[Resuelto]Fic Brittana/Faberry: Beautiful Disaster! Epilogo

Compatriota!!!! Y??? como termino esa caña?
Me imagino que hace frío en Santiago, si es un hoyo !!! XD

Buuueno, que quieres que diga, si soy impaciente.
Espero el secreto de San, y sé que Britt se dio cuenta de algo

Que San gane la apuesta! vamos que debe hacerlo!!!!

Saludos, ten buen día!

hummm con que chilena eh ! , jaja me encanta tu fic flaca , esta muuuy bueno

Cerré mis ojos e inhalé, tragando lo último de mi bebida.

—¡Santo Dios, San! ¡Vas a morir envenenada de alcohol! —gritó Quinn.

—Ella lo tiene —Rachel le aseguró.

Levanté mi cabeza y permití que el tequila bajara por mi garganta. Mis dientes y labios se habían entumecido desde el trago número ocho, y los efectos en ese trago había hecho que estuviera casi en el borde. La fiesta entera estalló en silbidos y gritos mientras Brasil me daba un fajo de billetes.

—Gracias —dije con orgullo, metiendo el dinero en mi sujetador.

—Eres increíblemente sexy justo ahora —dijo Brittany en mi oreja mientras caminamos a la sala.

Bailamos hasta la mañana, y el tequila corrió a través de mis venas hasta que me adentró en el olvido.





Cuando mis ojos finalmente pudieron despegarse para abrirse, vi que mi almohada consistía en unos jeans y piernas. Brittany estaba sentada con su espalda contra la bañera, su cabeza inclinada contra la fría pared. Ella parecía tan incómoda como yo me sentía. Tiré la manta que tenía sobre mí y me levanté, jadeando ante mi horroroso reflejo en el espejo sobre el lavabo. Parecía como muerta.
El rímel corrido, lágrimas negras deslizándose por mis mejillas, labial manchando a través de mi boca, y mi cabello tenía dos grandes nudos a cada lado.

Sábanas, toallas y mantas rodeaban a Brittany. Ella había formado una suave cama para dormirme mientras yo expulsé los quince chupitos de tequila que había consumido la noche anterior. Brittany había sostenido mi cabello lejos del retrete, y se sentó a mi lado toda la noche.
Abrí el grifo, colocando mi mano debajo del agua hasta obtener la temperatura que yo quería. Limpié el desorden de mi cara, escuché un gemido desde el suelo. Brittany se removía, frotó sus ojos y se estiró, y luego miró a su lado, entrando en pánico.

—Estoy aquí —dije—. ¿Por qué no te vas a la cama? ¿Quieres dormir un poco más?

— ¿Estás bien? —dijo ella, frotando sus ojos una vez más.

—Sí, estoy bien. Bueno, tan bien como se podría estar. Me sentiré mejor una vez que me dé un baño.

Ella se levantó. —Superaste mis fiestas locas anoche, para que lo sepas. No sé de dónde vino esto, pero no quiero que lo hagas otra vez.

—Esto es más o menos con lo que crecí, Britt. No es la gran cosa.

Ella tomó mi barbilla entre sus manos y limpió la mancha de rímel debajo de mis ojos con sus pulgares. —Fue una gran cosa para mí.

—Bien, no voy a hacerlo otra vez. ¿Feliz?

—Sí. Sin embargo, tengo algo que decirte, si prometes no asustarte.

—Oh, Dios, ¿Qué hice?

—Nada, pero necesitas llamar a Rachel.

— ¿Dónde está?

—En Morgan. Ella discutió con Quinn ayer.



Corrí hacia la ducha y comencé a tirar de mi ropa mientras Brittany usaba el lavabo. Cuando salí del baño, Quinn y Brittany estaban sentadas en la sala.


— ¿Qué le has hecho? —exigí.

La cara de Quinn palideció. —Realmente está enojada conmigo.

— ¿Qué ocurrió?

—Estaba enojada porque te animó a beber tanto. Pensé que íbamos a terminar llevándote al hospital. Una cosa llevo a la otra, y lo siguiente que sé, estábamos gritándonos la una a la otra. Ambas estábamos borrachas, Santana. Dije cosas que quisiera no haber dicho —negó con su cabeza, mirando hacia el suelo.

— ¿Cómo qué? —dije, enojada.

—La insulté con unos nombres de los cuales no estoy orgullosa y entonces le dije que se marchara.

— ¿Dejaste que ella se fuera de aquí estando borracha? ¿Eres una idiota? —dije, agarrando mi bolso.

—Tranquilízate, Santy. Ella ya se siente suficientemente mal —dijo Brittany.

Terminé de sacar mi teléfono celular de mi bolso, marcando el número de Rachel.

— ¿Hola? —respondió ella. Sonaba mal.

—Acabo de enterarme —suspiré—. ¿Estás bien? —Caminé hacia el pasillo por más privacidad, lanzando hacia atrás una mala mirada a Quinn.

—Estoy bien. Ella es una imbécil —Sus palabras fueron firmes, pero pude escuchar el dolor en su voz. Rachel era una maestra enmascarando sus emociones, y podría engañar a cualquiera menos a mí.

—Siento no haberme ido contigo.

—Estabas casi desmayada, Santana —dijo molesta.

— ¿Por qué no vienes por mí? Podemos hablar de esto.

Ella respiró contra el teléfono. —No sé. Realmente no quiero verla.

—Le diré que se quede dentro, entonces.

Hubo una larga pausa, y entonces escuché sus llaves tintinear en el fondo. —Está bien. Estaré allí en un minuto.




Entré en la sala, pasando mi bolso sobre mi hombro. Ellas me observaron abrir la puerta para esperar a Rachel, y Quinn brincó del sofá.


— ¿Ella va a venir?

—No quiere verte, Quinn. Le dije que te quedarías dentro.

Ella suspiró, y cayó contra el cojín. —Me odia.

—Voy a hablar con ella. Será mejor que tengas una increíble disculpa.




Diez minutos más tarde, la bocina de un auto sonó dos veces afuera, y cerré la puerta detrás de mí. Cuando llegaba al final de las escaleras, Quinn pasó junto a mí hacia el Honda rojo de Rachel, y se encorvó para verla a través de la ventana. Me detuve en seco, observando cómo Rachel la ignoraba observando al frente. Ella bajó su ventanilla, y Quinn parecía estarse explicando, y entonces comenzaron a discutir. Decidí entra en la casa para
darles privacidad.

