzar junto a su hijo— actué mal y me arrepiento, es solo eso.
-¡Papá!....—exclamo Noah poniéndose una mano cerca de la entrepierna.
-Enseguida cariño… hablaremos más tarde, ¿de acuerdo?
-¿Estas bien?
-Lo estoy… solo necesito ir al baño… —dijo dándole un beso, se apartó sonriendo y partió raudo con su hijo, que parecía y ya no podía aguantar sus ganas.

-¡Pequeño!... ¿te dejaron solo? —pregunto Dylan llegando con su esposa de la mano.
-No solo… —respondió apuntando a “Desmond” sentado junto a él en la sala de espera.
-¿Cuántos años tiene ese muñeco?
-Pues la edad del más pequeño de mis hijos—dijo Blaine acomodándole el copete.
-¿Y sigue conservando ese cabello?... ¿cómo lo hace? —agrego Dylan cogiéndolo por la cola, lo observo por todos lados y lo meneo hasta desordenarle el peinado.
-¡Oye!... a Noah no le gustara eso —advirtió Blaine tomándolo de vuelta.
-Lo siento… —añadió yendo a por un vaso con agua de la maquina dispensadora.
-¿Cooper se lo regalo?, ¿no es así? —quiso saber Lily sentándose junto a su amigo.
-Si… según él, tiene su mismo estilo —respondió ubicando a “Desmond” en donde estaba antes.
-Pues lo tiene… —aseguro Lily tocándole el pelo al juguete— a propósito, ¿Cómo está él?
-Bien… bueno… no lo he visto mucho este año, pero si lo veré para “Thanksgiving”
-¿Ira a New York?
-No… nos invitó a su casa… nadie sabe lo que resultara de eso —dijo Blaine soltando una risa.
-Vamos dale crédito a tu hermano… si es tan buen organizador de fiestas como guapo… te aseguro y pasaras un gran momento.
-¿De qué guapo hablas bonita?... ¿de mí?
-No… del hermano de Blaine.
-¿Cooper?... ¿guapo?... —dijo Dylan levantando una ceja.
-No más que tu Westbrook, lo sabes bien… —respondió Lily irguiendo su cuello como pidiéndole un beso.
-Es lo que quería escuchar… —agrego su esposo dándole lo que pedía— ¿y donde fue tu descendencia pequeño? —quiso saber su amigo mirando a su alrededor.
-Bueno, Kurt acompaño a Noah al baño y Lizzie insiste en conquistar al enfermero sexy, de hecho fue a hablar con él —explico apuntando hacia el laboratorio.
-Hablando de baño… yo también voy… —dijo Dylan girando sobre un pie— extráñame bonita…—añadió dando otro beso a su esposa. Lily sonrió y se le quedo viendo hasta que despareció tras la puerta de los servicios. Blaine sonrió también y le dio un golpe en la cabeza con el dinosaurio de su hijo.
-¡Oye!... —exclamo la chica sobándose en el lugar del golpe.
-¿Puede Dylan tenerte más embobada?
-¡JA!... ¡mira quién habla!, “Señor Blaine no puedo dejar de tocar a mi esposo Anderson”
-¡Eso no es verdad!
-¡Por supuesto que lo es!… siempre lo estas abrazando y besando, da lo mismo donde estés…
-Bueno… lo mío es diferente
-¿Por qué?
-Porque que sí, porque yo siempre quise enamorarme perdidamente de alguien, en cambio tú, desde que te conozco que tenías esa postura de súper feminista, anti hombres o algo —recordó Blaine haciendo que ajustaba unas gafas inexistentes a la altura de su nariz.
-Yo nunca tuve una postura “anti hombres”, los hombres me han gustado desde que salí del vientre de mi madre, lo que si siempre dije es que nunca actuaría como una boba frente a uno.
-¿Tal y como te comportas frente a Dylan?
-Lamento admitirlo pero si… aunque en mi defensa debo decir que estamos hablando de Dylan Westbrook… solo por esas manos hasta Elisabeth Candy Stanton habría actuado embobada —respondió sonriendo.
-Claro…
-Además, antes de perder totalmente la cabeza y traicionar todos mis principios y creencias relacionadas con el género masculino, me asegure de hacer todo lo que estaba en mi mano por mis congéneres, e instruí a las que más pude, entre ellas… tu hija.
