(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee «When to tell it»

Junio de 2040



-¿Era tu costurera?... —pregunto Blaine cuando su esposo termino la llamada que había interrumpido el descanso del domingo.
-Era… y no es «mi» costurera, es la del teatro… —Blaine susurró un «lo siento» y se acomodo en su lado de la cama— quería saber sobre que eran unas líneas onduladas que dibuje en algunas mangas… —su esposo lo miró de medio lado como indicando que el tampoco sabia que significaban esas líneas— ¡un fruncido!... ¡es perfectamente sabido que una línea ondulada que empieza y termina con un punto, es un fruncido a nivel del hombro!… —exclamó respondiendo algunos mensajes.
-¿Y como ella no sabe esas cosas?... —pregunto Blaine separando las secciones de la edición dominical del periódico.
-No lo sé… —contestó dejando el teléfono enchufado sobre el vestidor— será porque en el 1800 cuando ella estudio no existía esa simbología… —agregó subiéndose a la cama.
-Excelente teoría… toma… —dijo Blaine entregando las secciones que a Kurt más le interesaban.
-Gracias… —dijo tomandolas— ¿esto es saludable?... —pregunto arreglando las almohadas tras su cabeza.
-¿Que cosa?...—preguntó su esposo bajando el periódico un instante.
-Esto… —insistió señalando la cama y a ambos como si estableciera un punto mediante gestos.
-¿Leer el periódico?
-No… estar en forma horizontal la mayor parte del tiempo….
-¿Que?
-Lo que oyes, acabamos de levantarnos, desayunar con dos de nuestros hijos y aquí estamos, en la cama denuevo…
-Considerando que es domingo, creo y es más que saludable… —Kurt lo miró con los ojos empequeñecidos como si no se convenciera de ello— me encargare de que nos volteemos de vez en cuando para evitar lesiones en el trasero o algo… —agrego Blaine encogiendo un hombro, Kurt soltó una risa y se le subió encima como si montara una bicicleta— ¿crees y me referia a esto cuando mencione eso de voltear?... —dijo acariciándole las piernas.
-Por supuesto…
-Ok… —respondió Blaine incorporándose hasta que sus labios se juntaron con los de él— dios… eres tan guapo… —añadió acariciandole la cara.
-¿Luego de más de treinta años sigues pensando que soy guapo?
-Siempre… —dijo besándolo de nuevo— siento que se arruinaran los planes que tenías para salir este fin de semana —añadió tocandole el cabello de la frente.
-Y yo… —contesto Kurt haciendo un puchero— pero como íbamos a imaginar que Noah sería un testigo tan duro de quebrantar… —dijo cruzándose de brazos.
-Lo se… ¿antes era más fácil?, ¿verdad?
-¡Por supuesto!... —exclamó bajandose y volviendo a su lado de la cama— pero aunque esto vaya en contra de nuestro intereses, me agrada como maneja sus lealtades… ¿y a ti?
-También… —respondió su esposo acomodándose en uno de sus lados.
-¿Puedo decir que me decepciono un poco al recibir solo un «Feliz dia Papà» de parte de Lizzie y Noah?... —dijo Kurt haciendo lo mismo para quedar frente a frente a su esposo.
-Puedes… yo también sentí lo mismo...
-¿En serio?
-Mucho...
-¿Que demonios fue eso?... pensé que nos tendrían una sorpresa en cuanto nos levantaramos…
-También lo pensé… —dijo Blaine acercándose más a él— pero si no fue el desayuno, tal vez sea en el almuerzo…
-¿Crees que Henry llegará?, ¿o su participación solo será ese video que nos envió por «Instagram»?...
-No lo se… espero que sí, pero recuerda que la última vez que estuvo aquí, nos contó que tenía mucho que estudiar y trabajos por finalizar…
-Es verdad… ¡odio el karma cuando no me beneficia!… —exclamó recostandose de espaldas.
-¿Como?... —dijo Blaine soltando una pequeña risa.
-Lo que oyes… yo fui quien dijo que quería irme contigo este fin de semana del dia del padre, que prácticamente no me importaba el saludo de mis hijos… y mira ahora, los tres lo olvidaron y aquí estoy yo quejandome de la ausencia de sorpresas…
-Vamos… —dijo su esposo abrazandolo por la cintura y recostandose sobre su hombro— bien sabes que no lo olvidaron, si nos ponemos estrictos, los tres nos desearon un feliz dia…
-¡De esa forma no cuenta!… al menos no para mi…
-Bueno...
-¡Papàs!... ¡Papàs!... —interrumpio Lizzie mientras golpeaba la puerta siguiendo un ritmo como de banda militar.
-Adelante Princesa… —dijo Blaine sentándose en la cama, Kurt siguió acostado cuan largo era pensando en su desafortunado Karma.
-El «Goblin» esta viendo una programa de unas máquinas… ¿lo sabían?
-Lo sabemos Princesa, creo y es su nuevo interés… saber cómo funciona todo...
-Allá él y sus intereses… Padres, vine a decir que Alaska me invitó a almorzar, ¿puedo ir?...
-¿¡Como!?... —exclamo Kurt incorporándose en menos de un segundo.
-Que Alaska me invitó a almorzar… ¿puedo ir o hay algo que vamos a hacer?— Kurt miró a Blaine con los ojos más que abiertos.
-La verdad es que no Princesa… si quieres ir… por nosotros no hay problema… —dijo Blaine mirando a su esposo de reojo en cada pausa que daba a su respuesta.
-¡Genial!... ¡los amo Padres!... —exclamó Lizzie lanzado múltiples besos, cerró la puerta tras de ella y sonrió para sí recordando la cara de sorpresa de sus padres, en especial la de Kurt.

-¿Como te fue Lizzie Anderson Hummel? —preguntó Noah que se había quedado tras la puerta junto a «Desmond» escuchando todo.
-Excelente «Goblin», te juro y el Papà casi desmaya cuando le dije que iría a almorzar con Alaska… —respondió Lizzie riendo de buena gana.
-¿Irás a Almorzar con Alaska Von Grimmelshausen, Lizzie Anderson Hummel? —quiso saber el pequeño tomándose la cara.
-¡Ay «Goblin»!... ¡nada que ver!, es lo que dije para distraer a los Papàs… ya sabes, como hoy Henry que envió ese mensaje de «Instagram» diciendo que estaba en «Philly», pero que en realidad esta en la casa de Liang y su novio... —dijo Lizzie haciendo un gesto de obviedad con sus manos.
-¡Oh!… —respondió Noah como impresionado.
-Ahora… ¿que te dijo el Señor Jenkins?
-Que ya habían llegado las correspondencias, y que cuando llegue Henry Anderson Hummel llamará a los Papás para que bajen a buscarlas como personas… —respondió Noah parándose recto como si diera cuentas a un oficial superior.
-¿Asumo y eso último quiere decir personalmente?… —dijo Lizzie mirándolo divertida— en fin, vamos a la cocina hay que preparar los platos y demases— agregó estirando su mano para que su hermano la cogiera.
-¿Que vamos a comer Lizzie Anderson Hummel?, el Papà es el que prepara todo siempre…
-Lo se, pero Henry traerá las provisiones ordenó todo en ese restaurante favorito de los Papàs…
-¿El de Francia?
-El mismo…
-¡Lizzie Anderson Hummel!... —exclamó Noah de pronto tomándose la cara con «Desmond» y todo— ¿como Henry Anderson Hummel subirá sin que lo vean los Papàs?, ¡hay un solo ascensor!
-¡Ay «Goblin»! ya esta todo arreglado… en cuanto los Papàs bajen del ascensor, Henry se escabullira como un pez y subirá mientras ellos recogen la correspondencia… ¿que te parece?
-«Sensasonal»
-¡Lo se!... ¡hola!... ahora... ¿sabes donde estan todas esas cosas elegantes que tiene el Papà?, ya sabes ¿para alistar la mesa?
-¡Si!... — exclamó Noah volviendoa la actitud de soldado obediente.

-OK, creo y tampoco será en el almuerzo… —dijo Blaine una vez que su hija salió de la habitación.
-¡OH POR DIOS!... —exclamo Kurt levantando los brazos.
-Kurt, tranquilo...
-¡Estoy tranquilo! —respondió abandonando la cama— solo estoy… no se... decepcionado y… triste… ¿que demonios?
-Tal vez hagan algo a la hora de la cena…
-Si claro, y tal vez vengan con un par de globos a decirnos Feliz dia Padre a la hora de dormir… ¿que esta pasando?...—agregó tomándose la cabeza a dos manos.
-Nada esta pasando… tal vez todos estaban muy ocupados y no pudieron organizarnos algo... pero… —se adelantó en decir Blaine al ver que los ojos de su esposo se abrían de manera peligrosa— esperemos, estoy seguro y hay algo para nosotros… —Kurt hizo un gesto de desinterés con su mano y se quedó con los brazos cruzados mirando la nada.
-No te pongas así… te compre algo… —agrego Blaine como cantando.
-¿Un regalo?... —preguntó mirándolo de medio lado.
-Por supuesto… —contestó su esposo sonriendo, se paro de la cama y busco algo en uno de los cajones de su mesa de noche.
-¿Por qué?
-Porque… —respondió mientras acomodaba la cinta del pequeño paquete— como te he dicho en ocasiones anteriores, eres el guapo y espectacular padre de mis hijos, por lo tanto… —Blaine estiró sus manos enseñando una pequeña caja con un lazo más grande que el regalo.
-Esto es muy dulce...—dijo haciendo un puchero.
-Tu eres dulce… toma… Feliz dia del padre… —agregó dándole un beso en la mejilla, Kurt sonrió y cogió el pequeño regalo abriendolo enseguida.
-¿Es mi anillo de diamantes?... —quiso saber mientras destrozaba el papel.
-No… falta un año para eso… es pequeño, pero no pude no pensar en ti cuando lo vi en la vitrina de la tienda «Louis Viutton» de esta avenida…
-Para eso los ponen, para que la gente se tiente y los compre… ¡que bonito!... me encanta… —dijo tomando el pequeño accesorio, era redondo y labrado en un extremo con una cadena que terminaba en un gancho, casi similar a un reloj de bolsillo— ¿que es?...— agregó mirándolo por todos lados.
-Es un llavero… —respondió riendo— bueno, no un llavero es más bien algo que sirve para mantener seguro tu llavero o tu bolso, siempre dices que no sabes donde dejar las llaves cuando vienes muy cargado… pues con esto podrás colgarlas en tu bolso o en tu cinturón con esta esta pequeña pieza de aquí… —dijo Blaine indicando el pequeño cierre al final de la cadena.
-Bien pensado como siempre… gracias… —respondio dandole un beso.
-Por nada… ¿un poco mejor?... —pregunto Blaine acariciándole la espalda.
-Un poco… pero sigo decepcionado con mis hijos que puedo decir… —respondió devolviendo el accesorio a su caja.
-Claro… ¡ah!… ¿escuchas?… un mensaje entrante, seguro y es Henry diciendo que viene subiendo o algo así… —dijo Blaine caminando hasta donde estaba su teléfono móvil, desbloqueo la pantalla y leyó el mensaje.
-¿Es èl?...
-No…
-¿No?... —repitió Kurt acercándose.
-No, es Lizzie, dice que esta sonando el intercomunicador, que por favor dejemos de hacer lo que sea que estamos haciendo y atendamos, que ella esta ocupada…
-Lizzie Anderson, si no fuera porque ya tienes un pie fuera de esta casa, te castigaria por un mes seguido… —dijo Kurt saliendo de la habitación, Blaine dejo el telefono donde lo tenia antes y salió tras de él.

-Señor Jenkins… ¿algún problema?... —pregunto Kurt con el intercomunicado en la oreja.
-Señor Hummel, buenos días, o buenas tardes… ¿qué hora es?
-Señor Jenkins…
-Claro, claro… no hay ningun problema, bueno sí uno, por algo lo llamo...
-¿Que necesita?
-Necesito que venga a recoger la correspondencia de hoy, es mucha y me esta ocupando el lugar de otros departamentos.
-¿Como? —dijo Kurt frunciendo el ceño, Blaine le pregunto que pasaba mediante señas y su esposo tapó el auricular para explicar lo que pasaba.
-Siempre hemos recibido la misma cantidad de correspondencia y la retiramos al final del día… —dijo como si su esposo ni el Señor Jenkins supieran eso.
-Señor Jenkins… —dijo Kurt poniendo el aparato en la oreja nuevamente— siempre tenemos la misma cantidad de correspondencia y la retiramos al final del dia… ¿por que…?
-Disculpe Señor Hummel pero lo que pasa es que yo me voy en media hora y bien sabe que mi reemplazante deja bastante que desear en el cumplimiento de su trabajo, así es que, si no quiere perder la mitad de sus cartas, le sugiero que baje enseguida, solo le tomará unos minutos.
-Bien… gracias supongo… —dijo colgando.
-¿Que te dijo?... —quiso saber Blaine corrigiendo la posición del cable de resorte que unía el auricular con el intercomunicador anclado en la pared, Kurt dijo un par de palabrotas antes de repetir lo que le dijera el conserje, su esposo acabó diciendo que lo acompañaría.

