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FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
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FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Sinopsis
¿Qué harías si la persona que más odias se convierte en la única persona con la que puedes vivir?
Un tirano por el día, una playgirl por la noche. Esa es la reputación que precede a Santana López.
Ella vive su vida de la manera que quiere, sin importarle las opiniones de otros.
No se preocupa ni por nada ni por nadie, y no tiene intención de cambiar su manera de ser.
Brittany Pierce trabaja como asistente personal de Santana.
Ella le desprecia y no comparte su más que cuestionable ética profesional, pero no tiene otro remedio que soportar y gestionar todas las tareas que Santana le encarga ya que necesita su trabajo para poder subsistir.
Hasta que llega el día en el que la morena le pide algo que Brittany nunca imaginó.
Un nuevo acuerdo, con un trabajo diferente: ser su prometida en lugar de su asistente personal.
¿Qué es lo que puede suceder cuando dos personas que se detestan tienen que vivir juntas y actuar como si estuvieran locamente enamoradas?
¿Sobrevivirán al acuerdo que han firmado?
Un tirano por el día, una playgirl por la noche. Esa es la reputación que precede a Santana López.
Ella vive su vida de la manera que quiere, sin importarle las opiniones de otros.
No se preocupa ni por nada ni por nadie, y no tiene intención de cambiar su manera de ser.
Brittany Pierce trabaja como asistente personal de Santana.
Ella le desprecia y no comparte su más que cuestionable ética profesional, pero no tiene otro remedio que soportar y gestionar todas las tareas que Santana le encarga ya que necesita su trabajo para poder subsistir.
Hasta que llega el día en el que la morena le pide algo que Brittany nunca imaginó.
Un nuevo acuerdo, con un trabajo diferente: ser su prometida en lugar de su asistente personal.
¿Qué es lo que puede suceder cuando dos personas que se detestan tienen que vivir juntas y actuar como si estuvieran locamente enamoradas?
¿Sobrevivirán al acuerdo que han firmado?
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Hola, aquí les dejo el inicio de otra historia.
Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd2: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Pd3: aquí mis anteriores historias (adaptadas todas):
Hola, aquí les dejo el inicio de otra historia.
Pd: como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd2: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Pd3: aquí mis anteriores historias (adaptadas todas):
Wallbanger: https://gleelatino.forosactivos.net/t22310-resueltofanfic-brittanawallbanger-2-rustynailed-adaptada-final
El Affaire López: https://gleelatino.forosactivos.net/t22380-fanfic-brittana-el-affaire-lopez-4-algo-raro-y-preciso-adaptada-epilogo
A los 17: https://gleelatino.forosactivos.net/t22434-resueltofanfic-brittana-a-los-17-adaptada-cap-43-final
Tras el Telón de Pino: https://gleelatino.forosactivos.net/t22474-resueltofanfic-brittana-tras-el-telon-de-pino-adaptada-cap-36-final
Sin Condiciones: https://gleelatino.forosactivos.net/t22505-resueltofanfic-brittana-sin-condiciones-adaptada-cap-47-final
Blonde Girl: https://gleelatino.forosactivos.net/t22520-fanfic-brittana-blonde-girl-adaptada-prologo#538737
Ajuste de Cuentas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22532-resueltofanfic-brittana-ajuste-de-cuentas-adaptada-cap-12-fin
Pídeme lo que Quíeras: https://gleelatino.forosactivos.net/t22535-fanfic-brittana-pideme-lo-que-quieras-adaptada-prologo#539712
Mi Mujer: https://gleelatino.forosactivos.net/t22564-fanfic-brittana-mi-mujer-3-confesion-adaptada-cap-35#542092
Sorpréndeme: https://gleelatino.forosactivos.net/t22576-resueltofanfic-brittana-sorprendeme-adaptada-epilogo#543891
Palabras para Ti: https://gleelatino.forosactivos.net/t22583-resueltofanfic-brittana-palabras-para-ti-adaptada-epilogo
Un Vuelo con Escalas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22590-fanfic-brittana-un-vuelo-con-escalas-adaptada-cap-33-final#544923
Secretos del Pasado: https://gleelatino.forosactivos.net/t22595-resueltofanfic-brittana-secretos-del-pasado-adaptada-epilogo
En tus Brazos y Huir de Todo Mal: https://gleelatino.forosactivos.net/t22602-resueltofanfic-brittana-en-tus-brazos-y-huir-de-todo-mal-ii-pasion-adaptada-epilogo
Parejas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22615p195-resueltofanfic-brittana-parejas-adaptada-cap-41-final#547481
La Chica de Servicio: https://gleelatino.forosactivos.net/t22617-resueltofanfic-brittana-la-chica-de-servicio-3-rindete-adaptada-epilogo-santana
A su Manera: https://gleelatino.forosactivos.net/t22622-resueltofanfic-brittana-a-su-manera-adaptada-cap-50-final
Pídeme lo que Quiéras 4: Y yo te lo Darpe: https://gleelatino.forosactivos.net/t22630-fanfic-brittana-pideme-lo-que-quieras-4-y-yo-te-lo-dare-adaptada-epilogo
Angel de Fuego: https://gleelatino.forosactivos.net/t22633-resueltofanfic-brittana-angel-de-fuego-adaptada-cap-39-fin
Después de Todo: https://gleelatino.forosactivos.net/t22642-fanfic-brittana-despues-de-todo-adaptada-epilogo
Pintando la Luna: https://gleelatino.forosactivos.net/t22644-resueltofanfic-brittana-pintando-la-luna-adaptada-epilogo
La Luna de Media Noche: https://gleelatino.forosactivos.net/t22647-resueltofanfic-brittana-la-luna-de-media-noche-adaptada-epilogo
Amor en Espera: https://gleelatino.forosactivos.net/t22651-resueltofanfic-brittana-amor-en-espera-adaptada-epilogo
Storms: https://gleelatino.forosactivos.net/t22657-resueltofanfic-brittana-storms-adaptada-epilogo
Fue un Beso Tonto: https://gleelatino.forosactivos.net/t22660-resueltofanfic-brittana-fue-un-beso-tonto-adaptada-epilogo
La Luna de Santana: https://gleelatino.forosactivos.net/t22664-resueltofanfic-brittana-la-luna-de-santana-adaptada-epilogo
Con Todo mi Corazón: https://gleelatino.forosactivos.net/t22666-resueltofanfic-brittana-con-todo-mi-corazon-adaptada-epilogo
La Esposa Del Vecino: https://gleelatino.forosactivos.net/t22668-resueltofanfic-brittana-la-esposa-del-vecino-adaptada-epilogo
Dulce Brittany: https://gleelatino.forosactivos.net/t22671-resueltofanfic-brittana-dulce-brittany-adaptada-epilogo
Eres Para Mí: https://gleelatino.forosactivos.net/t22674-resueltofanfic-brittana-eres-para-mi-adaptada-epilogo
Vampira: https://gleelatino.forosactivos.net/t22679-resueltofanfic-brittana-vampira-adaptada-epilogo
Rojo: https://gleelatino.forosactivos.net/t22687-resueltofanfic-brittana-rojo-adaptada-cap-34-final
Retroceder el Tiempo: https://gleelatino.forosactivos.net/t22695-resueltofanfic-brittana-retroceder-el-tiempo-adaptada-epilogo
Dulce Travesura: https://gleelatino.forosactivos.net/t22699-resueltofanfic-brittana-dulce-travesura-adaptada-epilogo
Compañeras: https://gleelatino.forosactivos.net/t22704-resueltofanfic-brittana-companeras-ii-carretera-del-infierno-adaptada-cap-34-y-35-fin
Pequeño Amor: https://gleelatino.forosactivos.net/t22711-resueltofanfic-brittana-pequeno-amor-adaptada-epilogo
Por la Eternidad: https://gleelatino.forosactivos.net/t22718-resueltofanfic-brittana-por-la-eternidad-adaptada-epilogo
Besos: https://gleelatino.forosactivos.net/t22720-resueltofanfic-brittana-besos-adaptada-epilogo
Bambalinas: https://gleelatino.forosactivos.net/t22725-resueltofanfic-brittana-bambalinas-adaptada-epilogo
Razonable: https://gleelatino.forosactivos.net/t22733-resueltofanfic-brittana-razonable-iii-adaptada-epilogo
Seducción: https://gleelatino.forosactivos.net/t22737-resueltofanfic-brittana-seduccion-adaptada-epilogo
Dilo a Otra: https://gleelatino.forosactivos.net/t22740-resueltofanfic-brittana-dilo-a-otra-adaptada-epilogo-parte-ii
En Equilibrio: https://gleelatino.forosactivos.net/t22741-resueltofanfic-brittana-en-equilibrio-adaptada-epilogo
Simplemente: https://gleelatino.forosactivos.net/t22743-fanfic-brittana-simplemente-ii-adaptada-cap-3
Nunca: https://gleelatino.forosactivos.net/t22747-fanfic-brittana-nunca-i-adaptada-cap-1#561488
Sexy Amor: https://gleelatino.forosactivos.net/t22748p175-resueltofanfic-brittana-sexy-amor-adaptada-epilogo#562089
Sentimientos: https://gleelatino.forosactivos.net/t22752-resueltofanfic-brittana-los-sentidos-adaptada-epilogo
Mía: https://gleelatino.forosactivos.net/t22754-fanfic-brittana-mia-iii-adaptada-sinopsis
Respiro: https://gleelatino.forosactivos.net/t22755-resueltofanfic-brittana-respiro-adaptada-cap-20-fin
Obsesion: https://gleelatino.forosactivos.net/t22758-fanfic-brittana-la-obsesion-adaptada-sinopsis#562904
Por Qué: https://gleelatino.forosactivos.net/t22759-fanfic-brittana-por-que-i-adaptada-prologo#563064
De Mis Sueños: https://gleelatino.forosactivos.net/t22762-fanfic-brittana-de-mis-suenos-adaptada-sinopsis#563275
A Un Ángel: https://gleelatino.forosactivos.net/t22765-fanfic-brittana-a-un-angel-adaptada-prologo#564172
Mientras: https://gleelatino.forosactivos.net/t22763-resueltofanfic-brittana-mientras-ii-adaptada-epilogo
Arco Iris: https://gleelatino.forosactivos.net/t22768-fanfic-brittana-arco-iris-adaptada-prologo#564693
Comportamiento: https://gleelatino.forosactivos.net/t22769-resueltofanfic-brittana-comportamiento-adaptada-epilogo
Por Ti: https://gleelatino.forosactivos.net/t22773-fanfic-brittana-por-ti-adaptada-sinopsis#565129
Sin Compromiso: https://gleelatino.forosactivos.net/t22774-fanfic-brittana-sin-compromiso-adaptada-prologo#565160
Agarrate: https://gleelatino.forosactivos.net/t22775-fanfic-brittana-agarrate-adaptada-sinopsis#565438
Del Amor: https://gleelatino.forosactivos.net/t22776-fanfic-brittana-del-amor-adaptada-prologo#565521
El Final: https://gleelatino.forosactivos.net/t22778-fanfic-brittana-el-final-adaptada-prologo#565842
Acuerdo: https://gleelatino.forosactivos.net/t22780-fanfic-brittana-acuerdo-adaptada-sinopsis#566030
La Granja: https://gleelatino.forosactivos.net/t22783-fanfic-brittana-la-granja-adaptada-epilogo
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
se ve interesante la historia!!
ver hasta donde llagan las dos con el acuerdo??
nos vemos!!!
se ve interesante la historia!!
ver hasta donde llagan las dos con el acuerdo??
