(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee “10 days for Christmas”

Diciembre de 2014





-¿Estas despierto?...
-…
-¿Blaine?
-Lo estoy… —respondió este volteándose hacia él.
-¿Qué hora es? —quiso saber Kurt tratando de tantear el teléfono en su mesa de noche.
-No lo sé… pero aun esta oscuro —contesto Blaine refugiándosele en el hombro, trepo un tanto por su cuerpo hasta que su nariz se encontró con el cuello de su esposo.
-Debe ser extra temprano… ¿por qué estas despierto?
-No lo sé… la misma razón que tu supongo.
-Dudo que sea la misma razón que me tiene desvelado a mí.
-¿Por qué?
-Porque yo estaba repasando todas las cosas que nos perdimos por casarnos de manera tan apresurada.
-¿Cómo? —dijo Blaine dando un tono divertido a su voz.
-Lo que escuchaste, a pesar que no me arrepiento en lo más mínimo porque fue el momento más romántico de mi vida, bueno el segundo… ¡no!, miento… el cuarto momento más romántico de toda mi vida… no puedo dejar de pensar en todo los que nos perdimos —insistió mientras le recorría la espalda con sus dedos, tal y como si fueran un par de piernas inquietas.
-Definitivamente no estamos develados por la misma razón… ¿qué crees y fue de lo que nos perdimos?
-Bueno, primero… de tener una lista de regalos como la gente.
-Nos regalaron cosas… no tantas claro… pero nos regalaron cosas, ¿qué más?
-Una ceremonia exclusiva para nosotros… y no me estoy quejando, mi Papá hizo un gran trabajo, pero todo el asunto del granero… aun me provoca calosfríos.
-Yo puedo hacer algo para esos calosfríos —susurro Blaine abrazándolo a la altura de la panza.
-Un problema menos entonces… —añadió Kurt besándole la frente.
-¿Eso sería todo?
-¡Claro que no!.... aún queda lo que pudo ser nuestra recepción, que no tuviéramos el cuarteto de cuerdas tocando “Come What May”, y la más importante… ninguno de los dos tuvo despedida de soltero.
-¿La más importante? —pregunto Blaine incorporándose un poco, como si con ello quisiera demostrar cuan sorprendido estaba.
-¿Por qué te pones así?
-No me pongo nada, es decir… solo que me sorprende que tu pienses que tener una despedida de soltero, con todo lo que ello implica, es lo más importante que nos perdimos.
-¿No lo crees tú?
-No… es decir…no…
-Si no te conociera bien pensaría que hasta te incomoda el tema —dijo Kurt tratando de no reír de la cara de su esposo.
-No me incomoda… ¿por qué habría de incomodarme?... es solo que… no se… ¿acaso quieres tener una despedida de soltero?
-Bueno, ahora sería bastante estúpido ya que soy un hombre casado —contesto enseñado su argolla de matrimonio.
-¿Por qué lo mencionas entonces?
-Porque no se… tal vez porque es algo por lo que todo hombre debe pasar en su vida, como no se… aprender a conducir, emborracharse, ese tipo de cosas.
Blaine lo miro con los ojos empequeñecidos y abrió la boca para rebatir aquello, pero opto en cambio por levantarse de la cama.
-¿Por qué te vas a levantar?, son exactamente las 6 de la mañana —añadió su esposo tomando su teléfono.
-Bueno… ya que no puedo dormir… es bastante poco productivo que me quede acostado… preparare el desayuno…
-¿Estas bien?
-Lo estoy… solo me estoy levantando.
-Como quieras… —dijo Kurt mirándolo raro— peor no me lo traigas a la cama, ya hablamos que es injusto que me atiendas tanto, me levantare en cuanto empiece a aclarar, levantarme sin que salga el sol me hace pensar que es de madrugada, y solo malos recuerdos vienen a mi cabeza cuando relacione madrugada con salir de la cama.
-Claro… —dijo Blaine poniéndose los zapatos.
-¿Seguro y estas bien?... te pusiste mis zapatos.
-¿Cómo?...
-Mis zapatos, te pusiste mis zapatos, y no mis zapatillas de levantarse lo que daría lo mismo, si no que mis zapatos.
-¡Tienes razón!... —exclamo soltando una risa— ¿en que estaba pensando?... te dije que estoy desvelado… y cuando no puedo dormir mi cabeza funciona un paso más atrás que mi cuerpo… vuelvo enseguida.
Kurt se le quedo viendo un instante pensando a que se debía todo ese comportamiento tan extraño, sintió la alarma de un texto entrante en su teléfono y concluyo que por más bizarro que era el actuar de su esposo, habían personas aún más extrañas en el mundo y que se dedicaban a mandar mensajes a altas horas de la madrugada.

-¿No acabamos de hablar sobre estos desayunos en la cama? —dijo Kurt al ver que su esposo llegaba al dormitorio con una bandeja llena de cosas.
-Hablamos… —respondió Blaine dándole un beso para dejar lo cargaba a un costado de la cama luego.
-¿Por qué lo haces de todos modos entonces?, dije claramente que estaba a punto de levantarme —agrego dejando su teléfono sobre la mesa de noche.
-Lo dijiste… pero lo hago porque me encanta… y porque te amo… buen provecho —agrego poniéndole la bandeja en el regazo.
-Si me sigues alimentando así, terminare aumentando un kilo pro día.
-No es obligatorio que te lo comas todo…
-¡Pero siempre termino haciéndolo!... y no es justo para mi ropa… —sentencio Kurt comenzando a comer de todas formas.
-No seas tan duro contigo mismo… comer es lo mejor que existe… ¿con quién hablabas? —pregunto mientras sacaba algunas cosas del closet.
-Creo que ya lo sabes…
-¿Rachel? —dijo mirándolo por sobre el hombro.
-Rachel… —repitió comiendo una par de hojuelas de cereal.
-¿Puso el número de días que faltan para las nacionales?
-68, con adornos navideños y todo —dijo enseñando el mensaje— ¿de dónde saca estos “emojis”? —agrego mirando los mensajes anteriores.
-Mejor preguntarse de dónde saca cabeza para llevar la cuenta de cuantos días faltan para la competencia.
-Claro, como si el trabajo que tiene fuera extra demandante… ¡prepara una canción al día por todos los santos! —exclamo levantando sus manos con trozo de pan en una y un pequeño cuchillo en la otra.
-Es el mismo trabajo que hacemos nosotros… —dijo Blaine en medio de una risa.
-¡Pero lo nuestro es diferente! —insistió mascando.
-¿Por qué?
-Primero… porque estamos casados…
-¿Y?
-Y… eso… te da un estatus diferente y nuevas y complicadas responsabilidades —aseguro mientras limpiaba con su legua el exceso de mermelada en las orillas de su tostada.
-¿”Complicadas responsabilidades”?... ni que ya tuviéramos un hijo o algo…—dijo Blaine mientras desempacaba un envase de crema de afeitar.
-¿Qué dijiste?
-¿Qué?
-¿Piensas en cuando tengamos hijos? —dijo Kurt haciendo una mueca infantil con su cara como si el solo hablar de aquello lo conmoviera al máximo.
-Por supuesto que si… ¿acaso tu no? —pregunto sacando otro par de productos desde sus cajas respectivas.
-Más de lo que correspondería —respondió pensando que si seguían las preguntas sobre bebés, terminaría por confesar que ya tenía elegidos los nombres, el orden de nacimiento y hasta el color de los cuartos de cada uno de sus hijos.
-Temo preguntar qué significa eso… pero lo que si diré, es que llevamos un mes de casados… por lo tanto en lo que menos pienso es en bebés, vuelvo enseguida.
-¿Qué?... ¡no!, ¿dónde vas?, ¿no vas a tomar desayuno conmigo? —pregunto dando un sorbo a su café.
-¿Cuántas tazas ves?
-Una…
-¡Ah!... ¿eso quiere decir entonces?...
-¿Que me dejaras comiendo solo? —pregunto mascando.
-Solo será un momento, luego traigo mi café, ahora debo afeitarme —agrego dando otro beso que le supo a mermelada de fresa.
-¿Puedes decirme que te molesto?
-¿Por qué crees que estoy molesto?
-Porque sí, porque actúas raro y te pones todo así… —dijo simulando algo que Blaine creyó y era un gorila con deficiencia mental.
-No me molesto nada, solo quiero aprovechar el tiempo, usar el baño antes que tú y estar listo para que no nos retrasemos… ¿qué? — dijo al ver que su esposo ponía cara de necesitar una explicación a aquello.