— ¿San? —dijo Brittany, trotando por la escalera.

—Esto no se ve bien.

—Me lo imaginaba. Vamos adentro —dijo, entrelazando su meñique con el mio mientras subíamos las escaleras.

— ¿Fue tan malo? —pregunté.

Asintió. —Bastante malo. Salieron de la fase de luna de miel, sin embargo. Lo van a superar.

—Para ser alguien que nunca ha tenido una novia, parece que sabes sobre relaciones.

—Tengo cuatro hermanas y algunas... amigas —dijo, sonriendo para sí misma.

Quinn entró pisoteando en el apartamento y cerró la puerta detrás de ella. — ¡Ella es jodidamente imposible!

Besé la mejilla de Brittany. —Esa es mi señal.

—Buena suerte —Britt sonrió.



Me deslicé dentro del auto de Rachel, ella resopló. — ¡Ella es jodidamente imposible!

Reí, pero ella lanzó una mala mirada en mi dirección. —Lo siento, —dije, forzando mi sonrisa a desaparecer.

Mientras conducía, Rachel gritó y gritó y gritó un poco más. A veces lanzaba maldiciones a Quinn, como si fuera ella quien estuviera sentada en mi lugar. Yo me quede quieta, dejando que sacara su coraje como sólo Rachel podía hacerlo.


— ¡Me llamó irresponsable! ¡A mí! ¡Como si yo no te conociera! Como si no te hubiera visto robarle a tu padre cientos de dólares para beber tequila. ¡Ella no sabía de qué diablos estaba hablando! ¡Ella no sabe cómo era tu vida! ¡Ella no sabe lo que yo sé, y actúa como si yo fuera su hija en vez de su novia!

Descansé mi mano sobre la de ella, pero ella la apartó—. Ella pensaba que tú serías la razón por la cual nosotras no podríamos funcionar, y entonces ella termina haciendo el trabajo por sí sola. Y hablando de ti, ¿Qué diablo pasó anoche con Emily?

El repentino cambio de tema me tomó por sorpresa. — ¿Qué quieres decir?

—Brittany se la paso contigo toda la fiesta, Santana, y luego vas y te manoseas con Emily. ¿Y tú preguntas porque todo el mundo está hablando de ti?

— ¡Espera un minuto! Le dije a Emily que no deberíamos estar haciendo eso ¿Y qué importa si Brittany se pasó conmigo la noche o no? ¡No estoy con ella!

Rachel miró hacia el frente, soltando una ráfaga de aire por la nariz.

— Bien, enana. ¿Qué es todo esto? ¿Estás enojada conmigo, ahora?

—No estoy enojada contigo. Sólo no quiero asociarme con completas idiotas.

Negué con mi cabeza, y luego miré fuera de la ventana antes de decir algo de lo que podría arrepentirme. Rachel siempre había sido capaz de hacerme sentir como una mierda.

— ¿Por lo menos ves lo que está pasando? —preguntó—. Brittany dejó de pelear. Ella no sale sin ti. No ha traído más chicas a casa desde esa tonta… aún no ha asesinado a Emily,
y tú estás preocupada de lo que la gente va a decir. ¿Sabes porque te digo esto, Santana? ¡Porque es la verdad!

Me giré, mi cuello crujió lentamente mientras me volvía a su dirección, tratando de darle la más asesina mirada que conocía. — ¿Qué diablos te pasa?

—Estás saliendo ahora con Emily, y tú estás tan feliz —dijo mofándose—. Entonces, ¿Por qué no estás en Morgan?

— ¡Porque perdí una apuesta, ya lo sabes!

— ¡Dame un respiro, Santana! Hablas sobre cuán perfecta es Emily, tienes esas increíbles citas con ella, hablas con ella por horas al teléfono, y luego vas a dormirte al lado de Brittany toda la noche. ¿Ves lo que está mal en esta situación? Si realmente te gustara Emily, tus cosas estarían en Morgan ahora mismo.


Apreté mis dientes. —Sabes que yo nunca abandono una apuesta, enana.

—Eso es lo que pensaba —dijo, retorciendo sus manos alrededor del volante—. Brittany es lo que quieres, y Emily es lo que crees que necesitas.

—Sé que parece de esa manera, pero…

—Es la manera que le parece a todo el mundo. Si no te gusta que las personas estén hablando de ti… cambia. Esto no es la culpa de Brittany. Ella ha hecho mucho por ti. Tú estás recogiendo lo que cosechaste, y Emily está obteniendo los beneficios.

— ¡Una semana atrás empaquetaste mis cosas y no querías que Brittany se me acercara otra vez! ¿Ahora estás defendiéndola?

— ¡Santana Lopez! ¡No la estoy defendiendo, estúpida! ¡Estoy viendo por ti! ¡Ustedes están locas la una por la otra! ¡Hagan algo al respecto!

— ¿Cómo es posible creer que yo debería estar con ella? —Gemí—. ¡Se supone que debo mantenerme alejada de personas como ella!

Ella apretó sus labios, claramente perdiendo la paciencia. —Has trabajado muy duro para separarte de tu padres. ¡Esa es la única razón por la cual incluso consideraste salir con Emily! Ella es lo completamente lo opuesto de Teresa y Felipe, ¿ Crees que Brittany va a lanzar a tierra todos tus esfuerzos? Ella no es tu como tus padres, Santana.

—Yo no he dicho que ella lo sea, pero esta poniéndome en una situación segura de seguir sus pasos.

—Brittany no te haría esto a ti. Creo que subestimas lo mucho que significas para ella. Si tú se lo dices…

—No. No deje todo atrás para que todo el mundo aquí me mire como lo hicieron en Puerto Rico. Vamos a centrarnos en el problema en cuestión. Quinn está esperándote.

—No quiero hablar de Quinn —dijo, frenando hasta detenerse en la luz.

—Ella es miserable. Te ama.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y su labio inferior tembló. —No me importa.

—Sí te importa.

—Lo sé —susurró, inclinándose en mi hombro.


Ella lloró hasta que la luz del semáforo cambió, y luego besé su cabeza. —Luz verde.

Ella se sentó recta, limpiándose la nariz. —Fui bastante cruel con ella hace rato. No creo que quiera hablar conmigo ahora.

—Hablará contigo. Ella sabe que estabas enojada.


Rachel limpió su rostro, y luego lentamente cambió la direccional. Me preocupaba tomarme mucho tiempo para convencerla de regresar conmigo, pero Quinn bajó la escalera corriendo antes de que ella apagara el motor.