Junio de 2040


-Señor Jenkins… ¿algún problema?... —pregunto Kurt con el intercomunicado en la oreja.
-Señor Hummel, buenos días, o buenas tardes… ¿qué hora es?
-Señor Jenkins…
-Claro, claro… no hay ningun problema, bueno sí uno, por algo lo llamo...
-¿Que necesita?
-Necesito que venga a recoger la correspondencia de hoy, es mucha y me esta ocupando el lugar de otros departamentos.
-¿Como? —dijo Kurt frunciendo el ceño, Blaine le pregunto que pasaba mediante señas y su esposo tapó el auricular para explicar lo que pasaba.
-Siempre hemos recibido la misma cantidad de correspondencia y la retiramos al final del día… —dijo como si su esposo ni el Señor Jenkins supieran eso.
-Señor Jenkins… —dijo Kurt poniendo el aparato en la oreja nuevamente— siempre tenemos la misma cantidad de correspondencia y la retiramos al final del dia… ¿por que…?
-Disculpe Señor Hummel pero lo que pasa es que yo me voy en media hora y bien sabe que mi reemplazante deja bastante que desear en el cumplimiento de su trabajo, así es que, si no quiere perder la mitad de sus cartas, le sugiero que baje enseguida, solo le tomará unos minutos.
-Bien… gracias supongo… —dijo colgando.
-Creo que su Papá se enojó conmigo… —dijo el Señor Jenkins mirando el auricular.
-No se lo tenga en cuenta… ¿le creyó?...
-Si joven Henry, vendrá a recogerlas ahora —respondio el conserje aun mirando el aparato con cara de impacto extremo.
-Genial… —agrego el chico tomando las bolsas del restaurante— gracias Señor Jenkins, mis hermanos y yo le debemos una…
-No se preocupe joven Henry, es mi trabajo… ¿compró en el Lafayette? —preguntó rodeando su mesón de trabajo para acercarse a él.
-Si, es el restaurante favorito de mis Papàs, bueno uno de sus tantos favoritos… como el Ladurée
-Los entiendo, los «macarons» de violeta que hacen allí, son unos pedazos de cielo…
-Lo son… de hecho… —Henry dejó las bolsas y abrió la más pequeña de todas, sacó una de las dos cajas que había dentro y se la ofreció al Señor Jenkins— tome… por el mal rato que le hizo pasar mi Papà.
-No joven Henry… como el dije es mi trabajo… —dijo el hombre abriendo sus manos como si rechazara una mugre inmunda.
-Lo se, pero eso no quita que le agradezcamos de alguna forma… tome, son los de violeta que menciono… compre dos cajas porque se que tambien son mis favoritos y los de todos, aceptelos por favor— el Señor Jenkins hizo ademán de tomar la caja un par de veces arrepintiéndose enseguida— por favor… si no la dejaré aquí y cualquiera de los inquilinos la tomara...—agregó Henry dejándola sobre el mesón de la recepción.
-Esta bien… —dijo cogiendola enseguida— y gracias… —agregó poniéndola bajo su brazo.
-Por nada… —respondió Henry dando un par de pasos en dirección al ascensor— Señor Jenkins… —añadió devolviendose en sus pasos como recordando algo importante.
-¿Dígame joven Henry?
-¿Donde me puedo ocultar?... ya sabe, no quisiera que mis Papàs me vieran antes de tiempo…
-Por supuesto… venga conmigo… —dijo haciendo una seña, Henry se puso todas las bolsas en una sola mano y con la otra le texteo a su hermana avisando que ya estaba subiendo— entre aqui… —sugirió abriendo una pequeña puerta entre los ascensores y la escalera.
-¿Aquí?... —repitió el chico mirando con desagrado.
-Si, no se preocupe, esta muy limpio, es un lugar pequeño donde se guardan los artículos de limpieza, pero cabe perfectamente y si mantiene la puerta entreabierta, podrá ver cuando sus padres bajen…
-Ok… —dijo Henry entrando como en cámara lenta, el Señor Jenkins esbozo una gran sonrisa y lo alentó enseñándole los pulgares arriba.

-¿Dónde esta?... —pregunto Kurt en cuanto su esposo corrió la reja del ascensor.
-Asumo que en su puesto...—dijo Blaine dejándolo salir primero.
-Espero, porque si no… —añadió arremangandose, como si se preparar para un pleito de puños o algo parecido.
-No reclames… solo nos tomara cinco minutos… —respondió su esposo haciéndole unas cosquillas en el cuello, Kurt le hizo el quite al arrumaco pero sonrió de todas formas.
-Señor Jenkins… aquí estamos… —dijo Kurt tratando de mostrarse amable y tranquilo.
-Señor Hummel… y Señor Anderson… ¿bajaron los dos?... —pregunto el hombre con un ojo puesto en ellos y el otro en Henry que salía del cuarto de limpieza en puntillas, como un elfo en navidad lo haría.
-¿Como?
-Nada… Señor Hummel, disculpe las molestias, aqui esta su correspondencia, además de esta cajita que no se que es… —dijo entregando todo.
-Ni yo… ¿que más?
-¿Que más? —repitió el Señor Jenkins mirando a ambos y soltando un suspiro cuando el «joven Henry» entró en el elevador.
-Si, ¿o me va a decir que nos hizo venir solo por estos sobres y esta caja?... —contestó Kurt comenzado a levantar su ceja inquisidora.
-Bueno… la verdad es que si… pero lo hice porque mi reemplazante ya sabe…
-Lo se… —se adelantó en decir Kurt conteniendo la respiración como si contara mentalmente hasta 12.598, lo miró un instante con mala cara y dio media vuelta para retirarse, Blaine sonrió y le dio las gracias por la deferencia que, al parecer, el Señor Jenkins sentía y había tenido con ellos.
-Ok, creo que ahora si que necesito un trago o algo que me haga superar este dia del demonio… —dijo Kurt presionando el botón del ascensor.
-No maldigas… —agrego Blaine mirando la flecha que indicaba que el elevador estaba detenido en el piso 13— te saldra esa arruga a la que le temes tanto...
-Maldigo lo que quiera, el Señor Jenkins nos hizo bajar solo para perder el tiempo, estaba más raro que nunca y es el dia del padre y nadie se ha acordado de saludarme… y por último los productos extra costosos que uso impiden que me salga cualquier arruga —respondió presionando el botón en repetidas ocasiones— ¿esta cosa esta averiada o que?
-Solo esta detenida… y en nuestro piso, tal vez la Señora Constantinides dejó su bolso entre las puertas nuevamente... y, como nota la margen, debo recordarte que yo si te salude… —dio Blaine levantando la mano que tenía libre, Kurt sonrió sin ganas y continuó presionando el botón.

-¡Henry!, ¡por fin!... ¿traes todo?.. —dijo Lizzie en cuanto se abrió al puerta del elevador y vio salir a su hermano.
-Obvio que si… ¿tienes el cojín? —preguntó asomando la cabeza en dirección del departamento.
-¡Aqui esta Henry Anderson Hummel!... —respondió Noah cargando un almohadón que lo doblaba en tamaño.
-Excelente hermanito… dámelo… —dijo tomándolo por una de las punta, saco un pie primero y puso el almohadón en el piso para evitar que las puertas del ascensor se cerraran— con esto bastará, al menos hasta que terminemos de montar todo… ¿tienen lista la mesa?
-¡Pusimos todo lo elegante Henry Anderson Hummel!... —exclamó Noah alzando a «Desmond» con entusiasmo.
-Perfecto… ¿se quedan ustedes vigilando o me quedo yo?
-¿Vigilando?... ¿acaso no viste si los Papàs se quedaban hablando con el Señor Jenkins?
-Por supuesto que los vi, pero temo que alguien quiera usar el elevador y arruine esta parte del plan… —respondió Henry bajando el tono de su voz y dirigiendo su mirada al departamento de la Señora Constantinides cuando mencionaba lo de alguien.
-¡Oh!... tienes super razon… ¡hola!... yo me quedo con el «Goblin»
-Bien… te envio un texto cuando tenga todo listo… —dijo haciendo ademán de entrar con las bolsas— ¡ah!... le deje una caja de «macarons» del Ladurée al Señor Jenkins, ya sabes, por el favor que nos hizo… ¿les parece bien?
-A mi si, al Señor Jenkins le gustan…
-¿«Rizzie»?
-Obvio… merecía una recompensa…
-Bien… les aviso… —dijo Henry entrando al trote.

-¡Por fin!... —exclamo Kurt al ver que la aguja comenzaba a retroceder indicando que el elevador venia bajando.
-Te lo dije… seguro y nuestra vecina acaba de notar la ausencia de su bolso.
-Claro… —dijo Kurt entrando al elevador, se ubicó en un rincón y se cruzó de brazos, Blaine lo miró con ternura y comenzó a revisar la correspondencia, empezando por la caja— ¿que es?... —pregunto mirándolo.
-No lo sé… parece algo publicitario… ¿quieres abrirla?
-No… ¿tiene algún sello?
-Tampoco se… —contestó Blaine mirándola por todos lados— este… ¿«Yves Saint Laurent»? —pregunto enseñando el símbolo de las tres letras entrelazadas.
-Por cierto… debe ser una muestra de perfume o algo… luego se la regalamos a alguien, nunca me han gustado sus fragancias…
-¿Seguiras de mal humor? —pregunto comenzando a mirar las cartas.
-No estoy de mal humor, solo un poco…
-¿De mal humor?
-No… —contestó alargando la «o»— diria que molesto más bien… porque nuestro descanso dominical se vio interrumpido por esa caja y por tres cartas que ni siquiera son importantes… —agregó abriendo la reja.
-...
-¿Blaine? —dijo al ver que su esposo se quedaba detenido como embobado con algo.
-Creo que te cambiare la opinión sobre lo que acabas de decir… —dijo sonriendo mientras salía del elevador.
-¿Como?... ¿por qué?...
-Toma… —dijo entregandole uno de los sobres.
-¿Es para mi?
-Velo tu mismo… —agregó su esposo con la sonrisa aún más amplia, Kurt tomó el sobre al tiempo que abría la puerta de departamento, miró el nombre del destinatario y sonrió también mirando a su esposo— es la letra de Henry… —dijo quedándose en el umbral de la puerta.
-Y esta la de Lizzie… —sentencio Blaine entregando la segunda carta.
-¿Que?... —dijo Kurt recibiendola sorprendido.
-Y por último esta es de Noah… —añadió pasando el último sobre.
-Blaine… ¿que?... ¿tu también tienes?
-Tres, igual que tu… —dijo enseñando su correspondencia.
-Por dios… —murmuró abriendolas de a una, se sentó entre el pasillo y la entrada de su casa y se puso a leerlas emocionandose con cada palabra que le habían escrito sus hijos, Blaine hizo lo propio sentándose a su lado, luego de leer cada uno las cartas que les correspondian, intercambiaron las misivas.
-Blaine… —dijo Kurt derramando algunas lágrimas de emoción.
-Esto es hermoso… —agrego Blaine doblando las cartas con mimo.
-Es más que hermoso… es la mejor sorpresa que nos han dado… mira los detalles de estas cartas, el papel, el sello postal… las palabras…
-Lo sé… —respondió su esposo tomandole la mano, se acercó a él y lo beso con la emoción que también lo embargaba en ese momento— te amo… —agrego apartándose.
-Lo se… ¡dios!, creo que ya ni siquiera estoy molesto porque Lizzie se va a ir a almorzar con su amiga… —agregó riendo entre lágrimas.
-Vamos a hablar con ella… —respondió levantándose— seguro y aun no se ha ido.
-Y con Noah… —agrego Kurt incorporándose con la ayuda de su esposo— nunca pensé que con cinco añitos podía escribir tan bien.
-Y usar tantas palabras… —opino Blaine cerrando la puerta tras de él, dejó las llaves en al mesa del recibidor junto con las otras cartas y la caja con los perfumes.
-Esto es maravilloso… te juro y… —dijo Kurt soltando un suspiro, Blaine lo miró un instante antes de besarlo de nuevo le acaricio la cara toda, le limpio las lágrimas con su mano mientras su esposo volvió a mirar las cartas con ternura.

Junio de 2040


-¡Con un demonio Henry!... —exclamó Lizzie paseándose de un lado a otro con la vista fija en su teléfono móvil.
-¿Aun no dice nada Henry Anderson Hummel?... —preguntó Noah con la vista fija en el almohadón que recibía de tanto en tanto los golpes de la puerta del elevador.
-Aún no… ¡hola!... ¡vamos Henry!… ¿cuánto se demora una persona en distribuir una comida para  cinco… ¡doble hola! —dijo Lizzie mirando su teléfono otra vez.
-Lincoln Garcia dice que la Señora Adelaide Ellington es una tortuga con rizos, porque se demora en «dipstribuir» el almuerzo, yo le digo que son muchos «epstudiantes» y que por eso se demora, pero el dice que no, que es porque es una tortuga con rizos, y yo nose que «sipnifica» porque ninguna de las tortugas de mi libro tiene cabello… —dijo Noah encogiendo sus hombros pero sin quitar la vista de la tarea que le habían encomendado, Lizzie río por lo de «tortuga con rizos» y actualizo sus mensajes nuevamente.
-¡Por fin!... —exclamó alzando su teléfono— vamos «Goblin» Henry ya termino… —dijo Lizzie tomando el almohadón para dejar liberadas las puertas, cerró la reja y el ascensor comenzó a bajar de inmediato.
-¿Henry Anderson Hummel ya «dipstribuyo» la comida?
-Ya la distribuyo… ¡ay qué emocionante es esto!... —dijo cerrando la puerta, Noah se fue dando pequeños saltos demostrando asi, que tambien estaba entusiasmado— ¿tu no les dijiste nada?, ¿verdad «Goblin»?
-No dije nada Lizzie Anderson Hummel, aunque los Papàs quisieron saber, me preguntaron cuando fuimos a tomar chocolate —explico Noah que continuaba con los brincos.
-¡¿En serio?!... ¡uy!... ¡estoy segura y fue idea del Papà!... —exclamó Lizzie mientras abría la puerta batiente de la cocina de un solo golpe.
-¡Henry Anderson Hummel!... ¡hay mucha comida!... —dijo Noah tomándose la cabeza.
-No tanta hermanito, aunque pensándolo bien… —respondió el aludido mirando todo.
-¿Puedes creer que los Papàs trataron de sobornar al «Goblin» para que les contara lo de la sorpresa?... —agrego Lizzie entrando tras su hermano.
-Era de esperarse, ¿no crees «Rizzie»?
-No… —contestó la chica alargando la «o».
-Pues yo creo que si... ¿qué te parece todo?, ¿faltara algo?... —preguntó Henry con las manos en la cintura.
-Pues todo luce espectacular… y no creo que falte algo… aunque estos cubiertos… —respondió la chica corrigiendo la posición de la cubertería— se que parece baladí, pero todo esta en los detalles —Henry soltó una risotada contenida al escuchar las palabras de Kurt en boca de su hermana— ¡ay por dios!…¡creo que me estoy convirtiendo en el Papà!… —dijo llevándose las manos a la cara, Henry y Noah rieron al unísono,
-Henry Anderson Hummel, los Papàs ya venían…
-¿En serio hermanito?
-Si… vimos que el ascensor empezó a bajar cuando Lizzie Anderson Hummel quitó el cojín.
-Pues ya esta todo listo así es que, que suban, no hay problema… —dijo Henry mirando todo con cara de satisfacción, Lizzie tambien miro todo con una gran sonrisa  y decidió pararse en la puerta para ser la primera en ver cuando llegaran sus Padres.

