[Resuelto]Fic Brittana/Faberry: Beautiful Disaster! Epilogo

Holaa!
Me he leído tu fic en dos días y madre mía muero de amor *-*
Muchas gracias por hacer esta maravillosa adaptación y por contentarnos con maratones de capítulos como el de ayer con 4 capítulos seguidos (que me encantó y también estaría encantada de que hicieses más jaj)
Me ha atrapado esta historia y no puedo esperar a ver como sigue, que interesante.
Estaré esperando tu actualización.
Besos :D

woooow vaya maratón eres la mejor, nos conscientes mucho, yo culpo a santana asi de simple por que no le dijo a britt lo que queria y sentía en el momento que debía aaahg mala santana mala ajajja gracias por escribir

me quedé atenta esperando que subieras otro cap antes de dormir pero nada, espero hoy también tener suerte con otros 4 cap.

A fin de cuentas tampoco entiendo qué es lo que quiere San, que se decida y deje de hacerle daño a Britt

Hahaha! Me encanta este maratón! Qué bella historia. Me encanta...! Qué pasará en esa fiesta de San Valentín? Ummm! Nos sorprenderás con otro maratón? Je besos! Besos!

gracias, gracias, gracias y mil veces gracias, estuvieron de lo mejor!

Estana desaparecida lo se pero me he leído los capitulos pobre Britt enserio San le rompio el corazón pero igual no es motivo para que se meta con Megan que pasara con ellas no me gustan que esten separadas sufriendo ambas enserio eso esta mal solo espero no te pierdas tantos y actualices si me dejaste con muchas dudas y que las Brittana esten juntas si si :O

Hola nueva y fiel lectora,, me encanta tu fic pero ya quiero que vuelvan a estar juntas por favor actualiza pronto que es adictivo.

CamilaFrancisca.- escribió:Santa re cachucha  yo quiero que sean felices eso lo único que pidoxdd amo tu ff siempre te lo diré ame tus 4 capítulos también pero te pediré mas jajaja cuídate, saludos.

Ya serán felices, las historias sin dramas son un poco aburridas, pero tranquila esta no lo tiene tanto!

Saludos

Silfide escribió:Holaa!
Me he leído tu fic en dos días y madre mía muero de amor *-*
Muchas gracias por hacer esta maravillosa adaptación y por contentarnos con maratones de capítulos como el de ayer con 4 capítulos seguidos (que me encantó y también estaría encantada de que hicieses más jaj)
Me ha atrapado esta historia y no puedo esperar a ver como sigue, que interesante.
Estaré esperando tu actualización.
Besos :D

Muchas gracias, por personas como tu es genial seguir adaptando y subiendo capítulos!

No se si siga subiendo maratones de 4 episodios por que ya le queda poquito a la historia.
 

Saludos!

Camila18 escribió:woooow vaya maratón eres la mejor, nos conscientes mucho, yo culpo a santana asi de simple por que no le dijo a britt lo que queria y sentía en el momento que debía aaahg mala santana mala ajajja gracias por escribir

Jajajajajaja mala Santana mala jajajajaja. Muchas gracias a ti por leer linda lectora!

Besitos!

facot escribió:me quedé atenta esperando que subieras otro cap antes de dormir pero nada, espero hoy también tener suerte con otros 4 cap.

A fin de cuentas tampoco entiendo qué es lo que quiere San, que se decida y deje de hacerle daño a Britt

Lo siento amiga, es que después de eso me quede pegada en otro fic y no me di ni cuenta cuando ya eran las 5 de la madrugada. Últimamente me esta pasando mucho.
Siento que estoy obsesionada con los fic de mis Brittanas XD

En fin...

Muchos besos!

Claru! escribió:Hahaha! Me encanta este maratón! Qué bella historia. Me encanta...! Qué pasará en esa fiesta de San Valentín? Ummm! Nos sorprenderás con otro maratón? Je besos! Besos!

Que pasara? después de este capitulo viene la fiesta, la cual traera sorpresas y lindas noticias.

Gracias por leer linda!

micky morales escribió:gracias, gracias, gracias y mil veces gracias, estuvieron de lo mejor!

Jajajajajaja de nada bella Micky!

Keiri Lopierce escribió:Estana desaparecida lo se pero me he leído los capitulos pobre Britt enserio San le rompio el corazón pero igual no es motivo para que se meta con Megan que pasara con ellas no me gustan que esten separadas sufriendo ambas enserio eso esta mal solo espero no te pierdas tantos y actualices si me dejaste con muchas dudas y que las Brittana esten juntas si si  :O

Si estuviste harto rato sin pasarte! Creo que meterse con Megan, como ella dio lo quería hacer solo para olvidar un momento. Igual la entiendo a veces pasa que piensas que con otra persona puedes sacarte a otra de esa manera. Aunque es inútil, pero en la desesperación buscas distinta vías de escapes.

Bueno... No te pierdas mucho amiga por que ya le queda poquito al fic!

Saludines!

adi-santybritt escribió:Hola nueva y fiel  lectora,, me encanta tu fic pero ya quiero que vuelvan a estar juntas por favor actualiza pronto que es adictivo.

Jajajaja tranquila que no me perdere, debo acabar este fic ya que pronto vuelvo a mi vida de mujer de trabajo y no lo abandonare!

Kisses & thanks for read!



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Capitulo 37

Rachel no había vuelto a Morgan desde su reunión con Quinn. Ella estaba siempre ausente en el almuerzo, y sus llamadas telefónicas eran pocas y distantes entre sí. No les envidiaba el tiempo de hacerlo por el tiempo en que no  habían pasado juntas antes. A decir verdad, yo estaba feliz de que Rachel estuviera demasiado ocupada para llamarme desde el apartamento de Quinn y Britt.


Era vergonzoso escuchar a Brittany en el fondo, y me sentí un poco celosa de que ella pasara tiempo con mi rubia y yo no.



Kurt y yo estábamos viéndonos más el uno al otro, y yo estaba egoístamente agradecida que él estuviera tan solo como yo. Íbamos a clase, comíamos juntos, estudiábamos juntos, e incluso Sugar se acostumbró a tenerlo alrededor.




Mis dedos estaban empezando a adormecerse por el aire frío mientras estaba fuera de Morgan mientras él fumaba.


— ¿Considerarías dejar de fumar antes de que me de hipotermia por estar aquí para darte apoyo moral? —Le pregunté.

Kurt se echó a reír. —Te amo, San. Realmente lo hago, pero no. No dejaré de fumar.

— ¿Santana?


Me volví para ver Emily caminando por la acera con las manos en los bolsillos de su elegante abrigo. Sus labios estaban secos debajo de su nariz roja, y me reí cuando se puso un cigarrillo imaginario en la boca y exhaló una bocanada de aire brumoso.


—Podrías ahorrar mucho dinero de esta manera, Kurt, —sonrió.

— ¿Por qué todo el mundo está destrozando mi hábito de fumar hoy? — Preguntó, molesto.

— ¿Qué pasa, Emily? —Le pregunté.

Sacó dos billetes de su bolsillo. —Van a estrenar la nueva película de Vietnam. Dijiste que querías verla el otro día, así que pensé que podría comprar unas entradas para esta noche.

—Sin presión, —dijo Kurt.

—Puedo ir con Samantha, si tienes planes, —dijo encogiéndose de hombros.

— ¿Así que no es una cita? —Le pregunté.

—No, sólo amigas.

—Y hemos visto cómo funciona para ti, —bromeó Kurt.