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,..
se ve interesante la historia!!
ver hasta donde llagan las dos con el acuerdo??
nos vemos!!!
Hola lu, si¿? osea q vamos bn, no¿? jajajajaj. Esperemos y sea bueno para ambas...y beneficioso jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Cap 1
Capitulo 1
Santana
Me incliné sobre la mesa, y el bullicio del concurrido restaurante se difuminó mientras trataba de controlar la furia.
Intenté contener el deseo de gritar y mantuve la voz baja, si bien cada palabra rezumaba ira.
—¿Qué has dicho? Estoy segura de que no te he oído bien.
Ken se acomodó en su silla, sin preocuparse en lo más mínimo por mi cabreo.
—He dicho que Finn va a ser ascendido a socio.
Apreté el vaso que tenía en la mano con tanta fuerza que me sorprendió no romperlo.
—Se suponía que ese ascenso era mío.
Él se encogió de hombros.
—Las cosas han cambiado.
—Me he dejado los cuernos trabajando. He traído nueve millones a la empresa. Me dijiste que si superaba lo del año pasado, sería socia.
Ken agitó una mano.
—Y Finn ha traído doce millones.
Estampé la palma de la mano contra la mesa, sin importarme si llamaba la atención de los demás o no.
—Eso es porque el muy cabrón me la jugó y me quitó al cliente. La idea de la campaña fue mía. ¡Él me quitó de en medio!
—Es tu palabra contra la suya, Santana.
—Y una mierda. ¡Esto es una mierda!
—La decisión está tomada, y la propuesta ya está hecha. Esfuérzate y tal vez el año que viene será tu año.
—¿Y ya está?
—Ya está. Te has ganado una generosa prima.
«Una prima».
No quería otra maldita prima.
Quería el ascenso.
Debería haber sido mío.
Me puse de pie tan rápido que volqué la silla, que golpeó el suelo con fuerza. Me enderecé para enfatizar mi altura, si bien era más baja que él, mi mirada asustaba a muchos, y la miré con el ceño fruncido.
Teniendo en cuenta que Ken era uno de los que le asustaba mi mirada me parecía muy pequeño, pero no evitaba que me miraba de forma lujuriosa por un momento.
Ken enarcó una ceja.
—Cuidado, Santana. Recuerda que en Tanaka Inc. lo importante es el trabajo en equipo. Sigues formando parte del equipo. Una parte importante.
Lo miré fijamente, reprimiendo el deseo de mandarlo a la mierda.
—El equipo. Ya―me alejé meneando la cabeza.
Volví al trabajo y entré dando un portazo. Mi asistente me miró, sorprendida. Tenía un sándwich a medio comer en la mano.
—¿Qué narices le tengo dicho de comer en la mesa?—le solté.
Ella se puso en pie con torpeza.
—Es… estaba usted fuera—tartamudeó—Estoy trabajando en sus gastos y he pensado que…
—Bueno ha pensado mal, joder—me incliné sobre la mesa y le quité el dichoso sándwich de la mano, haciendo una mueca por la atrocidad—¿Mantequilla de cacahuete y mermelada? ¿El sueldo no le da para más o qué?—solté un taco cuando la mermelada me manchó el borde de la chaqueta—¡Joder!
Su cara, ya blanca de antemano, perdió todavía más color al ver la mancha roja que se extendía sobre mi.
—Señorita López, lo siento mucho. Lo llevaré a la tintorería ahora mismo.
—Desde luego que va a llevarlo. Y ya que sale, quiero un sándwich.
Ella parpadeó.
—¿No… no ha salido a almorzar?
—Su conclusión vuelve a ser errónea. Tráigame un sándwich y un café con leche desnatada, con extra de espuma. Quiero a Kitty Wilde al teléfono ahora mismo—me quité la chaqueta con gesto impaciente y me aseguré de que los bolsillos estuvieran vacíos—Llévela a la tintorería. La quiero de vuelta esta tarde.
Ella siguió sentada mirándome con la boca abierta.
—¿Está sorda?
—¿Qué prefiere que haga primero?
Le tiré la chaqueta.
—Ese es su maldito trabajo. ¡Averígüelo y hágalo!―entré en mi despacho y cerré de un portazo.
Un cuarto de hora después tenía mi sándwich y mi café con leche.
El interfono sonó.
—Tengo a la señorita Wilde en la línea dos.
—Bien—cogí el teléfono—Kitty. Tengo que verte. Hoy.
—Estoy bien. Gracias por preguntar, Santana.
—No estoy de humor. ¿Cuándo estás disponible?
—Tengo toda la tarde ocupada.
—Cancela algo.
—Ni siquiera estoy en la ciudad. Como muy temprano puedo estar ahí a las siete.
—De acuerdo. Nos vemos en Finlay’s. La mesa de siempre—colgué y pulsé el botón del interfono—Venga ahora mismo.
La puerta se abrió y ella entró para acabar postrada a mis pies.
Literalmente.
Ni siquiera me molesté en ocultar el hecho de que había puesto los ojos en blanco por el disgusto.
En la vida había conocido a una persona tan torpe como ella.
¡Tropezaba con el aire!
Juraría que se pasaba más tiempo de rodillas que las mujeres con las que yo salía. Esperé hasta que se puso en pie, recogió su cuaderno de notas y encontró el bolígrafo.
Estaba colorada y le temblaba la mano.
—¿Sí, señorita López?
—Mi mesa en Finlay’s. Para las siete en punto. Resérvela. Será mejor que la chaqueta esté lista para entonces.
—He pedido el servicio urgente. Ah, sale más caro.
Enarqué las cejas.
—Estoy segura de que le agradará pagar la cantidad extra, teniendo en cuenta que la culpa ha sido suya.
Su rubor aumentó, pero no discutió conmigo.
—La recogeré dentro de una hora.
Agité una mano. Me daba igual la hora a la que la recogiera, siempre y cuando estuviera en mi poder antes de marcharme de la oficina.
—¿Señorita López?
—¿Qué?
—Hoy tengo que marcharme a las cuatro. Tengo una cita. Le envié un correo electrónico al respecto la semana pasada.
Tamborileé sobre la mesa con los dedos mientras la observaba.
Mi asistente, Brittany Pierce, la cruz de mi existencia. Había hecho todo lo que estaba en mi mano para librarme de ella, pero todo había sido en vano.
Daba igual lo que le ordenase hacer, ella lo conseguía. Por humillante que fuese la tarea impuesta.
¿Recoger mi ropa de la tintorería?
Sí.
¿Asegurarse de que mi cuarto de baño privado estuviera bien surtido de mis artículos de aseo personal?
Por supuesto.
¿Ordenar por orden alfabético mi enorme colección de CD después de que decidiera llevármela a la oficina?
Sin fallo alguno.
Incluso los guardó todos en cajas después de que «me lo pensara mejor» y decidiera enviarlos de nuevo a mi casa, impecables y en orden.
No dijo ni pío.
¿Enviarle flores y un mensaje de despedida a la mujer de turno que quisiera quitarme de encima ese mes o esa semana?
Ajá.
Iba todos los días a la oficina sin falta y jamás llegaba tarde.
Rara vez salía a menos que fuera para hacer algún encargo que le hubiera asignado o para escabullirse a la sala del personal, donde almorzaba uno de esos ridículos sándwiches caseros que le había prohibido comerse en la mesa de trabajo.
Mantenía mi agenda y mis contactos al día; archivaba los informes siguiendo el código de color que a mí me gustaba; y filtraba mis llamadas, asegurándose de que ninguna de mis numerosas ex me molestara.
Según me habían dicho, todo el mundo la apreciaba, no olvidaba ningún cumpleaños y horneaba unas galletas riquísimas que compartía en ocasiones especiales.
Era la puta perfección.
No la tragaba.
Era todo lo que aborrecía en una mujer.
Alta y delicada, con el pelo rubio y los ojos azules.
Se vestía con trajes de falda sencillos. Impecable, pulcra y totalmente anticuada.
Siempre llevaba el cabello recogido en un moño. No llevaba joyas y, por lo que había observado, tampoco se maquillaba.
No poseía el menor atractivo y no tenía el amor propio necesario para hacer algo al respecto.
Apocada y tímida, era fácil pisotearla. Jamás se defendía, aceptaba todo lo que yo le tiraba y jamás me ofrecía un no por respuesta.
A mí me gustaban las mujeres fuertes y con personalidad. No los felpudos como la señorita Pierce.
Sin embargo, tenía que cargar con ella.
—De acuerdo. Pero que no se convierta en una costumbre, señorita Pierce.
Por un instante, creí ver un brillo furioso en sus ojos, pero acabó asintiendo con la cabeza.
—Recogeré su chaqueta y la dejaré en el armario. Tiene una conferencia telefónica a las dos y hay otra preparada en la sala de juntas—señaló los archivos que descansaban en una esquina de mi mesa—Ahí están sus notas.
—¿Mis gastos?
—Termino en breve el informe y se lo dejo para que lo firme.
—De acuerdo. Puede irse.
Se detuvo en el vano de la puerta.
—Que pase una buena noche, señorita López.
No me molesté en responder.
Intenté contener el deseo de gritar y mantuve la voz baja, si bien cada palabra rezumaba ira.
—¿Qué has dicho? Estoy segura de que no te he oído bien.
Ken se acomodó en su silla, sin preocuparse en lo más mínimo por mi cabreo.
—He dicho que Finn va a ser ascendido a socio.
Apreté el vaso que tenía en la mano con tanta fuerza que me sorprendió no romperlo.
—Se suponía que ese ascenso era mío.
Él se encogió de hombros.
—Las cosas han cambiado.
—Me he dejado los cuernos trabajando. He traído nueve millones a la empresa. Me dijiste que si superaba lo del año pasado, sería socia.
Ken agitó una mano.
—Y Finn ha traído doce millones.
Estampé la palma de la mano contra la mesa, sin importarme si llamaba la atención de los demás o no.
—Eso es porque el muy cabrón me la jugó y me quitó al cliente. La idea de la campaña fue mía. ¡Él me quitó de en medio!
—Es tu palabra contra la suya, Santana.
—Y una mierda. ¡Esto es una mierda!
—La decisión está tomada, y la propuesta ya está hecha. Esfuérzate y tal vez el año que viene será tu año.
—¿Y ya está?
—Ya está. Te has ganado una generosa prima.
«Una prima».
No quería otra maldita prima.
Quería el ascenso.
Debería haber sido mío.
Me puse de pie tan rápido que volqué la silla, que golpeó el suelo con fuerza. Me enderecé para enfatizar mi altura, si bien era más baja que él, mi mirada asustaba a muchos, y la miré con el ceño fruncido.
Teniendo en cuenta que Ken era uno de los que le asustaba mi mirada me parecía muy pequeño, pero no evitaba que me miraba de forma lujuriosa por un momento.
Ken enarcó una ceja.
—Cuidado, Santana. Recuerda que en Tanaka Inc. lo importante es el trabajo en equipo. Sigues formando parte del equipo. Una parte importante.