-Vamos a hablar con ella… —respondió Blaine levantándose— seguro y aun no se ha ido.
-Y con Noah… —agrego Kurt incorporándose con la ayuda de su esposo— nunca pensé que con cinco añitos podía escribir tan bien.
-Y usar tantas palabras… —opino Blaine cerrando la puerta tras de él, dejó las llaves en la mesa del recibidor junto con las otras cartas y la caja con los perfumes.
-Esto es maravilloso… te juró y… —dijo Kurt soltando un suspiro, Blaine lo miró un instante  antes de besarlo de nuevo le acaricio la cara toda, le limpio las lágrimas con su mano mientras su esposo volvió a mirar las cartas con ternura.
-¿Eres feliz Kurt Hummel-Anderson?... —preguntó su esposo tomándole la mano.
-Mucho… ¿y tù?
-Mucho también… —dijo besándole los dedos de a uno, luego sonrió y encaminó sus pasos hacia la cocina— ¿me creerías si te dijera que imagine esto?
-¿Que cosa?... ¿lo de las cartas?
-No… por supuesto que no, no podría haber imaginado esto tan bello… me refiero a recibir las palabras que nos dedicaron nuestros hijos…
-¿En serio?... —dijo Kurt sonriendo .
-Mucho… cuando supimos que Henry venía en camino, imaginé cómo sería cuando tuviera conciencia para saludarnos y decirnos cosas asi… —agrego Blaine suspirando— siempre pensé que las cosas que le regalaba a mi Papà cuando era niño eran estupideces y él así las recibía… pero ahora me doy cuenta que no… — Kurt detuvo su andar y se aprovechó de la mano que le tenía tomada para acercarlo a  él y darle un beso.
-Eres un dulce Blaine Anderson-Hummel y no me canso de decir que soy el hombre más afortunado de que seas el padre de mis hijos… —dijo abrazandolo, Blaine lo envolvió de vuelta sintiendo, como siempre, que èl era el afortunado.

-Creo que ahí vienen… —dijo Lizzie asomada por la puerta de la cocina— bueno aun no… ahora se estan besando… ¡hola!... —agrego blanqueando los ojos.
-¿Traen las cartas Lizzie Anderson Hummel?... —preguntó Noah mientras ultimaba los detalles de la mesa junto asu hermano mayor.
-¡Ay «Goblin»!, ¡obvio que si las traen!… si no, el Señor Jenkins sería el peor cómplice del mundo… ¡hola!... ahora si ahí vienen… —añadió dando un salto, miro todo como inspeccionando y se ubico al lado de Henry— ¡ven «Goblin»!… —dijo haciendo unas señas a su hermano, el pequeño se acercó a  ellos y Henry terminó por tomarlo en sus brazos.
-¿Lizzie?, ¿estás aquí cariño?, con el «Papáblen» queremos…
-¡Sorpresa! —exclamaron sus hijos al unísono en cuanto Kurt abrió la puerta.
-¿Que?... —dijo sorprendido, se llevó las manos a la boca quedándose como congelado, Blaine, que venía dos pasos atrás, chocó con él como en una rutina de payasos.
-¡«Papáblen»!, ¡sorpresas para ti también! —exclamó Noah al ver entrar a su otro Papá.
-¿Qué es esto?...—dijo Blaine mirando todo.
-¡Feliz dia del Padre!.... —agregaron los tres chicos Anderson Hummel como en un coro extra coordinado.
-Por dios… ¿Henry?... —dijo Kurt acercándose  a su hijo con las manos en el pecho.
-Hola Papá… —dijo este yendo a su encuentro para darle un abrazo de lo más sentido.
-¿Que haces aqui?... ¿como llegaste tan pronto?...
-De hecho llegué ayer… el mensaje que les envié fue desde el departamento de Liang.. —contestó Henry haciendo gestos de travesura.
-¿Acaso le mentiste a tus padres?... —quiso saber Kurt apartándose un poco.
-¡Ay Papá!, la ocasión lo ameritaba, además Liang fue super amable y discreto y te envío saludos, a ambos les envió, ¿verdad Henry?
-Verdad…
-Genial… ¿èl esta bien?... —pregunto Blaine acercándose a la mesa, Lizzie y Noah hicieron lo mismo tomando sus lugares de siempre.
-Muy bien… aunque su novio… no se… —respondió Henry haciendo una mueca chueca con su boca mientras se sentaba al lado de su hermana.
-¿A qué te refieres cariño?... —quiso saber Kurt  mirando con complacencia los detalles de la mesa.
-¿Acaso estas celoso hermanito?... —dijo Lizzie como cantando.
-¿Por qué Henry Anderson Hummel tendría celos Lizzie Anderson Hummel?... —agrego Noah subiéndose al regazo de Blaine.
-No lo estoy hermanito, es solo que es un poco mayor que Liang y eso me da un poco de desconfianza, aunque no se por que… —explicó Henry soltando una pequeña risa cuando decia lo  del «por qué»
-¿Mayor?... ¿cuanto mayor cariño?... —pregunto Kurt sacando un pellizco de uno de los «macarons».
-Mucho, tiene la edad de ustedes… —respondió sin pensar, Lizzie se atraganto con el jugo que bebía y Kurt levantó su ceja como si un gancho se la hubiera tirado a  distancia, Blaine rió por lo bajo y Noah miró a todos sin entender muy bien que había pasado— es decir… no como ustedes… bueno si tiene como cuarenta y algo, pero eso no quiere decir que sea viejo, ya saben… ustedes no lo son...
-Te entendemos hijo… —interrumpió Blaine haciendo un gesto entre risas.
-Lo siento… —se excusó el chico poniendo cara de complicación.
-No te aflijas cariño —dijo Kurt haciéndole un cariño en el brazo— la felicidad que me dieron, que nos dieron —se corrigió mirando a su esposo—  con la sorpresa que prepararon, sirve para amainar cualquier disgusto, disgusto, que debo advertir, habría sido de proporciones en cualquier otra circunstancia… —terminó por decir levantando un dedo en señal  de advertencia.
-¿Te gustó nuestra sorpresa Papà?... —preguntó Noah acurrucandose en Blaine.
-Me encanto cariño…
-Y apuesto que nos maldeciste el triple pensando que no había nada más para ti y el «Papàblen» en este día además del saludo que les dimos en el desayuno… —dijo Lizzie señalando con uno de los cubiertos.
-Eso... no… es verdad… —respondió Kurt como disimulando.
-Papà… —agregó Henry queriendo reír.
-¡No es verdad!, jamas me atreveria a maldecir a ninguno de mis hermosos hijos… ¿verdad Blaine?
-Muy verdad... pero si debo decir que estábamos un poco decepcionados… pensamos que ya no nos querían tanto…
-No digas eso «Papàblen»,ustedes  son los mejores Papàs del mundo, ¿cómo no íbamos a saludarlos con algo especial? —advirtió henry mirando a sus hermanos, Kurt miró a su vez a su esposo y este le guiño un ojo esbozando una sonrisa más que celestial.
-Además, esa era la idea, que pensaran que no había nada más,  si no, no se hubieran sorprendido… ¡hola!
-¿Y se «sonpredieron»? —agregó Naoh bien acomodado en su «Papàblen»
-Mucho, casi me da algo… en especial cuando leí las palabras de cada uno… —dijo Kurt mirando a cada uno de sus hijos, todos sonrieron y se miraron entre sí.
-Es verdad hijos, lo que plasmaron en las cartas fue hermoso, gracias… —agrego Blaine sintiéndose emocionado.
-Pues fue idea del «Goblin»…  —dijo Lizzie moviendo sus cejas.
-¿Es eso cierto bebè?... —pregunto Kurt mirando a su hijo que se escondía tras «Desmond»
-Fue mi «sugerrencia»… —respondió coqueto.
-Pues fue una idea maravillosa cariño, gracias… —añadió su Papà besándolo en la cabeza, Blaine lo abrazó y le dio otro par de besos.
-¡Ahora comamos con todos los nervios de la preparación me entró un hambre del demonio!... ¡hola!... —dijo Lizzie tomando un trozo de pan y otros cuantos de queso.

Julio de 2025



-¿Lizzie?, ¿estás lista cariño?... —dijo Kurt entrando en el cuarto de su hija— cariño… ¿por que aun estas con el pijama?... ¿no te dije que hoy es un dia importante?
-Si, pero estaba buscando mi «pada», parece que se la llevó «Hendry»… —respondió Lizzie dando vueltas por su habitación tomando y dejando piezas de ropa y juguetes desparramados por todos lados.
-¿Y para que la necesitas bebè?... te recuerdo que en Lima no hay playas para usar ningun tipo pala, ni balde…
-Pero ayer los «uzamos»… —agregó la pequeña siguiendo con las vueltas.
-Así es… —dijo Kurt comenzando a ordenar un poco el desastre que había armado su hija en la habitación, había vaciado casi todo sus cajones y los cobertores estaban en cualquier lugar menos sobre la cama— ayer la usamos porque estábamos en la playa, pero hoy no, ¿recuerdas que hoy viajas con los abuelos y tu hermano?
-Si, porque cuatro de «dulio»… —agregó Lizzie parándose recta y con los brazos pegados al cuerpo como un soldado al saludar la bandera lo haría.
-Por supuesto, por lo tanto no hay tiempo ni de palas ni de nada más… ¿que tal si te pones la ropa que te deje colgada en la puerta el baño? —dijo Kurt bajando a su altura— es perfecta para un viaje en avión y por supuesto para celebrar el cuatro de julio—agregó tratando de darle un orden al cabello de su hija pero acabó sonriendo al no poder conseguirlo de ninguna de las maneras.
-¿Para mi viaje con «Hendry»?...
-Para tu viaje con Henry...
-Esta bien… ¿puedo usar «somberero»? —preguntó adoptando una pose coqueta y de modelo de revista.
-Puedes y debes… —respondió dándole un beso en la mejilla, acto seguido se incorporó y continuó con el orden estirando los cobertores sobre la cama .
-¿Dónde esta el «Papàblen»? —quiso saber Lizzie alcanzando el gancho con su ropa de viaje.
-Esta con Henry bebé... luego vendrá para ayudarte con tu maleta, ahora vístete… —dijo haciendo ademán de salir.
-...
-¿Lizzie?...—insistió al notar que su hija volvía a lo del paseo por la habitacion.
-Si…
-Ok, confio en ti cariño...—termino por decir Kurt saliendo, miró sus mensajes, llamó a Helen y a su Papà y pudo confirmar las reservas Washington/Lima con la primera y la llegada sin problemas con el segundo— muy bien, tenemos… 15 minutos entonces… —dijo mirando el reloj en su teléfono— ¿Henry? —agrego al ver a su hijo parado enfrente y que lo observaba quizás de cuanto rato.
-Hola Papá… ya estoy super arreglado… —dijo acomodándose un abrigo de invierno.
-Y abrigado… ¿por que estas usando eso?
-Porque pensé que era perfecto para un viaje… —añadió mirandose.
-Lo es si ese viaje es una expedición a alguno de los polos, ¿no estaba el «Papablen» contigo? —pregunto Kurt mirando hacia el pasillo en ambas direcciones.
-No, lo espere un tiempo pero luego pensé en apresurarme, los abuelos dijeron que llegarian a esta hora… —afirmó mirando su reloj.
-Asi es… ¿tu maleta?
-La deje en la entrada…
-Gracias a dios y alguien heredó mis genes de responsabilidad… —murmuró Kurt mirando al cielo, Henry miró también sin saber a que debía prestar atención.
-¿Los abuelos ya llegaron? —preguntó su hijo echandose un poco de aire con una de sus manos.
-Llegaron, acabo de hablar con Carol y me dicen que ya están en New York, por lo tanto llegarán aquí en unos 15 minutos.
-¡Super sensacional!... —exclamó Henry queriendo saltar pero el exceso de ropa impidió su movimiento.
-¿Tienes algo más bajo ese abrigo cariño?
-Mi sweater y mi chaqueta de deporte...
-Pues creo que puedes prescindir de dos de esas… ven, te ayudare… —dijo estirando su mano para que Henry la cogiera.
-¡Kurt!… ¡hijo!, vaya si estas sobrevestido… —dijo Blaine al encontrarse con ambos en medio del pasillo, caminaba como con urgencia y tenía un cardigan a medio poner.
-Creí que ayudarías a Henry, ¿donde estabas?, o mejor dicho, ¿vas a algun lado?... —pregunto Kurt arqueando un poco la ceja.
-Si, tengo que ir al estudio porque surgió la posibilidad de aparecer en un programa de radio…
-¿Ahora?
-Sí… —contestó sonriendo al tiempo que terminaba de vestirse— vuelvo en 30 minutos… exactos...—añadió dándole un beso.
-Un momento… —dijo Kurt haciendo un gesto acorde con su mano— tenemos cosas que hacer, debemos partir a Washington en una hora…
-Por eso me demorare 30 minutos, solo haré mención al concierto de esta tarde, además de promocionar «My Universe V»…
-Pero si ni siquiera lo has escrito… —dijo Kurt poniendo mala cara.
-Si pero…
-¡Pero nada!… —exclamo sin pensar, tomo un poco de aire como si buscara calma en su interior y siguió hablando— Henry, cariño… ¿podrías esperarme en tu cuarto?, quítate ese abrigo y el sweater, creo que con la chaqueta de deportes será suficiente.
-Sí… —respondió el pequeño mirando a sus dos padres de manera alternada, Blaine le sonrió y le hizo un gesto divertido para alivianar la situación, Kurt se le quedo viendo a el, fijo, como en espera de una retractación que parecía y no llegaría muy pronto.
-¿Y bien?... —dijo en cuanto Henry entró en su dormitorio.
-¿Que cosa?
-¿Que cosa?... —repitió en tono de burla.
-Kurt… ¿qué pasa contigo?
-Pasa que como dije, tenemos muchas cosas que hacer, mi Papà y Carol están por llegar y ni siquiera hay algo para ofrecerles, Lizzie esta en ropa interior sin ninguna gana de empezar a vestirse, Henry, al que a propósito tú ibas a yudar, se vistió como para una expedición al polo norte y por último tenemos que estar camino a Washington en menos de una hora y tu decidiste salir justo ahora… ¿quieres preguntar de nuevo que pasa conmigo? —termino por decir Kurt cruzándose de brazos.
-Kurt… te escucho y te entiendo, pero… es solo media hora… te prometo que cuando vuelva…
-Cuando vuelvas estará todo listo siempre… —interrumpió Kurt dándose media vuelta.
-¿Que demonios significa eso?
-...
-¡Kurt!… espera… hablame… —pidió Blaine sujetándolo de un brazo, su esposo se dio vuelta con cara agria— ¿quieres que me quede?, ¿que diga que no voy a ir al programa de radio?
-Por supuesto que no…
-¿Entonces?
-Blaine… —dijo zafandose— se que tu trabajo es diferente al mío y que no puedes delegar, se que todo lo que has logrado ha sido trabajando duro, tu exito, tus reconocimiento, tus composiciones que parecen no tener fin… pero… pero en ocasiones me exaspera tu falta de compromiso con esta casa, te juro y en ocasiones me siento solo en este mundo...
-Kurt…
-Ok eso fue exagerado, pero lo de que me exasperas es muy cierto… —sentencio señalandolo, Blaine soltó un poco de aire y negó con la cabeza.
-¿Disculpa?
-...
-¿Esa será tu respuesta?, ¿un bufido?... —su esposo no dijo nada y miró hacia otro lado— vaya Blaine, imagina si no hubiera dicho aquello de que me exasperas.
-¿Que hay con lo dijiste ayer en la playa?, que estabas orgulloso de mi, que debí estar en el «Capitol Four» desde el primer «My Universe», que apostabas mis partes, que por mi presencia en el concierto aceptarías que arruinara San Valentín y el Dia de Gracias y no se que mas…
-Pues cambie de opinión…
-¿Que?... ¿por qué?
-¡Porque ayer cuando llegamos de la playa te encerraste en tu endemoniado estudio!, tuve que hacer todo solo, alistar a nuestros hijos, ordenar lo que llevamos al paseo y lidiar con una historia interminable que involucraba a ese cangrejo del demonio… —respondió Kurt enumerando con sus dedos todo lo que decía— ¿no crees que es suficiente para cambiar de opinión? — sentencio dándose media vuelta con dramatismo para meterse en su dormitorio, Blaine se restregó la cara y miro la hora en su reloj pulsera e hizo ademán de caminar hacia la escalera y de ir tras su esposo un par de veces de manera alternada, soltó un poco de aire y terminó por decidirse a hacer lo último.

