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[Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
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micky morales
monica.santander
23l1
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Página 5 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
marthagr81@yahoo.es escribió:quiero que llegue ese mañana. no pueden perder tiempo solo tienen tres dias a solas. (Hola una ? en algun momento adaptastes playing patience de tabatah Vargo???? )
Hola, y yo =/ Lo mismo digo yo ¬¬ Saludos =D
Pd: =O mmm nop pero se me estaban acabando las adaptaciones asik la busco para ver si la puedo adaptar. Gracias por del dato.
micky morales escribió:bueno me estoy impacientando, es si o si que tienen que hablar!!!!!!
Hola, y yo ¬¬ Toda la razón, toda! Saludos =D
Susii escribió:Espero esa charla! $-$
Hola, y yo! ¬¬ ajajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Cap 22
Capitulo 22
Aunque con la intención de levantarse temprano y tal vez unirse a Brittany para el desayuno, Santana se encontró todavía en la cama cuando el sol apareció a través del vidrio de su ventana, golpeándole en el rostro.
No necesitaba mirar su reloj para saber que había perdido a Brittany.
Se dio la vuelta, mirando al techo, pensando que tal vez era algo bueno que se hubiera quedado dormida. Dudaba que Brittany estuviera en el estado de ánimo para hablar a primera hora de la mañana.
Permaneció largo rato en la ducha, ya no sentía la necesidad de darse prisa.
De hecho, para el momento en que terminó en el cuarto de baño, casi se había convencido de que realmente no había necesidad de tener esa charla con Brittany. Tal vez lo mejor era dejar que la naturaleza siguiera su curso, dejar que las cosas siguieran por donde debían ir.
Permitir que Brittany hablara si quería.
No había necesidad de forzarla a hacerlo.
Probablemente no era la decisión más sabia que hubiera tomado, pero sin duda había aligerado su estado de ánimo.
Tomó un bollo recién horneado de un plato en la cocina para ir por su café. Oyó a Sue en el lavadero silbando junto a una canción en la radio.
Por un momento, Santana fue llevada al pasado, imaginando a su mamá haciendo exactamente lo mismo, aunque cantando, no silbando. Fue un pensamiento que le hizo sonreír y se sorprendió de que el mismo no estuviese sumergido en tristeza.
Antes, los pensamientos sobre su mamá, rara vez, le traían una sonrisa. Eso, también había cambiado desde que había vuelto.
Era capaz de superar su dolor y recordar lo mejor de esas memorias.
—Oh, señorita Santana, no te escuché bajar—dijo Sue con los brazos cargados de toallas dobladas.
—¿Encontraste las magdalenas?
—Sí. Muy buenas ¿Te gusta cocinar?
—Me gusta hacer panes y esas cosas. No soy buena con las tortas—siguió adelante, luego se detuvo y se volvió de nuevo a Santana—He oído en la radio que vamos a tener una fuerte tormenta esta noche ¿Crees que los chicos van a estar bien?
—Sí. Es por eso que se fueron el domingo. Finn quería llegar al siguiente valle antes de que la tormenta callera. Van a cabalgar hasta allá y luego van a regresar, una vez que la amenaza de los rayos termine—dijo Santana.
—Bien. Ah, la Señorita Brittany está en la barraca—sonrió—Supongo que ya te diste cuenta de eso.
Santana casi rió ante el intento de Sue de ser sutil. Pero sus sospechas fueron contestadas.
Sue no era tonta.
Después de su segunda taza de café, se dirigió a los establos. Tormenta la esperaba, su bajo relincho le hizo reír.
—No te tomó mucho tiempo echarte a perder—dijo Santana.
Se metió en el corral y se quedó quieta. Él, al igual que otras veces, la rodeó, su gran cabeza chocando contra ella mientras olía la zanahoria en su bolsillo trasero. La sacó hábilmente, haciéndola crujir fuertemente entre los dientes.
Santana se preguntó cuánto tiempo pasaría antes de que Sue supiera que había estado robando en su escondite de vegetales.
Santana frotó el cuello de Tormenta mientras miraba hacia el valle, notó como se formaban las nubes hacia el oeste. Si quería cabalgar hoy, sería mejor que lo hiciera temprano.
—¿Qué te parece, Tormenta? ¿Quieres dar una vuelta?
Lo guio hacia la casilla y luego miró a la yegua que Brittany había montado el otro día.
Tal vez se la llevaría lejos durante una hora, más o menos.
Seguramente Carl estaría agradecido.
Así que ensilló los caballos y los condujo a la barraca donde el constante estruendo de los dos últimos días había cesado.
Brittany estaba dentro, sentada sola, mientras estudiaba lo que Santana asumió eran los planos de la remodelación.
Brittany levantó la vista cuando sintió que Santana la observaba.
—Hey—dijo sonriendo inmediatamente.
Santana hizo un gesto hacia la puerta.
—Ven a cabalgar conmigo, Britt.
Se dio cuenta de la vacilación y pensó que Brittany la rechazaría, pero asintió.
—Déjame decirle Carl.
Santana salió a esperar, sintiendo un poco de aprensión, cuando en realidad, no tenía motivos para estar nerviosa.
Tomarían un paseo rápido por el valle, tal vez si el viejo sendero seguía ahí, al rancho de Abrams.
No había nada de qué preocuparse.
—Creo que debería sentirme ofendida—dijo Brittany cuando se unió a Santana.
—¿Cómo es eso?
—Carl sonrió y sus ojos se iluminaron cuando le dije que me iba.
—¿Lo has estado acosando?
Brittany se subió a la silla, inclinándose para acariciar a la yegua en el cuello.
—Yo no lo llamaría acosando. Simplemente me estoy asegurando de que él haga todo lo planeado.
—En otras palabras, estás bajo sus pies—Santana declaró con una sonrisa—Sí, probablemente está haciendo volteretas ahora que te estoy llevando lejos.
—¿Es eso lo que estás haciendo?—preguntó Brittany—¿Me estás llevando lejos?
Aunque su tono era burlón, juguetón, había una seriedad subyacente en sus palabras.
Santana no rehuiría de eso.
—Sí—respondió con sencillez.
Los caballos se inquietaron, listos para correr, pero Santana los contuvo, observando, esperando a ver si Brittany entendía lo que estaba diciendo.
Brittany finalmente asintió.
—Está bien. Entonces, vamos.
Con esas pocas palabras, la tensión se desvaneció completamente entre ellas.
Santana sintió que todo encajó alrededor de ella, liberándola y se echó a reír con deleite cuando Tormenta salió en dirección al valle.
La yegua de Brittany se encontró con ellos cuando Santana frenó a Tormenta, disminuyendo su paso, bajando a un trote lento y finalmente a un corto paseo.
—¿Cómo el valle obtuvo su nombre?—preguntó Brittany.
—¿El valle Alce? Probablemente de los rebaños de invierno que lo tomaron como hogar—dijo—Cuando la nieve cae, el alce deja las tierras altas, viene a invernar aquí. El valle está lleno de ellos. Comienzan a irse nuevamente a finales de primavera—dijo—Sin embargo aún permanecen por los alrededores. El otro día, vi a uno pasando el lago.
—¿A dónde me llevas hoy?
—Pensé que podríamos ver si el antiguo camino al rancho de Abrams seguía ahí. Es una gran cabalgata—dijo Santana—Cruza dos pequeños riachuelos y sigue por las faldas de las montañas antes de llegar a la propiedad de Abrams.
—¿Y tu familia aún es amable con ellos? Has mencionado que una vez tu papá tuvo un enfrentamiento con ellos.
—No tengo la menor idea—dijo Santana—Blaine, nunca lo ha mencionado. Creo que Artie está dirigiendo el rancho ahora. Su papá está mayor, ya tenía los sesenta años cuando estábamos en la secundaria.
Detuvo a Tormenta extendiendo la mano para detener a Brittany. En el camino hacia la cima de la montaña, cuatro alces y sus cervatillos pastaban.
Lamentó no haber pensado en traer los binoculares que colgaban en los establos.
Se deslizó de la silla, haciéndole un gesto a Brittany para que hiciera lo mismo.
—¿Los ves?—Santana le preguntó en voz baja.
—No ¿Dónde?
—Alces y terneros, a la mitad del camino por la montaña—dijo—Ahí—atrajo a Brittany poniéndola frente a ella, abrazándola—Sigue mi brazo, Britt—susurró mientras señalaba el lugar—¿Los ves ahora?
—No.
—¿Por qué no?
—Porque mis ojos están cerrados—murmuró Brittany.
Santana era consciente de lo cerca que estaban al sentir el calor del cuerpo de Brittany.
Se mantuvo de pie dejando que el momento pasara como debía.
Brittany se apoyó contra ella, presionando sus cuerpos muy cerca. Santana sintió sus pechos aplastados contra la espalda de Brittany, pero no se movió.
Fue la primera intimidad real entre ellas y Santana dejó que lo asimilara, sabiendo que había sido Brittany quién lo había iniciado.
Finalmente bajó el brazo, colocando sus manos en la cintura de Brittany. Las manos de Brittany cubrieron las de ella, haciendo que la rodearan desde atrás y manteniéndolas firmemente contra su estómago.
Permanecieron así durante un largo rato y Santana sintió el latido atronador de Brittany, un ritmo que imitaba el de ella.
Respiró profundamente y cerró los ojos dejando que la sensación del cuerpo de Brittany presionado contra el suyo la envolviera. Entonces Brittany se movió volviéndose para que sus ojos se encontraran.
A su manera, Brittany se estaba ofreciendo a sí misma a Santana.
Santana se acercó más, con ganas de besarla.
Pero algo la detuvo.
Si hicieran esto, si se besaran, entonces todo cambiaría.
No habría vuelta atrás.
A pesar del deseo en los ojos de Brittany, todavía no estaba segura de que Brittany comprendiera la magnitud de esto.
Entonces se apartó, aclarándose la garganta antes de hablar.
—Deberíamos...deberíamos irnos, Britt—dijo y como si necesitara una excusa, miró hacia el cielo—Las nubes se están acercando. Será mejor que nos dirigimos de nuevo al rancho. No queremos quedar atrapadas en la tormenta.
Se subió a la silla y volvió a Tormenta hacia el rancho, los pensamientos sobre el camino hacia Abrams quedaron en el olvido. Miró hacia atrás, notando la mirada confusa en el rostro de Brittany.
Debería decir algo, debería explicarse, pero las palabras no vinieron.
Regresaron, Brittany a unos pasos detrás de ella, pero Santana no pudo soportar más el silencio.
Detuvo a Tormenta y le dio la vuelta, cabalgando hasta acercarse a Brittany y enfrentándola. Sin pensarlo, se acercó, la agarró y la besó con fuerza, posesivamente.
Sus labios se suavizaron cuando oyó el pequeño gemido de Brittany y su boca se demoró durante largos segundos mientras Brittany le devolvía el beso.
—Eso era lo que quiero hacer contigo—dijo mientras se alejaba—Esto es sólo el comienzo de lo que quiero hacer. Por eso me detuve antes, Britt.
Se volvió entonces, pateando a Tormenta para que trotara, cabalgara y corriera, lejos de Brittany.
Acababa de quitar la silla de montar cuando Brittany guio la yegua dentro del establo. Se deslizó de la silla, evitando los ojos de Santana.
Santana no ofreció su ayuda con la silla de Brittany.
Pensaba que era más seguro con dos caballos separándolas.
Procedieron a cepillar sus montas, pero de nuevo el silencio fue insoportable para ella.
—Britt, mira, lo siento. Yo…
—Por favor, no lo digas, San.
—No tenía derecho a hacer eso.
Brittany puso su cepillo a un lado y se puso delante de Santana.
—No soy joven ni ingenua, San. No estoy ciega ante lo que sucede entre nosotras. Asustada, tal vez, pero no ciega.
No, Santana sabía que no lo estaba.
Pero ella aún no estaba preparada para ir ahí.
—Cuando le dije a Jake que era demasiado vieja para perseguir a las mujeres heterosexuales, me refería a esto. Si tienes curiosidad, no voy a ser esa persona, Britt. No puedo.
—Este sentimiento…—dijo Brittany tocando su pecho—…No tiene nada que ver con el hecho de que seas una mujer.
—Por supuesto que sí—respondió Santana—Todo tiene que ver con eso.
Brittany la miró fijamente, esa confusión nuevamente nublaba sus ojos. Finalmente, ella asintió con la cabeza.
—Tienes razón. Esto tiene mucho que ver con eso. Es por eso que…
—Es por eso que tienes miedo—Santana terminó por Brittany.
Mientras estaban ahí, la confusión en los ojos de Brittany disminuyó, siendo reemplazada por lo que Santana sólo podía llamar deseo, anhelo.
Era una mirada que no podía resistir.
Sabía que no debía...Dios, lo sabía...pero no podía evitarlo.
Dejó caer el cepillo que había estado sosteniendo, extendiendo su brazo y enredando su mano en el cabello de Brittany, atrayéndola más cerca.
Le dio un beso...no el rudo y posesivo beso de antes.
No, éste fue suave y tierno, moviéndose sobre una boca que se abría para ella.
No estaba segura si el gemido que oyó era de ella o de Brittany, no importaba. Sintió el cuerpo de Brittany derritiéndose contra el suyo mientras Brittany se aferraba a ella, sus cuerpos tocándose de pies a cabeza.
Profundizó el beso, separando los labios de Brittany con su lengua.
Brittany se movió con ella, su pasión llameante mientras sus lenguas se rozaban la una contra la otra.
Pero por supuesto, sabía que iba a pasar, sabía que Brittany se alejaría.
Y así lo hizo, con los ojos abiertos con asombro.
Brittany dio un paso atrás, alejándose de ella, el deseo y la necesidad en sus ojos fueron reemplazadas por el pánico. Se alejó, sacudiendo la cabeza lentamente mientras se daba la vuelta y huía.
Santana la dejó ir.
¿Qué otra cosa podía hacer?
Había sido un error, sí.
Lo sabía.
Brittany, obviamente, no estaba preparada.
Sin embargo, eso no importaba.
No pudo evitar que sucediera.
Brittany quería el beso tanto como ella lo había querido.
No iba a tomar la culpa de eso.
Cogió el cepillo que se había caído, continuando sus cuidados hacia Tormenta, diciéndose a sí misma que todo se arreglaría.
Tenía que arreglarse.
Por primera vez en su vida, no estaba funcionando mecánicamente con alguien.
Por primera vez, sentía que su corazón se abría a otra persona.
Aquí, en su casa de la infancia, donde la línea entre el amor y el dolor seguía siendo borrosa, sintió un rayo de esperanza, una mirada breve hacia el futuro y no estaba lleno de pesar y arrepentimiento por lo que podría haber sido.
Estaba lleno de una promesa de felicidad, de plenitud.
Estaba lleno de una sensación de hogar, algo que ella pensó que nunca tendría otra vez.
No había pensado en la manera en que Brittany había huido de ella.
No había pensado en el pánico que vio en los ojos de Brittany. Vio la pasión, la necesidad, el deseo...sintió los dedos de Brittany clavándose en su brazo mientras se besaban.
Sintió la promesa de más por venir.
Le daría a Brittany todo el tiempo que necesitara.
Tenía que hacerlo.
Porque por primera vez, ansiaba lo que sólo había soñado.
Amor.
No necesitaba mirar su reloj para saber que había perdido a Brittany.
Se dio la vuelta, mirando al techo, pensando que tal vez era algo bueno que se hubiera quedado dormida. Dudaba que Brittany estuviera en el estado de ánimo para hablar a primera hora de la mañana.
Permaneció largo rato en la ducha, ya no sentía la necesidad de darse prisa.
De hecho, para el momento en que terminó en el cuarto de baño, casi se había convencido de que realmente no había necesidad de tener esa charla con Brittany. Tal vez lo mejor era dejar que la naturaleza siguiera su curso, dejar que las cosas siguieran por donde debían ir.