-Nada… es solo que tenemos tiempo de sobra y a mí se me ocurren muchas cosas que hacer con ese tiempo de sobra… eso de seguro… y ninguna que tiene que ver con abandonar la cama de manera repentina o llevarme la contra en todo lo que digo —agrego señalando la bandeja.
-Estas disfrutando tu desayuno, deja de rezongar o te saldrán arrugas… me demoro lo mínimo—agrego haciendo el ademan de meterse al baño.
-No… espera… Blaine… háblame primero…
-¿Sobre qué? —pregunto desde la puerta.
-No se… dime como dormiste, si soñaste conmigo, o si no te cayó mal cena… ese tipo de cosas —contesto al tiempo que daba otra mascada a una de sus tostadas.
-Veamos… —respondió acercándose a la cama para terminar sentando en una de las orillas— dormí muy bien, gracias por preguntar, la cena estuvo deliciosa, por lo tanto no me cayó mal, de hecho nada de lo que tu cocinas puede sentarme mal nunca y por ultimo… definitivamente si soñé contigo —termino por decir con una gran sonrisa, enumerando con sus dedos las respuestas que le demandaba su esposo— ¿qué hay de ti?
-Yo amanecí muy bien gracias… —dijo bebiendo jugo — ahora eso sí, estoy un poco desorientado al darme cuenta que hablar con mi esposo de ciertos temas es como hablarle a una pared.
-Insisto que te estas comiendo el desayuno, así es que no reclames —sentencio agarrándole un pie antes de levantarse.
-Rachel dijo que pasaría por aquí para que nos fuéramos juntos a la escuela.
-Excelente plan… —contesto alzando sus pulgares, antes de meterse al baño.

-¿Blaine?...—dijo pasado unos minutos.
-…
-¿No crees que deberíamos de ensayar?
-…
-¿Blaine?
-¡Te estoy escuchando!…
-¿Escuchaste lo que te dije?
-Si… que… deberíamos… de ensayar... —repitió este como si estuviera haciendo algo que necesitaba toda su concentración.
-¿Y qué opinas?, ¿crees que deberíamos o no?
-Definitivamente no… —respondió asomándose por la puerta del baño con la mitad de la cara afeitada.
-¿Por qué no?
-Kurt… —dijo saliendo del todo con la navaja en su mano— hemos cantado esa canción como un millón de veces… no es necesario que la ensayemos —sentenció volviendo a entrar.
-Pues es una gala no una tarde en el parque… todo ensayaron, incluso Sam ha quedado con Mercedes para practicar después que terminan los entrenamientos… para que hablar de Rachel que no hace más que hablar de la canción que cantara y el vestido que se pondrá… ¿me estas escuchando?
-…
-“Si amor de mi vida te estoy escuchando” —murmuro Kurt mientras se levantaba de la cama — vaya... —dijo entrando al baño— pensé que te encontraría con más espuma y menos ropa.
-Siento decepcionarte “amor de mi vida”… pero te dije que me demoraría lo mínimo —contesto Blaine terminado de afeitar su barbilla.
-Entonces si me estabas escuchando… —dijo parándose tras él.
-Si…
-¡Súper concentrado!… —exclamo Kurt mientras se metía entre el lavamanos y su esposo, se sentó en el mueble y se le quedo viendo un instante.
-¿Vas a seguir interrogándome sobre cosas?
-No… —respondió en tono remolón.
-Entonces… ¿entraste a presionarme para que te deje el baño a ti?
-Tampoco… —agrego rodeándole los botones de la camisa del pijama con sus dedos.
-Amaneciste particularmente juguetón, ¿te das cuenta de ello?… —dijo Blaine ubicándose entre sus piernas.
-Tal vez…—añadió tomando una de las toallas.
-¿Y debo atribuírselo al desayuno que gentilmente te prepare?
-No, mejor atribuírselo a la gala y a lo elegantes que nos veremos con nuestros atuendos… —respondió quitando los excesos de crema de afeitar desde la cara de su esposo.
-Si sigues denostando mis desayunos, no te consentiré más.
-Es lo que habíamos acordado, ¿o no?… haz así… —pidió enchuecando casi toda su cara para que Blaine hiciera lo mismo.
-Muy bien… —dijo este imitando la mueca— y si así lo deseas, no volveré a consentirte.
-”Excuse moi” Señor Anderson-Hummel, pero debe saber que estaba hablando solo de los desayunos en la cama, no en lo de consentir —dijo tomándole al cara por el mentón — eso quiero que lo sigas haciendo por el resto de tu vida.
-¿No es lo mismo?
-No, no lo es… y la razón que te doy para que lo primero acabe es, que si no vas a quedarte conmigo compartiendo el desayuno, no hay mucho que disfrutar…
-Ok… —dijo Blaine dándole un beso— ahora si me disculpas aprovechare el escaso tiempo que tengo asignado para usar el baño y me duchare.
-¿No puedes esperar un par de minutos? —preguntó Kurt acercándolo más a él.
-Bien pobre la expectativa que me das si hablas de “un par de minutos”—respondió Blaine mientras le acariciaba la cara y el pelo.
-Sabes a lo que me refiero… —insistió besándole el cuello.
-Lo se… —dijo apartándose un poco.
Kurt soltó un suspiro y sintió aquello como un rechazo.
-¿Estas bien?
-Lo estoy…—contesto mientras comenzaba a quitarse la parte de arriba del pijama.
-¿Seguro?... porque fue mencionar lo de la despedida de soltero y como que cambiaste de personalidad.
-¿Cambiar de personalidad?... creo y despertar temprano te hace ver a ti cosas raras… —añadió dando el agua de la ducha.
-Blaine…
-Ok… escucha —dijo acercándosele, se tomó una oreja y luego se restregó la frente, tal y como si ambos gestos le dieran el valor que necesitaba para hablar o algo parecido— fue una reacción estúpida e infantil y me arrepiento... es más, me siento un tanto avergonzado… ¿me disculpas?
-No quiero tus disculpas, quiero que me cuentes que te molesto.
-No me molesto nada… es solo que pensar en ti y un “strepper” es algo que me revuelve el estómago y la mente.
-¿Por qué? —pregunto Kurt soltando una pequeña risa.
-Porque me dan celos… muchos… —termino por decir Blaine encogiendo sus hombros.
-Blaine…
-Mira… confió en ti y en tu amor… pero hay ciertas cosas…
-¿Qué te revuelven el estómago y la mente?
-Exacto…
-Pero yo no quiero una despedida de soltero, ya le dije al hombre de mi vida “si”…
-Lo mencionaste como algo importante.
-Así como el cuarteto de cuerdas y los regalos, y créeme que no comenzare a llamar a todos nuestros amigos para pedirles algo, ni tampoco empezare audiciones de violines y chelos.
-¿No?
-No…
-¿Tampoco quieres ver a alguien quitarse la ropa en frente de ti?
-Tampoco… siento haber dicho que era importante porque no lo es… además, si no se pueden conseguir “streppers” como los de “Magic Mike”… no vale la pena ver a nadie.
-Ok…—dijo acercándose lo suficiente como para sus labios se encontraran y su esposo pudiera estrecharlo entre sus brazos— te amo Kurt…
-Lo se… —respondió sonriendo, se miró un instante en sus ojos y volvió a besarlo— y lo que también se —agrego saboreándose— es que somos pobres… al menos por ahora… —dijo bajándose de donde estaba— así es que o cortas el agua o tomas esa ducha, porque cada centavo extra cuenta en la factura del agua de cada mes —termino por decir Kurt saliendo del baño.

Mayo de 2025







-¿Quién es Jackson? —quiso saber Kurt moviéndose un poco de manera disimulada para quedar entre el recién llegado y su esposo.
-Jackson…—repitió enseñando su anillo de casado.
-¡Vaya!… felicitaciones… —agrego Kurt acercándose más a Blaine.
-Sí, bueno… tenía que enseriarme alguna vez… pero como les decía, yo insisto en que te conozco y él no me cree, le he dicho: “yo bese a ese hombre” — dijo David soltando una risa, Henry dio un pequeño respingo y abrió más sus mirando a su Papá como en busca de una explicación— viví con él, por no decir…
-¡OK Karofsky!, no creo que lo que hayas hecho hace un siglo atrás sea interesante ahora, en especial con tantos niños rodeándonos… por lo demás, nosotros nos íbamos… ¿verdad Blaine? —termino por decir tomando a su esposo de la mano.