Ella abrió bruscamente la puerta del auto, inclinándose a sus pies. —Lo siento mucho, bebé. No debería meterme en lo que no me importa… por favor, no te vayas. No sé qué haría sin ti.

Rachel tomó su rostro entre sus manos y sonrió. —Eres una tonta arrogante, pero todavía te amo.

Quinn la besó una y otra vez como si no la hubiera visto en meses, y sonreí por mi trabajo bien hecho. Brittany estaba de pie en la puerta, sonriendo mientras yo me dirigía al apartamento.


—Y ellas vivieron felices para siempre —dijo Brittany, cerrando la puerta detrás de mí.

Me desplomé en el sofá y ella se sentó a mi lado, tirando de mis piernas hacia su regazo.

— ¿Qué haces hoy, Santy?

—Dormir. O descansar… o dormir.

— ¿Puedo darte tu regalo primero?

Empujé su hombro juguetonamente. —Cállate. ¿Me has traído un regalo?

Su boca se curvó en una sonrisa nerviosa. —No es un brazalete de diamantes, pero pensé que te gustaría.

—Me encanta y aún no lo he visto.

Ella levantó mis piernas de su regazo, y luego desapareció hacia el dormitorio de Quinn. Arqueé una ceja cuando la escuché murmurando, y luego salió con una caja. La dejó en el suelo, a mis pies, para abrirla.

—Apresúrate, quiero verte sorprendida —sonrió.

— ¿Qué me apresure? —pregunté, levantando la tapa.

Mi boca cayó abierta cuando un par de grandes ojos negros miró hacia mí.

— ¿Un gatito? —grité, llevando mis manos dentro de la caja. Lo saco  e inmediatamente se echo en mis piernas.

Brittany sonrió radiante, triunfante. — ¿Te gusta él?

— ¿Él? ¡Lo amo! ¡Tengo un gatito!

— Tuve que manejar tres horas para recogerlo después de clases el jueves.

—Entonces, cuando dijiste que fuiste con Quinn en su auto para comprar…

—Fuimos a conseguir tu regalo —asintió.

— ¡Él es muy inquieto! —reí.— Lord Tubbington Así es como voy a llamarlo —dije, arrugando mi nariz hacia el flojo gatito.

— ¿Por que ese nombre?— Pregunto dudosa.

— Me gusta — Me encogí de hombros

—Es un buen nombre, me gusta también. ¿Te cuento un secreto?... amo los gatos. Puedes tenerlo aquí. Yo me encargaré de él cuando vuelvas a Morgan —su boca se curvó en una media sonrisa—. Y eso me asegurara de que vengas a visitarlo varias veces al mes.

Apreté mis labios juntos. —Hubiera regresado, de todas maneras, Britt.

—Haría cualquier cosa por volver esa sonrisa en tu rostro ahora mismo.

—Creo que necesito una siesta, Lord T. Si, tú también —susurré al gatito.

Brittany asintió, tirando de mí hacia su regazo, y luego levantándose conmigo en sus brazos. Con dificultad, ella cerró las cortinas, y luego se dejó caer sobre su almohada.

—Gracias por quedarte conmigo anoche —dije, acariciando el pelaje de Lord T—. No tenías por que dormir en el suelo del baño.

—Anoche fue una de las mejores noches de mi vida.

Me giré para ver su expresión. Cuando vi que ella hablaba en serio, le disparé una mirada dudosa. — ¿Dormir entre un retrete y la bañera, en el frío y duro piso con una idiota vomitando fue una de tus mejores noches? Eso es triste, Britt.

—No, sentada contigo cuando estabas enferma, y tú durmiendo en mi regazo fue una de mis mejores noches. No fue cómodo, no dormí casi nada, pero estuve en tu decimonoveno cumpleaños contigo, y realmente eres dulce cuando estás borracha.

—Estoy segura que entre eructando y vomitando fui muy encantadora.

Ella se acercó a mí, acariciando a Lord T, quien estaba acurrucado en mi cuello. —Eres la única mujer que conozco que aún se ve increíble con la cabeza dentro del inodoro. Eso es mucho decir.

—Gracias, Britt. No haré que seas mi niñera otra vez.

Se apoyó contra su almohada. —Como sea. Nadie puede sostener tu cabello hacia atrás como yo.

Reí y cerré los ojos, dejándome caer en la oscuridad.







— ¡Levántate, San! —gritó Rachel, sacudiéndome.

Lord T me acariciaba con su pata mi mejilla. — ¡Estoy levantada! ¡Estoy levantada!

— ¡Tenemos clases en media hora!

Salté de la cama. —He estado durmiendo por… ¿Catorce horas? ¿Pero por qué?

— ¡Sólo date un baño! ¡Si no estás lista en diez minutos, dejare tu trasero aquí!

— ¡No tengo tiempo de darme un baño! —dije, cambiándome la ropa con la cual me dormí.

Brittany apoyó su cabeza en su mano y rió. —Son ridículas. No es el fin del mundo si llegan tarde a una clase.

—Lo es si eres Rachel. Ella no se pierde una clase y odia llegar tarde — dije, tirando una camisa sobre mi cabeza, y metiéndome dentro de mis jeans.

—Deja que Rach se adelante. Yo te llevaré.

Caminé con un pie, mientras me ponía mis botas en el otro. —Mi bolsa está en su auto, Britt.

—Como sea —se encogió de hombros—. Sólo no salgas herida por llegar a tiempo a una clase —Ella levantó a Lord Tubbington, sosteniéndolo en su mano como un pequeño balón, siguiéndome en el pasillo.

Rachel corrió conmigo hacia la puerta y entramos en el auto. —No puedo creer que ella te haya regalado un gatito —dijo ella, mirando hacia atrás mientras salía del estacionamiento.

Brittany estaba de pie frente al sol de la mañana, en polera, bragas y descalza, con los brazos cruzados por el frío. Ella observaba a Lord oler el pasto en el patio como una madre orgullosa.

—Nunca he tenido una mascota antes —dije—. Esto será interesante.

Rachel miró a Brittany antes de hacer avanzar su Honda. —Mírala —dijo, negando con su cabeza.— Deben comprar una cajita de arena.

—Lord Tubbington es adorable. Incluso tú te encariñarás con él.


—No puedes traerlo contigo al dormitorio, lo sabes. No creo que Brittany haya pensado en eso.