Lo miré fijamente, reprimiendo el deseo de mandarlo a la mierda.
—El equipo. Ya―me alejé meneando la cabeza.
Volví al trabajo y entré dando un portazo. Mi asistente me miró, sorprendida. Tenía un sándwich a medio comer en la mano.
—¿Qué narices le tengo dicho de comer en la mesa?—le solté.
Ella se puso en pie con torpeza.
—Es… estaba usted fuera—tartamudeó—Estoy trabajando en sus gastos y he pensado que…
—Bueno ha pensado mal, joder—me incliné sobre la mesa y le quité el dichoso sándwich de la mano, haciendo una mueca por la atrocidad—¿Mantequilla de cacahuete y mermelada? ¿El sueldo no le da para más o qué?—solté un taco cuando la mermelada me manchó el borde de la chaqueta—¡Joder!
Su cara, ya blanca de antemano, perdió todavía más color al ver la mancha roja que se extendía sobre mi.
—Señorita López, lo siento mucho. Lo llevaré a la tintorería ahora mismo.
—Desde luego que va a llevarlo. Y ya que sale, quiero un sándwich.
Ella parpadeó.
—¿No… no ha salido a almorzar?
—Su conclusión vuelve a ser errónea. Tráigame un sándwich y un café con leche desnatada, con extra de espuma. Quiero a Kitty Wilde al teléfono ahora mismo—me quité la chaqueta con gesto impaciente y me aseguré de que los bolsillos estuvieran vacíos—Llévela a la tintorería. La quiero de vuelta esta tarde.
Ella siguió sentada mirándome con la boca abierta.
—¿Está sorda?
—¿Qué prefiere que haga primero?
Le tiré la chaqueta.
—Ese es su maldito trabajo. ¡Averígüelo y hágalo!―entré en mi despacho y cerré de un portazo.
Un cuarto de hora después tenía mi sándwich y mi café con leche.
El interfono sonó.
—Tengo a la señorita Wilde en la línea dos.
—Bien—cogí el teléfono—Kitty. Tengo que verte. Hoy.
—Estoy bien. Gracias por preguntar, Santana.
—No estoy de humor. ¿Cuándo estás disponible?
—Tengo toda la tarde ocupada.
—Cancela algo.
—Ni siquiera estoy en la ciudad. Como muy temprano puedo estar ahí a las siete.
—De acuerdo. Nos vemos en Finlay’s. La mesa de siempre—colgué y pulsé el botón del interfono—Venga ahora mismo.
La puerta se abrió y ella entró para acabar postrada a mis pies.
Literalmente.
Ni siquiera me molesté en ocultar el hecho de que había puesto los ojos en blanco por el disgusto.
En la vida había conocido a una persona tan torpe como ella.
¡Tropezaba con el aire!
Juraría que se pasaba más tiempo de rodillas que las mujeres con las que yo salía. Esperé hasta que se puso en pie, recogió su cuaderno de notas y encontró el bolígrafo.
Estaba colorada y le temblaba la mano.
—¿Sí, señorita López?
—Mi mesa en Finlay’s. Para las siete en punto. Resérvela. Será mejor que la chaqueta esté lista para entonces.
—He pedido el servicio urgente. Ah, sale más caro.
Enarqué las cejas.
—Estoy segura de que le agradará pagar la cantidad extra, teniendo en cuenta que la culpa ha sido suya.
Su rubor aumentó, pero no discutió conmigo.
—La recogeré dentro de una hora.
Agité una mano. Me daba igual la hora a la que la recogiera, siempre y cuando estuviera en mi poder antes de marcharme de la oficina.
—¿Señorita López?
—¿Qué?
—Hoy tengo que marcharme a las cuatro. Tengo una cita. Le envié un correo electrónico al respecto la semana pasada.
Tamborileé sobre la mesa con los dedos mientras la observaba.
Mi asistente, Brittany Pierce, la cruz de mi existencia. Había hecho todo lo que estaba en mi mano para librarme de ella, pero todo había sido en vano.
Daba igual lo que le ordenase hacer, ella lo conseguía. Por humillante que fuese la tarea impuesta.
¿Recoger mi ropa de la tintorería?
Sí.
¿Asegurarse de que mi cuarto de baño privado estuviera bien surtido de mis artículos de aseo personal?
Por supuesto.
¿Ordenar por orden alfabético mi enorme colección de CD después de que decidiera llevármela a la oficina?
Sin fallo alguno.
Incluso los guardó todos en cajas después de que «me lo pensara mejor» y decidiera enviarlos de nuevo a mi casa, impecables y en orden.
No dijo ni pío.
¿Enviarle flores y un mensaje de despedida a la mujer de turno que quisiera quitarme de encima ese mes o esa semana?
Ajá.
Iba todos los días a la oficina sin falta y jamás llegaba tarde.
Rara vez salía a menos que fuera para hacer algún encargo que le hubiera asignado o para escabullirse a la sala del personal, donde almorzaba uno de esos ridículos sándwiches caseros que le había prohibido comerse en la mesa de trabajo.
Mantenía mi agenda y mis contactos al día; archivaba los informes siguiendo el código de color que a mí me gustaba; y filtraba mis llamadas, asegurándose de que ninguna de mis numerosas ex me molestara.
Según me habían dicho, todo el mundo la apreciaba, no olvidaba ningún cumpleaños y horneaba unas galletas riquísimas que compartía en ocasiones especiales.
Era la puta perfección.
No la tragaba.
Era todo lo que aborrecía en una mujer.
Alta y delicada, con el pelo rubio y los ojos azules.
Se vestía con trajes de falda sencillos. Impecable, pulcra y totalmente anticuada.
Siempre llevaba el cabello recogido en un moño. No llevaba joyas y, por lo que había observado, tampoco se maquillaba.
No poseía el menor atractivo y no tenía el amor propio necesario para hacer algo al respecto.
Apocada y tímida, era fácil pisotearla. Jamás se defendía, aceptaba todo lo que yo le tiraba y jamás me ofrecía un no por respuesta.
A mí me gustaban las mujeres fuertes y con personalidad. No los felpudos como la señorita Pierce.
Sin embargo, tenía que cargar con ella.
—De acuerdo. Pero que no se convierta en una costumbre, señorita Pierce.
Por un instante, creí ver un brillo furioso en sus ojos, pero acabó asintiendo con la cabeza.
—Recogeré su chaqueta y la dejaré en el armario. Tiene una conferencia telefónica a las dos y hay otra preparada en la sala de juntas—señaló los archivos que descansaban en una esquina de mi mesa—Ahí están sus notas.
—¿Mis gastos?
—Termino en breve el informe y se lo dejo para que lo firme.
—De acuerdo. Puede irse.
Se detuvo en el vano de la puerta.
—Que pase una buena noche, señorita López.
No me molesté en responder.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Vaya se ve bastante interesante, San la amargada y Britt la en apariencia sumisa y perfecta asistente!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
Lo que tiene de cruz lo va a tener de salvación así que no joda tanto....
En serio no se como la aguanta a san!!!,...
Nos vemos!?!
Lo que tiene de cruz lo va a tener de salvación así que no joda tanto....
En serio no se como la aguanta a san!!!,...
Nos vemos!?!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Santana mala y pesada, britt pava y sumisa jajajaja que pareja.
Isabella28****** - Mensajes : 378
Fecha de inscripción : 12/10/2017
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:Vaya se ve bastante interesante, San la amargada y Britt la en apariencia sumisa y perfecta asistente!!!!
Hola, si¿? vamos bn entonces¿? JAjaaj calzan los personajes, no¿? XD Saludos =D
3:) escribió:Hola morra....
Lo que tiene de cruz lo va a tener de salvación así que no joda tanto....
En serio no se como la aguanta a san!!!,...
Nos vemos!?!
Hola lu, jajajaaja xD jaajaj dices tu¿? ajajajaj. La vrdd esk no ¬¬... su papel aki xD Saludos =D
Isabella28 escribió:Santana mala y pesada, britt pava y sumisa jajajaja que pareja.
Hola, q raro xD es su papel xD JAajajajaja tmbn es el suyo, no¿? xD Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Cap 2
Capitulo 2
Santana
Kitty me miraba por encima de la copa mientras disfrutaba de su whisky de centeno.
—Seguro que te escuece, Santana. Pero ¿qué quieres que haga?
—Quiero otro trabajo. Eso es lo que quiero que hagas. Búscame uno.
Soltó la copa con una carcajada seca.
—Ya lo hemos discutido. Con tu currículum, puedo conseguirte cualquier trabajo que quieras… menos aquí. Hay dos peces gordos en Victoria y tú trabajas para uno de ellos. Si por fin estás dispuesta a mudarte, dímelo. Tendré ofertas de empleo para ti en cualquier ciudad de las importantes que se te ocurra. Toronto está creciendo como la espuma.
Resoplé, irritada.
—No quiero mudarme. Me gusta Victoria.
—¿Hay algo que te retenga aquí?
Tamborileé sobre la mesa con los dedos mientras sopesaba la pregunta.
No sabía por qué me negaba a mudarme.
Me gustaba la ciudad.
Me gustaban su cercanía al agua, los restaurantes y los teatros; me gustaba el ajetreo de una gran urbe en una ciudad pequeña y, sobre todo, me gustaba el clima.
También había algo más, algo que no terminaba de comprender y que era lo que me retenía.
Sabía que podía mudarme; de hecho, parecía la mejor solución, pero no era lo que quería.
—No, nada tangible. Quiero quedarme. ¿Por qué no puedo conseguir un puesto en Schuester Group? Tendrían que darse con un canto en los dientes por contar conmigo. Mis campañas hablan por sí solas.
Kitty carraspeó al tiempo que golpeaba la copa con una uña bien cuidada.
—Lo mismo que tu personalidad.
—Ser directa y exigente funciona en la industria publicitaria, Kitty.
—No me refiero a eso precisamente, Santana.
—¿Y a qué te refieres exactamente, joder?
Kitty hizo un gesto para que nos sirvieran otra copa y se acomodó en el asiento, colocándose bien un anillo.
—Tu reputación y tu nombre te preceden. Sabes que si te llaman Dick, no siempre lo hacen como diminutivo. Lo de «capullo» te pega bastante—levantó un hombro—Por motivos evidentes.
Me encogí de hombros. Me daba igual cómo me llamara la gente.
—Schuester Group es una empresa familiar. A diferencia de Tanaka, dirigen el negocio basándose en dos principios: la familia y la integridad. Son muy selectivos a la hora de elegir clientes.
Resoplé.
Tanaka Inc. trabajaría para cualquiera. Mientras se pudiera sacar dinero, crearían una campaña… daba igual lo desagradable que fuera para algunos consumidores.
Yo lo sabía y me daba igual.
Sabía que Schuester Group era mucho más selectivo con respecto a sus clientes, pero podía trabajar dentro de sus límites.
Ken detestaba Schuester Group: irme de Tanaka Inc. y ponerme a trabajar ahí lo cabrearía tanto que me ofrecería ser socio con tal de recuperarme.
Incluso podría ofrecérmelo al descubrir que me iba. Tenía que conseguir que sucediera.
—Soy capaz de controlarme y trabajar según sus condiciones.
—No se trata solo de eso.