-Si… —dijo este sin saber bien a quien mirar— claro que nos íbamos, creo que a diferencia de nosotros, a nuestro hijo no le gusta andar sobrevestido por ahí… un gusto verte Dave…
-Igualmente… —contesto Karofsky dando otro abrazo— oigan, estaré en la ciudad al menos hasta el lunes, si quieren que nos juntemos a recordar viejos tiempos… ¡bien por mí! —añadió levantado sus pulgares nuevamente y palmoteando a ambos acto seguido.
-Bueno, no creo que podamos, pero te avisaremos… adiós…—dijo Kurt comenzando a avanzar con su hijo de una mano y su esposo de la otra.
-Ok… ¡gusto en verlos! —exclamo viéndolos perderse por uno de los pasillos— ¡esperen!... —agrego haciendo un par de señas como si se le hubiese ido el autobús de las 8 y llego hasta ellos en lo que Henry creyó y eran solo dos zancadas.
-Estoy seguro y este tipo de inconvenientes no sucedían en el 1800 —murmuro Kurt entre dientes.
-Me iba sin decirles en que hotel me estoy quedando… —dijo sacando su billetera— New York tiene el mejor servicio de habitación… ¿lo sabían? —agrego mientras buscaba algo que Kurt pensó y no encontraría nunca en la vida.
-Bueno, hemos estado en un par de hoteles… ¿verdad Kurt?
-Lo mejor de todo el universo… —respondió este con una sonrisa de oreja a oreja.
-No sé si del universo, pero al menos lo que me ha tocado ver es bien genial… ¿dónde la deje?
-¿Dónde dejaste qué?
-La tarjeta… ¿pueden creer que hay lugares que aun entregan tarjetas?... no todo es tecnología—aseguro dejando hacer un par de envoltorios de chocolate bien estirados.
-Si quieres nos llamas y nos cuentas, no hay problema —añadió Kurt haciendo el ademan de retirarse.
-Está bien —respondió Karofsky sacando su teléfono— pero les juro y tenía la tarjeta justo aquí… —insistió hurgando más dentro de todo lo que cargaba en su pequeña billetera— denme el número donde puedo contactarlos —agrego entregando a Blaine el aparato.
-Dave, ¿cómo es posible que después de tantos años, aun sigas siendo tan desordenado con tus documentos?—dijo este soltando una risa y comenzando a hurgar también una vez que había terminado con lo del número.
Kurt sintió que su sangre hervía y que pronto terminaría liberando vapor por sus orejas.
-Algunas cosas no cambian, Jackson logro “lacearme” pero mucho mas no ha hecho…
-¿Viajas mucho?...
-Bueno yo si… el negocio es mío, Jackson es maestro de la Universidad de Lima.
-¿Aun vives en Ohio?
-Aun… ¿puedes creerlo?
-No…—respondió Blaine sonriendo.
-Bueno, de ahí soy y allí me quede.
-Claro… al menos a Mckinley no tienes que ir .
-He ido un par de veces, no creas que no, aunque es una escuela de arte, igual tiene tiempo para el deporte.
-Blaine… —dijo Kurt dando unos 45 argumentos silenciosos diferentes con solo levantar su ceja y que explicaban porque debían irse de inmediato.
-Si… enseguida… —respondió este devolviendo a Karofsky algunas de las cosas que había tomado desde dentro del porta documentos de su amigo— nos llamas entonces —agrego apartándose.
-Claro… pero te juro y… ¡ah!... ¡aquí esta!... ¡dije que la tenia y aquí esta! —exclamo meneando la tarjeta del “Langham Place” de la Fifth Av.
-¿Te estas quedando aquí? —pregunto Blaine tomando el papel.
-Si… ¿por qué?
-Nosotros vivimos en esta avenida, un poco más al norte, en el..
-Disculpen… —interrumpió Kurt con el tono de voz más calmado que encontró— no quiero parecer pesado ni algo pero… tenemos una actividad a la que asistir… además, si se cuentan todo ahora, no les quedara nada de lo que hablar en la cena, ¿no creen? —termino por decir mirando ambos.
-Claro... tienes razón… les estoy robando tiempo precioso, y créanme que de tiempos sí que se… —sus interlocutores se quedaron callados sin entender si aquello era un chiste, una metáfora o una asociación de conceptos que solo Karofsky entendía.
-¿A qué te refieres Dave?
-¡Porque instalo marcadores!... ¡marcadores de tiempo! —exclamo gesticulando obviedad con sus manos.
-¡Oh!… buena… –dijo Kurt levantando uno de sus pulgares.
-Está bien, nunca he sido divertido, pero soy bueno en otras cosas… ¿verdad Blaine? —agrego abrazado a quién alguna vez fuera su novio— no los entretenga mas— dijo acercándose al pequeño— gusto en conocerte Henry, tienes a los mejor padres que alguien pudiera desear— el aludido sonrió y se irguió un poco como si demostrara con ello todo el orgullo que sentía de ser hijo de quienes era— ¡llámenme! —exclamo dando al mano a Kurt y a Henry y repitiendo el abrazo a Blaine.
-Lo haremos Dave … ¡saludos a Jackson!
-En tu nombre, pero de verdad llámenme para que nos juntemos , muero por saber cuántos de esos sueños tuyos ya has cumplido, al menos con los de los hijos ya vas en un 75%... —termino por decir David retirándose por donde había aparecido. Blaine se le quedo viendo un instante y sonrió como recordando algo divertido.
-Estamos en medio de algo… ¿recuerdas? —dijo Kurt apuntando a su hijo.
-Claro… —respondió como volviendo en si, tomo la mano de Henry y comenzó a caminar hacia el salón del baile— No lo puedo creer… —agrego sonriendo al tiempo que seguía mirando a Karofsky que les hacía señas de manera casi compulsivas.
-Créeme que ni yo… —agrego Kurt de malos modos.
Henry los miro a ambos con cara de pregunta.
-Lo único que falta es que surja un problema legal con los derechos de las cancones que está interpretando el cuarteto y aparezca Sebastian para solucionarlo, sonriendo con no sé cuántas nuevas piezas dentales.
-¿Él no está en Washington?
-No lo sé y no me importa.
-¿Estás enojado Papá? —pregunto Henry al ver la actitud con la que Kurt respondía a lo que Blaine le preguntaba.
-¿Cómo? —respondió sonriendo— ¿porque lo preguntas?
-No se… creo y ese señor no te gusta mucho… ¿es porque se dedica la futbol?
-No cariño, cada quien se dedica a lo que sus capacidades le permiten, ¿sabes lo que sucede?, es que estamos en medio de esta actividad tuya y sentí que estábamos atrasándonos, pero nada más, no te preocupes.
-¿No dije que no me gustaba la mentira? —agrego Henry con las manos en la cintura
-¡No estoy mintiendo cariño!… palabra de Papá —dijo Kurt habiendo el gesto que indicaba el honor de los scouts más que otra cosa.
-Está bien…
-¿Qué tal si vas adentro y le preguntas a la Maestra si ya podemos marcharnos?, con el “Papáblen” haremos una última ronda por los baños tal y como nos pidió la Señorita Walton… ¿te parece bebé?
-Papá… no me digas bebé…—murmuro Henry tomándose la frente mientras miraba a su alrededor por si habían testigos de aquello que le provocaba vergüenza.
-Lo siento cariño… nunca más… lo prometo —dijo Kurt ajustándole la corbata y los botones del traje. Henry se soltó un tanto el pañuelo nuevamente y entro al salón con todo el desgano del mundo.
-Se refería al futbol…
-¿Qué?
-Lo que dijo Dave recién…
-¿De que estas hablando? —pregunto Kurt gesticulando desesperación con su cara, sus manos y su cuerpo entero.
-De lo que dijo Dave… eso de que “era bueno en otras cosas”, a lo que se refería era a que tenía la capacidad de adivinar cualquier resultado de cualquier partido que viéramos, nunca supe como lo hacía pero era súper…
-¡Blaine!... —exclamo Kurt parando en seco la explicación de su esposo— disculpa…— añadió al notar que el tono de su voz era demasiado alto para cualquier conversación civilizada— por favor… no necesito ningún tipo de detalles… ¿está bien?
-Está bien.
-Voy a revisar los baños de las niñas, hazlo propio con los de los niños.
-Kurt…
-¿A lo que vinimos?...—insistió dando dos pasos en la dirección contraria.
-¡Papá!... ¡“Papáblen”!... la Señorita Walton quiere hablar con ustedes —dijo Henry saliendo del salón.