— Britt dijo que ella lo cuidara en el apartamento.

Ella arqueó una ceja. —Claro que lo dijo. Brittany piensa en el futuro, tengo que darle crédito por eso —dijo, negando con su cabeza mientras pisaba el acelerador.

Me tensé, pegándome en mi asiento por la velocidad.






Una vez que la adrenalina se absorbió en mi sistema, la pesadez de mi post-cumpleaños se apoderó de mi cuerpo. Rachel me dio un codazo cuando la clase terminó, y la seguí hacia la cafetería. Quinn se encontró con nosotras en la puerta, y me di cuenta de inmediato que algo andaba mal.

—Rach —dijo Quinn, agarrándola del brazo.

Brittany corrió hacia donde estábamos, y agarrándose de sus caderas, respiró profundamente hasta que recuperó el aliento.

— ¿Hay una turba de mujeres enfadadas que te persiguen? —Me burlé.

Ella sacudió su cabeza. —Estaba tratando de alcanzarte… antes de que… entraras —suspiró.

— ¿Qué está pasando? —pregunto Rachel a Quinn.

—Hay un rumor —comenzó Quinn—. Todo el mundo está diciendo que Brittany llevo a San a casa y… los detalles son diferentes, pero es bastante malo.

— ¿Qué? ¿Hablas en serio? —grité.

Rachel rodó sus ojos. — ¿A quién le importa, San? La gente ha estado especulando sobre ti y Britt desde semanas. No es la primera vez que alguien dice que ustedes duermen juntas.

Brittany y Quinn intercambiaron miradas.

— ¿Qué? —dije—. Hay algo más, ¿No?

Quinn hizo una mueca. —Están diciendo que te acostaste con Emily en la casa de Brasil, y luego te fuiste con Brittany… a casa, si sabes lo que estoy tratando de decir.

Mi boca cayó abierta. — ¡Grandioso! ¿Así que ahora soy la zorra de la escuela?






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Mas tarde les dejo otro queridas lectoras!


Besitooooos!

Los ojos de Brittany se oscurecieron y su mandíbula se tensó. —Esto es mi culpa. Si se tratara de alguien más, ellas no estarían hablando de ti — Ella entró a la cafetería con sus manos hechas puño a los costados.

Rachel y Quinn la siguieron. —Espero que nadie sea tan estúpida como para decirle algo. —dijo Rachel.

—O a San. —agregó Quinn.

Brittany se sentó a unos asientos de distancia de mí, al lado de Alexa. Espere que ella me mirara, queriéndole ofrecer una sonrisa confortante. Brittany tenía una reputación, pero yo dejé que Emily me besara en el pasillo.

Quinn me dio un codazo mientras miraba a su prima. —Sólo se siente mal. Probablemente está tratando de desviar el rumor.

—No tienes por qué sentarte allí, Britt. Vamos, siéntate aquí —dije, palmeando el espacio vacío en frente de mí.

—Escuché que pasaste un buen cumpleaños, Santana —dijo Andrea Jenks, lanzando un trozo de lechuga al plato de Brittany.

—No comiences con ella, Jenks —advirtió Brittany, ceñuda.

Andrea sonrió, empujando hacia arriba sus redondas y rosadas mejillas. — Escuché que Emily está furiosa. Dijo que fue a su apartamento ayer, y tú y Britt seguían en la cama.

—Ellas estaban tomando una siesta, Andrea —se mofó Rachel.

Mis ojos se lanzaron hacia Brittany. — ¿Emily fue a verme?

Ella se movió incómoda en su silla. —Te lo iba a decir.

— ¿Cuándo? —Espeté.

Rachel se inclinó en mi oído. —Emily escuchó el rumor, y fue a confrontarte. Traté de detenerla, pero ella caminó hacia el pasillo y… tuvo una idea totalmente equivocada.

Planté mis codos en la mesa, cubriendo mi rostro con mis manos. —Esto se pone cada vez mejor.

—Entonces, ¿Ustedes realmente no han entrado en acción? —Preguntó Andrea—. Maldición, esto apesta. Pensé que Santana era la adecuada para ti después de todo, Britt.

—Es mejor que te detengas ahora, Andrea —advirtió Quinn.

—Si tú no duermes con ella, ¿Te importa si yo lo hago? —dijo Andrea, riéndose con sus compañeras de cheerios.

Mi cara ardió con la vergüenza inicial, pero luego Rachel gritó en mi oído, reaccionando en respuesta a Brittany saltando de su asiento. Ella llegó hasta la mesa, agarrando a Andrea por la polera con una mano, y su otra mano hecha un puño.

Una línea de personas se acercó a la mesa, y docenas de sillas se arrastraron por el suelo mientras las personas se levantaban para mirar. Brittany estaba dispuesta a golpearla en el rostro. La única cosa que Andrea pudo hacer fue cubrir su cara son sus manos. Cuando Brittany la empujo y cayo al suelo se puso encima de ella, le dio una cachetada y luego otra.
Nadie tocó a Brittany. Ella estaba casi fuera de control, y su reputación hacía que todas tuvieran miedo de ponerse en su camino. Las animadoras de cheerios se agacharon y dieron un respingo mientras veían a su compañera en el suelo, Brittany estaba a punto de lanzarle un puñetazo.


— ¡Brittany! —grité, rodeando la mesa.


A centimetros de su cara, Brittany retuvo su puño, y luego soltó la polera de Andrea. Ella estaba jadeando cuando se dio la vuelta para mirarme; Nunca la había visto tan sobresaltada. Tragué duro y di un paso hacia atrás mientras ella pasaba a mi lado.

Di un paso para seguirla, pero Rachel agarró mi brazo. Quinn la besó rápidamente, y luego siguió a su prima hacia la puerta.

—Jesús —susurró Rachel.

Nos dimos la vuelta para ver a las compañeros de cheerios de Andrea recogerla del suelo, y me encogí ante su cara de espanto.

— ¡Esa loca hija de puta! —gimió Andrea, sentándose en la silla y llevando su mano hacia su rostro. Me miró, entonces—. Lo siento, Santana. Estaba sólo bromeando.

No tenía palabras para replicar. No podía explicar que había ocurrido.

—Ella no se ha acostado con ninguna de ellas —dijo Rachel.

—Nunca sabes cuándo callarte, Jenks —dijo Brasil, disgustada.

Rachel tiró de mi brazo. —Vamos. Vámonos.