Esperé a que el camarero se marchara tras traernos las copas. Observé a Kitty un momento.
Tenía un brillo travieso en los ojos verdes. Estaba relajada y se sentía a gusto consigo misma, mi dilema no lo preocupaba en absoluto.
Extendió las largas, las cruzó con movimientos lentos y empezó a balancear una mientras cogía la copa.
—¿Qué más?
—Will Schuester es un hombre familiar y dirige su empresa de la misma manera. Solo contrata a personal con esos mismos valores. Tu… en fin, tu vida personal no es precisamente lo que él consideraría aceptable.
Agité una mano, ya que sabía a lo que se refería.
—Le di la patada a Elaine hace unos meses.
Mi ex lo que fuera copó los titulares con su adicción a las drogas después de caerse de la pasarela durante un desfile porque iba hasta las cejas de alguna sustancia.
De todas formas, ya me había hartado de sus exigencias. Le ordené a la señorita Pierce que le mandase flores a la clínica de desintoxicación con una nota en la que le explicaba que lo nuestro había acabado y procedí a bloquear su número.
Una semana más tarde, cuando intentó verme, ordené que los de seguridad la sacaran del edificio… Mejor dicho, le ordené a la señorita Pierce que se encargase de esa tarea.
Parecía compadecerse de Elaine cuando bajó, aunque al volver poco después me aseguró que Elaine no volvería a molestarme.
A tomar viento fresco.
—No se trata solo de Elaine, Santana. Tienes una reputación. Eres una mujeriega cuando sales del trabajo y un tirano durante el día. Te has ganado la reputación de capullo. Y nada de eso le gusta a Will Schuester.
—Considérame una mujer reformada.
Kitty se echó a reír.
—Santana, no lo pillas. La empresa de Will es muy familiar. Mi novia, Marley, trabaja ahí. Sé cómo funcionan. En la vida he visto una empresa parecida.
—Explícamelo.
—Toda su familia está involucrada en el negocio. Su esposa y sus hijos, incluso los cónyuges de estos. Celebran comidas campestres y cenas para el personal y sus familias. Pagan bien, los tratan bien. Sus clientes los adoran. Que te contraten es muy difícil, porque es raro que alguien deje la empresa.
Reflexioné sobre sus palabras.
Todo el mundo sabía lo importante que era la familia para Schuester Group y la escasa rotación de personal que había en la empresa.
Ken detestaba a Will Schuester y todo lo que representaba en el mundo empresarial.
Para él, era un mundo feroz y así le gustaba jugar.
Cuanto más sangriento, mejor.
Hacía muy poco que habíamos perdido dos cuentas gordas, que se habían ido a manos de Schuester, y Ken se cabreó muchísimo.
Aquel día rodaron cabezas… y bastantes. Menos mal que las cuentas no eran mías.
—Total, que mi gozo en un pozo.
Titubeó, me miró y luego clavó la vista por encima del hombro.
—Sé que uno de sus directivos se marcha.
Me incliné hacia delante, interesada en la información.
—¿Por qué?
—Su mujer está enferma. Parece que el pronóstico es bueno, pero ha decidido hacer el cambio por su familia y quedarse en casa.
—¿Es un puesto temporal?
Kitty negó con la cabeza.
—Es un ejemplo de la clase de persona que es Will Schuester. Lo va a jubilar con la pensión completa y con beneficios. Le ha dicho que una vez que su mujer se recupere, les regalará un crucero para celebrarlo.
—¿Cómo te has enterado?
—Marley es su asistente personal.
—En ese caso, necesita un sustituto. Consígueme una entrevista.
—Santana, ¿no has oído una sola palabra de lo que te he dicho? Will no contratará a alguien como tú.
—Lo hará si consigo convencerlo de que no soy lo que cree.
—¿Y cómo lo vas a hacer?
—Tú consígueme la entrevista que ya pensaré en algo—bebí un buen trago de whisky—No se puede enterar nadie de esto, Kitty.
—Lo sé. Veré lo que puedo hacer, pero te aviso: no va a ser fácil venderle la moto.
—Hay una generosa comisión si me consigues el puesto.
—¿Merece la pena para demostrarle a Ken que te irás? ¿Tanto deseas ser socia?
Me pasé la mano por la barbilla con gesto pensativo y me rasqué.
—He cambiado de idea.
—¿A qué te refieres?
— Ken odia a Will. Nada lo enfurecería más que perderme a manos del enemigo. Sé de unos cuantos clientes que también cambiarían de barco, lo que le echaría sal a la herida. Voy a conseguir que Will Schuester me contrate, y cuando Ken intente recuperarme, me tocará a mí decir eso de que «las cosas han cambiado».
—Pareces muy segura.
—Ya te lo he dicho, es lo que hace falta en este negocio.
—No tengo muy claro qué es lo que quieres conseguir, pero intentaré meterte en la empresa—apretó los labios—Estudié con su yerna y todavía jugamos al tenis juntas. Tenemos pensado reunirnos para jugar un partido la semana que viene. La tantearé al respecto.
Asentí con la cabeza mientras la mente me hervía de ideas.
¿Cómo se convencía a un desconocido de que no se era lo que se parecía ser?
Esa era la pregunta del millón.
Solo tenía que encontrar la respuesta.
—Seguro que te escuece, Santana. Pero ¿qué quieres que haga?
—Quiero otro trabajo. Eso es lo que quiero que hagas. Búscame uno.
Soltó la copa con una carcajada seca.
—Ya lo hemos discutido. Con tu currículum, puedo conseguirte cualquier trabajo que quieras… menos aquí. Hay dos peces gordos en Victoria y tú trabajas para uno de ellos. Si por fin estás dispuesta a mudarte, dímelo. Tendré ofertas de empleo para ti en cualquier ciudad de las importantes que se te ocurra. Toronto está creciendo como la espuma.
Resoplé, irritada.
—No quiero mudarme. Me gusta Victoria.
—¿Hay algo que te retenga aquí?
Tamborileé sobre la mesa con los dedos mientras sopesaba la pregunta.
No sabía por qué me negaba a mudarme.
Me gustaba la ciudad.
Me gustaban su cercanía al agua, los restaurantes y los teatros; me gustaba el ajetreo de una gran urbe en una ciudad pequeña y, sobre todo, me gustaba el clima.
También había algo más, algo que no terminaba de comprender y que era lo que me retenía.
Sabía que podía mudarme; de hecho, parecía la mejor solución, pero no era lo que quería.
—No, nada tangible. Quiero quedarme. ¿Por qué no puedo conseguir un puesto en Schuester Group? Tendrían que darse con un canto en los dientes por contar conmigo. Mis campañas hablan por sí solas.
Kitty carraspeó al tiempo que golpeaba la copa con una uña bien cuidada.
—Lo mismo que tu personalidad.
—Ser directa y exigente funciona en la industria publicitaria, Kitty.
—No me refiero a eso precisamente, Santana.
—¿Y a qué te refieres exactamente, joder?
Kitty hizo un gesto para que nos sirvieran otra copa y se acomodó en el asiento, colocándose bien un anillo.
—Tu reputación y tu nombre te preceden. Sabes que si te llaman Dick, no siempre lo hacen como diminutivo. Lo de «capullo» te pega bastante—levantó un hombro—Por motivos evidentes.
Me encogí de hombros. Me daba igual cómo me llamara la gente.
—Schuester Group es una empresa familiar. A diferencia de Tanaka, dirigen el negocio basándose en dos principios: la familia y la integridad. Son muy selectivos a la hora de elegir clientes.
Resoplé.
Tanaka Inc. trabajaría para cualquiera. Mientras se pudiera sacar dinero, crearían una campaña… daba igual lo desagradable que fuera para algunos consumidores.
Yo lo sabía y me daba igual.
Sabía que Schuester Group era mucho más selectivo con respecto a sus clientes, pero podía trabajar dentro de sus límites.
Ken detestaba Schuester Group: irme de Tanaka Inc. y ponerme a trabajar ahí lo cabrearía tanto que me ofrecería ser socio con tal de recuperarme.
Incluso podría ofrecérmelo al descubrir que me iba. Tenía que conseguir que sucediera.
—Soy capaz de controlarme y trabajar según sus condiciones.
—No se trata solo de eso.
Esperé a que el camarero se marchara tras traernos las copas. Observé a Kitty un momento.
Tenía un brillo travieso en los ojos verdes. Estaba relajada y se sentía a gusto consigo misma, mi dilema no lo preocupaba en absoluto.
Extendió las largas, las cruzó con movimientos lentos y empezó a balancear una mientras cogía la copa.
—¿Qué más?
—Will Schuester es un hombre familiar y dirige su empresa de la misma manera. Solo contrata a personal con esos mismos valores. Tu… en fin, tu vida personal no es precisamente lo que él consideraría aceptable.
Agité una mano, ya que sabía a lo que se refería.
—Le di la patada a Elaine hace unos meses.
Mi ex lo que fuera copó los titulares con su adicción a las drogas después de caerse de la pasarela durante un desfile porque iba hasta las cejas de alguna sustancia.
De todas formas, ya me había hartado de sus exigencias. Le ordené a la señorita Pierce que le mandase flores a la clínica de desintoxicación con una nota en la que le explicaba que lo nuestro había acabado y procedí a bloquear su número.
Una semana más tarde, cuando intentó verme, ordené que los de seguridad la sacaran del edificio… Mejor dicho, le ordené a la señorita Pierce que se encargase de esa tarea.
Parecía compadecerse de Elaine cuando bajó, aunque al volver poco después me aseguró que Elaine no volvería a molestarme.
A tomar viento fresco.
—No se trata solo de Elaine, Santana. Tienes una reputación. Eres una mujeriega cuando sales del trabajo y un tirano durante el día. Te has ganado la reputación de capullo. Y nada de eso le gusta a Will Schuester.
—Considérame una mujer reformada.
Kitty se echó a reír.
—Santana, no lo pillas. La empresa de Will es muy familiar. Mi novia, Marley, trabaja ahí. Sé cómo funcionan. En la vida he visto una empresa parecida.
—Explícamelo.
—Toda su familia está involucrada en el negocio. Su esposa y sus hijos, incluso los cónyuges de estos. Celebran comidas campestres y cenas para el personal y sus familias. Pagan bien, los tratan bien. Sus clientes los adoran. Que te contraten es muy difícil, porque es raro que alguien deje la empresa.
Reflexioné sobre sus palabras.
Todo el mundo sabía lo importante que era la familia para Schuester Group y la escasa rotación de personal que había en la empresa.
Ken detestaba a Will Schuester y todo lo que representaba en el mundo empresarial.
Para él, era un mundo feroz y así le gustaba jugar.
Cuanto más sangriento, mejor.
Hacía muy poco que habíamos perdido dos cuentas gordas, que se habían ido a manos de Schuester, y Ken se cabreó muchísimo.
Aquel día rodaron cabezas… y bastantes. Menos mal que las cuentas no eran mías.
—Total, que mi gozo en un pozo.
Titubeó, me miró y luego clavó la vista por encima del hombro.
—Sé que uno de sus directivos se marcha.
Me incliné hacia delante, interesada en la información.
—¿Por qué?
—Su mujer está enferma. Parece que el pronóstico es bueno, pero ha decidido hacer el cambio por su familia y quedarse en casa.