— ¡Cállate! —Me reí—. Eso suena divertido, Emily, gracias.

Sus ojos se iluminaron. — ¿Te gustaría si vamos por pizza o algo así antes? No soy una gran fan de la comida del cine.

—Pizza es genial, —asentí con la cabeza.

—Eso, eh... eso es bueno, entonces. La película es a las nueve, ¿así que te voy a recoger a las seis y media o algo así?



Asentí con la cabeza de nuevo y Emily se despidió.



—Oh, Jesús, —dijo Kurt—. Eres una glotona, Santana. Sabes que no le gustará a Brittany cuando se enteré.

—Ya la oíste. No es una cita. Y no puedo hacer planes basándome en lo que a Brittany le guste. Ella nunca aclaró las cosas conmigo antes de que llevara a Megan a casa.

—Nunca vas a dejar eso atrás, ¿verdad?

—Probablemente no, no.




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Nos sentamos en un rincón, y me froté los guantes juntos, tratando de entrar en calor. No pude dejar de notar que estábamos en la misma mesa en la que Brittany y yo nos sentamos cuando nos conocimos, y sonreí ante el recuerdo de ese día.



— ¿Que es tan gracioso? —Preguntó Emily.

—Me gusta este lugar. Buenos recuerdos.

—Me di cuenta de la pulsera, —dijo.

Miré a los diamantes brillantes en mi muñeca. —Te dije que me gustaba.



La camarera nos entregó los menús y tomó nuestra orden de bebidas.



Emily me puso al día sobre su calendario de primavera, y habló sobre el progreso en sus estudios para el MCAT. En el momento en que la camarera nos sirvió las cervezas, Emily había tomado apenas un respiro. Parecía nerviosa, y me pregunté si no tenía la impresión de que estábamos en una cita, independientemente de lo que ella había dicho.



Se aclaró la garganta. —Lo siento. Creo que he monopolizado la conversación el tiempo suficiente. —Levantó su botella de cerveza y sacudió la cabeza—. No he hablado contigo en bastante tiempo, así que supuse que tenía mucho que decir.

—Está bien. Ha sido un largo tiempo.



En ese momento, la puerta sonó. Me volví para ver Brittany y a Quinn entrar. A Brittany le tomó menos de un segundo para mirar a mi sitio, pero ella no parecía sorprendida.



—Jesús, —murmuré para mis adentros.

— ¿Qué? —Preguntó Emily, dando la vuelta para verlas sentadas en una mesa través de la habitación.

—Hay un lugar de hamburguesas bajando por la calle al que podemos ir, —dijo Emily en voz baja. Tan nerviosa como estaba antes, había llegado a un nivel completamente nuevo.

—Creo que sería más incómodo irnos en este punto, —me quejé.

Su rostro cayó, derrotado. —Probablemente tienes razón.



Tratamos de continuar nuestra conversación, pero se notaba que era obligada e incómoda. La camarera pasó un largo período de tiempo en la mesa de Brittany, pasando los dedos por su cabello y cambiando su peso de un pie al otro.



Ella finalmente se acordó de llevar nuestra orden cuando Brittany contestó su teléfono celular.




—Voy a pedir los tortellini, —dijo Emily, mirándome.

—Y voy a pedir... —me perdí. Yo estaba distraída cuando Brittany y Quinn se pusieron de pie.



Brittany siguió a Quinn a la puerta, pero dudó, se detuvo y se dio la vuelta. Cuando vio que yo la observaba, se dirigió directamente a mí través del cuarto. La camarera tenía una sonrisa expectante, como si pensara que ella había vuelto para despedirse. La estúpida estuvo rápidamente decepcionada cuando se paró a mi lado sin siquiera parpadear en su dirección.



—Tengo una pelea en cuarenta y cinco minutos, San. Quiero que estés allí.

—Britt...

Su rostro estaba estoico, pero yo podía ver la tensión alrededor de sus ojos azules. Yo no estaba segura si ella no quería dejarme con Emily y el destino, o si realmente me quería con ella, pero yo había tomado la decisión en el segundo que me lo había pedido.




—Te necesito ahí. Se trata de una revancha con Sasha Hoffman, la tipa de State. Es una gran multitud, mucho dinero flotando por ahí... y Mercedes dijo que Sasha ha estado entrenando.

—Tú has luchado con ella antes, Britt, sabes que es una victoria fácil.

—Santana, —dijo Emily en voz baja.

—Te necesito allí, —dijo Brittany, su confianza estaba desvaneciéndose.

Miré a Emily con una sonrisa de disculpa. —Lo siento.

— ¿Hablas en serio? —dijo, sus cejas disparándose—. ¿Te vas a ir en mitad de la cena?

—Aún puedes llamar a Samantha, ¿verdad? —Pregunté, poniéndome de pie.


Las esquinas de la boca de Brittany se levantaron infinitesimalmente cuando ella arrojó un billete de veinte sobre la mesa. —Eso debería cubrirlo.

—No me importa el dinero... Santana...

Me encogí de hombros. —Ella es mi mejor amiga, Emily. Si me necesita allí, tengo que ir.




Sentí la mano suave de Brittany cubrir la mía cuando me llevó lejos. Emily me miró con una mirada aturdida en su rostro. Quinn ya estaba en el teléfono en su Honda, difundiendo la palabra. Brittany se sentó en la parte de atrás conmigo, manteniendo mi mano firme en la suya.


—Acabo de hablar por teléfono con Mercedes, Britt. Dijo que las chicas de State estaban ya desesperadas y se estaban tomando todas las cervezas del lugar, conoces a esas tipas son bastante rudas. Me recuerdan muchos a The Skans. ¿Recuerdas Britt cuando me hice amigas de ellas en la prepa?

Brittany soltó algunas carcajadas — Lo recuerdo muy bien Quinn. ¿San, sabias que Quinny tuvo el pelo rosa y fumaba? Le quitaba el dinero y sus almuerzos a la chicas. Era una rebelde sin causa. Creo que es de familia.

Yo también reía —¿En serio Quinn? No tenia idea, Berry nunca me lo ha contado.

Quinn se sonrojo. —¡Dios San! Por favor no le digas nada a Rachel, ella no sabe eso de mi vida.

—Tranquila Quinny de mi boca no saldrá nada.

Seguíamos riendo con Brittany hasta que Quinn cambio su cara a una expresión mas seria.—Creo que esas chicas deben estar ya irritadas, por lo que es posible que desees mantener a San fuera del camino.

Brittany asintió con la cabeza. —Tú puedes mantener un ojo en ella.

— ¿A todo esto dónde está Rachel? —Le pregunté.

—Estudiando para su examen de Física.

—Ese es un laboratorio agradable, —dijo Brittany. Me reí una vez y luego miré a mi ex novia quien tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

— ¿Cuándo viste el laboratorio? Tú nunca has tenido física, —dijo Quinn.



Brittany se echó a reír y le di un codazo. Apretó los labios juntos hasta que el impulso de reír desapareció y entonces ella me guiñó un ojo, apretando mi mano una vez más. Sus dedos aun entrelazados con los míos, y oí un suspiro escapar de sus labios. Yo sabía lo que estaba pensando porque yo sentía lo mismo. En esa franja de tiempo, fue como si nada hubiera cambiado.






Nos detuvimos en una zona oscura del estacionamiento, y Brittany se negó a dejar ir mi mano hasta que nos metimos en la ventana del sótano del Edificio de Ciencias Hellerton. Que acababa de ser construido el año anterior, por lo que no sufren de estancamiento del aire y el polvo como los otros sótanos en las que nos colábamos.