-¡Ay!, ¡Señor Anderson!, ¡Señor Hummel! —exclamo Leena llegando con la pollera tomada en una mano y el tablero de “Backgammon” en la otra.
-Señorita Walton, con Blaine nos preguntábamos si la actividad ya está por finalizar —dijo Kurt simulando total normalidad entre él y su esposo.
-Si… ya estamos por esta noche… quería agradecerles su colaboración, todo salió como lo esperaba, exceptuando el incidente con el tablero de “Backgammon” —agrego tomándolo con sus dos manos para moverlo delante de ella como una modelo de concursos lo haría.
-¿Qué sucedió?
-¿Con que Señor Hummel?
-Con el tablero…
-¡Ah!... perdone, estoy tan emocionada que hasta se me olvidan las cosas, creo y no podré dormir por una semana seguida, ¡menos mal que ya empiezan las vacaciones!
-Menos mal… ¿nos podemos ir entonces? —dijo Blaine apuntando la salida.
-Sí, si, por supuesto… ahora solo queda ordenarlo todo, pero de eso nos encargamos la Señora Scheinberg y yo, no se preocupen y muchas gracias de nuevo —repitió la maestra estrechando la mano de cada uno.
-El placer fue nuestro, y cuente con nosotros para futuras actividades —agrego Blaine sonriéndole.
-¡Uy!... no me lo diga así que me lo tomo a pecho…—respondió Leena riendo como una damisela del 1800 al tiempo que se echaba aire con el tablero de juego— ¡uy disculpe! —exclamo al pasar a llevar una de las manos de Blaine con la base del “Backgammon”— ¿está usted bien?
-Lo estoy…
-Pero que estúpida… ¿quiere que llame a alguien?
-No, no se preocupe, fue solo un rasguño —respondió mirándose la mano.
-¿Estas bien “Papáblen”?
-Si hijo, tranquilo, ¿qué tal si les vas a avisar a Olivia y a su Tía que ya nos vamos?
-Ya se fueron… —respondió el pequeño encogiéndose de hombros.
-¿Cómo que ya se fueron?... ¿estás seguro cariño? —agrego Kurt mirando dentro del salón.
-Estoy seguro, Liang me dijo que Tessa…
-¿Qué Tessa?... —repitió Blaine continuando la frase al ver que su hijo se silenciaba de pronto—¿Henry?
-¿Ya te vas Henry?... —pregunto Amelia saliendo de la mano de su Papá.
-¿Quién?
-Tú…
-Oh… si, con mis Papás ya nos llegamos.. es decir… ya nos fuéramos… es decir… —Kurt pensó que si no intervenía en ese instante, su hijo no terminara de encontrar la palabra adecuada nunca.
-Nos vamos cariño… —dijo tomando la mano de su hijo— te ves muy bonita.
-Gracias Señor Hummel… —respondió Amelia haciendo una reverencia como de princesa— ¿está bien señor Anderson? —pregunto al ver que Blaine se sujetaba una mano con la otra y ponía diferentes caras de dolor.
-Lo estoy Amelia, un incidente menor, ¿te divertiste?
-Mucho, creo que hasta Tessa se divirtió y ella no se divierte con nada, ¿cierto Henry? —dijo soltando una risa pequeñita, su amigo reafirmo aquello con un gesto que era entre un “si” y un “nunca”.
-Pue ese era el propósito de todo esto, ¿no es así “Milly”? —dijo el Señor Donaghue tratando de soltar el cuello de su camisa— gusto en verlos… —agrego retirándose junto a su hija.
-Adiós Henry, nos vemos el lunes.
Henry movió su mano y se despidió de su amiga de manera silenciosa, avanzo unos cuantos pasos hacia la escalera y se le quedo viendo como hipnotizado hasta que ella y su Papá desaparecieron en el primer piso, volvió luego de un rato sin que sus padres lo notaran.
-¿Puedes conducir? —quiso saber Kurt como si ya estuviera harto de problemas.
-Puedo… —respondió Blaine abriendo y cerrado su mano.
-Déjame ver… —pidió su esposo extendiendo la propia.
-No es nada… tranquilo.
-¿Me dejas que te examine?
-Y cuando fue que conseguiste un grado en medicina general —contesto Blaine acercándosele con cierto recelo.
-No lo he conseguido —sentencio Kurt tomándole la mano con cierta brusquedad— pero hice un curso de primeros auxilios por si no lo recuerdas —agrego tanteando cada articulación.
Blaine lo observo en silencio tratando de buscar su mirada cada vez que podía.
-No tenemos que invitarlo… lo sabes ¿verdad? —dijo acabando con el silencio.
-Obvio que lo se… lo que no se, es que si tú no quieres seguir poniéndote al día con tu ex novio como para por alto la mentada cena. Henry soltó un respingo al escuchar aquello.
-Con Dave…
-¡Por el amor de dios!, ¿quieres dejar de llamarlo “Dave”?... porque te juro y puedo hacer que no vuelvas a tocar la guitarra nunca más —agrego Kurt señalando la mano rasguñada.
-No quiero eso… y como decía con Karofsky… no me falta nada con que ponerme al día.
-¿Seguro?... ¿ni siquiera recordar eso en el que “él era bueno”?
-Te dije que era sobre adivinar resultados de deporte, llegaba ser espeluznante que nunca se equivocara.
-Por favor ya deja de recordar cosas —dijo soltándole la mano, se apartó un poco y le dio la espalda.
-Kurt… el no significa nada para mí, te lo juro…
-¡Lo sé!... lo se… es solo…
-Solo…
-Me… molesta… y no hablo de esa estupidez de doble sentido que dijo, eso me da lo mismo… lo que me molesta que tú y él… hayan tenido una vida, que él aun recuerde cosas tuyas, que tu aun sepas cosas de él.
-Te recuerdo que tú también saliste con gente después que terminamos la segunda vez. Henry miro a cada uno y frunció el entrecejo pensando que esa no era la información que el manejaba.
-Pero no me fui a vivir con ninguno… nuca tuve con nadie esa complicidad que al parecer tu aun tienes con él.
-¿Ese caballero fue novio del “Papáblen”? —murmuro Henry sin que nadie lo escuchara.
-Kurt…
-Mira… —interrumpió volteándose hacia él — no sé si estos son celos, rabia o no sé qué, pero ese pasado que prometimos y dejaríamos atrás, parece que insiste en volver aparecer, y odio eso… odio recordar lo que sentí cuando te vi con él la primera vez, o lo que significó para mi sentir que por mi culpa te perdía para siempre… y la aparición de Karofsky me recuerda todo eso.
-Kurt… —dijo Blaine tomándolo por los hombros— si quieres que no lo vuelva a ver, no lo hare.
-No puedo pedirte eso…
-¿Por qué no?
-Porque es egoísta y estúpido… además él es tu amigo… y con un demonio yo también lo considere como tal en algún momento de mi vida, pero ahora… —agrego empuñando su mano, evidenciando con ello que sus sentimientos fraternales habían cambiado.
-El pasado no existe Kurt, pero a la hora de las contriciones, salir con Dav… perdón… con Karofsky, es una de las cosas de las que me arrepiento.
-Si… —repitió corrigiéndole el peinado a la altura del flequillo— debí quedarme en New York y pelear por ti.
-Bueno, yo no te hice las cosa muy fáciles que digamos.
-Eso es verdad, no seré yo quien…
-¡¿ESE CABALLERO GRANDE FUE TU NOVIO “PAPÁBLEN”?! —exclamo Henry abriendo sus ojos más de lo normal, esta vez hablando bien alto, para hacerse notar frente a sus padres.

Abril de 2041





-¿Ese es mi dibujo acaso? —quiso saber Noah mirando la hoja de papel que Kurt sostenía en sus manos como el más preciado de los tesoros.
-De hecho si cariño —respondió este enseñándoselo.
-¿Y porque o tienes tú?
-Porque, como vinimos a hablar con la maestra, ella nos lo mostro y después dijo que podíamos conservarlo.
-Yo lo hice… —dijo Noah apuntándose a sí mismo como si sus Papás no supiesen eso.
-Eso fue lo que la Señorita Barrett nos dijo y debo decir que esta súper extra bello… ¿qué? —pregunto Blaine al ver que su pequeño hijo sonreía como si guardara un secreto travieso y pequeñito.
-Hablaste como Lizzie Anderson Hummel “Papáblen” —respondió mientras se ocultaba en su hombro como un gato remolón lo haría.