—¿Es un puesto temporal?
Kitty negó con la cabeza.
—Es un ejemplo de la clase de persona que es Will Schuester. Lo va a jubilar con la pensión completa y con beneficios. Le ha dicho que una vez que su mujer se recupere, les regalará un crucero para celebrarlo.
—¿Cómo te has enterado?
—Marley es su asistente personal.
—En ese caso, necesita un sustituto. Consígueme una entrevista.
—Santana, ¿no has oído una sola palabra de lo que te he dicho? Will no contratará a alguien como tú.
—Lo hará si consigo convencerlo de que no soy lo que cree.
—¿Y cómo lo vas a hacer?
—Tú consígueme la entrevista que ya pensaré en algo—bebí un buen trago de whisky—No se puede enterar nadie de esto, Kitty.
—Lo sé. Veré lo que puedo hacer, pero te aviso: no va a ser fácil venderle la moto.
—Hay una generosa comisión si me consigues el puesto.
—¿Merece la pena para demostrarle a Ken que te irás? ¿Tanto deseas ser socia?
Me pasé la mano por la barbilla con gesto pensativo y me rasqué.
—He cambiado de idea.
—¿A qué te refieres?
— Ken odia a Will. Nada lo enfurecería más que perderme a manos del enemigo. Sé de unos cuantos clientes que también cambiarían de barco, lo que le echaría sal a la herida. Voy a conseguir que Will Schuester me contrate, y cuando Ken intente recuperarme, me tocará a mí decir eso de que «las cosas han cambiado».
—Pareces muy segura.
—Ya te lo he dicho, es lo que hace falta en este negocio.
—No tengo muy claro qué es lo que quieres conseguir, pero intentaré meterte en la empresa—apretó los labios—Estudié con su yerna y todavía jugamos al tenis juntas. Tenemos pensado reunirnos para jugar un partido la semana que viene. La tantearé al respecto.
Asentí con la cabeza mientras la mente me hervía de ideas.
¿Cómo se convencía a un desconocido de que no se era lo que se parecía ser?
Esa era la pregunta del millón.
Solo tenía que encontrar la respuesta.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
san esta pidiendo el mundo caminando en el filo del cuchillo no jodas!!! tiene mas reputación que el japones desquiciado jajaja
a ver quien es el cordero que va al matadero!!
nos vemos!!
san esta pidiendo el mundo caminando en el filo del cuchillo no jodas!!! tiene mas reputación que el japones desquiciado jajaja
a ver quien es el cordero que va al matadero!!
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Pobre britt le tocara sacrificarse por Santana.
Isabella28****** - Mensajes : 378
Fecha de inscripción : 12/10/2017
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
San se llevara a Brittany pero no se pq pienso que no precisamente como una asistente personal!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
san esta pidiendo el mundo caminando en el filo del cuchillo no jodas!!! tiene mas reputación que el japones desquiciado jajaja
a ver quien es el cordero que va al matadero!!
nos vemos!!
Hola lu, XD jajaajajaja es una loquilla cuando quiere algo, no¿? XD JAjaajajajajaja o no¿? XD Mmmm sospechas, sospechas¿? jajajaja. Saludos =D
Isabella28 escribió:Pobre britt le tocara sacrificarse por Santana.
Hola, jaajajajajajajaj dices tu¿?...pero te apoyo ajajaajajaj. Saludos =D
micky morales escribió:San se llevara a Brittany pero no se pq pienso que no precisamente como una asistente personal!!!!!
Hola, dices tu¿? mmm interesante la cosa, no¿? ajajajajaj esa san...una loquilla, una loquilla jajajaja. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Cap 3
Capitulo 3
Santana
A la mañana siguiente se me ocurrió una idea, pero no estaba segura de cómo ponerla en práctica.
Si Will Schuester quería a una persona de familia, eso tendría.
Solo tenía que dar con la forma de solventar ese detallito. Sería capaz de hacerlo; al fin y al cabo, esa era mi especialidad, era la mujer de las ideas.
Mi principal problema era el tipo de mujeres que normalmente había en mi vida. Todo el mundo sabía que era lesbiana y eso no era ningún impedimento para poder entrar a la empresa de Will Schuester, ya que él apoyaba el amor.
Volviendo a las mujeres, preciosas para contemplar, pero frías, calculadoras y poco interesadas en otra cosa que no fuera lo que yo podía darles: cenas sofisticadas, regalos caros y si habían durado lo suficiente, un viaje a algún lugar antes de darles la patada.
Porque siempre lo hacía.
En mi caso, también me interesaba lo que ellas podían darme. Lo único que quería era algo bonito a lo que mirar y un cuerpo caliente en el que enterrarme por las noches, una vez que el día acabara.
Unas cuantas horas de placer irreflexivo hasta que la cruda y fría realidad de mi vida se asentara de nuevo.
Ninguna de ellas sería el tipo de mujer con el que Will Schuester me creería capaz de pasar el resto de la vida.
A veces, ni siquiera era capaz de pasar una noche entera.
La señorita Pierce llamó con timidez y esperó a que le diera permiso con un grito para pasar. Entró, llevando con cuidado en las manos mi café, que colocó en la mesa.
—El señor Tanaka ha convocado una reunión en la sala de juntas para dentro de diez minutos.
—¿Dónde está mi bagel?
—He pensado que preferiría comérselo después de la reunión para no ir con prisas. Que yo sepa, detesta comer rápido. Le provoca ardores.
La miré con cara de pocos amigos, contrariada por el hecho de que tuviera razón.
—Deje de pensar. Ya le he dicho que sus conclusiones son erróneas prácticamente en su totalidad.
Miró su reloj de pulsera, un modelo simple de correa negra con una esfera muy sencilla, sin duda comprado en Walmart o en alguna otra tienda normalucha.
—Quedan siete minutos para la reunión. ¿Quiere que le traiga el bagel? Después de tostarlo, le quedarán dos minutos para comérselo en dos bocados.
Me puse de pie y cogí la taza.
—No. Por su culpa, pasaré la reunión con hambre. Si cometo algún error, será culpa suya—salí hecho una furia del despacho.
Ken golpeó con suavidad el cristal de la mesa.
—Atención. Tengo buenas y malas noticias. Empezaré con las buenas. Me alegra anunciar que hemos propuesto a Finn Hudson para que se convierta en socio.
El silencio fue absoluto.
Por dentro, solté una risilla. Aunque por fuera actuara como una persona decente, eso no significaba que no aborreciera a ese cabrón mentiroso o que no le guardara rencor a Ken por lo que me estaba haciendo.
Ken carraspeó.
—Y las malas noticias. A partir de hoy, Artie Abrams ya no forma parte de la empresa.
Enarqué las cejas.
Artie era uno de los pesos pesados de Tanaka Inc. No pude contenerme.
—¿Por qué?
Ken me miró de inmediato.
—¿Cómo dices?
—Que por qué se ha ido. ¿Ha tomado él la decisión?
—No. Ha…—Ken torció el gesto—Según tengo entendido, estaba saliendo con una de las asistentes—frunció el ceño—Ya saben que las normas sobre las relaciones sentimentales entre empleados son estrictas. Que esto sirva de lección.
La empresa era muy estricta a la hora de exigir el cumplimiento de las normas. O las seguías o te largabas.
Figuradamente, te cortaban las pelotas o tetas y te dejaban como un tonto.
La confraternización entre empleados era tabú. Ken creía que las relaciones sentimentales en la oficina nublaban la mente.
Miraba mal cualquier cosa que pudiera distraerte del trabajo o de lo que él consideraba importante.
Mi conclusión era que estaba en contra de que sus empleados tuvieran vida fuera de las oficinas de la empresa.
Tras echarles un vistazo a los reunidos en torno a la mesa, caí en la cuenta de que todos los ejecutivos eran solteros o divorciados.
Nunca me había parado a pensar en el estado civil de mis compañeros de trabajo.
—Y, al hilo del tema, Sugar también nos ha dejado.
No hacía falta ser un genio para saber con qué asistente estaba saliendo Artie. Sugar era su asistente personal.
Qué idiota.
Uno no se liaba con una compañera de trabajo, mucho menos con su asistente personal.
Por suerte, la mía no me tentaba en lo más mínimo.
Ken siguió hablando y yo desconecté para reflexionar sobre mi problema.
Cuando vi que los demás se levantaban, me puse en pie al punto y salí de la sala de juntas, renuente a ver las palmaditas en la espalda y los apretones de mano que recibiría Finn.
«Gilipollas».
Entré en mi despacho y me detuve al ver a Kitty sentada en el borde de la mesa de la señorita Pierce, muerto de risa.
Ambas alzaron la vista cuando me vieron llegar, pero sus expresiones eran distintas.
Kitty seguía riendo, mientras que la señorita Pierce parecía contrita.
—¿Qué haces aquí?—exigí saber, tras lo cual le pregunté a mi asistente—¿Por qué no me ha dicho que me estaban esperando?
Kitty alzó una mano.
—Santana, acabo de llegar. Britt me ha ofrecido un café y la posibilidad de avisarte de mi llegada, pero estaba disfrutando de su compañía más de lo que disfruto de la tuya, así que no tenía prisa—me guiñó un ojo—Es más graciosa que tú, y más guapa. Me gusta charlar un rato con ella.
¿Graciosa y guapa?
¿La señorita Pierce?
¿Y qué era eso de llamarla «Britt»?
Solté una carcajada ante semejante descripción.
—A mi despacho—ordené.
Kitty me siguió y una vez dentro, cerré la puerta.
—¿Qué haces aquí? Si Ken te ve…
Negó con la cabeza.
—Relájate. Como si no me hubieran visto antes. Además, ¿qué pasa si me ve y sospecha algo? Hazlo sudar un poco, morena.
Medité la idea.
Tal vez tuviera razón.
Ken sabía que Kitty era la mejor cazatalentos de Victoria. A lo mejor si la veía rondar por Tanaka Inc., se ponía un poco nervioso.
—Deja de tontear con mi asistente. Es una pérdida de tiempo. Además, ¿no tenías novia?
—La tengo, y no estaba tonteando con ella. Britt es una chica estupenda. Me gusta hablar con ella.
Resoplé.
—Sí, es estupendísima. Si te gustan los felpudos disfrazados de espantapájaros escuálidos.
Kitty frunció el ceño.
—¿No te gusta? ¿En serio? ¿Qué tiene de malo?
—Es perfecta, joder—le solté, rezumando sarcasmo—Hace todo lo que le ordeno. Vamos a dejar el tema y dime por qué has venido.
Bajó la voz para decirme:
—Esta mañana he tomado un café con Quinn Fabray.
Atravesé el despacho para sentarme en mi mesa.
—¿Quinn Fabray, la que trabaja en Schuester Group?
Kitty asintió con la cabeza.
—Le hice una visita a Marley, y después fui a verla a ella para organizar el partido de tenis de la semana que viene. Ha accedido a hablar con Will para conseguirte una entrevista.
Golpeé mi escritorio con una palma.
—Joder, esas sí que son buenas noticias. ¿Qué le has dicho?
—Que te marchabas por motivos personales. Le dije que, pese a los rumores, tu situación ha cambiado y ya no te sientes cómodo con la directiva de Tanaka Inc.