-¿Es a ti entonces a quien yo y mi esposo debemos atribuir el comportamiento de nuestra hija?
-¿A que comportamiento te refieres Blaine Anderson-Hummel?
-¿No escuchaste?, Lizzie está ahora ahí dentro tratando de conquistar al tal enfermero sexy, a pesar que con Kurt le advertimos que es gay.
-¿De verdad? —dijo Lily divertida mirando en la dirección que señalaba su amigo.
-Es de lo que estaba hablando… pero bueno, asumo que al igual que su tía, llegado el indicado se enamorara y olvidara todo.
-Lo hará… muy a pesar de mis principios lo hará…
-Esperemos y así sea… ahora cuéntame… ¿cómo esta Liverpool?, ¿le hizo bien la visita de su amigo?
-¡Excelente!, creo que sus defensas crecieron al triple, por lo tanto estará más que preparado para la “quimio” de mañana.
- Me alegro… ¿Lily?... —dijo Blaine tomándole una pierna.
-¿Si?
-¿Cómo estás? —añadió dándole un par de golpes fraternales.
-¿Blaine Anderson tiene una mano en mi pierna y me preguntas como estoy?
-Lily…
-¿Qué?... sin Kurt en las inmediaciones puedo hacer ese tipo de comentarios.
-Lily…
-Está bien, disculpa… y si precisas saberlo… estoy en el infierno… en el verdadero, oscuro y sin salida infierno.
-Lo siento, de verdad…
-Lo se… ¡mírame!... menos mal que Dylan se fue al baño si no ya me habría zarandeado por los hombros —dijo la chica echándose aire con las manos, tratando con ello de apaciguar las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos.
-¿Cómo? —pregunto Blaine ofreciéndole un pañuelo.
-Gracias… —añadió su amiga recibiéndolo— con Westbrook tenemos esta especie de trato… cada vez que uno de los dos pierda el control de la situación, el otro hará algo para hacerlo reaccionar, aunque eso implique un zarandeo por los hombros —explico mientras se enjugaba las lágrimas.
-No te imagino dejando que alguien te zarandee de ninguna parte del cuerpo.
-¡LO SE!…—exclamo entre risas— creo por eso nos comprometimos a ello —añadió sonándose.
-Todo saldrá bien… —dijo Blaine tratando de consolarla a través de unos cariños en el pelo.
-Eso espero… solo pensar en perder a mi hijo…
-Pues no lo pienses, Lily… estamos aquí no solo para apoyarlos moralmente, también para hacer algo concreto si se da la oportunidad.
-Lo sé, gracias amigo… —dijo la chica abrazándolo.

-¿Ya terminaste cariño? —pregunto Kurt dando unos golpecitos en la puerta del baño que ocupaba su pequeño hijo.
-¡Un momento! —respondió Noah alargando las vocales.
-Muy bien, estaré aquí afuera…—agrego su Papá apuntando el lugar donde lo esperaría. Se acercó a los espejos y retoco su cabello y atuendo, arreglo el centro floral que había al lado del envase de jabón y termino por sentarse en la orilla del mueble en espera de su hijo.
-El pequeño dijo que estarías aquí —dijo Dylan entrando al baño.
-Aquí estoy… yo y Noah, él que aún está ahí dentro —respondió Kurt bajando un poco la voz como si cuidara con ello la intimidad de su hijo— ¿todo bien?...
-Todo bien…—respondió Dylan mirándose la cara en el espejo— el doctor nos dijo que en un par de días se sabrá si alguno de ustedes puede ayudarnos y con respecto a Liverpool, le dijimos que iríamos a dejarlos a la casa y que luego volveríamos a acompañarlo hasta que oscurezca —añadió soltando un suspiro.
-Creo que tú y Lily están afrontando todo esto muy bien…
-Es que lo se debe hacer amigo Kurt, no es posible desmoronarse si un pequeño de 7 años se alimenta de tu fortaleza —respondió apoyando ambas manos en el lavabo.
-Aun así... yo pierdo los estribos cuando uno de los chicos tiene un resfrío… imagina si…
-¿Tío Dylan Westbrook?... ¿también necesitas usar el baño?
-Obvio “duendecillo”, ¿por qué otro motivo estaría aquí?