Ella no perdió tiempo arrastrándome hacia su auto. Cuando ella encendió el motor, agarré su muñeca. — ¡Espera! ¿A dónde vamos?

—Vamos al apartamento de Quinn. No quiero que ella esté sola con Brittany. ¿La viste? ¡Ella ha pisado fondo!

— ¡Bueno, yo tampoco quiero estar cerca de ella!

Rachel me miró con incredulidad. —Obviamente, tenemos que hacer algo por ella. ¿No quieres saber cómo está?

—Mi sentido de auto-preservación pesa más que mi curiosidad en este punto, Rach.

—Lo único que la detuvo fue tu voz, Santana. Ella te escuchará. Tienes que hablar con Brittany.

Suspiré y solté su muñeca, cayendo contra el respaldo de mi asiento. — Está bien. Vamos.

Nos detuvimos en el estacionamiento, y Rachel aparcó entre el auto de Quinn y la motocicleta de Brittany. Ella subió las escaleras, poniendo sus manos en sus caderas dramáticamente.

— ¡Vamos, San! —gritó Rachel, haciendo señas para que la siguiera.

Vacilante, finalmente la seguí, deteniéndome cuando vi a Quinn bajar apresurada las escaleras para hablar en voz baja con Rachel. Ella me miró, negó con su cabeza, y entonces susurró algo otra vez.


— ¿Qué? —pregunté.

—Quinn no… —dijo ella inquieta—. Quinn, no creo que sea buena idea irnos. Brittany está bastante molesta.

—Quieres decir que ella no cree que yo debería entrar —dije.

Quinn tocó mi hombro. —No has hecho nada malo, San. Ella sólo no… ella no quiere verte justo ahora.

—Si yo no he hecho nada mal, ¿Entonces porque no quiere verme?

—No estoy segura; no quiere hablarme sobre esto. Creo que esta avergonzada de perder el control frente a ti.

— ¡Perdió el control frente de toda la cafetería! ¿Que tengo yo qué hacer con esto?

—Más de lo que tú crees —dijo Quinn, esquivando mis ojos.

La observé por un momento, y luego pasé entre ellas, subiendo corriendo las escaleras. A travesé la puerta para encontrar una sala vacía. La puerta de la habitación de Brittany cerrada, así que toqué.

— ¿Britt? Soy yo, abre.

—Vete, San —gritó del otro lado de la puerta.

Me asomé para verla sentada en el borde de la cama, frente a la ventana. Lord Tubbington paseaba entre sus piernas, no muy feliz de ser ignorado.

— ¿Qué pasa contigo, Britt? —pregunté. Ella no respondió, así que me pare a su lado, cruzando mis brazos. Su quijada estaba tensa, pero no tenía esa expresión escalofriante que había tenido en la cafetería. Parecía triste. Del tipo profundo, sin esperanza.

— ¿No vas a hablarme sobre esto?

Esperé, pero permaneció en silencio. Me di la vuelta hacia la puerta y ella finalmente suspiró. — ¿Recuerdas el otro día cuando Brasil se metió conmigo y tu saliste en mi defensa? Bueno… eso es lo que ocurrió. Sólo que me dejé llevar un poco.

—Estabas enojada antes de que Andrea dijera algo —dije, volviéndome para sentarme a su lado en la cama.



Ella continuó mirando por la ventana. —Quise decir lo que dije antes. Deberías irte, Santy. Dios sabe que yo no puedo apartarme de ti.

Toqué su brazo. —Tú no quieres que me vaya.

La mandíbula de Brittany se tensó de nuevo, y luego me envolvió con su brazo. Se detuvo por un momento, y luego besó mi frente, presionando su mejilla contra mi sien. — Vas a odiarme cuando todo esté dicho y hecho.


Envolví mis brazos alrededor de ella. —Somos amigas. No acepto un no por respuesta —cité.

Sus cejas se arquearon, y entonces me abrazó con ambos brazos, sin dejar de mirar por la ventana. —Te observó dormir un montón. Siempre pareces tan tranquila. No tengo ese tipo de tranquilidad. Tengo toda esta ira y rabia dentro de mí… excepto cuando te observo dormir. Eso fue lo que estaba haciendo cuando Emily entro —continuó—. Yo estaba despierta, y ella entró, y sólo estuvo de pie allí, con su mirada de shock en el rostro. Sabía lo que ella pensaba, pero no quise aclararlo. No quise explicárselo porque quería que ella creyera que algo ocurrió. Ahora toda la escuela cree que tú estuviste con ambas en la misma noche.

Lord T hizo su camino hacia mi regazo, y froté sus orejas.

Brittany alargó su mano para acariciarlo una vez, y luego puso su mano sobre la mía. —Lo siento.

Me encogí de hombros. —Si ella creyó ese rumor, esa es su culpa.

—Es difícil creer algo más cuando nos ve juntas en la cama.

—Ella sabe que estoy quedándome contigo. Yo estaba completamente vestida, por el amor de Cristo.

Brittany suspiró. —Probablemente estaba demasiado molesta como para darse cuenta. Sé que le gustas, San. Debería habérselo explicado. Te debo mucho.

—No importa.

— ¿No estás enojada? —preguntó, sorprendida.

— ¿Es eso lo que te tiene tan molesta? ¿Pensaste que me enojaría contigo cuando me dijeras la verdad?

—Deberías estarlo. Si me estuvieran hundiendo por la mala reputación del alguien, yo estaría un poco encabronada.

—A ti no te importa el qué dirán. ¿Qué pasó con la Brittany que le importa una mierda lo que los demás piensen? —me burlé, dándole un codazo.

—Eso fue antes de ver la expresión en tu cara cuando escuchaste lo que todo el mundo estaba diciendo. No quiero que salgas lastimada por mi culpa.

—Tú nunca harías algo para lastimarme.

—Preferiría cortarme el brazo —suspiró.


Ella se relajó apoyando su mejilla contra mi cabello. Yo no tenía una réplica, y Brittany parecía haber dicho todo lo que necesitaba decir, así que nos sentamos en silencio. De vez en cuando, Brittany me apretaba con más fuerza a su lado. Me aferré a su playera, sin saber cómo hacerla sentir mejor que permitirle abrazarme.




Cuando el sol comenzó a subir, escuché un leve golpe en la puerta. — ¿San? —la voz de Rachel sonó débil del otro lado de la madera.

—Entra, Rach —respondió Brittany.