Cuando entramos en el pasillo, el rugido de la multitud llegó a nuestros oídos. Asomé la cabeza para ver un mar de caras, muchas de ellas desconocidas. Todo el mundo tenía botellas de cerveza en la mano, pero las estudiantes universitarias de State se notaban fácilmente en la multitud.

Ellas fueron las únicas que se movían con sus ojos medio cerrados.



—Mantente cerca de Quinn, San. Se va a poner loco aquí, —dijo detrás de mí. Echó un vistazo a la multitud, moviendo la cabeza ante la enorme cantidad.



El Sótano de Hellerton era el más espacioso en el campus, por lo que a Mercedes le gustaba programar peleas aquí cuando se esperaba una multitud mayor.



Mercedes dobló la esquina y no trató de ocultar su descontento con mi presencia. —Pensé que te había dicho que no podías traer a tu novia a la lucha nunca más, Brittany.

Brittany se encogió de hombros. —No es mi novia, nunca más.



Mantuve mis facciones en lugar, pero ella dijo las palabras de manera tan casual, que causó una sensación punzante en mi pecho.


Mercedes miró nuestros dedos entrelazados y luego a Brittany. —Nunca hubiese pensado que no estaban juntas. —Sacudió la cabeza y luego miró a la multitud. La gente todavía estaba en las escaleras, y las de la planta baja fueron emparejadas juntas—. Tenemos un bote insano esta noche, Brittany, así que no lo eches a la mierda, ¿de acuerdo?


—Me aseguraré de que sea entretenido, Mercedes.

—Eso no es lo que me preocupa. Sasha ha estado entrenando.

—Yo también.

—Tonterías, —se rió Quinn.





Mercedes se dio la vuelta, sosteniendo un micrófono en sus labios mientras se subió a una silla por encima de la multitud de espectadoras Brittany me atrajo hacia su lado cuando Mercedes saludó a la multitud, habló sobre las reglas y un mando a distancia le dio música al lugar.


The Pussycat Dolls feat A.R. Rahman - Jai Ho https://www.youtube.com/watch?v=NaBfnmVwDt8


—Buena suerte, —le dije, tocándole el brazo.


No me había sentido nerviosa de verla pelear desde la pelea que había tenido con Natalie, pero no podía evitar la sensación ominosa que había tenido desde que pusimos un pie en Hellerton. Algo que estaba fuera de lugar, y Brittany también lo sentía.


Brittany me agarró de los hombros y me plantó un beso en los labios. Se apartó rápidamente, asintiendo con la cabeza una vez. —Esa es toda la suerte que necesito.



Aún estaba sorprendida por la calidez de los labios de Brittany cuando Quinn tiró de mi brazo a la pared hasta llegar al lado de Mercedes. Fui empujada y recibí codazos, me recordó a la primera noche que vi a Brittany luchar, pero la multitud era menos amistosa y algunas de las estudiantes de State estaban hostiles. Las de Eastern aplaudían y silban a Brittany cuando entró al Círculo, y la multitud de State abucheó a Brittany y animaban a Sasha.

Estaba en una posición privilegiada para ver a Sasha observar a Britt, impaciente para que el cuerno sonara. Como era costumbre, Brittany tenía una leve sonrisa en su rostro, sin ser afectada por los gritos a su alrededor. Cuando Mercedes comenzó la pelea, Brittany intencionalmente dejó que Sasha tomara el primer golpe. Me sorprendí cuando su rostro tiró con fuerza hacia el otro lado con el golpe.


Sasha había entrenado.



Brittany sonrió, sus dientes de un color rojo brillante y luego se concentró a esquivar todos los golpes de Sasha.


— ¿Por qué está dejando que le dé tanto? —Le pregunté a Quinn.

—No creo que se lo esté permitiendo, ya no, —dijo Quinn, sacudiendo la cabeza—. No te preocupes, San. Se está preparando para llevarla al nivel superior.





Después de diez minutos Sasha estaba sin aliento, pero todavía lanzaba golpes sólidos en los costados y la mandíbula de Brittany. Mi rubia atrapó el zapato de Sasha cuando ésta intentó darle una patada, y mantuvo su pie en alto con una mano, luego le dio un puñetazo en la nariz con una fuerza increíble para luego levantar su pierna aún más alto, causando que Sasha perdiera el equilibrio. La multitud estalló cuando Sasha cayó al suelo, pero no estuvo allí por mucho tiempo. Se puso de pie, ahora con dos líneas de color rojo oscuro deslizándose por su nariz. Al momento siguiente, consiguió azotarle dos golpes a la cara de Brittany. La sangre se deslizó de un corte en la ceja hasta tocar su mejilla.



Cerré los ojos y me alejé un poco con la esperanza de que Brittany terminara la pelea pronto. El pequeño movimiento de mi cuerpo me arrojó a la corriente de los espectadores, y antes de que pudiera darme cuenta, estaba a varios metros alejada de una Quinn preocupada. Luché contra la multitud, hasta que sentí una pared detrás de mí.

La puerta más cercana estaba al lado opuesto de la habitación, a la misma distancia de la puerta por donde habíamos venido. Mi espalda se estrelló contra la pared de concreto, dejándome sin aliento.


— ¡Quinn! —Grité, agitando la mano por encima de mí para llamar su atención.


La lucha estaba en su apogeo. Nadie podía oírme.



Una chica perdió el equilibrio y utilizo mi camisa para equilibrarse, derramando su cerveza sobre mí. Estaba empapada desde el cuello hasta la cintura, hediendo con un olor amargo de cerveza barata. La mujer todavía tenía la camisa entre sus manos mientras trataba de ponerse de pie, y retiré sus dedos hasta que me soltó. No me tomó en cuenta dos veces, abriéndose paso a empujones a través de la multitud.


— ¡Hey! ¡Yo te conozco! —Gritó un hombre en mi oído.

Me alejé, reconociéndolo de inmediato. Era Ethan, el hombre al que Brittany había amenazado en el bar—el hombre que de alguna manera se había librado de los cargos por asalto sexual.

—Sí, ¿Que haces aquí? Esta en un terreno donde no entran los hombres. —dije, pensando que era obvio que la situación de ver a tantas mujeres juntas y otras dos peleando podía ser causa de la excitación que le gustaba.


Fui buscando un hueco entre la multitud mientras arreglaba mi camisa.


—Ese es un bonito brazalete, —dijo, deslizando su mano por mi brazo hasta tomar mi muñeca.

—Hey, —le advertí, tirando de mi mano de su agarre.

Se frotó el brazo, balaceándose y sonriendo. —Fuimos groseramente interrumpidos la última vez que hablamos.


Me paré sobre la punta de mis pies, viendo a Brittany lanzar dos golpes al rostro de Sasha, y observando a la multitud entre cada una. Estaba buscándome en vez de concentrarse en la pelea. Tenía que volver a mi lugar antes de que ella estuviese demasiado distraída.


Apenas había avanzado dos pasos hacia la multitud cuando los dedos de Ethan se clavaron en la parte de atrás de mis jeans. Mi espalda se estrelló contra la pared una vez más.



—No he terminado de hablar contigo, —dijo Ethan, mirando mi camisa mojada con intención lasciva.


Saqué su mano de la parte de atrás de mis jeans, encajándole mis uñas.


— ¡Suéltame! —Grité cuando opuso resistencia.