Permitir que Brittany hablara si quería.
No había necesidad de forzarla a hacerlo.
Probablemente no era la decisión más sabia que hubiera tomado, pero sin duda había aligerado su estado de ánimo.
Tomó un bollo recién horneado de un plato en la cocina para ir por su café. Oyó a Sue en el lavadero silbando junto a una canción en la radio.
Por un momento, Santana fue llevada al pasado, imaginando a su mamá haciendo exactamente lo mismo, aunque cantando, no silbando. Fue un pensamiento que le hizo sonreír y se sorprendió de que el mismo no estuviese sumergido en tristeza.
Antes, los pensamientos sobre su mamá, rara vez, le traían una sonrisa. Eso, también había cambiado desde que había vuelto.
Era capaz de superar su dolor y recordar lo mejor de esas memorias.
—Oh, señorita Santana, no te escuché bajar—dijo Sue con los brazos cargados de toallas dobladas.
—¿Encontraste las magdalenas?
—Sí. Muy buenas ¿Te gusta cocinar?
—Me gusta hacer panes y esas cosas. No soy buena con las tortas—siguió adelante, luego se detuvo y se volvió de nuevo a Santana—He oído en la radio que vamos a tener una fuerte tormenta esta noche ¿Crees que los chicos van a estar bien?
—Sí. Es por eso que se fueron el domingo. Finn quería llegar al siguiente valle antes de que la tormenta callera. Van a cabalgar hasta allá y luego van a regresar, una vez que la amenaza de los rayos termine—dijo Santana.
—Bien. Ah, la Señorita Brittany está en la barraca—sonrió—Supongo que ya te diste cuenta de eso.
Santana casi rió ante el intento de Sue de ser sutil. Pero sus sospechas fueron contestadas.
Sue no era tonta.
Después de su segunda taza de café, se dirigió a los establos. Tormenta la esperaba, su bajo relincho le hizo reír.
—No te tomó mucho tiempo echarte a perder—dijo Santana.
Se metió en el corral y se quedó quieta. Él, al igual que otras veces, la rodeó, su gran cabeza chocando contra ella mientras olía la zanahoria en su bolsillo trasero. La sacó hábilmente, haciéndola crujir fuertemente entre los dientes.
Santana se preguntó cuánto tiempo pasaría antes de que Sue supiera que había estado robando en su escondite de vegetales.
Santana frotó el cuello de Tormenta mientras miraba hacia el valle, notó como se formaban las nubes hacia el oeste. Si quería cabalgar hoy, sería mejor que lo hiciera temprano.
—¿Qué te parece, Tormenta? ¿Quieres dar una vuelta?
Lo guio hacia la casilla y luego miró a la yegua que Brittany había montado el otro día.
Tal vez se la llevaría lejos durante una hora, más o menos.
Seguramente Carl estaría agradecido.
Así que ensilló los caballos y los condujo a la barraca donde el constante estruendo de los dos últimos días había cesado.
Brittany estaba dentro, sentada sola, mientras estudiaba lo que Santana asumió eran los planos de la remodelación.
Brittany levantó la vista cuando sintió que Santana la observaba.
—Hey—dijo sonriendo inmediatamente.
Santana hizo un gesto hacia la puerta.
—Ven a cabalgar conmigo, Britt.
Se dio cuenta de la vacilación y pensó que Brittany la rechazaría, pero asintió.
—Déjame decirle Carl.
Santana salió a esperar, sintiendo un poco de aprensión, cuando en realidad, no tenía motivos para estar nerviosa.
Tomarían un paseo rápido por el valle, tal vez si el viejo sendero seguía ahí, al rancho de Abrams.
No había nada de qué preocuparse.
—Creo que debería sentirme ofendida—dijo Brittany cuando se unió a Santana.
—¿Cómo es eso?
—Carl sonrió y sus ojos se iluminaron cuando le dije que me iba.
—¿Lo has estado acosando?
Brittany se subió a la silla, inclinándose para acariciar a la yegua en el cuello.
—Yo no lo llamaría acosando. Simplemente me estoy asegurando de que él haga todo lo planeado.
—En otras palabras, estás bajo sus pies—Santana declaró con una sonrisa—Sí, probablemente está haciendo volteretas ahora que te estoy llevando lejos.
—¿Es eso lo que estás haciendo?—preguntó Brittany—¿Me estás llevando lejos?
Aunque su tono era burlón, juguetón, había una seriedad subyacente en sus palabras.
Santana no rehuiría de eso.
—Sí—respondió con sencillez.
Los caballos se inquietaron, listos para correr, pero Santana los contuvo, observando, esperando a ver si Brittany entendía lo que estaba diciendo.
Brittany finalmente asintió.
—Está bien. Entonces, vamos.
Con esas pocas palabras, la tensión se desvaneció completamente entre ellas.
Santana sintió que todo encajó alrededor de ella, liberándola y se echó a reír con deleite cuando Tormenta salió en dirección al valle.
La yegua de Brittany se encontró con ellos cuando Santana frenó a Tormenta, disminuyendo su paso, bajando a un trote lento y finalmente a un corto paseo.
—¿Cómo el valle obtuvo su nombre?—preguntó Brittany.
—¿El valle Alce? Probablemente de los rebaños de invierno que lo tomaron como hogar—dijo—Cuando la nieve cae, el alce deja las tierras altas, viene a invernar aquí. El valle está lleno de ellos. Comienzan a irse nuevamente a finales de primavera—dijo—Sin embargo aún permanecen por los alrededores. El otro día, vi a uno pasando el lago.
—¿A dónde me llevas hoy?
—Pensé que podríamos ver si el antiguo camino al rancho de Abrams seguía ahí. Es una gran cabalgata—dijo Santana—Cruza dos pequeños riachuelos y sigue por las faldas de las montañas antes de llegar a la propiedad de Abrams.
—¿Y tu familia aún es amable con ellos? Has mencionado que una vez tu papá tuvo un enfrentamiento con ellos.
—No tengo la menor idea—dijo Santana—Blaine, nunca lo ha mencionado. Creo que Artie está dirigiendo el rancho ahora. Su papá está mayor, ya tenía los sesenta años cuando estábamos en la secundaria.
Detuvo a Tormenta extendiendo la mano para detener a Brittany. En el camino hacia la cima de la montaña, cuatro alces y sus cervatillos pastaban.
Lamentó no haber pensado en traer los binoculares que colgaban en los establos.
Se deslizó de la silla, haciéndole un gesto a Brittany para que hiciera lo mismo.
—¿Los ves?—Santana le preguntó en voz baja.
—No ¿Dónde?
—Alces y terneros, a la mitad del camino por la montaña—dijo—Ahí—atrajo a Brittany poniéndola frente a ella, abrazándola—Sigue mi brazo, Britt—susurró mientras señalaba el lugar—¿Los ves ahora?
—No.
—¿Por qué no?
—Porque mis ojos están cerrados—murmuró Brittany.
Santana era consciente de lo cerca que estaban al sentir el calor del cuerpo de Brittany.
Se mantuvo de pie dejando que el momento pasara como debía.
Brittany se apoyó contra ella, presionando sus cuerpos muy cerca. Santana sintió sus pechos aplastados contra la espalda de Brittany, pero no se movió.
Fue la primera intimidad real entre ellas y Santana dejó que lo asimilara, sabiendo que había sido Brittany quién lo había iniciado.
Finalmente bajó el brazo, colocando sus manos en la cintura de Brittany. Las manos de Brittany cubrieron las de ella, haciendo que la rodearan desde atrás y manteniéndolas firmemente contra su estómago.
Permanecieron así durante un largo rato y Santana sintió el latido atronador de Brittany, un ritmo que imitaba el de ella.
Respiró profundamente y cerró los ojos dejando que la sensación del cuerpo de Brittany presionado contra el suyo la envolviera. Entonces Brittany se movió volviéndose para que sus ojos se encontraran.
A su manera, Brittany se estaba ofreciendo a sí misma a Santana.
Santana se acercó más, con ganas de besarla.
Pero algo la detuvo.
Si hicieran esto, si se besaran, entonces todo cambiaría.
No habría vuelta atrás.
A pesar del deseo en los ojos de Brittany, todavía no estaba segura de que Brittany comprendiera la magnitud de esto.
Entonces se apartó, aclarándose la garganta antes de hablar.
—Deberíamos...deberíamos irnos, Britt—dijo y como si necesitara una excusa, miró hacia el cielo—Las nubes se están acercando. Será mejor que nos dirigimos de nuevo al rancho. No queremos quedar atrapadas en la tormenta.
Se subió a la silla y volvió a Tormenta hacia el rancho, los pensamientos sobre el camino hacia Abrams quedaron en el olvido. Miró hacia atrás, notando la mirada confusa en el rostro de Brittany.
Debería decir algo, debería explicarse, pero las palabras no vinieron.
Regresaron, Brittany a unos pasos detrás de ella, pero Santana no pudo soportar más el silencio.
Detuvo a Tormenta y le dio la vuelta, cabalgando hasta acercarse a Brittany y enfrentándola. Sin pensarlo, se acercó, la agarró y la besó con fuerza, posesivamente.
Sus labios se suavizaron cuando oyó el pequeño gemido de Brittany y su boca se demoró durante largos segundos mientras Brittany le devolvía el beso.
—Eso era lo que quiero hacer contigo—dijo mientras se alejaba—Esto es sólo el comienzo de lo que quiero hacer. Por eso me detuve antes, Britt.
Se volvió entonces, pateando a Tormenta para que trotara, cabalgara y corriera, lejos de Brittany.
Acababa de quitar la silla de montar cuando Brittany guio la yegua dentro del establo. Se deslizó de la silla, evitando los ojos de Santana.
Santana no ofreció su ayuda con la silla de Brittany.
Pensaba que era más seguro con dos caballos separándolas.
Procedieron a cepillar sus montas, pero de nuevo el silencio fue insoportable para ella.
—Britt, mira, lo siento. Yo…
—Por favor, no lo digas, San.
—No tenía derecho a hacer eso.
Brittany puso su cepillo a un lado y se puso delante de Santana.
—No soy joven ni ingenua, San. No estoy ciega ante lo que sucede entre nosotras. Asustada, tal vez, pero no ciega.
No, Santana sabía que no lo estaba.
Pero ella aún no estaba preparada para ir ahí.
—Cuando le dije a Jake que era demasiado vieja para perseguir a las mujeres heterosexuales, me refería a esto. Si tienes curiosidad, no voy a ser esa persona, Britt. No puedo.
—Este sentimiento…—dijo Brittany tocando su pecho—…No tiene nada que ver con el hecho de que seas una mujer.
—Por supuesto que sí—respondió Santana—Todo tiene que ver con eso.
Brittany la miró fijamente, esa confusión nuevamente nublaba sus ojos. Finalmente, ella asintió con la cabeza.
—Tienes razón. Esto tiene mucho que ver con eso. Es por eso que…
—Es por eso que tienes miedo—Santana terminó por Brittany.
Mientras estaban ahí, la confusión en los ojos de Brittany disminuyó, siendo reemplazada por lo que Santana sólo podía llamar deseo, anhelo.
Era una mirada que no podía resistir.
Sabía que no debía...Dios, lo sabía...pero no podía evitarlo.
Dejó caer el cepillo que había estado sosteniendo, extendiendo su brazo y enredando su mano en el cabello de Brittany, atrayéndola más cerca.
Le dio un beso...no el rudo y posesivo beso de antes.
No, éste fue suave y tierno, moviéndose sobre una boca que se abría para ella.
No estaba segura si el gemido que oyó era de ella o de Brittany, no importaba. Sintió el cuerpo de Brittany derritiéndose contra el suyo mientras Brittany se aferraba a ella, sus cuerpos tocándose de pies a cabeza.
Profundizó el beso, separando los labios de Brittany con su lengua.
Brittany se movió con ella, su pasión llameante mientras sus lenguas se rozaban la una contra la otra.
Pero por supuesto, sabía que iba a pasar, sabía que Brittany se alejaría.
Y así lo hizo, con los ojos abiertos con asombro.
Brittany dio un paso atrás, alejándose de ella, el deseo y la necesidad en sus ojos fueron reemplazadas por el pánico. Se alejó, sacudiendo la cabeza lentamente mientras se daba la vuelta y huía.
Santana la dejó ir.
¿Qué otra cosa podía hacer?
Había sido un error, sí.
Lo sabía.
Brittany, obviamente, no estaba preparada.
Sin embargo, eso no importaba.
No pudo evitar que sucediera.
Brittany quería el beso tanto como ella lo había querido.
No iba a tomar la culpa de eso.
Cogió el cepillo que se había caído, continuando sus cuidados hacia Tormenta, diciéndose a sí misma que todo se arreglaría.
Tenía que arreglarse.
Por primera vez en su vida, no estaba funcionando mecánicamente con alguien.
Por primera vez, sentía que su corazón se abría a otra persona.
Aquí, en su casa de la infancia, donde la línea entre el amor y el dolor seguía siendo borrosa, sintió un rayo de esperanza, una mirada breve hacia el futuro y no estaba lleno de pesar y arrepentimiento por lo que podría haber sido.
Estaba lleno de una promesa de felicidad, de plenitud.
Estaba lleno de una sensación de hogar, algo que ella pensó que nunca tendría otra vez.
No había pensado en la manera en que Brittany había huido de ella.
No había pensado en el pánico que vio en los ojos de Brittany. Vio la pasión, la necesidad, el deseo...sintió los dedos de Brittany clavándose en su brazo mientras se besaban.
Sintió la promesa de más por venir.
Le daría a Brittany todo el tiempo que necesitara.
Tenía que hacerlo.
Porque por primera vez, ansiaba lo que sólo había soñado.
Amor.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
Ohhhhhhh!!!! Por fin algo bueno!! $-$ que suceda de nuevo!! $-$
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
joder que ya era mucha tención entre ellas,..
san ya dio el primer paso ahora depende de britt que sigue,..
nos vemos!!!
joder que ya era mucha tención entre ellas,..
san ya dio el primer paso ahora depende de britt que sigue,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
avanzamos un paso y retrocedimos dos, asi lo senti.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
Susii escribió:Ohhhhhhh!!!! Por fin algo bueno!! $-$ que suceda de nuevo!! $-$
Hola, siiii!!!!! vamos bn! JAjajajaj esperemos y este cap nos traiga mas! ajjaajaj. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,...
joder que ya era mucha tención entre ellas,..
san ya dio el primer paso ahora depende de britt que sigue,..
nos vemos!!!
Hola lu, jajaajjajaajajajajaj xD jajajajajaj si no¿? jajajajaajajaj. Vamos que se puede jajajajajaaj. Saludos =D
marthagr81@yahoo.es escribió:avanzamos un paso y retrocedimos dos, asi lo senti.
Hola, =O nononon esperemos y no xD ajjaajaj. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Cap 23
Capitulo 23
Brittany se sentó en su cama, mirando el reloj que se acercaba cada vez más a las siete.
La hora de la cena.
A diferencia de Santana, no podía solo desaparecer y saltarla.
No después de lo que había pasado antes.
Cerró los ojos y se admitió a sí misma que aún estaba conmocionada por el beso.
La ducha no había ayudado en lo más mínimo.
El beso fue todo lo que había imaginado que sería y mucho más.
Eso fue lo que la asustó.
El beso de Santana revolvió su interior, hizo que sus rodillas se debilitaran, la hizo aferrarse a ella por miedo a caerse.
El beso de Santana le hizo querer mucho más, le hizo querer desgarrar su ropa, le hizo querer suplicar a Santana por sus caricias sobre su piel.
Y ese beso la había excitado más de lo que nunca había estado.
Se había sorprendido al sentir una necesidad palpitante entre sus piernas, sorprendido por la humedad en ese lugar.
Estaba absolutamente asombrada porque estuvo a punto de pedirle a Santana que la tocara...ahí.