Rachel entró con Quinn, y sonrió al vernos, enredadas en los brazos de la otra. —Vamos por un poco de comida. ¿Tienen ganas de hacer una carrera hasta Pei Wei?

— Agh. ¿Comida asiática nuevamente, Rach? ¿De verdad? —preguntó Brittany.

—Sí, de verdad. ¿Vienen o no?

—Me muero de hambre —dije.

—Claro que lo estás, no llegaste a almorzar —dijo, frunciendo el ceño. Se levantó, llevándome con ella—. Vamos. Déjame conseguir algo de comida para ti.



Brittany mantuvo su brazo alrededor de mí, y no me soltó hasta que estuvimos dentro de Pei Wei.

Tan pronto como Britt fue al baño, Rachel se inclinó hacia mí. — ¿Y? ¿Qué te dijo?

—Nada —me encogí de hombros.

Ella arqueó una ceja. —Estuviste en su habitación por dos horas. ¿Ella no te dijo nada?

—Por lo general no lo hace cuando está molesta —dijo Quinn.

—Tuvo que haber dicho algo —presionó Rachel.

—Dijo que estaba un poco molesta por los rumores sobre mí, y que no le dijo a Emily la verdad cuando ella entró. Eso es todo —dije, jugando con la sal y la pimienta.

Quinn negó con su cabeza, cerrando sus ojos.

— ¿Qué, Quinny? —preguntó Rachel, enderezándose.

—Britt es —suspiró, rodando sus ojos—, Olvídalo.

Rachel tenía una expresión testaruda. —Oh, diablos, no, tú no puedes… —Ella se interrumpió cuando Brittany se sentó y puso su brazo detrás de mi.

— ¡Maldición! ¿La comida no está aun?



Reímos y bromeamos hasta que el restaurant cerró, y luego entramos en el auto para regresar a casa. Quinn cargó a Rachel sobre su espalda para subir las escaleras, pero Brittany se quedó atrás, tirando de mi brazo antes de seguirlas. Levanté la mirada hacia nuestras amigas, hasta que ellas desaparecieron tras la puerta, y entonces me ofreció una sonrisa triste.


—Te debo una disculpa por lo de hoy, lo siento mucho.

—Ya te has disculpado. Está bien.

—No, me disculpé por Emily. No quiero que pienses que soy una psicópata que va por ahí atacando a las personas por la más mínima cosa — dijo—. Pero te debo una disculpa porque no te defendí por la razón correcta.

—Y eso sería… —incité.

—Me abalancé sobre ella porque dijo que quería ser la siguiente en la fila, no porque bromeara contigo.

—Insinuar que hay una fila para acostarse conmigo es razón suficiente para defenderme, Britt.

—Ese es mi punto. Estaba enojada porque lo tomé como si ella quisiera dormir contigo.


Después de procesar lo que Brittany quería decir, agarré los costados de su playera y presioné mi frente contra la suya.

— ¿Sabes qué? No me importa —dije, mirándola—. No me importa lo que la gente está diciendo, o si pierdes el control, o porque golpeaste a Andrea. La última cosa que quiero es tener una mala reputación, pero estoy cansada de explicar nuestra amistad a todos. Al diablo con ellas.

La mirada de Brittany se tornó suave, y las comisuras de sus labios se curvaron. — ¿Nuestra amistad? A veces me preguntó si me escuchas por completo.

— ¿Qué quieres decir?

—Entremos. Estoy cansada.


Asentí, y ella me abrazó contra su costado hasta que nos encontramos dentro del apartamento. Rachel y Quinn ya estaban encerradas en su dormitorio, y me deslicé dentro y fuera del baño. Britt estaba sentada con Lord Tubbington afuera mientras me vestía con mi pijama, y después de media hora, ambas estábamos en la cama.

Recosté mi cabeza en mi brazo, dejando salir un largo suspiro, relajándome. —Sólo dos semanas menos. ¿Vas a hacer un drama cuando me mude de regreso a Morgan?

—No lo sé —dijo. Pude ver su gesto atormentado, incluso en la oscuridad.

—Oye —toqué su brazo—. Estaba bromeando.


La observé durante un largo rato, respirando, parpadeando, y tratando de relajarse. Ella se movió un poco y luego me miró. — ¿Confías en mí, Santy?

—Sí, ¿Por qué?

—Ven aquí —dijo, tirando de mí contra ella. Me puse rígida por un segundo o dos antes de recostar mi cabeza en su pecho.

Lo que sea que estaba pasando con ella, me necesitaba cerca, y no podría apartarla incluso si hubiera querido. Se sentía bien estar acostada a su lado.


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En el siguiente capitulo se conocerá en parte el secreto de San! Atentas chicas!!!

LO VAS A SUBIR AHORA!? PORFAVOR DI QUE SII!!

Uffff ya me muero por leer la parte brittana
Y dios tambien el secreto de santana!

Hasta la siguiente actualizacion!
Saludos

hola.. que buenos capítulos en el 15 morí de la risa con esto:
—Estoy segura que entre eructando y vomitando fui muy encantadora.

—Eres la única mujer que conozco que aún se ve increíble con la cabeza dentro del inodoro.

ajajajja la verdad es que me trajo recuerdos de mi primer año en la U, salia casi todos los fines de semana y entre semana también xd menos mal madure. Wow se viene el pasado oscuro de Santana!!

y si, otra compatriota por aca de la 8ª .. El año pasado viví en Santiago pero no cambio me querido Conce xd Lo bueno de allá es que como vivía el un piso 20 las montañas se veían genial cubiertas por nieve hasta que apareció un edificio justo frente a mi ventana y hasta ahi llego mi hermosa vista jajajajaj.. ahora cuando voy solo veo un montón de edificios por mi ventana :(
hasta la Actu!!

Osea bi chance e das d conentsr apena leo y bam ya esta el otro sabes creo k t amo x eso jejeje

me encantaron los capp me gusta tu beitt me kieo casar cn ell!!! Jeje pro bno

espero elsig cap k kiero saber el secreto d san y si emi creyo todo esoes xk no esta n jeje saludos!!

Secreto de San, wiiiiiiiiii....
Explícame pq Santana es tan ciega y no se da cuenta de que Britt está loca por ella??? Tan idiota que es el amor.

Saludos compatriota!!

Kurt sacudió la cabeza. —Está bien, así que, ¿estás con Emily o con Brittany? Estoy confundido.

—Emily no me habla, así que, eso está en el limbo por ahora —dije, rebotando para reajustar mi mochila.