-OK, dime que quieres que haga… —dijo Blaine parándose en la puerta con las manos en la cadera.
-¿Que?... —pregunto Kurt mientras echaba cosas en un «necessaire» de diseñador.
-Lo que escuchaste… dime que quieres que haga y lo hago…
-Blaine, no puedo decirte lo que debes hacer… ¿qué clase de persona crees que soy?... —Blaine lo miró con los ojos empequeñecidos como diciendo «¿quieres que conteste a eso?»— solo haz lo que debes… eres una persona adulta... —dijo mirando un par de botellas de productos de cuidado personal antes de guardarlos.
-Bien, iré a lo que me comprometi… pero quiero asegurarme que no te sentirás como un «padre soltero» o no se que… —dijo haciendo el gesto de comillas con sus dedos.
-Ve… —respondió su esposo mirando el equipaje apilado al final de la cama.
-Ok… —agrego Blaine como con miedo.
-Antes que te vayas a lo que te «comprometiste»… —dijo Kurt imitando a Blaine en lo del gesto de comillas y en la voz grave— déjame las llaves del auto que rentamos, mientras estas en lo tuyo guardaré todo esto— agregó estirando su mano.
-¿Llaves?
-Si, las llaves del auto que rentamos… te las entregue para que las guardaras en cuanto llegamos del concesionario.
-No, no lo hiciste…
-¡Claro que si!
-Kurt, lo siento pero yo no las tengo… —respondió Blaine tocandose los bolsillos del pantalón.
-Tienes que estar bromeando… ¿verdad? —dijo de vuelta casi hablando entre dientes, como si contuviera kilos de rabia dentro de su boca.
-No… no estoy bromeando, llegamos del concesionario y como bien recordaste, me metí en mi endemoniado estudio a componer, así es que lo que dices es imposible que haya sucedido.
-¡Cómo va a ser imposible!, recuerdo perfectamente que llegamos y antes de entregarte todo puse el estuche con los documentos y la llave justo aquí… —dijo abriendo la gaveta de su mesa de noche, se quedó en silencio un momento y sacó un pequeño estuche plástico más unas llaves sujetas a un llavero con el logo del concesionario de automóviles.
-¿Están ahí?... —pregunto Blaine queriendo reír.
-Estoy seguro y tu las pusiste aquí para hacer que mis nervios explotaran… —respondió Kurt dejando todo sobre la cama.
-Vamos… sabes que eso no es cierto... —agregó su esposo acercándose.
-Por supuesto que lo es, y aunque no lo sea, no te pediré disculpas si es eso lo que buscas con esa caminata extra sexy… —dijo retrocediendo los pasos que Blaine avanzaba hacia el.
-No espero que lo hagas…
-Pues no lo hare, aun sigo pensando que me exasperas…
-No lo hagas… yo lo haré por los dos… —respondió juntando sus labios con los de él.
-No te besare de vuelta… —dijo Kurt hablándole sobre la boca, Blaine sonrió y lo ciñó más a él hasta que su esposo cambió de opinión y se rindió a sus besos y a su cuerpo— te odio Blaine Anderson Hummel… —agrego suspirando al tiempo que le cruzaba sus brazos a la altura del cuello.
-Y yo te odio a ti… —contestó con su frente pegada a la de el— y siento estar tan ausente, te prometo que de ahora en adelante, seré yo quien lidie con nuestros hijos si se encuentran otro cangrejo.
-Ok…
-Y si me esperas un segundo, llamaré a Eldwood para decir que cancele lo de la radio.
-¿Que? —dijo Kurt apartándose.
-Lo que oyes, es apresurado e innecesario… y si lo pienso bien… ya no necesito ese tipo de publicidad…
-¿Seguro?
-Mucho… tengo un par de Grammys… —dijo moviendo sus cejas.
-Gracias… de verdad te necesito aquí…
-Lo se… —dijo Blaine dando otro beso— ¿voy con Lizzie? —agrego apartándose.
-Si por favor… ¡estoy seguro y aún esta en pijama!… —exclamo levantando sus brazos al cielos.
-Eso se soluciona de inmediato… —terminó por decir Blaine saliendo de la habitación.
-¡Blaine!...
-¿Si?
-Gracias… —dijo Kurt sonriendo, Blaine le guiño un ojo y cerró la puerta tras de él.

Febrero de 2053



-Dios… eres tan bueno en esto… —dijo Kurt en medio de un suspiro, mientras su esposo le besaba el cuello y parte de la espalda bajo el agua caliente de la ducha.
-Lo se… aunque preferiría que me llamaras Blaine… —respondió rodeándolo.
-Engreído… —agregó riendo.
-Tambien lo se… —dijo besándole los labios—ademas son mas de 30 años que mis labios tocan tu piel, creo que he adquirido cierta expertise en cuales son tus puntos favoritos..
-Mucha expertise… pero debo hacer notar que conoces mis puntos favoritos desde el día uno…
-¿En serio?... ¿cómo es eso posible?
-No lo sé… —contestó Kurt abrazandolo por el cuello— y si no fuera porque nuestro hijo menor nos reprendería por el desperdicio de agua, te pediría que hicieramos esto a toda hora… —añadió echando su cabeza hacia atrás para recibir el agua en su cara, Blaine aprovechó aquello para darle más besos en el cuello.
-¿Dónde está tu shampoo?... —pregunto mirando la repisa con los productos de higiene personal.
-Allí… la botella volteada… —contestó su esposo restregándose la cara y el cabello mojados.
-Creí que ya no teníamos la necesidad de voltear envases… que estábamos en posición de dejar restos si queríamos… —dijo meneando la botella.
-No lo estamos, pero por 300 dólares, te juro y soy capaz de cortarla a la mitad para usar hasta la última gota.
-Claro… —añadió Blaine riendo, abrió el envase y golpeó el gollete contra su palma abierta para que cayera todo lo que había dentro, luego puso la botella bajo el chorro de agua y la llenó parcialmente— así no hay accidentes por romper una botella de vidrio— dijo vaciando el contenido sobre la cabeza de su esposo.
-Muy sabio de tu parte… —contestó cerrando los ojos, Blaine se restregó las manos para esparcir el shapoo y se ubicó tras el para comenzara masajearle el cabello.
-¿Crees que Noah llegue temprano?... —quiso saber Kurt disfrutando al máximo aquello.
-No lo se… ¿no nos dijo que se quedaría con sus amigos trabajando en sus respectivas solicitudes para la universidad?...
-Es verdad… ¿no crees que tenga problemas para quedar en alguna?, ¿verdad? —pregunto Kurt dándose media vuelta para mirar a su esposo a la cara.
-Obvio que no... es el más inteligente de la familia, sus calificaciones son excelentes y por último, es hijo y hermano de egresado, algo debe servir eso… —respondió Blaine quitando el exceso de agua de su cabello con un movimiento como de perro— ¿por que?... —añadió cerrando la llave y tomando la bata de él y la de su esposo.
-Porque, me gustaria que me acompañaras a un lugar...
-¿A un lugar?... —repitió Blaine mientras le ponía la bata en la espalda, Kurt metió los brazos en las mangas y espero que su esposo terminara de arroparlo— ¿que lugar?
-Al «Grand Prospect Hall», Henry estuvo trabajando con el ingeniero experto ese de su compañía y parece que no existe daño estructural mayor que esas grietas en el muro del tercer piso, por lo tanto... las restauraciones pueden empezar si así lo estimó conveniente… —dijo encogiendo un hombro como si se sintiera orgulloso de tener tanto poder de decisión sobre algo.
-¿Y lo estimas conveniente?... —pregunto Blaine arreglandole el cuello y el lazo de la cintura.
-Por supuesto, tengo muchas ideas que quiero compartir contigo… ¿que dices?
-Pues me parece excelente… —respondió cubriendo su cuerpo con la otra bata.
-Demasiado diría yo… —agrego Kurt mirándole de reojo la entrepierna.
-Lo siento… —dijo su esposo sonriendo— es tu cercanía, que mas puedo decir.
-Puedo ayudarte con eso si deseas… —contestó Kurt acercándose un poco.
-Lo deseo… pero no ahora que acabamos de planear una salida… sabes que me gusta amarte con tiempo y sin prisas...—agregó acariciándole el cabello húmedo, Kurt sintió que una corriente eléctrica le recorría la espalda desde la nuca hasta el trasero, luego le dio un beso y abrió la puerta vidriada, se acercó al vanitorio y limpio la humedad con un par de pañuelos descartables, tomo un cepillo de cabello y comenzó a darle un orden a sus rizos, Kurt hizo lo propio enchufando el secador de cabello— ¿a qué hora quieres ir?... —preguntó mirándose la cara en el espejo como si analizara con detención si necesitaba una rasurada o no.
-No lo sé… asumo que ahora… aunque creo y deberíamos llamar a Noah, no me gusta que llegue estando esto solo… —advirtió señalando a su alrededor con dos accesorios diferentes.
-Es muy dulce que aun creas que Noah necesita vigilancia 24/7… —dijo Blaine parándose detrás, lo abrazo por la cintura y le dio un par de besos en el cuello.
-Pues la necesita…
-Tiene 18 años Kurt, puede votar, conducir y casarse si así lo quiere… —añadió su esposo mirándolo por el reflejo del espejo.
-No mientras viva bajo mi techo… —sentencio desdiciendose por el accesorio que dejaba un peinado extra liso.
-Ok… —contesto Blaine dándole tres besos seguidos— me visto y lo llamo… —termino por decir saliendo del baño, Kurt le hizo un gesto de pulgares de arriba mientras encendía el aparato para secar su cabello.