Eso fue lo que le hizo detenerse, le hizo alejarse de los brazos de Santana.
La comprensión de que era incapaz de resistirse a ella, se sentía tan increíblemente bien presionar fuertemente su cuerpo contra el de Santana, eso fue lo que le hizo detenerse.
Había perdido el control.
Había perdido el control total en cuestión de segundos.
Y eso le asustó de muerte, la facilidad con la que Santana era capaz de dejarla tan indefensa. Así que se alejó, se alejó de lo que su cuerpo quería, necesitaba y permitió que su mente recuperara algo de control otra vez.
Entonces huyó, su cuerpo palpitaba con un nuevo deseo, un nuevo anhelo y necesidad que no entendía.
¿Cómo podía sentirse tan atraída por Santana, una mujer y no sentir ni la más mínima chispa por uno de sus apuestos hermanos?
¿Cómo llegó a esto?
¿Cómo era posible que su cuerpo se sintiera tan vivo en la presencia de Santana?
¿Y cómo podía querer algo con tanta urgencia, algo de lo que no sabía absolutamente nada?
¿Cómo podía querer tanto a otra mujer?
Se frotó la frente como si estuviera alejando un dolor de cabeza cuando en realidad lo único que estaba tratando de hacer era detener la dirección de sus pensamientos.
Finalmente se puso de pie, sabiendo que tenía que bajar.
Había escuchado a Santana salir su habitación anteriormente, así que sabía que estaría esperando.
Se preguntaba si Santana iba a querer hablarle.
Era la última cosa que quería, pero su única alternativa era huir y esconderse.
Escuchó a Sue y a Santana quienes hablaban en la cocina y entró, actuando tan indiferentemente como le fue posible, mientras sentía cualquier cosa menos eso.
Sus nervios estaban en carne viva y casi se derrumbó cuando Santana la miró, cuando la mirada de Santana cayó ligeramente en sus labios.
—Huele maravilloso—dijo, sus palabras sonaban forzadas, lo sabía.
De hecho, ni siquiera estaba segura de que olía a algo.
La comida era la última cosa en su mente.
—Es un guiso de pollo que los hermanos odiarían, pero me pareció que ustedes podrían disfrutar—las condujo hacia el comedor—Tomé una botella de vino también. Vayan a sentarte. Voy a traer la cena.
Una vez a solas, Brittany retorció sus manos, con los ojos vagando por todas partes excepto en Santana.
Al igual que ayer en la noche, la iluminación era tenue.
Dos velas las separaban y Brittany se preguntó si Sue tenía idea del ambiente romántico que estaba creando.
—Britt...relájate.
Sus ojos volaron hacia Santana.
—¿Relajarme?
—¿Debería pedir disculpas?
¿Debería?
Brittany negó con la cabeza.
—No.
—Puedes…
—Aquí vamos—dijo Sue mientras llevaba la bandeja de servir.
Dos platos llenos con una humeante mezcla de pollo, pasta y verduras.
Santana se puso de pie, tomando el vino que llevaba Sue, ya que se balanceaba peligrosamente en la bandeja.
—Esto se ve delicioso, Sue—dijo Brittany.
Sí, lo hacía.
No tenía apetito, pero ciertamente parecía delicioso.
—Gracias, señorita Brittany. Es una vieja receta que no he hecho en años. Espero que a ustedes chicas les guste.
—Estoy seguro que así será—dijo Santana—Gracias.
Sue sonrió y se volvió para irse y Brittany estuvo segura de que había visto un brillo travieso en sus ojos cuando las dejó.
Brittany tomó el tenedor, con la mirada fija en su plato. Arriesgó una rápida mirada, pero Santana también estaba mirando su comida.
Brittany suspiró.
Esto era ridículo, este...este silencio entre ellas.
Jugó con su comida hasta que finalmente tomó un bocado.
Estaba excelente, sin embargo, tuvo que forzarla hacia abajo.
Tomó un sorbo de vino, esperando que la relajara. El sonido del trueno llegó desde la distancia, y supuso que la tormenta tardía de primavera caería pronto sobre ellas.
—No me tengas miedo.
Las palabras fueron pronunciadas en voz baja y Brittany levantó la vista, encontrándose de frente con los ojos de Santana. Había un atisbo de remordimiento ahí y bajó su tenedor apoyando los codos sobre la mesa.
De todas las cosas que quería ver en los ojos de Santana, el arrepentimiento no era una de ellos.
—No te tengo miedo, San. Tengo miedo de esto—dijo haciendo un gesto entre ellas—Estoy muerta de miedo—susurró.
—No lo estés. Tienes el control todo, Britt. Cualquier cosa que suceda o no suceda, depende de ti.
—¿Realmente? Me parece que no tengo el control cuando estoy cerca de ti—dijo con una leve sonrisa.
Santana asintió y movió sus labios con una sonrisa, pero no dijo nada.
Brittany volvió a su comida, el silencio no era tan incómodo como antes, aunque su apetito no había regresado.
Santana, tampoco parecía tener interés en la comida.
—Tenemos que limpiar nuestros platos, San—dijo Brittany.
Cuando las cejas de Santana se elevaron, explicó.
—Sue va a pensar que no nos gustó su comida.
—Y sin duda disfrutamos de su cocina—Santana se inclinó sobre la mesa y añadió más vino a la copa de Brittany—¿Qué crees que está tratando de lograr con estas velas?
Brittany rió.
—Ella decoró una mesa romántica ¿no es así?
Un fuerte trueno sonó, sorprendiéndola pregunto.
—¿Estarán bien los caballos?
—Sí. No sé cuál es la práctica habitual, pero dejé los establos abiertos para que pudieran entrar, a excepción de Tormenta y tu yegua. En realidad, los encerré en sus cuadrillas.
—Me gusta la yegua que monto. Ella es gentil.
—Sí, sobre todo por ser tan joven. Sólo tiene tres años.
—¿Cómo se llama?
—Ginger—dijo Santana—Un nombre único para un caballo—añadió con una sonrisa.
Brittany tomó otro bocado, satisfecha de que la conversación hubiera regresado un poco a la normalidad.
Tal vez serían capaces de limpiar sus platos después de todo.
Una vez más el trueno, la tregua entre ellas cada vez más cortas.
—Me gustan las tormentas—dijo Brittany—Me gusta ver los relámpagos.
—Solía sentarme en el pajar cuando una tormenta se acercaba—dijo Santana—La vista del valle, las montañas en el fondo, era el lugar perfecto para ver el espectáculo del rayo.
—¿Y estabas sola en el pajar?
Santana se echó a reír.
—Sí. Voy a tener que enseñártelo en algún momento—dijo Santana.
Brittany sabía que le estaba tomando el pelo, pero aun así, sus palabras crearon un escalofrío caliente sobre su cuerpo. Se salvó de responder cuando Sue entró.
—Lamento interrumpir—dijo Sue—Señorita Santana, la enfermera está aquí. Dice que tu papá te llama. Cuando termines la cena, quiere saber si subirás.
—Está bien, seguro—cuando Sue se fue, Santana dejó escapar un profundo suspiro—Justo como quiero terminar mi día.
—Quizás sea el momento—dijo Brittany—Tal vez esté listo para hablar.
—No importa que tan listos estemos para hablar, siempre terminamos en una discusión—dijo Santana—Siempre.
Se puso de pie, moviendo la silla hacia atrás contra la mesa. Se inclinó sobre ella, mirándola intensamente.
—¿Tenemos que hablar de esto, Britt?
—¿Cambiaría algo?
Una vez más, la mirada de Santana bajó a sus labios.
—No lo creo.
—Yo tampoco.
Santana asintió, luego se alejó, dejando a solas a Brittany mientras las velas parpadeaban y los truenos seguían su estruendo.
La hora de la cena.
A diferencia de Santana, no podía solo desaparecer y saltarla.
No después de lo que había pasado antes.
Cerró los ojos y se admitió a sí misma que aún estaba conmocionada por el beso.
La ducha no había ayudado en lo más mínimo.
El beso fue todo lo que había imaginado que sería y mucho más.
Eso fue lo que la asustó.
El beso de Santana revolvió su interior, hizo que sus rodillas se debilitaran, la hizo aferrarse a ella por miedo a caerse.
El beso de Santana le hizo querer mucho más, le hizo querer desgarrar su ropa, le hizo querer suplicar a Santana por sus caricias sobre su piel.
Y ese beso la había excitado más de lo que nunca había estado.
Se había sorprendido al sentir una necesidad palpitante entre sus piernas, sorprendido por la humedad en ese lugar.
Estaba absolutamente asombrada porque estuvo a punto de pedirle a Santana que la tocara...ahí.
Eso fue lo que le hizo detenerse, le hizo alejarse de los brazos de Santana.
La comprensión de que era incapaz de resistirse a ella, se sentía tan increíblemente bien presionar fuertemente su cuerpo contra el de Santana, eso fue lo que le hizo detenerse.
Había perdido el control.
Había perdido el control total en cuestión de segundos.
Y eso le asustó de muerte, la facilidad con la que Santana era capaz de dejarla tan indefensa. Así que se alejó, se alejó de lo que su cuerpo quería, necesitaba y permitió que su mente recuperara algo de control otra vez.
Entonces huyó, su cuerpo palpitaba con un nuevo deseo, un nuevo anhelo y necesidad que no entendía.
¿Cómo podía sentirse tan atraída por Santana, una mujer y no sentir ni la más mínima chispa por uno de sus apuestos hermanos?
¿Cómo llegó a esto?
¿Cómo era posible que su cuerpo se sintiera tan vivo en la presencia de Santana?
¿Y cómo podía querer algo con tanta urgencia, algo de lo que no sabía absolutamente nada?
¿Cómo podía querer tanto a otra mujer?
Se frotó la frente como si estuviera alejando un dolor de cabeza cuando en realidad lo único que estaba tratando de hacer era detener la dirección de sus pensamientos.
Finalmente se puso de pie, sabiendo que tenía que bajar.
Había escuchado a Santana salir su habitación anteriormente, así que sabía que estaría esperando.
Se preguntaba si Santana iba a querer hablarle.
Era la última cosa que quería, pero su única alternativa era huir y esconderse.
Escuchó a Sue y a Santana quienes hablaban en la cocina y entró, actuando tan indiferentemente como le fue posible, mientras sentía cualquier cosa menos eso.
Sus nervios estaban en carne viva y casi se derrumbó cuando Santana la miró, cuando la mirada de Santana cayó ligeramente en sus labios.
—Huele maravilloso—dijo, sus palabras sonaban forzadas, lo sabía.
De hecho, ni siquiera estaba segura de que olía a algo.
La comida era la última cosa en su mente.
—Es un guiso de pollo que los hermanos odiarían, pero me pareció que ustedes podrían disfrutar—las condujo hacia el comedor—Tomé una botella de vino también. Vayan a sentarte. Voy a traer la cena.
Una vez a solas, Brittany retorció sus manos, con los ojos vagando por todas partes excepto en Santana.
Al igual que ayer en la noche, la iluminación era tenue.
Dos velas las separaban y Brittany se preguntó si Sue tenía idea del ambiente romántico que estaba creando.
—Britt...relájate.
Sus ojos volaron hacia Santana.
—¿Relajarme?
—¿Debería pedir disculpas?
¿Debería?
Brittany negó con la cabeza.
—No.
—Puedes…
—Aquí vamos—dijo Sue mientras llevaba la bandeja de servir.
Dos platos llenos con una humeante mezcla de pollo, pasta y verduras.
Santana se puso de pie, tomando el vino que llevaba Sue, ya que se balanceaba peligrosamente en la bandeja.
—Esto se ve delicioso, Sue—dijo Brittany.
Sí, lo hacía.
No tenía apetito, pero ciertamente parecía delicioso.
—Gracias, señorita Brittany. Es una vieja receta que no he hecho en años. Espero que a ustedes chicas les guste.
—Estoy seguro que así será—dijo Santana—Gracias.
Sue sonrió y se volvió para irse y Brittany estuvo segura de que había visto un brillo travieso en sus ojos cuando las dejó.
Brittany tomó el tenedor, con la mirada fija en su plato. Arriesgó una rápida mirada, pero Santana también estaba mirando su comida.
Brittany suspiró.
Esto era ridículo, este...este silencio entre ellas.
Jugó con su comida hasta que finalmente tomó un bocado.
Estaba excelente, sin embargo, tuvo que forzarla hacia abajo.
Tomó un sorbo de vino, esperando que la relajara. El sonido del trueno llegó desde la distancia, y supuso que la tormenta tardía de primavera caería pronto sobre ellas.
—No me tengas miedo.
Las palabras fueron pronunciadas en voz baja y Brittany levantó la vista, encontrándose de frente con los ojos de Santana. Había un atisbo de remordimiento ahí y bajó su tenedor apoyando los codos sobre la mesa.
De todas las cosas que quería ver en los ojos de Santana, el arrepentimiento no era una de ellos.
—No te tengo miedo, San. Tengo miedo de esto—dijo haciendo un gesto entre ellas—Estoy muerta de miedo—susurró.
—No lo estés. Tienes el control todo, Britt. Cualquier cosa que suceda o no suceda, depende de ti.
—¿Realmente? Me parece que no tengo el control cuando estoy cerca de ti—dijo con una leve sonrisa.
Santana asintió y movió sus labios con una sonrisa, pero no dijo nada.
Brittany volvió a su comida, el silencio no era tan incómodo como antes, aunque su apetito no había regresado.
Santana, tampoco parecía tener interés en la comida.
—Tenemos que limpiar nuestros platos, San—dijo Brittany.
Cuando las cejas de Santana se elevaron, explicó.
—Sue va a pensar que no nos gustó su comida.
—Y sin duda disfrutamos de su cocina—Santana se inclinó sobre la mesa y añadió más vino a la copa de Brittany—¿Qué crees que está tratando de lograr con estas velas?
Brittany rió.
—Ella decoró una mesa romántica ¿no es así?
Un fuerte trueno sonó, sorprendiéndola pregunto.
—¿Estarán bien los caballos?
—Sí. No sé cuál es la práctica habitual, pero dejé los establos abiertos para que pudieran entrar, a excepción de Tormenta y tu yegua. En realidad, los encerré en sus cuadrillas.
—Me gusta la yegua que monto. Ella es gentil.
—Sí, sobre todo por ser tan joven. Sólo tiene tres años.
—¿Cómo se llama?
—Ginger—dijo Santana—Un nombre único para un caballo—añadió con una sonrisa.
Brittany tomó otro bocado, satisfecha de que la conversación hubiera regresado un poco a la normalidad.
Tal vez serían capaces de limpiar sus platos después de todo.
Una vez más el trueno, la tregua entre ellas cada vez más cortas.
—Me gustan las tormentas—dijo Brittany—Me gusta ver los relámpagos.
—Solía sentarme en el pajar cuando una tormenta se acercaba—dijo Santana—La vista del valle, las montañas en el fondo, era el lugar perfecto para ver el espectáculo del rayo.
—¿Y estabas sola en el pajar?
Santana se echó a reír.
—Sí. Voy a tener que enseñártelo en algún momento—dijo Santana.
Brittany sabía que le estaba tomando el pelo, pero aun así, sus palabras crearon un escalofrío caliente sobre su cuerpo. Se salvó de responder cuando Sue entró.
—Lamento interrumpir—dijo Sue—Señorita Santana, la enfermera está aquí. Dice que tu papá te llama. Cuando termines la cena, quiere saber si subirás.
—Está bien, seguro—cuando Sue se fue, Santana dejó escapar un profundo suspiro—Justo como quiero terminar mi día.
—Quizás sea el momento—dijo Brittany—Tal vez esté listo para hablar.
—No importa que tan listos estemos para hablar, siempre terminamos en una discusión—dijo Santana—Siempre.
Se puso de pie, moviendo la silla hacia atrás contra la mesa. Se inclinó sobre ella, mirándola intensamente.