-¿Liverpool Westbrook Stewart está bien?
-Lo está... aunque me dijo que no olvidaras que dijiste que el mostrarías una foto de un tal Mister no sé qué.
-¡Es verdad! —exclamo Noah tomándose la cara con asombro— le dije que tal vez mi Papá o mi “Papáblen” podrían tener una foto de “Mister Stephen Wishkers”, él es mi gato…—añadió sonriendo satisfecho.
-¿Un gato?... —pregunto Dylan mirando a Kurt— ¿tienes un gato “duendecillo”?... ¿uno que araña y deja pelos por todos lados?
-Si…—volvió a decir Noah acrecentando su mueca de felicidad.
-Vaya… y yo que creía que nada más me haría sonreír este día...
-¿No tienes que usar el baño Westbrook? —dijo Kurt levantando una ceja pero a punto de ponerse a reír.
-Si… claro… un gato… ¿de verdad Kurt?... ¿un gato? —repitió mientras se metía en una de las casetas.
-¿Manos? —pregunto Kurt señalando el jabón y enseñando las propias.
-Sí, debo lavarlas —respondió el pequeño empinándose para alcanzar el envase.
-¿Quieres que te ayude bebé?
-Creo que es necesario —dijo Noah levantando sus manos enjabonadas.
-También lo creo… —agrego Kurt acercándosele, lo tomo por la espalda y lo alzo en su brazos hasta que el pequeño alcanzo las llaves y echo a correr el agua— muy bien enjuagadas cariño.
-Si… —dijo Noah lavándose también la cara.
-Eso no era necesario, pero nunca se está suficientemente limpio… —dijo Kurt sonriendo— ¿listo cariño?
-Si…
-Muy bien… —dijo bajándolo— tomare un par de estas… —añadió sacando toallas de papel desde el dispensador.
-¿Papá?
-¿Si?... toma cariño…
-Gracias… ¿por qué nadie me pregunta por mis gafas?, solo Liverpool Westbrook Stewart lo hizo —dijo Noah secándose la cara y las manos prácticamente todo al mismo tiempo.
-Bueno… debe ser porque tú no lo has mencionado bebé… te queda un poco allí… —señalo su Papá apuntándole el mentón.
-Es verdad… pero deberían de notarlo… yo siempre noto cuando cambia la cara de alguien.
-Es verdad, pero si lo piensas bien, solo Dylan y Lily no lo han notado, tus hermanos te preguntaron de inmediato cuando te vieron.
-Aun así…—insistió Noah como apesadumbrado.
-Pues si necesitas saberlo, cuando estemos instalados se lo preguntamos… ¿te parece bien?
-Muy bien… —respondió el pequeño desechando el papel utilizado.
-¿Qué es lo que está muy bien… ¿las gracias que los gatos dejan en sus cajitas sanitarias? —dijo Dylan saliendo del baño.
-No tío Dylan Westbrook… otra cosa que hablábamos con mi Papá, pero que cuando estemos todos juntos les preguntare.
-Oh muy sabio de tu parte “duendecillo”, así no malgastas palabras —añadió este lavándose y secándose las manos— y entonces Noah… tu gato “Mister”, ¿se sube al sofá extra blanco que tienen
tus Papás en la sala?
-Sabía qué harías una fiesta con esto…—señalo Kurt mientras abría la puerta del baño.
-Y eso que solo estoy empezando amigo Kurt…—respondió Dylan tomándolo por los hombros.

-¿Papá?... ¿porque el “Papáblen” y la tía Lily Westbrook Stewart están abrazados?
-¿Cómo?...—pregunto Kurt mirando.
-Mira…—agrego Noah señalando aquella escena.
-Porque son muy buenos amigos bebé… desde que el “Papáblen” estudiaba en la universidad con ella —explico su Papá mientras caminaban hacia donde ellos estaban.
-Deben estar recordando viejos tiempos… no tan buenos como cuando yo entre en escena… pero… en fin… ¿todo bien bonita? —pregunto Dylan una vez que llegaron hasta la sala de espera y se dio cuenta que tal vez su esposa no estaba recordando tan buenos tiempos.
-Regresaron…—dijo Lily apartándose de su amigo, se sonó un par de veces y se puso de pie para perderse en los brazos de él, este le dio un beso en la cabeza y la envolvió un rato bien largo.