—¿Mi situación?
—Le he dicho que tus días de mujeriega han quedado atrás, y que tu forma de trabajar ha evolucionado. Que buscas una forma de vida distinta.
—¿Y te ha creído?
Kitty se alisó la raya del vestido con la yema de los dedos y me miró a los ojos.
—Sí.
—¿Le has dicho cuál ha sido el motivo de este milagroso cambio?
—Tú misma lo sugeriste anoche, más o menos. Le he dicho que te has enamorado.
Asentí con la cabeza.
Era tal como lo había supuesto. A Will le gustaba un ambiente familiar, y yo tendría que encajar en él.
Kitty me miró con expresión maliciosa.
—Dado tu historial, Santana, esta mujer tiene que ser diametralmente opuesta a las mujeres con las que te has relacionado, sobre todo en los últimos tiempos—ladeó la cabeza—Más sensata, agradable y afectuosa. Real.
—Lo sé.
—¿De verdad merece la pena?
—Sí.
—¿Vas a mentir y a fingir para conseguir un trabajo?
—Es más que un trabajo. Ken me la ha jugado, y Finn también. No es la primera vez. No pienso aguantarlo más—me acomodé en el sillón y miré hacia la ventana—Sí, mis intenciones tal vez no sean muy honestas, pero mi presencia va a ser un buen empujón para la empresa de Will. Voy a partirme los cuernos por él.
—¿Y la mujer?
—Cortaremos. Esas cosas pasan.
—¿Alguna idea sobre quién va a ser la afortunada dama?
Negué con la cabeza.
—Ya se me ocurrirá alguien.
Llamaron a la puerta y, acto seguido, entró la señorita Pierce, que dejó en mi escritorio un bagel y una taza de café recién hecho.
—Señorita Wilde, ¿le traigo otra taza de café?
Kitty negó con la cabeza mientras sonreía.
—Ya te he dicho que me llamo Kitty. Gracias, Britt, pero no. Tengo que irme, y aquí tu jefa está ocupada con un proyecto muy importante.
Mi asistente se volvió hacia mí, con los ojos como platos.
—Señorita López, ¿tengo que hacer algo? ¿Puedo ayudarle de alguna manera?
—Desde luego que no. No necesito nada de usted.
Se puso colorada y agachó la cabeza. Tras asentir en silencio, salió del despacho y cerró la puerta.
—Dios, qué imbécil eres—comentó Kitty—Y qué borde.
Me encogí de hombros, sin arrepentirme.
Kitty se levantó de la silla.
—Santana, deberías controlar un poco esos humos si quieres que tu plan funcione—señaló hacia la puerta—Esa chica tan guapa es precisamente el tipo de mujer que necesitas para relacionarte con Will.
Pasé por completo del adjetivo «guapa» y la miré boquiabierta.
—¿Relacionarme?
Kitty rio entre dientes.
—¿Crees que va a aceptar un nombre y una breve presentación? Ya te he explicado lo mucho que se involucra en las vidas de sus trabajadores. Si decide contratarte, querrá relacionarse con tu pareja… en más de una ocasión.
Yo no había meditado la cuestión tan a fondo.
Creía que podría convencer a alguna conocida para que me ayudara una noche, pero Kitty tenía razón.
Necesitaba mantener la fachada un tiempo. Al menos hasta que le demostrara mi valía a Will.
Kitty titubeó al llegar a la puerta.
—Creo que la señorita Pierce no está casada.
—Eso salta a la vista.
Kitty meneó la cabeza.
—Estás ciega, Santana. Tienes la solución delante de las narices.
—¿De qué estás hablando?
—Eres una mujer lista. Piensa—se marchó, dejando la puerta abierta.
Le oí decir algo que le arrancó una carcajada a la señorita Pierce, un sonido poco habitual procedente de su zona de trabajo.
Cogí el bagel y le di un mordisco con más fuerza de la necesaria.
«¿Qué narices me ha sugerido Kitty?».
Algo empezó a tomar forma en mi mente y miré hacia la puerta.
No podía estar hablando en serio.
Solté un gemido y dejé el bagel en el plato, porque acababa de perder el apetito.
Lo había dicho totalmente en serio.
«Esto es una mierda».
Si Will Schuester quería a una persona de familia, eso tendría.
Solo tenía que dar con la forma de solventar ese detallito. Sería capaz de hacerlo; al fin y al cabo, esa era mi especialidad, era la mujer de las ideas.
Mi principal problema era el tipo de mujeres que normalmente había en mi vida. Todo el mundo sabía que era lesbiana y eso no era ningún impedimento para poder entrar a la empresa de Will Schuester, ya que él apoyaba el amor.
Volviendo a las mujeres, preciosas para contemplar, pero frías, calculadoras y poco interesadas en otra cosa que no fuera lo que yo podía darles: cenas sofisticadas, regalos caros y si habían durado lo suficiente, un viaje a algún lugar antes de darles la patada.
Porque siempre lo hacía.
En mi caso, también me interesaba lo que ellas podían darme. Lo único que quería era algo bonito a lo que mirar y un cuerpo caliente en el que enterrarme por las noches, una vez que el día acabara.
Unas cuantas horas de placer irreflexivo hasta que la cruda y fría realidad de mi vida se asentara de nuevo.
Ninguna de ellas sería el tipo de mujer con el que Will Schuester me creería capaz de pasar el resto de la vida.
A veces, ni siquiera era capaz de pasar una noche entera.
La señorita Pierce llamó con timidez y esperó a que le diera permiso con un grito para pasar. Entró, llevando con cuidado en las manos mi café, que colocó en la mesa.
—El señor Tanaka ha convocado una reunión en la sala de juntas para dentro de diez minutos.
—¿Dónde está mi bagel?
—He pensado que preferiría comérselo después de la reunión para no ir con prisas. Que yo sepa, detesta comer rápido. Le provoca ardores.
La miré con cara de pocos amigos, contrariada por el hecho de que tuviera razón.
—Deje de pensar. Ya le he dicho que sus conclusiones son erróneas prácticamente en su totalidad.
Miró su reloj de pulsera, un modelo simple de correa negra con una esfera muy sencilla, sin duda comprado en Walmart o en alguna otra tienda normalucha.
—Quedan siete minutos para la reunión. ¿Quiere que le traiga el bagel? Después de tostarlo, le quedarán dos minutos para comérselo en dos bocados.
Me puse de pie y cogí la taza.
—No. Por su culpa, pasaré la reunión con hambre. Si cometo algún error, será culpa suya—salí hecho una furia del despacho.
Ken golpeó con suavidad el cristal de la mesa.
—Atención. Tengo buenas y malas noticias. Empezaré con las buenas. Me alegra anunciar que hemos propuesto a Finn Hudson para que se convierta en socio.
El silencio fue absoluto.
Por dentro, solté una risilla. Aunque por fuera actuara como una persona decente, eso no significaba que no aborreciera a ese cabrón mentiroso o que no le guardara rencor a Ken por lo que me estaba haciendo.
Ken carraspeó.
—Y las malas noticias. A partir de hoy, Artie Abrams ya no forma parte de la empresa.
Enarqué las cejas.
Artie era uno de los pesos pesados de Tanaka Inc. No pude contenerme.
—¿Por qué?
Ken me miró de inmediato.
—¿Cómo dices?
—Que por qué se ha ido. ¿Ha tomado él la decisión?
—No. Ha…—Ken torció el gesto—Según tengo entendido, estaba saliendo con una de las asistentes—frunció el ceño—Ya saben que las normas sobre las relaciones sentimentales entre empleados son estrictas. Que esto sirva de lección.
La empresa era muy estricta a la hora de exigir el cumplimiento de las normas. O las seguías o te largabas.
Figuradamente, te cortaban las pelotas o tetas y te dejaban como un tonto.
La confraternización entre empleados era tabú. Ken creía que las relaciones sentimentales en la oficina nublaban la mente.
Miraba mal cualquier cosa que pudiera distraerte del trabajo o de lo que él consideraba importante.
Mi conclusión era que estaba en contra de que sus empleados tuvieran vida fuera de las oficinas de la empresa.
Tras echarles un vistazo a los reunidos en torno a la mesa, caí en la cuenta de que todos los ejecutivos eran solteros o divorciados.
Nunca me había parado a pensar en el estado civil de mis compañeros de trabajo.
—Y, al hilo del tema, Sugar también nos ha dejado.
No hacía falta ser un genio para saber con qué asistente estaba saliendo Artie. Sugar era su asistente personal.
Qué idiota.
Uno no se liaba con una compañera de trabajo, mucho menos con su asistente personal.
Por suerte, la mía no me tentaba en lo más mínimo.
Ken siguió hablando y yo desconecté para reflexionar sobre mi problema.
Cuando vi que los demás se levantaban, me puse en pie al punto y salí de la sala de juntas, renuente a ver las palmaditas en la espalda y los apretones de mano que recibiría Finn.
«Gilipollas».
Entré en mi despacho y me detuve al ver a Kitty sentada en el borde de la mesa de la señorita Pierce, muerto de risa.
Ambas alzaron la vista cuando me vieron llegar, pero sus expresiones eran distintas.
Kitty seguía riendo, mientras que la señorita Pierce parecía contrita.
—¿Qué haces aquí?—exigí saber, tras lo cual le pregunté a mi asistente—¿Por qué no me ha dicho que me estaban esperando?
Kitty alzó una mano.
—Santana, acabo de llegar. Britt me ha ofrecido un café y la posibilidad de avisarte de mi llegada, pero estaba disfrutando de su compañía más de lo que disfruto de la tuya, así que no tenía prisa—me guiñó un ojo—Es más graciosa que tú, y más guapa. Me gusta charlar un rato con ella.
¿Graciosa y guapa?
¿La señorita Pierce?
¿Y qué era eso de llamarla «Britt»?
Solté una carcajada ante semejante descripción.
—A mi despacho—ordené.
Kitty me siguió y una vez dentro, cerré la puerta.
—¿Qué haces aquí? Si Ken te ve…
Negó con la cabeza.
—Relájate. Como si no me hubieran visto antes. Además, ¿qué pasa si me ve y sospecha algo? Hazlo sudar un poco, morena.
Medité la idea.
Tal vez tuviera razón.
Ken sabía que Kitty era la mejor cazatalentos de Victoria. A lo mejor si la veía rondar por Tanaka Inc., se ponía un poco nervioso.
—Deja de tontear con mi asistente. Es una pérdida de tiempo. Además, ¿no tenías novia?
—La tengo, y no estaba tonteando con ella. Britt es una chica estupenda. Me gusta hablar con ella.
Resoplé.
—Sí, es estupendísima. Si te gustan los felpudos disfrazados de espantapájaros escuálidos.
Kitty frunció el ceño.
—¿No te gusta? ¿En serio? ¿Qué tiene de malo?
—Es perfecta, joder—le solté, rezumando sarcasmo—Hace todo lo que le ordeno. Vamos a dejar el tema y dime por qué has venido.
Bajó la voz para decirme:
—Esta mañana he tomado un café con Quinn Fabray.
Atravesé el despacho para sentarme en mi mesa.
—¿Quinn Fabray, la que trabaja en Schuester Group?
Kitty asintió con la cabeza.