—¿Tenemos que hablar de esto, Britt?
—¿Cambiaría algo?
Una vez más, la mirada de Santana bajó a sus labios.
—No lo creo.
—Yo tampoco.
Santana asintió, luego se alejó, dejando a solas a Brittany mientras las velas parpadeaban y los truenos seguían su estruendo.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
¡Feliz Día De La Mujer!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
Hola Feliz dia de la Mujer........ bueno aqui la cuestion las dos sabes, las dos se gustan, no quieren hablar del tema entonces que seguiran en lo que estan hasta que brittany se sienta comoda. Santana es un dulce, britt no puede perder mas tiempo los hermanos regresaran en una nada. y ahora el cabron del papa de santana que querra ojala ya se despida y le diga que el rancho es de ella. no pude resumir
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
bueno, de verdad espero que todo de un giro inesperado, que al final el padre de santana haga algo que cause una conmocion en esos raros hermanos, en cuanto a las chicas, ya no pueden disimular lo que sienten!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
marthagr81@yahoo.es escribió:Hola Feliz dia de la Mujer........ bueno aqui la cuestion las dos sabes, las dos se gustan, no quieren hablar del tema entonces que seguiran en lo que estan hasta que brittany se sienta comoda. Santana es un dulce, britt no puede perder mas tiempo los hermanos regresaran en una nada. y ahora el cabron del papa de santana que querra ojala ya se despida y le diga que el rancho es de ella. no pude resumir
Hola, gracias! toda la razón, toda toda! Bn ai otra vez, osea perder tiempo¿? nononono!Jajajajajajaja seria bueno si pasa eso vrdd jajajaajajajja. Jajajaja y para que, si así esta bn jajaja. Saludos =D
micky morales escribió:bueno, de verdad espero que todo de un giro inesperado, que al final el padre de santana haga algo que cause una conmocion en esos raros hermanos, en cuanto a las chicas, ya no pueden disimular lo que sienten!!!!!
Hola, ojala! osea xq no¿? si soñar es gratis jajajaja. Osea no! ajjaajaj es inevitable, es el efecto que cusan en la otra jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Cap 24
Capitulo 24
Santana se quedó en la puerta de su papá, al ver que la tos incesante se había detenido.
Por un momento se preguntó si había muerto.
—Adelante—dijo la enfermera, levantándose de su percha al lado de él para ofrecerla a Santana.
Santana se acercó, todavía sin estar segura de que estuviera vivo hasta que sus ojos se abrieron.
Se quedó quieta, esperando a que se centrara en ella.
—Has venido—dijo, su voz no era más que un susurro ronco.
Santana asintió con la cabeza.
—¿Querías verme?
Volvió la cabeza en la almohada y se preguntó cuánta energía necesitaría para tratar de hablar.
—Me equivoqué—susurró—Estuvo mal lo que hice.
Santana contuvo la réplica sarcástica con la que quería contestarle, en vez de eso estuvo de acuerdo con él.
—Si. Te equivocaste al echarme.
—Yo estaba...Yo estaba sufriendo.
—Muy bien ¿así que vamos a volver por ese camino?—se acercó más—Yo estaba sufriendo también.
—Lo siento, Santana. Sólo agregué más dolor al tuyo. Lo siento. Estaba equivocado.
Sus ojos se abrieron con sorpresa.
Esas eran las últimas palabras que alguna vez pensaba escucharle decir, lecho de muerte o no.
Su mano se abrió, haciéndole señas.
Santana lo miró fijamente, casi con miedo de tocarlo. Finalmente lo hizo, colocando la suya en su palma abierta. Él trató de cerrar sus dedos pero no pudo, por lo que ella le rodeó con los suyos y apretó.
—¿Me puedes perdonar?—preguntó—Necesito que me perdones.
Era la hora de la verdad para ella.
Había estado en este escenario una y mil veces, él pidiéndole perdón. Su respuesta era siempre la misma. No, ella sabía en su corazón que no sería diferente esta vez.
No podía perdonar.
Fueron demasiados años perdidos, demasiados recuerdos que ahora estaban contaminados.
Pero en esta oportunidad el fuerte y orgulloso hombre estaba reducido a un inválido, reducido a mendigar perdón en sus últimas horas, no tenía el corazón para decirle la verdad.
Ella se acercó más, todavía apretando su mano.
—Sí. Te perdono—dijo en voz baja.
Tan pronto como dijo las palabras, se alegró de haber elegido mentirle.
Sus ojos perdieron la dureza que siempre se asociaba con él. Débilmente, apretó sus dedos.
—Gracias—susurró.
Sus ojos se cerraron mientras su mano se relajaba y le dirigió una rápida mirada a la enfermera.
—Creo que él…
—No. Todavía no—dijo mientras movía a Santana fuera del camino—Pero no pasará mucho tiempo ahora. No creo que supere esta noche.
La enfermera se sentó junto a él de nuevo y le tomó la mano, acariciándolo suavemente.
—Ha permanecido con tanto dolor—dijo con aire ausente.
Santana sólo asintió con la cabeza, sin saber qué más decir. Los miró un poco más de tiempo, la enfermera seguía sosteniendo su mano, un relámpago emitió un resplandor misterioso en el valle frente a su ventana.
Entonces se alejó, deteniéndose en la puerta para darle una última mirada, diciendo en silencio su adiós.
****************************************************************************************************
Brittany subió las escaleras lentamente, escuchando voces.
No escuchó nada.
Dudaba que Santana se quedara mucho tiempo con su papá. Las pocas veces que había ido a visitarlo, habían terminado de forma rápida y por lo general con voces elevadas.
En el pasillo, la puerta de la habitación de su papá estaba cerrada, pero la de Santana estaba abierta.
Se detuvo en la puerta, encontrando a Santana de pie en la oscuridad cerca de la ventana, las persianas estaban retiradas, los relámpagos brillaban en el cielo.
Santana debió sentir su presencia.
Giró la cabeza y miró a Brittany, luego se volvió hacia la ventana. Incluso con las sombras tenues, Brittany pudo ver que había estado llorando. Se debatió si debía pedir permiso para entrar, pero se dio cuenta de que esa era la razón por la que Santana había dejado la puerta abierta.
Se acercó a su lado, en silencio.
Ambas vieron el espectáculo de los relámpagos, el silencio sólo fue roto por los truenos.
—Él dijo que lo sentía—dijo Santana al final—Me pidió que lo perdonara.
—¿Lo hiciste?
—Le dije que sí.
Brittany la miró.
—¿Pero?
Santana tomó aire, volviéndose a mirarla.
—No sé si alguna vez lo pueda perdonar. Está ahí muriendo y yo…yo no siento nada—dijo su voz casi en un susurro—Yo debería sentir algo, ¿no?
—Tienes que preocuparte por alguien, amararlos, sentir un profundo dolor por su paso.
—Ha estado muerto para mí durante tantos años, Britt, simplemente no puedo evocar ningún...ningún dolor, ninguna pena. Es solo que no está ahí.
—¿Y te sientes culpable por eso?
Santana negó con la cabeza.
—No. No voy a sentirme culpable—rió con amargura—Me siento culpable por no sentirme culpable. Pero ya he pagado el precio. No voy llevar más carga por su culpa.
Cada vez que un rayo brillaba, Brittany podía ver las manchas de las lágrimas en el rostro de Santana.
No eran lágrimas por su papá.
Lo más probable es que fuesen lágrimas por todo lo que había perdido...y todo lo que nunca tendría otra vez. Y sí, a pesar de las palabras de Santana, Brittany podía decir que ella se sentía culpable.
No pudo evitarlo así que se acercó, sus dedos tocando ligeramente el rostro de Santana, limpiando sus lágrimas. Vio que los ojos de Santana se cerraron y pudo jurar que sintió un temblor bajo su mano.
—No deberías estar aquí, Britt—dijo Santana en un murmullo, como si estuviera pensando en las palabras sin decirlas en voz alta.
—Pero estoy aquí, San.
Sus ojos se abrieron de nuevo, encontrando los de Brittany.
—Te necesito esta noche, Britt.
Las palabras fueron susurradas en voz tan baja y tan sinceramente que Brittany no pudo ofrecer otra respuesta que la que dio.
—Sí.
Caminó con una confianza que no sentía.
Encendió la pequeña lámpara en la esquina, y luego cerró la puerta y se apoyó en ella. Respiró profundamente, sabiendo que el resto dependía de ella.
Podría salir y tendrían otro día donde bailarían en torno a esto, donde lucharían, donde fingirían que no existía este calor entre ellas.
Pero no quería otro día.
Santana la necesitaba esta noche.
Alargó su mano detrás de ella y cerró la puerta mientras Santana permanecía en la ventana, mirándola...esperando. No estaba segura de que le dio el coraje para avanzar los pasos necesarios para llegar a ella.
La verdad era que estaba muriéndose de miedo.
—¿Britt? Si quieres…
Brittany trató de sonreír.
—No. Es sólo que...no sé lo que estoy haciendo—dijo—Ni siquiera sé lo que estoy pensando. No sé cómo…—se detuvo, dándose cuenta de que estaba negando toda responsabilidad por lo que iba a suceder—No, eso no es verdad—dijo—Sé lo que estoy haciendo. Quiero...quiero estar contigo—terminó en un susurro—Quiero hacer el amor contigo, San—tomó una respiración profunda, admitiendo la única cosa que más le asustaba—Quiero esto muchísimo.
A pesar de la súplica de Santana, de que la necesitaba, Brittany supo que Santana nunca iba a iniciarlo.
Quería que Brittany estuviera segura.
Y lo estaba.
Así que respondió a la pregunta no expresada que vio en esos ojos.
—Estoy segura, San.
Santana finalmente se movió, como si hubiera recibido permiso para tocarla.
Fue como si estuviera maravillada, cuando movió ligeramente sus dedos por la mejilla de Brittany y hacia su cabello, apartándolo de su rostro.
Había una mirada, una necesidad, que no había visto antes.
No con Santana.
No con nadie.
—No he querido…—Santana comenzó, pero se detuvo, como si considerara sus palabras—Ha pasado un largo tiempo desde que he querido hacer el amor con alguien—acarició con su pulgar la boca de Brittany, haciendo que los labios de Brittany se abrieran—Quiero hacerlo contigo, Britt—susurró—Lo quiero tanto.
Los ojos de Brittany se cerraron cuando Santana la atrajo hacia sí.
Esos labios suaves fueron gentiles con ella, tomando su tiempo. Consciente de que podía entregarse libremente, sabiendo lo que iba a pasar cuando encendieran el fuego tan rápidamente, no habría tiempo para apagarlo.
Sus besos se volvieron ardientes, sus gemidos mezclándose mientras sus cuerpos se tocaban.
Brittany no podía recordar un momento en que se hubiera excitado tan rápidamente. El hecho de que estaba con otra mujer no tenía relación.
Disfrutaba de los sentimientos que Santana despertaba en ella, su boca se abrió completamente, sus lenguas se unieron en un baile sensual, mientras sus manos se agarraban de la cintura de Santana.
Pensaba que no sabría qué hacer.
Pensaba que tendría miedo de tocar de esta manera, de ser tocada por una mujer.
Pero dejó de pensar y dejó que su cuerpo le mostrara el camino.
Tiró de la ropa de Santana, con ganas de sentir piel, necesitando sentir piel. Ellas se separaron y Santana hizo su oferta, lanzando su camiseta y su sujetador a un lado.
Brittany se quedó de pie maravillada mientras miraba descaradamente a Santana, sus senos pequeños, sus pezones duros como roca. Inconscientemente, Brittany humedeció sus labios y sus ojos volaron hacia Santana, avergonzada por mirar.
Pero los ojos de Santana eran gentiles y sonrió.
—Está bien mirar...tocar.
—Estoy asustada—dijo Brittany y se rió nerviosamente—Quiero decir…
—Entiendo.
Santana tomó su mano, trayéndola poco a poco hacia sus pechos. El aliento de Brittany se detuvo cuando su mano estuvo a centímetros de distancia.
Estaba a punto de tocar a otra mujer, estaba a punto de hacer el amor con otra mujer y no tuvo pánico, ni dudas.
Su cuerpo se estremecía lleno de vida y reconoció la necesidad y el deseo por lo que era.
Se sentía atraída sexualmente por Santana y quería esto.
Probablemente siempre lo había querido.
Cubrió el pecho de Santana con su mano, sus ojos se cerraron de nuevo mientras un gemido suave escapaba de su boca. La piel de Santana era tan suave y aun así su pezón se sentía tan duro contra su palma.
Brittany levantó la vista, mirando los ojos nublados de Santana. Fue con desesperación que ella se acercó más, su boca encontrando la de Santana nuevamente.
La gentileza desapareció junto con su indecisión, fueron sustituidas con un fuego que no podía comprender. No se resistió cuando las manos de Santana desabrocharon su blusa.
De hecho, quería rogarle a Santana que se diera prisa, que la rasgara así que le ayudó, dejando caer la prenda al suelo antes de alcanzar los vaqueros de Santana.
La tormenta rugía en el exterior, los relámpagos y los truenos sacudieron las ventanas mientras Brittany se acostaba en la cama, tirando de Santana con ella.
Disfrutó de la sensación de piel contra piel, del peso de Santana presionando sobre ella. La boca de Santana abandonó la de ella, mordisqueando suavemente su garganta mientras su mano se deslizaba a lo largo de toda la extensión de su cuerpo.
Brittany cerró los ojos, sonidos irreconocibles surgían de ella mientras los labios de Santana viajaban a través de su piel.
Debió haberse sentido extraño para ella, pero no fue así.
El toque de Santana era familiar, como si lo hubiese sentido una y mil veces anteriormente.
Lo que no era familiar era el doloroso deseo que sentía.
Cuando Santana encontró sus pechos, cuando su lengua húmeda hizo un círculo alrededor de su pezón, Brittany gimió en voz alta, su cuerpo arqueándose.
Santana tomó su pezón, succionando suavemente y Brittany descubrió que sus caderas se movían en busca de alivio. Abrió más las piernas, las manos en las caderas de Santana tirando con fuerza contra ella.
Santana se levantó, sosteniendo su peso sobre las manos. Sus ojos se encontraron, Santana le preguntó en silencio, una vez más, si estaba segura.
—Sí—susurró.
Santana se acercó de nuevo, regresando su boca hacia su pecho, su mano se movió muy lentamente y sus dedos se deslizaron por su piel.
Brittany gimió con frustración, queriendo que Santana se diera prisa, que la tocara...que la liberara. Podía sentir lo mojada que estaba, podía sentir el dolor palpitante entre sus piernas.
—Por favor San, no juegues conmigo.
Los labios de Santana se trasladaron a su boca.
—Despacio, Britt-Britt—murmuró.
¿Britt-Britt?
Le gusto tanto como sonaba ese mote, y más aun de los labios de Santana.
Pero ahora no tenía tiempo para pensar en eso.
No.
—No. Por favor, despacio no—respondió Brittany, con sus manos agarrando las caderas de Santana nuevamente, para tirar con fuerza contra ella—Dios, por favor tócame, San—estaba rogando, pero no le importaba—Sí—dijo entre dientes cuando los dedos de Santana finalmente la abrieron.
Sus caderas se sacudieron y gimió cuando Santana la tocó por primera vez, sus dedos rodeando su clítoris palpitante.
Los dedos de Brittany se clavaron en Santana mientras jadeaba en busca de aire y luego gimió con fuerza cuando la rodilla de Santana extendió sus muslos aún más lejos.
Esa boca en su pecho otra vez, elevó sus caderas cuando Santana la llenó, cuando sus dedos entraron profundamente.
Brittany se encontró con su empuje, sus caderas se movieron violentamente contra la mano de Santana, mientras Santana aún devoraba su pezón, sus dientes y su lengua tiraban de él, llevando la excitación de Brittany a nuevas alturas.