-¿Lily está bien? —pregunto Kurt sentándose medio chueco en la silla para quedar cerca del oído de su esposo.
-Lo está… solo tuvo un momento de tristeza… ¿tu?
-¿Yo que?
-¿Cómo “yo que”? , aun me debes esos puntos que estableciste allí dentro.
-¿Sabías que aquí en Londres ponen flores en los baños públicos?, ¿incluso en los de hombres?
-Kurt…
-¡Es la verdad!… Dylan… ¿habían flores en el baño?
-Bueno por lo que cobran por cada procedimiento, deberían de darnos un ramo a cada uno.
-¿Estas bien amiga? —añadió Kurt mirando a Lily.
-Lo estoy…
-Bueno bonita si necesitas escuchar algo extremadamente divertido, escucha esto… Kurt y Blaine adoptaron un gato.
-¿De verdad chicos?, ¿ahora tienen un gato?
-No es nuestro gato, es el gato de Noah, y no me hagan hablar de él…
-¿Te lo imaginas bonita?... un animalito peludo y con uñas sobre los muebles inmaculados del matrimonio Anderson-Hummel —dijo Dylan sonriendo.
-Lo imagino… ¿lo dejan subirse a esa mesa que tiene no sé cuántos años?
-Por favor no vuelvas a repetir eso… —pidió Kurt tomándose la cabeza, como si al sola idea de que un gato se subiera a su mesa del 1700 le provocara una jaqueca repentina.
-¿”Papáblen”?... ¿Qué sucedió?... ¿Qué le ocurrió a “Desmond”? —quiso saber Noah trepándose en la silla.
-¿A qué te refieres hijo?
-Mira su cabello…—agrego tratando de dar forma al copete.
-Lo siento hijo… no sé qué paso.
-Pues no está bien… —murmuro el pequeño con el entrecejo fruncido.
-Ta vez le llego una brisa… hay muchas aquí “duendecillo” —añadió Dylan haciendo el gesto de silencio para que Blaine no revelara que había sido él el culpable del nuevo estilo de “Desmond”.
-¿Estamos listos para irnos? —pregunto Lily mirando a Noah con ternura.
-Bueno… solo debemos esperar a nuestros otros hijos que … ¡ah!, allí vienen —dijo Kurt haciéndoles una seña como si estuvieran del otro lado de un rio.
Lizzie salió del laboratorio abriendo ambas puertas como si de un bar del oeste se tratase, Henry las esquivo como pudo y la siguió hasta donde estaban sus padres.
-¿Qué tal cariño?... ¿terminaste por convencerte? —pregunto Kurt levantándose de la silla.
-¡Uy!...—exclamo empuñando sus manos.
-Lo siento Princesa… —dijo Blaine sonriendo.
-¡UY!...—volvió a exclamar con mas ahínco, esta vez seguido de un cruzar de brazos.
-¿Qué tal si nos vamos?... ante que tantos “uy” nos pongan en un apuro —dijo Lily haciendo el ademan de dirigirse al ascensor.
-Mucha razón bonita, síganme… tenemos una limusina esperando por ustedes.
-Pero tío Dylan, nosotros arrendamos un auto… —dijo Henry poniéndose la ropa de abrigo.
-No hay problema, lo mandamos a buscar después, ¿tienen allí su equipaje?
-No, como bien nos aconsejaste, en el aeropuerto pedimos que lo llevaran directo a Belgravia —explico Blaine al tiempo que ayudaba a Noah a alistarse para partir.
-Pequeño… eres un genio cuando te lo propones…
-Siempre lo es…—se adelantó en decir Kurt adoptando la actitud de quien establece un punto irrefutable.
Blaine sonrió para si y se levantó una vez que Noah estuvo listo, tomo la mano de Kurt y le dio un beso en la mejilla.
-¡Muy bien!, ahora sí que vámonos… conociéndolos, ese beso se puede convertir en una situación no apta para todo público en cualquier minuto —sentencio Dylan dando unos golpes a cada uno de sus amigos para partir abrazado de su esposa después.

Abril de 2037





-Hola cariño… ¿ya estás en camino? —dijo Kurt contestando la llamada telefónica que acababa de recibir de su hija.