—Le hice una visita a Marley, y después fui a verla a ella para organizar el partido de tenis de la semana que viene. Ha accedido a hablar con Will para conseguirte una entrevista.
Golpeé mi escritorio con una palma.
—Joder, esas sí que son buenas noticias. ¿Qué le has dicho?
—Que te marchabas por motivos personales. Le dije que, pese a los rumores, tu situación ha cambiado y ya no te sientes cómodo con la directiva de Tanaka Inc.
—¿Mi situación?
—Le he dicho que tus días de mujeriega han quedado atrás, y que tu forma de trabajar ha evolucionado. Que buscas una forma de vida distinta.
—¿Y te ha creído?
Kitty se alisó la raya del vestido con la yema de los dedos y me miró a los ojos.
—Sí.
—¿Le has dicho cuál ha sido el motivo de este milagroso cambio?
—Tú misma lo sugeriste anoche, más o menos. Le he dicho que te has enamorado.
Asentí con la cabeza.
Era tal como lo había supuesto. A Will le gustaba un ambiente familiar, y yo tendría que encajar en él.
Kitty me miró con expresión maliciosa.
—Dado tu historial, Santana, esta mujer tiene que ser diametralmente opuesta a las mujeres con las que te has relacionado, sobre todo en los últimos tiempos—ladeó la cabeza—Más sensata, agradable y afectuosa. Real.
—Lo sé.
—¿De verdad merece la pena?
—Sí.
—¿Vas a mentir y a fingir para conseguir un trabajo?
—Es más que un trabajo. Ken me la ha jugado, y Finn también. No es la primera vez. No pienso aguantarlo más—me acomodé en el sillón y miré hacia la ventana—Sí, mis intenciones tal vez no sean muy honestas, pero mi presencia va a ser un buen empujón para la empresa de Will. Voy a partirme los cuernos por él.
—¿Y la mujer?
—Cortaremos. Esas cosas pasan.
—¿Alguna idea sobre quién va a ser la afortunada dama?
Negué con la cabeza.
—Ya se me ocurrirá alguien.
Llamaron a la puerta y, acto seguido, entró la señorita Pierce, que dejó en mi escritorio un bagel y una taza de café recién hecho.
—Señorita Wilde, ¿le traigo otra taza de café?
Kitty negó con la cabeza mientras sonreía.
—Ya te he dicho que me llamo Kitty. Gracias, Britt, pero no. Tengo que irme, y aquí tu jefa está ocupada con un proyecto muy importante.
Mi asistente se volvió hacia mí, con los ojos como platos.
—Señorita López, ¿tengo que hacer algo? ¿Puedo ayudarle de alguna manera?
—Desde luego que no. No necesito nada de usted.
Se puso colorada y agachó la cabeza. Tras asentir en silencio, salió del despacho y cerró la puerta.
—Dios, qué imbécil eres—comentó Kitty—Y qué borde.
Me encogí de hombros, sin arrepentirme.
Kitty se levantó de la silla.
—Santana, deberías controlar un poco esos humos si quieres que tu plan funcione—señaló hacia la puerta—Esa chica tan guapa es precisamente el tipo de mujer que necesitas para relacionarte con Will.
Pasé por completo del adjetivo «guapa» y la miré boquiabierta.
—¿Relacionarme?
Kitty rio entre dientes.
—¿Crees que va a aceptar un nombre y una breve presentación? Ya te he explicado lo mucho que se involucra en las vidas de sus trabajadores. Si decide contratarte, querrá relacionarse con tu pareja… en más de una ocasión.
Yo no había meditado la cuestión tan a fondo.
Creía que podría convencer a alguna conocida para que me ayudara una noche, pero Kitty tenía razón.
Necesitaba mantener la fachada un tiempo. Al menos hasta que le demostrara mi valía a Will.
Kitty titubeó al llegar a la puerta.
—Creo que la señorita Pierce no está casada.
—Eso salta a la vista.
Kitty meneó la cabeza.
—Estás ciega, Santana. Tienes la solución delante de las narices.
—¿De qué estás hablando?
—Eres una mujer lista. Piensa—se marchó, dejando la puerta abierta.
Le oí decir algo que le arrancó una carcajada a la señorita Pierce, un sonido poco habitual procedente de su zona de trabajo.
Cogí el bagel y le di un mordisco con más fuerza de la necesaria.
«¿Qué narices me ha sugerido Kitty?».
Algo empezó a tomar forma en mi mente y miré hacia la puerta.
No podía estar hablando en serio.
Solté un gemido y dejé el bagel en el plato, porque acababa de perder el apetito.
Lo había dicho totalmente en serio.
«Esto es una mierda».
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
jajajajajajja eso se llama karma!!! del bueno,...
por algo las madera flota en el agua y las cruzes son de madera jajaja
a ver como le va a san???
nos vemos!!!
PD: te enteraste lo de mark???
jajajajajajja eso se llama karma!!! del bueno,...
por algo las madera flota en el agua y las cruzes son de madera jajaja
a ver como le va a san???
nos vemos!!!
PD: te enteraste lo de mark???
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Pobre Britt y que tonta es Santana!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Puede santana ser mas idiota????
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Santana que perra eres!!
Isabella28****** - Mensajes : 378
Fecha de inscripción : 12/10/2017
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,..
jajajajajajja eso se llama karma!!! del bueno,...
por algo las madera flota en el agua y las cruzes son de madera jajaja
a ver como le va a san???
nos vemos!!!
PD: te enteraste lo de mark???
Hola lu, jajaajjaajajaj si q lo es! ajajajajajaj. Mish...no sabia ese dicho, pero q razón lleva jaajajajaj. Mmmm nose si bn o q XD xq su trato a la rubia no me simpatiza jajajaja. SAludos =D
Pd: si =/, él hizo mal las cosas, pero como "noah puckerman" no
monica.santander escribió:Pobre Britt y que tonta es Santana!!!
Saludos
Hola, si =( mi rubia ¬¬ esa santana :@ Saludos =D
micky morales escribió:Puede santana ser mas idiota????
Hola, la vrdd espero q no xq si q llegaría muy lejos al serlo ¬¬ Saludos =D
Isabella28 escribió:Santana que perra eres!!
Hola, pfff y eso es lo minino ¬¬ Solo fuerzas para la rubia. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Cap 4
Capitulo 4
Santana
El ruido de la cinta de correr era un zumbido constante bajo mis pies mientras corría.
Apenas había pegado ojo la noche anterior y estaba de un humor de perros.
El sudor me corría por la espalda y por la cara. Cogí una toalla y me sequé de mala manera antes de tirarla al suelo.
Mi iPod sonaba a toda pastilla con música heavy, pero no estaba lo bastante alto, así que subí el volumen, agradecido porque el piso estuviera insonorizado.
Seguí corriendo a un ritmo casi frenético.
Había repasado todas mis opciones y planes durante la noche y había acabado con dos ideas.
La primera era que si Kitty y Quinn conseguían meterme en la empresa, podría intentar pasar la entrevista dándole a Will detalles muy vagos acerca de la mujer que supuestamente había cambiado mi punto de vista y, por tanto, me había reformado.
Si jugaba bien mis cartas, podría mantener la farsa hasta demostrarle mi valía a Will y luego decir que había pasado lo impensable: esa mujer perfecta me dejaba.
Podría fingir que estaba destrozada y volcarme en el trabajo.
Sin embargo, a juzgar por lo que Kitty me había explicado, la idea seguramente no funcionaría.
Tendría que presentarle una mujer de verdad, una que convenciera a Will de que era mejor persona de lo que él creía que era. Alguien, en palabras de Kitty, «sensata, agradable y afectuosa».
No conocía a muchas mujeres que encajasen en todas esas categorías, a menos que tuvieran más de sesenta años.
No creía que Will se tragara que me había enamorado de alguien que me doblaba la edad. Ninguna de las mujeres con las que me relacionaba pasaría su inspección.
Sopesé la idea de contratar a alguien, tal vez a una actriz, pero parecía demasiado arriesgado.
Las palabras de Kitty no dejaban de repetirse en mi cabeza.
—«Estás ciega, Santana. Tienes la solución delante de las narices».
La señorita Pierce.
Kitty creía que debía usar a la señorita Pierce para que fingiera ser mi novia. Si me distanciaba de la cuestión e intentaba ser objetivo, debía admitir que tenía razón.
Era la tapadera perfecta.
Si Will creía que me marchaba de Tanaka Inc. porque estaba enamorada de mi asistente personal y la elegía a ella, y a nuestra relación, por encima de mi trabajo, ganaría muchos puntos.
No se parecía en nada a cualquier otra mujer con la que hubiera estado.
Kitty creía que era agradable, inteligente y encantadora. Parecía caerles bien a los demás.
Todo eran ventajas.
Salvo que estaba hablando de la señorita Pierce.
Apagué la cinta de correr con un gruñido y cogí la toalla que había tirado.
Una vez en la cocina, saqué una botella de agua y me la bebí de un tirón antes de encender el portátil. Inicié sesión en el sitio web de la empresa, repasé los archivos de personal y me detuve al llegar a la ficha de la señorita Pierce.
Estudié su fotografía mientras intentaba ser objetivo.
No tenía nada reseñable, salvo los brillantes ojos azules, muy grandes y rodeados de largas pestañas.
Tenía el cabello largo y claro, pero siempre lo llevaba recogido en un moño severo.
Tenía la piel muy blanca. Me pregunté qué aspecto tendría tras pasar por las manos de un maquillador profesional y vestida con ropa decente.
Miré la pantalla con los ojos entrecerrados, concentrado en su imagen.
Dormir unas cuantas horas no le iría mal para librarse de las ojeras que tenía y tal vez le sentaría bien comer otra cosa que no fuera sándwiches de mantequilla de cacahuete y mermelada.
Estaba como un palo.
Me gustaba que mis mujeres tuvieran más curvas.
Gemí, frustrada, mientras me frotaba la nuca.
Suponía que, en esas circunstancias, mis preferencias daban igual. Era lo que necesitaba.
En esas circunstancias, tal vez debería admitir que necesitaba a la señorita Pierce.
Menuda mierda.
Mi móvil sonó y miré la pantalla. Me sorprendí al ver el nombre de Kitty.
—Hola.
—Perdona por despertarte.
Miré el reloj y me di cuenta de que solo eran las seis y media de la mañana.
Me sorprendió que ella sí estuviera despierta. Sabía que le gustaba levantarse tarde.
—Llevo despierta un rato. ¿Qué pasa?
—Will te verá hoy a las once.
Me levanté y sentí un escalofrío en la columna.
—¿Lo dices en serio? ¿A qué vienen las prisas?
—Estará fuera el resto de la semana y le dije a Quinn que estabas pensando acudir a una entrevista en Toronto.
Solté una carcajada.
—Te debo una.
—De las gordas. Tanto que nunca podrás pagarme—se echó a reír—Sabes muy bien que hay muchas posibilidades de que esto acabe en nada a menos que puedas convencerlo de que las cosas han cambiado, ¿verdad? Mentí a Quinn como una bellaca, pero mi palabra solo te ayudará al principio.
—Lo sé.
—De acuerdo. Buena suerte. Dime cómo te va.
—Lo haré—colgué, comprobé mi agenda y esbocé una sonrisa torcida al darme cuenta de que la señorita Pierce la había actualizado la noche anterior.