-¡Princesa!... —exclamó Blaine al encontrarse con su hija recostada al medio de la cama matrimonial mirando televisión— ¿que?... ¿hace cuanto rato estás aquí?... —pregunto mirando hacia el baño.
-Un par de minutos… —respondió cambiando de canales— «Papáblen», tienes que contarme como es que el Papá te convenció para poner un televisor en el dormitorio, yo quiero uno, pero James insiste en que no, que la santidad del dormitorio, que la energía, y bla, bla,bla, bla…
-Bueno, fue hace muchos años y creo que fui yo el que lo convenció a él… —respondió ajustándose lo que traía puesto— hola… —dijo besándole la cabeza.
-Hola «Papáblen»… ¿el Papá?, ¿esta en el teatro?
-No… de hecho… esta… —Blaine se tomó la oreja y cruzo y descruzo sus brazos un par de veces, luego metió las manos al bolsillo de su bata e indicó de manera rápida y como que no quiere la cosa hacia el baño.
-¿Estaba contigo ahí dentro?... ¡uy!... ¿no interrumpi nada o si?
-No Princesa, no interrumpiste nada… cuéntame… ¿que haces aqui?
-Bueno…
-¿Estoy loco o escuche…?... bueno no estoy loco… —dijo Kurt saliendo del baño, Lizzie hizo un gesto de saludo con sus dos manos y luego estiró los brazos para que su Papá la saludara— hola cariño… ¿hace cuanto rato estás aquí?... —pregunto una vez que le diera un beso de bienvenida.
-Le decía al «Papáblen» que hace un par de minutos… —respondió recostandose nuevamente.
-¿Estás bien cariño?... —quiso saber Kurt mirando de reojo a su esposo.
-Lo estoy… bueno no se… pero puedo averiguar si estare mal o super bien… — Blaine miró a Kurt y este le hizo un gesto de «no tengo idea de que esta hablando»
-Si nos das detalles Princesa, tal vez podamos ayudarte… ¿todo bien con James?
-Todo bien…
-¿Tienes problemas en la universidad?... ¿te despidieron?
-No… todo esta super bien en mi carrera, hasta me dijeron que me ascenderan antes de fin de año...
-Cariño, esa es una super noticia… pero, ¿por eso estas así?, porque te advierto que tu cara no es acorde a lo que acabas de contarnos.
-No… —dijo alargando la «o», se sento en la cama y apago el televisor, Kurt levantó una ceja al ver que su hija estaba con zapatos sobre su cobertor inmaculado— bien saben que con James queremos tener un hijo… bueno el quiere tener como cincuenta, pero yo le digo que si no tiene útero, que no decida sobre el mio… ¡hola! — sus padres sonrieron al unísono— en fin… lo que pasa es que tengo un retraso de como dos semanas… — Kurt se llevó las manos a la boca y contuvo el aire por un par de segundos— pero… —agrego la chica en señal de advertencia— aún no se si «sí» o si »no», por eso fui a la farmacia y compre esto… —dijo sacando una caja de prueba de embarazo desde su bolso.
-¿Ya te la hiciste Princesa?
-No… y no se si es correcto y que opinara Freud al respecto, pero… siento que las únicas personas que tienen que estar conmigo cuando me la haga son ustedes… por eso vine… —respondió poniendo cara de complicación.
-Cariño… —dijo Kurt haciendo un puchero y sintiendo que podía ponerse a llorar a mares.
-¿No les molesta?
-¿Por qué habría de molestarnos?… sería un honor Princesa… aunque creo que con quien deberías de estar es con tu esposo.
-¡Al diablo con él!, nuestra hija ya eligió, no nos queda más que aceptar su decisión… —sentencio Kurt abriendo el empaque de la prueba marca «Clearblue», saco la barra y la miró con cara de asco, la devolvió a la caja para luego tomar el papel con las instrucciones.
-Kurt…
-«Papáblen», no te preocupes, te prometo y James será el primero en enterarse, bueno... después de ustedes claro...—dijo Lizzie sonriendo al mirar a ambos.
-Esta bien… pero, ¿te importaría salir un momento?, tenemos una situación de desnudez bajo estas batas que creo y es necesario solucionar...—dijo Blaine ajustando el lazo como si algo estuviera al descubierto.
-Me parece justo… iré a tomar agua o algo, si no, no me darán ganas de «hacer»… —dijo la chica bajándose de la cama— vuelvo enseguida…
-¡Pero no bebas mucho cariño!, aquí dice que no debes beber en exceso, puede afectar los resultados… —advirtió Kurt señalando el párrafo en el folleto instructivo, Lizzie hizo un gesto de que había entendido y salió de la habitación como retrocediendo.
-¡Esto es tan emocionante!... —exclamo Kurt dando unos aplausos— aunque no se si la parte el pipí en esa barrita… —añadió como pensando en aquello, movió una mano como espantando moscas y se sentó en la cama para comenzar a vestirse.
-¿De verdad sientes que todo esto esta bien?... —pregunto Blaine mientras se ponía la ropa interior.
-¡Por supuesto que sí!... —respondió Kurt quitándose la bata— Lizzie nos eligió para esto, recuerdalo...—agregó poniéndose una camiseta.
-Si pero…
-Blaine… —interrumpió su esposo acercándose— la mayoría de las mujeres hace esto sola… ¿no es como para sentirnos privilegiados que, aún siendo adulta, nuestra hija quiera contar con nosotros?, y ya dijo que se lo contara a James… obvio que se lo contará… además, si resulta ser negativo, creo que necesitara nuestro apoyo...
-Tienes razón… tienes razón… —dijo Blaine quitándose la bata.
-Siempre tengo razón Blaine Anderson-Hummel… siempre… —dijo Kurt dándole un beso.
-¿Ya están vestidos?... —preguntó Lizzie asomando la cabeza pero con los ojos cerrados.
-Lo estamos Princesa… —dijo Blaine poniéndose un pantalón y camiseta de ejercicio.
-Bien… —añadió la chica entrando— tome un vaso de agua y creo que ya tengo ganas de usar el baño— dijo moviéndose como cuando era pequeña.
-Entra entonces… —dijo su Papá parándose en la puerta— toma cariño, se supone y debes quitar esta tapa, y dejar que la orina corra por esta parte de la barrita, un par de segundos basta y sobra —agregó entregando la prueba.
-¿Y despues que hago?
-¿Nunca te has hecho una Princesa?
-No… ¿por qué habría de hacerme una?... ¡hola!
-Porque has estado intentando quedar embarazada desde que te casaste… —contesto Blaine también en tono de pregunta.
-Si pero, nunca había tenido un retraso tan grande, en realidad nunca había tenido un retraso en mi vida… ni siquiera cuando era adolescente...—añadió la chica mirando al cielo.
-No te preocupes cariño, el papel con las instrucciones es muy explicativo, luego que hagas lo tuyo, vuelves a poner la tapa y lo dejas en esta posición, usa el vanitorio o el mueble de las toallas… —dijo Kurt tomándola por los hombros, la acompañó hasta casi el retrete y luego de una gran sonrisa le dio un beso en al mejilla— ahora solo queda hacer pipí…
-Gracias Papá… y a ti «Papáblen»… —dijo la chica mirando a Blaine que se había quedado en la entrada— Ok, los llamo cuando ya esté lista… —agregó levantando la barrita aun en el empaque, Kurt volvió a lo de la sonrisa amplia y la dejó sola, cerró la puerta e hizo ademán de pegar la oreja para escuchar.
-¿De verdad quieres escuchar eso de nuestra hija? —pregunto Blaine con las manos en los bolsillos.
-Por supuesto que no quiero escuchar «eso»... lo que quiero escuchar es cuando diga que esta lista, solo tenemos tres minutos hasta que la prueba diga el resultado…
-¿En serio?, ¿cómo lo sabes?
-Porque lei el manual y retuve toda la información…
-Guapo e inteligente… ¿no te cansas de ser tan perfecto? —dijo Blaine acariciándole la espalda
-Zalamero… —respondió Kurt dándose media vuelta— ¿estás emocionado? —agregó haciendo un gesto como de nervios.
-Mucho… ¿tú?
-Mucho también… no puedo esperar para ser abuelo… —dijo emocionandose.
-¡Listo!... —grito Lizzie desde el baño.
-¡Oh por dios!... —exclamo Kurt dando unos aplausos, abrió la puerta del baño y vio a su hija con cara de circunstancia con medio trasero apoyado en el lavabo dando la espalda a la prueba de embarazo— ¿listo cariño?... ¿te lavaste las manos?... —añadió antes de acercarse.
-Me las lavé… la cosa dice que son tres minutos… —añadió tomándose las manos con nervios.
-Lo son Princesa… ven… —dijo Blaine abriendo los brazos, Lizzie se acercó y se refugió en él como cuando era niña, Kurt, en tanto, se mantuvo con la vista fija en la pequeña pantalla de la barra «clearblue»
-Listo cariño… —dijo su Papá tomando la prueba, Blaine sonrió de inmediato al ver la expresion de alegria y emocion en la cara de su esposo, Lizzie en cambio se volteo como en cámara lenta y con los ojos cerrados.
-¿Y?... —pregunto la chica con la cara arrugada como si hubiera comido tres limones.
-Es positivo…
-¿¡QUÉ!?... —exclamó llevándose las manos a la cabeza.
-¡Es positivo cariño!... —dijo Kurt de vuelta dando unos brincos
-¡Con un demonio!... —añadió Lizzie elevando su voz al máximo, también dio un par de saltos y extendió sus brazos para abrazar a sus dos padres al mismo tiempo, Kurt se aproximó lo mismo que Blaine y ambos la colmaron de besos y parabienes.
-Felicidades Princesa…
-Si cariño, felicidades…
-¡Felicidades a ustedes que serán abuelos! —exclamó Lizzie apretandolos tanto que casi hace que las cabezas de sus padres chocaran entre si.

Julio de 2011



-Muy bien Kurt HUmmel, hora de empacar todo y de paso, revisar si falta algo… —dijo Kurt hablándose a si mismo, estaba en la cocina de su casa y miraba lo que tenía distribuido sobre la mesa— dos copas de cristal, una botella de champagne, que por cierto nadie nunca se enterara de como la obtuve —añadió en señal de advertencia como si efectivamente hubiera otro Kurt con quien hablaba— servilletas, dos platos, cuberteria, una barra de pan, tres quesos diferentes, que por cierto son de francia legítimos, «pâté», fresas y dos pequeñas tartas de manzana… —dijo guardandolas con sumo cuidado—¡oh!... ¡sal y pimienta!… —exclamo como si hubiera olvidado lo mas importante— aunque deberia preguntar si los necesitaran por aquí… —dijo mirando a su alrededor— en fin… Blaine Anderson, prepárate para el cuatro de julio de tu vida...—añadió satisfecho— y hablando de ti… mejor te llamo para evitar retrasos y malos entendidos— termino por decir sacando su teléfono móvil para llamar a su novio— ¿Blaine?...
-Kurt… espera un segundo, solo un segundo… —respondió su novio al otro lado del teléfono.
-¿Estas ocupado?, puedo llamar después…
-No, no estoy ocupado, es solo… que estaba viendo la televisión y la apague para evitar distracciones…
-Muy sabio de tu parte… feliz cuatro de Julio…
-Feliz cuatro de Julio para ti también, ¿ya tienes todo listo?
-Casi, solo me falta arreglar algunas cosas y estaré listo para partir… —respondió Kurt señalando todo lo que tenía sobre la mesa como si Blaine pudiera verlo.
-¿Pasarás a recogerme?, ¿donde iremos?
-Pues es una sorpresa, ¿como esperas que te diga algo que es una sorpresa?
-Pensé tomarte desprevenido… —dijo Blaine soltando una risa que se escuchó el doble de dulce a través del auricular.
-Tramposo, ¿me dirás tú cuáles son los planes esos que tienes para el verano?
-Por supuesto que no, es una sopesa Kurt Hummel…
-¿Ves?, ¿cómo esperas que te cuente lo mío si tú no me cuentas lo tuyo?
-No lo sé, pero en mi defensa debo decir que lo mío es más bien por una necesidad práctica…
-¿Necesidad práctica? —repitió Kurt arqueando la ceja.
-Asi es, necesito saber dónde iremos para saber qué ropa usar, te cuento de inmediato que tengo seis conjuntos sobre la cama y no sé cuál es el apropiado —explicó Blaine tomando algunas piezas de ropa, también pensando que su novio podía verlo.
-Tú siempre te vistes bien, cualquier cosa que elijas estoy seguro y te sentará de maravillas…
-Kurt… eso fue muy dulce… gracias…
-Tienes un novio excelente que puedo decir…
-Por supuesto que lo tengo, y mi preocupación sólo es porque no quiero ir sobre vestido, o lo opuesto a eso..
-¿Sin nada?... —dijo Kurt sin pensar.
-No… —contestó Blaine riendo— me refiero a un atuendo inadecuado, como sandalias en un restaurante elegante, por ejemplo…
-Por ejemplo, pero te doy una pista… no iremos a un restaurante…
-Ok, ¿donde iremos entonces?
-¡No te lo diré!... mejor alístate, pasaré por ti en… 40 minutos… —dijo Kurt mirando la hora en el reloj de la cocina.
-Bien, no puedo esperar para verte...
-Lo se…
-Saludos a Burt y a Carole…
-Se los daré…
-Te amo…— dijo Blaine terminando la llamada, Kurt creyó escuchar un ruido como que le lanzaba un beso o algo parecido, sonrió al pensar en aquello y se quedó arrimado a uno de los muebles con el teléfono cerca del pecho y un sonrisa enamorada en su cara.
-Alguien está de buen humor… —dijo Carole llegando a la cocina— ¿hablabas con Blaine? —añadió comenzando a preparar café.
-Sí… —respondió Kurt soltando una risa media boba—te envía un «hola»
-Que amable… se lo das de vuelta cuando lo veas…
-Por supuesto, te levantaste temprano… —dijo siguiendo con el orden de lo que preparaba.
-No tan temprano como tu Papá, que se fue al mercado de madrugada —explicó Carole dando un bostezo.
-¿Al mercado?, ¿de verdad? —dijo su hijastro de vuelta mientras abría el refrigerador y se quedaba observando dentro.
-Así es, esta más que entusiasmado con la parrillada que se supone y hará...
-Claro…
-¿Y todo esto cariño?... —quiso saber Carole señalando la mesa.
-Bueno, decidí preparar una sorpresa para Blaine, él siempre está sorprendiéndome así es que decidí que era tiempo de que yo lo hiciera para variar… —respondió poniendo sus manos sobre un par de cestas como para picnic pero más modernas, con asas de metal y cierre en la tapa.
-Como el fin de semana en ese club de campo engreído… —recordó Carole sirviéndose una taza extra grande cafe.
-Exacto… —dijo Kurt sonriendo al recordar aquello— y cómo por fin volvió de su gira con los Warblers, pensé que esta fecha era perfecta… —añadió enseñando todo como evidenciando la perfección de la que estaba hablando
-Pues todo luce genial… —opino sentándose a la mesa— ¿donde irán?
-Pues averigüe que en Westerville hay un parque llamado Sharon Woods que es fantástico y súper popular en el condado de Franklin, lo que me lleva preguntarme porque mi novio no me ha llevado nunca.
-Tal vez para que lo llevaras tú primero… —dijo Carole poniendo cara de travesura.
-Tal vez… —repitió su hijastro imitando la mueca traviesa.
-¿Eres feliz cariño?
-Mucho… Blaine es...
-¡Por fin levantados!… debo decir que les llevó como cinco horas de ventaja… —dijo Burt llegando con unas cuantas bolsas de compras entre sus brazos.
-Exagerado… —murmuró Kurt mientras revisaba todo lo que ya tenía empacado.
-Escuche eso… —advirtió su Papá apuntandolo antes de dejar lo que cargaba sobre la mesa y saludar a su esposa con beso.
-¿Te encontraste con Finn querido?
-Si, esta estacionando el auto, ¿que es todo esto?... —pregunto mirando dentro de las cestas.
-Es el picnic que tu hijo preparó para su novio… —se adelantó en responder Carole dando un tono importante a sus palabras.
-¿Un picnic?... ¿en serio?... —dijo tomando un par de cosas.
-Muy en serio… ¿puedo llevar esto o lo necesitaran para el almuerzo?... —pregunto Kurt meneando un salero y pimentero de vidrio.
-No cariño, puedes llevarlos...—respondió Carole sirviendo una taza de café para el recién llegado.
-Un momento, ¿por qué hablas como si fueras a salir?
-Porque lo haré…
-¿Disculpa?
-Papá, te lo dije hace semanas, Blaine volvió de la gira que tenía con los Warblers y no nos hemos visto en mucho tiempo…
-¿No estuvo aquí el otro dia que te trajo ese regalo de Toledo?…
-Así es, pero desde ese dia que no lo veo, y bien sabes que dejar de verse es algo que afecta cualquier relación… ¿no recuerdas esa película que vimos juntos?
-Lo recuerdo… pero no puedes ir...
-¿Como?
-Lo que oyes, hoy es cuatro de julio y debemos compartir como familia… —sentencio Burt comenzando a sacar lo que había comprado de las múltiples bolsas.
-Estas bromeando, ¿no es así?
-No… Kurt, nunca hemos pasado este día separados, nunca…
-Pues yo nunca había tenido un novio con quien celebrar días como este… nunca… —replicó cruzándose de brazos, Carole los miraba ambos como en un partido de tenis
-Pues ve mañana…
-¡Mañana es cinco!, nadie celebra el cinco de julio…
-Kurt...
-No, escucha… si quieres puedo llegar a la hora de la cena, con todo lo que veo y compraste estoy mas que seguro que quedará comida como para el resto de las vacaciones, así es que, lo siento pero seguiré con mis planes… —dijo cerrando el cierre de ambas cestas al mismo tiempo.
-Kurt esto no es negociable, vamos… ¡este es el primer cuatro de julio en el que Carole esta con nosotros! —dijo señalando a su esposa.
-¡Claro que no!... —exclamo Kurt agudizando su voz.
-¡Como que no!
-¡No!...
-¿Cuando nos conocimos?... —dijo Burt mirando a Carole.
-Ciertamente antes de lo que crees, cariño, ¿que tal si vas a terminar de arreglarte?, estoy segura y tienes el atuendo perfecto para una tarde en el parque Sharon Woods…
-Ciertamente que lo tengo… llevare esto a la entrada —dijo tomando ambas cestas, dio a su Papá una mirada de soslayo y pasó por su lado sin decir palabra.
-Nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión Carole… —advirtió Burt en cuanto su hijo salió de la cocina.
-Pues yo no diré nada… —contesto su esposa encogiendo los hombros.
-¿Como?...
-Lo que oyes, no diré nada porque estoy segura que ya te diste cuenta que lo que le estás pidiendo a tu hijo es un absurdo de principio a fin…
-De nuevo… ¿como?
-Burt, Kurt es feliz… ¡feliz!… ¿cómo puedes pedirle que no este con la persona que es responsable de esa felicidad?, y no me vengas con ese discurso de la familia, porque bien sabes que compartimos todo el tiempo, incluso más de lo que cualquier familia con dos varones adolescentes lo haría… así es que… —agrego cruzándose de piernas como si ya no hubiera nada más que agregar a la discusión.