Se rió y escaneé la multitud en busca de un rostro familiar cuando me apretó contra él. —No quiero dejarte ir.



Traté de alejarlo lejos, pero sus brazos eran fuertes y su agarre férreo. Presa del pánico, no podía distinguir a las estudiantes de State a las de Eastern. Nadie parecía darse cuenta de mi lucha contra Ethan, y estaba tan ruidoso, nadie me podía oír protestar, tampoco.


Él se inclinó, deslizando su mano hasta mi trasero y dándome un apretón.


—Siempre supe que tenías un culo espectacular, —dijo, respirando cerveza rancia en mi cara.

— ¡DÉJAME! —Grité, empujándolo.


Busqué a Quinn, y vi que Brittany finalmente me había visto entre la multitud. Al instante trató de abrirse camino ante los cuerpos que la rodeaban.

— ¡Brittany! —Grité, pero fue ahogado en medio de los gritos. Empujé a Ethan con una mano y traté de tomar a Brittany con la otra.

Brittany había avanzado un poco antes de ser empujanda de nuevo en el Círculo. Sasha se aprovechó de la distracción de Brittany y chocó su codo contra el costado de su cabeza.


La multitud se calmó un poco cuando Brittany azotó un puñetazo a alguien en la multitud, tratando de llegar a mí una vez más.


— ¡Suéltala maldita sea! —Gritó Brittany.


En la línea entre donde yo estaba y los intentos desesperados de Brittany de llegar a mí, las cabezas se volvieron hacia mí. Ethan no estaba consciente, tratando de mantenerme quieta el tiempo suficiente para besarme. Deslizó su nariz a través del hueso de mi mejilla hasta llegar a mi cuello.


—Hueles muy bien, —susurró.


Alejé su rostro de mí, pero me agarró la muñeca, imperturbable.


Con los ojos muy abiertos, busqué a Brittany otra vez. Ella desesperadamente me señaló y luego miró a Quinn. — ¡Ve por ella! ¡Quinn! ¡Ve por ella! —Dijo, todavía tratando de abrirse paso entre la multitud. Sasha tiró de ella de nuevo al Círculo y la golpeó de nuevo.


—Eres una puta caliente, ¿lo sabías? —Dijo Ethan.


Cerré los ojos cuando sentí su boca en mi cuello. La irá brotó en mí y lo empujé de nuevo. — ¡Dije que me SUELTES! —Grité, pegándole con mi rodilla en la ingle.


Se dobló, con una mano volando automáticamente a la fuente del dolor, y la otra aferrándose a mi camisa, negándose a soltarme.

— ¡Perra! —Gritó.


En el momento siguiente, estaba libre. Los ojos de Quinn eran salvajes, su mirada fija en Ethan cuando lo tomó por el cuello de su camisa. Ella lo sostuvo contra la pared mientras lanzaba golpe tras golpe con su puño en su, deteniéndose cuando la sangre comenzó a brotar de la boca y nariz de Ethan.



Quinn me llevó a las escaleras, empujando a cualquiera que se interponía en su camino. Ella me ayudó a través de una ventana abierta, y luego por una escalera de incendios, atrapándome en sus brazos cuando salté los pocos metros hasta el suelo.


— ¿Estás bien, San? Dios si ese tipo no hubiera estado tan ebrio, no se que hubiese pasado con nosotras ¿Te hizo daño? —Preguntó Quinn.


Una de las mangas de mi suéter blanco estaba rota, de lo contrario hubiese salido ilesa. Sacudí mi cabeza, todavía aturdida. Quinn suavemente tomó mis mejillas entre sus manos, mirándome a los ojos. —San, respóndeme. ¿Estás bien?


Asentí con la cabeza. Cuando la adrenalina desapareció de mi sangre, las lágrimas comenzaron a fluir. —Estoy bien.

Me abrazó, apretando su mejilla contra mi frente y luego se puso rígida.

— ¡Por aquí, Britt!


Brittany corrió hacia nosotras a toda velocidad, deteniéndose sólo cuando me tuvo en sus brazos. Estaba cubierta de sangre, sus ojos y boca salpicados de rojo.

—Jesucristo… ¿Está lastimada? —Preguntó.

La mano de Quinn aún seguía en mi espalda. —Ella dice que está bien.

Brittany puso sus manos en mis hombros y frunció el ceño. — ¿Te ha hecho daño, San?



Mientras negaba con la cabeza, vi el primer montón de gente gateando por debajo de la escalera de incendios. Brittany me sostuvo fuertemente entre sus brazos, observando los rostros en silencio. Una chica de baja estatura pero de precencia muy ruda se congeló cuando se dio cuenta de que estábamos de pie en la acera.


—Tú, —gruñó Brittany.


Me soltó, corriendo por el césped, tacleando a la chica contra la tierra. Miré a Quinn, confundida y horrorizada.


—Esa es la tipa que continuaba empujando a Brittany en el Círculo, —dijo Quinn.



Un pequeño grupo de espectadoras se reunió alrededor de ellas mientras se enfrentaban en el suelo. Brittany le dio un puñetazo en la cara a la chica una y otra vez. Quinn me sostuvo contra su pecho, todavía jadeando. La mujer dejó de pelear, y Brittany la dejó en la tierra en un montón de sangre. Las que se reunieron alrededor de ella se dispersaron, dejándole libre el camino al ver la ira en sus ojos.


— ¡Brittany! —Gritó Quinn, señalando al otro lado del edificio.


Ethan cojeaba entre las sombras, usando la pared de ladrillo de Hellerton para sostenerse a sí mismo. Cuando oyó gritar a Quinn llamando la atención de Brittany, se volvió justo a tiempo. Ethan cogió por el césped, tirando la cerveza que sostenía en la mano y moviéndose tan rápido como sus piernas le permitían hacia la calle. Cuando llegó a su coche, Brittany lo agarró y lo estrelló contra él.


Ethan le suplicó a Brittany, ella se apoderó de su camisa y estampó su cabeza contra la puerta del coche. Las suplicas se terminaron ante el sordo ruido de su cráneo contra el parabrisas, y luego Brittany lo llevó a la parte delantera del coche y rompió el faro con la cara de Ethan. Brittany lo lanzó sobre el capo, presionando su cara sobre el metal mientras le gritaba obscenidades.


— Puta madre, —dijo Quinn. Me volví para ver a Hellerton resplandeciendo de azul y rojo ante las luces de la patrulla acercándose rápidamente.

La multitud de personas saltaron desde el aterrizaje, formando una cascada humana por la escalera de incendios, y después una ráfaga de estudiantes se disparó hacia todas las direcciones.


— ¡BRITTANY! —Grité.


Brittany dejó el cuerpo inerte de Ethan en el capó del coche para dirigirse hacia nosotras. Quinn me llevó hasta el estacionamiento, abriéndome la puerta. Di un salto en el asiento trasero, esperando ansiosamente a que ambas entraran al coche.

Coches arrancaban de sus lugares dirigiéndose a otra dirección, deteniéndose brutalmente cuando una segunda unidad de policía bloqueó el camino.

Brittany y Quinn saltaron a sus asientos, y Quinn maldijo cuando vio a los coches impidiéndole la única salida. Encendió el coche, y el Honda rebotó cuando saltó la acera. Se dio la vuelta a lo largo de la hierba, y volamos entre dos edificios, rebotando otra vez cuando el coche tocó la carretera detrás de la escuela.