Tenía un desayuno de trabajo a las ocho, lo que quería decir que volvería a la oficina a eso de las diez.
Decidí que no iría a la oficina.
Se me había ocurrido cómo presentar a mi supuesta novia en la entrevista.
Marqué el número de la señorita Pierce. Contestó tras unos cuantos tonos, con voz soñolienta.
—Mmm… ¿diga?
—Señorita Pierce.
—¿Qué?
Inspiré hondo en un intento por ser paciente. Saltaba a la vista que la había despertado.
Lo intenté de nuevo.
—Señorita Pierce, soy Santana López.
Su voz sonaba ronca y desconcertada.
—¿Señorita López?
Suspiré con pesadez.
—Sí.
Oía mucho movimiento y me la imaginé sentándose torpemente, con aspecto desaliñado.
Carraspeó.
—¿Hay… esto… hay algún problema, señorita López?
—No iré a la oficina hasta después del almuerzo.
Se hizo el silencio.
—Tengo que ocuparme de un asunto personal.
Contestó con sequedad:
—Podría haberme mandado un mensaje de texto…, señorita.
—Necesito que haga dos cosas por mí—seguí, haciendo caso omiso del deje sarcástico de su voz—Si Ken aparece y quiere saber dónde estoy, dígale que me estoy ocupando de un asunto personal y que no sabe dónde me encuentro. ¿Le ha quedado claro?
—Como el agua.
—Necesito que me llame a las once y cuarto. Justo a esa hora.
—¿Quiere que diga algo o me limito a jadear?
Me aparté el teléfono de la oreja, sorprendida por su tono. De hecho, parecía que a mi asistente no le hacía gracia que la despertaran temprano.
Semejante descaro no era habitual en ella, y no sabía muy bien cómo tomármelo.
—Necesito que me diga que mi cita de las cuatro se ha adelantado a las tres.
—¿Algo más?
—No. Ahora repítame lo que acabo de decirle.
Emitió un sonido raro, una especie de gruñido, que me hizo sonreír.
La señorita Pierce parecía tener carácter en según qué circunstancias. Sin embargo, quería asegurarme de que estaba lo bastante despierta como para recordar mis instrucciones.
—Tengo que decirle a Ken que se está ocupando de un asunto personal y que no tengo ni idea de dónde está. La llamaré exactamente a las once y cuarto y le diré que su cita de las cuatro se ha adelantado a las tres.
—Bien. No la cague.
—Pero, señorita López, esto no tiene sentido, ¿por qué va a…?
Colgué, sin hacerle el menor caso.
Apenas había pegado ojo la noche anterior y estaba de un humor de perros.
El sudor me corría por la espalda y por la cara. Cogí una toalla y me sequé de mala manera antes de tirarla al suelo.
Mi iPod sonaba a toda pastilla con música heavy, pero no estaba lo bastante alto, así que subí el volumen, agradecido porque el piso estuviera insonorizado.
Seguí corriendo a un ritmo casi frenético.
Había repasado todas mis opciones y planes durante la noche y había acabado con dos ideas.
La primera era que si Kitty y Quinn conseguían meterme en la empresa, podría intentar pasar la entrevista dándole a Will detalles muy vagos acerca de la mujer que supuestamente había cambiado mi punto de vista y, por tanto, me había reformado.
Si jugaba bien mis cartas, podría mantener la farsa hasta demostrarle mi valía a Will y luego decir que había pasado lo impensable: esa mujer perfecta me dejaba.
Podría fingir que estaba destrozada y volcarme en el trabajo.
Sin embargo, a juzgar por lo que Kitty me había explicado, la idea seguramente no funcionaría.
Tendría que presentarle una mujer de verdad, una que convenciera a Will de que era mejor persona de lo que él creía que era. Alguien, en palabras de Kitty, «sensata, agradable y afectuosa».
No conocía a muchas mujeres que encajasen en todas esas categorías, a menos que tuvieran más de sesenta años.
No creía que Will se tragara que me había enamorado de alguien que me doblaba la edad. Ninguna de las mujeres con las que me relacionaba pasaría su inspección.
Sopesé la idea de contratar a alguien, tal vez a una actriz, pero parecía demasiado arriesgado.
Las palabras de Kitty no dejaban de repetirse en mi cabeza.
—«Estás ciega, Santana. Tienes la solución delante de las narices».
La señorita Pierce.
Kitty creía que debía usar a la señorita Pierce para que fingiera ser mi novia. Si me distanciaba de la cuestión e intentaba ser objetivo, debía admitir que tenía razón.
Era la tapadera perfecta.
Si Will creía que me marchaba de Tanaka Inc. porque estaba enamorada de mi asistente personal y la elegía a ella, y a nuestra relación, por encima de mi trabajo, ganaría muchos puntos.
No se parecía en nada a cualquier otra mujer con la que hubiera estado.
Kitty creía que era agradable, inteligente y encantadora. Parecía caerles bien a los demás.
Todo eran ventajas.
Salvo que estaba hablando de la señorita Pierce.
Apagué la cinta de correr con un gruñido y cogí la toalla que había tirado.
Una vez en la cocina, saqué una botella de agua y me la bebí de un tirón antes de encender el portátil. Inicié sesión en el sitio web de la empresa, repasé los archivos de personal y me detuve al llegar a la ficha de la señorita Pierce.
Estudié su fotografía mientras intentaba ser objetivo.
No tenía nada reseñable, salvo los brillantes ojos azules, muy grandes y rodeados de largas pestañas.
Tenía el cabello largo y claro, pero siempre lo llevaba recogido en un moño severo.
Tenía la piel muy blanca. Me pregunté qué aspecto tendría tras pasar por las manos de un maquillador profesional y vestida con ropa decente.
Miré la pantalla con los ojos entrecerrados, concentrado en su imagen.
Dormir unas cuantas horas no le iría mal para librarse de las ojeras que tenía y tal vez le sentaría bien comer otra cosa que no fuera sándwiches de mantequilla de cacahuete y mermelada.
Estaba como un palo.
Me gustaba que mis mujeres tuvieran más curvas.
Gemí, frustrada, mientras me frotaba la nuca.
Suponía que, en esas circunstancias, mis preferencias daban igual. Era lo que necesitaba.
En esas circunstancias, tal vez debería admitir que necesitaba a la señorita Pierce.
Menuda mierda.
Mi móvil sonó y miré la pantalla. Me sorprendí al ver el nombre de Kitty.
—Hola.
—Perdona por despertarte.
Miré el reloj y me di cuenta de que solo eran las seis y media de la mañana.
Me sorprendió que ella sí estuviera despierta. Sabía que le gustaba levantarse tarde.
—Llevo despierta un rato. ¿Qué pasa?
—Will te verá hoy a las once.
Me levanté y sentí un escalofrío en la columna.
—¿Lo dices en serio? ¿A qué vienen las prisas?
—Estará fuera el resto de la semana y le dije a Quinn que estabas pensando acudir a una entrevista en Toronto.
Solté una carcajada.
—Te debo una.
—De las gordas. Tanto que nunca podrás pagarme—se echó a reír—Sabes muy bien que hay muchas posibilidades de que esto acabe en nada a menos que puedas convencerlo de que las cosas han cambiado, ¿verdad? Mentí a Quinn como una bellaca, pero mi palabra solo te ayudará al principio.
—Lo sé.
—De acuerdo. Buena suerte. Dime cómo te va.
—Lo haré—colgué, comprobé mi agenda y esbocé una sonrisa torcida al darme cuenta de que la señorita Pierce la había actualizado la noche anterior.
Tenía un desayuno de trabajo a las ocho, lo que quería decir que volvería a la oficina a eso de las diez.
Decidí que no iría a la oficina.
Se me había ocurrido cómo presentar a mi supuesta novia en la entrevista.
Marqué el número de la señorita Pierce. Contestó tras unos cuantos tonos, con voz soñolienta.
—Mmm… ¿diga?
—Señorita Pierce.
—¿Qué?
Inspiré hondo en un intento por ser paciente. Saltaba a la vista que la había despertado.
Lo intenté de nuevo.
—Señorita Pierce, soy Santana López.
Su voz sonaba ronca y desconcertada.
—¿Señorita López?
Suspiré con pesadez.
—Sí.
Oía mucho movimiento y me la imaginé sentándose torpemente, con aspecto desaliñado.
Carraspeó.
—¿Hay… esto… hay algún problema, señorita López?
—No iré a la oficina hasta después del almuerzo.
Se hizo el silencio.
—Tengo que ocuparme de un asunto personal.
Contestó con sequedad:
—Podría haberme mandado un mensaje de texto…, señorita.
—Necesito que haga dos cosas por mí—seguí, haciendo caso omiso del deje sarcástico de su voz—Si Ken aparece y quiere saber dónde estoy, dígale que me estoy ocupando de un asunto personal y que no sabe dónde me encuentro. ¿Le ha quedado claro?
—Como el agua.
—Necesito que me llame a las once y cuarto. Justo a esa hora.
—¿Quiere que diga algo o me limito a jadear?
Me aparté el teléfono de la oreja, sorprendida por su tono. De hecho, parecía que a mi asistente no le hacía gracia que la despertaran temprano.
Semejante descaro no era habitual en ella, y no sabía muy bien cómo tomármelo.
—Necesito que me diga que mi cita de las cuatro se ha adelantado a las tres.
—¿Algo más?
—No. Ahora repítame lo que acabo de decirle.
Emitió un sonido raro, una especie de gruñido, que me hizo sonreír.
La señorita Pierce parecía tener carácter en según qué circunstancias. Sin embargo, quería asegurarme de que estaba lo bastante despierta como para recordar mis instrucciones.
—Tengo que decirle a Ken que se está ocupando de un asunto personal y que no tengo ni idea de dónde está. La llamaré exactamente a las once y cuarto y le diré que su cita de las cuatro se ha adelantado a las tres.
—Bien. No la cague.
—Pero, señorita López, esto no tiene sentido, ¿por qué va a…?
Colgué, sin hacerle el menor caso.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
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23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
San tratando a Britt de la peor manera y por el hecho de ser perfecta ¿? jajaja
Y bueno se invertiran los papeles y ella sera quien necesite de la rubia; aunque haber que hace para que acepte ser parte de su plan
Y bueno se invertiran los papeles y ella sera quien necesite de la rubia; aunque haber que hace para que acepte ser parte de su plan
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Hola!!! Después de este capitulo creo que merecemos un maratón!!!! jajaja!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Santana sigue siendo idiota para mi, necesita de Brittany asi que deberia ser mas considerada, la muy p.....
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Hola morra....
El concepto de por favor a san no le va bien... Y mas a la persona que necesita jajajajja
Que a britt no le toque mostrar su carácter ante san jajajajja
Nos vemos!!!
Pd: no aguanto la presión de lo que venia!!!
El concepto de por favor a san no le va bien... Y mas a la persona que necesita jajajajja
Que a britt no le toque mostrar su carácter ante san jajajajja
Nos vemos!!!
Pd: no aguanto la presión de lo que venia!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FanFic Brittana: Contrato (Adaptada) Epílogo
Igual britt tiene su carácter, que mentira le ira a echar san a will?
Isabella28****** - Mensajes : 378
Fecha de inscripción : 12/10/2017
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