-Te amo…— dijo Blaine terminando la llamada, le lanzo un beso un tanto risueño y termino la llamada, se tiró hacia atrás en la cama y soltó un suspiro lleno de amor.
-Cariño… ¿estabas durmiendo? —preguntó Pam entrando sin golpear.
-No Mamá… y pasa… —dijo Blaine enderezandose de a poco.
-¿Seguro?, estabas como inconsciente allí… —agregó mientras se ponía unos pendientes de brillos.
-Seguro… ¿que quieres?... —respondió levantándose, enchufo su teléfono y sacó un par de cosas del cajón de la mesa de noche.
-Necesito decirte un par de cosas antes que nos vayamos con tu Papá… pero antes… ¿de verdad no quieres ir con nosotros?, estará la tía Debbie… tienes garantizados 20 dólares… —dijo la Señora Anderson como cantando.
-Lo se… —añadió Blaine soltando una pequeña risa— pero bien sabes que tengo planes con Kurt…
-Por supuesto… ¿donde irán?... —preguntó Pam mirándose en el espejo de su hijo.
-No lo se…
-¿Como que no lo sabes? —agrego corrigiendo la posición del pañuelo que llevaba al cuello.
-No lo sé porque él decidió que sería una sorpresa… —dijo Blaine sonriendo.
-¡Pero qué cosa tan romántica!...¿por eso toda esa ropa?...tal vez no al necesites, aunque no se si que tú y él ya…
-¡Mamá!...
-Ay cariño, era sólo curiosidad maternal...
-Pues pregúntame sobre mis calificaciones o que quiero para cenar...—dijo Blaine tomándose una oreja.
-Lo haré… ¿como me veo? —preguntó dándose una vuelta completa.
-Te ves muy bonita Mamá…
-Ay gracias cariño, por eso te quiero tanto… ahora, con tu Padre regresaremos mañana, deje cena para hoy por si quieres comer algo…
-Ok, gracias Mamá…
-Tal vez mañana vengan a reparar el aire acondicionado pero no estoy segura si la persona me dijo el jueves o el viernes, de todas formas es él quien pierde un cliente si no presenta… ¿qué más tenía que decirte?—dijo Pam llevándose una mano al mentón como evidenciando duda extrema— creo que eso era todo… de todas formas, cualquier cosa nos llamas… un beso… —añadió batiendo sus manos en el aire para que su hijo se acercara— que te diviertas y… la casa estará sola, ideal para… ya sabes… —añadió moviendo sus ceja, Blaine blanqueó los ojos y terminó empujando a su madre a la salida.

Julio de 2011



-Te ves muy bonita Mamá…
-Ay gracias cariño, por eso te quiero tanto… ahora, con tu Padre regresaremos mañana, deje cena para hoy por si quieres comer algo…
-Ok, gracias Mamá…
-Tal vez mañana vengan a reparar el aire acondicionado pero no estoy segura si la persona me dijo el jueves o el viernes, de todas formas es él quien pierde un cliente si no presenta… ¿qué más tenía que decirte?—dijo Pam llevándose una mano al mentón como evidenciando duda extrema— creo que eso era todo… de todas formas, cualquier cosa nos llamas… un beso… —añadió batiendo sus manos en el aire para que su hijo se acercara— que te diviertas y… la casa estará sola, ideal para… ya sabes… —añadió moviendo sus cejas, Blaine blanqueó los ojos y terminó empujando a su madre a la salida— ¡cariño!... ¿qué modales son estos?...
-Tu empezaste… —dijo su hijo continuando con los empujones.
-No se a que te refieres… pero… —añadió deteniéndose en seco, se dio media vuelta y se quedó parada en umbral de la puerta— lo último lo juro… —advirtió haciendo variados gestos de promesa, Blaine se cruzó de brazos y tomó una cantidad extra de aire como si buscara paciencia llenando sus pulmones— si te cuesta trabajo decidirte por alguno de esos atuendos… te recomiendo aquel con el cardigan rojo y la camisa a cuadros, te juro y eres un sol cuando lo usas… —terminó por decir la Señora Anderson sonriéndole a su hijo, Blaine miró sobre la cama y tambien sonrio al pensar que aquel atuendo si corría con ventaja sobre los otros, pero por otras razones que iban más allá de lo estético.
-Adiós Mamá… —respondió haciendo ademán de cerrar la puerta.
-Adios cariño… que te diviertas… ¿te quedo todo claro?... ¿verdad?
-Todo muy claro… saludos a todos y si puedes, cobra mis 20 dólares…
-Lo haré… —exclamó su Madre mientras bajaba las escaleras.

-Creo que si doblo aquí… podre ahorrar un par de minutos y llegar antes, asi podria sorprenderte con una toalla en la cintura Blaine Anderson... —murmuró Kurt mientras conducía hacia la casa de su novio— creo que tengo una obsesión con eso… —añadió como pensando en aquello, sonrió para sí y siguió conduciendo por las calles del barrio acomodado donde vivía Blaine, todas las casas parecían sacadas de un catalogo de decoracion de Martha Stewart y la elegancia de todo había causado una impresión enorme en Kurt desde el primer día que había puesto un pie allí— con un demonio Blaine Anderson, odio que seas ademas de guapo y sexy, extraordinariamente rico… aunque si me preguntas, me quedo con tus dos primeras características, que duda cabe... —dijo al ver a su novio parado a la orilla de la acera como un turista a punto de pedir un eventon, tenía una mano tras la espalda como ocultando algo y con la otra le hacía señas casi advirtiendo su presencia— otra vez perdí la oportunidad de la toalla en la cintura… pero te perdono por ser tan guapo... —termino por decir sonriéndole, Blaine hizo lo mismo acompañado de una última seña de saludo, Kurt aparco el auto casi enfrente de él y abrió el seguro de las puertas para que su novio entrara al auto— feliz cuatro de julio Blaine Anderson…
-Feliz cuatro de julio para ti tambien Kurt Hummel… esto es para ti… —respondió su novio entregandole una flor adornada con una cinta tricolor.
-Vaya, muy patriótico debo decir… —dijo Kurt haciendo hincapié en el lazo blanco., azul y rojo.
-La ocasión lo amerita, que mas puedo decir…
-Pues me encanta y huele sensacional… —añadió acercando la rosa a su nariz.
-Lo se... hola… —agrego Blaine acercándose para besarlo— te ves muy guapo… —dijo mientras se ponía el cinturón de seguridad.
-Gracias, tu también… y debo decir que todos tus atuendos, ese es mi segundo favorito… —contestó su novio mirándolo de arriba a abajo, luego encendió el motor, dejó la flor en el espacio que había entre ambos asientos y chequeo disimuladamente su peinado haciendo una maniobra como que nivelaba el espejo retrovisor.
-¿El segundo?...
-Así es… el segundo...
-¿Y cual es el primero?
-¡Tu uniforme de Dalton por supuesto!…
-¡Ah!... por supuesto…
-Aunque también me gusta cuando usas tu abrigo y esa bufanda a cuadros…
-OK… —dijo Blaine soltando una pequeña risa engreída.
-Y también el sweater borgoña que te pusiste en la fiesta de Rachel, pero debo agregar que también me acuerdo de ella y el momento en que comenzó a comerte la cara… por lo tanto… no lo uses por lo menos en un año… —añadió Kurt levantando su mano en señal de alto.
-Recordaré eso… ahora… ¿dónde iremos? —preguntó adoptando una posición ansiosa.
-Pues lo sabrás cuando lleguemos… —respondió su novio haciendo las primeras maniobras para echar andar el auto, incluido encender la radio.
-Tanto misterio… estoy pensando que secuestraras y sacaras del país a escondidas… —dijo Blaine moviendo sus cejas.
-Creeme que me encantaría pero, dudo que pueda sacar a un menor de edad de manera exitosa —Blaine rió como si aquello fuera lo más divertido que había escuchado en toda su vida— ¿tus padres salieron finalmente?
-Salieron, mi Mamá me dio un par de instrucciones y se fue de lo más arreglada… —dijo Blaine mirando el paisaje.
-¿Siempre hacen esa reunión? —quiso saber Kurt moviendo el dial.
-Siempre… y gracias a ti, este es el primer año que puedo zafarme ella, de mi prima Kim, de todos pidiéndome que cante... así es que… gracias… —respondió inclinándose hacia él para besarlo en la mejilla.
-Por nada… —respondió su novio sonriendo medio ruborizado— solo espero que no lamentes el haber perdido esos 20 dolares de tu tia… ¿como se llamaba?
-Debbie…
-Ella...
-No lo lamentare, ademas, le pedi a mi Mamá que los cobrara por mi, después de todo, 20 dólares son 20 dólares… —dijo levantando una ceja.
-Muy cierto… —añadió Kurt queriendo cambiar la radio nuevamente.
-¡No!... deja esa estación… —exclamó Blaine al escuchar una canción de su agrado, puso su propia mano sobre las perillas del aparato para evitar que su novio cambiará lo que estaban tocando.
-¿«S&M»?... ¿en serio?... —dijo poniendo mala cara.
-¿Que?, es una buena canción… —dijo su novio comenzando a seguir el ritmo con los dedos sobre una de sus piernas.
-Pues yo creo que es un tanto…
-¿Un tanto?...
-Pornogarfica… —añadió Kurt virando hacia su derecha, Blaine no pudo evitarlo y soltó una gran risa— ¿que?
-Kurt, vamos…
-¡Escucha la letra! —exclamo subiendo el volumen.
-Creo que estas exagerando, hay personas que piensan que es una crítica de Rihanna a los medios y a los papparazzis… —dijo su novio tarareando la parte del coro, Kurt lo miró de reojo queriendo reír también— ¿que?
-Ni tu crees eso… ahora solo falta que me digas que la «S» y la «M» son por el sol y las madres o algo asi…
-No… pero como quieras… —respondió volviendo a reír, miró un instante el paisaje que pasaba por su ventana para luego volverse a su novio, estiró la mano y comenzó a acariciarlo, primero el cabello, luego la oreja y para terminar bajando con su mano por su brazo hasta que sus dedos se encontraron con los de él.
-¿Qué significa esto Blaine Anderson?
-Nada… —dijo entrelazando su mano con la de él por sobre la palanca de cambios.
-Pues no se siente como nada… veo que tu profesor de manejo no te ha enseñado lo que se debe y no se debe hacer al momento de conducir… —insistió Kurt disfrutando de manera disimulada el contacto con su novio.
-Bueno… mi Papá es bastante liberal al respecto, incluso al conducir, me contó que una vez él y mi Mamá lo hicieron mientras él conducía un convertible entre Los Angeles y Las Vegas…
-¿En serio?-... —pregunto Kurt quitando los ojos de la carretera un instante.
-No…
-¡Blaine!
-Lo siento… no pude resistirme… —dijo haciéndole unas cosquillas en el cuello.
-Pues ahora no te creeré nada de lo que me digas… —contestó Kurt encogiendo el hombro para evitar más cosquillas.
-Claro que lo harás… —agrego Blaine volviendo a bajar con su mano por el cuerpo de su novio.
-Pues eres un travieso, debiste tener como profesor a Burt Hummel, él si que te enseñaría los «No» y los «Si», de conducir… partiendo por la posición de las manos en el volente, «es en las 10 y las 2 Kurt, no en las 3 y nada»… —añadió imitando la voz de su Papá.
-Estoy seguro y fue un gran profesor…
-Lo fue…
-¿Él también salió a celebrar con Carole?
-No… se quedaron en la casa, mi Papá compró una parrilla en el centro comercial y… —Kurt hizo una pausa y guardó silencio sin terminar lo que estaba diciendo.
-¿Estas bien?, tu expresión cambio…
-Estoy bien… es… —contestó volviendo a lo de la pausa, encendió la luz de viraje y detuvo el auto a un costado de la carretera que unía Westerville y el parque Sharon Woods— escucha… —agregó poniéndose de medio lado para mirarlo a la cara, Blaine hizo lo mismo en su asiento— antes de salir mi Papá me dio un gran discurso de porque debía quedarme, que era un dia familiar y no se que, lo que era super injusto desde todo punto porque le avise con anticipación qué pasaría este día contigo… sin embargo no puedo evitar sentirme culpable, cosa que no debería, y no porque crea fervientemente que este dia es familiar ni nada de eso, sino porque la última vez que lo contradije, él terminó con un infarto y en coma por varios días…
-Eso no fue tu culpa Kurt, fue solo coincidencia… —advirtió Blaine tomándole una mano.
-Lo se… pero el asunto es que pienso que tal vez debería estar allí, con él, con Carole, con Finn… con Rachel… —dijo blanqueando los ojos cuando mencionaba a su amiga del alma— pero no porque no quiera besarte bajo un ciprés en el parque Sharon Woods, sino porque no se… es mi Papá y te juro que nunca en mi vida había pasado este día sin él, ni sin sus bromas sobre los políticos actuales y que pensarían nuestros Padres Fundadores si estuvieran aquí… es el último cuatro de julio que estaré aquí… y no se... —agregó soltando una risa llena de nostalgia.
-¿Allí es donde iremos?, ¿al parque Sharon Woods? —quiso sabre Blaine mirándolo de medio lado.
-¿Como?
-Acabas de decir que te gustaria besarme bajo un ciprés en Sharon Woods… aunque creo que en ese parque hay más robles que otra cosa..
-Me da lo mismo el árbol… y si, ahi se supone que iremos...
-Me parece un lugar ideal… —dijo Blaine haciéndole un cariño en la cara— pero… —añadió tomándole ambas manos— creo que deberíamos postergar lo que sea que hayas preparado…
-¿Que?... no…
-Escucha… es claro que quieres estar con tu Papá, con Carole, con Finn y con Rachel… —dijo haciendo el mismo gesto de fastidio que hiciera su novio segundos antes— por lo tanto, te propongo que aprovechemos este día patriótico y averiguamos si Burt Hummel es o no capaz de encender una parrilla…
-¿Esta seguro?... te había creado una gran expectativa con respecto a este cuatro de julio...
-Muy seguro… ademas que podemos volver mañana, habrá menos gente y eso nos permitirá hacer algo más que besarnos bajo ese ciprés que mencionaste…
-Gracias… —dijo Kurt abrazándolo.
-Por nada… —respondió Blaine dándole un pequeño beso en un hombro— te amo...
-Lo sé… —contestó su novio apartándose, se puso el cinturón de seguridad nuevamente y volvió a dar las gracias unas cuatro veces más antes de echar a andar el auto de vuelta a Lima.