-¿Papá?... ¿Papá?
-Te escucho cariño… te pregunte si ya estás en camino.
-¡Papá!...¡PAPÁ!
-Hija… —respondió Kurt alejándose el teléfono de la oreja al tiempo que se movía del lugar en donde estaba para solucionar el problema de señal y que parecía y estaba teniendo— te escucho perfectamente, no es necesario dañar el tímpano de tu comprensivo padre.
-¡Ay!... lo siento, es que como que se escucha mucho ruido… ¡hola!
-Eso es porque estoy en la calle a cerca de la “Sweet Williams” esperando que el “Papáblen” llegue con tu hermanito.
-¿Aun no llega?
-No… pero un atraso de 5 minutos es algo normal para él, ¿ya vienes en camino?
-No…
-¿Aun estas en al escuela?, ¿no estarás castigada?, ¿o sí?
-No…
-Lizzie…
-No Papá, no estoy castigada, lo que sucede es que quería pedirte permiso para saltarme el plan de compras de hoy.
-¿Por qué?
-Porque… veras… con Alaska y otros amigos iremos una fiesta.
-¿Perdón? —dijo Kurt como si lo que hubiera escuchado fuera “iremos a robar, beber y luego a comprar drogas”
-Eso… como mañana no hay clases porque murió Jesús o algo… haremos algo hoy… ¿puedo asistir?, ¿por favor?
-¿Dónde es esta fiesta?
-En la casa de Viola Sciacchitano, habrá mucha comida y mucha gente, creo que tiene una familia de como 8 millones de personas… ¡hola!
-¿Y quién es esa niña?, no recuerdo y la hayas mencionado como compañera en tu clase.
-No… la conocí en el taller de matemáticas de la NYU, es súper extra sabia.
-¿Cuántos años tiene?, no me digas que es universitaria.
-No… es decir, es un poco más grande que yo, no de tamaño, de edad… ¡hola!
-¿Cuánto más grande?
-Es “Senior” en la HSAS…
-…
-¿Papá?... ¿algún problema?... ¡PAPÁ!
-Estoy aquí cariño, te dije y no eran necesarios esos gritos destemplados.
-Perdón, pero como te quedas en silencio, que quieres que piense…
-No pienses nada, es solo que me hubiera gustado que nos pidieras permiso con un par de días de anticipación, como corresponde y para que el “Papáblen” también se enterara de tus planes y estuviera de acuerdo en autorizarte.
-Lo se… ¡lo sé!... pero fue un plan súper extra espontaneo… si lo hubiera planeado con días de anticipación no sería espontaneo…. ¡hola!
-Por supuesto que no lo seria…
-¿Déjame ir por favor?… Viola tiene un primo que si luce en persona como en las que me enseña… ¡HOLA!… ¿puedo ir?
-Está bien.
-¡Gracias, Papá!... ¡gracias!, ¡gracias!, ¡gracias!…
-Un momento cariño, algunos compromisos antes…
-¡Lo que sea!… ¡hare lo que sea!… menos no ir… ¡hola!
-Puedes ir, pero necesito que me digas la dirección y el número de teléfono de los padres de tu amiga, puedo anotarlos en este instante… —dijo Kurt sujetando el teléfono entre el hombro y su mejilla para buscar papel y lápiz en el bolso que cargaba.
-Papá, te lo texteo en cuanto cuelgue, ¿qué es eso de anotar?, no seas anticuado… ¡hola!
-¿Quieres ir a esa fiesta cariño?
-Ay si… perdón… no eres anticuado, eres el papá más moderno, guapo y estupendo que existe en todo New York…
-Loca, envíame la información en cuanto cuelgues, si no, te revoco el permiso de inmediato.
-Te lo envió súper de inmediato…
-Muy bien… compórtate y te quiero en casa a las 8:30, ni un minuto más, ni uno menos… ¿de acuerdo?...
-De acuerdo… gracias Papá… te amo.. y dile al “Papáblen” que lo amo también… ¡y al “Goblin”!—grito Lizzie como para que la escuchara la avenida N 6th en pleno.
Kurt termino la llamada sintiendo que había perdido un poco la audición, reviso algunos mensajes y sonrió al ver aparecer a su esposo junto Noah en los brazos, les hizo una seña sonriendo y recibió de vuelta otra más efusiva.