Brittany jadeaba, sus caderas bailaban, encontrándose con cada movimiento de Santana.
Santana estaba sentada a horcajadas sobre su muslo y Brittany volvió a gemir al sentir la humedad de Santana cubriendo su pierna.
Las caderas de Santana se movían al ritmo de Brittany, sus labios dejaron el pecho de Brittany, buscando su boca.
Brittany la abrió para ella, introduciendo su lengua profundamente. Santana estaba en perfecta sincronía, su lengua le hacía el amor a su boca mientras sus dedos le hacían el amor a su cuerpo.
Brittany sintió un estruendoso rugido en sus oídos y no estaba segura si era la fuerte tormenta en el exterior o en el interior.
Estaba cerca del orgasmo y quería que Santana se uniera a ella.
Movió su mano, deslizándola entre su muslo y Santana, tocando a Santana.
—Oh...Dios—gimió, la humedad de Santana encontrándose y cubriendo sus dedos.
—Sí, justo así—Santana gimió al igual que ella, ante el contacto.
Moviéndose rápidamente ahora contra la mano ofrecida por Brittany, el cuerpo de Santana se meció contra el de ella, ambas jadeando, luchando por respirar.
La maravilla de todo esto era demasiado mientras los sentidos de Brittany se sobrecargaban.
Una cegadora luz ¿sería un rayo?
Brittany no estaba segura, cuando su cuerpo explotó.
Gritó su placer y Santana estuvo ahí para cogerla, su boca cubrió la suya.
Dos, tres golpes más de las caderas de Santana y también llegó a su clímax, el sonido fue amortiguado por la boca de Brittany.
Se desplomó, su peso ahora sobre Brittany quien le besó suavemente, atrayendo con sus brazos a Santana aún más cerca de ella.
Sintió como disminuyó su ritmo cardíaco, volviendo a la normalidad y finalmente fue capaz de hilar pensamientos coherentemente.
Estaba sosteniendo a otra mujer en sus brazos, una mujer con la que acababa de hacer el amor y no había incomodidad, ningún sentido de vergüenza, ninguna sensación de haberse equivocado.
Habían estado moviéndose en esta dirección desde la primera vez que se vieron.
Cuando Santana la miró ese primer día, Brittany ahora admitió que sintió una intensa atracción, una a la que ni siquiera le había dado un pensamiento consciente en ese momento.
Pero día tras día creció y ya no pudo ignorarla.
Fue por eso que entró en la habitación de Santana esta noche. No para ver si se encontraba bien después de su visita a su papá.
Sólo había sido una excusa.
No, lo que realmente quería era esto.
Quería estar con Santana de la forma más íntima posible, quería hacer el amor con ella, quería tratar de darle algún sentido a lo que estaba sintiendo.
—¿Estás bien?—Santana le susurró finalmente levantando su cabeza.
Brittany asintió y extendió su mano acariciando el rostro de Santana.
—Sí. Estoy bien. Mejor que bien—agregó Brittany.
—Pensé que tal vez…
—No, San—se inclinó besando a Santana con fuerza—Lo que sea que estés pensando...no.
Santana sonrió.
—¿Sí?—les dio la vuelta, Brittany ahora encima de ella—¿Ahora que estoy pensando?
Brittany sonrió.
—No sé lo que estás pensando, pero definitivamente sé lo que yo estoy pensando—murmuró sin timidez cuando su boca encontró la de Santana nuevamente.
Sintió cuando Santana abrió sus piernas y se acomodó entre ellas, la humedad de su excitación seguía siendo evidente. Alejó la boca de sus labios, moviéndose más abajo. Inclinó la cabeza, continuando por puro instinto, mientras su boca se cerraba sobre un pezón erecto.
Gimió ante la sorprendente dureza.
Humedeció el pezón, finalmente metiéndolo en su boca, escuchando como se detenía la respiración de Santana mientras ella la succionaba.
—Se siente tan bien—susurró Santana sus manos avanzando a través del cabello de Brittany, abrazándola.
Brittany levantó la cabeza, encontrando la mirada ardiente de Santana.
—Enséñame todo—dijo Brittany—Lo quiero todo contigo, Sanny.
Santana asintió.
—Sí. Todo, Britt-Britt.
Por un momento se preguntó si había muerto.
—Adelante—dijo la enfermera, levantándose de su percha al lado de él para ofrecerla a Santana.
Santana se acercó, todavía sin estar segura de que estuviera vivo hasta que sus ojos se abrieron.
Se quedó quieta, esperando a que se centrara en ella.
—Has venido—dijo, su voz no era más que un susurro ronco.
Santana asintió con la cabeza.
—¿Querías verme?
Volvió la cabeza en la almohada y se preguntó cuánta energía necesitaría para tratar de hablar.
—Me equivoqué—susurró—Estuvo mal lo que hice.
Santana contuvo la réplica sarcástica con la que quería contestarle, en vez de eso estuvo de acuerdo con él.
—Si. Te equivocaste al echarme.
—Yo estaba...Yo estaba sufriendo.
—Muy bien ¿así que vamos a volver por ese camino?—se acercó más—Yo estaba sufriendo también.
—Lo siento, Santana. Sólo agregué más dolor al tuyo. Lo siento. Estaba equivocado.
Sus ojos se abrieron con sorpresa.
Esas eran las últimas palabras que alguna vez pensaba escucharle decir, lecho de muerte o no.
Su mano se abrió, haciéndole señas.
Santana lo miró fijamente, casi con miedo de tocarlo. Finalmente lo hizo, colocando la suya en su palma abierta. Él trató de cerrar sus dedos pero no pudo, por lo que ella le rodeó con los suyos y apretó.
—¿Me puedes perdonar?—preguntó—Necesito que me perdones.
Era la hora de la verdad para ella.
Había estado en este escenario una y mil veces, él pidiéndole perdón. Su respuesta era siempre la misma. No, ella sabía en su corazón que no sería diferente esta vez.
No podía perdonar.
Fueron demasiados años perdidos, demasiados recuerdos que ahora estaban contaminados.
Pero en esta oportunidad el fuerte y orgulloso hombre estaba reducido a un inválido, reducido a mendigar perdón en sus últimas horas, no tenía el corazón para decirle la verdad.
Ella se acercó más, todavía apretando su mano.
—Sí. Te perdono—dijo en voz baja.
Tan pronto como dijo las palabras, se alegró de haber elegido mentirle.
Sus ojos perdieron la dureza que siempre se asociaba con él. Débilmente, apretó sus dedos.
—Gracias—susurró.
Sus ojos se cerraron mientras su mano se relajaba y le dirigió una rápida mirada a la enfermera.
—Creo que él…
—No. Todavía no—dijo mientras movía a Santana fuera del camino—Pero no pasará mucho tiempo ahora. No creo que supere esta noche.
La enfermera se sentó junto a él de nuevo y le tomó la mano, acariciándolo suavemente.
—Ha permanecido con tanto dolor—dijo con aire ausente.
Santana sólo asintió con la cabeza, sin saber qué más decir. Los miró un poco más de tiempo, la enfermera seguía sosteniendo su mano, un relámpago emitió un resplandor misterioso en el valle frente a su ventana.
Entonces se alejó, deteniéndose en la puerta para darle una última mirada, diciendo en silencio su adiós.
****************************************************************************************************
Brittany subió las escaleras lentamente, escuchando voces.
No escuchó nada.
Dudaba que Santana se quedara mucho tiempo con su papá. Las pocas veces que había ido a visitarlo, habían terminado de forma rápida y por lo general con voces elevadas.
En el pasillo, la puerta de la habitación de su papá estaba cerrada, pero la de Santana estaba abierta.
Se detuvo en la puerta, encontrando a Santana de pie en la oscuridad cerca de la ventana, las persianas estaban retiradas, los relámpagos brillaban en el cielo.
Santana debió sentir su presencia.
Giró la cabeza y miró a Brittany, luego se volvió hacia la ventana. Incluso con las sombras tenues, Brittany pudo ver que había estado llorando. Se debatió si debía pedir permiso para entrar, pero se dio cuenta de que esa era la razón por la que Santana había dejado la puerta abierta.
Se acercó a su lado, en silencio.
Ambas vieron el espectáculo de los relámpagos, el silencio sólo fue roto por los truenos.
—Él dijo que lo sentía—dijo Santana al final—Me pidió que lo perdonara.
—¿Lo hiciste?
—Le dije que sí.
Brittany la miró.
—¿Pero?
Santana tomó aire, volviéndose a mirarla.
—No sé si alguna vez lo pueda perdonar. Está ahí muriendo y yo…yo no siento nada—dijo su voz casi en un susurro—Yo debería sentir algo, ¿no?
—Tienes que preocuparte por alguien, amararlos, sentir un profundo dolor por su paso.
—Ha estado muerto para mí durante tantos años, Britt, simplemente no puedo evocar ningún...ningún dolor, ninguna pena. Es solo que no está ahí.
—¿Y te sientes culpable por eso?
Santana negó con la cabeza.
—No. No voy a sentirme culpable—rió con amargura—Me siento culpable por no sentirme culpable. Pero ya he pagado el precio. No voy llevar más carga por su culpa.
Cada vez que un rayo brillaba, Brittany podía ver las manchas de las lágrimas en el rostro de Santana.
No eran lágrimas por su papá.
Lo más probable es que fuesen lágrimas por todo lo que había perdido...y todo lo que nunca tendría otra vez. Y sí, a pesar de las palabras de Santana, Brittany podía decir que ella se sentía culpable.
No pudo evitarlo así que se acercó, sus dedos tocando ligeramente el rostro de Santana, limpiando sus lágrimas. Vio que los ojos de Santana se cerraron y pudo jurar que sintió un temblor bajo su mano.
—No deberías estar aquí, Britt—dijo Santana en un murmullo, como si estuviera pensando en las palabras sin decirlas en voz alta.
—Pero estoy aquí, San.
Sus ojos se abrieron de nuevo, encontrando los de Brittany.
—Te necesito esta noche, Britt.
Las palabras fueron susurradas en voz tan baja y tan sinceramente que Brittany no pudo ofrecer otra respuesta que la que dio.
—Sí.
Caminó con una confianza que no sentía.
Encendió la pequeña lámpara en la esquina, y luego cerró la puerta y se apoyó en ella. Respiró profundamente, sabiendo que el resto dependía de ella.
Podría salir y tendrían otro día donde bailarían en torno a esto, donde lucharían, donde fingirían que no existía este calor entre ellas.
Pero no quería otro día.
Santana la necesitaba esta noche.
Alargó su mano detrás de ella y cerró la puerta mientras Santana permanecía en la ventana, mirándola...esperando. No estaba segura de que le dio el coraje para avanzar los pasos necesarios para llegar a ella.
La verdad era que estaba muriéndose de miedo.
—¿Britt? Si quieres…
Brittany trató de sonreír.
—No. Es sólo que...no sé lo que estoy haciendo—dijo—Ni siquiera sé lo que estoy pensando. No sé cómo…—se detuvo, dándose cuenta de que estaba negando toda responsabilidad por lo que iba a suceder—No, eso no es verdad—dijo—Sé lo que estoy haciendo. Quiero...quiero estar contigo—terminó en un susurro—Quiero hacer el amor contigo, San—tomó una respiración profunda, admitiendo la única cosa que más le asustaba—Quiero esto muchísimo.
A pesar de la súplica de Santana, de que la necesitaba, Brittany supo que Santana nunca iba a iniciarlo.
Quería que Brittany estuviera segura.
Y lo estaba.
Así que respondió a la pregunta no expresada que vio en esos ojos.
—Estoy segura, San.
Santana finalmente se movió, como si hubiera recibido permiso para tocarla.
Fue como si estuviera maravillada, cuando movió ligeramente sus dedos por la mejilla de Brittany y hacia su cabello, apartándolo de su rostro.
Había una mirada, una necesidad, que no había visto antes.
No con Santana.
No con nadie.
—No he querido…—Santana comenzó, pero se detuvo, como si considerara sus palabras—Ha pasado un largo tiempo desde que he querido hacer el amor con alguien—acarició con su pulgar la boca de Brittany, haciendo que los labios de Brittany se abrieran—Quiero hacerlo contigo, Britt—susurró—Lo quiero tanto.
Los ojos de Brittany se cerraron cuando Santana la atrajo hacia sí.
Esos labios suaves fueron gentiles con ella, tomando su tiempo. Consciente de que podía entregarse libremente, sabiendo lo que iba a pasar cuando encendieran el fuego tan rápidamente, no habría tiempo para apagarlo.
Sus besos se volvieron ardientes, sus gemidos mezclándose mientras sus cuerpos se tocaban.
Brittany no podía recordar un momento en que se hubiera excitado tan rápidamente. El hecho de que estaba con otra mujer no tenía relación.
Disfrutaba de los sentimientos que Santana despertaba en ella, su boca se abrió completamente, sus lenguas se unieron en un baile sensual, mientras sus manos se agarraban de la cintura de Santana.
Pensaba que no sabría qué hacer.
Pensaba que tendría miedo de tocar de esta manera, de ser tocada por una mujer.
Pero dejó de pensar y dejó que su cuerpo le mostrara el camino.
Tiró de la ropa de Santana, con ganas de sentir piel, necesitando sentir piel. Ellas se separaron y Santana hizo su oferta, lanzando su camiseta y su sujetador a un lado.
Brittany se quedó de pie maravillada mientras miraba descaradamente a Santana, sus senos pequeños, sus pezones duros como roca. Inconscientemente, Brittany humedeció sus labios y sus ojos volaron hacia Santana, avergonzada por mirar.
Pero los ojos de Santana eran gentiles y sonrió.
—Está bien mirar...tocar.
—Estoy asustada—dijo Brittany y se rió nerviosamente—Quiero decir…
—Entiendo.
Santana tomó su mano, trayéndola poco a poco hacia sus pechos. El aliento de Brittany se detuvo cuando su mano estuvo a centímetros de distancia.
Estaba a punto de tocar a otra mujer, estaba a punto de hacer el amor con otra mujer y no tuvo pánico, ni dudas.
Su cuerpo se estremecía lleno de vida y reconoció la necesidad y el deseo por lo que era.
Se sentía atraída sexualmente por Santana y quería esto.
Probablemente siempre lo había querido.
Cubrió el pecho de Santana con su mano, sus ojos se cerraron de nuevo mientras un gemido suave escapaba de su boca. La piel de Santana era tan suave y aun así su pezón se sentía tan duro contra su palma.
Brittany levantó la vista, mirando los ojos nublados de Santana. Fue con desesperación que ella se acercó más, su boca encontrando la de Santana nuevamente.
La gentileza desapareció junto con su indecisión, fueron sustituidas con un fuego que no podía comprender. No se resistió cuando las manos de Santana desabrocharon su blusa.
De hecho, quería rogarle a Santana que se diera prisa, que la rasgara así que le ayudó, dejando caer la prenda al suelo antes de alcanzar los vaqueros de Santana.
La tormenta rugía en el exterior, los relámpagos y los truenos sacudieron las ventanas mientras Brittany se acostaba en la cama, tirando de Santana con ella.
Disfrutó de la sensación de piel contra piel, del peso de Santana presionando sobre ella. La boca de Santana abandonó la de ella, mordisqueando suavemente su garganta mientras su mano se deslizaba a lo largo de toda la extensión de su cuerpo.
Brittany cerró los ojos, sonidos irreconocibles surgían de ella mientras los labios de Santana viajaban a través de su piel.
Debió haberse sentido extraño para ella, pero no fue así.
El toque de Santana era familiar, como si lo hubiese sentido una y mil veces anteriormente.
Lo que no era familiar era el doloroso deseo que sentía.
Cuando Santana encontró sus pechos, cuando su lengua húmeda hizo un círculo alrededor de su pezón, Brittany gimió en voz alta, su cuerpo arqueándose.