Septiembre de 2041



-Ahí esta mi Papá Señor Jenkins, gracias por su «acompañamiento»… —dijo Noah en cuanto se abrió al puerta del ascensor, en efecto, Kurt lo esperaba unos pasos más alejado con una manta extra mullida en las manos.
-No se preocupe joven Noah, es mi trabajo… —replicó el Señor Jenkins tomándole la mano para salir junto a él del elevador— buenas tardes Señor Hummel.
-Buenas tardes Señor Jenkins, gracias por traer a Noah, bien sabe que somos nosotros los que lo recibimos del autobús, pero justo recibí una llamada del teatro y mi esposo estaba atendiendo la de unos amigos…
-No se preocupe, como le dije al joven Noah, es mi trabajo…
-Aun así…
-Papá esta lloviendo… —dijo Naoh como si nadie supiera eso.
-¡Lo sé bebé!… ¿puedes creerlo?... ¿no te mojaste mucho?... —pregunto bajando a su altura para envolverlo con la manta.
-No, el Señor Jenkins llevo un «para-aguas» así de gigante… —explicó el pequeño estirando sus brazos al máximo.
-Pues me parece muy conveniente… gracias Señor Jenkins...—repitio Kurt haciéndole un gesto de adiós, Noah también se despidió de esa forma y el portero del edificio término por entrar al ascensor haciendo reverencias como una persona del oriente las haría.
-¿Estabas ocupado Papá?...
-No cariño, bueno, si… recibí una llamada de la gente imprudente del teatro y tuve que atenderla, por eso no pude ir a buscarte a la puerta… —dijo al tiempo que metía las llaves en la cerradura.
-¿Y el «Papáblen»?, ¿también hablaba con los de tu trabajo?
-No, él estaba hablando con la Tia Lily…
-¿¡La Tia Lily Westbrook Stewart!? —exclamó Noah tapándose la cara con manta y todo.
-Con ella… —dijo Kurt abriendo la puerta.
-¿Y hablo con Liverpool Westbrook Stewart también?
-No lo se cariño, luego le preguntamos al «Papáblen» de qué conversaron, ¿te parece?... —agregó su Papá tomando una punta de la manta mullida, Noah dio vueltas hasta que se la quitó de encima, Kurt sonrió y tomó la mochila y lo demás que cargaba su hijo y lo guardó en el armario de la entrada.
-¿Dónde esta «Mister Stephen Whiskers»?
-Asumo que en tu cuarto cariño… —respondió entregandole a «Desmond»— de hecho ha estado allí todo el dia...
-Lo se… aun esta triste por lo que sucedió con tu silla… —dijo su hijo abrazando a su dinosaurio.
-Pues yo no lo veo muy triste bebé… es mas, me atreveria a decir que esta de lo más tranquilo..
-Pero el lo siente… yo se que si…
-Lo se cariño… ya hablamos de eso… ahora cuentame, ¿que tal tu dia?
-Papá, todos estaban «compsternados» porque estaba lloviendo, dijeron que aún era verano así es que era una traición o algo asi...
-Pues hasta el 21 de Septiembre lo es bebé, por eso creo y la consternación de tus amigos… y cuéntame… —añadió tomándole una mano— ¿ya llegaron esos compañeros nuevos a tu clase?
-Si, pero ninguno era Barbra St James Berry… —contesto Noah encogiendo sus hombros con tristeza.
-¿Barbra?... ¿y por que creias eso bebé?
-Porque ella me dijo que sus Papás la cambiarían de escuela... pensé que llegaría a la que yo voy… —respondió repitiendo el gesto.
-Lo siento cariño, pero creo que sus padres optaron por otro tipo de escuela, después de todo quieren que Barbra sea una artista como ellos.
-¿Y eso es posible?
-Lo es si asiste a una escuela especializada donde le enseñen todo lo preciso… —explicó Kurt mientras comenzaba a subir la escalera hacia los dormitorios.
-¿Y esa escuela «epsiste»?... —preguntó Noah abriendo sus ojos al máximo.
-Existe, es un tanto presumida y yo creo que innecesaria, pero sí bebé, existe…
-¿Y por que ni yo, ni Henry Anderson Hummel, ni Lizzie Anderson Hummel «asiptimos»?, tú y el «Papáblen» también son «artipstas»
-Lo somos, pero con el «Papáblen» creemos que cada quien debe dedicarse a lo que le gusta, y no ser una copia de sus padres sean como sean…
-¡Oh!.... —exclamó Noah de lo más sorprendido, su Papá sonrió deseando que aquella capacidad de asombro nunca abandonara a su hijo.
-«Toc», «toc»… —dijo Kurt al tiempo que abría la puerta de su cuarto.
-¡Adelante!... Kurt, creo que aun me queda un poco de la insolación del verano —dijo Blaine mirando su panza, se había subido un poco al camiseta y se observaba tendido en la cama— ¡Noah!… —exclamó al verlo aparecer, se arregló la ropa y se incorporó con ayuda de las almohadas— hola hijo… —agregó abriendo sus brazos, el pequeño corrió hasta él y se subió a la cama de un salto— ¿no te mojaste con la lluvia repentina?... —pregunto mientras lo recibía con mimos.
-No, el Señor Jenkins llevo un «para-aguas» así de grande… —respondió Noah gesticulando nuevamente algo inmenso con sus brazos extendidos de par en par.
-Vaya si era grande… ¿qué tal tu dia en la escuela?
-Muy bien… «Papáblen», ¿estabas hablando con la Tia LIly Westbrook Stewart acaso?
-Estaba… ¿por qué lo preguntas?
-¿Por que crees?... Liverpool… —murmuró Kurt mientras se metía en el baño.
-¿Quieres saber de tu amigo hijo? —pregunto Blaine acariciandole el cabello.
-Si, porque el me dijo que seria super «sensasonal» que estuviéramos en Londres para Navidad y queria saber si ya le había preguntado a sus Papás si podíamos ir…
-Pero aún falta mucho para eso hijo…
-Lo se, pero solo quería saber… —dijo Noah haciendo una mueca.
-Pues no hablamos de eso, pero ¿sabes que?... mañana tengo que hablar con Dylan, le preguntaré entonces… ¿te parece bien? —pregunto Blaine haciéndole unas cosquillas en la panza, Noah contestó un si bien risueño.
-¿Resolvió tu duda el «Papáblen» cariño?...—preguntó Kurt sentándose en la cama.
-No, pero mañana hablará con el tío Dylan Westbrook y le preguntara al «respepsto».
-¿Cuan perfecto es eso bebé?… —dijo su Papá revolviendole el pelo— ¿Lily estaba bien? —agrego acomodándose en la cama, Noah hizo lo mismo y se ubicó entre sus dos padres
-Estaba, aunque me dijo que al parecer Liverpool estaba incubando un resfriado o algo, que no se había sentido muy bien últimamente…
-Bueno si el clima en Londres esta igual de inestable que aquí, es bien fácil pescar un resfriado… ¿por qué esta lloviendo si estamos en verano?... —dijo Kurt como quejándose.
-No lo se… —contesto Blaine riendo.
-¡Yo se!... —exclamó Noah levantando una mano.
-¿De verdad cariño?...
-Si… Lincoln García dijo que era culpa del cambio climático y que nada nunca volverá a ser lo mismo de antes… nunca… —dijo dando a voz un tono más que serio.
-Culpemos al cambio climático entonces… —agrego Blaine estirando su brazo para acariciarle la cabeza a su esposo.
-¿A quién más?… ¿tienes deberes cariño? —preguntó mirando a Noah.
-Ninguno…
-Pero este dia se pone cada vez mejor, , ¿qué tal si vemos una película?
-¡Si!... ¿con «pospcorns»?
-No existe otra forma de disfrutar del cine… ¿verdad Blaine?
-Muy verdad… yo las preparo, ustedes elijan la película… —dijo el aludido haciendo ademán de levantarse.
-Recuerda usar…
-¡Ah!...están aquí… —interrumpió Lizzie asomando la cabeza por la puerta entreabierta— no se preocupen por mi… sigan en los uyo… —dijo haciendo un gesto de desinterés con su mano.
-¿Lizzie?
-¿Princesa?
-Lizzie Anderson Hummel, ¿eres tu acaso?... —preguntó Noah tomándose la cabeza y bajando de la cama en menos de un segundo.
-¡Ay «Goblin»!, ¡obvio que soy yo!… ¿y que haces aqui?... «tocando el violín»… ¡hola!... —dijo la chica sin terminar de entrar.
-¡Que gusto verte Lizzie Anderson Hummel!… —agregó Noah abrazándola a altura de las piernas.
-Gracias «Goblin»… ¡ay te comeria de pies a cabeza!.... —exclamó levantandolo para darle un par de vueltas, su hermano rió como cuando era un bebé.
-¿Qué haces aquí cariño?... —pregunto Kurt levantándose.
-Nada… es decir... obvio que algo…¡hola!.. pero no se preocupen… solo usare un poco de su electricidad para lavar mi ropa y cargar algunos aparatos.
-¿Tu máquina se averió Princesa?
-No…
-Lizzie, cariño, ¿quieres terminar de entrar y explicanos que sucede?...—dijo Kurt cruzándose de brazos, Lizzie hizo un par de muecas y entró a la habitación cargando a su hermano con la cabeza gacha y en cámara lenta, tal y como si se le hubieran agotado las baterías de un momento a otro.
-¿Estas bien Princesa?... —pregunto Blaine acercándose a su hija.
-Si…
-Explicación Lizzie Anderson… —dijo Kurt cambiando de posición las manos para dejarlas en su cadera.
-¡Ay esta bien!... —respondió dejando a Noah de vuelta en el piso— me... quede…. sin electricidad…
-¿Como?...
-¿Por qué Princesa?
-Porque la compañía decidió cortarla…
-Como dije antes… explicacion Lizzie Anderson... —dijo Kurt mirándola bien ceñudo.
-¿Por qué la compañía cortaría la electricidad?, ¿hay trabajos en el sector?
-No…
-¿Entonces?
-Entonces «Papáblen»… la compañía la cortó porque no pague la factura… —respondió Lizzie murmurando las últimas palabras.
-¡Oh por dios!... —exclamo Kurt como si se hubiera escuchado lo increíble.
-¡Ay Papá!, como que tu nunca fuiste pobre… ¡hola!... —dijo Lizzie blanqueando los ojos.
-Por favor, dime que esto no es por una irresponsabilidad de tu parte…
-No Papá, no es una irresponsabilidad, ¿que crees?, ¿que me gaste el dinero en hombres y alcohol?
-¡Menor de edad en la habitación!... —hizo notar Blaine señalando a Noah que miraba a todos con máxima atención.
-Disculpa «Papáblen»…
-¿Que tal si nos explicas Princesa?... ven… —dijo Blaine señalando el final de la cama, Lizzie camino los pasos que la separaban de aquel lugar y en vez de sentarse se dejó caer hacia atrás haciendo que su cabello ocupará casi todo el colchón, sus padres se ubicaron a ambos lados en el espacio sobrante, mientras Noah se subía por el lado de las almohadas— cuéntanos… ¿tienes problemas de dinero?
-No… bueno.. si… lo que pasa es que quede un poco corta esta mes, desde que dejaron de ayudarme con la renta, me he visto un poco complicada…
-¿Ya no estás trabajando acaso?... —pregunto Kurt en tono cortante.
-¡Claro que estoy trabajando!, pero el telemercadeo no siempre es igual… a veces la gente no quiere comprar lo que les vendo… ¡hola! —exclamó levantando sus brazos y dejándolos caer de inmediato, sus padres intercambiaron miradas— despues pense en buscar a alguien para compartir el departamento, pero las cosas se fueron al demonio con Vincent así es que le pregunte a Alaska pero resulto que esta embarazada… ¡hola!
-Princesa… ¿por que no nos pediste ayuda? —pregunto Blaine tratando de darle un orden a tanto cabello.
-¡Porque no!... se supone y soy un adulto responsable ahora… ¿como voy a estar pidiéndoles ayuda?... nada que ver… ¡hola!
-Si estás viviendo incomoda, claramente la necesitas cariño.
-¡Que no!... —exclamó levantándose— estoy todo el dia en la universidad y solo llego a dormir, no necesito electricidad en mi vida… al menos no este mes…
-¡Yo tengo 20 dólares Lizzie Anderson Hummel!… ¿te sirven para la «eleptricidad»? —dijo Noah levantando su mano.
-¡Ay «Goblin»!... ¿te dije que te comería?… —respondió su hermana lanzandole cinco besos seguidos, el pequeño sonrió de lo más coqueto.
-Princesa…
-No, «Papáblen», de verdad… déjenme resolver esto sola… se que me costara, pero se bien que puedo hacerlo… y si quieren ayudarme, no me cobren el agua y la electricidada que usare en lavar mi ropa… ¿bueno? —dijo poniendo cara de rogativa extrema, Kurt soltó un poco de aire y miró a Blaine en busca de un acuerdo casi telepático.
-Esta bien cariño… pero si comienzas a pasar hambre tendrás que aceptar nuestra ayuda como sea… ¿de acuerdo? —agrego Kurt apuntandola con el dedo.
-De acuerdo… —contestó Lizzie tomandoselo de vuelta, su Papá rió y terminó por abrazarla, Blaine tambien sonrio y le guiño un ojo a la distancia.
-Ahora —dijo Kurt apartándose— ¿que es eso de que terminaste con Vincent?
-Eso, se puso pesado y le dije que se fuera a buena parte…
-¡Hija!
-¡Ay Papá!, como si tu no hubieras terminado dos veces con el «Papáblen»… ¡hola!
-¡Lizzie!... —exclamo Kurt abriendo sus ojos como platos.
-Hablando de adultos responsables Princesa… —dijo Blaine conteniendo la respiración, se tomó una oreja y miró nervioso y de reojo a Noah, Lizzie miró a sus padres de manera alternada y luego a su hermano pequeño que se había quedado como congelado, después de todo, él era el único que aun no sabía la verdad respecto a la historia de amor de sus padres.