-7 minutos, todo un record Señor Anderson-Hummel —dijo como primerísima cosa mientras enseñaba la hora en su teléfono.
-Lo se… lo siento… hola… —dijo este saludándolo con un beso.
-No hay problema… el aire pre-primaveral es fantástico… hola… —respondió saludando de vuelta— ¿y tú?... ¿te divertiste en el trabajo del “Papáblen”? —pregunto recibiendo a su hijo, le dio un abrazo de bienvenida y un par de besos en el cuello que lo hicieron reír.
-Claro que se divirtió, creo y veo un futuro en la música para él.
-¿De verdad?, ¿de verdad bebé?
-Sí, toque la “guitada”
-¿La guitarra?... ¡qué emocionante!, ¿y te gusto cariño?
-Si…—respondió Noah— a “Desmon” “tamben”
-Bueno, en ese caso, pueden hacer un buen dueto juntos… —señalo mientras le acomodaba el sweater que vestía— o un trio si incluimos al “Papáblen” en el asunto… ¿no tuviste problemas por llevarlo? —pregunto Kurt comenzando a caminar hacia la tienda de ropa para niños.
-Ningún problema, fue tan encantador con todos que creo e hizo cuestionarse las opciones de postergación de la maternidad a varias funcionarias del sello.
-¿Si?
-Obvio que si… incluso hizo reír a “Sir” Gardner…
-¿Le sacaste una sonrisa a Elwood cariño?
-“Eldud” —repitió Noah mirando a su alrededor.
-Eso si hubiera sido digno de ver, desde que lo conozco lo he visto reír dos veces con suerte.
-Y yo… ¿todo bien en tu día?
-Todo perfecto, está todo muy tranquilo así es que mañana lo llevare al teatro conmigo, así no trastorna tu rutina dos días seguidos.
-Pues no hay problema si tengo que llevármelo de nuevo, de verdad que se comportó como el príncipe que es… además, sería una buena manera de incentivarlo en lo de la música.
-¿Para que sea cantante como tú?
-O lo que quiera ser…—dijo Blaine mirando a su pequeño hijo.
-Jamás perdonare a Julianna por lo que hizo.
-¿Hablas de embarazarse y tener un bebé?
-¡Obvio!, debimos poner una clausula en su contrato, “nada de bebés hasta que los niños que cuida sean adolescentes”
-¿”Bebés”?, te recuerdo y solo tenía uno hasta una semana atrás.
-¿Y no era acaso suficiente?
-Que no te escuche nuestra hija, ni este pequeño decir eso…
-Pues lo nuestro es diferente.
-¿Cómo así?
-Lo es porque nuestros genes son tan perfectos, que era obvio que debíamos preservarlos en el tiempo con una descendencia numerosa.
-¡Ah!, le modestia que amo en mi esposo.
-Es la verdad, mira esta sonrisa, es perfecta por donde se le mire… como la de la persona de quien la heredo —dijo Kurt haciéndole un cariño en la cara a su hijo y otro en la de su esposo después. Blaine sonrió de vuelta y abrió la puerta de la tienda para él y su hijo.
Ambos saludaron desde la puerta a la dependienta a quien conocían de años, esta les hizo una seña de vuelta y se acercó a saludarlos.
-Señor Hummel, Señor Anderson… un placer como siempre —dijo estrechándoles la mano a cada uno.
-Igualmente Señora Staley —respondió Kurt sonriendo.
-¡Ay por favor!, ¿cuantas veces eh decir que dejen el “señora” y me llamen Bronagh? —pidió la dueña al tiempo que saludaba a Blaine— ¿Este es Noah? —agrego tomando la manito del pequeño.
-Así es… nuestro bebé, que ya no lo es tanto por cierto —dijo este último corrigiéndole el peinado.
-¡Pero si está muy grande!… y guapo… —sentencio acariciándolo— por favor, elijan lo que gusten, yo terminare con un par de asuntos y los atiendo de inmediato… tómense el tiempo que deseen—termino por decir Bronagh retirándose a su escritorio.
-Bien cariño, aquí si puedes bajarte —añadió Kurt dejando a Noah en el suelo— vinimos a por ropa para ti, así es que… puedes elegir lo que te guste—agrego señalando las repisas y colgadores que estaban en barras instaladas a la altura de un niño.