-¿En serio?... —dijo crispando la nariz— pues que no se entere tu hermanita mira que no le gusta que la imiten
-No se lo diré, ¿les gusto mi dibujo?
-¿Estas bromeando?, esta fantástico, creo y ese traje es digno de copiar en tela de brocato —opino Kurt señalando todo el atuendo con el que su hijo lo había dibujado.
-¿En qué? —pregunto Noah crispando él esta vez su pequeña nariz.
-Es un tipo de tela cariño, especial para trajes.
-¡Oh! —exclamo como si hubiera escuchado la más interesante respuesta del mundo entero— ¿y a ti “Papáblen”?, ¿también te gusto?
-Pues como dije antes, está súper extra bello, además que me hiciste con mi guitarra lo que me hace estar muy sonriente.
-Es porque siempre estas feliz cuando tocas la guitarra, como el Papá cuando viste elegante.
-Pues captaste la esencia de todos, en especial de tu hermana con todo ese cabello suelto —dijo Kurt apuntando donde estaba dibujada Lizzie.
-Fue lo que la Señorita Katrhyn Barrett nos pidió, yo lo termine antes que todos, pero no quise decir nada para que no dijeran que era un “pesumismo”
-¿Presumido? —corrigió Blaine sonriendo.
-Sí, algunos niños pueden pensarlo… —añadió Noah encogiéndose de hombros mientras “limpiaba” sus gafas.
-Pues a ti no debería de interesarte lo que piensen los demás, ni tampoco avergonzarte de tu cualidades —agrego Kurt acariciándole el cabello.
-No me avergüenzo, solo no quiero parecer “pesusmismo”, además tuve que decirle a la maestra que mi hoja tenía un error.
-Ella nos contó Bebé.
-¿Qué les conto?
-Que tu levantaste tu pequeña manito e hiciste notar que había un error en tu hoja.
-Si, porque decía dibujar a la Mamá, y yo no tengo Mamá, así es que no podía dibujar una… ¿me bajas “Papáblen”?
-Claro hijo… —respondió este devolviendo a Noah a la altura del piso.
Kurt trago un poco de saliva y se tomó el cuello de la camisa pensando que tal vez Noah querría averiguar ahí mismo porque él no tenía Mamá, como lo hacía con todos los temas que llamaban a su curiosidad, se adelantó a él y a otro par de niños y se ubicó frente a la mesa y silla que ocupaba su hijo en el salón.
-¿Esta son todas tus cosas bebe? —pregunto señalando todo lo que había a la vista.
-Si…
-¿Te ayudamos a recoger todo? —añadió tomando un par de lápices de colores.
-No, yo puedo hacerlo solo… además, debo hablar con Laszlo Whitlock por lo de mañana —sentencio Noah comenzando a guardar sus cosas en la mochila.
-¿Lo de mañana? —repitió Blaine mirando a Kurt.
-Si… haremos un “proyepto” para ciencias.
-¿Tu y Laszlo?
-S, es el compañero que me “desipnaron”
-¿Por qué la Señorita Barrett no nos dijo nada de eso? —quiso saber Kurt acercándose a su esposo.
-No lo sé, tal vez es algo que no requiere la intromisión de los padres.
-Nuestro hijo tiene 6 añitos, la intromisión de los padres es inevitable.
-Pueden esperarme afuera si gustan… aun debo ordenar mis lápices por color —dijo Noah tomando todos los de tono azulado primero.
-Por supuesto hijo… estaremos en la entrada de allí —dijo Blaine señalando la puerta del final del salón.
-Si… gracias “Papáblen”, hablare con Laszlo Whitlock.
-Pero cariño… ¿de verdad no quieres que te ayudemos? —dijo Kurt haciendo un puchero.
Noah no respondió a aquello y siguió con el orden, Blaine sonrió y tomo a su esposo de la mano para llevárselo casi obligado.
-Así que intromisión inevitable… —añadió mientras cruzaban el umbral de la puerta.
Kurt lo miro de mala gana y le mostro al lengua como si tuviera la edad y la inmadurez para hacerlo, Blaine sonrió de lo más galante y termino casi por jalarlo hasta las afueras del salón.
-¡No se preocupen! —grito Noah haciendo una señas como de saludo.

-Te juro y este niño no me deja de sorprender… ¿de dónde saca esas palabras? —se preguntó Blaine ubicándose entre dos grupos de casilleros.
-…
-Estoy seguro y el será quien lidere ese proyecto de ciencias, ¿no crees?
-…
-¿Kurt?
-¿Qué?... si… obvio que si… Noah es capaz de hacer algo más que un volcán de bicarbonato y vinagre —respondió con la vista fija en su hijo que en ese instante guardaba sus cuadernos de a uno.
-¿Estas bien?
-Si… —contesto mirándolo un segundo para volver su vista al salón de clases— ¿Por qué lo preguntas? —agrego mirándolo por otros tres segundos más.
-Porque pareces nervioso, y estoy seguro y no escuchaste nada de lo que dije desde que salimos del salón.
-Dijiste como tres palabras… no había mucho que escuchar —respondió volviendo a descargar su frustración en el cuello de la camisa.
-¿Que tienes?… —pregunto abrazándolo desde atrás— dímelo…
-Nada… Blaine —dijo zafándose del abrazo— hay un pasillo que dentro de tres minutos se llenara de niños de diferentes portes, así es que…—sentencio Kurt quitándose las manos de su esposo de encima.
-¿Es por lo del dibujo?, ¿no es así?
-…
-Si bien reaccionaste con normalidad frente la Señorita Barrett y después también frente a Noah, estas preocupado por todo el asunto de la “mamá”… ¿me equivoco?
Kurt dejo en paz el botón de su camisa por un instante y se llevo la mano media empuñada a la boca, trago un poco de saliva y comenzó a comerse una de sus uñas.
-Henry y Lizzie lo entendieron perfectamente, ahora que es el turno de Noah, no veo porque él no lo haría también, será fácil si le hablamos con la verdad y respondemos a todas su dudas.. si es que tiene alguna claro…
-Él es 10 veces más inteligente y 95 veces más curioso… ¡obvio que tendrá dudas!, asi es que no digas que será fácil.
-Lo haremos fácil… —insistió Blaine sonriéndole a su esposo.
Kurt lo miro y quiso responderle unas cuantas, pero se vio desarmado por aquella sonrisa como era habitual.
-Papá… ya estoy listo… —dijo Noah apareciendo con su mochila en la espalda, una chaqueta y una bufanda en una mano y “Desmond” en la otra.
-Bien cari… ¿y esas cosas? —quiso saber Kurt al ver que todo lo que cargaba su hijo.
-Me las encontré… —respondió acomodando todo en sus pequeñas manos.
-¿Como que te las encontraste?... ¿no sabes de quién son?
-No…—contesto mirando todo.
-¿No pensaras quedártelas?... ¿o si?
-No… pero se los llevare a la Señorita Valerie Scheinberg, ella se encarga de lo “opjetos” “epstraviados”—agrego Noah extra pronunciando lo que para él eran las palabras correctas.
-Vamos a llevarlas entonces… —dijo Kurt tomando todo en una mano y extendiendo la otra para que su hijo la cogiera. Miro las piezas de ropa y los examino con más interés del apropiado.
-¿No pensaras quedártelas?, ¿o sí?—repitió Blaine notando aquello.
-No… solo… miraba las terminaciones y la calidad de la tela…
-Ok…
-¡Es la verdad!… pude haber tenido una carrera exitosa en el mundo de la moda, bien lo sabes.
-Solo me aseguraba —agrego tomando al otra mano de su hijo.
-¿Vamos a hacer algo después?, ¿me llevaran a la casa?, ¿esta Julianna? —quiso saber Noah mirando a sus padres hacia arriba y de manera alternada.
-Tantas preguntas bebé… —dijo Kurt señalando porque pasillo debían seguir.
-No son tantas, son solo tres…
-Tienes razón y las respuestas a esas tres preguntas serian: si, no y no, en ese orden —respondió Blaine repasando las preguntas en su cabeza por si es que había dado alguna respuesta errónea.
-¿No tienen que ir a sus trabajos?
-No, porque ¿sabes qué?… como tuvimos que venir a hablar con tu Maestra, con el Papá nos tomamos el día
-¡¿Todo el día “Papáblen”?! —exclamo el pequeño como si escuchara lo más increíble.
-Todo el día cariño… —se adelantó en responder Kurt al tiempo que se detenía frente a la oficina de la Señorita Scheinberg —bueno, lo que resta del día —agrego golpeando.