Santana tomó su pezón, succionando suavemente y Brittany descubrió que sus caderas se movían en busca de alivio. Abrió más las piernas, las manos en las caderas de Santana tirando con fuerza contra ella.
Santana se levantó, sosteniendo su peso sobre las manos. Sus ojos se encontraron, Santana le preguntó en silencio, una vez más, si estaba segura.
—Sí—susurró.
Santana se acercó de nuevo, regresando su boca hacia su pecho, su mano se movió muy lentamente y sus dedos se deslizaron por su piel.
Brittany gimió con frustración, queriendo que Santana se diera prisa, que la tocara...que la liberara. Podía sentir lo mojada que estaba, podía sentir el dolor palpitante entre sus piernas.
—Por favor San, no juegues conmigo.
Los labios de Santana se trasladaron a su boca.
—Despacio, Britt-Britt—murmuró.
¿Britt-Britt?
Le gusto tanto como sonaba ese mote, y más aun de los labios de Santana.
Pero ahora no tenía tiempo para pensar en eso.
No.
—No. Por favor, despacio no—respondió Brittany, con sus manos agarrando las caderas de Santana nuevamente, para tirar con fuerza contra ella—Dios, por favor tócame, San—estaba rogando, pero no le importaba—Sí—dijo entre dientes cuando los dedos de Santana finalmente la abrieron.
Sus caderas se sacudieron y gimió cuando Santana la tocó por primera vez, sus dedos rodeando su clítoris palpitante.
Los dedos de Brittany se clavaron en Santana mientras jadeaba en busca de aire y luego gimió con fuerza cuando la rodilla de Santana extendió sus muslos aún más lejos.
Esa boca en su pecho otra vez, elevó sus caderas cuando Santana la llenó, cuando sus dedos entraron profundamente.
Brittany se encontró con su empuje, sus caderas se movieron violentamente contra la mano de Santana, mientras Santana aún devoraba su pezón, sus dientes y su lengua tiraban de él, llevando la excitación de Brittany a nuevas alturas.
Brittany jadeaba, sus caderas bailaban, encontrándose con cada movimiento de Santana.
Santana estaba sentada a horcajadas sobre su muslo y Brittany volvió a gemir al sentir la humedad de Santana cubriendo su pierna.
Las caderas de Santana se movían al ritmo de Brittany, sus labios dejaron el pecho de Brittany, buscando su boca.
Brittany la abrió para ella, introduciendo su lengua profundamente. Santana estaba en perfecta sincronía, su lengua le hacía el amor a su boca mientras sus dedos le hacían el amor a su cuerpo.
Brittany sintió un estruendoso rugido en sus oídos y no estaba segura si era la fuerte tormenta en el exterior o en el interior.
Estaba cerca del orgasmo y quería que Santana se uniera a ella.
Movió su mano, deslizándola entre su muslo y Santana, tocando a Santana.
—Oh...Dios—gimió, la humedad de Santana encontrándose y cubriendo sus dedos.
—Sí, justo así—Santana gimió al igual que ella, ante el contacto.
Moviéndose rápidamente ahora contra la mano ofrecida por Brittany, el cuerpo de Santana se meció contra el de ella, ambas jadeando, luchando por respirar.
La maravilla de todo esto era demasiado mientras los sentidos de Brittany se sobrecargaban.
Una cegadora luz ¿sería un rayo?
Brittany no estaba segura, cuando su cuerpo explotó.
Gritó su placer y Santana estuvo ahí para cogerla, su boca cubrió la suya.
Dos, tres golpes más de las caderas de Santana y también llegó a su clímax, el sonido fue amortiguado por la boca de Brittany.
Se desplomó, su peso ahora sobre Brittany quien le besó suavemente, atrayendo con sus brazos a Santana aún más cerca de ella.
Sintió como disminuyó su ritmo cardíaco, volviendo a la normalidad y finalmente fue capaz de hilar pensamientos coherentemente.
Estaba sosteniendo a otra mujer en sus brazos, una mujer con la que acababa de hacer el amor y no había incomodidad, ningún sentido de vergüenza, ninguna sensación de haberse equivocado.
Habían estado moviéndose en esta dirección desde la primera vez que se vieron.
Cuando Santana la miró ese primer día, Brittany ahora admitió que sintió una intensa atracción, una a la que ni siquiera le había dado un pensamiento consciente en ese momento.
Pero día tras día creció y ya no pudo ignorarla.
Fue por eso que entró en la habitación de Santana esta noche. No para ver si se encontraba bien después de su visita a su papá.
Sólo había sido una excusa.
No, lo que realmente quería era esto.
Quería estar con Santana de la forma más íntima posible, quería hacer el amor con ella, quería tratar de darle algún sentido a lo que estaba sintiendo.
—¿Estás bien?—Santana le susurró finalmente levantando su cabeza.
Brittany asintió y extendió su mano acariciando el rostro de Santana.
—Sí. Estoy bien. Mejor que bien—agregó Brittany.
—Pensé que tal vez…
—No, San—se inclinó besando a Santana con fuerza—Lo que sea que estés pensando...no.
Santana sonrió.
—¿Sí?—les dio la vuelta, Brittany ahora encima de ella—¿Ahora que estoy pensando?
Brittany sonrió.
—No sé lo que estás pensando, pero definitivamente sé lo que yo estoy pensando—murmuró sin timidez cuando su boca encontró la de Santana nuevamente.
Sintió cuando Santana abrió sus piernas y se acomodó entre ellas, la humedad de su excitación seguía siendo evidente. Alejó la boca de sus labios, moviéndose más abajo. Inclinó la cabeza, continuando por puro instinto, mientras su boca se cerraba sobre un pezón erecto.
Gimió ante la sorprendente dureza.
Humedeció el pezón, finalmente metiéndolo en su boca, escuchando como se detenía la respiración de Santana mientras ella la succionaba.
—Se siente tan bien—susurró Santana sus manos avanzando a través del cabello de Brittany, abrazándola.
Brittany levantó la cabeza, encontrando la mirada ardiente de Santana.
—Enséñame todo—dijo Brittany—Lo quiero todo contigo, Sanny.
Santana asintió.
—Sí. Todo, Britt-Britt.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
ohhhh me encanto,..
es difícil perdonar a alguien que te jodio la vida y mas si es tu padre y ese dolor ya esta resignado!!!
su primera ves con todo,.. y seguro que no va a ser la ultima!!!!
nos vemos!!!
PD;
ohhhh me encanto,..
es difícil perdonar a alguien que te jodio la vida y mas si es tu padre y ese dolor ya esta resignado!!!
su primera ves con todo,.. y seguro que no va a ser la ultima!!!!
nos vemos!!!
PD;
FELIZ DIA DE LA MUJER
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
estoy que no puedo expresar mucho por la emocion que me embarga, a un lado el miedo, seguridad ante todo para seguir a la persona que te revuelve las entrañas y te hace desear lo que nunca has tenido. fue una gran noche para brittany, la historia esta dando giros interesantes, pienso ciertamente que el rancho queda a santana.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
hermoso
Feliz dia de la mujer!, de la dama!, de la hembra! Yiah sjdbn
Feliz dia de la mujer!, de la dama!, de la hembra! Yiah sjdbn
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
ohhhh me encanto,..
es difícil perdonar a alguien que te jodio la vida y mas si es tu padre y ese dolor ya esta resignado!!!
su primera ves con todo,.. y seguro que no va a ser la ultima!!!!
nos vemos!!!
PD;FELIZ DIA DE LA MUJER
Hola lu, y a mi!!!!! Mmmm sip, si que lo es xD jajajajjaajja. Jajajajajaj nop, seguro que no jajajajaaj. Saludos =D
Pd: gracias, igual!
marthagr81@yahoo.es escribió:estoy que no puedo expresar mucho por la emocion que me embarga, a un lado el miedo, seguridad ante todo para seguir a la persona que te revuelve las entrañas y te hace desear lo que nunca has tenido. fue una gran noche para brittany, la historia esta dando giros interesantes, pienso ciertamente que el rancho queda a santana.
Hola, aaa esk es el efecto que causan mis adaptaciones más las brittana jajaajjaajaj Jajajajajajaajaj suele pasar, no¿? jajajaajaj bueno nop xD ajajajjajjaja. Así son sus historias jajajajaja. Seria lo mejor! jajaajajajaj. Saludos =D
Susii escribió: hermoso
Feliz dia de la mujer!, de la dama!, de la hembra! Yiah sjdbn
Hola, o no!¿? ajajajaj si son tan lindas! jaajajajajajajaaj. Gracias, igual! jaajajjajaj x Djajaajajajajajajajaja xD jajaajajajajajajajajjajaj XD Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Cap 25
Capitulo 25
El sol golpeó su cara y se volteó alejándose de la ventana, encontrándose con Brittany acurrucada contra ella.
Santana la miró, sintiéndose...bueno, sintiéndose satisfecha por una vez.
Muchas mañanas, cuando había compartido su cama con alguien, simplemente quería que ellas se hubieran ido.
La noche de placer había terminado y quería estar sola.
No habría noviazgo, ni tiempo para charlas. Era una noche de sexo, nada más que una conexión física. Lo más probable era que no habría repetición.
De hecho, las repeticiones eran raras.
Esta mañana, todo se sentía diferente.
Brittany había estado llena de admiración, llena de asombro. Ella nunca se asustó por nada y su noche, juntas, había sido una que Santana no olvidaría nunca.
Hicieron el amor hasta que ambas estuvieron saciadas, a la vez demasiado cansadas para nada más que un merecido descanso.
Nunca hubo una discusión sobre Brittany abandonando su cama, o que iba a escabullirse de vuelta a su habitación. No, Brittany se había acurrucado contra ella y Santana la abrazó, secretamente complacida de que Brittany incluso quisiera quedarse.
Una parte de ella temía que una vez satisfecha su curiosidad por Brittany, ella huiría.
—¿Qué estás pensando?—Brittany murmuró adormilada.
Santana sonrió.
Brittany no había abierto los ojos, sin embargo, ella debió haber sentido que
Santana la observaba.
—Estaba pensando en lo bonito que es tenerte todavía en mi cama—respondió con sinceridad.
Los ojos de Brittany parpadearon hasta que se abrieron. Se apoyó sobre su codo, la sabana se deslizó hacia abajo hasta la cintura, sus pechos quedaron al descubierto.
Santana no fue tímida al mirarlos.
De hecho, tampoco fue tímida para tocarlos.
Brittany se inclinó y la besó, el sabor del sexo aún estaba en sus labios y el deseo de Santana flameó de nuevo.
Brittany lentamente atrajo a Santana poniéndola encima de ella, separando sus muslos, con las manos necesitadas, agarró las caderas de Santana, manteniendo muy unidos la parte baja de sus cuerpos.
La tormenta había pasado, el sol estaba alto, la mañana estaba lejos de ellas, sin embargo, Brittany quería hacer el amor otra vez.
A Santana no le importaba que Sue les echara de menos, que Carl y su equipo les echarían de menos. Lo único que le importaba era el deseo de Brittany por ella...y llenar ese deseo.
—Sanny—murmuró Brittany—Se siente tan bien como eso—susurró.
Como eso, era que Santana estaba presionando sus centros manteniéndolos muy juntos, su humedad fusionándose. Separó las piernas de Brittany aún más lejos, arqueándose hacia ella, sus clítoris frotándose juntos.
Brittany se quedó sin aliento ante el contacto, sus dedos se clavaron a los lados de Santana.
Santana comenzó un movimiento de balanceo lento, moviéndose contra Brittany, escuchando como Brittany jadeaba en su oído. Se movió encontrando la boca de Brittany, su lengua, Brittany apasionadamente.
Brittany igualó su intensidad, sus caderas moviéndose más rápido ahora. Se sorprendió de lo rápido que se había intensificado, la rapidez con la que estaba lista.
No pudo contenerse un segundo más y cedió a su orgasmo, sintiendo como Brittany hacía lo mismo mientras se aferraba a ella, sus alientos mezclándose.
—Nunca había sido así—dijo Brittany entre las respiraciones—Nunca había querido esto.
Santana bajó la cabeza, capturando un pezón.
¿Cómo respondería a eso?
¿Confesaría también que para ella era nuevo?
¿Le diría a Brittany acerca de las numerosas mujeres con las que había tenido sexo sin sentido?
¿Le diría a Brittany cuan diferente había sido esto para ella?
Un golpe silencioso en la puerta le salvó de contestar.
Se apartó de Brittany, sonriendo al ver que Brittany no hizo ademán de levantarse de la cama. Simplemente subió la sábana sobre ella, viendo a Santana que buscaba su ropa.
—Ya voy—dijo poniéndose su bata.
Abrió la puerta vacilante sabiendo que se veía, y olía, a sexo.
Esperaba a Sue y se sorprendió al encontrar en su lugar a la enfermera de su papá.
—Lo siento—dijo bruscamente—Su papá murió.
Santana asintió con la cabeza y la enfermera dio la vuelta y se fue sin decir una palabra.
No hubo ningún sentido de pérdida en Santana, ni dolor.
No estaba el vacío que sintió por la muerte de su mamá. Por eso, sintió una punzada de culpabilidad.
Él era su papá, después de todo.
—¿San?
Se dio la vuelta, preguntándose si había necesidad de fingir que sentía algo de dolor por su fallecimiento.
Pero no, no con Brittany.
Santana no tenía que fingir con Brittany.
—Murió.
Brittany asintió con la cabeza, luego se deslizó de la cama, en busca de su propia ropa.
—¿Sabes a quién llamar?
—Sí. Finn me dejó instrucciones. Él va a ser enterrado aquí en el rancho.
Las cejas de Brittany se dispararon.
—Tu mamá…
—Sí. Ella también está aquí—Santana se encogió de hombros—Yo aún no he estado dispuesta a visitarla—admitió mientras miraba abiertamente como Brittany se movía alrededor de su dormitorio.
Brittany se puso la camisa, mirando a Santana.
—No tengo ni idea de dónde están mis bragas.
Santana sonrió a esto, finalmente, se alejó de la puerta tomó las manos de Brittany, deteniendo su búsqueda.
—Ven aquí—dijo atrayéndola hacia sí—Ayer por la noche fue fantástico. No lo lamentas ¿verdad?
—No. No, no lo lamento. No, en absoluto.
—¿Confundida?—supuso Santana.
—Un poco, sí.
Brittany le dio un beso y luego se echó hacia atrás con rapidez, como si tuviera miedo de que su deseo se volviera a encender.
—Pero podemos hablar más tarde. Necesitas…
—Lo sé.
********************************************************************************************************
Cuando Brittany dejó su habitación más tarde, oyó hablar a Santana y a la enfermera.
La puerta de la habitación del señor López estaba abierta, pero no se atrevió a inmiscuirse.
Bajó en su lugar, pero no había ni rastro de desayuno y Sue parecía estar preparándose para hacer el almuerzo. Los ojos de Brittany volaron hacia el reloj en la pared, preguntándose cuánto tiempo se habían quedado en la cama.
Afortunadamente, sólo eran las nueve y media.
Descubrió que se había sonrojado intensamente cuando Sue la miró. Se sirvió café, tratando de ignorar la mirada que estaba recibiendo.
No tenía ni idea de cómo Sue tomaría los acontecimientos de la noche anterior, pero no creía que se sorprendería por ellos.
—Te quedaste dormida ¿verdad?—Sue preguntó finalmente.
Brittany tomó un sorbo de café y asintió con la cabeza.
—Sí. Estaba muy cansada—dijo Brittany.
—Sí. Con la tormenta y todo, debe haber sido difícil dormir. Sé que para mí lo fue.
Brittany se ruborizó de nuevo y miró hacia otro lado.
—¿Supongo que la enfermera le contó lo del señor López?
—Sí. Una bendición, de verdad. Pobre hombre ha estado sufriendo desde hace semanas—Sue fue a llenar su taza de café—¿Cómo lo tomó la señorita Santana?