-Me gusta la “dropa”
-¿A quién no cariño?... puedes quedarte con lo que te guste…—dijo Kurt entusiasmándose más que él.
-¿”Tamben” para “desmon”? —pregunto el pequeño enseñando su dinosaurio.
-Pues no se si habrá de su talla, le preguntaremos a la Señora Staley cuando regrese a atendernos… ¿te parece bien?
-Si…—respondió Noah tomando de inmediato un par de camisetas desde una de las mesas.
-¿Con quién hablabas?
-¿Cómo?...—pregunto Kurt escogiendo algunos atuendos extra combinados.
-Cuando llegamos, te vi hablar por teléfono —insistió Blaine sonriendo ante algunos de los juguetes que adornaban diferentes lugares de la tienda.
-¡Oh!, claro… con Lizzie…
-¿”Lisi”? —pregunto Noah volteándose hacia sus padres.
-Si cariño, con tu hermanita Lizzie…
-Yo quiero a “Lisiandesonhumel” —agrego el pequeño de corrido.
-Y estoy seguro y ella a ti cariño… sigue escogiendo ropa, con el “Papáblen” estamos detrás tuyo.
-Si… —respondió Noah continuando en lo que estaba.
-¿Está retrasada? —quiso saber Blaine mientras alcanzaba para su hijo unos muñecos de felpa desde lo mas alto.
-No… llamo para pedir permiso y saltarse este día de compras.
-¿En serio?, ¿por qué?
-Porque asistirá a una fiesta en casa de… —contesto tomando su teléfono— Viola Sciacchitano, que vive en Norwood.
-¿Viola?... ¿Viola? —repitió Blaine como tratando de recordar si conocía a aquella chica— ¿por qué no me suena ese nombre?
-Porque no es una chica de la escuela, la conoce del taller de la NYU.
-¿Y porque no nos aviso antes?
-Lo mismo le dije, pero según ella fue un plan súper extra espontaneo.
-¡Ah!, nada que hacer frente a eso… ¿te dejo el número y todo?
-Numero, dirección, grupo sanguíneo, todos los datos usuales que se piden en estas circunstancias… ¿debí esperar por tu opinión antes de autorizarla?
-Obvio que no, confió plenamente en tu criterio—dijo Blaine tomando una camisa que parecía y era mitad de una y mitad de otra totalmente diferente— mira que linda…
-Pues yo siento disentir y decir que no confió para nada en el buen criterio suyo Señor Anderson Hummel, al menos no en el momento de escoger ropa.
-¿Cómo?
-Esa camisa es horrible Blaine…
-No lo es… —rebatió este mirándola por todos lados.
-Blaine, parece y la hicieron con dos restos…
-Apuesto a que nuestro hijo le gustara…¡Noah! —exclamo haciéndole una seña.
-Obvio que le gustara, está llena de colores…
-Pues yo creo que le gustara porque es súper sensacional… es más… —agrego poniéndosela a su esposo sobre el pecho — si te queda bien a ti… le quedara bien a él, porque ambos son igual de guapos… mira… —dijo moviéndolo por los hombros hasta quedar frente al espejo— no puedes evitarlo… eres adorable Kurt Hummel-Anderson —añadió dándole un beso en la mejilla.
-Y tu un adulador… ¡y me encanta ser yo el adulado! —respondió Kurt abrazándolo por el cuello.
-¡Papá!, “Papáben”, miren toda mi “dropa”—dijo Noah cargando unas 15 piezas de ropa diferente, era tanta que parecía y el peso lo hacía perder el equilibrio a ratos.
-Pero ese es mucha ropa… —aseguro Kurt tomando todo para ponerlo sobre una de las mesas— ¿y todo esto te gusto bebé? —añadió mirando cada pieza.
-Si… a mi y a “Desmon”
-¿Y esta?... ¿te gusta hijo?... ¿Qué? —pregunto Blaine al ver que Noah se llevaba las manos a la boca y emitía pequeñas risas.
-Creo que no le gusta tanto como pensabas..—dijo Kurt señalando el gancho que aun colgaba de su cuello— debí apostar algo… —agrego poniéndola en su lugar
-Bueno, yo siempre estoy a favor de las apuestas.