Los neumáticos chirriaron y el motor rugió cuando Quinn azotó su pie en el acelerador. Me deslicé a través del asiento hasta tocar la puerta del coche cuando dio un giro, lastimando mi codo ya adolorido. El alumbrado de las calles eran pequeñas líneas de luz a través de la ventana mientras nos dirigíamos al apartamento, pero pareció que una hora había pasado cuando nos detuvimos en el estacionamiento.


Quinn estacionó el Honda y apagó la ignición. Las chicas abrieron sus puertas en silencio, y Brittany se deslizó al asiento de atrás, levantándome en sus brazos.


— ¿Qué pasó? Mierda, Britt, ¿qué le sucedió a tu rostro? —Dijo Rachel, corriendo escaleras abajo.

—Te lo diré adentro, —dijo Quinn, guiándola hacia la puerta.


Brittany me llevó por las escaleras, a través del living y por el pasillo sin decir palabra alguna, recostándome sobre su cama. Lord Tubbington salto sobre la cama para posarse sobre mi pecho.

—Ahora no, amigo, —dijo Brittany en voz baja, llevando el gato a la sala y cerrando la puerta.

Se arrodilló delante de mí, tocando las puntas rotas de la manga. Su ojo estaba comenzando a ponerse rojo e hinchado. La piel sobre ella tenía un corte y estaba húmeda con la sangre. Sus labios estaban manchados de púrpura, y sus nudillos estaban lastimados. Su camiseta blanca estaba manchada con la combinación de sangre, hierba y tierra.


Le toqué el ojo e hizo una mueca de dolor, alejando mi mano. —Lo siento mucho, Santana. Traté de llegar a ti. Lo intenté… —Se aclaró la garganta, tragándose la ira y preocupación que la atragantaban—. No podía llegar a ti.

— ¿Puedes preguntarle a Rachel si puede llevarme a Morgan ahora? —Dije.

—No puedes ir allí esta noche. El lugar está plagado de policías. Quédate aquí. Dormiré en el sofá.

Tomé una respiración vacilante, tratando de no llorar. Ella ya se sentía bastante mal.


Brittany se levantó y abrió la puerta.


— ¿A dónde vas? —Le pregunté.

—Tengo que tomar una ducha. Ya vuelvo.


Rachel la empujó a un lado, sentándose a mi lado en la cama, tirando de mí hacia su pecho. — ¡Siento tanto no haber estado allí! —Exclamó.

—Estoy bien, —le dije, secándome la cara manchada de lágrimas.


Quinn tocó a la puerta al entrar, trayéndome un vaso pequeño lleno de whisky.


—Toma, —dijo, entregándoselo a Rachel. Ella envolvió mis manos alrededor de el vaso y me dio un codazo.


Incliné la cabeza hacia atrás, dejando el líquido fluir por mi garganta.


Hice una mueca cuando el whisky quemó mi garganta y estómago. —Gracias, —dije, entregándole el vaso vacío a Quinn.

—Debí haber llegado a ti más rápido. Ni siquiera me di cuenta de que ella se había ido. Lo siento, San. Debí de…

—No es tu culpa, Quinny. No es culpa de nadie.

—Es la culpa de Ethan, —bulló—. Ese bastardo estaba jodiéndola contra la pared.

— ¡Quinny! —Dijo Rachel, tirando de mí a su lado.

—Necesito otro trago, —le dije.

—Yo también, —dijo Quinn, volviendo a la cocina.



Brittany entró con una toalla envuelta en su pecho, con una lata de cerveza fría contra su ojo. Rachel salió de la habitación sin decir una palabra cuando Brittany se puso su ropa interior y luego agarró la almohada. Quinn y Rachel trajeron cuatro vasos esta vez, todos llenos hasta el tope con licor.


Todas tragamos el whisky sin dudarlo.


—Te veré en la mañana, —dijo Rachel, besando mi mejilla.


Brittany tomó mi copa, colocándola en la mesita de noche. Ella me miró un momento y luego se acercó a su armario, tirando de una camiseta de la percha y arrojándola a la cama.

—Siento ser una tonta, —dijo, sosteniendo la cerveza contra su ojo.

—Tienes un aspecto horrible. Te sentirás como una mierda mañana.

Ella negó con la cabeza, disgustada. —San, fuiste atacada esta noche. No te preocupes por mí. No se que hacia ese tipo ahí.

—Es difícil no hacerlo cuando tu ojo está tan inflamado, —le dije, situando su camisa sobre mi regazo.

Su mandíbula se tensó. —Esto no hubiera pasado si te hubiese dejado con Emily. Pero sabía que si te preguntaba, vendrías. Quería demostrarle que aún eres mía, y después saliste lastimada.


Las palabras me tomaron por sorpresa, como si no lo hubiera oído bien.


— ¿Por eso me preguntaste que te acompañara esta noche? ¿Para probarle un punto a Emily?

—Algo así, —dijo, avergonzada.

La sangre abandonó mi rostro. Por primera vez desde que nos conocimos, Brittany me había engañado. Yo había ido a Hellerton con ella pensando que me necesitaba, pensando que a pesar de todo, estábamos de vuelta a donde estábamos antes. No era más que una bebida hidratante, ella había marcado su territorio, y yo se lo había permitido.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. —Fuera de aquí.

—Santana, —dijo, dando un paso hacia mí.

— ¡FUERA! —Dije, cogiendo la copa de la mesita de noche y arrogándola. Se agachó, y ésta se estrelló contra la pared en cientos de fragmentos pequeños—. Te odio.





Brittany exhaló como si el aire hubiese sido eliminado de ella y con una expresión de dolor, me dejó sola. Me deshice de mi ropa, tirando su camiseta sobre mi cabeza. El ruido que abandonó mi garganta me sorprendió. Había pasado un largo tiempo desde que sollozaba incontrolablemente.

Después de unos momentos, Rachel entró en la habitación. Ella se metió en la cama y envolvió sus brazos alrededor de mí. No me hizo preguntas o trató de consolarme, sólo me sostuvo mientras dejaba que las lágrimas se estrellaran contra la almohada.





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Al menos esta largo no?

Nos leemos pronto!



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Hola has vuelto!!! No me agrada Emily, me alegre cuando San acepto ir con Britt. Maldito Ethan en verdad era un violador. Me alegro que Britt le diera su merecido.
Porque cuando pensé que iban a estar juntas todo se vuelve a destruir.
Espero la actu porque sabes algo ME ENCANTA!!!!
No te tardes please
Xoxo

el capitulo espectacular como siempre, pero decepcionada pq por mas que britt le demuestre a san que la ama ella siempre termina corriendola o rechazandola, si quiere hacer sentir a emily que san es suya es solo pq la ama, pq san no lo entiende?

Ahhh he estado perdida porque ando enferma y pues es una gripe fuerte que me dio pero he aqi de nuevo Emily siempre buscando la oportunidad de estar detrás de San Brittany porque tan cabezota creí que al menos estarían apoyándose pero no Britt no piensa y San es orgullosa así que espero se arreglen así que espero tu próxima actualizacion y esos pocos capitulos

Pobre San! Espero se reconcilien pronto! Saludos...

Hola.!
Brittany todavía no entiende que Santana es solo de ella, pero aun así quiere demostrarlo y con eso solo hace mas daño a su relación.
Espero que estés bien.
Adiós cuídate.

adi-santybritt escribió:Hola has vuelto!!!  No me agrada Emily, me alegre cuando San  acepto ir con Britt. Maldito Ethan en verdad era un violador. Me alegro que Britt le diera su merecido.
Porque cuando pensé que iban a estar juntas todo se vuelve a destruir.
Espero la actu porque sabes algo ME ENCANTA!!!!
No te tardes please
Xoxo

micky morales escribió:el capitulo espectacular como siempre, pero decepcionada pq por mas que britt le demuestre a san que la ama ella siempre termina corriendola o rechazandola, si quiere hacer sentir a emily que san es suya es solo pq la ama, pq san no lo entiende?