—Debe saber a estas alturas que no había amor entre ello—dijo Brittany.
Sue asintió.
—Sí. Triste. Pero ¿por qué vino entonces?
—Creo que quería reconciliarse con él. No sé si ella lo admitiría o no, pero creo que esa fue la razón real—dijo Brittany.
Santana podía decir que era por el cierre, pero Brittany realmente sospechaba que Santana quería reconciliarse, solo que no era capaz de hacerlo.
Tal vez si su papá hubiera estado más receptivo a eso.
Pero no lo había estado.
—¿Va a hacer los arreglos?
—Finn le dejó instrucciones. Creo que los arreglos ya se hicieron.
Sue le miró de nuevo y la incomodidad de Brittany creció bajo sus ojos vigilantes. Se sobresaltó cuando Sue le palmeó la mano.
—¿Estás bien esta mañana?
Su pregunta fue dicha en voz baja.
Brittany no fingió que no sabía a lo que Sue se refería.
—Yo...Yo creo que sí, sí—dijo—Esto es nuevo para mí—admitió—Yo…
—No tienes que explicar. No a mí—se alejó entonces a su tabla de cortar— Jake, sin embargo, probablemente se sorprenderá.
Brittany sintió la necesidad de explicar.
No quería que Sue pensara que sólo había entrado en la cama de Santana, sin ni siquiera dar un pensamiento a las consecuencias.
—Sue, tengo treinta y dos años, ni una sola vez cerca al matrimonio—dijo—Culpaba a mi elección de carrera, los constantes viajes. La verdad es que nunca conocí a nadie que me atrajera. Enfermizamente atraída a alguien.
—¿Y ahora lo estás?
—Sí. Y no es Jake.
—Bueno, ciertamente no es mi problema—dijo Sue—Pero, bueno, ha sido muy divertido verlas a las dos—dijo con una sonrisa.
—¿Y divertido planificar la cena romántica?
—Sí. Pero cuando los chicos regresen, tendrán que tener cuidado—advirtió—A pesar de que son hombres, no creo que seas capaz de ocultar esto. Lo llevas escrito por todo el rostro.
Brittany se ruborizó nuevamente.
—Voy a tratar de tener cuidado—dijo mientras dejaba la taza de café—Será mejor que vaya a ver cómo Carl lo está haciendo.
Caminó a la barraca, a pesar de que estaba a casi un kilómetro de la casa del rancho.
Necesitaba tiempo para pensar.
No, ella no se arrepentía de la noche o de la mañana, pero no había considerado lo que iban a hacer una vez que los hermanos regresaran.
De repente se detuvo, con el deseo de que hubiesen tenido tiempo para hablar.
¿Estaba siendo presuntuosa al asumir que ella y Santana tendrían más noches como la que acababan de compartir?
¿O era solo esa noche?
¿Una noche juntas?
No.
A pesar de que no tenía ninguna experiencia con esto, no iba a ser solo una noche.
Había demasiada atracción, demasiado calor entre ellas.
Incluso cuando se atrevió a soñar en conocer a alguien que encendiera su fuego, nunca pensó que sería una mujer y nunca pensó que iba a pasar una noche entera haciendo el amor, entrando y saliendo del sueño, sólo para despertar, para tocar, para amar de nuevo.
Sentía la cara enrojecida mientras continuaba hacia la barraca.
¿Era realmente la misma mujer que le había rogado a Santana que la tocara?
¿De verdad había llorado cuando Santana la llevó al orgasmo, por primera vez, con la boca?
¿De verdad había mantenido a Santana debajo de ella mientras su propia boca buscaba, y encontraba, sus lugares más secretos?
¿Era ella la que le había rogado a Santana que la tomara una sola vez más, incluso cuando su cuerpo estaba agotado?
Sí a todo eso y más.
No necesitaba analizarlo, no tenía necesidad de darle sentido. Lo que había ocurrido había sido inevitable.
Santana la miró, sintiéndose...bueno, sintiéndose satisfecha por una vez.
Muchas mañanas, cuando había compartido su cama con alguien, simplemente quería que ellas se hubieran ido.
La noche de placer había terminado y quería estar sola.
No habría noviazgo, ni tiempo para charlas. Era una noche de sexo, nada más que una conexión física. Lo más probable era que no habría repetición.
De hecho, las repeticiones eran raras.
Esta mañana, todo se sentía diferente.
Brittany había estado llena de admiración, llena de asombro. Ella nunca se asustó por nada y su noche, juntas, había sido una que Santana no olvidaría nunca.
Hicieron el amor hasta que ambas estuvieron saciadas, a la vez demasiado cansadas para nada más que un merecido descanso.
Nunca hubo una discusión sobre Brittany abandonando su cama, o que iba a escabullirse de vuelta a su habitación. No, Brittany se había acurrucado contra ella y Santana la abrazó, secretamente complacida de que Brittany incluso quisiera quedarse.
Una parte de ella temía que una vez satisfecha su curiosidad por Brittany, ella huiría.
—¿Qué estás pensando?—Brittany murmuró adormilada.
Santana sonrió.
Brittany no había abierto los ojos, sin embargo, ella debió haber sentido que
Santana la observaba.
—Estaba pensando en lo bonito que es tenerte todavía en mi cama—respondió con sinceridad.
Los ojos de Brittany parpadearon hasta que se abrieron. Se apoyó sobre su codo, la sabana se deslizó hacia abajo hasta la cintura, sus pechos quedaron al descubierto.
Santana no fue tímida al mirarlos.
De hecho, tampoco fue tímida para tocarlos.
Brittany se inclinó y la besó, el sabor del sexo aún estaba en sus labios y el deseo de Santana flameó de nuevo.
Brittany lentamente atrajo a Santana poniéndola encima de ella, separando sus muslos, con las manos necesitadas, agarró las caderas de Santana, manteniendo muy unidos la parte baja de sus cuerpos.
La tormenta había pasado, el sol estaba alto, la mañana estaba lejos de ellas, sin embargo, Brittany quería hacer el amor otra vez.
A Santana no le importaba que Sue les echara de menos, que Carl y su equipo les echarían de menos. Lo único que le importaba era el deseo de Brittany por ella...y llenar ese deseo.
—Sanny—murmuró Brittany—Se siente tan bien como eso—susurró.
Como eso, era que Santana estaba presionando sus centros manteniéndolos muy juntos, su humedad fusionándose. Separó las piernas de Brittany aún más lejos, arqueándose hacia ella, sus clítoris frotándose juntos.
Brittany se quedó sin aliento ante el contacto, sus dedos se clavaron a los lados de Santana.
Santana comenzó un movimiento de balanceo lento, moviéndose contra Brittany, escuchando como Brittany jadeaba en su oído. Se movió encontrando la boca de Brittany, su lengua, Brittany apasionadamente.
Brittany igualó su intensidad, sus caderas moviéndose más rápido ahora. Se sorprendió de lo rápido que se había intensificado, la rapidez con la que estaba lista.
No pudo contenerse un segundo más y cedió a su orgasmo, sintiendo como Brittany hacía lo mismo mientras se aferraba a ella, sus alientos mezclándose.
—Nunca había sido así—dijo Brittany entre las respiraciones—Nunca había querido esto.
Santana bajó la cabeza, capturando un pezón.
¿Cómo respondería a eso?
¿Confesaría también que para ella era nuevo?
¿Le diría a Brittany acerca de las numerosas mujeres con las que había tenido sexo sin sentido?
¿Le diría a Brittany cuan diferente había sido esto para ella?
Un golpe silencioso en la puerta le salvó de contestar.
Se apartó de Brittany, sonriendo al ver que Brittany no hizo ademán de levantarse de la cama. Simplemente subió la sábana sobre ella, viendo a Santana que buscaba su ropa.
—Ya voy—dijo poniéndose su bata.
Abrió la puerta vacilante sabiendo que se veía, y olía, a sexo.
Esperaba a Sue y se sorprendió al encontrar en su lugar a la enfermera de su papá.
—Lo siento—dijo bruscamente—Su papá murió.
Santana asintió con la cabeza y la enfermera dio la vuelta y se fue sin decir una palabra.
No hubo ningún sentido de pérdida en Santana, ni dolor.
No estaba el vacío que sintió por la muerte de su mamá. Por eso, sintió una punzada de culpabilidad.
Él era su papá, después de todo.
—¿San?
Se dio la vuelta, preguntándose si había necesidad de fingir que sentía algo de dolor por su fallecimiento.
Pero no, no con Brittany.
Santana no tenía que fingir con Brittany.
—Murió.
Brittany asintió con la cabeza, luego se deslizó de la cama, en busca de su propia ropa.
—¿Sabes a quién llamar?
—Sí. Finn me dejó instrucciones. Él va a ser enterrado aquí en el rancho.
Las cejas de Brittany se dispararon.
—Tu mamá…
—Sí. Ella también está aquí—Santana se encogió de hombros—Yo aún no he estado dispuesta a visitarla—admitió mientras miraba abiertamente como Brittany se movía alrededor de su dormitorio.
Brittany se puso la camisa, mirando a Santana.
—No tengo ni idea de dónde están mis bragas.
Santana sonrió a esto, finalmente, se alejó de la puerta tomó las manos de Brittany, deteniendo su búsqueda.
—Ven aquí—dijo atrayéndola hacia sí—Ayer por la noche fue fantástico. No lo lamentas ¿verdad?
—No. No, no lo lamento. No, en absoluto.
—¿Confundida?—supuso Santana.
—Un poco, sí.
Brittany le dio un beso y luego se echó hacia atrás con rapidez, como si tuviera miedo de que su deseo se volviera a encender.
—Pero podemos hablar más tarde. Necesitas…
—Lo sé.
********************************************************************************************************
Cuando Brittany dejó su habitación más tarde, oyó hablar a Santana y a la enfermera.
La puerta de la habitación del señor López estaba abierta, pero no se atrevió a inmiscuirse.
Bajó en su lugar, pero no había ni rastro de desayuno y Sue parecía estar preparándose para hacer el almuerzo. Los ojos de Brittany volaron hacia el reloj en la pared, preguntándose cuánto tiempo se habían quedado en la cama.
Afortunadamente, sólo eran las nueve y media.
Descubrió que se había sonrojado intensamente cuando Sue la miró. Se sirvió café, tratando de ignorar la mirada que estaba recibiendo.
No tenía ni idea de cómo Sue tomaría los acontecimientos de la noche anterior, pero no creía que se sorprendería por ellos.
—Te quedaste dormida ¿verdad?—Sue preguntó finalmente.
Brittany tomó un sorbo de café y asintió con la cabeza.
—Sí. Estaba muy cansada—dijo Brittany.
—Sí. Con la tormenta y todo, debe haber sido difícil dormir. Sé que para mí lo fue.
Brittany se ruborizó de nuevo y miró hacia otro lado.
—¿Supongo que la enfermera le contó lo del señor López?
—Sí. Una bendición, de verdad. Pobre hombre ha estado sufriendo desde hace semanas—Sue fue a llenar su taza de café—¿Cómo lo tomó la señorita Santana?
—Debe saber a estas alturas que no había amor entre ello—dijo Brittany.
Sue asintió.
—Sí. Triste. Pero ¿por qué vino entonces?
—Creo que quería reconciliarse con él. No sé si ella lo admitiría o no, pero creo que esa fue la razón real—dijo Brittany.
Santana podía decir que era por el cierre, pero Brittany realmente sospechaba que Santana quería reconciliarse, solo que no era capaz de hacerlo.
Tal vez si su papá hubiera estado más receptivo a eso.
Pero no lo había estado.
—¿Va a hacer los arreglos?
—Finn le dejó instrucciones. Creo que los arreglos ya se hicieron.
Sue le miró de nuevo y la incomodidad de Brittany creció bajo sus ojos vigilantes. Se sobresaltó cuando Sue le palmeó la mano.
—¿Estás bien esta mañana?
Su pregunta fue dicha en voz baja.
Brittany no fingió que no sabía a lo que Sue se refería.
—Yo...Yo creo que sí, sí—dijo—Esto es nuevo para mí—admitió—Yo…
—No tienes que explicar. No a mí—se alejó entonces a su tabla de cortar— Jake, sin embargo, probablemente se sorprenderá.
Brittany sintió la necesidad de explicar.
No quería que Sue pensara que sólo había entrado en la cama de Santana, sin ni siquiera dar un pensamiento a las consecuencias.
—Sue, tengo treinta y dos años, ni una sola vez cerca al matrimonio—dijo—Culpaba a mi elección de carrera, los constantes viajes. La verdad es que nunca conocí a nadie que me atrajera. Enfermizamente atraída a alguien.
—¿Y ahora lo estás?
—Sí. Y no es Jake.
—Bueno, ciertamente no es mi problema—dijo Sue—Pero, bueno, ha sido muy divertido verlas a las dos—dijo con una sonrisa.
—¿Y divertido planificar la cena romántica?
—Sí. Pero cuando los chicos regresen, tendrán que tener cuidado—advirtió—A pesar de que son hombres, no creo que seas capaz de ocultar esto. Lo llevas escrito por todo el rostro.
Brittany se ruborizó nuevamente.
—Voy a tratar de tener cuidado—dijo mientras dejaba la taza de café—Será mejor que vaya a ver cómo Carl lo está haciendo.
Caminó a la barraca, a pesar de que estaba a casi un kilómetro de la casa del rancho.
Necesitaba tiempo para pensar.
No, ella no se arrepentía de la noche o de la mañana, pero no había considerado lo que iban a hacer una vez que los hermanos regresaran.
De repente se detuvo, con el deseo de que hubiesen tenido tiempo para hablar.
¿Estaba siendo presuntuosa al asumir que ella y Santana tendrían más noches como la que acababan de compartir?
¿O era solo esa noche?
¿Una noche juntas?
No.
A pesar de que no tenía ninguna experiencia con esto, no iba a ser solo una noche.
Había demasiada atracción, demasiado calor entre ellas.
Incluso cuando se atrevió a soñar en conocer a alguien que encendiera su fuego, nunca pensó que sería una mujer y nunca pensó que iba a pasar una noche entera haciendo el amor, entrando y saliendo del sueño, sólo para despertar, para tocar, para amar de nuevo.
Sentía la cara enrojecida mientras continuaba hacia la barraca.
¿Era realmente la misma mujer que le había rogado a Santana que la tocara?
¿De verdad había llorado cuando Santana la llevó al orgasmo, por primera vez, con la boca?
¿De verdad había mantenido a Santana debajo de ella mientras su propia boca buscaba, y encontraba, sus lugares más secretos?
¿Era ella la que le había rogado a Santana que la tomara una sola vez más, incluso cuando su cuerpo estaba agotado?
Sí a todo eso y más.
No necesitaba analizarlo, no tenía necesidad de darle sentido. Lo que había ocurrido había sido inevitable.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
me gusta la actitud de Brittany, que reveladores sus pensamientos, ahora como sue lo dice, la explicacion a jake (que se muera) y como va a seguir con esto. ya el viejo por fin murio. el caracter de santana es indomable.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
me gusta la actitud de Brittany, que reveladores sus pensamientos, ahora como sue lo dice, la explicacion a jake (que se muera) y como va a seguir con esto. ya el viejo por fin murio. el caracter de santana es indomable.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
Hoolaa Nueva Idola xD
Admito que antes era adicta a este foro y no habia fanfic que no leyera (excepto las adaptaciones que son notoriamente heteros) Ingrese ahora que estuve de vacaciones y me encontre con 3 historias tuyas que me dejaron colgadas.
Me encantas!!!
son pocas las minas que se preocupan de adaptar como se debe, siempre se le escapan pequeños detalles que me quitan las ganas de leer, aun asi siendo lesbicas. Pero las que he leido de ti han sido perfectas.
Siempre me tendras x aqui mientras tus historias sean lelas. Por lo tanto me declaro nueva lectora!