Él lanzó una bocanada de humo, y después sacó un poco de tabaco de su lengua. —Así qué, ¿Estás con Brittany?

—Somos amigas, Kurt.

—Te das cuenta de que todo el mundo piensa que ustedes dos están teniendo algún tipo de extraña relación de amigas con beneficios que no están admitiendo, ¿verdad?

—No me importa. Pueden pensar lo que quieran.

—¿Desde cuándo? ¿Qué pasó con la Santana nerviosa, misteriosa y cautelosa que conozco y amo?

—Murió por el estrés de todos los rumores y suposiciones.

—Eso es muy malo. Voy a extrañar el señalarla y reírme de ella.

Golpeé el brazo de Kurt, y él se rió. —Bien. Ya era hora de que dejaras de fingir —dijo.

—¿Qué quieres decir?

—Cariño, estás hablando con alguien que vivió la mayor parte de su vida fingiendo. Te detecté a una milla de distancia.

—¿Qué estás tratando de decir, Kurt?

—Que estás escondiendo algo. Las chaquetas, la sofisticada y recatada chica que va a elegantes restaurantes con Emily Fields… esa no eres tú. O eras una stripper de pueblo o has estado en rehabilitación. La última, supongo yo.

Me reí fuertemente. —¡Eres terrible para suponer!

—Entonces, ¿Cuál es tu secreto?

—Si te lo dijera, no sería un secreto, ¿no es así?

Sus facciones se afilaron con una sonrisa pícara. —Yo te mostré el mío, ahora muéstrame el tuyo.

—Odio ser la portadora de malas noticias, pero tu orientación sexual no es exactamente un secreto, Kurt.

—¡Mierda! Y yo que pensaba que tenía lo de misterioso gatito del sexo a mi favor —dijo, tomando otra calada.

Me encogí antes de hablar. —¿Tuviste una buena vida en casa, Kurt?

—Mi mamá es genial… mi papá y yo teníamos muchos problemas que resolver, pero estamos bien ahora.

—Yo tuve a Felipe y Teresa Lopez por padres.

—¿Quiénes son ellos?

Me reí. —¿Ves? No es tan importante si no sabes quiénes son.

—¿Quiénes son?

—Un desastre. Las apuestas, el dinero, el alcohol, el mal temperamento… es hereditario en mi familia. Vine aquí para empezar de nuevo, sin el estigma de ser la hija de unos apostadores amantes de las fiestas.

—¿Apostadores de Puerto Rico?

— Todo lo que Felipe tocaba se convertía en oro en ese entonces. Cuando cumplí 17, su suerte cambió.

—Y te culpó a ti.

— Así es

—Y cuando ves a Brittany…

—Es demasiado familiar.

Kurt asintió, tirando su cigarrillo al suelo.

— Me metí demasiado en ese mundo, teníamos mucho dinero en ese entonces. Yo se lo robaba a mis padres y me iba a fiestas por semanas, también apostaba. Me hice conocida en el ambiente por el apodo de Snix. El alcohol era mi más grande escape frente a la situación que vivía. Conocí a una chica con la que me pude dar cuenta que todo andaba mal y debia hacer algo por mi. También con ella supe que sentía atracción por las mujeres. La quería mucho, pero debia arreglar mi vida. Fue entonces cuando decidí que debia escapar.


— Mierda, Santana. Eso es....


Entrecerré mis ojos. —Si le dices a alguien lo que acabo de decir, llamaré a La Mafia. Conozco a algunos de ellos, sabes.

—Mentira.

Me encogí de hombros. —Cree lo que quieras.

— ¿Es en serio?

Asentí con la cabeza.

Kurt me miró suspicazmente, y después sonrió. —Eres, oficialmente, la persona más genial que conozco.

—Eso es triste, Kurt. Deberías salir más —dije, deteniéndome en la entrada de la cafetería.


Él levantó mi barbilla. —Todo va salir bien. Soy un firme creyente del refrán las-cosas-pasan-por-una-razón. Llegaste aquí, tu amiga es Rachel, tú encontraste tu camino hacia El Círculo, algo sobre ti puso el mundo de Brittany Pearce de cabeza. Piensa en ello —dijo, plantando un rápido beso en mis labios.

—¡Oye, ya! —dijo Britt. Me agarró por la cintura, levantándome en el aire, y regresándome al suelo detrás de ella—. ¡Tú eres la última persona por la que tendría que preocuparme sobre esto, Kurt! ¡Ten cuidado! — bromeó.

Kurt se inclinó hacia el lado de Brittany y me guiñó un ojo. —Nos vemos, Snix.

Cuando Brittany se giró para enfrentarme, su sonrisa se desvaneció. — ¿Por qué ese gesto?

Yo negué con la cabeza, tratando de dejar que la adrenalina siguiera su curso. —Simplemente no me gusta ese apodo. Tiene algunos malos recuerdos adheridos.

—¿Expresión de cariño del aspirante a pastor bautista?

—No —refunfuñé.

Britt golpeó su palma. —¿Quieres que vaya a golpear a Kurt? ¿Qué le enseñe una lección?

No pude evitar sonreír. —Si quisiera matar a Kurt, simplemente le diría que Prada quebró, y él terminaría el trabajo por mí.

Brittany se rió, acercándose a la puerta. —¡Vamos! ¡Estamos perdiendo el tiempo aquí!

Nos sentamos juntas en la mesa del almuerzo molestándonos con pellizcos y haciendonos cosquillas. El humor de Britt era tan optimista como la noche en que perdí la apuesta. Todos en la mesa lo notaron, y cuando empezó una mini-guerra de comida conmigo, atrajo la atención de los que estaban sentados en las mesas a nuestro alrededor.

Rodé mis ojos. —Me siento como un animal de zoológico.

Brittany me miró por un momento, notó esas miradas, se puso de pie y corrió al equipo de música instalado en la cafetería. Conecto su Ipod y volvió a mi.


https://www.youtube.com/watch?v=lUKeXRPwtVs


— Wake up in the morning feeling like P Diddy —canto.


Observé con asombro como el cuarto entero levantó la cabeza de un tirón en su dirección. Brittany movió la cabeza un par de veces a un ritmo en su cabeza.


Quinn cerró los ojos. —Oh, no— y siguió la canción —Hey, what up girl?


Britt sonrió.






Subió a la mesa mientras todo el mundo miraba y Quinn la seguía— ¡Lets go!