Septiembre de 2041




-Buenas tardes Señor Hummel, permítame su abrigo… —dijo el anfitrión del restaurante «Del Posto» en Chelsea donde Kurt había quedado para almorzar con su esposo.
-Buenas tardes Linwood, gracias… se que aun estamos en verano pero el clima ha estado tan cambiante, que creo que puede ponerse a nevar inclusive… —dijo quitándoselo.
-Muy cierto… Señor Hummel, permítame felicitarlo por su nueva obra, aún no se estrena y ya hay críticas excelentes en los medios especializados.
-Gracias Linwood, y si, tiendo a crear ese tipo de expectativas en los medios… —dijo sonriendo engreído— vengo a reunirme con mi esposo… ¿habrá llegado?... —añadió Kurt mirando hacia el interior del restaurante.
-Llego Señor Hummel… lo espera en su mesa de siempre..
-Perfecto… —respondió haciendo ademán de entrar— y Linwood— dijo devolviéndose en sus pasos— en cuanto estrene, le dire a Helen que se ponga en contacto con usted para darle un par de entradas, de las preferenciales por cierto.
-Muchas gracias Señor Hummel, será un placer verlo sobre el escenario, como siempre lo es… —respondió el hombre guardando el abrigo del recién llegado junto con los de los demás clientes, Kurt hizo un gesto de desinterés como que aquello no era nada y se dirigió hasta la mesa que usaba normalmente cuando visitaba aquel restaurante italiano, captó en su trayecto un par de miradas y comentarios de los demás clientes , así como el murmullo al pasar de algunos de los meseros.
-Todo un récord Señor Anderson-Hummel… —dijo llegando a la mesa donde lo esperaba su esposo, enseñó la hora en su teléfono como evidenciando el hecho increíble de que Blaine había llegado primero que él.
-¡Vamos!… cualquiera que te escuche pensará que soy un impuntual sin remedio… —respondió Blaine levantándose enseguida— hola… —agrego dándole un beso y abriendo al silla para él.
-Pues lo eres… pero si me recibes así, olvida todo lo que dije… —dijo Kurt sonriendo al tiempo que tomaba asiento.
-Olvidado queda … ¿que tal todo en el teatro? —quiso saber su esposo ubicándose enfrente.
-Bien… demasiado bein en realidad…
-¿Y eso qué significa?...
-Que en cualquier momento se desata la tormenta, ¿no has escuchado eso de que después de la calma viene la tormenta?... —dijo Kurt bebiendo un poco de agua.
-¿No es al revés? —añadió Blaine mirándolo de medio lado.
-Como sea… solo puedo decir que tanta paz me perturba… ¿ya ordenaste?... —pregunto tomando la carta que estaba a un costado de su plato.
-No, te estaba esperando… —respondió Blaine tomando la propia.
-Pues te aviso que estoy hambriento, así es que si hay una vaca asada en el menú, eso es lo que ordenare… —dijo mientras leía las primeras páginas.
-¿Cuán dulce seria verte hincarle el diente a una vaca entera y asada?…
-¿«Hincarle el diente»?... ¿que clase de persona crees que soy?, tenemos cubiertos… y unos muy pulidos a propósito… —dijo mirando el juego de cuberteria a ambos lados de su plato.
-Disculpa, me corrijo, ¿cuan dulce seria veter cortar apropiadamente y luego comer una vaca entera y asada?… —añadió Blaine dándole un tono elegante a sus palabras, como si fuera un «Lord» inglés o algo parecido.
-Ridículo… —dijo Kurt sonriendo, su esposo río a la par y acabó por lanzarle un beso— todo se ve espectacular… como siempre en realidad… —opino pasando página— antes que lo olvide… recuérdame que debo decirle a Helen que reserve entradas para Linwood… me alabo como siempre y me siento comprometido con él.
-Lo recordaré… —dijo dejando la carta a un costado, bebió un sorbo de agua y cruzó las manos sobre la mesa.
-¿Ya decidiste?... ¿por qué?
-No lo se… pero tomate tu tiempo, Noah hoy sale tarde la escuela, así es que… —agrego Blaine estirando su mano por sobre los platos y los cubiertos para agarrar la de su esposo.
-Muy cierto… pero creo que podría mirar esto todo el resto de tarde y no terminaria por decidirme —dijo cerrando su menú— por lo tanto… —agrego Kurt aceptando la mano de su esposo entre las suyas—pediré lo mismo que tú...—termino por decir acariciándole la mano.
-¿En serio?... pero si no siquiera sabes lo que elegí…
-Bueno Señor Anderson-Hummel, puedo decir por experiencia propia y empírica, que usted tiene buen gusto en todo lo que elige… —agregó su esposo haciendo un gesto presumido.
-«Touché»…
-Gracias por reprogramar lo que sea que tenías hoy para almorzar conmigo…
-Por nada… además tenemos que hablar…
-Es verdad… aunque, ¿debemos?... porque creeme que podemos pasar por alto lo que sucedió y concentrarnos en otra cosa, Halloween por ejemplo, esta a la vuelta de la esquina y lo sabes…
-Lo se… pero lamentablemente debemos lidiar con lo que sucedió… —Kurt soltó un suspiro e hizo una mueca de desgano— ¿que tal si empezamos por lo más fácil?... —dijo Blaine advirtiendo el fastidio de su esposo.
-¿Lizzie?
-Lizzie… ordenamos y decidimos que hacer con ella—dijo Blaine sonriéndole al mesero que se acercaba a tomar la orden, tomó el menú y pidió para ambos un «antipasti», seguido de un segundo y tercer plato, además de un postre, todo pronunciado con acento italiano perfecto , Kurt sonrió travieso pensando que aquello era lo más sexy que vería ese día— ¿que?... —dijo mirándolo extrañado.
-Nada, es solo que cuando pienso que no me sorprenderás con nada, llegas y hablas italiano como si hubieras nacido en la toscana o un lugar más romántico…
-Sabes que hablo italiano.. o al menos trato de hacerlo .—dijo Blaine tomándole la mano nuevamente.
-Lo se, pero escucharte, es diferente… y no lo hacías hace tiempo... ¿crees que podrías aprender algunas líneas sexys para decir en el dormitorio? — pregunto Kurt de lo más coqueto.
-Más de algunas…
-¿No podrías darme un adelanto?
-¿No íbamos a hablar de otra cosa?
-No…
-Kurt...
-¡Esta bien!... Lizzie Anderson y su bancarrota...—dijo Kurt echándose hacia atrás en la silla.
-Exacto… aunque yo no lo llamaría bancarrota… desajuste más bien…
-¿Que vamos a hacer?, ¿no crees que esta siendo irresponsable con su dinero?, ¿verdad?
-Por supuesto que no, bien sabes que nuestra hija no es irresponsable, loca como nadie sí, pero irresponsable, nunca...
-¿Qué crees que debamos hacer?
-Supongo que ayudarla con la renta nuevamente, después de todo fuimos nosotros los que sugerimos que se mudara a ese departamento en desmedro del dormitorio en la universidad.
-¡Porque era una porquería! y ninguno de mis hijos vivirá en un espacio de 2x2 si yo puedo evitarlo… —sentenció Kurt haciendo un gesto como que ponía fin a algo de manera definitiva e inapelable.
-Por supuesto que puedes, ¿le pagamos la renta entonces?
-Se la pagamos… ¿no es consentirla?, ¿verdad?
-¿Consentirla?
-Si, consentirla, ya sabes que piense que en la vida todo es fácil y no se que mas…
-Por supuesto que no, además, podemos pedirle o exigirle más bien, que ella se haga cargo de pagar los servicios, así como abastecer su propia despensa —dijo Blaine mientras se apartaba para que el mesero pusiera el «antipasti» en medio de la mesa.
-Claro… gracias… —dijo Kurt mirando al empleado del restaurante, el hombre sonrió y les deseo que disfrutaran de la comida.
-Bien, luego la llamamos y le decimos que queremos verla… —agregó Blaine comenzando a comer de inmediato— ¿te parece? —preguntó con la boca llena de alcachofa.
-Me parece, no de la manera asquerosa que lo preguntas, pero me parece…
-Lo siento… —respondió sonriendo y limpiándose con la servilleta.
-Ahora…
-Ahora Noah… —dijo Blaine completando la frase por su esposo
-¡Con un demonio Blaine!, ¿por qué Lizzie tuvo que salir tan deslenguada?
-No lo sé… —contestó riendo y comiendo más alcachofas.
-Esto no es divertido Blaine, es más, es lo opuesto a divertido… ni siquiera sé cómo empezaremos a explicarle todo…
-Pues creo que con la verdad y contestando lo quiera preguntarnos —dijo Blaine de lo más relajado, su esposo soltó una cantidad extra de aire y se llevó una mano al pecho mientras se quedaba con la vista fija en la Tenth Av.
-Pero no te pongas así…
-¿Y cómo quieres que me ponga?
-Todo estará bien Kurt...
-No estás en posición de afirmar eso… —respondió sin mirarlo, Blaine advirtió que los ojos de Kurt se volvían vidriosos de un momento a otro.
-¿Hay algo más que te preocupe y que no me estás diciendo?
-...
-¿Kurt?... —insistió Blaine moviendo la silla para quedar al lado de él.
-Es… no estoy listo para perder el amor de Noah… es todo... —dijo Kurt enjugándose unas incipientes lágrimas.
-¿Que?, ¿por qué dices eso?... —agregó su esposo tomándole ambas manos.
-Por lo que pasó… por cómo es esa parte de nuestra historia… ¿cómo crees que reaccionara nuestro hijo cuando sepa que la segunda vez que terminamos fui yo quien te hizo daño?, fui yo quien hizo llorar y rechazó a su adorado «Papáblen»...
-Kurt, ya deberías de dejar eso, la culpa fue de los dos… Henry lo entendió así, Lizzie también… ¿por qué crees que con Noah será distinto?
-Porque él es el más inteligente, sacará sus conclusiones...—insistió Kurt sin mirarlo.
-¿Que tal si adaptamos la historia?
-«Adaptar la historia»... ¡justo lo que nuestro hijo necesita!, ¡que le mintamos de nuevo!… —exclamó negando con la cabeza.
-No, no mentir, sólo decir lo estrictamente necesario, o lo que él quiera preguntarnos, qué creo y será bien poco, bien viste cómo reaccionó ayer cuando escucho a Lizzie decir lo que dijo…
-¡Lo se!... ¿que demonios fue eso?, te juro y pensé que en cualquier momento rompía ese silencio y nos increpaba por mentirle…
-Ya viste que no… tal vez ni siquiera se dio cuenta y estamos sacando conclusiones que no corresponden… te diré algo… —dijo Blaine acercándose más con silla y todo— ¿qué tal si lo vamos a buscar a la escuela?, nos damos una vuelta por el parque y merendamos en el «City bakery», allí hablamos con él introduciendo el tema cómo quién quiere hablar de otra cosa y vemos cómo reacciona —Kurt hizo gesto como que aquella idea no era tan descabellada después de todo— ¿eso es un sí?— preguntó acariciándole el cabello de la frente, como si le corrigiera la posición del flequillo sin que hubiese necesidad de ello.
-Por supuesto, es una idea excelente…
-Presiento que dirás un «pero»… —agregó Blaine mirándolo de medio lado.
-No es un pero… es… ¿puedo pedirte algo?
-Por supuesto, lo que sea…
-Pero no pienses que soy un aprovechado o algo…
-Nunca pensaría algo así de ti… nunca… —Kurt sonrió pensando en lo afortunado que era— ahora dime…
-¿Llevarías tu la conversación?, es decir… llevarías tú la conversación con Noah… —repitió soltando un suspiro.
-Por supuesto… soy un mago para entablar conversación y con todo tipo de edades…
-Gracias… —dijo Kurt haciendo un puchero.
-Te amo…
-Gracias por eso también…
-Por nada… y sonríe… no solo porque todo estará bien si no porque lo que ordene es tan delicioso y espectacular, que te hará olvidar todo lo que te preocupa… —advirtió Blaine volviendo a su lugar.
-Lo veo difícil, pero démosle una oportunidad a ese «Fazzoletto di seta»… —respondió Kurt desdoblando la servilleta en su regazo.