-Súper “sensasonal”…—dijo Noah sonriendo de la manera más amplia.
Kurt escucho un “adelante” y entro junto a su esposo e hijo, entregaron la ropa extraviada a quien correspondía y luego de intercambiar un par de palabras con la Señorita Scheinberg, salieron encaminando sus pasos hacia los patios del colegio.
-¿Dónde vamos ahora? —pregunto Noah mirando hacia atrás el camino recorrido —creí que íbamos a la casa.
-¿No crees que está muy bonito el día como para irnos a la casa?
Noah miro hacia el cielo pensando que lo veía casi igual que todos los días.
-¿Qué tal si nos sentamos aquí para que hablemos un poco? —añadió Blaine señalando las gradas del campo de futbol.
-¿Hablar?... ¿de qué?
-Cariño… —añadió Kurt haciendo subir a su hijo un par de peldaños— con el “Papáblen” queremos hablar contigo sobre algo… algo importante.
-¿Sobre “sepso”?
-¿¡Qué!?... —exclamo su Papá poniéndose un poco pálido.
-No hijo… no queremos hablar de sexo contigo… al menos no ahora —dijo Blaine poniendo una de sus manos en el hombro de su esposo, que al parecer iba a perder el conocimiento en ese mismo instante.
-Hablar de “sepso” es algo que los Papás hacen, Lincoln García me lo conto… el volvió… —termino por decir Noah haciendo un gesto de afirmación con toda su cara.
-Ok… me alegro que Lincoln volviera y no es de “eso” de lo que queremos hablarte bebé —respondió Kurt poniendo acento incomodo en el “eso”
-¿De qué entonces?
-Primero, de que recibimos el reporte de tus notas y son todas increíbles… así que con el Papá queremos felicitarte y decirte que estamos muy orgullosos de ti —explico Blaine dándole un beso en la cabeza.
-Gracias “Papáblen”—dijo Noah respondiendo a aquello con un abrazo.
-¡Y yo!... ¿no merezco un abrazo?, también estoy orgulloso de ti bebé —agrego Kurt con sus manos en la cintura.
-Si... —contesto el pequeño colgándose del cuello de su otro Papá.
-¡Uy que felicidad!... es el mejor abrazo del mundo entero.
-Gracias Papá… —dijo Noah volviendo a su lugar— ¿de qué más vamos a hablar? —agrego abrazando a también a “Desmond”, como si quisiera evitar reclamos posteriores de su dinosaurio.
-Bueno… queremos hablarte del dibujo este que hiciste— respondió Kurt sentándose dos peldaños más abajo al tiempo que sacaba la hoja de su bolsillo.
-¿Mi dibujo?.... creí que les había gustado… —sentencio el pequeño sentando a “Desmond” a su lado.
-Nos gustó y mucho, es solo que con el Papá, queremos saber qué opinas tú sobre todo eso —respondió Blaine sentándose al lado de su hijo.
-¿Sobre todos los dibujos del universo? —respondió Noah tomándose la cara.
-No hijo… —añadió Blaine disimulando una risa— queremos saber qué opinas sobre el hecho que hayas tenido que tachar la palabra “Mamá”
-¿Qué es tachar?
-Borrar cariño…
-Yo no la borre, solo cambie las letras “incorreptas” con mi crayón rojo… es mi favorito.
-Lo sabemos bebé, veras… —comenzó a decir Kurt mientras se acomodaba en la banca para quedar más cerca de su hijo y poder así hablarle mirándolo a la cara— tus hermanos, cuando eran pequeñitos así como tú, nos preguntaron algunas cosas…
-¿Qué clase de cosas?
-Cosas sobre su origen, el por qué ellos no tenían una Mamá como la mayoría de sus compañeros y amigos, y con el “Papáblen” pensamos que tal vez tú también podrías tener esa clase de dudas. —insistió Kurt cambiándose de lugar para quedar instalado al lado de su hijo.
-No las tengo… —dijo Noah encogiéndose de hombros.
-¿No?... —peguntaron sus padres al mismo tiempo.
-No… tengo dos Papás, ¿por qué tendría que dudar algo?
-No lo sé cariño… porque talvez tus amigos hablan de sus familias y tú te das cuenta que son diferentes a la nuestra.
-O tal vez ellos piensan que la tuya es la diferente, ¿ellos no te han preguntado porque no tienes Mamá? —añadió Blaine mientras le acariciaba el cabello.
-Pues sería una pregunta bien rara… todas las familias son diferentes —aseguro Noah como si aquello no admitiera discusión alguna.
-Así es bebé… ¿y qué opinas tú de eso?
-Opino que está bien, las cosas diferentes son mejores… como mis crayones, el rojo es mi favorito, pero sería aburrido si solo tuviera ese color, es mejor que “epsistan” muchos diferentes.
-Nadie podría haberlo explicado mejor cielo… ¿verdad Blaine? —dijo Kurt dando una mirada emocionada a su esposo mientras le tomaba la mano por detrás de su hijo.
-Muy verdad… y como bien dices hijo, así como es mejor que los crayones vengan en diferentes colores, también es mejor cuando existe diversidad en la vida —agrego mirándolo con ternura.
-Es lo que dije…
-¿No hay preguntas entonces?
-No “Papáblen”…
-¿Seguro bebé?... porque si así fuera, con el “Papáblen” queremos que sepas que no hay nada malo en ello, y que si quieres preguntarnos algo, podemos responderte lo que sea.
-¿Lo que sea? —repitió Noah mirando a su Papá de medio lado.
-Lo… lo que sea cariño…—dijo Kurt tragando un poco de saliva, casi arrepentido de haber dicho aquellas últimas palabras.
-¿Cómo es que “Desmond” tiene cabello y piel azules?
-¿Cómo?...—dijo Blaine mirándolo extrañado.
-Eso… el Señor Zachery Maynor de la biblioteca, tiene un libro así de grande de dinosaurios y nunca nos ha mostrado uno así —explico mientras gesticulaba con su brazos un libro más grande que él.
-¿Eso quieres saber cariño? —pregunto Kurt sonriendo.
-Si… es una duda que tengo.
-Bueno… creo que la respuesta es bastante simple… “Desmond” es súper especial, primero porque te lo regalo el Tío Cooper que es por si solo un personaje extra especial —Blaine blanqueo los ojos pensando que las alegorías para su hermano de parte de su esposo no conocían fin— y segundo porque te pertenece a ti, que eres el más especial y maravilloso de los niños, por lo tanto, un dinosaurio regular no te habría venido.
-¿No?
-Cómo usar sandalias con calcetines cariño.
-¡Oh!...—exclamo Noah como si no necesitara más explicaciones de nada más en toda su vida.

Noviembre de 2027





-¿Qué hora es? —pregunto Kurt saliendo del baño.
-La cuatro… —respondió su esposo mientras hojeaba una revista de deportes.
-Y siendo las cuatro… ¿no sería bueno que comenzaras a alistarte? —agrego quitándose la bata.
-Aún es temprano… y solo debo vestirme.
-Pues sería muy bueno para mí y mis nervios si comenzaras a vestirte ahora… —dijo Kurt poniéndose la camisa primero que todo.
-Ok…—respondió sin moverse del lugar en donde cómodamente estaba.
-¿Nuestros hijos?
-Lizzie está dando de comer al “Señor Botones” y…
-¿Cómo?...
-Que está alimentando al perro, de acuerdo al calendario colgado en la cocina, a ella le correspondía hoy día —explico pasando página de lo más calmado.
-Pero Blaine… ya está lista, que tal si termina ensuciándose toda.
-Son “pellet” secos Kurt no espaguetis con salsa marinera… no es posible que se ensucie… —añadió abandonado un instante su lectura.
-Eso espero, siempre es una guerra con ella querer que se vista elegante.
-Tiene su propio estilo, y eso lo heredo de ti, así es que no reclames.
-¿Qué hora es?
-Cinco minutos más de la hora que te dije hace cinco minutos —respondió mirando su reloj.
-Los mismos que has estado ignorándome sin moverte... ¿qué estás leyendo a todo esto?
-El…
-¡Da lo mismo!… —interrumpió moviendo sus manos como si borrara una pizarra imaginaria—¿qué tal si lo dejas?, sea lo que sea —agrego al tiempo que se ponía los pantalones.
-OK…
-¿Tengo aplicar violencia y quitarte esa revista? —insistió acercándose con gesto amenazante.
-No es necesaria la violencia… —dijo este levantándose al ver que al cara de su esposo comenzaba a tensarse más de lo normal.