Apuntó a las animadoras de cheerios al final de la mesa y ellas sonrieron.






Gritaban al unísono las ultimas partes.






Todo el cuarto aplaudía al ritmo, entonces. Brittany bailaba encima de la mesa sensualmente.






Se bajo y bailó junto a mí, cantando en su micrófono imaginario.





Brittany movió sus caderas, y algunos silbidos y chillidos de las chicas y chicos en la sala se encendieron. Caminó hacia mí otra vez, las animadoras cantaban el coro junto con ella.








Brittany se paró enfrente de mí y se inclinó.








Brittany se abre completamente de piernas y todas las chicas del lugar se ponen a gritar.






Algunas se pararon y bailaron con ella, pero la mayoría sólo observó con divertido asombro.
Subio a la mesa de al lado y Rachel gritó y aplaudió, dándome un codazo. Yo negué con la cabeza; había muerto y despertado en High School Musical?







Se bajó de un salto, y entonces se inclinó a través de la mesa hacia mi me cantaba sonriendo y sin aliento.






La sala entera explotó en aplausos, e incluso algunos silbidos. Me sacudí después de que besó mi frente, y entonces se enderezó para hacer una reverencia. Fue al equipo de música y retiro su Ipod. Cuando volvió a su asiento en frente de mí, se echó a reír.


—¿No están mirándote, ahora, o sí? —Jadeó.

—Gracias. Realmente, no hacía falta —Sonreí.

—¿San?

Levanté la mirada para ver a Emily parada al final de la mesa. Todos los ojos estaban sobre mí una vez más.

—Tenemos que hablar —dijo Emily, parecía nerviosa. Miré hacia Rachel, Brittany, y luego a Emily—. ¿Por favor? —Preguntó, metiendo las manos en sus bolsillos.

Asentí con la cabeza, siguiéndola afuera. Pasó por las ventanas hacia la privacidad del otro lado del edificio. —No quería atraer la atención hacia ti otra vez. Sé cuánto odias eso.

—Entonces, simplemente deberías haberme llamado si quieras hablar — dije.

Asintió, mirando el suelo. —No era mi intención encontrarte en la cafetería. Vi la conmoción, y después a ti, y me acerqué. Lo siento.

Esperé, y ella habló otra vez, —No sé qué pasó contigo y Brittany. No es asunto mío… tú y yo sólo hemos tenido un par de citas. Estaba enojada al principio, pero entonces me di cuenta de que no me hubiera molestado si no sintiera algo por ti.

—No dormí con ella, Emily. Britt sostuvo mi cabello mientras lanzaba medio litro de tequila en el inodoro. Eso es a lo más romántico que llegó.

Se rió una vez. —No creo que hayamos tenido una oportunidad justa… no contigo viviendo con Brittany. La verdad es, Santana, me gustas. No sé qué es, pero parece que no puedo dejar de pensar en ti. —Sonreí y tomó mi mano, pasando sus dedos sobre mi brazalete—. Probablemente te asusté con este ridículo regalo, pero nunca he estado en esta situación antes. Siento como si estuviera constantemente compitiendo con Brittany por tu atención.

—No me asustaste con el brazalete.


Ella apretó los labios. —Me gustaría que salgamos otra vez en un par de semanas, después de que terminé tu mes con Brittany. Entonces podemos concentrarnos en llegar a conocernos sin la distracción.

—Me parece justo.

Se inclinó hacia abajo y cerró los ojos, presionando sus labios contra los míos. —Te llamaré pronto.

La despedí con la mano, y luego volví a la cafetería, pasando a Brittany. Ella me agarró, empujándome a su regazo. — ¿Romper es tan difícil de hacer?

—Emily quiere volver a intentarlo cuando vuelva a Morgan.

—Mierda, voy a tener que pensar en otra apuesta—dijo, poniendo mi plato frente a mí.



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Y bueno, espero les haya gustado!

Mañana nuevas actualizaciones y por fin momento Brittana bastante intenso!


Besoos a todas!


Buenas Noches!

Por dios Esto esta genial!
Enserio te pasas con tantas actus, eres increíble. Tu fic es muy adictivo y poder leer tanto es genial, me haces las noches ^^
Ojala y ya Santana se de cuenta de lo que siente Britt , o es tonta o se hace porque esta tan claro! Espero el momento brittana ;) Ya es justo y necesario jajaja

Besos , hasta la actu!

Jajajajaja me ha encantado la parte de: había muerto y despertado en high school musical?

Me encanto eso, me reí media hora jajaja.
Sabía que sus padres o su familia pertenecen a la mafia muajajajajajaja me olía algo así.

Me ha encantado que pongas canciones de Brittany.

Espero la actualización próxima.

Besos!

me ha encantado!!!!!
ya quiero ver momentos brittana!!!!!!
actualiza plisss!!!!!
pdt: me encanta que actualices seguido sigue asi!!!!!!1
saludos..............

Apoyo a Dani!! A San yo creo que mucho alcohol de pequeña le afecto el cerebro, como para no darse cuenta de los sentimientos de Britt...

Wiii, algo del secreto de San!, pero ahora me queda la duda... como conoció a Rach?
Y si ya se dio cuenta que algo siente por Britt, que le haga caso a Kurt, todas las cosas pasan por algo!

Hoy habrá un sol increíble, cuidado si es que aún tienes efectos post caña

Me alegraste la mañana, que acaba de comenzar!

Saludos!

Wooow .. quiero saber mas del pasado de san ..

Jejejeeeh .. en esta parte me morí de risa    

—Si te lo dijera, no sería un secreto, ¿no es así?

Sus facciones se afilaron con una sonrisa pícara. —Yo te mostré el mío, ahora muéstrame el tuyo.

—Odio ser la portadora de malas noticias, pero tu orientación sexual no es exactamente un secreto, Kurt.

—¡Mierda! Y yo que pensaba que tenía lo de misterioso gatito del sexo a mi favor —dijo, tomando otra calada.

Jejeeeh muy bueno .. :)

aaaahhh !! ya kiero que yege el momento brittana ...

hasta la prox actu ... Besitos  

Esperando la actualizAcion!

Genial el capitulo!

Saludos

me encanta la historia gracias por escribir

Leí el FF y me ah gustado mucho, me gusta lo que hay entre Santana y Emily aunque obvió al final va a estar con Britt, no se me gusta mucho el Fic.

Actualiza Pronto. ^^

Vamooooos Fernanda el 18!!!! tictactictac