Saludos!
Admito que antes era adicta a este foro y no habia fanfic que no leyera (excepto las adaptaciones que son notoriamente heteros) Ingrese ahora que estuve de vacaciones y me encontre con 3 historias tuyas que me dejaron colgadas.
Me encantas!!!
son pocas las minas que se preocupan de adaptar como se debe, siempre se le escapan pequeños detalles que me quitan las ganas de leer, aun asi siendo lesbicas. Pero las que he leido de ti han sido perfectas.
Siempre me tendras x aqui mientras tus historias sean lelas. Por lo tanto me declaro nueva lectora!
Saludos!
Polixa* - Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 09/12/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
bueno al fin ese hombre murio pidiendo perdon al menos, ahora a ver como seran las cosas entre las chicas y a esperar la dichosa llegada de los hermanos y la tan ansiada lectura del testamento!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
holap morra,.
si que la pasaron bien,..
mal lo del papa de san,.. es bueno que descanse de su enfermedad,..
mmmmm cuando se ponen a analizar las cosas dan miedo!!
nos vemos!!!
si que la pasaron bien,..
mal lo del papa de san,.. es bueno que descanse de su enfermedad,..
mmmmm cuando se ponen a analizar las cosas dan miedo!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
marthagr81@yahoo.es escribió:me gusta la actitud de Brittany, que reveladores sus pensamientos, ahora como sue lo dice, la explicacion a jake (que se muera) y como va a seguir con esto. ya el viejo por fin murio. el caracter de santana es indomable.
marthagr81@yahoo.es escribió:me gusta la actitud de Brittany, que reveladores sus pensamientos, ahora como sue lo dice, la explicacion a jake (que se muera) y como va a seguir con esto. ya el viejo por fin murio. el caracter de santana es indomable.
Hola, y a mi también jajajaajaj. Jajajajajaj si no¿? jaajaajajaj. Jajajja si sue lo dice x algo sera jajajajaaj. Si... y dijo nada ¬¬ JAjajajaja obvio si es san jajajaja. Saludos =D
Polixa escribió:Hoolaa Nueva Idola xD
Admito que antes era adicta a este foro y no habia fanfic que no leyera (excepto las adaptaciones que son notoriamente heteros) Ingrese ahora que estuve de vacaciones y me encontre con 3 historias tuyas que me dejaron colgadas.
Me encantas!!!
son pocas las minas que se preocupan de adaptar como se debe, siempre se le escapan pequeños detalles que me quitan las ganas de leer, aun asi siendo lesbicas. Pero las que he leido de ti han sido perfectas.
Siempre me tendras x aqui mientras tus historias sean lelas. Por lo tanto me declaro nueva lectora!
Saludos!
Hola, bienvenida! Jajajajajja esk es el efecto que causan las brittana ajajajjajaaj. Aaa vamos bn entonces jaajajaj, es el efecto que causan mis adaptaciones jajajaaj. Jajaajajajaj suele pasar xD =O vamos mas que bn entonces ajajaja. JAjajaja =O jajaja =/ un problemilla ai entonces xD xq esta es al última así xq no encuentro mas =/ si tu tienes alguna dimela para poder buscarla jajajaja. Espero y siga así jajajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:bueno al fin ese hombre murio pidiendo perdon al menos, ahora a ver como seran las cosas entre las chicas y a esperar la dichosa llegada de los hermanos y la tan ansiada lectura del testamento!!!!
Hola, algo es algo, no¿? Esperemos y sean de lo mejor y ellos no tengan mayor interacción jajajajaja. =O le abra dejado todo a san! Saludos =D
3:) escribió:holap morra,.
si que la pasaron bien,..
mal lo del papa de san,.. es bueno que descanse de su enfermedad,..
mmmmm cuando se ponen a analizar las cosas dan miedo!!
nos vemos!!!
Hola lu, jajaaj si, no¿? jajaajajajajaj. Mmmmm no hizo nada =/ mmm. Jajajjajajajajajaj esas brittana son unas loquillas jajajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Cap 26
Capitulo 26
Santana se sentó en una silla junto a la ventana, sintiéndose terriblemente fuera de lugar, ya que los veía preparar el cuerpo de su papá.
Se sentía como una extraña.
Finn debería haber estado aquí.
Todos ellos deberían haber estado aquí.
¿Por qué dejaron esta tarea con ella?
Ella no tenía parte en la familia, sin embargo, ahí estaba, viendo los procedimientos, sin emoción, sin ningún sentimiento.
Los hombres murmuraron entre sí en voz baja, mientras levantaban el cuerpo sobre la camilla.
La enfermera estaba ocupada empacando sus cosas, su mirada iba a menudo hacia su papá y luego de vez en cuando a Santana.
Santana estaba convencida de que era una mirada acusadora, pero no estaba segura de por qué. Sí, habían peleado cada vez que había ido a visitarlo, pero no anoche.
No, la noche anterior le había mentido y le dijo que lo había perdonado.
Ella lo dejó morir en paz.
Sin embargo, no sentía tanta paz con su muerte. No había reconciliado cosas con él, no había conseguido el cierre que sabía necesitaba.
Y, por supuesto, nunca lo haría.
—¿Señorita López? Estamos listos para llevarlo.
Ken Tanaka, el mismo hombre que había enterrado a su mamá, se acercó y le tendió la mano.
—Una vez más, mi más sentido pésame.
—Gracias—dijo sacudiendo la mano suavemente—Mis hermanos deben estar de vuelta en un par de días. Finn lo llamará.
—Por supuesto ¿Hay algo más que podamos hacer?
—No. Vamos a estar bien. Gracias.
Él asintió cortésmente, luego dio un paso hacia los demás en la habitación, dejándola sola con la enfermera.
Santana suspiró, su mirada fue hacia la ventana y al lago.
Hacía un día soleado y cálido, insinuando la llegada del verano. Después de la tormenta y la lluvia de la noche anterior, todo parecía nuevo y fresco, la hierba lucía un poco más verde esta mañana.
—Me voy a ir pronto. Sólo tengo que empacar mi ropa.
Santana se apartó de la ventana, asintiendo con la cabeza a la enfermera.
—¿Hay algún papeleo por finalizar? ¿Le debemos algo? No estoy segura de qué tipo de contrato tuvo con ellos—dijo Santana.
—No. Eso está todo arreglado.
No se movió y Santana pensó que había algo más que la enfermera quería decir, pero finalmente asintió con la cabeza y volvió a salir.
—Gracias por cuidar de él—dijo Santana sintiendo que tenía que ofrecer algo de reconocimiento.
La enfermera se detuvo mirándola.
—No sé nada acerca de las circunstancias de su alejamiento, pero creo que él estaba realmente arrepentido por su parte en eso.
—¿Lo cree?—Santana negó con la cabeza—Creo que él quería estar arrepentido, pero no se atrevió a hacerlo. Nunca quiso aceptar ningún tipo de culpa—Santana se puso de pie, no sentía la necesidad de explicar nada de esto a la enfermera—Gracias de nuevo—dijo despectivamente.
La enfermera le tomó la insinuación y se fue sin decir una palabra.
Santana sabía que había sido grosera, pero realmente ¿cómo se atrevía una extraña a tratar de arreglar las piezas rotas de su relación?
Metió las manos en los bolsillos, de pie de nuevo en la ventana mirando hacia afuera.
¿Estaba equivocada al aferrarse a la ira?
¿No hubiera sido mucho más fácil si ella hubiera podido perdonarlo?
La verdad era que no quería perdonarlo.
Era como si pudiera quedar un vacío dentro de ella si su ira, su sensación de abandono, de rechazo, la abandonaran.
Había dedicado tanta energía odiándolo.
Que si renunciaba a eso ahora ¿qué iba a tener?
¿Recuperaría algo de la felicidad que había perdido en su juventud?
¿Se desvanecería la amargura?
¿Podría aprender a amar?
Como era de esperar, el rostro de Brittany vino a su mente y sintió una sonrisa involuntaria en los labios.
No negó lo bien que se sintió el entregarse a sí misma anoche.
Entregarse realmente.
En el pasado, sólo había sido un acto sexual. Nunca permitió que se convirtiera en algo emocional.
En su círculo de amigas, conocidas, ella se había acostado con casi todas ellas.
Esa era la reputación que llevaba consigo.
Todas sabían que no sería nada más que sexo.
Era todo lo que Santana quería, todo lo que necesitaba. Había aprendido eso de Holly.
Por eso le sorprendió que quisiera más con Brittany.
Brittany no era como las mujeres con las que socializaba.
Brittany era real.
Santana había bajado la guardia, había dejado que se convirtiera en algo emocional entre ellas.
Y cuando hicieron el amor, no contuvo nada.
Dejó que Brittany viera todo su deseo, su necesidad, su anhelo por esa conexión física y emocional que sentía con ella.
Brittany no rehuyó a eso, ella lo recibió encantada.
Y nada de eso hizo que Brittany huyera.
Todo lo contrario.
Tomó todo lo que Santana le había ofrecido y se lo devolvió con el mismo fervor.
Oh, sin duda Brittany necesitaba hablar de ello.
Probablemente estaba cuestionando su cordura en este instante. Eso era lo que realmente le asustaba.
¿Brittany habría recobrado el sentido?
¿Pensaría que había cometido un gran error y se mantendría distante?
¿Qué pasaría con Jake?
Santana respiró profundamente y exhaló lentamente.
Tantas preguntas y para ninguna tenía respuestas.
Se apartó de la ventana, sus ojos se iluminaron ante la cama vacía.
Una vez más, no tenía sentido de pérdida, ni una punzada de culpabilidad y no podía evocar ningún dolor.
Se sentía como una extraña.
Finn debería haber estado aquí.
Todos ellos deberían haber estado aquí.
¿Por qué dejaron esta tarea con ella?
Ella no tenía parte en la familia, sin embargo, ahí estaba, viendo los procedimientos, sin emoción, sin ningún sentimiento.
Los hombres murmuraron entre sí en voz baja, mientras levantaban el cuerpo sobre la camilla.
La enfermera estaba ocupada empacando sus cosas, su mirada iba a menudo hacia su papá y luego de vez en cuando a Santana.
Santana estaba convencida de que era una mirada acusadora, pero no estaba segura de por qué. Sí, habían peleado cada vez que había ido a visitarlo, pero no anoche.
No, la noche anterior le había mentido y le dijo que lo había perdonado.
Ella lo dejó morir en paz.
Sin embargo, no sentía tanta paz con su muerte. No había reconciliado cosas con él, no había conseguido el cierre que sabía necesitaba.
Y, por supuesto, nunca lo haría.
—¿Señorita López? Estamos listos para llevarlo.
Ken Tanaka, el mismo hombre que había enterrado a su mamá, se acercó y le tendió la mano.
—Una vez más, mi más sentido pésame.
—Gracias—dijo sacudiendo la mano suavemente—Mis hermanos deben estar de vuelta en un par de días. Finn lo llamará.
—Por supuesto ¿Hay algo más que podamos hacer?
—No. Vamos a estar bien. Gracias.
Él asintió cortésmente, luego dio un paso hacia los demás en la habitación, dejándola sola con la enfermera.
Santana suspiró, su mirada fue hacia la ventana y al lago.
Hacía un día soleado y cálido, insinuando la llegada del verano. Después de la tormenta y la lluvia de la noche anterior, todo parecía nuevo y fresco, la hierba lucía un poco más verde esta mañana.
—Me voy a ir pronto. Sólo tengo que empacar mi ropa.
Santana se apartó de la ventana, asintiendo con la cabeza a la enfermera.
—¿Hay algún papeleo por finalizar? ¿Le debemos algo? No estoy segura de qué tipo de contrato tuvo con ellos—dijo Santana.
—No. Eso está todo arreglado.
No se movió y Santana pensó que había algo más que la enfermera quería decir, pero finalmente asintió con la cabeza y volvió a salir.
—Gracias por cuidar de él—dijo Santana sintiendo que tenía que ofrecer algo de reconocimiento.
La enfermera se detuvo mirándola.
—No sé nada acerca de las circunstancias de su alejamiento, pero creo que él estaba realmente arrepentido por su parte en eso.
—¿Lo cree?—Santana negó con la cabeza—Creo que él quería estar arrepentido, pero no se atrevió a hacerlo. Nunca quiso aceptar ningún tipo de culpa—Santana se puso de pie, no sentía la necesidad de explicar nada de esto a la enfermera—Gracias de nuevo—dijo despectivamente.
La enfermera le tomó la insinuación y se fue sin decir una palabra.
Santana sabía que había sido grosera, pero realmente ¿cómo se atrevía una extraña a tratar de arreglar las piezas rotas de su relación?
Metió las manos en los bolsillos, de pie de nuevo en la ventana mirando hacia afuera.
¿Estaba equivocada al aferrarse a la ira?
¿No hubiera sido mucho más fácil si ella hubiera podido perdonarlo?
La verdad era que no quería perdonarlo.
Era como si pudiera quedar un vacío dentro de ella si su ira, su sensación de abandono, de rechazo, la abandonaran.
Había dedicado tanta energía odiándolo.
Que si renunciaba a eso ahora ¿qué iba a tener?
¿Recuperaría algo de la felicidad que había perdido en su juventud?
¿Se desvanecería la amargura?
¿Podría aprender a amar?
Como era de esperar, el rostro de Brittany vino a su mente y sintió una sonrisa involuntaria en los labios.
No negó lo bien que se sintió el entregarse a sí misma anoche.
Entregarse realmente.
En el pasado, sólo había sido un acto sexual. Nunca permitió que se convirtiera en algo emocional.
En su círculo de amigas, conocidas, ella se había acostado con casi todas ellas.
Esa era la reputación que llevaba consigo.
Todas sabían que no sería nada más que sexo.
Era todo lo que Santana quería, todo lo que necesitaba. Había aprendido eso de Holly.
Por eso le sorprendió que quisiera más con Brittany.
Brittany no era como las mujeres con las que socializaba.
Brittany era real.
Santana había bajado la guardia, había dejado que se convirtiera en algo emocional entre ellas.
Y cuando hicieron el amor, no contuvo nada.
Dejó que Brittany viera todo su deseo, su necesidad, su anhelo por esa conexión física y emocional que sentía con ella.
Brittany no rehuyó a eso, ella lo recibió encantada.
Y nada de eso hizo que Brittany huyera.
Todo lo contrario.
Tomó todo lo que Santana le había ofrecido y se lo devolvió con el mismo fervor.
Oh, sin duda Brittany necesitaba hablar de ello.
Probablemente estaba cuestionando su cordura en este instante. Eso era lo que realmente le asustaba.
¿Brittany habría recobrado el sentido?
¿Pensaría que había cometido un gran error y se mantendría distante?
¿Qué pasaría con Jake?
Santana respiró profundamente y exhaló lentamente.
Tantas preguntas y para ninguna tenía respuestas.
Se apartó de la ventana, sus ojos se iluminaron ante la cama vacía.
Una vez más, no tenía sentido de pérdida, ni una punzada de culpabilidad y no podía evocar ningún dolor.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Soy yo o se disminuyeron las cantidades de páginas¿?
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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Pd: Soy yo o se disminuyeron las cantidades de páginas¿?
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
Muy corto!!:c akdbkd
Odio a la enfermera! No tiene derecho a opinar.
Odio a la enfermera! No tiene derecho a opinar.
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: Storms (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
es hora de que san lo deje ir,... toda la mierda se fue con su padre!!!! aunque es difícil la ira y el rencor de los años va a ser mejor!!!
ahora queda ver como van a reaccionar sus hermanos y Jack con lo que pase con birtt!!!
nos vemos!!!
es hora de que san lo deje ir,... toda la mierda se fue con su padre!!!! aunque es difícil la ira y el rencor de los años va a ser mejor!!!
ahora queda ver como van a reaccionar sus hermanos y Jack con lo que pase con birtt!!!
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