-¿Hablaste con tus Padres?
-Hace un mes cuando nos enteramos del evento —respondió estirándose como si se quitara la pereza de siglos en su cuerpo.
-Lo se… pero a lo que me refiero… ¿no están molestos?, digo por ser yo quien rompió la tradición de las festividades en familia.
-¿Qué?... ¿de qué estás hablando?, obvio que no, con ellos el fin de semana pasado y no están ni enfadados, ni piensan que rompiste alguna tradición.
-Me preocupa un poco que estén decepcionados, les encanta “Thanksgiving” en New York.
-Como a todos, y puedo asegurarte que no están decepcionados, están más que orgullosos del talentoso y guapo hombre que les toco por yerno —dijo Blaine aproximándose con la intención de abrazarlo
-¿Si?
-Así es… bueno, lo de guapo lo agregue yo… pero el resto es cita textual, lo juro —dijo dando un beso —además, como la Navidad la pasaremos en su casa, creo y se dan por satisfechos.
-Ok… —respondió Kurt sonriendo— no hay tiempo de arrumacos —agrego apartándose— vístete por favor.
-Ya estoy medo listo…¿ves? —respondió dando una vuelta completa en un pie para enseñar que solo le faltaba la ropa.
-Estas en ropa interior, y créeme que si entras a NYADA en ropa interior, será la última vez que entres. ¿Henry está listo?… ¿o esta alimentado a algún otro animal? —pregunto mirando la corbata que usaría a la luz de la ventana.
-Está listo y sentado en la sala de la más correcta de las maneras —respondió Blaine sacado su atuendo del porta trajes en donde estaba.
-Se puso la ropa que le compramos… ¿no es así?
-Se la puso… con el no hay batalla para que se vista elegante —aseguro comenzando a vestirse.
-Sería terrible si ambos fueran rebeldes… ¿qué hora es?
-Kurt… te prometo que si el puntero de mi reloj tiene algún cambio significativo, te lo diré… ¿bueno? —contesto Blaine tomándolo por los hombros, Kurt soltó un poco de aire e hizo una mueca de niño voluntarioso como respuesta— ¿por qué estás tan nervioso?
-No estoy nervioso, es… solo que no quiero llegar atrasado.
-Tenemos tiempo… mucho en realidad, y aunque llegáramos tarde, tu eres el protagonista de todo el asunto, es imposible que empiece la ceremonia sin ti…
-Si Carmen Tibideaux sigue siendo la misma, es muy posible que empiece la ceremonia sin mi… y sin nadie inclusive… estoy seguro y sigue igual de intimidante —agrego ajustándose la corbata.
-Dímelo a mi, me muero de pánico solo de pensar que pueda reconocerme para sacarme en cara mi frustrado paso por NYADA.
-Eres exitoso ahora, es lo que importa, además no tienes derecho a quitarme el protagonismo poniéndote mas nervios que yo, te lo advierto.
-Está bien, pero te recuerdo que el salón llevara tu nombre, no la veo cortando la cinta sin que tu tomes el otro extremo de la tijera—aseguro Blaine al tiempo que se ponía los calcetines.
-¿Crees que haya cinta que cortar? —pregunto Kurt ilusionándose como niño en Navidad.
-Lo más probable… ¿por qué lo preguntas?
-No lo sé… nunca he cortado la cinta de nada… ni tampoco he tenido nada que lleve mi nombre…
-Pues mereces incluso que NYADA cambie su nombre a Academia de Artes Dramáticas Kurt Hummel… aunque la sigla sería un poco extraña… ADAKH o algo… —dijo sonriendo y pensando que aquella sigla era más para identificar un armamento de guerra que para una universidad dedicada a las artes.
-Bastante extraña, aunque creo y el escudo sería muy elegante… ¿Rachel llamo?
-Llamo ayer, dijo que estará en primera fila, al parecer invitaron a todos los ex alumnos destacados.
-¿Todos?
-Bueno, espero y confió que ese “todos” no incluya a cierto personaje, pero eso fue lo que me dijo—respondió Blaine mientras se ponía los zapatos y daba un acento algo molesto en el “todos”
-Por favor, no me digas que estás pensando que veras…. ¡esta corbata tiene una mancha! —exclamo una vez que se puso la chaqueta del traje.
-¿Cómo?
-¡Tiene una mancha!... ¡lo único que me faltaba!, te juro y lo primero que haré el sábado será ir al taller de Duca Sartoria y decirle unas cuantas… o mejor aún… echare a correr el rumor que tendrá descuentos del 80% este “Black Friday”, a ver cómo se las arregla con un tumulto de gente en las afueras de su taller… ¡qué voy a hacer! —volvió a exclamar mirando la punta de su corbata en la luz de la ventana.
-¿No es posible que te pongas otra? —dijo Blaine al tiempo que se ponía una camisa extra blanca.
-¡Obvio que no!... si me cambio la corbata, ¡tengo cambiarme todo!
-Deja me ver… —agrego su esposo acercándose.
-No hay nada que ver… esto es un desastre —aseguro Kurt soltándose la corbata para dejarse caer en el rellano de ventana después.
-No lo es… porque si te fijas, esta supuesta “manchita” desparecerá si te alejas de la ventana.
-¿Cómo? —respondió mirándose.
-Lo que escuchaste… la mancha es el reflejo de un insecto que está pegado en el vidrio… yo diría hace unos cuantos meses —añadió Blaine rascando el vidrio en el lugar en que el bicho había cometido su acto suicida.
-No me lo puedo creer…—dijo Kurt sintiéndose un tanto estúpido al ver que la mancha desaparecía si se alejaba unos cuantos pasos— lo siento…
-No lo sientas, sabes bien que tienes fuero para compórtate así en ocasiones como esta —sentencio Blaine comenzando a abotonarse.
-¿No era que solo tenía fuero para las ceremonias de la academia y las enfermedades de nuestros hijos?
-Ti
enes razón, pero de ahora en adelante, podemos agregar homenajes e inauguraciones— respondió Blaine volviendo a ajustar la corbata en el cuello de su esposo.
-Papá, “Papáblen”… ya alimente al “Señor Motones” —interrumpió Lizzie entrando a la habitación de sus padres lista para la ceremonia, traía a ”Rita” tomada de las orejas y llevaba un vestido rojo bordado en el ruedo, medias blancas y un chaleco lleno de pequeñas flores en el canesú que le hacían juego con los zapatos y con la cinta que llevaba en el cabello.
-¿En serio Princesa?... ¿y se comió todo?
-Si… tenía mucha “hambe” —respondió la pequeña abriendo y cerrando sus piernas como si le molestara algo en la entrepierna.
-¿Qué pasa cariño?... ¿quieres usar el baño? —pregunto Kurt tomándola en sus brazos para sentarse con ella en la orilla de la cama.
-No…
-¿Entonces?, ¿por qué te mueves así? —añadió Blaine sentándose al otro lado.
-No me gustan los vestidos… ¡hola!—respondió levantándose la pollera.
-Pero si te ves muy linda cariño… además, todos debemos vestirnos elegantes, ¿recuerdas?
-¿Por lo de la “imaugazon”?
-Por lo de la inauguración… —repitió Blaine mientras le daba forma a algunos de los rizos de los cientos que tenía su pequeña hija.
-¿Y el Señor “Motones” puede ir?
-No Princesa… no se admiten perros, ni ningún tipo de animales en NYADA.
-¿Por qué no?
-Porque es una reunión para personas, no animalitos… solo “Rita” puede asistir —dijo Blaine dándole un toque a la coneja de trapo.
-Pero el Señor “Motones” se quedara solo… ¡hola!
-Él no tiene problemas con eso bebé… bien sabes que a veces se queda aquí cuando salimos todos—agrego Kurt mirando a su hija que parecía y ningún argumento la convencería.
-¿Y si viene Julianna a cuidarlo?
-Ella no está para eso Princesa…
-¿Y la tía “Rachem”?
-Rachel asistirá a la ceremonia también pero, ¿sabes lo que haremos?, en cuanto lleguemos del evento del Papá, saldremos con él a dar una vuelta por el Central Park… ¿qué opinas?
-¿Y nos subiremos a los “cadruajes”?
-Si hay tiempo peo supuesto que si… ahora, ¿qué tal si te vas con tu hermanito a sala y nos esperas allí?... con el Papá saldremos en unos minutos —dijo Blaine abotonándole los dos primeros botones del chaleco extra bordado.