Keiri Lopierce escribió:Ahhh he estado perdida porque ando enferma y pues es una gripe fuerte que me dio pero he aqi de nuevo Emily siempre buscando la oportunidad de estar detrás de San Brittany porque tan cabezota creí que al menos estarían apoyándose pero no Britt no piensa y San es orgullosa así que espero se arreglen así que espero tu próxima actualizacion y esos pocos capitulos

Claru! escribió:Pobre San! Espero se reconcilien pronto! Saludos...

Fran_ci escribió:Hola.!
Brittany todavía no entiende que Santana es solo de ella, pero  aun así quiere demostrarlo y con eso solo hace mas daño a su relación.
Espero que estés bien.
Adiós cuídate.

Muchas gracias por sus comentarios lectoras. Ando corta de tiempo por eso no les respondo a cada una. Hoy les dejo un capitulo y prometo el domingo dejar una maratón de tres.

Saludos!

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Justo antes de que el sol se abriera paso en el horizonte, Rachel y yo silenciosamente dejamos el apartamento. No hablamos camino a Morgan y yo estaba agradecida por el silencio.

Yo no quería hablar, yo no quería pensar. Sólo quería bloquear las últimas doce horas, mi cuerpo se sentía pesado y adolorido como si hubiese estado en un accidente de autos. Cuando entramos a mi habitación, vi que la cama de Sugar estaba hecha.


— ¿Me prestas tu alisadora de cabello?

—Rachel, estoy bien. Ve a clases.

—No, no estás bien. No quiero dejarte sola ahora.

—Eso es todo lo que quiero en el momento.

Ella abrió su boca para discutir, pero suspiró. No cambiaría mi opinión. —Vendré a verte después de clases. Descansa.




Asentí, cerrando la puerta tras de ella. La cama chilló debajo de mi cuando me deje caer sobre ella en un ata que de rabia... todo el tiempo creí que era importante para Brittany; que ella me necesitaba pero en ese momento, me sentí como el brillante juguete que Emily dijo que era. Ella quería probarle a Fields que aún era suya.


Suya.

— No soy de nadie —dije a una habitación vacía.


Cuando las palabras se acentuaron. Estaba abrumada por el dolor que había sentido la noche anterior. No le pertenecía a nadie.


Nunca me sentí más sola en mi vida.







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Kurt puso una botella café frente a mí. Ninguno de nosotros quería celebrar, pero estaba al menos reconfortada por el hecho de que, según Rachel, Brittany evitaría la fiesta de Citas a toda costa.

Papel rojo y rosado cubrían las botellas vacías que colgaban del techo y vestidos rojos en distintos estilos desfilaban. Las mesas estaban cubiertas con pequeños corazones. Kurt rodó sus ojos ante la ridícula decoración.



—El Día de San Valentín en una casa de fraternidad. Romántico —él dijo, viendo a las parejas caminar.



Quinn y Rachel estaban abajo bailando desde el momento en que llegamos y Kurt y yo protestamos nuestra presencia haciendo pucheros en la cocina. Me bebí el contenido de la bebida rápidamente, decidida a borrar los recuerdos de la última fiesta de parejas a la cual asistí.


Kurt abrió otra lata y me entregó otra, sabiendo de mi desesperación por olvidar. —Traeré más, —dijo él yendo hacia el refrigerador.

—El barril es para los invitados, las botellas para los Sig Tau. —Una chica se burló a mi lado.

Miré al vaso rojo en su mano. —O tal vez tu novio te dijo eso porque contaba con una cita barata.

Ella entrecerró sus ojos, se apartó de la barra y se llevó su vaso a otro lugar.

— ¿Quién era esa? —Preguntó Kurt sentándose con cuatro botellas más.

—Alguna perra de la fraternidad, —dije mientras la miraba alejarse.



Para el momento en que Rachel y Quinn se nos unieron, había seis botellas vacías a mi lado, mis dientes estaban dormidos y se sentía más fácil sonreír. Estaba más cómoda recostada en mi lugar en la barra. Brittany no se había presentado. Y yo podía sobrevivir el resto de la fiesta en paz.

— ¿Ustedes chicos van a bailar o qué? —Rachel preguntó.

Miré a Kurt — ¿Vas a bailar conmigo Porcelana?

— ¿Vas a ser capaz de bailar? —él dijo, alzando una ceja

—Sólo hay una manera de averiguarlo, —dije jalándolo al primer piso.




Rebotamos y nos sacudimos hasta que un fino brillo de sudor comenzó a formarse debajo de mi vestido. Justo cuando creí que mis pulmones explotarían. Una canción lenta salió de los altavoces.


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Kurt miró incomodo alrededor de nosotros, viendo a las parejas acercarse. — ¿Vas hacerme bailar esto, cierto? —Él preguntó.

—Es el Día de San Valentín. Pretende que soy un chico.

Él rió, llevándome a sus brazos. —Es difícil si estás usando un pequeño vestido negro.

—Como sea, como si nunca hubieses visto a un chico en vestido.

Kurt se encogió de hombros. —Cierto.



Me reí apoyando mi cabeza en su hombro, el alcohol hizo que mi cuerpo se sintiese pesado y perezoso mientras trataba de moverme a un ritmo lento. — ¿Te importa si interrumpo, Kurt?



Brittany estaba de pie detrás de nosotros, media divertida, media preparada para mi reacción, la sangre de mis mejillas inmediatamente estalló en llamas.

Kurt me miró, luego a Brittany. —Seguro.

—Kurt, —siseé mientras se alejaba. Brittany me atrajo hacia ella e intenté mantener el mayor espacio entre nosotras como fuese posible—. Pensé que no vendrías.

—No iba a venir, pero sabía que estabas aquí. Tuve que venir.

Miré alrededor de la habitación, evitando sus ojos azules. Cada movimiento que hacía, estaba muy consciente de ellos, los cambios de presión de sus dedos donde me tocaba, sus pies arrastrándose junto a los míos, sus brazos moviéndose, rozando mi vestido. Me sentía ridícula pretendiendo no notarla. Vestía un vestido blanco ajustado a su cuerpo que le llegaba un poco mas arriba de la rodilla. Su pelo estaba perfectamente liso y estaba completamente maquillada. Hermosa. Su ojo ya no estaba hinchado Y Las manchas rojas en
su rostro habían desaparecido como si yo las hubiera imaginado. Toda evidencia de esa horrible noche había desaparecido, dejando sólo el dolor del recuerdo.


Ella miraba cada respiración mía y cuando la canción estaba a medio terminar, suspiró. —Estás hermosa, Santana.

— No.

— ¿No qué? ¿Qué no te diga que eres hermosa?

—Sólo… no.

—No era mi intención.

Resoplé frustrada. —Gracias.

—No, tú luces hermosa, eso es verdad. Estaba hablando de lo que dije en mi habitación. No voy a mentir. Disfruté alejándote de tu cita con Emily…

—No era una cita, Brittany. Sólo estábamos comiendo. Ella ahora no me habla, gracias a ti.

—La escuché. Lo siento.

—No, no lo haces.