-¿Incluso cuando son tus mejores partes la que están en juego? —pregunto al tiempo que seleccionaba la ropa que comprarían de la que en realidad su hijo no necesitaba o no usaría nunca.
-Bueno ahí tendría que pensarlo… —agrego Blaine ayudando en la tarea seleccionadora.
-¿Disculpe?... ¿es usted Kurt Hummel? —dijo una persona tocando a Kurt por el hombro.
-¿Disculpe? —respondió volteándose.
-Claro que lo es… disculpe y lo moleste… pero, ¿podría tomarme una foto con usted? —agrego una mujer enseñando su teléfono, era joven y atractiva, además lucia como si estuviera a punto de subir a una de las pasarelas de la semana de la moda de la ciudad.
-¿Conmigo?... —pregunto apuntándose— ¿está segura y es conmigo con quien desea fotografiarse? —agrego mirando a Blaine, quien, por lo general, era el que acaparaba toda la atención de la gente, en especial de las que se veían como la mujer que tenía en frente.
-Por supuesto… soy una gran admiradora suya… creo que su trabajo en Broadway no tiene precedentes, ni se compara con nada.
-Muy bien entonces…—dijo Kurt parándose a su lado, esbozo una gran sonrisa y se dejo fotografiar abrazado de ella.
Blaine sonrió orgulloso y se apartó hacia el costado opuesto de la tienda, tomo a Noah en los brazos y se quedó observando aquella escena.
-¿”Papáben”?... ¿quién es ella?
-Una señora muy simpática.
-¿Cómo se llama?
-Pues no lo sé hijo, no la conozco.
-¿Y yo no la conozco? —pregunto Noah tomándose la cara.
-No lo creo…
-¿Y “Desmon”?
-Tampoco…
-¿Y Papá?
-Pues no…
-¿Y porque se toma una “fogrotafia”?
-Porque, ¿recuerdas el trabajo del Papá?, ¿en el teatro?
-Si… —respondió Noah acurrucándosele en el hombro.
-Pues esa señora debe ser una de las tantas personas que paga su entrada para ver las obras de tu Papá, se llama admiradora.
-¿”Admidaroda”?
-Así es… y tú y yo, así como tus hermanos debemos estar muy orgullosos de que al Papá lo admiren muchas personas.
-¿Por qué?
-Porque eso quiere decir que él es mu y talentoso, además de guapo…—dijo Blaine soltando un suspiro.
-Me parece bien…
-Y a mí…—termino por decir Blaine dándole un beso en la frente.
La mujer le dio la gracias y le dijo un par de cosas que hicieron a Kurt soltar una pequeña risa, este la abrazo y se despidió de ella de lo más agradado.
-Eso fue muy dulce… —dijo Blaine acercándosele.
-Y raro… —agrego Kurt volviendo a lo de la ropa.
-¿Raro?, ¿Por qué?
-¿Cuándo alguien que no fuera una señora de mediana edad me había pedido una foto?
-Bueno, eso es para que veas que tu talento tiene admiradoras por todos lados, ¿verdad Noah?
-Sí, y estamos “ordullodos”
-¿Cómo cariño?
-Creo y dijo orgullosos —dijo Blaine sonriendo.
-¿Estas orgulloso de tu Papá?, ¿en serio?... pues muchas gracias bebé… ¿y sabes lo que eso merece de mi parte?
-No…
-¡Pues que te coma a besos! —exclamo dándole múltiples besos en toda la cara. Noah se retorció un resto en los brazos de Blaine y trato de ocultarse tras “Desmond”— eres un dulce… —agrego al ver su reacción.
-Por cierto que lo es… —corroboro Blaine bajándolo para que seguir con las compras— oye…—agrego tomando la mano de su esposo— deberías saber… que… yo también dije que estaba orgulloso de ti…
-¿Si?... —dijo este acercándosele mas.
-Si… así es que me preguntaba… si… tendré un turno en eso de los besos —pregunto casi susurrando las últimas palabras.
-Pues espere a ver que hare con usted al llegar a casa Señor Anderson Hummel… —respondió Kurt en el mismo tono — considérelo como nuestro propio y privado plan súper extra espontaneo.
-Ok…—dijo Blaine como desinflándose.
-Pero primero terminemos a lo que vinimos…
-¿Las compras?
-Las compras…