-Está bien… —dijo la pequeña bajándose— ¿puedo decirle al Señor “Motones” que luego haremos un paseo? —agrego desde la puerta.
-Puedes decirle bebé… espérame que salgo contigo, porque a diferencia del “Papáblen” yo sí que estoy listo para partir —señalo Kurt dándose la última mirada en el espejo del closet— ¿cómo me veo?— agrego mirando a su esposo.
-Guapo como siempre… será un honor para mí entrar tomado de tu mano —respondió Blaine guardándose el resto de los halagos que tenía pensados para él para convertirlos en el más apasionado de los besos. Lizzie soltó una pequeña risa y se ocultó tras “Rita” por el tiempo que duro aquella demostración de amor por parte de sus padres.
-Ahora me siento mareado…—susurro Kurt sonriendo con sus ojos cerrados— con un “bien” hubiese bastado Blaine Anderson-Hummel… pero gracias… —agrego besándolo de vuelta— por favor no te demores —agrego saliendo junto a su hija que parecía y aun no terminaba de aceptar el vestido que tenía puesto.

-¿Esta era tu Universidad Papá? —pregunto Henry mientras entraba cogido de su mano mirando todo.
-Así es cariño… impresionante, ¿no crees?
-Súper…—añadió el chico con la boca abierta.
-¿Esta era tu Universidad “Papáblen”? —quiso saber Lizzie mientras imitaba los gestos de impresión de su hermano.
-No… bueno un tiempo lo fue, luego me di cuenta que no era para mí y decidí irme a la NYU.
-¿Por qué es muy “eguelante”?
-Exacto Princesa, era muy elegante para mis pretensiones.
-Pues a mí me parece súper perfecta… ¿dónde es la premiación?
-No es premiación cariño, es la inauguración de un salón, y asumo y alguien amable nos indicara el camino.
-¿Cómo no vas saber el salón que tendrá tu nombre?
-Se cual es bebé, pero como hace mil años que deje de venir a diario para acá el que pienso y puede ser… tal vez no lo sea.
Henry arrugo su entrecejo y lo miro bien ceñudo.
-No me crees acaso… te asegu…
-¡Se ven todos muy guapos!... —exclamo Rachel apareciendo de la mano de Jessie.
-¡Para que hablar de ti! —dijo Kurt saludando a los recién llegados— gracias por venir a apoyarme.
-¿Estas bromeando?, esto es lo mejor que ha sucedido en la vida, no me lo perdería por nada del mundo… hola pequeños… hola Blaine…—dijo al chica repartiendo besos a todos.
-¡De verdad?, ¿no mueres de envidia o algo? —quiso saber Kurt mirando a su amiga.
-¡Obvio que muere de envidia!, es lo que me ha dicho toda la semana —se adelanto en decir Jessie saludando también.
-¡Oye!...—exclamo Rachel dándole un golpe en un hombro— ¡no digas esas cosas!, yo nunca actuaria con envidia.
-Rachel…
-Ok, es verdad tengo toda la envidia del mundo… pero mi amor por ti es tan grande que supera nuevamente cualquier rencor.
-Gracias Rachel.
-¿Ya saben dónde es?, por favor dime y es el salón de baile, la mejor manera de limpiar el aura que dejo Cassandra July es poniéndole el nombre de un verdadero artista.
-Si comienzan con los halagos excesivos, harán que me sonroje… —dijo Kurt acercándose a su esposo.
-Pues mereces todos los halagos, ¿verdad Henry?
-¡Todos los del universo!
-¿También te sumaras a esta emboscada bebé?, bien saben que me gustan los halagos pero…
-Kurt… —interrumpió Blaine señalando con su cabeza a la derecha.
Todos se voltearon a la dirección que indicaba Blaine y vieron a Carmen Tibideaux que avanzaba por el pasillo seguida de unas cinco personas diferentes, usaba una túnica extra larga, así como su acostumbrado y abultado turbante en la cabeza, murmuraba cosas a la chica que le seguía de más cerca y esta tomaba nota de todo, al llegar al cruce de dos pasillos tomo en cuenta la presencia de Kurt y su familia, hizo un gesto de alto a toda su escolta y avanzo sola hasta donde ellos estaban. Kurt trago un poco de saliva y se acomodó la corbata y la chaqueta, Blaine hizo lo mismo y de manera inconsciente también el pequeño Henry y a pesar que ninguno ya era estudiante de NYADA, ni pensaba serlo en el futuro, la presencia de Carmen siempre era intimidante en cualquier lugar donde iba.
-Señor Hummel-Anderson, me agrada que pudiera acompañarnos.
-Madame Tibideaux, siempre es un placer —respondió Kurt estrechándole la mano.
-Veo que vino acompañado, buenas tardes señorita Berry, Señor St James… —añadió mirando a ambos, Rachel y Jessie sonrieron a la par y la saludaron de la más protocolar de las maneras.
-¿Estos pequeños?, ¿alumnos superdotados?
-No, y sé que NYADA y niños no es una combinación que usted aprecie, pero no podía dejar de traer a mi familia, él es mi hijo Henry y esta pequeñita es mi hija Lizzie, y seguro y recuerda a mi esposo Bla…
-Blaine Anderson —se adelantó en decir Carmen extendiendo su mano, Blaine miro a Kurt y procedió a saludarla de vuelta— por supuesto que lo recuerdo, aunque no muy gratamente debo decir.
El aludido trago saliva y la saludo con un gesto tenso en su cara.
-He sabido que igual siguió el camino de la música.
-Y muy exitosamente, al menos así lo indica la academia del gramófono, Blaine ha ganado dos años consecutivos las categorías más importantes y se rumorea que el próximo año será nominado nuevamente —dijo Kurt sonriéndole a su esposo.
-¿Sabía usted que The Rolling Stone, solo ganó un Grammy en sus más de 60 años de carrera?, no todos los premios son indicio de grandeza Señor Hummel-Anderson.
Kurt levanto una ceja y pensó en quitarle el turbante y sofocarla con el en ese mismo instante.
-¿Me acompañan por favor?, el salón que llevara su nombre está por aquí —termino por decir Carmen retirándose por donde había venido.
-Vaya, solo falto una música de terror al final… —dijo Jessie poniendo cara acorde— ¿vamos chicos? —agrego tomando a Rachel de la mano.
-¿Estas bien?... —quiso saber Kurt mirando a su esposo, este le sonrió con desgano al tiempo que cogía a Lizzie en sus brazos.
-Rachel… ¿te importaría adelantarte con mis hijos?... ¿por favor? —añadió haciendo un gesto disimulado que indicaba que quería quedarse a solas con Blaine.
-Claro… ¿vamos pequeños?... —respondió la chica tomando la mano de Henry, Jessie tomo a Lizzie y los cuatro partieron adelante.
-Eso no era necesario… —dijo Blaine con sus manos en los bolsillos.
-Sí que lo era… ¿estás bien?—volvió a preguntar Kurt acerándosele.
-Lo estoy… aunque no esperaba una reacción así, no después de todo el tiempo que ha pasado.
-No le hagas caso… culpa a su turbante que al parecer priva a su cerebro del oxígeno necesario—aseguro Kurt tomándole ambas manos
-Claro… —respondió Blaine dando un beso en cada una— además, el homenaje que te harán opaca cualquier atisbo de tristeza, y tú mismo lo dijiste, soy exitoso ahora, nada de lo que ocurrió en el pasado debería molestarme.
-Muy bien dicho… yo soy la estrella esta noche así es que no quiero caras largas —Blaine sonrió más coqueto que nunca— además, creo que actúa movida por los celos— dijo Kurt corrigiendo la posición de la corbata de su esposo.
-¿Por los celos? —repitió Blaine crispando la nariz.
-Así es… Madame Tibideaux se muere de celos al pensar que no puede atribuirse todo lo que has logrado desde que abandonaste esta Universidad y eso la pone verde de celos.. ¿no notaste que estaba un poco verde?
-No…
-Pues lo estaba, desde el turbante hasta la punta del pie —agrego sonriendo.
-Gracias Kurt…—dijo dándole un beso en la mejilla.
-Te amo Blaine Anderson-Hummel… —respondió como cantando.
-Y yo te amo a ti… y estoy muy orgulloso de ti Kurt Hummel-Anderson... mucho... —susurro mientras chocaba su frente con la de él.
-Eso espero… —respondió apartándose— recuerda que tengo un salón con mi nombre, y sin donar un peso a esta escuela engreída —dijo mirando a su alrededor con un gesto presuntuoso en su cara.