—Tú… tú tienes razón, —dijo ella, tartamudeando cuando vio mi expresión impaciente—. Pero yo… esa no fue la única razón por la que te llevé a la pelea, te quería allí conmigo. Santana. Tú eres mi amuleto de la suerte.

—No soy tu nada, —espeté, mirándola.

Ella juntó sus cejas y paró de bailar. —Tú eres mi todo.

Presioné mis labios, tratando de mantener mi enojo en la superficie, pero era imposible estar enfadada con Brittany cuando me miraba de esa forma.

— ¿Tú de verdad no me odias… cierto? — Preguntó.

Me alejé de ella, poniendo más distancia entre nosotras. —A veces desearía hacerlo, haría todo este infierno más sencillo.

Una sonrisa cuidadosa se esparció por sus labios en una sutil y fina línea. — ¿Entonces que te enfada más? ¿Lo que hice para que quisieras odiarme? ¿O saber que no puedes?

La rabia regresó, pasé a su lado, corriendo por las escaleras hasta la cocina. Mis ojos comenzaban a brillar, pero me negué a ser un lio de sollozos en esta fiesta de citas. Kurt se puso de pie al pie de la mesa, y suspiré aliviada cuando me entregó una cerveza.

Por la siguiente hora miré a Brittany rechazar chicas y beber tragos de whisky en la sala. Cada vez que me miraba, yo miraba a otro lado. Determinada a pasar la noche sin una escena.


—Ustedes dos se ven miserables, —dijo Quinn.

—No podrían verse más aburridOs así lo hicieran apropósito, —Rachel murmuró.

—No lo olviden… no queríamos venir —Kurt les recordó.

Rachel hizo su famosa cara y yo tan famosa por ceder. —Podrías pretender, San. Por mí.

Justo cuando abrí mi boca para decir algo mordaz, Kurt tocó mi brazo. —Creo que cumplimos con nuestro deber, ¿estás lista para irnos Santana?

Bebí un último trago rápido de mi cerveza y tomé la mano de Kurt. Tan ansiosa como estaba para irme, mis piernas se congelaron cuando la misma canción que Brittany y yo bailamos en mi cumpleaños flotó por las escaleras.


https://www.youtube.com/watch?v=BXnhc6MzFxo Dream on.


Cogí la botella de Kurt y tomé un sorbo, tratando de bloquear los recuerdos que llegaron con la música.


Samantha se recostó en la barra. — ¿Quieres bailar?


Le sonreí y negué con la cabeza, ella empezó a decir algo más pero fue interrumpida.

—Baila conmigo, —Brittany estaba parada a un metro de mí, su mano extendida hacia a mí. Rachel, Quinn y Kurt me miraban. Esperando por mi respuesta tan ansiosos como Brittany.

—Déjame en paz, Brittany. —dije, cruzando mis brazos.

—Esta es nuestra canción, Santana.

—No tenemos canción.

—San…

— No.

Miré a Samantha y forcé una sonrisa. —Me encantaría bailar.

Las pecas de Samantha se extendieron por sus mejillas cuando sonrió, haciendo un gesto para que subiera las escaleras.

Brittany se tambaleó, el dolor se veía claramente en sus ojos. —Un brindis, — gritó.

Me estremecí, girando justo a tiempo para verla subir a una silla, robando una cerveza a la persona más cercana. Miré a Rachel que observaba a Brittany con una expresión plana.

—A las idiotas, —dijo ella haciendo un gesto hacia Samantha—, y a las chicas que rompen tu corazón. —Brittany inclinó su cabeza hacia mí, sus ojos perdieron concentración—. Y al absoluto y horrible horror de perder a tu mejor amiga porque fuiste lo suficientemente estúpida para enamorarte de ella.

Bebió su cerveza, terminando lo que quedaba, y luego botándola en el piso, la habitación estaba en silencio excepto por la música que tocaban en el piso de abajo y todos miraban a Brittany en confusión.


Mortificada tomé la mano de Samantha y la guie abajo a la pista de baile. Unas cuantas parejas nos siguieron, observándome de cerca, por lágrimas u otra respuesta ante el brindis de Brittany, relajé mi rostro negándome a darles lo que querían.


Bailamos algunos pasos tensos y Samantha suspiró —Eso fue… raro.

—Bienvenida a mi vida.

Brittany se abrió camino a través de las parejas en la pista de baile deteniéndose a mi lado, le tomó un momento mantenerse de pie. —Las interrumpo.

—No, no lo harás ¡Jesús! —dije, negándome a mirarla.

Después de unos tensos segundos miré hacia arriba. Viendo los ojos azules de Brittany perforar los de Samantha. —Si no te alejas de mi chica, te cortaré la garganta aquí mismo en la pista de baile.

Samantha parecía confundida, sus ojos miraban de Brittany a mí. —Lo siento, Santana. —Dijo, lentamente alejando sus brazos de mí. Se retiró hacia las escaleras y yo me quedé allí humillada.

—Como me siento hacia ti esta noche Brittany…. está muy cerca del odio.

—Baila conmigo, —suplicó balanceándose para mantener su equilibrio.

La canción terminó y suspiré aliviada. —Ve y bebe otra botella de whisky, Britt, —me volví a bailar con la única chica soltera en la pista de baile.



El ritmo era rápido y sonreí a mi nueva y sorprendida compañera de baile, tratando de ignorar el hecho de que Brittany estaba a sólo unos metros detrás de mí. Otra hermana Sig Tau bailo detrás de mí, agarrando mis caderas. La alcancé, jalándola más cerca. Me recordaba a la forma en que Brittany y Megan había bailado esa noche en el Red. He hice mi mejor intento por recrear la escena que deseé en muchas ocasiones poder olvidar. Dos pares de manos estaban prácticamente en cada parte de mi cuerpo y era más fácil ignorar la parte más reservada con esa gran cantidad de alcohol en mi sistema.


De repente, yo estaba en el aire, Brittany me tiró encima de su hombro al mismo tiempo empujando a una de sus hermanas duro, contra el piso.

— ¡Bájame! —dije, golpeando mis puños contra su espalda.

—No voy a dejar que te avergüences por mí —gruñó, bajando las escaleras de dos en dos.

Cada par de ojos me observaba patear y gritarle a Brittany por la habitación. — ¿Tú no crees… —dije mientras luchaba—, que esto es vergonzoso? ¡Brittany!

— ¡Quinn! ¿Está Zoe fuera? —Brittany dijo, esquivando mis piernas.

—Uh… ¿ Sí? —Dijo ella.

— ¡Bájala! —dijo Rachel, acercándose a nosotras.

—Rachel —me retorcí—. ¡No te quedes allí! ¡ Ayúdame!

Sus labios se alzaron y se echó a reír una vez. —Ustedes dos se ven ridículas.

Mis cejas se juntaron ante sus palabras, sorprendida y enojada a la vez de que ella encontrara algo de esta situación graciosa.

Brittany se dirigió hacia la puerta y la miré. — ¡Muchas gracias, amiga!


El aire frío golpeó las partes desnudas de mi piel, y protesté más fuerte. — ¡Bájame, maldición!

Brittany abrió la puerta de auto y me tiró en el asiento trasero, deslizándose a mi lado. —Zoe, ¿tú eres la conductora designada esta noche?

—Sí, —dijo nerviosamente mientras me observaba luchar.

—Necesito que nos lleves a mi apartamento.

—Brittany… no creo…

La voz de Brittany era controlada pero amenazante. —Hazlo, Zoe o te juro que te golpearé la parte de atrás de tu cabeza con mi puño, lo juro por el amor de Dios.

Zoe se apartó de la acera y me lancé hacia la manija de la puerta. —No voy a ir a tu apartamento.

Brittany me agarró de una muñeca y luego la otra, me acerqué para morder su brazo. Cerró sus ojos y luego un gruñido escapó de su mandíbula apretada cuando mis dientes se hundieron en su piel.


—Haz lo mejor que puedas, Santana. Estoy cansada de tu mierda.

Solté su piel y me sacudí, intentando liberarme de su agarre. — ¿ Mi mierda? ¡Déjame salir de este maldito auto!

Ella puso mis muñecas cerca de su rostro. — ¡Te amo, maldición! ¡No irás a ningún lado hasta que estés sobria y arreglemos esto!

—Tú eres la única que no ha arreglado esto, Brittany, —dije, me soltó y yo crucé mis brazos, puse mala cara todo el camino hacia el apartamento.

Cuando el auto desaceleró para detenerse, me acerqué. — ¿Puedes llevarme a casa, Zoe?

Brittany me sacó del auto por el brazo y me levantó en su hombro de nuevo, cargándome por las escaleras. —Buenas noches, Zoe.

— ¡Llamaré a tu padre! —Grité.

Brittany se rió en voz alta. — ¡Y ella probablemente me golpeará en el hombro y me dirá que ya era hora!

Luchó por abrir la puerta mientras yo pateaba y movía mis brazos para escapar. — ¡Detente, Santana, o caeremos por las escaleras! —Una vez que abrió la puerta, ella entró hacia la habitación de Quinn.

— ¡ BÁJAME! —Grité.

—Bien, —dijo, dejándome en la cama de Quinn—. Duerme, hablaremos por la mañana.

La habitación estaba oscura; la única luz una viga que brillaba de la luz del pasillo. Luché por concentrarme a través oscuridad, y cuando ella prendió la luz, iluminó su sonrisa de autosuficiencia.

Golpeé el colchón con mis puños, — ¡No puedes decirme que hacer, Brittany! ¡ No te pertenezco!

Un segundo le tomó volverse y encararme, su expresión se había contorsionado con rabia, se acercó a grandes zancadas hacia a mí, poniendo sus manos sobre la cama y acercándose a mi rostro.

— ¡BUENO, YO TE PERTENEZCO! —Las venas de su cuello sobresalían mientras gritaba, me encontré con su mirada, negándome siquiera a parpadear. Ella miró hacia mis labios, jadeando—. Te pertenezco, —susurró, su rabia derritiéndose cuando se dio cuenta cuan cerca estábamos.

Antes de que pudiera pensar una razón para no hacerlo, tomé su rostro, golpeando mis labios contra los suyos. Sin dudarlo Britttany me levantó con sus brazos. En pocas zancadas me llevó a su habitación, ambas cayendo sobre su cama.

Tiré de su vestido sobre su cabeza, buscando en la oscuridad a tientas el broche de su sujetador. Ella lo saco, rompiéndolo y tirándolo al suelo. Me levantó del colchón con una mano, y me quitó el vestido con la otra. Lo jalé sobre mi cabeza, tirándolo en algún lado en la oscuridad, y entonces Brittany me besó, gimiendo sobre mis labios.

Con sólo unos cuantos movimientos, sus bragas y las mías estaban fuera y ella presionó sus pechos contra los míos. Agarré su trasero, pero ella se resistió cuando intenté acercarla a mí.

—Las dos estamos borrachas —dijo, respirando rápidamente.

—Por favor. —Presioné mis piernas contra sus caderas, desesperada por aliviar el ardor entre mis muslos.

Brittany estaba empeñada en que volviéramos, y no tenía intención de resistir lo inevitable, así que estaba más que lista para pasar la noche entre sus sábanas.

—Esto no está bien, —dijo ella.

Estaba justo encima de mí, presionando su frente contra la mía, tenía la esperanza de que fueran una media protesta y que podía de alguna forma persuadirla de que estaba equivocada. La forma en que no podíamos mantenernos alejadas la una de la otra, era inexplicable. Pero no necesitaba más una explicación. No necesitaba ni siquiera una excusa, en este momento sólo la necesitaba a ella.

—Te quiero.

—Necesito que lo digas, —dijo Brittany

Mi interior gritaba por ella, y no podía soportarlo un segundo más. —Diré lo que quieras que diga.

—Entonces di que me perteneces, di que me tomas de vuelta, no haré esto a menos que estemos juntas.

—Nunca hemos estado separadas, ¿cierto? —Pregunté. Esperando que fuera suficiente.

Ella negó con su cabeza, sus labios rozando los míos. —Necesito escuchar que lo digas. Necesito saber que eres mía.

—He sido tuya desde el segundo en que nos conocimos.

Mi voz tomó un tono de ruego, en otro momento sería vergonzoso, pero estaba más allá del arrepentimiento. Había luchado contra mis sentimientos, guardados, embotellados. Había experimentado momentos de felicidad en Eastern, todos ellos con Brittany, luchando, riéndome, amando o llorando, era con Brittany donde quería estar.

Uno de los lados de su boca se estiró cuando tocó mi rostro y entonces sus labios tocaron los míos, en un beso tierno. Cuando la jalé hacia a mí, ella no se resistió. Sus músculos se tensaron, y sostuvo la respiración mientras se posicionaba encima de mi y logro que nuestros sexo se juntaran.


—Dilo de nuevo, —dijo ella.

—Soy tuya, —suspiré. Mientras levantaba mis caderas para un mejor roce— No quiero nunca más estar separada de ti.

—Prométemelo, —dijo, gimiendo con otro suave movimiento.

—Te amo. Te amaré por siempre. —Las palabras fueron más un suspiro, pero miré sus hermosos ojos cuando las dije, pude ver la incertidumbre desvanecerse de sus ojos azules e incluso pude ver con la poca luz su rostro iluminarse.


Finalmente satisfechas, selló su boca sobre la mía.





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Esperare sus comentarios! Hasta el domingo!

Por fin!!!

Mm mejor no me hago ilusiones
Hasta que lea el siguiente capitulo!

Pero me gusto el final de este en el cuarto
De brittany!

Saludos y genial capitulo!
Hasta tu pronta actualizacion!

por fin estan juntas o solo lo dijo San por la situación que estaban?? es que ya no se ni que esperar de San, en verdad que no es bipolar es como tripolar o no se, gracias por actualizar, suerte!!

Yo digo lo mismo, mejor no me hago ilusiones, santana me tiene harta con sus aptitudes, si se quieren pq no dejan la boberia y estan juntas y ya, me provoca traspasar la pantalla del ordenador y retorcerle el pescuezo a santana para que entienda que es con britt con quien debe estar y punto!

que hermosos capitulo.... hi!!!...es mi primera vez comentandote...pero dejame decirte que te leo siempre...y que muero cuando tardas en actualizar...pero estare esperando con ansias los capitulos que prometiste para el domingo... 

Saludos ...cuidate... 

Me ha encantado el capitulo celos, alcohol, celos en fin amor es amor esperare el domingo ese maratón tenlo por seguro porque no has tenido abandonadas mmm mala espero tu proxima actualización saludos

Santana no se sí lo dice de verdad ósea si sabemos que ama a Brittany pero aveces es muy testaruda.
:) Saludos, espero tu actualización. :)

Vuelven a estar juntas !! Espero que sí y no solo por la situación!!
Me convenciste con lo del maratón así que espero la actu
Xoxo